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GARRY

KASPAROV
Campeón del Mundo

CURSO
COMPLETO

2
UNIDAD 5
Conceptos como desarrollo, centro, tiempo, espacio,
etc .. interpretan un papel protagonista en el guión
general de toda la partida, pero su dimensión especial
como preparación de la batalla transcurre en la fase La apertura (11)
inicial del Juego. El estudio de estos aspectos ya se • La posición de las piezas
inició en un capúulo precedente, pero conviene asentar en la apertura
• Desarrollar primero los
más su conocimiento anees de adentrarnos en los caballos
entresijos del medio juego. • Las pérdidas de tiempo
• Cambios de piezas activas
• El desarrollo prematuro de
la dama
_ Resumen
• Unidad 5
Partidas fftmosas
• El arte combínativo:
la .. siempreviva».
Breslau, 1852.
Ejercicios
• Ejemplos y problemas
Soluciones
l.u a¡>er111ro (IIJ

Hay que buscar otro camino.

2 ....• Cas?

Pero éste no es el camino más acercado. Si se entendió bien el movi­


miento de las piezas, cae por su propio peso que la banda no es
el lugar idóneo para un caballo. La respuesta 2 .... , Ce) al menos
no le restaba movilidad, por lo que estaba más de acuerdo con las
fórmulas del desarrollo.

Las piezas, en Hpoclal !01 caballos, no daban situarse en las


bandas o en lugares con poca movilidad. Deben buscarse stern­
pro para su ubicación IH caslllas dondD desarrollen al máximo
su fuerza.

Vamos a ver en las jugadas siguientes cómo, mientras las blancas


efectúan movimientos naturales y buenos, consecuentes con el es­
píritu de la apertura, las negras atentarán una y otra vez contra los
principios del desarrollo. Las consecuencias de sus repetidos erro­
res, claro es, se harán visibles sobre el tablero transcurridas pocas
jugadas.

Los peones blancos prosiguen su política de ocupación del centro.

3. c4, ...

Las blancas sí actúan con cordura. Este avance es adecuado, fun­


damentalmente porque libera la diagonal del otro alfil además de
consolidar la conquista de casillas centrales. Pero además plantea
una celada que las negras no advierten. Obsérvese que no se podía
explotar directamente la mala ubicación del caballo: caso de 3. b4?,
conúnúa sencillamente 3 .... , Cc4.

Las negras no advienen su delicada situación.

3 ....• d6?

Una nueva movida errónea, pero esta vez con efectos decisivos. Bxis­
tian otras jugadas, como 3 .... , e6 o 3 .... , es, que impedían el pe­
queño desasne que ahora viene, pero hay que matizar que con ellas
no se solucionaba el problema básico del caballo negro: su falta de
juego por culpa de una estrategia equivocada.
==~~~~~~~~~~-
Lu upl!l't 11ra (111

El castigo no se hace esperar.

4. b4!, ...

Ahora el alfil blanco domina el punto «c4». (frisre destino para un


caballo sucumbir ante el ataque de un débil peónl, pero los límites
del tablero impiden encontrar una casilla de escape. Las blancas
afrontarán ·el resto de la partida con una cómoda ventaja, suficien­
te para ganar.

La falta de movilidad de una pieza ha traído como consecuencia


su captura. Moraleja: una pieza móvil es, además de más útil, más
dificil de atrapar.

La partida anterior representa un caso extremo (raras veces se cas­


ríga con tanta rapidez y contundencia un desarrollo defectuoso; la
mayoría de las veces es el cúmulo de pequeños
. defectos similares.
a éste lo que convierte una posición. en insostenible), pero si que
sirve para ilustrar que nuestra primera decisión Importante en la aper­
tura es la elección de casillas apropiadas para nuestras piezas. Ya
dimos dos reglas importantes: procurar que las piezas apunten ha­
cia el centro y desarrollar los caballos antes que los alfiles. La pri­
mera se entiende perfectamente en el contexto de que se debe con­
trolar el mayor número posible de cuadros centrales. Para
comprender mejor la segunda, examinaremos a continuación una
posición bien conocido.

Las ple:tH deben controlar el mayor numero posible de cuadros


centrales. Desde nos emplazamientos su ac1lvldad 5eri también
mayor.

Desarrollar primero los caballos


En 'esta posición ya sobradamente conocida por el lector, después
de la primera jugada de cada bando corresponde jugar al blanco.
Lo primero a observar es que el alfil ya domina un número impor­
tante de casillas desde donde está, mientras que los caballos son
aún piezas pasivas. Es necesario incorporarlos a la lucha. 2. Cc3
o 2. Cf3 son, entonces, buenas jugadas. Existe otra raz.ón para de­
cantarse por la jugada de caballo: difícilmente se encontrará una
casilla más adecuada que c3 o f3 para esta pieza. 2. Ch3 no cumple
la primera de las reglas; salta a la vista que no participa desde ahí
en la lacha por el centro. 2. Ce2 sólo controla la casilla central «da»,
a diferencia de 2. Cf3, que apunta también a eS. El alfil dispone
/.a <J{H'f(llffl (IJ¡

de más alternativas: «es» y «ez» son posibles, pero también es po­


sible el desarrollo Ab5 si el caballo negro juega Cc6. Esca Ilexibili­
dad del alfil aconseja posponer su salida a la de los caballos.

Es aconsefable desarrollar los caballos, por 13 y e3, antes que


los 11lllles,ecuya colocación Idónea puodo deeldll'$8 más tarde.

Analícese el juego del siguiente ejemplo:

J. e4, cS 4. 0­0, d6 8. Cbd2, 0­0


1. Cf3, Cc6 5. c3, Ad7 9. nez, Ie8
J. AbS, AcS 6. d4, Ab6 1.0. 1e1, ...
7. Ae3, Cf6

Ambos bandos han desarrolJado las piezas conforme a unas nor­


mas lógicas. Las blancas tienen la ventaja de poseer más peones en
el centro, pero e­n términos generales la posición puede considerar­
se eq uili brada.

Y ahora veamos un desarrollo muy distinto:

l. d4. Cf6 4. cxdS, exdS 8. Ad3, Ae6


?. c4, e6 S. AgS, Ae7 9. 0·0, Cbd7
3. CcJ, dS 6. Cf3, 0­0 10. Dc2, ...
7. e3, c6

La posición difiere mucho de la anterior, pero como en el otro caso


blancas y negras han desplegado sus efectivos de manera lógica. El
desarrollo se ha completado con éxito y ahora se disponen a afron­
tar la siguiente fase de la partida: el medio juego.

Las pérdidas de tiempo


En el ajedrez, como en la guerra, tener soldados no es tan importan­
te como poder dispoñer de ellos, tenerlos a punto en el lugar y en
d momento en que pueden definir una superioridad concreta.
Cabria definir la fase intermedia de la partida, el medio juego, como
la etapa en que se libra la auténtica lucha entre dos bandos. En ese
sentido la apertura es la preparación de la contienda, el traslado de
los ejércitos al campa de batalla desde su inoperante origen. Lógico
es pensar que cuanto antes tengamos dispuestas todas las tropas, más
pronto estaremos prestos a de(endernos de los ataques o a ser noso­
tres los agresores. Ello nos enseña la auténtica dimensión del «tíem­
po» entre las 64 casillas.
L(J uperlllra (TI/

Pero a diferencia de los ejércitos, las piezas de ajedrez no pueden


moverse todas a la vez, lo hacen por turnos y conviene dosificar
cada movimiento. Es importante no gastar dos jugadas con una mis­
ma pieza, saJvo casos excepcionales. a fin de completar el desarro­
llo en un corto número de movimientos.

