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CONCEPTO DE LA PRUEBA

La Prueba son todos los medios por los que se convence al juez sobre una alegación o hecho
determinado.
Víctor Santana Polanco, en su texto “Derecho Procesal Para la Jurisdicción Inmobiliaria”
define la prueba de la manera siguiente “Se denomina Pruebas, a los diversos procedimientos
destinados a convencer al juez”.
En el contexto del derecho, una prueba es aquella actividad vital y muy necesaria que se
llevará a cabo para demostrar la verdad de un hecho, la existencia o su contenido, siempre en el
marco de lo que la ley establece a priori.
Según el Diccionario Jurídico Espasa la Prueba puede concebirse desde ángulos diversos.
Puede considerarse como una actividad lógica y material, orientada en el mismo sentido que se
trata de averiguar, esto es, como operación y esfuerzos amparados en la verdad: es la Prueba
Fin. Pero también puede valorarse como el conjunto particular de los recursos que puedan
utilizarse para obtener aquella demostración: es la Prueba Medio.
En el citado Diccionario, además de referirse a la Prueba de la forma anterior, nos ofrece otro
concepto de Prueba, al establecer que la misma es la actividad es la actividad que desarrollan
las partes con el tribunal para que este adquiera el convencimiento de la verdad o certeza de un
hecho o afirmación fáctica o para fijarlos como ciertos a los efectos de un proceso.
Según el libro “La Litis, los Incidentes y la Demanda en referimiento en la jurisdicción
inmobiliaria, formularios y jurisprudencias’’ escrito por Segundo E. Moncion, La Prueba Civil la
podemos definir como la comprobación, demostración, corroboración de la verdad o falsedad
de las proposiciones formuladas en un proceso. En materia penal es normalmente averiguación,
búsqueda; en materia civil y tierras es civil, solo es un civil especializado, la prueba se parece a
la prueba matemática: una operación destinada a demostrar la verdad de otra operación.

En materia de derecho inmobiliario o de tierras la Prueba está sostenida en los artículos 22,
60 y 65 de la Ley de Registro Inmobiliario No. 108-05 y en Capitulo cuarto del reglamento de los
Tribunales.
La Prueba en materia Civil se encuentra en la Ley No. 834 de 1978 de los artículos 49 al 100 y
en el Código Civil Dominicano dentro de los artículos que sostiene sobre la misma se puede
indicar los artículo del 295 al 323 y del 1315 al 1369.

JERARQUIA DE LA PRUEBA

El art. 1316 del Código Civil Dominicano, señala cinco modos de pruebas, la jerarquiza del
siguiente modo:
1-Prueba Literal
2-Prueba Testimonial
3- Las Presunciones
4-La Confesión de Parte
5-El Juramento.
LA PRUEBA LITERAL es la que se logra con la redacción de los actos convencionales o de
algún acto jurídico que establecen una obligación. De estos actos existen dos categorías: Los
Actos Auténticos y los Actos Bajo Firmas Privadas, establecido en el C.C.D. en los artículos
1317al 1321.
Acto Autentico es el que ha sido redactado por un oficial público competente y con las
solemnidades requeridas. Este se encuentra estatuido en el Artículo 1317 del C.C.D. el cual reza
de la siguiente manera “Es acto autentico el que ha sido otorgado por ante el oficial público que
tiene derecho de actuar en el lugar donde se otorgó el acto y las solemnidades requeridas por la
ley”.
Actúan como oficiales públicos: los notarios, Secretaria de los Tribunales, oficiales el estado
civil, agrimensores, los alguaciles, entre otros.
El titular de un derecho expresado en un acto autentico, que lo quiera hacer valer por ante La
Jurisdicción Inmobiliaria, debe depositar por ante esta la primera copia que la ley exige, y la
original debe de permanecer en el protocolo del notario. El original del mismo no surte efecto
por ante dicha jurisdicción.
Acto bajo firmas Privadas son todos los escritos que no tienen carácter autentico, por tanto,
comprenden los que no son verdaderamente actos, o no están firmados.
Los actos bajo firmas privadas para ser ejecutados por ante la jurisdicción inmobiliaria deben
ser sometidos a los requisitos que establecen los art. 89 de la Ley de Registro inmobiliaria, 38
modificado por la resolución No. 1737- 2007 de fecha 12 de julio del 2007, dictada por la
Suprema Corte de Justicia, y 39 del Reglamento General de registro de Títulos.
El que pretenda valer un acto bajo firmas privadas que reúne las condiciones exigidas por la ley
y los reglamentos generales de registro de títulos no tiene que hacerse acompañar de ninguna
otra pruebas en aras de perseguir su ejecución. Es a la parte que lo niega que le incumbe la
carga de la prueba para establecer su inexistencia.

