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CARRERA
LICENCIATURA EN DERECHO
ASIGNTURA
SUSTENTADO POR
Privado de libertad
MATRÍCULA:
201902042
FACILITADORA:
ISMELDA GARCÍA GIL
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Régimen de las Pruebas
Las Pruebas.
Ortiz (2006) sostiene que las pruebas son procedimientos por medio de los
cuales se puede demostrar la existencia de los derechos, sea en ocasión de un
litigio o fuera de éste.
Objeto de la prueba.
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Carga de la prueba.
En resumen la prueba debe ser aportada por la persona que hace la alegación
del hecho. En tal sentido el artículo 1315 del Código Civil dominiBenzo,
establece que todo aquel que reclama la ejecución de una obligación debe
probarla; pero la segunda parte del indicado artículo prevé que todo aquel que
pretende estar libre debe de justificar la causa de la liberación de su obligación.
Conforme al citado principio actor incumbit probatio, el litigante que hace una
afirmación debe aportar la prueba de ese alegato, pero si el otro se defiende,
argumentando lo contrario, debe aportar la prueba de cómo se liberó de la
obligación.
La prueba tiene una importancia práctica considerable, por los motivos que se
indican a continuación:
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1.- La Prueba Literal (Actos Auténticos y Bajo Firma Privada).
2.- La prueba por testigos.
3.- Las presunciones.
4.- El Juramento.
5.- La confesión.
5.1- La prueba literal.
Existen dos variedades de esta prueba: El acto bajo firma privada y el acto
auténtico.
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Para Castillo (200), se denomina acto bajo firma privada al acto escrito
otorgado por las partes mismas, con su sola firma y sin intervención de oficiales
públicos. Es cualquier documento formado en el ejercicio de una actividad
privada, o también, el documento privado que una persona redacta por sí
misma en su calidad de ciudadano.
De conformidad con el artículo 1322 del Código Civil, el acto bajo firma privada,
reconocido por aquel a quien se le opone, o tenido legalmente por reconocido,
tiene entre los que lo han suscrito y entre sus herederos y causahabientes, la
misma fe que el acto auténtico.
El artículo 1323 del Código Civil, prevé que aquél a quien se le opone un acto
bajo firma privada, está obligado a confesar o negar formalmente su letra o su
firma. Sus herederos o causahabientes pueden concretarse a declarar que
ellos no conocen la letra ni la firma de su causante.
Asimismo, el artículo 1324 del citado Código establece que en el caso en que
la parte niegue su letra o firma, y también cuando sus herederos o
causahabientes declarasen no conocerlas, se ordenará en justicia la
verificación. La manera de contestar el acto bajo firma privada es la verificación
de escritura, sea por vía principal o incidental, tal como lo prevén los artículos
193 a 213 del Código de Procedimiento Civil.
Firma privada.
El artículo 1325 del Código Civil prevé, que los actos bajo firmas privadas que
contengan convenciones sinalagmáticas, no son válidos, sino cuando han sido
hechos en tantos originales como partes hayan intervenido con interés
distintos. Es suficiente un solo original cuando las partes tienen un mismo
interés.
En cuanto a que la nulidad del acto que no contenga la mención del artículo
1325 del Código Civil, no puede ser propuesta sino por las partes contratantes
y no por terceros. (Corte Apelación Santo Domingo, 15 marzo 1927, Boletín
Judicial Corte citada, No. 3, pág. 43).
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Ha sido decidido que cuando en una convención sinalagmática la obligación
directa y principal ha sido ejecutada por una de las partes, no es necesario que
el acto haya sido hecho por duplicado. No es necesario que el documento
comprobador de la existencia del contrato contenga a la vez la firma de las
partes entre las cuales exista la convención. (Art. 1325 del C. C., Corte
Apelación Santo Domingo, Sentencia Civil No. 5, pág. 187.
En el mismo sentido, misma Corte, 29 marzo 1928, mismo Boletín, pág. 212).
Respecto del pagaré o promesa bajo firma privada, el artículo 1326, establece
que ésta debe estar escrita por entero de la mano del que la suscribe. Se
necesita, además de su firma, que haya escrito por su mano un bueno o
aprobado, que contenga en letras la suma o cantidad de la cosa. Excepto en el
caso en que el acto proceda de mercaderes, artesanos, labradores, jornaleros
o criados.