Lo contrario significa «perder tiempos», y como veremos en los


ejemplos que siguen, suele conducir a un resultado negativo.
1
J. e4, e5 6
2. CcJ, Cc6 5
3. AbS, ... 4

Correcto. Peones centrales, caballo y luego alfiles. Se atiene a las


normas del desarrollo.

Pero ahora las negras mueven por segunda vez su pieza desarrollada.

3 ...• , Cce7?

Bn previsión de un posible cambio del al fil por el cabaJlo que des­


truya la cadena de peones, el negro adopta el equivocado camino
de apartar su pieza. Con ello no sólo hace una jugada inútil y tapo­
na la salida de su alfil, sino que también desaprovecha la oportuni­
dad de dar juego a alguna de las otras piezas.

Lo procedente era el desarrollo del caballo (Cf6) o del alfil negro


(Ac5 o Ae7). También podía considerarse la liberación del alfil de
dama (d6).
En cualquier caso, tras su cuarta jugada la posición de las negras
es ya inferior. Una jugada torpe significa, no sólo una pérdida de
tiempo inmediata, sino futuras dificultades a la hora de completar
el desarrollo armónico de las piezas.

Lo veremos de inmediato. El cabaJJo negro deberá volver a mover.

4. Cf3, Cg6

El blanco aprovecha la ocasión de activar sus figuras mientras las


y
n;ras han hecho cuatro jugadas movido sólo una pieza y un peón.
LIJ 11/JCr/ 1/J'(} (11)

El rey blanco va a situarse en lugar seguro; en cambio su rival se­


guirá expuesto en el centro.

5. 0­0, Ae7

Al fin una jugada de desarrollo, aunque «c5» podría considerarse


una casilla más apropiada para el alfil. e d e

Las blancas se apoderan ahora del centro, mientras el bando negro


se despreocupa de la lucha por este sector.

6. d4, exd4?

Había que luchar por. mantener la posición apoyando este peón con
otro. Jdcal seria jugar 6 .... , d6, pero en esté momento era regla­
mentarianiente imposible porque el alfil blanco impide descubrir
al rey; Se necesitaba intercalar la sucesión de jugadas 6 .... , c6 7.
Aa4 para posteriormente adelantar un paso el peón «d».

Tras la desaparición del peón central negro, las blancas asientan su


dominio sobre la casilla «d4».

7. Cxd4, Ac5?

Aunque busca horizontes nuevos para su alfil, no deja de significar


una pérdida de tiempo. 7 .... , Cfq seguido del enroque y posterior­ 1
mente «d6» era indispensable para no ceder demasiado terreno.

El alfil acude a reforzar' el punto central conquistado.

8. Ae3, Ab6?

Las blancas han defendido su caballo con una jugada útil y el alfil
negro ha senrido la necesidad de retroceder buscando la protección
de los peones. En conjunto, las. blancas están acaparando tiempos
y las negras acumulando pérdidas posicionales. ·a b e
J ,¡ upertun: (/JJ

Ahora prosigue la ocupación del ce111 ro con los peones.

9. f4, Cg8­e7

Cuando las negras siemen la necesidad de completar su desarrollo


la actividad de las piezas blancas es yn apabullante, pero aun así
más vale tarde que nunca. Si las negras se hubieran decidido por
9 .... , Cf6, entonces 10. e5 les hubiera impuesto la triste obligación
de retroceder.

Una vez desarrolladas las piezas menores, la dama entra en acción.

10. Dl"J, 0­0


IJ. Tadl, ...

Todos los combatientes blancos están a punto para el asalto. Do­


minan el centro y la flexibilidad de sus piezas les da libertad para
trasladarse al sector del tablero que pretendan abordar. Pocos son,
en cambio, los efectivos del negro puestos en juego, y de ellos la
mayoría ocupan posiciones mediocres.

Jugadas sin objeto

También las jugadas que se realizan sin un objeto definido deben


considerarse una pérdida de tiempo, aunque la pieza que mueva lo
haga por primera vez.

Por ejemplo, después de las conocidas jugadas 1. e4, e5, si el blan­


co juega:

2. h4, ...

(Lo mismo podríamos decir de 2. Ca3, 2. a3, 2. Ce2, etc.). Es obvio


que en todos los casos citados se estará desperdiciando el turno de
juego. Para llegar a ser un jugador experto es preciso desechar este
tlpo de jugadas que a nada positivo conducen.

Las Jugadas que no incorporan ol Juego alguno do los oleetlvos


o laclllhln el desarrollo son Jugados sin objeto, y doben consi­
derarse p6rdldas de tiempo.
La apertura 1/IJ

Cambios de piezas activas

Existen, además, otras formas de «perder tiempos» no tan fáciles


de detectar y en las que incurren incluso los jugadores más experi­
mentados.

El siguiente ejemplo nos lo aclarará:

l. e4, es 3. Ac4, Cf6 6. 0­0, 0­0


2. Cf3, Cc6 4. Cc3. AcS 7. CdS, Ag4
s. d3, d6
No hay mucho que comentar en las jugadas transcritas salvo que
en términos generales se ajustan a las reglas que hemos enumerado
en el capitulo del desarrollo. Sólo la jugada séptima del blanco re­
presenta un movimiento repetido de pieza, lo que como ya sabe­
mos equivale a una pérdida de tiempo.

Lo que realmente intentamos descubrir comienza en este punto.

8. cxr6+?, ... 7
6
5
4

¿Por qué calificamos de error esta jugada? Al fln y al cabo se trata


de un simple cambio entre iguales y ello no sígniñca pérdida de tiem­
po, puesto que el negro tendrá que gastar una jugada en la recap­
tura ...

