Está en la página 1de 37

‫הגדה של פסח‬

HAGADÁ DE PÉSAJ

Libreto de la celebración de la cena pascual judía


para una comunidad cristiana
Versión específica para quienes presiden la celebración

Parroquia Sagrada Familia


Melipilla
2021
Esta versión de la Hagadá de Pésaj está basada en la versión diseñada por el p.
Nemo Castelli, s.j. y su comunidad cristiana Immaculate Conception de
Everett Boston, U.S.A., con algunas modificaciones para el uso de una
comunidad cristiana de amigos y amigas.

Título: Hagadá de Pésaj. Libreto de la celebración de la cena pascual judía


para una comunidad cristiana. Versión específica para quienes presiden la
celebración.
Diseñado por Franco Rojas Contreras.
Impreso por María Paz Boza, Trapimade. Melipilla, Febrero de 2021.
PREPARATIVOS PARA CELEBRAR EL SÉDER DEL
PÉSAJ

Significado del Pésaj


La palabra Pésaj proviene del idioma hebreo y su significado literal
es “Pasar por encima”, de acuerdo con lo que está escrito en el Libro
del Éxodo, o comúnmente conocido como “Pascua”.
La fiesta de Pésaj tiene para el judío el significado de su
primera fiesta de independencia nacional, celebrando el Éxodo, pilar
de nuestra formación como pueblo. Esta es una de las razones que,
en los rezos invocativos, esta fiesta recibe la denominación de
“Fecha de nuestra libertad”. En virtud de que el Éxodo ocurrió
aprisa, los judíos no tuvieron tiempo de preparar pan para el viaje y
solamente pudieron hornear panes ácimos (matzá) y de ahí se deriva
el otro nombre de Pésaj: la fiesta de los panes ácimos. Designa
asimismo el sacrificio pascual, cordero que era inmolado en tributo a
Dios en la primera noche de esta fiesta, y su carne comida antes de
la media noche. Para que la memoria de este gran acontecimiento no
se apague en la vida judía a través de las generaciones, constituye un
mandamiento religioso nacional el relato del Éxodo, que es hecho
por medio de la Hagadá (narración). Desde la destrucción del
Templo, la Hagadá es recitada durante la ceremonia del Séder, que
corresponde a la cena de la Pascua y que se realiza durante las dos
primeras noches de Pésaj.
En la primera noche de Pésaj, o primer Séder, cuando toda la
familia está reunida en torno a la mesa, el jefe de la familia relata a
sus hijos la historia dramática del Éxodo (cf. Ex 13, 8). Es así como
se formó durante generaciones esta tradición del Séder de la
Hagadá, con sus preguntas y respuestas, con sus himnos alegres y
melodiosos, con sus discusiones sutiles y sus cánticos
deliciosamente ingenuos.
Pésaj, fiesta del pasado, simboliza también la fiesta del futuro.
Entre el Pésaj de Egipto y el Pésaj escatológico, está trazada la línea
liberadora para el pueblo judío y para todo el género humano. Y
cuando la redimida y hermanada humanidad busque la fecha de su
I
primer paso libertador para instituirlo como “Día universal de la
Libertad”, deberá adoptar la fecha del 15 del mes de Nissan, cuando
en tiempos pasados, con el Éxodo del pueblo de Israel del Egipto,
fue colocada la piedra fundamental para un mundo libre que surge
en medio de grandes dolores, en medio de luchas seculares entre los
pueblos, luchas que se prolongarán hasta que la humanidad
encuentre el camino para su verdadera libertad, simbolizada por la
fiesta de Pésaj.
Esta celebración es la que fue celebrada por Jesús y sus
discípulos, según lo escrito en los evangelios sinópticos y de san
Juan, cada uno con sus matices que desvelan la estructura de la cena
pascual.

Instrucciones para el Séder


a) La mesa debe estar puesta antes de oscurecer para no atrasar el
Séder, que tradicionalmente se inicia por lo menos media hora
después de la puesta del sol y no muy tarde para que los niños no se
duerman antes de terminar el Séder. Para efectos pastorales, se
escoge una hora adecuada para los miembros que participarán de
esta cena litúrgica.
Al lado de cada plato se pone una Hagadá, para que todos los
participantes tengan sus libros y acompañen la narración de la salida
de Egipto. Cada plato ya debe estar listo con todos los elementos de
la Keará, salvo los matzá que serán repartidos por el presidente de la
celebración.
La mesa debe estar cubierta con un mantel limpio y bonito, y
puesta con las mejores vajillas del Pésaj que se tenga. También
pueden ser utilizados otras vajillas (ej.: de barro) con el fin de
representar la vivencia del Pésaj en tiempos de Jesús.

b) Se arregla la Keará o charola de Pésaj, en el cual se colocan las


siguientes cosas: tres matzá enteras, pan ácimo (hecho solo de harina
y agua) cubriéndolas –en lo posible– con un mantelito apropiado
para la ocasión; un zeróa, o pierna delantera de cordero asada (a
falta de ésta, se puede usar un hueso pasado por el fuego, o un
II
pedazo de carne asado); un huevo salcochado; lechuga (maror); un
pequeño plato de jaroset (mezcla de manzanas, nueces, canela y un
poco de vino) y apio (karpás). La Keará se dispone de la manera
siguiente: tres matzá, una encima de la otra, en la parte superior del
medio; el zeróa a la derecha, el huevo a la izquierda y el maror en el
centro. Debajo de éstos van el jaroset bajo el zeróa y el karpás
debajo del huevo. El jazéret, que es una escarola o raíz fuerte, va
debajo del maror, aunque es dispensable.

