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Ensayo Economía política

Luis Alberto Sánchez Ponce

Comparación entre los conceptos Keynesianos y Marxianos de capital y crédito.

Introducción

El siguiente trabajo realiza una comparación entre los conceptos que conforman la idea de
valor, crédito y algunas criticas en las que convergen Karl Marx y John Maynard Keynes. En
el caso de Keynes, se tomó como referencia, su trabajo “La teoría general de la ocupación,
el interés y el dinero”, publicado en 1936, nos enfocamos en estudiar los capítulos
relacionados con “El incentivo para invertir”. En relación a Marx, se tomó parte de su obra
“Crítica de la economía política”, publicada en 1867.

La finalidad de comparar ambas concepciones esta enfocada en resaltar que ambas escuelas
tratan temas similares y buscan explicar la realidad de su época con diferentes herramientas
metodológicas, sin embargo cada uno llega a conclusiones diferentes. Ambos autores son
críticos frontales a los autores clásicos y encuentran en David Ricardo un pilar en la
conformación teórica de esta corriente del pensamiento económico, de ahí se desprende que
ambos autores dirijan algunas menciones de el en su obra.

“En la economía ricardiana, que sirve de base a lo que se nos ha enseñado por más de
un siglo, es esencial la idea de que podemos desdeñar impunemente la función de
demanda global. Es verdad que Malthus se opuso con vehemencia a la doctrina de
Ricardo de que era imposible una insuficiencia de la demanda efectiva, pero en vano,
porque no pudo explicar claramente (fuera de un llamado a la observación común de
los hechos) cómo y por qué la demanda efectiva podría ser deficiente o excesiva, no
logró dar una construcción alternativa y Ricardo conquistó a Inglaterra de una manera
tan cabal como la Santa Inquisición a España. Su teoría no fue aceptada sólo por la
City, los estadistas y el mundo académico, sino que la controversia se detuvo y el
punto de vista contrario desapareció completamente y dejó de ser discutida. El gran
enigma de la demanda efectiva, con el que Malthus había luchado, se desvaneció de
la literatura económica. Ni una sola vez puede verse mencionado en cualquiera de los
trabajos de Marshall, Edgeworth y el profesor Pigou, de cuyas manos ha recibido su
mayor madurez la teoría clásica. Sólo pudo vivir furtivamente disfrazada, en las
regiones del bajo mundo de Carlos Marx, Silvio Gesell y el mayor Douglas. (Keynes,
1936: 39)

Desarrollo

De parte de Keynes nos menciona

“Desde los tiempos de Say y Ricardo los economistas clásicos han enseñado que la
oferta crea su propia demanda —queriendo decir con esto de manera señalada, aunque
no claramente definida, que el total de los costos de producción debe necesariamente
gastarse por completo, directa o indirectamente, en comprar los productos. En los
Principies of Political Economy de J. S. Mili, la doctrina está expresamente expuesta:

Los medios de pago de los bienes son sencillamente otros bienes. Los medios de que
dispone cada persona para pagar la producción de otras consisten en los bienes que
posee. Todos los vendedores son, inevitablemente, y por el sentido mismo de la
palabra, compradores. Si pudiéramos duplicar repentinamente las fuerzas productoras
de un país, duplicaríamos por el mismo acto la oferta de bienes en todos los mercados;
pero al mismo tiempo duplicaríamos el poder adquisitivo. Todos ejercerían una
demanda y una oferta dobles; todos podrían comprar el doble, porque tendrían dos
veces más que ofrecer en cambio.” (ibid.: 28)

En este párrafo, Keynes nos recuerda a la circulación mercantil simple expuesta por Marx,
en donde expone al productor de bienes de manera ambivalente

“Primera fase: El capitalista aparece como comprador en el mercado de mercancías y


en el mercado de trabajo; IU dinero se convierte en mercancía o efectúa el acto de
circulación D -M .

Segunda fase: Consumo productivo, por parte del capitalista, de las mercancías
adquiridas. Actúa como productor capitalista de mercancías; su capital recorre el
proceso de producción. El resultado es: mercancía de valor superior al de sus
elementos de producción.
Tercera fase: El capitalista retorna como vendedor al mercado; su mercancía se
cambia por dinero o efectúa el acto de circulación M -D.”(Marx, 1991, vol. 4: 29)

Continuando con las ideas que convergen en ambos autores, el concepto de valor es
mencionado en ambos autores en sus obras. Sabemos que Marx toma de Ricardo este
concepto y lo expone de la siguiente manera: “El valor de la fuerza de trabajo, al igual que
el de toda otra mercancía, se determina por el tiempo de trabajo necesario para la producción,
y por tanto también para la reproducción, de ese artículo específico” (ibid., Vol. 1: 207). En
su explicación, desarrolla las particularidades del valor de trabajo y como se han relacionado
con el sistema capitalista. De parte de Keynes, también se hace mención a este concepto:

“Por eso simpatizo con la doctrina preclásica de que todo es producido por el trabajo,
ayudado por lo que acostumbraba llamarse arte y ahora se llama técnica, por los
recursos naturales libres o que cuestan una renta, según su escasez o abundancia, y
por los resultados del trabajo pasado, incorporado en los bienes, que también tiene un
precio de acuerdo con su escasez o con su abundancia. Es preferible considerar al
trabajo, incluyendo, por supuesto, los servicios personales del empresario y sus
colaboradores [213], como el único factor de la producción que opera dentro de un
determinado ambiente de técnica, recursos naturales, equipo de producción y
demanda efectiva. Esto explica, en parte, por qué hemos podido tomar la unidad de
trabajo como la única unidad física que necesitamos en nuestro sistema económico,
aparte de las de dinero y de tiempo.” (Keynes, 1936: 190-191)

Es aquí donde encontramos una convergencia importante en ambas escuelas del pensamiento
económico, ya que las concepciones de valor en ambos autores provienen en gran medida de
la escuela clásica.