En general esta afirmación es correcta. Por ejemplo, si rectificamos


la última movida del negro y le hacemos jugar 7 ... , Cxd5, el se­
gundo movimiento de este caballo se compensa con el segundo que
deberá efectuar el peón o el alfil. En nuestro ejemplo, sin embargo,
las circunstancias son distintas por una razón: el caballo blanco ha
empleado tres tiempos (Cc3­d5­í6) para ser cambiado por otro que
tan sólo ha jugado una vez.
Considerada aisladamente, la jugada supone un cambio equili­
brado. Pero en el contexto de la carrera por el desarrollo que se es­
tablece entre los dos bandos durante la apertura, no cabe duda de
que la maniobra del caballo blanco ha slgniflcado un importante
desperdicio de tiempos (3 contra 1). Al desaparecer del tablero las
dos piezas, el bando blanco notará un retraso de desarrollo respec­
to a la posición negra.
Conviene evitar cuidadosamente ese tipo de maniobras. El obje­
tivo del desarrollo consiste en situar las piezas en posiciones ópti­
mas con la mayor economía de tiempo posible; desde ese punto de
vista, movimientos corno 8. c3, que controla la casilla central «d4»,
o bien 8. Ag5, movilizando la última ele las piezas menores, eran
alternarivas mucho más adecuadas.
Adolf
PARTIDAS
Anderssen
Ancterssen, sin lugar a dudas
El arte combinativo:
máximo e>if)Qnen1e cte ta época la «Siempreviva»
románticadel ajedrez, nació en
1818 en la c,udad alemarra de Partidajugada en Breslau, 1852
BresJau Su profesión (enseña­
ba ms1emAt,cas en su Cllldad
Blancas:Anderssen
nawl) oo de/111/Ó en absoluto el
Negras: Dufresne
BSlilo de su ajedrez. AndelSsen
no poseía un estilo ñia y sisie­
mAllco: a 10 sumo pµede aece­ J. e4, es En este punto se inicia una de
se de ál que /a lógica estaba al 2. Cf3, CcCi las combinaciones más bellas
serv,ofode la conse011c1ónde la 3. Ac4, Ac5 y profundas de la historia del
belleza, el análisis exnsustivo y 4. b4, Axb4 aj edrez.
preciso de tas va!iantes e! ser· 5. c3, AnS
v/010 Cíe la aven1ura del sacrifi· 6. d4, cxd4
clo. Prueba de ello son /as par· 7. 0­0. d3
/idas eternas que le nen tese»
Vñdo un lugat des1at:ado en la Una continuación lógica que
histona del )Ue{}o­c.enoa:soore tiene por objeto evitar que el
roda Is •Inmortal•. ¡ugada en blanco adquiera una sólida
1851 contra Klessetftzky. y la formac:íón central (con cxde).
.Siernpfl1111va• ante DufrBSl!e.
Anderssen se d10 a conocer s. Db3, or6
al mundo del ajedrez como 9. es, Og6
autor de una co/eccion de 60 LO. Tcl, Cge7
problemas que publicó en 1842 11. A11J, ...
bajo o/ tftulo de Aurgaben tür
Scllaohsp,eler. En 1851 logró su La magnífica movilidad de las
éll'Jto más notaole como ¡uga­ piezas blancas compensa so­
dor; at ganar eJ torneo intema­ bradamente los dos peones de
CtOOOI de Londres delante de desventaja. El principal defec­
KiessentzJ<y. Szsn y StaUfl!Oll to de la posición negra es su 11. crs­. gxr6
En 1858 StJCUmbió ame Mcxphy deficiente desarrollo del ala de 18. ex f6, Tg8
1,
en un match a partidas: ocho dama: a lio de solventar esca
a tres fue el reswlado defínítJvo. dificultad, recurre ahora a la Dufresne plantea un ataque
pero ningún otro ajedrecista entrega de un peón que ace­ directo ( ... , O>< f3), del que se
europeo quedó me¡or parado lera la acriv ldad de sus piezas. deriva una desagradable ame­
anre el norleamericano.Ouince naza de mate, Un ajedrecista
va
a1'os más larde, en el dectl· 11 ..... bS moderno habría buscado el
ve efe su carrera, fue superado 12. O X 115, Tb8 camino de una victoria senci­
ampllamento pór Wífl1elm S1eJ­ 13. On4, Ab6 lla, eligiendo, por ejemplo, la
mu en un encventrocefeorqdo 14. Cbdl, Ab7 réplica 19. Ac4, que mantie­
en t.Dndres. que posteriormer>­ is, Ce4, nrs ne una superioridad posicio­
111 ha sido oorn;iderado la f)IÍme­ 16. A X d3, Oh5 nal notable. Pero la concep­
ra cbsputa por la coaxe mun­
L::;;:t dlal
FAMOSAS., Los ­eampeenes inorgánicos,
,:
Philidor y La Bourdonnais
ción románrica de la época, En eJ sígro xvn: el pénau/o de la Silpremacía afedreclsftea, que se
de la que Andersen fue má­ había 11asladado en fa Edad Media de O/lente (India, Persfa) e
ximo exponen: e, exige u na Occ,denre (Espal1a), ,nic,a un mov,m,ento de reromo A ttnales·de
continuación menos prosaica. siglo el trances André Oamcari Phll1dar (1726­1795), músico de
gran presr,gio y tHlO de los pensadores más profundos de fa
19. Tadl!!, nxn historia del a¡edrez. es considerado uoon,memenre el ¡ugador
20. Txe7+!, Cxe7 mós fuerte de su éooce. Sus constataciones y descubrimientos
asombl8n po< su precoddad histót,ca, y se le cons.dera 18
Las blancas caminan sobre el autentiCél columna vertebral del desarrollo de la llkmca del ¡uega
filo de la navaja. Cualquier En 1a3,1 el irtandes Alexander McDonnett (1798­1835) habia
jugada que no suponga una adquirido en las 1Sl8$ Británica¡; fama de 1f"M!llc'ible Otro francés,.
amenaza directa al rey negro Charles Mehé de l.a Bourdonna1s (T795· 1840}, cruzó el Cena/ y
será contestada con ... , se enfrentó a su rival en seis encuentros consecutivos. con el
Dxg2+ +. maraton,ano resultado l,nal de 46 par!ldasganadas. 26 perdidas
y r3 tablas El encuenuo despertó Ufl interés inus,lllda.y muchos
21. Dxd7!1, ... lo oonsideran e/ primer auterttfco campeonato del mundo. La
victoria de La Bourdonna1sadq1.1,r1ó en la prensa oorlslna, oomo
8 sacriñcio de dama es, sin no podfa me110S de ocvrri( tonos de epopeya, una oe sus más
duda, el sueño de cualquier bnllantes partidas fue comentada en "11{S0. en un poema que
jugador cornbinativo. llevaba por t1lulo La revancha de Wa1erloo.

21. ... , Rxd7 Retralo de Adotf Anderssen. cima el ajedrez romántico.


22. AfS+, ... al profeGor d'e matamátícas (Zardoy;¡).
de Breslau que llevó a su
Jaque con dos piezas, el alfil
y la torre, Si ahora 22 .... ,
Rc6, sigue 23. Ad7 +t.

22 .... , Re8
23. Ad7 +, Rl'8
24. Axe7+ +.
ÚI upcrturu f/lJ

Las negras están en condiciones de recapturar el caballo prosiguiendo


al mismo tiempo su desarrouo,

8 .... , Dxf6

La salida de la dama es buena en este caso puesto que el resto de


las piezas (peones cenuulcs, caballos, al files y rey) yo han sido puestas
en juego.
Compruébese el número de tiempos empleado por cada bando
y se verá que el recuento favorece netamente a las negras.

Cambiar una plou que ha movido varias veces por otra que ha
jugado una únh::a voz aupone ·pordor tiempos­ da desarrollo, por
lo quo dobe evfu,rsa an la medida do lo poslbla.

El desarrollo prematuro de la dama


¿No es acaso la dama la pieza más móvil y poderosa del tablero?
¿Por qué reservar, entonces, su fuerza para un momento avanzado
ele la partida cuando puede decidir la lucha de buen principio?
Estudiemos en la siguiente partida los peligros a que se expone una
dama que decide intervenir desde el primer momento en el combate.

l. e4. dS
2. exdS, ...

Este simple cambio de peones logra lo que se pretende: sacar la dama


negra a pasear.

La respuesta negra es consecuencia lógica de su primer movimiento.

2 .... , DXdS

La todopoderosa ocupa el centro del tablero. ¿Qué sucederáahora?


J..i opcrtura (fl)

Las piezas menores blancas comienzan una labor de acoso.

3. Ccl, ... 7


Comenzamos a vislumbrar los inconvenientes. Una pieza de infe­
rior valor ataca la dama y la obliga a retirarse. El sallo de caballo
contribuye al desarrollo pero la dama deberá mover en segunda oca­
sión.
1
==­­==­.. ,. :=ce.;. .­==­'­­'

Los movimientos del negro recuerdan a los antiguos paladines. que


salían de las murallas dispuestos a desafiar a todo el ejército enemigo.

3 .... , Des+?

La dama ya puede estar orgullosa. Ha planteado su primera ame­


naza, ¡y sobre el rey!, dando jaque. Sin embargo ello está lejos de
poder considerarse un éxito.

El ataque será rechazado con una jugada útil y la dama permane­


cerá expuesta a nuevas amenazas.

4. Ael, Cf6

Las negras se han dado cuenta de que una pieza, por muy podero­
sa que sea, no puede luchar sola contra un ejército.