Los símbolos contenidos en la Keará del Séder constituyen el


testimonio de lo que es relatado en la ceremonia del Pésaj. Séder
significa “orden”, puesto que existe un orden preestablecido en la
secuencia de la narración y del uso de estos símbolos.
Los tres panes ácimos enteros se colocan frente a la persona
que preside el Séder. Se come el matzá para simbolizar el pan de la
aflicción, según Dt 16, 3. Como generalmente el pobre no tiene los
medios para comprar un pan entero, debemos comer un pedazo de la
matzá partida para asemejar el “pan del pobre”. Esta es la razón por
lo que partimos la matzá del medio y por la que empezamos el Séder
con tres panes: dos equivalentes al “pan pobre” y la tercera al “pan
del pobre”. Los tres panes también simbolizan los tres grupos de las
familias de Israel, que son Cohen, Leví e Israel, significando que
III
todo el pueblo fue salvado por la gracia divina. Y al mismo tiempo
es la íntima fusión de estas castas en la vida del pueblo judío.
El Zéroa recuerda el cordero pascual. Debe ser preparado antes
de la celebración.
El Betzá (huevo) simboliza que la suerte humana siempre
cambia (gira) así como lo hace el huevo, que es ovalado y gira,
queriendo decir que el que está afligido como estuvieron los hebreos
en Egipto, no debe perder la esperanza, pues tornará a experimentar
el bienestar. El huevo es al mismo tiempo la señal de luto que
llevamos por la muerte de los egipcios, demostrando con esto que no
nos alegramos por su desaparición. El motivo es el mismo cuando se
sirve a los enlutados un huevo cocido como primera comida después
del entierro de un ser querido.
El Maror (lechuga o hierba amarga) es para recordarnos lo
amargo de la vida en la esclavitud que tuvieron nuestros
antepasados.
El jaroset simboliza el barro usado en el trabajo forzado en el
Egipto. Simboliza también el barro que será empleado en los
tiempos mesiánicos para construir el futuro Templo de Jerusalén
para todos los pueblos de la tierra, conforme lo proclamaron
nuestros profetas.

c) Las cuatro copas de vino se colocan separadamente, una copa en


cada una de las cuatro partes principales del servicio: el Kidush, la
bendición del rescate de la esclavitud, la bendición después de la
comida y la alabanza del Hallel. Para cuestiones prácticas, sólo se
puede utilizar una copa por persona, la cual se rellenará cada vez que
deba llenarse en el Séder. Estas cuatro copas de vino también
simbolizan las cuatro formas en que Dios le dijo al pueblo judío que
lo salvaría (Ex 6, 6-7):
1. Les quitaré de encima las cargas de los egipcios.
2. Los libraré de su esclavitud.
3. Los rescataré con brazo extendido y haciendo justicia
solemne.
4. Los adoptaré como pueblo mío y seré su Dios.
IV
El vino que, en primera instancia, se recomienda es vino de
misa (ej.: San Blas). Para los niños y personas que no puedan beber
vino, se puede emplear jugo de uvas. Se llenan las copas hasta el
borde, para mostrar completa alegría en esta fiesta.

d) Es costumbre poner en la mesa del Séder una copa de vino para el


profeta Elías, proclamador de la llegada del Mesías, cuya venida es
esperada en esta noche. También simboliza la eterna esperanza de
libertad y salvación que serán realizadas con la llegada del profeta.

e) Otros elementos complementarios:


1. Dos velas o cirios para el Hadlakat Nerot, la bendición al
encender las velas.
2. Una biblia hebrea puesta en una lectura bíblica significativa
(Éxodo, Deuteronomio, Salmos, etc.).
3. Para una Pésaj cristianizada, una cruz de mesa.
4. Cubiertos para la comida pascual (tenedor, cuchillo,
cucharas).
5. Vasijas pequeñas con agua con sal (salmonela) para cada
comensal.
6. Una vasija para el lavabo con una toalla para el Urjatz.

***

Espero que este breve instructivo sea para la facilidad de la


celebración pascual.

V
HADLAKAT NEROT (ENCENDER LAS VELAS)
Monición de entrada
Todos los comensales se ubican en sus puestos respectivos. Lee el
guía de la celebración.

Queridos hermanos y hermanas, amigas y amigos:


Hoy en nuestra comunidad cristiana celebraremos la fiesta de
Pésaj, que conmemora la salida del pueblo de Israel hacia la
liberación, el cual, esclavizado por los egipcios, esperaba con
confianza la promesa divina hecha a Abraham, Isaac y Jacob sobre
la tierra de Canaán. Este rito tradicional de los judíos, no obstante,
no será como la que comúnmente celebran cada año, sino que, como
cena litúrgica, pretende introducirnos en el momento celebrativo que
vivió Jesús junto a sus discípulos y discípulas. Esta celebración que
viviremos hoy es lo que, para los cristianos, se conoce como La
Última Cena. Probablemente, esta cena solemne es la forma más
parecida que vivió Jesús antes de su pasión y muerte en cruz. Junto a
sus amigos, recordaba cómo un pueblo, llevado por su ideal y por su
fe, abandona su estado de esclavitud y sale al desierto, sin recursos y
sin medios de existencia, sin pensar en la miseria y la desolación que
le aguardaban, sólo con la suprema confianza de lograr por fin su
libertad y el establecimiento de su ideal religioso y moral.
Conmemorando esta liberación, se realiza la fiesta de Pésaj que
viviremos hoy, al modo como Jesús la vivió en sus últimas horas de
vida y, por supuesto, en su vida como judío junto a su familia.
Comencemos esta cena pascual, celebrada tradicionalmente en
el día 14 del mes Nissan, poniéndonos de pie para revivir como
descendientes de la fe israelita la gloria de salir de la esclavitud de
Egipto en tiempos de Moisés, y como discípulos y discípulas de
Jesús la vivencia de su última Pascua antes de su pasión.
Escuchemos la proclamación del evangelio.

Todos los comensales se ponen de pie.

1
Lectura del evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según san
Mateo (26, 17-20):
El lector (L) proclama el evangelio del siguiente modo:

L: Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según san Mateo


Todos los comensales realizan el signo de la cruz.

El primer día de la Fiesta en que se comía el pan sin levadura, los


discípulos se acercaron a Jesús y le dijeron: “¿Dónde quieres que
preparemos la comida de la Pascua?”. Jesús contestó: “Vayan a la
ciudad, a casa de tal hombre, y díganle: ‘El maestro te manda a
decir: Mi hora se acerca y quiero celebrar la Pascua con mis
discípulos en tu casa’.” Los discípulos hicieron tal como Jesús les
había ordenado y prepararon la Pascua. Llegada la tarde, Jesús se
sentó a la mesa con los Doce.

L: Palabra del Señor.


Todos: Gloria y honor a Ti, Señor Jesús.