El artículo 1328 respecto de la fecha cierta de los actos bajo firmas privadas,
establece que los documentos bajo firma privada no tienen fecha contra los
terceros, sino desde el día en que han sido registrados, desde el día de la
muerte de cualquiera que los haya suscrito, o desde el día en que su sustancia
se ha hecho constar en actos autorizados por oficiales públicos, tales como los
expedientes de colocación de sellos o de inventario.
Cuando el acto bajo firma privada involucra un inmueble registrado hay que
observar las formalidades de los artículos 38 y 39 del Reglamento General de
Registros de Títulos, que complementa la Ley No. 108-05 sobre Registro
Inmobiliario.
Los notarios tendrán facultad para dar carácter de autenticidad a las firmas
estampadas por los otorgantes de un acto bajo firma privada. Dicho oficial dará
carácter de autenticidad a dichas firmas mismas voluntariamente, sea dando
constancia de la declaración jurada de aquellas personas cuya firma legaliza,
de que la misma es suya y que fue puesta voluntariamente en la fecha indicada
en el acto.
El acto bajo firma privada que no contenga obligación de pagar, debe ser
registrado en el Registro Civil que funciona en la Oficina de los ayuntamientos
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de cada municipio, de conformidad con lo previsto por el artículo 5 Ley No.
2324, Ley de Registro de los Actos Civiles. Judiciales y Extrajudiciales del 20
de mayo del 20 de mayo de 1885 y sus modificaciones
Para que el acto bajo firma privada pueda servir de prueba ante un tribunal, es
necesario que este haya sido legalizado por un notario o por quien haga las
veces de notario. De lo contrario, el mismo valdrá como un principio de prueba
por escrito.
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Civil, son aplicables a las partes y no a los terceros, particularmente cuando los
terceros atacan por medio de la acción pauliana.
Que se demuestre que todas las minutas del notario en el año en que aparece
haber sido hechas, se hayan perdido, o que se pruebe que la pérdida de la
minuta de este acto ha sucedido por un accidente particular;
Que exista un registro en regla del notario, en que se demuestre que el acto se
hizo con la misma fecha. Cuando por razón del concurso de estas dos
circunstancias se admita la prueba de testigos, es necesario que los que lo
fueron del acto sean oídos, si viven todavía.
El acto auténtico.
El acto auténtico es definido por el artículo 1317 del Código Civil, como aquél
“que ha sido otorgado por ante oficiales públicos, que tienen derecho de actuar
en el lugar donde se le otorgó el acto, y con las solemnidades requeridas por la
ley”. Los demás aspectos están reglados por los artículos 1319-1320 del
Código Civil. Los aspectos relativos a su redacción están regidos por la ley del
notariado en los arts 30 a 35 de la Ley No.140-15 del 7 de agosto de 2015.
Castillo (2000) señala que “el acta notarial, es el acta pública y solemne
recibida e instrumentada por una Notario Público y hábil cumpliendo las
formalidades exigidas por la ley, a petición de las partes actuantes, de una
parte, o del voto de la ley, que tiene carácter de autenticidad inherente a los de
la autoridad pública y que hace plena fe de su contenido”.
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Valor probatorio de las copias.
El artículo 1334 del Código Civil establece que las copias, cuando existe el
título original, no hacen fe sino de lo que contiene aquél, cuya presentación
puede siempre exigirse.
El artículo 1335 del Código Civil establece que cuando no existe el título
original, hacen fe las copias, si están incluidas en las distinciones siguientes:
Las copias que sin la autoridad del magistrado, o sin el consentimiento de las
partes, después de haberse dado las primeras, han sido sacadas sobre la
minuta del acta por el notario que la ha recibido, o por uno de sus sucesores, o
por oficiales públicos que por su cualidad son depositarios de las minutas,
pueden, en caso de perderse el original, hacer fe si son antiguas. Se
consideran antiguas, cuando tienen más de treinta años. Si tienen menos de
los treinta años, no pueden servir sino como principio de prueba por escrito;
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medios de prueba suficientes de los hechos alegados por dicho recurrente,
que, en consecuencia, en la Sentencia no se ha incurrido en los vicios y
violaciones denunciados. (Sent. No. 15, 26-05-93, B. J. No. 989-991, página
467).
