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Dussel, Enrique: “El fetichismo de la mercancía en las cuatro redacciones de El Capital”.

Introducción:
Objetivo del autor: Mostrar cómo Marx va desarrollando el concepto de “fetichismo”, a lo
largo de casi 30 años, de ahí que separe el texto en 4 partes, correspondientes a 4 momentos
distintos en la elaboración del texto definitivo de El capital. Estos momentos que van desde
1857 hasta 1880, una etapa donde se habla de un “Marx tardío”, a diferencia del Marx
Joven (1835-1857), que constituye para Dussel una etapa preparativa.
Pues, si bien durante este periodo poco hubiera sobre religión en comparación a lo escrito
en su juventud, Dussel señala que es en este tiempo cuando se desarrolla por vez primera la
cuestión del fetichismo de manera sistemática y explícita, como critica religiosa
antifetichista del capital.
Por lo tanto, la exposición estará distribuida de la siguiente manera: la primera etapa de
redacción abarca de 1857 a 1861; la segunda de 1861 a 1863, y ambas están a cargo de
quien les habla. Mientras que mi compañero, Facu, se va a ocupar de la tercera que va
desde 1863 a 1865, y de la cuarta, que va desde 1865-1880.
Para terminar con la introducción, señalamos que la cuestión del fetichismo es bastante
compleja, así que no se puede dar una definición escueta de la misma, pero para que se sepa
al menos de qué estamos hablando hasta que lleguemos al último momento en el que
podamos ver un poco más en detalle qué entiende Marx por fetichismo, voy a hacer una
pequeña caracterización general.
El fetichismo de la mercancía en Marx es una de las características del mundo capitalista.
Consiste en considerar a las mercancías como objetos triviales (apariencia común) que
satisfacen necesidades, presentándose como objetos independientes de su productor,
cuando en realidad su valor proviene de las relaciones sociales que la han producido. Otro
punto importante que se evidencia en el texto es el análisis dialectico entre la dimensión
económica y la dimensión teológica del concepto “fetichismo”. Cuestión que retomaremos
en la conclusión.

Primera Redacción (1857-1861)


Está centrado en los análisis de los Grundrisse o Elementos fundamentales para la crítica
de la economía política (1857-1858), los cuales son una recopilación de anotaciones de
Karl Marx, y tiene lugar teórico el problema del Fetichismo (En este texto aun no llega a
hablar del fetichismo de la mercancía, solamente del Fetichismo del Dinero), e incluso,
señala Dussel, ya se manifiesta el “orden” casi definitivo de las categorías de “El Capital”.
Aquí destacamos 3 aspecto importantes:
A) Un primer elemento importante es una discusión sobre el Dinero, en donde nos permite
pensar que el Dinero no es lo mismo que el Capital, sino que, como Dussel sostiene, es ir
construyendo dialécticamente el concepto de dinero: donde Marx descubre por primera
vez en su vida la importancia del concepto de Capital, como “permanencia” (conservación)
y “proceso” (movimiento) del “valor”. (Página 62).
¿Cómo se vinculan estos conceptos? Pues Marx ve que el salario (que se abona en dinero)
tiene la propiedad mantener vivo al trabajador, en este sentido es que se habla de
“permanencia”, ya que se busca conservar al trabajador como a cualquier otro instrumento
productivo, y a su vez, el capitalista utiliza al trabajador para generar capital en el “proceso
productivo”. En definitiva, a lo que se refiere Dussel es al proceso en el cual el Dinero se
transforma en Capital.
B) Esta cuestión, de la transformación de Dinero a Capital, es el segundo punto
importante: Allí, Marx destaca como punto de partida del Capital la disociación
separación) entre la propiedad privada y el trabajo; es decir que podemos observar al
Capital como una relación social del poder, en donde identificamos la explotación del
trabajador, ya que en este proceso productivo el capitalista le paga lo mínimo para
sobrevivir, por medio del salario, mientras que extrae una ganancia fruto del trabajo ajeno.
Este proceso se denomina subsunción del “trabajo vivo” (pues, hay que esperar hasta 1866
para que Marx utilice el término “fuerza de trabajo”).
Pues este acto, donde el “trabajo vivo” es “subsumido”, es decir niega todo tipo de
exterioridad y en su defecto es incorporado como un engranaje más de la maquina
capitalista, es lo que le permite a Marx teorizar el problema de plus-valor o plusvalía; la
cual es definida de la siguiente manera: “El plus-valor que el capital tiene al término del
proceso de producción (…) es mayor que el existente en los componentes originarios del
capital” (página 64).