LA PRUEBA TESTIMONIAL no es más que la declaración, como testigos, de las personas que
tengan conocimientos o noticias de los hechos controvertidos relativos a los que sea objeto el
juicio.
Esta es la que resulta de las deposiciones hechas en el curso de un informativo, por las
personas que son llamadas testigos, las que guardan una estrecha relación con las
reclamaciones que realizan las personas que encausan sus asuntos por los Tribunales de
Jurisdicción Inmobiliaria.
La Prueba Testimonial esta prevista en los artículos 1341 ss. Del C.C.D. Art. 74 de la Ley 834 de
1978ss. El art.22 de la Ley 108-05 sobre Registro Inmobiliario y los artículos 78 al 86 de los
Reglamentos de los Tribunales de Jurisdicción Inmobiliaria.
Existen dos clases de Testigos que son los testigos instrumentales y los testigos ocasionales.
Testigos Instrumentales son aquellos que han estado presentes en la redacción de una
convención o de un hecho jurídico para establecer su existencia y modalidad a través del
testimonio.
Testigos Ocasionales son los que se encuentran por pura casualidad, para asistir o comprobar
un acto jurídico o un hecho jurídico, que se estén conociendo por ante los tribunales, que en
este caso serán los Tribunales de la Jurisdicción Inmobiliaria
Víctor Santana Polanco, en su texto “Derecho Procesal Para la Jurisdicción Inmobiliaria”
sostiene que por ante los Tribunales de la Jurisdicción Inmobiliaria, los testigos citados
legalmente para concurrir a un informativo testimonial a petición de parte, o por indicación del
Tribunal, o aun de oficio, están obligados a comparecer y a prestar juramento por ante el
tribunal que depondrán a cerca de los hechos que se estén conociendo; si el testigo dejara de
comparecer a la hora y el lugar indicado, podrá el tribunal dictar mandamiento de conducencia
para que el testigo sea llevado a su presencia.
La lista de los testigos debe de ser depositada cinco (5) días antes de la audiencia de
sometimiento de pruebas, de conformidad con lo que establece el art. 80 y su párrafo de los
Reglamentos de los Tribunales de la Jurisdicción Inmobiliaria.

LAS PRESUNCIONES que según lo establecido en el Diccionario Jurídico Espasa son la que en
Derecho Civil se entienden por la averiguación de un hecho desconocido, deduciéndolo de otro
conocido o juicio lógico que liga unos con otros acontecimientos naturales y humanos para
inducir la existencia o modo de un determinado hecho que nos es desconocido.
Son consecuencias que la ley o el juez deducen de un hecho conocido a un hecho desconocido.
El art. 1349 del C.C.D. consagra que las presunciones son las consecuencias que la ley o el
magistrado deduce de un hecho conocido a uno desconocido.
La Presunción prevista por la ley es la presunción legal propiamente dicha, que puede ser según
los caso, absoluta e irrefragable, o bien admitir pruebas contrarias.
Fuera de los casos de presunciones legales, el juez puede deducir conclusiones de los indicios.
Estas son las Presunciones Simples, las cuales deben ser graves, precisas y concordantes. Dr.
Carlos P. Romero Butten, pág. 208 -208.