Lee el guía:
La celebración del Pésaj comienza con el Hadlakat Nerot, el
encender las velas, algo que normalmente hace la dueña de casa,
antes de la puesta de sol. Nos disponemos en silencio para escuchar
la bendición al encender las velas.

Bendición
La dueña de casa (o quien represente este papel) se pone de pie,
enciende las velas y pronuncia la bendición.
Bendito seas Tú, Señor, Dios nuestro, Rey del universo, que nos
santificaste con tus mandamientos y nos ordenaste encender la vela
de la fiesta.
Bendito seas Tú, Señor, Dios nuestro, Rey del universo, que
nos diste vida, nos hiciste existir y nos hiciste llegar hasta este día.
¡Señor del mundo! Acabo de encender las luces en honor de la
fiesta de Pésaj. Que el efecto del cumplimiento de este precepto
2
traiga consigo las divinas bendiciones de una vida feliz sobre mí y
sobre los míos, mi familia, mis amigos, mi comunidad. Que esta
festividad que celebra la liberación de nuestros antepasados de la
esclavitud en Egipto, despierte a toda la humanidad contra todo
pueblo y persona que mantiene a otro hombre y mujer en
servidumbre.
Concédenos, oh Dios Venidero, tu gracia; haz que more Tu
presencia entre nosotros y que seamos dignos de andar en tus
caminos, fiel a las Escrituras y a tus preceptos. Protégenos de toda
humillación, dolor y preocupación; concede a nuestra comunidad la
paz, la luz y la alegría para siempre ¡Amén!

Todos:
Bendito seas Tú, Señor, Dios nuestro, Rey del universo, que nos
has permitido vivir para alcanzar este día festivo.

Lee el guía:
Damos inicio a la explicación introductoria de los elementos del
Séder de Pésaj, es decir, el orden del ritual y sus elementos, que lo
protagonizan normalmente el presidente de la celebración, a saber, el
padre, el abuelo o el dueño de casa, y los niños que participan, los
cuales en esta ocasión, serán representados por el miembro más
joven de nuestra comunidad.

Leen el presidente de la celebración (P) y el miembro más joven de


la comunidad (J):

P: Estamos celebrando la Pascua, fiesta de la libertad y la redención.


Esta noche leeremos la Hagadá, la narración de la historia de Israel,
de cómo fue liberada por Dios de la esclavitud que vivía en Egipto
para partir a la tierra prometida.

J: ¿Cuál es el significado del cordero?

3
El presidente de la celebración toma la carne del cordero o su
equivalente en la mano y lee lo siguiente:

P: La fiesta de Pésaj empezó en Egipto, cuando los israelitas


escogieron un cordero de un año, sin ningún daño físico. Este
cordero representaba la idolatría. El Dios Amón, Dios de la creación
dentro de la mitología egipcia, era representado por un cordero,
porque este era un animal prolífico y además representaba la cabeza
del zodiaco, cuya influencia y poder se empezaba a sentir en
primavera según la creencia egipcia. Para debilitar el ánimo de los
egipcios, ese cordero fue amarrado desde el día 10 de Nissan hasta el
día 14 a la luz de todos. Y a la luz de todos se degolló el día 14 para
comerlo asado con hierbas amargas y panes sin levadura en la noche
del 15, noche anterior de la salida de los hebreos, de la casa de la
esclavitud.

J: ¿Cuál es el significado del huevo duro?

El presidente de la celebración toma el huevo en la mano y lee lo


siguiente:

P: A diferencia de los demás alimentos, que al cocerse se vuelven


blandos, el huevo se endurece cada vez más. De la misma manera,
mientras otros pueblos, ante la adversidad sucumben y desaparecen,
el pueblo hebreo, ante cada adversidad, ha endurecido su sentido de
identidad y su espíritu de libertad. También simboliza el cambio de
la suerte humana. Quien se encuentra afligido, oprimido y privado
de toda esperanza, el huevo nos recuerda los giros que da la vida y
que es posible volver al bienestar, así como nuestros antepasados
que vivieron en la esclavitud y su suerte ha girado hacia la libertad.

J: ¿Cuál es el significado de la copa de vino en medio de la mesa?

El presidente de la celebración toma la Copa de Elías en la mano y


lee lo siguiente:
4
P: Esta copa, especialmente separada, se llama la Copa de Elías,
símbolo de la esperanza profética de la venida del Reino de Dios
sobre el mundo.

5
KIDUSH (SANTIFICACIÓN)

Lee el guía:
El Kidush, la primera parte del Séder, es la proclamación de la
santidad de la fiesta, que usualmente es cantado por el presidente
sobre una copa de vino. En este primer momento, se llena la primera
copa de vino, que recuerda la promesa de redención de Dios al
pueblo de Israel. Durante toda la celebración, se llenarán cuatro
veces las copas, símbolo de las cuatro etapas en que Dios le dijo al
pueblo judío que lo liberaría de la esclavitud. Los invito a que cada
uno llene su primera copa de vino.

Se llena la primera copa de vino.

Después de que llenen la copa de vino, el guía lee:


Y escuchemos atentamente la promesa de liberación de Dios a su
pueblo:

El lector proclama la siguiente lectura tal cual está escrito:

L: Lectura del libro del Éxodo (6,6):

Por lo tanto, diles a los israelitas: ‘Yo soy el Señor, les quitaré de
encima las cargas de los egipcios, los libraré de su esclavitud, los
rescataré con brazo extendido y haciendo justicia solemne. Los
adoptaré como pueblo mío y seré su Dios’.

L: Palabra de Dios
Todos: Te alabamos, Señor.

Todos los comensales toman asiento.

Lee el guía:
El vino tinto es usado para recordarnos la sangre del Cordero, con la
que los hebreos salpicaron las puertas de todas las casas del pueblo
6
de Israel. Con esta primera copa, el que preside el Pésaj pronunciaba
la bendición del Kidush. En este momento, Jesús probablemente dijo
a sus discípulos: “Ya no volveré a beber del jugo de la uva hasta que
llegue el Reino de Dios” (Lc 22, 18). Escuchemos la bendición del
Kidush.