Las blancas movilizan ahora su tercera pieza menor, siempre con


el motivo de la amenaza temática.

5. Cf3, ·­

Nuevo desarrollo que obliga a una segunda retirada. Como se pue­


de observar, el desarrollo prematuro de la dama está íntimamente
relacionado con las pérdidas de tiempo en la apertura.
lu 0/1<!/'IUfU (l/J

Pero la agresividad de la dama negra sigue buscando objetivos en


«campo abierto».

S ...• , DcS?

La dama se obceca en no abandonar los cuadros del centro, lo que


a la vista de los resultados es un error grave. Gracias a esta inopor­
tuna peregrinación, las blancas completarán en pocas jugadas el de­
sarrollo, mientras las piezas del negro permanecen casi todas «en
casa». Como mal menor convenía una modesta bulda hacia la banda
(5 .... , Da5). Al menos aJH la dama no podría ser molestada.

Las blancas completan felizmente su desarrollo.

6. d4, Das
7. 0­0, ...

Se ha puesto de manifiesto que el superior valor de la dama respec­


to a las otras piezas se vuelve un factor en contra si ésta abandona
demasiado temprano la retaguardia. Las piezas menores y los peo­
nes ganan valiosos tiempos atacándola y la fuerzan a retroceder.
Sólo cuando el desarrollo es completo y el conjunto de piezas do­
mina un territorio, la dama empieza a demostrar su auténtica fuerza.

La salida prematura do la dama favorece el desarrollo de las pie­


zas contrarias, que pueden ganar Importantes tiempos para su
movlllzación con al slmplo atnque sobre ésta.

En algunos casos, incluso, esta tendencia a la movilización apresu­


rada de la dama, olvidando las reglas esenciales que marcan la lu­
cha por un desarrollo armónico en la apertura, lleva a perjuicios
más graves, como la pérdida de material, y en determinadas posi­
ciones puede conducir a una derrota directa.

Observemos las siguientes jugadas, que son una muestra de ello.

l. e.4, e6

No es el tratamiento más clásico de la apertura, pero en ningún caso


puede juzgarse l. ... , e6 como un movimiento débil. La lucha por
el centro subsiste, ya que se controla la casilla «dñ», donde en la
siguiente movida se instalara el peón (<W).
La apertura 11/J

La estrategia negra, como veremos, tiende a la disputa del punto


«e4», ocupado por las blancas en su primera jugada.

2. d4, d5
3. Cc3, ...

Conforme a las pautas del buen desarrollo,las blancas deciden pro­


tegerse del ataque sobre su peón con una jugada activa que pone
en juego una pieza.

Ahora se produce el cambio de los peones centrales.

3.... , dxe4
4. C;><e4, ...

Las blancas han movido dos veces su caballo, pero también lo ba


hecho el peón «d» negro. Todo correcto.

Las negras atacan el punto «ed» y las blancas lo defienden.

4 .... , Cf6
5. Ad3, ...

Las negras desarrollan y las blancas hacen lo propio. No está en


el ánimo del blanco plantear una trampa al adversario, sino sólo
realizar una mera jugada de desarrollo.

Pero las negras, con la ambición de conseguir una pequeña venta­


ja, allanan al rival el camino de la victoria.

S.... , Dxd4??

No ha tenido presente las máximas de la apertura el conductor de


las negras, y su despreocupaciónpor la dama será severamente cas­
tigada. Era más adecuado el desarrollo de piezas menores, 5 ... , Ae7
por ejemplo.
La apertun: (lf)

La réplica blanca cae como un rayo en cielo azul.


6. AbS+!, ... 7
6
5
4

3
Ahora se dan las negras cuenta de su error. Esta jugada despeia la
acción defensivade ta dama blanca (lo que es una muestra de que
también desde su casilla de origen esta figura desempeña una im­ 1
portante función) y fuerza una ganancia decisiva de material.

Poco ha durado la «excursión» de la dama negra.

6 .... , Cc6
7. Axc6+, bxc6
8 . .Dxd4, ...

Las negras pueden rendirse.

RESUMEN: unidad s

O En la apertura es esencial seguir unas normas especificas para el


desarrollo.

• Las piezas de ajedrez, en particular los caballos, no deben colocarse en los limites
del tablero, donde carecen de íuego. Lo acertado es situarlos en casillas próximas al
centro para que desplieguen toda su actividad.
• A fin de completar ráptdamente el desarrollo de todos los efectivos, no deben
perderse tiempos moviendo más de una vez una pieza
• Debido a que los alfiles ya despliegan cierta actividad desde su casilla inicial, es
aconsejable desarrollar antes los caballos.
• El cambio de una pieza que ha movido varias veces por otra de igual valor que lo ha
hecho en menos ocasiones se considera también una pérdida de tiempo.
• El avance prematuro de la dama favorece el desarrollo del rival, que gana valiosos
tiempos atacándola.
• Deben desarrollarse los peones cemrales y las piezas menores, y poner el rey a
salvo, antes de poner en Juego la dama.
EJERCICIOS 5
Ejemplo 1 amenazando tomar el peón Ejemplo 2
negro de e6, con lo cual la
SI los temas fundamentales de
torre blanca de 11 pasaría a
la apertura han estado siempre
ataear' la dama negra. Si las
presentes y se ha atendido a
negras· loman con el peón de
las posibilidades concretas de
e6 la otra torre blanca,
maniobras peligrosas que ha
entonces les. ganan con
planteado el adversario, la
2. Te1+, Rf7: 3. Dd5+, debido a
posición resultante· será cuando
que el peón blanco de 15 priva
menos equilibrada. Pero
al rey negro del escape por g6.
cuando el contrario ha incurrido
Solamente sacrifiéando s.u
en un error, es necesario
dama podrían las negras en
aprovechar la coyuntura y
ese caso retardar el mate: En
obtener esa ventaía que la
la partida las negras Jugaron
ocasión nos depara. Es urgente
1 •... , b&, Intentando desplazar
hacerlo en ese caso antes de
a la dama blanca del control
que, completado .el desarrollo,
del centro, y ésta respondió 2. Las blancas juegan, y la
la situación enemiga se
De1, impidiendo radicalmente ubicación del caballo de dama
consolide.
la captura de su torre por la negro no puede ser más
amenaza de captura del rey desafortunada. En efecto, las
adversario. negras acaban de jugar
Las negras jugaron 2•.. , e5. . .. , Tb8, lo cual priva al Ces de
su única casilla disponible. Es
cierto que existe otra (a5), pero
llene escaso valor como
veremos.
Las blencasrnueven 1. d5, ...
atacando el cebalio
problemático. Es fácil
comprobar que éste solamente
dispone de 1 .... , Ca5,
situándose en la banda del
La sítuación blanc.a es
tablero. Ahora las blancas
preferible, sin lugar a dudas,
aprovechan er hecho de que el
por su superioridad de
caballo ha quedado sin retirada
desarrollo. tas negras no han
y Juegan 2. b4. El peón u otra
movilizado sus piezas mientras
pieza blanca termina
que las de las blancas están
forzadamente con la vida del
listas para el ataque. También El mejor desarrollo blanco bien
caballo negro (compruébese).
el rey negro está inseguro y explotado obtuvo el éxito de
Los peligros de falta de retirada
ello da tema para atacar si las dar Jaque mate a partir de aqui
de las pÍezi¡s son típic.osde la
torres y dama contrarias en tan sólo siete Jugadas.
apertura, y es muy importante
tuvieran eotumnas dlsponibles, Fueron éstas: 3. Txe5+, Rl7
saberlos prever y evitar.
Claro que una torre blanca está 4. De4, Oc& 5. Te7+, Rg8 6.
atacada y no deben las blancas Txg7+, Rxg7 7. De7+, Rg8
perder tiempo, pues las negras 8. Df8+, Rh7 9. 017 mate. El
poseen dos peones de más. mate, objetivo por excelencia,
Las blancas Jugaron 1. f5!, corona un buen trabajo
EJERCICIOS 5
Problema 1 Estudiemos la posición con tiempo. Fijémonos ahora en 1.
calma. El caballo negro ... , Cda Nuevamente, el caballo
dispone de las siguientes quedarle sln salios adecuados
opciones: mover e d8, b8, a5, durante algún tiempo, además
b4, d4. Contemplemos las de privar a la torre de a8 de
jugadas del caballo. 1 ....• Cas una casilla que podría estarle
es muy mala debido a 2. b4, destinada. Nos queda tan sólo
puesto que el caballo ha 1 ..... Cd4 (que. por cierto, al
quedado sin retirada y será tratarse de una casilla central,
capturado. 1 •... , Cb8, volviendo es la primara que habrla qua
a su casilla lnlclal, es una considerar). Esta jugada tiene
Jugada muy triste. El caballo un defecto: pierde un peón y
deberá volver a desarrollarse en ajedrez no hay por qué
posteriormente y solamente hacer regalos. si ello no es
Juegan negras
entonces podrá mover la torre, Imprescindible o no viene
En esta posición las blancas Además, si se desea desarrollar compensado por otros factores.
acaban de avanzar su peón de el c¡iballo por d7, habré que Tras 1 •••• , Cd4, las blancas
dama a d5, atacando un mover primero la dama. Por Jugarlan 2. Cxd4, y tras 2.... ,
caballo negro. Éste dispone da tanto, una Jugada que Implica exd4 (mucho peor seria ahora
cinco movimientos, da sus ocho tantas pérdidas de tiempo 2 ..... Axe2, debido a que el
máximos poslbles ~as demás solamente podré ser tomada en blanco retomarla el alfil con su
casillas están bloqueadas por consideración si todas las caballo de d4, y ganarla un
sus propias piezas). Conviene demás alternativas fueran caballo en los cambios)
saber cuál de ellos es
catastróficas. 1 .... , Cb4 Implica seguirla 3. Axd4 (para, si 3.... ,
preferible. Debemos lanar en
asimismo graves pérdidas de Ax ez, tomar con el caballo de
cuenta que, según a dónde se
di rija el caballo, puede ser tiempo. El caballo puede ser c3. mientras la dama sigue
acorralado, o bien quedar atacado por un peón que defendiendo su alfil), o bien 3.
desplazado del juego. o con avanzara a a3. Desde b4­ sólo Axg4, Oxg4 4. Axd4 (en la
escasas perspectivas. Perder podrá ir a a6 y alll no tercera Jugada las negras no
material no es tampoco dispondrá de nuevos sanos pueden consfderar otras
alracllvo, ni siquiera si se adecuados, por lo que deberá alternativas, ni aun atacando la
tratara de un simple peón. Por permanecer acorralado largo dama blanca, puesto que su
otra parte, una vez
propia dama amenazaba ser
consideradas con detenimiento
capturada con jaque al rey). En
todas y cada una de las clnco
resumen, las ­negras quedarfan
poslbllídades, conviene también
contemplar la captura de otra con peón de menos. ¿Existe
pieza o un contraataque. En alguna Jugada mejor en esta
ocasiones son estos recursos posición?
los que pueden resolvernos la
papeleta.
EJERCICIOS 5
Problema 2 Problema 3 Problema 4