CONFESION DE PARTES es el reconocimiento por una persona de la exactitud de lo que se alega


en su contra. A primera vista la confesión parece ser la más segura de las pruebas: en muchos
casos, una declaración puede estar conforme con la realidad.
El Cód. Civil distingue la confesión judicial y la extrajudicial.
*La Extrajudicial es hecha fuera de la presencia del juez verbalmente o por escrito.
*La Judicial es una declaración hecha en justicia por el litigante o su mandatario previsto de un
poder especial (art. 1356 C.C.D.)
Esta presenta ciertas Características
a) No puede ser retractada, sino a condición de establecer que es el resultado de un error
de hecho.
b) Hace prueba decisiva contra aquel que la haya hecho o formulado.
c) Es indivisible.
es un medio de prueba consistente en la actividad necesaria para obtener, a petición de una
parte, que otra preste declaración ante el juez sobre la certeza de unos hechos personales. Esta
declaración se presta bajo juramento de decir la verdad. Se encuentra establecida en los arts.
1354 al 1356 del Código Civil Dominicano.

EL JURAMENTO es la prueba mediante la cual se afirma o se niega una cosa poniendo como
testigo a Dios. Es un acto grave, pues jurar para luego decir algo contrario a la verdad constituye
Perjurio que puede dar lugar a condenas o sanciones penales. A esta también se le puede
llamar promesa de decir la verdad. Arts. 1357 y siguientes del Código Civil Dominicano.
El C.C.D. distingue dos tipos de juramentos:
a) Decisorio
b) Supletorio
El Juramento Decisorio entraña decisiones del proceso, le he deferido por un litigante a otro a
falta de otra prueba.
El Juramento Supletorio es aquel que el juez puede deferir de oficio a uno de los litigantes para
completar las pruebas que les son suministradas ( el juez conserva la libertad de apreciación)

CARGA DE LA PRUEBA
Esta es el conjunto de normas que ha de aplicar el juzgador en el momento de fallar, para
determinar, no qué parte ha de probar un hecho, sino cuál de ellas habría tenido que probar el
hecho que no aparece probado.
A cada una de las partes procesales, se le encomienda aportar y probar los hechos en que,
respectivamente, fundamentan sus pretensiones, de tal forma que, si no lo efectúan así, y, finalmente, el
hecho no resulta convenientemente acreditado, de manera definitiva y concluyente, y, por tanto, no
puede tenerse por probada, de forma indubitada, su existencia -aunque tampoco su inexistencia- cada
una de ellas deberá soportar las consecuencias negativas de esa falta de prueba que le correspondía.
Precisamente, es en el ámbito de esta definición, en el que surge el concepto de carga de la prueba, en
la medida en que se considera que si bien el comportamiento de las partes en ese sentido es libre, y, por
tanto, no sujeto a un cumplimiento coactivo, o por equivalencia, como ocurre en el caso de las
obligaciones, ni tampoco se encuentra sancionado, como ocurriría en el caso del incumplimiento de un
deber, sin embargo, de su falta efectiva de realización surgirán para la parte consecuencias
desfavorables, que no son otras que ver rechazadas sus alegaciones en el proceso.

Según Goldschmidt la necesidad de una actuación para prevenir un perjuicio procesal, y, en


último término, una sentencia desfavorable, representa una carga procesal, la cual podría
entonces definirse como un imperativo del propio interés, frente al cual no existe un derecho
del adversario o del Estado, sino una estrecha relación de cargas procesales y de posibilidades
de las partes, es decir, "los derechos procesales de la misma parte, porque cada posibilidad
impone a la parte la carga de aprovechar la posibilidad al objeto de prevenir su pérdida". Así
pues, hay una carga, no un deber, de fundamentar la demanda, de probar, de comparecer, de
contestar etc. Por tal razón el que reclama una obligación debe de probarla y de igual modo a
quien se le reclama, debe de contestar dicha reclamación.