Bendición
Lee el presidente de la celebración:

P: Bendito seas Tú, Señor, nuestro Dios, Rey del universo, que nos
ha elegido de entre todas las naciones, nos ha elevado por sobre
todas las lenguas, y nos ha santificado por medio de tus
mandamientos. Y tú, Señor, nuestro Dios, nos has dado con amor
festividades para nuestro regocijo, fiestas y estaciones para nuestra
alegría. Este día de la festividad del pan sin levadura, que es el día
de nuestra liberación, es una celebración para conmemorar el Éxodo
de Egipto. Pues Tú nos has elegido y nos has santificado de entre
todas las naciones, y nos has dado un gozo y alegría a la fiesta de tu
santificación como herencia. Bendito seas Tú, Señor, que
santificaste a Israel y las estaciones festivas. Bendito seas Tú, Señor,
Dios nuestro, Rey del universo, que nos ha concedido vida, nos has
sostenido, y nos hiciste posible llegar a esta fiesta.

Todos:
Bendito seas Tú, Señor, Dios nuestro, Rey del universo, creador
del fruto de la vid.

Lee el guía:
Después de la bendición del Kidush, se procede a la Urjatz, el
lavado de manos. Probablemente, este fue el momento en que Jesús
le lavó los pies a sus discípulos. Si bien esta acción era ejecutada
normalmente por los sirvientes, en este caso Dios mismo, el
Emmanuel, se pone a nuestros pies para lavarlos como un sirviente.
En esta celebración, cada uno de nosotros le lavará las manos con
7
quienes compartimos un lugar en esta cena pascual, como signo de
servicio y entrega fraternal. El presidente de la celebración
comenzará lavando las manos de quien está a su derecha y,
sucesivamente, todos los comensales aquí presentes realizarán el
mismo gesto.

Urjatz: Los comensales hacen el gesto del lavado de las manos unos
a otros. Lo ideal para el ejemplo del gesto es que otro miembro
organizador esté a la derecha del presidente, con el fin de mostrar
como ejemplo el modo de lavado.

Lee el guía:
Después de habernos lavado nuestras manos en comunión, ha
llegado el momento de comer el Karpás, donde tomarán el apio de
sus platos (u otro equivalente) y se remojará en agua salada, como
recuerdo de la vida de nuestros antepasados que fue sumergida en
lágrimas y que todo renacer a la libertad es duro.

Todos los comensales toman un poco de Karpás de sus platos y lo


mojarán en agua salada para comerlas, mientras el presidente de la
celebración bendice.

P: Bendito seas Tú, Señor, Dios nuestro, Rey del universo, creador
del fruto de la tierra.

Lee el guía:
La hierva amarga, como el pan de la pobreza, simbolizan lo que
comieron nuestros padres y abuelos en la tierra de Egipto. Simboliza
también la esclavitud y la miseria de muchos hombres y mujeres de
nuestro tiempo.
En vista del hambre y la necesidad humana, un miembro de
nuestra comunidad se levantará y abrirá la puerta, como signo de
invitación a todos quienes tengan hambre de pan, de amor, de
justicia, de reconciliación y de paz.

8
Signo de la invitación a la mesa pascual
Se abre la puerta a todo el mundo, mientras todos los comensales
repiten a una sola voz:

Lee el guía:
Repetimos todos.

Todos:
¡Que entren y coman todos los que tienen hambre!
¡Sean bienvenidos todos los hambrientos de comida y de espíritu!
¡Que vengan a esta fiesta de liberación todos los que tienen
necesidad!
¡Este año estamos aquí porque Dios nos quiere liberar!
¡Que el nos haga reconciliar con Dios, con la naturaleza y con los
demás!

Lee el guía:
Esta cena quiere ser precisamente un símbolo de apertura a aquellos
que tienen necesidad. Ahora ha llegado el momento de beber la
primera copa de vino, una vez terminada la bendición del Kidush.

Todos los comensales beben de la primera copa de vino.

9
HAGADÁ (RELATO)

Lee el guía:
Pasamos a la segunda parte del Séder de Pésaj, la Hagadá, que es la
narración catequética que realizaban los padres a sus hijos e hijas.
Para este momento, los invito a que todos llenen su segunda copa de
vino, que recuerda la liberación de Egipto.

Se llena la segunda copa de vino.

Después de que todos los comensales llenen sus copas de vino, el


guía lee:
En esta Hagadá, el miembro más joven de nuestra comunidad
realizará la Ma nishtaná, que son las cuatro preguntas que
tradicionalmente el niño le pide a su padre con el fin de que le
explique la razón de cada cosa. Después, el presidente de la
celebración realizará el Avadim Ahinu, el relato que contesta las
preguntas, que está basado en un pasaje tradicional del libro de
Deuteronomio. Escuchemos con atención.

El miembro más joven realiza la tradicional pregunta sobre el


motivo de esta solemne celebración:

Ma nishtaná

J: ¿Por qué esta noche es diferente de todas las demás noches?


¡Todas las noches comemos cualquier clase de verduras! ¿Por qué
esta noche sólo comemos hierbas amargas?
¡Todas las noches no las mojamos ninguna vez! ¿Por qué esta noche
las mojamos en agua salada y jaroset?
¡Todas las noches comemos pan fermentado! ¿Por qué esta noche
comemos pan ácimo?
¡Nunca comemos tan festivamente! ¿Por qué celebramos esta noche
la fiesta pascual?

10
El presidente de celebración realiza el tradicional relato
catequético.

Avadim Ahinu

P: Mi padre era un arameo errante, que bajó a Egipto y fue a


refugiarse allí, siendo pocos aún; pero en ese país se hizo una nación
grande y poderosa. Los egipcios nos maltrataron, nos oprimieron y
nos impusieron dura servidumbre. Llamamos pues al Señor, Dios de
nuestros padres, y el Señor nos escuchó, vio nuestra humillación,
nuestros duros trabajos y nuestra opresión. El Señor nos sacó de
Egipto con mano firme y brazo extendido, demostrando su poder
con señales y milagros que sembraron el terror. Si el Santo de Israel,
bendito sea, no hubiera liberado a nuestros padres de Egipto,
entonces nosotros, nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos
seríamos esclavos del Faraón en Egipto. Aun si todos nosotros
fuéramos sabios, todos entendedores, todos conocedores de la Torá,
seguiríamos estando obligados a narrar el éxodo de Egipto; y todo el
que narra el éxodo de Egipto es merecedor de alabanza.
Escuchemos ahora nuestra historia de liberación y de amor de
Dios por nosotros, su pueblo.