En cuanto al concepto de capital, ambos autores mencionan algunos aspectos de como


interactúa en el sistema económico.

“Si estoy en lo justo al suponer que es relativamente fácil hacer que los artículos de
capital sean tan abundantes que la eficiencia marginal del capital sea cero, éste puede
ser el camino más sensato para librarse gradualmente de muchas de las características
objetables del capitalismo; porque un poco de reflexión mostrará los enormes
cambios sociales que resultarían con la desaparición gradual de la tasa de rendimiento
sobre la riqueza acumulada. Cualquier persona podría aún guardar su ingreso ganado
con intención de gastarlo en una fecha posterior; pero su acumulación no crecería (…)
Aunque desaparecería el rentista, todavía habría lugar, sin embargo, para la empresa”
(ibid.:197)

Este párrafo lo relaciono con lo mencionado por Marx en su obra, el nos dice que el capital
funciona de manera productiva, cuando menos tiempo está en circulación, ya que al tenerlo
fuera de esta, lo estamos convirtiendo en capital productivo. Aquí el autor nos hace una crítica
a la economía política de la época, en la que se tiene una percepción de que el tener al capital
circulando, este generará valor, cuando esto no es posible (Marx, 1991, vol. 4: 148). En
ambas concepciones se hace referencia a la utilización productiva del capital.

Considero que en este aspecto, Keynes ve al capital también como un bien que tiene que
mantenerse en la esfera de la producción para poder ser valioso: “Cuando un individuo
compra una inversión, un bien de capital, adquiere derecho a una serie de rendimientos
probables, que espera obtener de la venta de los productos, durante la vida del bien, después
de deducir los gastos de operación respectivos. Con viene llamar a esta serie de anualidades
Qa Qs • • • Q* rendimiento probable de la inversión.”(Keynes, 1936: 125)

Por último, buscamos hacer una comparación entre el “motivo especulación” de Keynes y
como se relaciona con el concepto de crédito en Marx. Marx describe al agente que interviene
en estos procesos de crédito, el comerciante en dinero, el banquero, que sería una suerte de
individuo que busca administrar este procedimiento. “en cuanto representante de todos los
prestamistas de dinero, enfrentan a los capitalistas industriales y comerciales, en lugar de
hacerlo el prestamista dinerario individual. Se convierten en los administradores generales
del capital dinerario. Por otro lado concentran a los prestatarios frente a todos los
prestamistas, ya que prestan para todo el mundo comercial (…) En general, su ganancia
consiste en que toma prestado a un interés menor al que, a su vez, presta.” (Marx, 1991, vol.
7: 515). Hasta el momento Marx está describiendo lo que se conoce como sistema financiero.

En Keynes encuentro una concepción similar al momento de describir su concepto de


especulación:
“4) Que el motivo especulación. Éste necesita un examen más detenido que los demás,
tanto porque se entiende menos como porque es particularmente importante para la
trasmisión de los efectos de un cambio en la cantidad de dinero.

En circunstancias normales, el volumen de dinero necesario para satisfacer el motivo


transacción y el motivo precaución es principalmente resultado de la actividad general
del sistema económico y del nivel de los ingresos monetarios. Pero la dirección
monetaria (o, en su ausencia, los cambios en la cantidad de dinero que puedan
producirse por casualidad) hace sentir su efecto en el [196] sistema económico por su
influencia sobre el motivo especulación; porque la demanda de dinero para satisfacer
los anteriores motivos, por lo general, no responde a cualquier influencia, excepto el
acaecimiento real de un cambio en la actividad económica general y en el nivel de
ingresos; mientras la experiencia indica que la demanda total de dinero para satisfacer
el motivo especulación suele mostrar una respuesta continua ante los cambios
graduales en la tasa de interés, es decir, hay una curva continua que relaciona los
cambios en la demanda de dinero para satisfacer el motivo especulación con los que
ocurren en la tasa de interés, debidos a modificaciones en los precios de los títulos y
deudas de diversos vencimientos.”(Keynes, 1936: 176-177)

Conclusiones

En ambos autores encontramos argumentos similares al momento de explicar el


funcionamiento del crédito y el capital, que desde su punto de vista debe de estar relacionado
siempre con la producción y no con otras variables, como las propuestas por la escuela
clásica.

El ejercicio realizado es de gran ayuda para el entendimiento de las teorías Marxiana y


Keynesiana. Es relevante comparar ambas escuelas y conocer de donde se derivan sus criticas
y la conformación de su teoría.
Fuentes de consulta

Marx, Karl. 1991. El Capital. Tomo 2, Vol. 4. Siglo XXI, México

Marx, Karl. 1991. El Capital. Tomo 1, Vol. 1. Siglo XXI, México

Marx, Karl. 1991. El Capital. Tomo 3, Vol. 7. Siglo XXI, México.

Keynes. 1936. The General Theory of Employment, Interest, and Money. A Harvest Book,
London.

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