“Que si bien los progresos de la técnica fotográfica permiten obtener hoy día
reproducciones de documentos más fieles al original que las copias ordinarias,
no es menos cierto que en materia de actos bajo firma privada, en el estado
actual de nuestro derecho, solo el original hace fe, el cual debe ser producido
todas las veces que se invoque como prueba en justicia, pues las fotocopias,
en prinicpio, están desprovistas de valor jurídico; que cuando se trata de un
acto auténtico cuyo original debe permanecer en el protocolo del notario que lo
ha instrumentado y del cual debe expedir las copias que la ley autoriza, el
aporte de una fotocopia de ese acto por la parte que demanda su nulidad o
inexistencia, pone a cargo de ésta el fardo de la prueba de que dicho acto
adolece de tales vicios: que en la especie, en que se trata de un testamento,
incumbe al heredero que lo ataca, como sucede, la demostración de las
irregularidades que se le atribuyen, lo cual no ha sido hecho; que no obstante
haber enuciado la Sentencia impugnada que lo único depositado ante la Corte
a-qua fue una fotocopia de un supuesto testamento, con la indicación del
número del acto, su fecha y el nombre del Notario Público que lo instrumentó, y
que para que un acto pueda ser ponderado por un tribunal de justicia, debe
aportarse el original de dicho acto, máxime si se trata de una disposición
testamentaria, se hacía imperativo, en vista de la fotocopia depositada por los
apelantes, proceder, conforme prescribe el artículo 1334 del Código Civil, que
dispone que “las copias cuando el titulo original existe, no hacen fe sino de lo
que contiene aquel, cuya presentación siempre puede exigirse”, en vista de que
las copias sometidsas a esta regla incluyen las de los actos auténticos”.
(Sentencia No. 1, 14-01-98, B. J. No. 1046, páginas 119-120).
No obstante que las fotocopias no hacen prueba, los jueces pueden si una de
las partes lo solicita, autorizar que sean presentados los originales de los
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documentos que se pretenden hacer valer como medios probatorios. Tal ha
sido el criterio de la Suprema Corte de Justicia, en funciones de Corte de
Casación, al considerar que “Que si es cierto que las fotocopias resultan
ineficaces como medios de prueba, no es menos cierto que el tribunal puede a
pedimento de parte interesada o de oficio, ordenar que sean mostrados o
depositados los originales de esos documentos a fin de realizar las
verificaciones correspondientes”. (Sent. No. 1, 1-6-99, B. J. No. 1063, página
734).
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Que, en relación con tales alegatos, la sentencia atacada expone que aún
cuando se aduce que los documentos justificativos de la deuda “fueron
depositados en el tribunal de primer grado en fotocopias”, la decisión apelada
expresa que “cada uno de los documentos depositados en el tribunal por parte
de la demandante, fueron avalados por su original, certificando la secretaria
que los vio y por ello que los recibió en fotocopias, pero no obstante, casi todos
los documentos depositados fueron emitidos por la propia demandada” (hoy
recurrente), “es decir, que no se pueden desconocer documentos emitidos por
la parte demandada”, desestimando así la Corte a-qua el referido argumento;
Que, como ha sido juzgado por esta Corte de Casación, si bien por sí solas las
fotocopias no constituyen una prueba idónea, ello no impide que los jueces del
fondo aprecien el contenido de las mismas y, unido dicho examen a otros
elementos de juicio presentes en el caso sometido a su escrutinio, deduzcan
las consecuencias perinenes; que, en la especie, la Corte a-qua retuvo los
hechos incursos en los documentos depositados en fotocopias aportados
regularmente al plenario y aceptados como prueba útli por dicha Corte,
respecto de la existencia del crédito y su concepto invocados por la hoy
recurrida, estimando plausible su valor probatorio y rechazando la impugnación
que a las mismas opusiera la actual recurente, quien por cierto nunca alegó la
falsedad de esos documentos, sino que sólo restó eficacia a su fuerza
probante, sin negar su autenticidad intrínseca; que, en efecto, la Corte a-qua
pudo comprobar y retener, en abono a su convicción sobre el alcance
probatorio de las fotocopias en cuestión, según consta en el fallo atacado, que
dichos documentos fueron compulsados con sus originales por la secretaria
del tribunal, pero como a esta funcionaria no le asiste potestad decisoria para
establecer válidamente si un documento fotocopiado se corresponde
exactamente con su original, por cuanto dicha facultad es privativa de la
soberana apreciación de los jueces, como se desprende de la economía de los
artículos 1334 y 1335 del Código Civil, resulta evidente en la sentencia
impugnada que ese cotejo sólo constituyó un elemento de juicio que, unido al
hecho comprobado por dicha Corte de que la mayoría de los documentos
depositados fueron emitidos por la propia demandada original, hoy recurrente,
vino a fortalecer el convencimiento, expuesto correctamente por los jueces del
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fondo, de que no era procedente desconocer el contenido de tales fotocopias,
referente a la existencia y al concepto del crédito en cuestión, cuya versión
medular, como se ha expresado, nunca fue rebatida por dicha parte; que, en
consecuencia, los medios analizados carecen de fundamento y deben ser
desestimados, y en su medida el presente recurso de casación”. (Sent. 10 de
noviembre, 2004, No. 2, B. J. No. 1128).