Inmediatamente, el lector proclama la siguiente lectura.

L: Lectura del libro de Éxodo (12, 1-13. 40-42):

En aquellos días, el Señor dijo a Moisés y a Aarón en Egipto: –Este


mes será para ustedes el principal, será para ustedes el primer mes
del año. Díganle a toda la asamblea de Israel: –El diez de este mes
cada uno procurará una res para su familia, una por casa. Si la
familia es demasiado pequeña para terminarla, que se junte con el
vecino de casa; según el número de comensales y lo que coma cada
uno, se repartirá la res. Será un animal sin defecto, macho, añal,
11
cordero o cabrito. Lo guardarán hasta el día catorce del mes, y
entonces toda la asamblea de Israel lo matará al atardecer. Con algo
de la sangre rociarán las dos jambas y el dintel de la casa donde lo
hayan comido. Esa noche comerán la carne, asada a fuego,
acompañada de pan sin fermentar y verduras amargas. No comerán
de ella nada crudo ni cocido en agua, sino asado a fuego: con
cabeza, patas y entrañas. No dejarán restos para mañana siguiente, y
si sobra algo, lo quemarán. Y lo comerán así: la cintura ceñida, las
sandalias en los pies, un bastón en la mano; y se lo comerán a toda
prisa, porque es la Pascua del Señor. Esa noche atravesaré todo el
territorio egipcio dando muerte a todos sus primogénitos, de
hombres y de animales; y haré justicia de todos los dioses de Egipto.
Yo soy el Señor. La sangre será su contraseña en las casas donde
estén: cuando vea la sangre, pasaré de largo; no les tocará la plaga
exterminadora cuando yo pase hiriendo a Egipto. La estancia de los
israelitas en Egipto duró cuatrocientos treinta años. Cumplidos los
cuatrocientos treinta años, el mismo día, salieron de Egipto los
escuadrones del Señor. Noche en que veló el Señor para sacarlos de
Egipto: noche de vela para los israelitas por todas las generaciones.

Lee el guía:
De alguna manera, Dios no duerme por nuestro sufrimiento y cuida
a todas sus creaturas que gritan por hambre de pan, justicia, amor y
paz. Nos ponemos de pie para cantar el salmo, repitiendo la antífona:

Todos los comensales se ponen de pie.


El lector canta o lee el salmo.

Lectura del Salmo 135 (10-12.16-18.21-22.23-26):

Antífona:
L: ¡Den gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su
misericordia!
Todos:
12
¡Den gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su
misericordia!

Al que hirió a los primogénitos egipcios,


Porque es eterna su misericordia.
Y sacó Israel de en medio de ellos,
Porque es eterna su misericordia.
Con mano fuerte, con brazo extendido,
Porque es eterna su misericordia.

Antífona.

Al que condujo a su pueblo por el desierto,


Porque es eterna su misericordia.
Al que hirió a reyes poderosos,
Porque es eterna su misericordia.
Y dio muerte a reyes famosos,
Porque es eterna su misericordia.
Y entregó su tierra en heredad,
Porque es eterna su misericordia.
En heredad a Israel su siervo,
Porque es eterna su misericordia.

Antífona.

Que en nuestra humillación se acordó de nosotros,


Porque es eterna su misericordia.
Y nos libró de nuestros opresores,
Porque es eterna su misericordia.
El da alimento a todo viviente,
Porque es eterna su misericordia.
Dad gracias al Dios del cielo,
Porque es eterna su misericordia.

Antífona.
13
Lee el guía:
Tomamos asiento.

Todos los comensales toman asiento.

Inmediatamente después, el guía lee:


El presidente de la celebración continuará explicando los elementos
del Séder del Pésaj.

Leen el presidente de la celebración y el miembro más joven de la


comunidad:

J: ¿Qué significa Pésaj?

P: Pésaj significa pascua, paso. En el inicio de la creación, pasamos


del caos a la vida. Esta noche celebramos el paso de la esclavitud a
la liberación. En Jesucristo celebramos el paso de la muerte a la
resurrección y a la vida en plenitud. Es el sacrificio que nuestros
padres ofrecieron al Señor aquella noche en la cual pasó el Santo de
Israel. Bendito sea por nuestras casas en Egipto. Tal como está
escrito: “Cuando les pregunten sus hijos e hijas qué significa este
rito, le responderán: Es el sacrificio de la pascua del Señor. Él pasó
en Egipto junto a las casas de los israelitas, hiriendo a los egipcios y
protegiendo nuestras casas” (Ex 12, 26-27). Cerremos los ojos y
pensemos un momento: ¿En qué aspectos nos hemos sentido
liberados por Dios o invitados a luchar por una vida mejor para
todos?

Disponemos de un momento de silencio, antes de la pregunta


siguiente.

J: ¿Qué significa el pan ácimo?

14
P: El matzá es el pan de la aflicción que nuestros padres comieron
en Egipto. Cocieron bajo las cenizas la masa que sacaron de Egipto e
hicieron panes ácimos. Porque no hubo tiempo para que fermentara,
ya que había mucha prisa para huir esa noche.

J: ¿Qué significan las hierbas amargas?

P: Comemos Karpás y maror, las hierbas amargas de esta cena, para


recordar cómo los egipcios amargaron la vida de nuestros padres en
Egipto, tal como está escrito: “Hartos de los israelitas, los egipcios
les impusieron trabajos penosos, y les amargaron la vida con dura
esclavitud, imponiéndoles los duros trabajos del barro, de los
ladrillos y toda clase de trabajos del campo” (Ex 1, 13-14). Las
comemos con jaroset, que nos recuerda aquella arcilla de los
ladrillos que nuestros padres construyeron bajo esclavitud. Cerremos
los ojos y pensemos un momento: ¿cuáles son nuestras opresiones y
amarguras que deseamos que Dios nos libere? ¿qué opresiones y
amarguras ocasionamos a los demás?