Juegan negras Juegan blancas Juegan blancas

De nuevo las blancas acaban En este caso, con peón de En esta posición, las blancas
de avanzar su peón de la más, son las negras y en poseen un desarrollo superior,
columna d, esta vez a d4. Este concreto su dama las que tienen sus piezas dispuestas
avance, en la apertura. las más están en grave peligro. La para agredir tanto al rey como
de las veces es bueno, audaz salida, que ha permitido a la dama de las ne.gras, y
siempre, claro, que no pierda ganar un peón de forma solamente es preciso que. no
material. Gana terreno y crea prematura, nos recuerda al pierdan el tiempo en sacar
tensión, además de luchar por ratón que· por comer el queso ventaja de estos. factores. La
la iniciativa. Pero en este caso se introduce en la trampa. La diferencia entre la dama negra,
'concreto el avance es misión de las blancas ahora es vulnerable y víctima de
prematuro, pues las negras cerrar la ratonera para que no posibles, ataques, asi como
disponen de un enérgico escape la dama glotona. circunscrita a misiones
contraataque. Conviene ver en Para resolver ac;tecuadamente estrictamente defensivas, y la
este caso las ventajas que el problema, debe atenderse dama blanca, la cual. Junio a
reportan a veces cambios simultáneamente a dos su torre de et, es una pieza
aparentemente iguala.dos aspectos: uno, amenazar'a la poderosa para atacar al rey
dama temeraria, y el otro, negro aún sin enrocar. es
proteger las propias piezas y palpable y nos hace suponer
cerrar las posibles vías de que puede haber temas de
escape, Si cree haber dado con mate.
la solución, escribala y
compruebe si, en efecto, la
dama quedó atrapada en la
trampa.
SOLUCIONES 5
Solución1 Solución2 Solución 3

En efecto, la mejor Jugada 1 .... ,. Cxd4. Esta jugada y ta 1. Cd4·b5, ... (Esta Jugada
negra en la posición del que sigue constituyen cambios ataca. al alfil negro de es, con
diagrama es: 1 .... , Ax 131 (no igualados. La intención de las el alfil de e3, y amenaza
hay por qué mover el caballo negras al efectuarlos se capturar ta dama negra con
todavía). SI las blancas juegan manifiesta más tarde. Podemos Tbt, Las negras probablemente
2. Axf3, el caballo ya puede pensar que las negras han de deben resignarse. a Jugar Axe3
saltar a la bella casilla central haberlo visto lodo antes de y perder su dama.), Peor
d4. Si, por el contrario, las hacer unos cambios que, en resulta jugar: 1 .... , Ab4
blancas toman el caballo con 2. caso contrario, no tes 2, Ad2, ... (Y ahora la dama
dxc6. sigue 2 .... , Dxd2 (en aportarían ventaja. CiertamE!nte negra no tiene manera de
primer lugar habla que seria: aconsejable que fuera asl, evitar 'ser acorralada después
preservar la más Importante pero no hay que desestimar tos de Tb1. SI las negras·Jugaran
pieza atacada, es decir la cambios aunque no conduzcan 2 .... , Axc3, perderían de todos
dama), 3. Axd2, Axe2 4. cxb7 a ventajas claras y tangibles. modos la dama luego de 3.
(antes de capturar al alfil negro, Un cambio igualado es Axc3.).
aún dlsponlan las blancas de justamente eso, igualado, y no
esta jugada util), 4.... , Tb8 5. debe ser rechazado por Solución 4
Cxe2, Txb7 (ahora las negras sistema. Si conduce a
atacan el peón blanco de b.2). ganancias de tiempo o espacio, 1. ex es, ... (Amenaza la dama
Podría seguir: 6. b3, 0­0. puede ser suliciente motivo rrei¡ra, ataca 17 por tercera vez
para que resulte ventajoso a e impide que, 'contra la jugada
medio plazo. Las blancas, Da4+, que amenazaria al
naturalmente, retoman: tiempo al rey negro y .a su alfil
2. Cxd4, exd4 (tas negr.as de as, las negras dlspon·gan de
podrían haber tomado con et la doble defensa ... , Cc6
peón en su primera Jugada, ­ahora este· caballo sería
llegando en caso de sucederse capturado por el caballo
tos· cambios, a la misma blanco­. La dama negra, que
posición; de todas maneras, en debe mover, ha de acudir en
caso de 1 .... , exd4; había que defensa del alfil de a5.) 1, ... ,
considerar también la Db6 2, Ab5+, ... (Para abrir
posibilidad de 2: Ad5) 3. Dxd4, paso a la dama hacia 17.)
es (ganancia de líempo. Eso 2 .... , c6 3. Df7+, RdB
sólo ya justificarla entrar en los 4. Cxc6+, Cxc6 .s, Axc6.
Las negras nan mantenido camblós) 4. Dd1 (otras Ahora la ventaja blanca es
Igualdad de posición y material, retiradas de la dama no prácticamente decisiva, debido
resultando esta variante muy mejorarlan las perspectivas a la amenaza de mate con 6.
preferible a tas que Implicaban blancas], 4.... , c4 (y el alfil es De7. puesto que si 5..... Dc7 6.
situar el caballo en una pobre la pieza blanca que finalmente Te8+, TxeB 7. Oxea mate ..
posición o perder algún queda copada).
material.
UNIDAD 6
La disputa del centro cobra una importancia decisiva
desde la fase más temprana de La partida. Las
escaramuzas entre las piezas y peones de ambos
bandos definirán la posesión del mismo, pero también
causarán la apertura de columnas y la inicial I La apertura (Y 111)
desprotección del rey. El monarca debe buscar refugio • El papel de los peones en
con un movimiento característico: el enroque. la lucha por el centro
• El enroque y la se·guridad
del rey
I Resumen
• Unidad 6
"I Partidas famosas
• Cuando el ajedrez no
era materialista.
san Petersburqo, 1874
~ Ejercicios
• Ejemplos y problemas
L Soluclones
La apertura (y 111)
El papel de los peones en la lucha por el centro
Estrictamente hablando se considera centro el grupo de cuatro es­
caques. situados en medio del tablero; es decir, los puntos e4, d4,
e5 y d5. Pero en ocasiones se usa la expresión «centro ampliado»
aludiendo a las casillas contenidas en el cuadrado formado por c3­
c6­f6­f3 en los cuatro vértices.