El art. 1315 del C.C.D. Consagra ‘’Quien reclama la ejecución de una obligación, debe
probarla. Recíprocamente, el que pretende estar libre, debe justificar el pago o el hecho que
ha producido la extinción de su obligación’’. Esto quiere decir que el demandante debe de
probar los hechos en los que apoye su demanda y que el demandado no debe de depositar
ninguna prueba, que no sea para contestar la ya depositada por el demandante. Ahora bien,
existen ciertos casos en los que se realiza un desplazamiento de la prueba, o sea, que la
obligación de probar se encuentra en manos del demandado, ejemplo: la demanda realizada en
contra de un médico, en la que se alega que el indicado no le informo al paciente o a los
familiares sobre el riesgo de una cirugía. En dicho caso le corresponde al médico demostrar que
sí informó, que él cuenta con el documento firmado por su paciente o por un familiar del
mismo, y que este contiene toda la información sobre los posibles riesgos a los que se somete
el indicado paciente.
El Magistrado Segundo Moncion en su importante obra “La Litis, los incidentes y la demanda en
referimiento en la jurisdicción inmobiliaria, formularios y jurisprudencia” sostiene que la carga
de la prueba tiene algunas excepciones, que son las que por una parte están contenidas en el
artículo 1350 del Código Civil Dominicano relativo a las presunciones legales. Dice que algunas
presunciones legales admiten pruebas en contrario; se llaman presunciones Juris Tatum. Otras
que no admiten se llaman Juris et jure. Establece, además, que él es de opinión que, como
tenemos un código civil que data de años ochocientos, este ha quedado desafado en muchos
aspectos, por avance al mundo de hoy, una ilustración que el Magistrado refiere es la
presunción legal establecida en el artículo 312 del Código Civil, que expresa “El hijo concebido
durante el matrimonio, se reputa hijo del marido”, para muchos esta presunción juris et jure,
sin embargo, ya científicamente puede demostrarse lo contrario, lo que hace que esta prueba
sea juris tatum.
La necesidad de probar no es jurídicamente una obligación, sino una carga. La obligación
consiste en un vínculo jurídico que implica la subordinación de un interés del obligado al interés
de otra persona, so pena de sanción si la subordinación se infringe; la carga, en cambio, supone
la subordinación de uno o más intereses del titular de ellos a otro interés del mismo. Por lo
tanto, el litigante no está obligado a probar, la ley no lo obliga a ello; pero si no proporciona la
prueba, sus pretensiones no serán acogidas por el juez. ¿A quién incumbe rendir la prueba?
Como principio general, corresponde probar al que ha sostenido una proposición contraria al
estado normal u ordinario de las cosas, o al que pretende destruir una situación adquirida. En
efecto, lo normal es que el poseedor de una cosa sea su dueño o que una persona no sea
deudor. Por ende, corresponde probar que el poseedor no es dueño o que es deudor al
demandante que a su vez afirma ser dueño o acreedor, respectivamente. El demandado, que se
limita a negar, en principio no tiene que presentar prueba alguna en apoyo de su negación. Esta
situación se invierte, sin embargo, cuando el demandante prueba la exactitud de los hechos en
que se funda su pretensión, debiendo el demandado, por ejemplo, probar cómo adquirió el
dominio(prescripción adquisitiva) o cómo extinguió la deuda (pago, prescripción extintiva, etc.)

PRINCIPIO DE CONTRADICCION DE LA PRUEBA

El Principio de contradicción consiste en el ejercicio del derecho de defensa, es el que mas influencia
ejerce en el derecho procesal, se ubica dentro de los derechos fundamentales procesales consagrado
bajo la fórmula del debido proceso de ley.
En aplicación del mencionado principio, la demanda judicial es iniciada en el momento que es
comunicada a la otra parte y a partir de este momento es que existe la relación procesal, por el hecho de
que no se puede estatuir sobre una demanda, sino fue oída y debidamente citada la parte contra la cual
va propuesta dicha demanda.
Según este principio, el proceso es una controversia entre dos partes contrapuestas: el
demandante y el demandado. El juez, por su parte, es el árbitro imparcial que debe decidir en
función de las alegaciones de cada una de las partes.
Del contraste de la posición del actor y del demandado, podrá sacar el juez el criterio exacto
de su decisión, con base en el material de pruebas y argumentaciones de hechos y de derechos
que una y otra parte habrán desplegado en el desarrollo del proceso.
El Principio de Contrariedad admite que cada parte pueda discutir los argumentos y las
pruebas de su adversario, se expresa a veces este principio, diciendo que las partes deben
respetar el derecho de defensa. En aplicación del mismo es esencial que cada una de las partes
tenga libertad de atacar y defenderse, con la posibilidad de conocer y discutir los documentos
producidos, las disposiciones de los testigos y de asistir a los procedimientos de la prueba.
Este principio suele aplicarse más en Derecho privado, que en Derecho público, (dada la
igualdad existente entre las partes, y la idea de no injerencia en asuntos privados. Por otro lado,
el Principio de Contradicción exige que ambas partes puedan tener los mismos derechos de ser
escuchados y de practicar pruebas, con la finalidad de que ninguna de las partes se encuentre
indefensa frente a la otra, o sea, requiere de una igualdad entre las partes.