Disponemos de un momento de silencio, antes de la pregunta


siguiente. El presidente de la celebración prosigue diciendo:

En cada generación, le incumbe al ser humano considerarse a


si mismo como si el y ella hubieran salido de Egipto. Tal como está
escrito: “Y ese día le explicarás a tu hijo: “Esto es por lo que el
Señor hizo en mi favor cuando salí de Egipto” (Ex 13, 8). Por eso es
digno y justo agradecer, alabar, glorificar, adorar, ensalzar, bendecir,
exaltar y enaltecer a quien realizó estos actos maravillosos a favor de
nuestros padres, de nosotros y de toda la humanidad hoy. Nos sacó
de la esclavitud a la libertad, de la angustia a la alegría, del duelo a
la fiesta, de las tinieblas a la luz, de la servidumbre a la redención,
de la muerte a la vida y, en Jesús, Dios nos libera de todo aquello
que pone obstáculos al amor y llamándonos a una vida en plenitud.
Cantemos para Él un canto nuevo.

15
El lector canta o lee el salmo.

Lectura del Salmo 97 (1-3):

Antífona:
L: El Señor hizo en mí maravillas, Santo es mi Dios.
Todos:
El Señor hizo en mí maravillas, Santo es mi Dios.

Cantad al Señor un cántico nuevo,


Porque ha hecho maravillas;
Su diestra le ha dado la victoria,
Su santo brazo.

Antífona.

El Señor da a conocer su victoria,


Revela su justicia
A la vista de los pueblos.

Antífona.

Se acordó de su lealtad y fidelidad


Para la Casa de Israel.
Los confines de la tierra
Han contemplado la victoria de nuestro Dios.

Antífona.

Lee el guía:
Ahora es el momento de bendecir el matzá, los panes ácimos, que
recuerdan el alimento para salir de la esclavitud, la fuerza para
liberarnos, la urgencia para liberar a todo hombre y mujer de su
esclavitud. Y el maror, las hierbas amargas, nos reviven los dolores

16
y penas de nuestros padres en Egipto. Levantemos nuestra segunda
copa mientras escuchamos la bendición.

Bendición
Lee el presidente de la celebración. El mismo destapa el matzá y los
levanta en signo de bendición.

Bendito seas Tú, Señor, que liberaste y sacaste a nuestros padres de


Egipto y hoy nos das vida para celebrar nuestra liberación y comer
panes ácimos y hierbas amargas. Haznos vivir para las demás fiestas
y días. Con nuestros cantos de alabanza, te bendeciremos por nuestra
liberación.

Lee el guía:
Bebamos ahora de la segunda copa.
Todos los comensales beben de la segunda copa de vino.

Todos:
Bendito seas Tú, Señor, Dios nuestro, Rey del universo, creador
del fruto de la vid.

Lee el guía:
El presidente de la celebración tomará el primer matzá, el pan ácimo
usado para esta festividad pascual, que será repartido entre todos los
que participamos de esta mesa. Al recibirlo, cada uno lo tendrá en su
mano. Escuchemos la bendición.

Todos los comensales reciben el primer trozo de matzá (pan ácimo


de pascua) repartido por el presidente de la celebración. El mismo
dice:

Bendito seas Tú, Señor, Dios nuestro, por este pan, fruto de la tierra
y de tu bondad.
Bendito seas Tú, Señor, Dios nuestro, que haces brotar de la tierra el
trigo para el pan.
17
Todos:
Bendito seas Tú, Señor, Dios nuestro, que nos santificaste con
tus mandamientos y nos ordenaste comer el pan sin levadura.

Lee el guía:
Ahora, con un poco de matzá recibido, lo untaremos con jaroset, una
mezcla dulce de manzanas, nueces picadas, miel, canela y un poco
de vino, que simboliza el barro usado en el trabajo forzado en el
Egipto.

Todos los comensales comen un poco del primer trozo de matzá


(pan ácimo) con jaroset (pasta dulce marrón-rojiza).

Inmediatamente después, el guía lee:


Probablemente, fue en este momento en que Jesús, después de
repartir el pan ácimo, señaló a Judas como el traidor. Por eso,
profundamente conmovido, le dijo a su grupo de amigos y amigas
con toda claridad:

Lectura dinámica del evangelio de Nuestro Señor Jesucristo


según san Mateo (26, 21-24):
El lector designado lee el texto normal, mientras que los demás
comensales leen el texto marcado en negrita.

L: Les aseguro que uno de ustedes me va a traicionar.

Todos: ¿Seré yo, Señor?

L: El que ha metido conmigo la mano en la fuente, ése me entregará.


Este Hombre se va, como está escrito de él; pero ¡ay de aquél por
quien este Hombre será entregado! Más le valdría a ese hombre no
haber nacido.

Lee el guía:
18
De lo que quede de este primer matzá, lo untaremos con el jaroset y
lo comeremos, teniendo en mente este momento doloroso para
Jesús.
Todos los comensales comen del resto del primer trozo de matzá
(pan ácimo) con jaroset.

Inmediatamente después el guía lee:


El presidente de la celebración tomará el segundo matzá y lo
repartirá a cada uno de los comensales. Con este segundo pan ácimo,
lo juntaremos con hierbas amargas y un poco de jaroset, a modo de
un sándwich, y daremos paso a la comida pascual.

Reciben el segundo trozo de matzá (pan ácimo) repartido por quien


preside y se junta con un poco de maror (hierbas amargas que
puede ser lechuga romana) y jaroset. El presidente lee:

Juntemos el pan con maror y comamos, para cumplir el mandato de


la Escritura: “Esa noche comerán la carne, asada a fuego,
acompañada de pan sin levadura y hierbas amargas” (Ex 12, 8).

Todos:
Bendito seas Tú, Señor, Dios nuestro, Rey del universo, que nos
santificaste con tus mandamientos y nos mandaste a comer
hierbas amargas.

Todos los comensales comen el segundo trozo de matzá (pan ácimo)


con maror (lechuga romana).

Lee el guía:
Poco a poco, las Sagradas Escrituras, provenientes de la tradición
judía y recogidas por la Iglesia para la misa de la Cena del Señor,
muestran a un Dios concreto, que está involucrado en la historia y
que, frente al sufrimiento, opresión, esclavitud y angustia de su
pueblo y de toda la humanidad, desea que vivamos bien, con alegría,
justicia, libertad y vida en abundancia. El Séder de Pésaj, en este
19
momento, propicia un espacio familiar para compartir la comida
pascual, en que podemos comer el resto de los alimentos: la Zéroa,
carne asada que nos recuerda el Cordero Pascual, la Betzá, que es el
huevo cocido, y el resto de Karpás (apio) y matzá con maror
(lechuga) y jaroset. Compartamos este momento en comunidad.