Existen ciertas diferencias entre el acto bajo firma privada y el acto auténtico.
Tales son:
El valor probatorio del acto bajo firma privada, se puede destruir con la prueba
en contrario.
El acto bajo firma privada adquiere fecha cierta desde que es inscrito e
transcrito en el organismo correspondiente.
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Tratándose de una litis de derecho registrado, la prueba escrita tendrá
preeminencia para probar la existencia de un acto jurídico, por ser la reina de la
prueba para probar las obligaciones asumidas por las partes. Tanto es así, que
los jueces tienen cierta limitación al poder soberano de que están investidos
para apreciar las prueba, ya que estos al momento de valorar un documento
suscrito por las partes en litis, deben respetar la voluntad de las partes prevista
por el artículo 1134 del Código Civil, siempre que esta voluntad respete el
orden público y las buenas costumbres.
En la litis de derecho registrado, los jueces están atados por las pruebas
sometidas por las partes, por tener esta un carácter de interés privado, no así
ocurre en el procedimiento de saneamiento, que al tratarse de un asunto de
orden público, existe libertado probatoria, tal como lo permite el principio IX de
la Ley de Registro Inmobiliario.
3o. Los libros, libretas, registros y otros papeles que las leyes o los
reglamentos de trabajo exijan a empleadores o trabajadores.
El artículo 542 del citado Código, establece, que los jueces gozan de un poder
soberano de apreciación en el conocimiento de estos modos de prueba.
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escrita frente a otras pruebas establecidas por el legislador. (S. C. J. 25 de
febrero-1981-843-274-281).
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La prueba testimonial.
En efecto el artículo 1341 del Código Civil, establece que deberá extenderse
acta ante notario o bajo firma privada, de todas las cosas cuya suma o valor
exceda de treinta pesos, aun por depósitos voluntarios; y no se recibirá prueba
alguna de testigos en contra o fuera de lo contenido en las actas, ni sobre lo
que se alegue haberse dicho antes, en, o después de aquellas, aunque se trate
de una suma o valor menor de treinta pesos. Todo esto, sin perjuicio de lo que
se prescribe en las leyes relativas al comercio.
Según prevé el artículo 1342 del Código Civil, la regla previamente indicada se
aplica al caso en que la acción contiene, además de la demanda del capital,
otra de intereses, que reunidos a aquél, pasan de la suma de treinta pesos. Si
la demanda pasa de 30 pesos, no puede ser admitida la prueba testimonial,
aunque rebaje su demanda primitiva, tal como prevé el artículo 1343 del
Código Civil.
A los términos del artículo 1344 del citado Código Civil, la prueba testimonial en
la demanda de una suma, aunque menor de treinta pesos, no puede admitirse,
cuando ha sido declarada como siendo resto o formando parte de un crédito
mayor que no esté probado por escrito.
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Todas las demandas, con cualquier título que se hagan, que no estén
justificadas por completo por escrito, se harán por un mismo emplazamiento,
después de lo cual no se admitirán otras demandas que no tengan prueba por
escrito. (Art. 1346 Código Civil).
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Las presunciones.