Por lo tanto, la formula de la producción capitalista:


Mercancía (M)- Dinero (D): Capacidad de trabajo (T) / Medios de Producción (MP)-
Producto (P)- Mercancía (M’)- Dinero (D’). Este último Dinero sería el plus-valor.
Este concepto en un primer momento solo es analizado como “plusvalía relativa” (cuando
se disminuye el tiempo de trabajo necesario, ya sea disminuyendo los costos de producción
o aumentando la producción) y posteriormente como “plusvalía absoluta” (es la extensión
en la jornada de trabajo para que los trabajadores produzcan por un mayor tiempo un
excedente). Esta problemática permite llegar a la conclusión de que la realización del
capital es la “des-realización” del trabajo vivo: Su “No-ser”.
C) El último aspecto que menciona el autor, es la forma “automatizada” del dinero, en
donde Marx sostiene que “crece el poder del dinero” (página 66) y por lo tanto algo que
originariamente se presenta como medio para promover la producción se convierte en una
relación extraña o ajena a los productores, es decir que el Dinero se presenta como un poder
externo. Esta situación, en la teoría marxista recibe el nombre de Alienación (el trabajador
es una mercancía/cosa más desde el punto de vista del capitalista, y este no es consciente de
que sufre explotación) y es en este profundo análisis, donde Marx comienza a tratar el
problema del fetichismo, que como ya señalamos al comienzo, comienza por el Dinero y
no por la mercancía.
Por eso Marx, señala que “en el valor de cambio, el vinculo social entre las personas se
transforma en relación social y entre cosas; la capacidad personal en una capacidad de
las cosas” (página 66), es decir Marx analiza que el problema del fetichismo, como bien
señala Dussel, a partir de considerar las relaciones cósicas como fundantes de las
personas. En el caso del capitalismo se materializa en el proceso de producción y la
consiguiente extracción de la plusvalía: en donde hay una “independencia personal
fundada en la dependencia respecto de las cosas”.
Por último, adelantar que Marx analiza la moral de la subjetividad burguesa, en donde
explica como el Dinero se convierte en un “nuevo Dios”. Esto lo va a retomar después mi
compañero.

Segunda Redacción (1861-1863):


En esta redacción, Dussel hace énfasis en los manuscritos de 61-63, los cuales tienen su
comienzo en “la contribución a la crítica de la economía política” (1859), pues ya desde
el primer capítulo se enuncia el problema del fetichismo para explica el sentido negativo
del “carácter social” del trabajo individual en el capitalismo, en donde Marx parte de que el
trabajo crea valor de cambio es una relación social y afirma que “si es correcto decir
que el valor de cambio es una relación de persona, hay que agregar empero que es una
relación oculta bajo una envoltura cósica material” (página 71). Siempre piensa en el
fetichismo del dinero, es decir que, como sostiene Dussel, la cuestión del fetichismo se toca
sin conciencia explicita: faltan aun 14 años (1873) para que trate el problema como lo
conocemos hoy en día.
Ahora bien, los manuscritos consisten en una estructura de 23 cuadernos de apuntes y aquí
es donde Marx toma conciencia de manera explícita del tema del fetichismo y la plusvalía.
En donde destacamos:
A) Los cuadernos que van del I al V: pues conforman un texto cuasi-definitivo sobre la
transformación del Dinero en Capital, sobre el plus-valor absoluto y relativo (de los temas
tratados en los Grundrisse). Lo importante, que destaca el autor es él “como” se critica y
las categóricas que usa Marx, es decir la cuestión epistemológica de los términos, ya que
con frecuencia la palabra es la misma pero no su contenido, y otras veces las palabras
cambian pero su contenido es el mismo (como es el caso de “precio de costo” o “precio
de producción”) lo cual demuestra una estado “inmaduro” en la constitución de los
términos.
B) Por otra parte, Dussel señala que el momento más creativo de Marx es cuando trata la
cuestión de la renta, pues le permite tratar una categoría fundamental en estos manuscritos:
“precio de producción”, que será retomado en el libro III de “El Capital” desde el
horizonte de la “competencia”, pues Marx analiza que por sobre el precio de producción, la
agricultura puede sostener un precio mayor que la medio (o sea su valor) desde donde se
paga dicha renta. (Página 75).
C) Estos manuscritos finalizan en los cuadernos XIX al XXIII, donde trata problemáticas
que le dan cuerpo a los libros II y III de “El Capital” como la cuestiones del capital
mercantil, la ganancia, entre otras, así como “subsunción real” del trabajo vivo tratado en el
primer libro.

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