LA PRUEBA ESCRITA COMO FUENTE DE INCIDENTES

PRUEBA ANTICIPADA
Prueba Anticipada es aquella producida en una fase o etapa anterior a aquella que ha previsto
ordinariamente el procedimiento de que se trate. Justificada por situaciones excepcionales que
pueden amenazar la prueba misma o su calidad, la prueba anticipada no hace sino reconocer y
plasmar en el caso particular el derecho a probar que corresponde esencialmente a las partes y
que es propio del debido proceso.

Anticipación de la prueba.

Mediante el régimen de la Prueba Anticipada, se autoriza a quienes sean parte o vayan a serlo –
ante situaciones de urgencia-, la producción de pruebas que pudieran perderse o sean de
dudosa reproducción en la etapa probatoria ordinaria de un proceso judicial.
Ello significa que estas medidas se admiten en procesos ha iniciarse (forma previa) como en los
iniciados (ya trabada la litis), pues tienen lugar antes de trabada la litis y, después de ello,
cuando mediasen razones urgencia indicadas en la misma norma, o cuando el juez lo dispusiere,
en uso de las facultades instructoras.
Lógicamente, sólo son admisibles ante una eventual interposición de una pretensión de
conocimiento, con carga sobre el peticionante de adelantar la clase de reclamo a promover en
el proceso (en caso de adelantarse al inicio del proceso) y los datos del futuro accionado. De ahí
que se haya dicho que resultan actos excepcionales o anormales de iniciación procesal.
Su finalidad es posibilitar la adquisición de una fuente o producción de un medio de prueba en
los supuestos en que, verosílmente, se considere imposible o muy difícil su realización, de forma
tal que el juez cuente, en el momento de dictar sentencia, con los elementos de convicción
suficientes para decidir el litigio.

INSPECCION DE LUGARES
Es aquella que se practica de oficio, o a petición de parte, por las autoridades judiciales.
Es un acto procedimental realizado por la autoridad administrativa o judicial, encaminado a
describir con detalle circunstancias ligadas al delito, que tiene por objeto determinar la
responsabilidad penal de él o de los sujetos implicados en el mismo”.
Esta figura jurídica, en el antiguo Derecho Español, se le llamó “vista de ojos” o “evidencia”, y en
la actualidad: inspección judicial, inspección ocular, reconocimiento judicial, observación judicial
inmediata, comprobación judicial, etc.
Respecto a la naturaleza jurídica de la inspección, podemos decir, que mayoritariamente la
doctrina, acepta que es un medio de prueba real, directo y personal, porque, el conocimiento y
la certeza, se obtienen por una vía directa que ofrece menos peligro de insinceridad.
Algunos procesalistas no aceptan este criterio, niegan que sea un medio de prueba.
Manifiestan, que el agente investigador del Ministerio Público, adquiere el conocimiento de
manera directa y real, aun cuando no obren en su poder ningunas declaraciones; sin embargo,
en el proceso, como no existe medio suficiente para transmitir al juez esa experiencia, de
manera fidedigna, es un acto complementario de las declaraciones.