Debido a que la lucha central suele extenderse también a los esta­


ques lindantes con los cuatro principales, al bablar del centro nos
referiremos generalmente al ampliado.
En la partida de ajedrez (lo hemos visto a través de numerosos
ejemplos), el centro recibe un tratamiento muy especial. A partir a b e d e 9 h
de los primeros movimientos los dos oponentes luchan por su po­
sesión. ¿Por que es tan necesario el dominio de unos pocos cua­
dros elegidos en la amplia globalidad del tablero? Pensemos en el
papel fundamental del medio campo en el partido de fútbol; desde
allí el centrocampista reparte juego verticalmente o hacia Jos extre­
mos. O bien fijémonos en el tenista que, después de servir con fuerza
la pelota corre raudo hacia el centro de la pista para que su raqueta
cubra desde allí cualquier rincón de la misma. De igual forma, las
piezas de ajedrez que ocupan una esquina difícilmente pueden coor­
dinar acciones efectivas o responder a un ataque que se produzca
en el otro extremo. El estudio del papel que desempeña el centro
en la batalla ajedrecística ayudará al aficionado a comprender el
problema de la apertura y del medio juego.
La primera acometida se realiza con los peones, que aseguran el
control de importantes casillas e impiden el posicionamiento de las
piezas enemigas en ellas.

Veamos a continuación un ejemplo .característico:

1. e4, eS
2. Cf3, Cc6
3. Ac4, Ac5
4. c:3, ••.

He aquí una forma característica de reforzar el control de una casi­


lla central (d4).
Lo ,,¡¡erw,·" t» ttt)

Este «rímido» avance contempla horízontes más ambiciosos, como


nos desvelará la siguiente jugada blanca.
4 .... , d6
5. d4, exd4
6. cxd4, ...
No cabe duda que las blancas han hecho un buen negocio. Dos de
sus peones forman una auténtica estructura central y lo que es más
importante, han cambiado su peón «e» por el «C>) negro (es decir
un peón de naneo por uno del centro) lo que ya les otorga cierta
supremacía en la batalla por el control del núcleo del tablero.

Esto nos abre el camino para introducir una regla práctica en los
casos en que una captura pueda ser realizada de distintas formas:
Los peones deben dirigirse hacia el centro. Observemos un caso prác­
tico:

La norma de llevar peones al centro


A las negras se les plantea la disyuntiva de captu­ reservan la poslbllfdad de Jugar posteriormente
rar el caballo eon el peón ­d• o con el peón .b,,. ­dS·. convenientemente sostenido. con lo cual lu­
El p!imero faciTita la incorporación inmediata del chan además por el control del punto e4. La se­
alfil, pero el segundo responde mejor al objetivo cuencia correcta es: 1 .... , bxc6 2. O·O, d5
de vigilar el centro, Después de ..• , dxc6 las ne· 3. exd5, cxd5 4. Tel+, Ae6. Y las negras mantie­
gras apoyan el punto dS, pero con .... bxc6 se nen más peones en el centro.

7
e
5

• b

Posición Inicie!. Posición después de 1 .... , Posición tras 4.•.• , Ae6: las
dxc8: 111 negra.a pierden negres han reforzado el
peones en el centro. centro.

Estudiemos las auténticas caractertstlcas del centro que se ha al­


canzado. Para ello desnudemos de piezas la posición y conserve­
mos únicamente los peones.
Los importantes escaques f5, e5, d5 y c5 están controlados por
las blancas. Como es lógico, en ellos no puede situarse pieza negra
alguna, y en cambio las blancas si que disponen de cuadros centra­
les para Instalar las suyas.
l.u ,i¡,ert11111 l.• 1111

Veamos en el diagrama la posición amerior sin piezas.

Posición de los peones

Otra característica a tener en cuenta es que si la esrruct ura negra


no incluyera un peón en «d6», en otras palabras, si las negras no
se manifestaran en el centro. serían incapaces de contener el avance
ele los peones centrales, lo que ocasionaría un colapso entre sus lí­
neas y la asfixiante sensación de falta de espacio para maniobrar
con lass piezas.

Veamos una panida típica, fiel reflejo de lo que acabamos de indi­


car y caso ilusrrarivo de lo que tenemos que impedir en nuestros
juegos.
l. e4, es
2. Cl'3, Cc6
J. Ac4, Aes
4. c3, Cf6

Una medida más modesta para impedir el avance de los peones


centrales blancos era 4 •.•. , d6, alcanzando la estructura que hemos
estudiado más arriba.

Ahora se establece el choque de peones en el centro,

5. d4, exd4 6. cS, Oc7?

Esta jugada cabe caliíicarla abiertamente de errónea. Como ya es


conocido, la salida prematura de la dama es una débil medida. La
forma más enérgica de mantener el equilibrio cerural era el contraa­
taque sobre una de las piezas blancas más activas (6..... d5). Si 7.
ex dé (al paso), Dxd6. O bien 7. exf6, dxc4 S. fXg7, Tg8.

Como podremos constatar, el juego negro seria mucho más acon­


sejable que el que ahora va a producirse.

7. 0­0. ­·

Bxcelerue, y también característico. Las blancas efectúan un movi­


miento de desarrollo que a la vez supone una defensa indirecta del
peón, muy utilizada cuando el rey está desenrocado,
UI <1/N!fll/rl/ (1' llfl

Las.negras no pueden permitirse la captura del peón «eé» so pena


de perder una pieza: 7 .... , Cxe5? 8. Te! d6 9. ex da, Cxf3+ 10.
gxf3, obliga a 10 ....• Ae6 U. dxc5.