Todos los comensales comparten la comida pascual en un momento


de compartir fraterno.

20
BIRKAT HAMAZON (ACCIÓN DE GRACIAS
DESPÚES DE LA COMIDA)

Lee el guía:
Demos inicio a la tercera parte del Séder del Pésaj llamado Birkat
Hamazon, que es una serie de bendiciones de agradecimiento
después de la comida. En este momento, el presidente reparte el
tercer trozo de matzá a todos quienes comparten la mesa pascual.

Todos los comensales reciben el tercer trozo de pan ácimo del


presidente de la celebración.

Inmediatamente después, el guía lee:


Probablemente, este fue el momento en que Jesús, con sus discípulos
y discípulas, reparte el pan y lo consagra diciendo: “Este es mi
cuerpo, que será entregado por ustedes”. Este gesto que
conmemoramos cada domingo y, con sumo énfasis, en la misa de la
Cena del Señor, contiene seguramente la memoria de los israelitas,
según lo que dice el libro del Deuteronomio: “Cuando comas hasta
hartarte, bendice al Señor, tu Dios, por la tierra buena que te ha
dado” (Dt 8, 10). El presidente proclamará esta solemne oración, del
cual se inspirará la Iglesia para diseñar la plegaria eucarística. Por
eso, nos ponemos de pie, tomando el pan en la mano, y escuchamos
esta solemne bendición.

Todos los comensales se ponen de pie. El presidente de la


celebración dice lo siguiente:

P: Bendigamos a nuestro Dios.

Todos:
Bendito sea el nombre del Señor, desde ahora y por siempre.

21
P: Bendito seas, Tú, Señor, Dios nuestro, que alimentas al mundo
con tu bondad, y das pan a todo mortal.
Gracias a tu bondad, jamás nos ha faltado el pan. Que, por tu
gran nombre, no nos falte nunca.
Bendito seas, Tú, Señor, Dios nuestro. A ti te alabamos, que
has dado a nuestros padres como heredad una tierra grande, buena y
querida, y nos sacaste de Egipto, liberándonos de la esclavitud.
Bendito seas, Tú, Señor, Dios nuestro. A ti te alabamos por tu
gran Alianza que sellaste con nosotros, por tus mandamientos, la
vida, la gracia y la misericordia que nos has donado.
Bendito seas, Tú, Señor, Dios nuestro, por la tierra que nos
das. Ten misericordia, Señor, de Israel, tu pueblo, de Jerusalén, tu
ciudad santa, que invoca tu nombre.
Dios nuestro, Padre nuestro, aliméntanos, sostennos, cuida de
nosotros, libéranos de nuestras tribulaciones y barreras que ponemos
al amor.
Bendito seas, Tú, Señor, Dios nuestro, Dios de nuestros padres,
creador, redentor, santo, fuerte, pastor nuestro, Rey de bondad. Tú,
que diariamente nos otorgas favores, prosperidad, bendición, ayuda,
consuelo, alimento, misericordia, salud, paz y dicha completa,
rompe todo yugo humillante, impuesto en nuestro cuello y
condúcenos a nuestra tierra con la cabeza bien alta.
Protege a todos los que no podrán parar, porque con su trabajo
permiten que todos y todas podamos vivir.
Protege a todos tus hijos e hijas que padecen la enfermedad.
El presidente puede agregar peticiones de acuerdo a la actualidad:
Protege a todos tus hijos que en estos días están en cuarentena,
sintiéndose solos y abandonados.
Protege a todos los que están en los hospitales, arriesgando sus
vidas para liberar a tantos y tantas.

Que el Dios de la misericordia nos haga dignos del tiempo, del


Mesías y de la vida del mundo futuro. Que el Dios de la misericordia
tenga en su brazo a todos los que han partido a su encuentro. Aquel

22
que ha establecido la paz en sus moradas sublimes, la establezca
también para nosotros.

Todos: Amén.

Lee el guía:
En este momento, comemos el tercer trozo de matzá y llenemos
nuestra tercera copa de vino, que nos recuerda la esperanza
mesiánica.

Puestos de pie, todos los comensales comen el tercer trozo de matzá


(pan ácimo) y llenan la tercera copa de vino.

Inmediatamente, el guía lee:


Después de llenar nuestras copas, alcémoslas mientras profesamos
en respuesta del presidente de la celebración:

P: ¿Cómo pagaré al Señor por todos los favores que me ha dado?

Todos:
Levantaré la copa de la salvación e invocaré el Nombre del
Señor.
P: Cumpliré mis promesas al Señor delante de su pueblo.

Todos:
Es cosa dura para el Señor la muerte de sus amigos.

P: Oh, Señor, soy tu servidor e hijo de la esclava.

Todos:
Por eso, soltaste mis cadenas. Te ofreceré un sacrificio de
alabanza e invocaré el Nombre del Señor.

P: Cumpliré mis votos al Señor en presencia de todo su pueblo. En


los patios de la casa del Señor, en medio de Ti, Jerusalén.
23
Todos:
Bendito seas Tú, Señor, Dios nuestro, Rey del universo, creador
del fruto de la vid.

Lee el guía:
Bebamos de la tercera copa y tomemos asiento.

Todos los comensales beben de la tercera copa de vino y toman


asiento.

Inmediatamente después, el guía lee:


Usualmente esta tercera copa, llamada la copa de bendición, a
diferencia de las otras, es una sola que se pasa de un comensal a otro
para que todos beban de ella. Al entregar esta copa a todos los
comensales, Jesús explicó a sus amigos y amigas el sentido de su
muerte cuando dice: “Esta es la sangre de la alianza, nueva y eterna,
que será derramada por ustedes y por muchos para el perdón de los
pecados”.

24
HALLEL (ALABANZA)

Lee el guía:
Ha llegado la última parte de esta cena solemne, el Hallel, una
oración basada en los salmos bíblicos del 113 al 118, para agradecer
y alabar. Se juntan los motivos de la esperanza mesiánica, del
profeta Elías, del día venidero que no será día ni noche. Para este
momento, llenaremos la cuarta y última copa, dedicada al comienzo
de la realización mesiánica en la historia.