PRUEBA DOCUMENTAL

Es la que se logra con la redacción de los actos convencionales o de algún acto jurídico que
establecen una obligación. De estos actos existen dos categorías: Los Actos Auténticos y los
Actos Bajo Firmas Privadas, establecido en el C.C.D. en los artículos 1317al 1321.
Acto Autentico es el que ha sido redactado por un oficial público competente y con las
solemnidades requeridas. Este se encuentra estatuido en el Artículo 1317 del C.C.D. el cual reza
de la siguiente manera “Es acto autentico el que ha sido otorgado por ante el oficial público que
tiene derecho de actuar en el lugar donde se otorgó el acto y las solemnidades requeridas por la
ley”.
Actúan como oficiales públicos: los notarios, Secretaria de los Tribunales, oficiales el estado
civil, agrimensores, los alguaciles, entre otros.
El titular de un derecho expresado en un acto autentico, que lo quiera hacer valer por ante La
Jurisdicción Inmobiliaria, debe depositar por ante esta la primera copia que la ley exige, y la
original debe de permanecer en el protocolo del notario. El original del mismo no surte efecto
por ante dicha jurisdicción.
Acto bajo firmas Privadas son todos los escritos que no tienen carácter autentico, por tanto,
comprenden los que no son verdaderamente actos, o no están firmados.
Los actos bajo firmas privadas para ser ejecutados por ante la jurisdicción inmobiliaria deben
ser sometidos a los requisitos que establecen los art. 89 de la Ley de Registro inmobiliaria, 38
modificado por la resolución No. 1737- 2007 de fecha 12 de julio del 2007, dictada por la
Suprema Corte de Justicia, y 39 del Reglamento General de registro de Títulos.
El que pretenda valer un acto bajo firmas privadas que reúne las condiciones exigidas por la ley
y los reglamentos generales de registro de títulos no tiene que hacerse acompañar de ninguna
otra pruebas en aras de perseguir su ejecución. Es a la parte que lo niega que le incumbe la
carga de la prueba para establecer su inexistencia.

PRINCIPIO DE FORMALIDAD DE LA PRUEBA

En materia de prueba como en todo proceso general, no rige el principio de libertad de las formas, según
el cual las actividades introductorias pueden ser realizadas en el tiempo, modo y lugar que las partes
libremente convengan. Antes bien, gobierna el principio de legalidad de las formas, en cuya virtud los
actos probatorios deben llevarse a cavo con el orden y en las condiciones que la ley preestablece.
En razón de que este principio debe basarse, una vez más, en la garantía del debido proceso, más
precisamente en la necesidad de asegurar la certeza y la imparcialidad del juez.
La Garantía de Certeza, porque solo a través de la regulación legal de las formas probatorias, el
justiciable puede anticipadamente cuales son los actos que debe realizar para llegar al juez, procurar
formar su convicción y obtener de el la garantía jurisdiccional que las normas prometen.
Garantía de Imparcialidad, porque como en su virtud el juez no puede, válidamente, hacer otra cosa que
aplicar las normas que regulan la actividad probatoria, se asegura entonces que las consideraciones
personales de simpatía y desafecto del juez hacia algunas de las partes quedaran erradicadas del
proceso.
Cabe señalar, que en las últimas décadas ha ganado terreno, tanto en la doctrina como en la legislación
procesal el llamado principio de instrumentalidad de formas, que se apoya fundamentalmente en la
consideración de idoneidad de los actos procesales (sean o no de naturaleza probatoria), desde el punto
de vista del fin que, cada caso, esos actos estén llamados a cumplir. Según este principio las formas
procesales no tienen valor sino en virtud de la finalidad a que estén destinadas. Por consiguiente, el
apartamiento de la forma regulada por la ley para un acto procesal, no autoriza la declaración de
invalidez o nulidad cuando, no obstante, el vicio el acto ha podido alcanzar la finalidad que estaba
destinada.
Así por ejemplo por aplicación del principio de la instrumentalidad de las formas, algunos autores
entienden que de haberse omitido la solemnidad de tomar el testigo juramento o promesa de decir la
verdad, esa mera inobservancia no tiene entidad para provocar la validez de prueba cuando el testigo ha
sido veraz en su relato.

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