7 .... , Cg8 9. dS, CnS


8. cxd4, Ab6

El avance imparable de los peones está sembrando la descoordina­


ción entre los efectivos contrarios. Poco a poco las negras ven más
reducido su espacio y las casillas donde .ubicar las piezas son más
escasas.

El siguiente paso es romper la posición para demostrar la ventaja


de desarrollo en ju ego abierto.

10. d6, e X d6?

Como mal menor era indispensable no favorecer la apertura de la


columna «e», lo que ..se lograba simplemente desplazando la dama
de forma directa, sin la captura previa.

La columna recién abierta será e] pilar básico del incontenible ataque


blanco.
u, e X d6, Df6
1.2. l)e2+, Rf8
13. Tel l, ...
El cemro avanzado ha estorbado la conexión entre las figuras ne­
gras. Ahora el negro echa de menos no haber adelantadosu peón
«d» para que el desarrollo del alfil diera a la torre <<a8» la opción
de entrar en juego neutralizando el mate que las blancas amenazan
con De8.

En su lugar las negras se ven impelidas a un nuevo desplazamienro


de la dama.

14 .... , Dd8
15. CeS, Cxc4
16. Dxc4, ...

Renueva la amenaza sobre et peón «n>>, esta vez con efectos devas­
tadores. ¿Cómo contrarrestarla? 16 .... , Ch6 permite a las blancas
eliminar la pieza defensora con ta simple torna 17. Axh6.
Lo <IP•"Tllffll o· Ill}

El negro opta por la alternativa más atractiva: la defensa del punto


«1'7» en combinación con el ataque sobre «f2».

16 ...• , Df6

las blancas han creado amenazas constantes, perjudicando la po­


sición contraria y obligando a movimientos poco prácticos. El prin­
cipal defecto en el campo negro es un rey en. situación precaria, y
puede explotarse de forma directa si se emplea el arma más pode­
rosa en ajedrez: el razonamiento.

El análisis de la posición revela un rey negro sin casillas de huida,


un caballo que podría dar un jaque mortal en «d?» si el alfil no
defendiera ese cuadro crucial, y una dama que puede contactar con
al pieza prot.ectora. La conexión lógica de estos factores desenca­
dena la victoria.

17. Dxc8+!1, ...

Sacrificio de la dama que encontrará una recompensa inmediata.

La respuesta negra es forzada.

17 .... , Txc8
18. Cxd7+ +
jaque mate

El desenlace ha sido espectacular y realmente. fulminante.

Esta partida no debe sentar la idea de que el avancede peones cen­


trales es positivo en todos los casos. En el ejemplo estudiado las
blancas mantienen en todo momento la iniciativa, lo que nos da
una idea de la importancia del desarrollo combinado con la ame­
naza.
También cabe señalar que la adecuada disposición de las piezas
blancas proporcionan un importante soporte al avance de sus peo­
nes, y que las negras no disponen de un método efectivo de llevar
a cabo el contraataque. En aquellos casos en que no se dan estas
circunstancias, un avance prematuro puede ser muy comraprodu­
cerne de cara a nuestro objetivo de poseer el centro.
LJ1 op ..­rturu t,• f/11

El avance de los peones contrates debe realizarse baJo ciertas


v
c:condlc:lones: poseslón de la Iniciativa posibilidad de dar so·
porte adecuado e los mismos con el resto de piezas y peones.
De lo contrario es una pérdida de tiempo que sólo conduce a
la debllltaclón de la estructura central.

El enroque y la seguridad del rey

En capítulos anteriores trazamos pautas para el desarrollo, adverti­


rnos de la necesidad de aplicarlas en cada una de nuestras partidas
y de que su omisión puede conducirnos, incluso, a una derrota con
escasa I u cha.
Ya entonces se advertía de la necesidad de salvaguardar la segu­
ridad del rey, retirándolo del centro del tablero para evitar un ata­
que demoledor sobre el mismo en el caso de que los peones centra­
les desaparezcan y la posición se abra. Es el momento de profundizar
algo más sobre el tema.
La cuestión que ahora nos ocupa es, más que ninguna otra, una
cuestión de supervivencia ajedrecística. El rey es la pieza básica en
cualquier tablero, su captura es esencia y objetivo último del juego;
por eso resulta tan decisivo darle protección,

Vamos a ver un caso típico de rey mal protegido. A simple vista su


seguridad no parece· amenazada, pero la realidad es bien distinta.

l. e6!, ...

Encaminada únicamente a abrir más la posición del rey, en partí­


cular la columna «f»,_por donde se prepara la irrupción de las pie­
zas blancas.

Las negras no pueden capturar el indefenso alfil por la amenaza


2. Dxf7++

1 .... , fxe6
2. 0­0, ...

Representación misma del desarrollo perfecta. En una sola jugada


el rey encuentra refugio, la aislada torre se incorpora a la lucha y
se plantea una poderosa· amenaza directa, la misma que en el movi­
miento anterior.
LII apernu« )' JI/)

La dama negra debe acudir en defensa de su monarca.

2.... , De7
3. AgS!, •..

Actuando con intachable lógica. Como la dama defiende el mate


amenazado, si desviamos la pieza protectora podremos culminar el
ataque.

La maniobra siguiente es forzada.

3. ­·, DxgS
4. on+, Rd8
5. Dxd7++.

El peón blanco de la columna <te» actuó como un kamíkaze y abrió


brecha para sus piezas.

Desde los primeros instantes se producen en la parte central del ta­


blero pequeñas pugnas por la posesión de la misma. Ello trae con­
sigo (lo hemos­visto en varios ejemplos) la apertura de columnas,
muy apropiadas para la colocación de damas y torres pero poco
recomendables para la permanencia del rey. El enroque, parte pri­
mordial del desarrollo, cumple dos requisitos lundarnentales: res­
tablecer la protección del monarca, resguardándolo tras una for­
mación de peones, y facilitar a las torres, concretamente la del ala
donde el rey decide enrocar, la incorporación al juego y el control
de las columnas centrales.

Para completar el desarrollo debe uegurarse la posición del rey


y ponor las torres en Juego, ocupando las columnas centrales.
Ello ~a consigue modlonte el enroque.

Prescindir de este particular movimiento, por el contrario, suele con­


ducir a la debacle. El rey negro en el centro resulta especialmente
vulnerable . Por eso, cuando el juego del oponente lo facilita, es una
decisión acertada privar al rey contrario del derecho a enrocar. Re­
cordemos que una vez se ha movido el rey ya no puede efectuarse
nunca más el enroque.
La úperiuro ry fffJ

En la posición del diagrama se ve con claridad que las negrasde­


ben capturar el alfil, bien con la torre, bien con la dama, ya que
la captura con peón debilitaría el escudo protector del propio rey.

Posición inicial

Pero ¿por qué tomarlo inmediatamente? Si así lo bacen, las blan­


cas enrocarán por el lado corto y muchos de sus problemas se solu­
cionarán.

Intercalemos una jugada que fuerce al rey blanco a mover:

1 ..... Das+!
Pe/'O IW / ..... Te8+? 2. Ae5
2. RI], ...
Y ahora Sí
2 .... , Txf6

La posiciónnegra ha mejorado, o mejor dicho la blanca ha empeo­


rado ostensiblemente. · a b e d o 9

Como consecuencia de esta jugada intermedia, el bando blanco tiene


graves problemas para comunicar sus torres (lo que quiere decir que
la torre en <1h.J1> no podrá entrar en juego durante largo rato), y su
rey tendrá dificultades para encontrar una buena ubicación. El acoso
al rey blanco desenrocado se convertirá en un tema importante de
ataque para el bando negro.