Todos los comensales llenan la cuarta copa con vino y se alza.

Lee el guía:
Con nuestra copa llena de vino alzada, recitemos juntos el salmo
114.

Lectura del Salmo 114:

Antífona:
L: ¡Fuerte es el brazo de nuestro Dios!
Todos:
¡Fuerte es el brazo de nuestro Dios!

Al salir Israel de Egipto,


Jacob de un pueblo balbuciente,
Fue Judá su santuario,
Israel fue su dominio.

Antífona.

El mar al verlos huyó


Y el Jordán retrocedió.
Los montes saltaron como carneros,
Las colinas como corderos.

25
Antífona.

¿Qué te pasa, mar, que huyes,


A ti, Jordán, que retrocedes?
¿A ustedes, montes, que saltan como carneros,
Colinas, que saltan como corderos?

Antífona.

En presencia de su Dueño se estremece la tierra,


En presencia del Dios de Jacob,
Que transforma la roca en estanques,
El pedernal en manantiales.

Antífona.

Inmediatamente, el presidente de la celebración realiza la siguiente


bendición.

Que todo viviente bendiga Tu Santo Nombre, oh Venidero, Dios


nuestro; y que el espíritu de toda criatura glorifique y exalte Tu
recuerdo continuamente, oh Rey nuestro, desde siempre y hasta
siempre. Tú eres Dios. Fuera de ti no hay Rey ni salvador que libere,
que alimente y se compadezca de la desgracia humana, salvo Tú,
Dios de las generaciones pasadas y de las venideras, Dios de todo lo
creado, Señor de todas las generaciones, alabado con toda clase de
loas, que conduces Tu mundo con misericordia y a los seres que en
él viven, con compasión. Y el Venidero siempre vigila, no duerme,
ni se adormece. El despierta a los dormidos y levanta a los
adormecidos; resucita muertos y cura a los enfermos; hace ver a los
ciegos y yergue a los doblegados: Él, que hace hablar a los mudos y
descubre las cosas ocultas, ¡A Ti solo nosotros nos postramos!
Y aunque nuestras bocas estuvieran llenas con el mar de
canciones; y nuestras lenguas de cantos, como la multitud de sus
26
olas; y nuestros labios llenos de alabanzas, como la amplitud de los
cielos; y nuestros ojos relumbrantes, como el sol y la luna; y
nuestras manos extendidas en oración, como las alas de las águilas
de los cielos; y nuestros pies tan ligeros, como los de las gacelas,
aún así, no nos bastaría agradecerte, oh Venidero, nuestro Dios; y
para bendecir Tu nombre, oh Rey nuestro, por uno de los miles de
millares; y por la multitud de millares de los bienes, milagros y
maravillas que nos hiciste a nosotros y a nuestros padres.

Lee el guía:
Bebemos de la cuarta copa.

Todos los comensales beben la cuarta copa de vino.

Inmediatamente después, el guía lee:


Este es el momento en que Jesús con sus amigos dejan el piso
superior de la casa y se van cantando salmos hasta el Monte de los
Olivos. Fue en este momento cuando Jesús les dijo a sus discípulos:

Lectura dinámica del evangelio de Nuestro Señor Jesucristo


según san Mateo (26, 31-35):
Inmediatamente el lector designado lee el texto normal, mientras
que los demás leen el texto marcado en negrita.

L: Esta noche todos van a fallar por mi causa, como está escrito:
Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas del rebaño. Pero cuando
resucite, iré delante de ustedes a Galilea.
Todos: Aunque todos fallen esta noche, yo no fallaré.

L: Te aseguro que esta noche, antes de que cante el gallo, me habrás


negado tres veces.

Todos: Aunque tenga que morir contigo, no te negaré.

Lee el guía:
27
Nos ponemos de pie.

El presidente de la celebración realiza la bendición final:

Pidámosle al Señor, nuestro Dios, el Venidero, a Quien le importa


nuestra vida, nuestras familias y nuestro corazón, que nos permita
acompañarle en su camino de la Pasión, Muerte y su pronta
Resurrección. Levantemos nuestros brazos en signo de bendición y
cerremos nuestros ojos. A cada oración, repetimos “Amén”.

P: Que Tú, Dios nuestro, Padre de toda la creación, nos guíes con tu
voluntad durante el camino junto a Jesús hacia el Getsemaní.

Todos: Amén.

P: Que Tú, Dios nuestro, el Hijo que nos da la salvación, nos


brindes fortaleza y confianza en la justicia y la liberación aún en
tiempos de sufrimiento y opresión.

Todos: Amén.

P: Que Tú, Dios nuestro, Espíritu de vida que nos santificas y nos
llenas de vida, nos conduzcas en nuestra historia hacia la espera de
la resurrección y la vida eterna.
Todos: Amén.

P: Y que Tú, Dios nuestro, Rey del universo, nos bendigas ahora y
por siempre, el que es Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Todos los comensales realizan la señal de la cruz.

Todos: Amén.

Lee el guía:

28
Este es el capítulo final de la Hagadá, la Nirtzá, en el cual se expresa
el deseo de que todo lo realizado durante la noche haya sido del
agrado de Dios.

Nirtzá
El presidente lee lo siguiente para finalizar la fiesta de Pésaj:

Hemos hecho lo que otros hicieron antes que nosotros.


Hemos leído las Escrituras, nos hemos reído, lamentado y
regocijado con vino y alimentos.
Hemos hablado de libertad sin mencionar a Moisés porque no
queremos depender de líderes para nuestra liberación.
Hemos cumplido como dice la Hagadá, en vernos a nosotros
mismos como si hubiésemos salido de Egipto.
Hemos hecho así, lo que nadie puede hacer por nosotros.
Nuestro Séder ha concluido con sus ritos y cargado de historia.
Desde Egipto hemos viajado en esta noche de noches
celebradas en el tiempo.
Fuimos testigos, recordamos nuestro pacto contigo.
Por lo tanto, te rogamos que nos redimas tal como prometiste.
Nos sea concedido poder celebrar el próximo Séder en el
futuro.
¡El próximo año en Jerusalén!

29

También podría gustarte