Según el artículo 1349 del Código Civil, las presunciones son las
consecuencias que la ley o el magistrado deduce de un hecho conocido a otro
desconocido. Las presunciones están reglamentadas desde el artículo 1349 a
1353 del Código Civil.
Las presunciones legales pueden ser juris tantum y juris et de jure. Las juris
tantum, se caracterizan porque pueden ser combatidas con la prueba en
contrario, se puede destruir por medio de testigos, y por presunciones simples
y cualquier medio de prueba admitido por la ley. Las de jures et de jures, que
también se le denominan absolutas irrefragables (art. 1352 C. C.) Estas se
caracterizan porque no admiten la prueba en contrario.396
1. Los actos que la ley declara nulos, por presumirse hechos en fraude de sus
disposiciones, atendiendo a su propia cualidad;
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4. La fuerza que la ley da a la, confesión de la parte o a su juramento.
El artículo 1351 del Código Civil, establece que la autoridad de cosa juzgada no
tiene lugar sino respecto de lo que ha sido objeto de fallo. Es preciso que la
cosa demandada sea la misma; que la demanda se funde sobre la misma
causa; que sea entre las mismas partes y formulada por ellas y contra ellas,
con la misma cualidad.
El artículo 1353 del Código Civil prevé que las presunciones no establecidas
por la ley, quedan enteramente al criterio y prudencia del magistrado, el cual no
debe admitir sino presunciones graves, precisas y concordantes, y solamente
en el caso en que la ley admite la prueba testimonial, a menos que el acto se
impugne por causa de fraude o dolo.
La confesión de parte.
El artículo 1355 del Código Civil, establece que la alegación de una confesión
extrajudicial, puramente, verbal, es inútil, siempre que se trate de una demanda
cuya prueba testimonial no sea admisible.
El artículo 1356 del Código Civil define la confesión judicial como la declaración
que hace en justicia la parte o su apoderado, con poder especial. Hace fe
contra aquél que la ha prestado. No puede dividirse en su perjuicio. No puede
revocarse, a menos que no se pruebe que ha sido consecuencia de un error de
hecho. Pero no podrá revocarse bajo pretexto de un error de derecho.
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El juramento.
El juramento decisorio.
El artículo 1361 del citado Código establece que aquel a quien le ha sido
deferido el juramento y se niega a darlo o referirlo a su contrario, o el contrario
a quien se ha referido y lo rehúsa, debe perder su demanda o excepción.
El artículo 1363 del citado Código, prevé que cuando el juramento deferido o
referido se ha hecho, no se le admite al contrario la prueba de su falsedad.
También prevé el artículo 1364 del Código Civil que la parte que ha deferido o
referido el juramento, no puede retractarse cuando el adversario ha declarado
que está dispuesto a prestarlo.
El artículo 1365 del referido Código establece que “El juramento hecho no hace
prueba sino en provecho del que lo ha deferido o contra él, y en provecho de
sus herederos y causahabientes, o contra ellos. Sin embargo, el juramento
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deferido por uno de los acreedores solidarios al deudor, no libra a éste sino por
la parte de este acreedor. El juramento deferido al deudor a uno de los
deudores solidarios, aprovecha a los codeudores; y el deferido al fiador,
aprovecha al deudor principal. En estos dos últimos casos, el juramento del
codeudor solidario o del fiador, no aprovecha a los otros codeudores o al
deudor principal, sino cuando ha sido deferido sobre la deuda, y no sobre el
hecho de la solidaridad o de la fianza.
De conformidad con lo preceptuado por el artículo 1366 del Código Civil, el juez
puede deferir a una de las partes el juramento, bien sea para que de él
dependa la decisión de la causa, o para determinar solamente el importe de la
condena.
El artículo 1367 del citado Código, establece que no puede deferirse de oficio
por el juez el juramento, ya sea sobre la demanda o sobre la excepción que en
ella se opone, sino con las dos de las siguientes situaciones:
Fuera de estos dos casos debe el juez pura y simplemente, admitir o desechar
la demanda.
El artículo 1368 del aludido Código, prevé, que el juramento deferido de oficio
por el juez a una de las partes, no puede deferirse por ella a la otra.
21
Consulte la bibliografía básica de la unidad y demás fuentes
complementarias del curso; luego realice la actividad que se
describe a continuación:
1. Elabora un cuadro de varias columnas, donde describa los
diferentes tipos de pruebas en un proceso legal en el área
de civil.
22
OBJETO DE LA PRUEBA ley o doctrina jurídica que proceda, y
de ese modo quede fijado el derecho
que se reclama. Cuando el deudor
rehúsa ejecutar su obligación, el
acreedor debe establecer ante el
tribunal competente, la existencia y
las condiciones de su acreencia.
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algunos de ellos son considerados
subsidiarios y no pueden destruir las
consecuencias de una prueba que se
tiene por superior. La ley exige, en
diversas materias, un medio
determinado de prueba y otros se
consideran como irredimibles.
24
debe emitir conclusión y su opinión personal en la que destaque
la experiencia que usted ha tenido durante la realización de la
actividad.
Patiño y asociados
Lic. Carlos Miguel Patiño
Calle la Principal colinas n 28 del norte Santiago
República Dominicana
E-mail. cmps@gmail.com
Tel. 809-241-3801
HONORABLE MAGISTRADA:
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I.- DE LOS DEMANDADOS:
II. DEMANDA:
26
ATENDIDO: Tras la tumoración benigna diagnosticada se me índico que era
preferible que se extraiga tal tumoración, para bienestar de mi salud y no
presente posibles complicaciones posteriores, es que se programó tal
intervención para el día 12 de setiembre del 2020.
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ATENDIDO: Asimismo ha puesto a mí familia en latente preocupación y
zozobra al no contar con medios económicos para poder seguir pagando la
educación de mis menores hijos en edad escolar y dependiendo de mi padres
que ya son personas mayores y que no cuentan con mayores ingresos que su
pensión por jubilación.
Visto: En ese sentido, el artículo 1382 del Código Civil, establece lo siguiente:
"Cualquier hecho del hombre que causa a otro un daño, obliga a aquel por cuya
culpa sucedió, a repararlo".
ATENDIDO: Que, asimismo, el Párrafo 3ro. Del artículo 1384, del Código Civil,
establece que: “No solamente es uno responsable del daño que causa un
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hecho suyo, sino también del que causa por hechos de las personas de
quienes se debe responder”, creando la responsabilidad civil de los comitentes;
ATENDIDO: A que toda parte que sucumbe en justicia será condenada al pago
de las costas;
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JOSÉ PÉREZ GARCÍA CIVILMENTE DEMANDADO.
DR. María Teresa Martínez Jiménez CIVILMENTE DEMANDADO.
Hospital la Salvación sede hospitalaria.
Asimismo el artículo 1383 del Código Civil, establece que: "Cada cual es
responsable del perjuicio que ha causado, no solamente por un hecho suyo,
sino también por su negligencia o su imprudencia".
__________________________________
LIC. CARLOS MIGUEL PATIÑO
Abogado del Actor Civil y Querellante
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OPINIÓN Y CONCLUSIÓN
La responsabilidad profesional médica civil es la obligación de reparar los
daños y perjuicios causados al paciente por una conducta ilícita o por la
creación de un riesgo. Cuando el daño es ocasionado por una acción que
carece de la intención concreta de dañar y no es culpa o negligencia
inexcusable del paciente, se habla de responsabilidad objetiva, ya que la
profesión médica implica el uso de mecanismos, instrumentos, aparatos o
substancias peligrosas por sí mismos.
Por lo que la demanda es muy correcta ya que hubo una mala práctica médica
y esto se encuentra en el código civil.
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BIBLIOGRAFÍA
MATERIAL COLGADO POR NUESTRO FACILITADOR.
CONOCIMIENTOS ADQUIRIDOS EN DIFERENTES FUENTES
INVESTIGATIVA EN LA WE
CODIGO CIVIL DE LA REPUBLICA DOMINICANA.
GOOGLE ACADÉMICO.
https://ebookcentral.proquest.com/lib/uapasp/reader.action?
docID=3228948&ppg=1
http://trimestral.uapa.edu.do/pluginfile.php/1816473/mod_resource/content/1/
Responsabilidad%20Civil%20cap%207.pdf
http://trimestral.uapa.edu.do/pluginfile.php/1816473/mod_resource/content/1/
Responsabilidad%20Civil%20cap%207.pdf
https://www.youtube.com/watch?v=CzBJchU-1wA
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