El rey desenrocado no sólo corre graves peflgros sino que ade­


más Impide el Juego de las torres, al estorbarles el acceso a las
columnas centrales.

En ocasiones, los problemas para enrocar no derivan del hecho de


que el rey haya sido forzado a mover, sino a que una pieza adversa­
ria impide el paso de éste hacia el flanco.

Posición ínicial

. Corresponde el turno a las blancas. El recuento de material indica


que tienen un peón menos, pero a su favor cuentan con un rey más
seguro. Deben procurar que el monarcanegro no disponga ·del en­
roque par­a seguir en posesión de esa ventaja.
Mijaíl Chigorín PARTIDAS
El íugador reco11oc;ido ir,discu· Cuando el ajedrez
tiblemente como pamarca del
a¡edrez rose fue un caso de U11· no era materialista
Ciadón rardía. desde el pU11to
de vista de los patror,es de
Partida jugada en San Petersburgo, 1874
nuestros dfas. Hasra bien cum·
Blancas: Chigorin
plírios Jos veinte alfos (l'laClo el
Negras: Dnvldov
12 de flOVlemb<e de 185QJ na
empezó a progresar en el 1ue­
go, y su primera victoria signill­ 1. e4, es dama negra, y ahora idean u11
ca/Ml la obtuvo en 1878 al de·
2. I4, ex f4 plan de tres jugadas: con la
rrolaf eo un match celebraóO en
3. Cf3, gS primera amenazarán Cc7 + y
San Pe/etsburgo a Emmanuel 4. Ac4. g4 dejarán paso al alfil haciac3;
Sch1/lers. Con el teroer puesto s. 0..0•..• la segunda amenazará la torre
en et /orneo de Berlln de 1881 de. rey negra, y la tercera pon­
(ganado por lukertolt en el me­ drá en un serio compromiso al
jor momento de su carrera). el caballo de e7.
ya aceptado como nlf!Jor aje­
dr11Clsla de la Rus/a m,ista se 12. CdS, Rd8
d/0 a conocer intern8Ci0nalmen· 13. Ac3, Te8
la Porooloncespasca dedicar· 14. Af6, Ag5
se plenamente al a_¡edrez. lo 15. g4, ...
c1.1at, s, bien nunca Je proporcio­
nó for/1.Jna ni una v,da pacifica
y estable. si hab1a de llevarle No es posible 15 .... , íxg3 al
a O()JlSeguír grandes hOTIDfBS. paso. por 16. O>< fS, ganando
Sus mejores. exitcs en torneos
la dama. Ahora las blancas
fueron tes v1ctor,as en Nueva
Después del peón. Mijail Chl­ procuran por todos los medios
gorín sacrifica un caballo ¡en a su alcance abrir paso a su
'lbrk, 1889 y en Búdapes1 1896.
pero ganó además muchos
la quinta jugada! Verdadera­ batería de dama y torre.
ocros IOflleOS. Memas su seue­ mente, nadie podrá acusar a
las blancas de ser materialis­
c/ón como teórico y analista de 15 .... , Dg6
aperturas fue muy Importante.
tas en esta partida.
16. Axgs. Oxgs
Pero los puntos culmina mes de 17. h4!, 0Xh4
su ca11era fuer0/1 los mafches
s .... , g.d3 18. Dxf4, d6
fJ01 e/ Ululo mundial que d,spu·
6. Dxf3. Dí6 19. Cf6, Ce5
tó con W1/helm Ste,nltz. En el pti·
7. es, nxes
mero. en 1889. perdió por 10.5
8. d3, Ah6
a 6.S En el segundo. en 1892.
9. Ce3, Ce7 Las negras deciden como mal
sólo por 12.5 a 10.5 Estos en·
I O. Ad2, Cbc6 menor ceder su torre de CS.
cu.¡111,os se celeoraron en la
I t Tael, Dí5 Pero no es ese el objetivo que
ciudad de La Habana. Ch1gorln
persigue Chigorfn. Las blan­
venció a SJefnitz en encuenlros
Las blancas han completado cas siguen alejadas de cálcu­
amiSfosos y empato frente a s
la movilización de sus piezas los materialistas y sacrifican
TallBSCh. con el recurso del ataque a la más material.
Murió Ml¡afl Chlgorfn el 25 de
enuro de 1908 sin haber encon·
frado aún un sucesor como ma­
r_......,.. ,or pgador de Rusia
Los pionerosdel ajedrez ruso
20. 'rxes, d.xeS· En el siglo pesetio y en los infcfos de éste, unas pocas pero
21. Dxe5, Axg4 destacadas ­personalidades empezaron a escribir importantes
páginas para el ajedrez ruso, que en la época soviética /Jabía Cíe
22. Dd4+, Rc8
23. Ae6+, ... llegar a tener tanta importancia.
Los afedrecistas que abrieron el fuego eran miembros de familias
aristocrálicas. con fortuna personal, pero por lo general vástagos
bohemios y de vida irregular. mal vistos en et ambiente da/ que
procedían. Sus hazañas se llevaban a cabo en los cafés y
salones e1Jropeos donde se jugaba al ajedrez, y eventua/mante
en San Petersburgo, ta capital del zar y la más europea y
cosmopolita Cíe tss ciudades del eueao: No obslanfe. hasta poco
antes de la revolución no empezaron a celebrarse con cierta
regularidad los tomeos ­oe todas las Rus/as• en los que tos
ajedrecistas polacos (sometidos entonces a Rusia) impusieron
muchas veces su ley. Los príncipes y aristócratas rusos eran
bastante aficionados al a;edrez y ocasionalmente produclan
partidas brillantes. pero no podían competir con /os profesionales.
No obstante, unos pocos jugadores rusos (Cfiigorín ante lodq,
Kiessentzky. Schiflers y más terae el ;even Alekhiné) si alcanzaron
¡Lo que faltabal Ahora, des­
pués de 23. . .. , fxe6 24. ese nivel. Po/il!ca aparre, la revolución soviética moslró su
consideración hacia esos hombres, /os grandes precursores del
Dd7+, Rb825. Dxc8+, Cé:8
26. Cd7 seria mate, mientras a1edrez ruso.
que, después de 23 .... , A xe6,
Chigorín ftJe el ídolo y el histórica, Lenin (a la
las blancas por una vez se lz,qulerda, con sombrero)
maeslro de toda una
comportarían de forma mate­ generación. c¡ue llevó su Juega­ una partida con
rialista y capturarían la dama recuerdo ·a través de los Bogdánóv en Caprl, bajo la
negra. ­avatares de la Revolución atenta mirada de Máximo
rusa. En esta fotografía .Gorkí. (Zardoya.)

23 ....• Rb8
24. Axg4, Dg3+
25. Rbl, Cc6
26. Cd7+, Ré8
27. Ce5+ , ...

Jaque «a la descubierta» del


alfil de g4.

27 .... , Rb8
28. Cxc62, bxc6
29. Db4+ +
jaque mate.
l a ,1¡~ tur» (1 IIIJ

Con esta intención realizan la siguiente jugada.

l. AaJ! 1, ...

Esta simple jugada revela los inconvenientes de la posición de las


negras, y les advierte que deben proceder con sumo cuidado. Por
ejemplo: l. ... , Dc7 2. Cg5!, y la amenaza sobre el punto <•n» su­
pone un obstáculo insalvable para el segundo jugador. Tampoco tu
jugada del texto contribuye a sortear el embate. Necesario era l.
... , h6, aunque no mejora en absoluto la posición.

La permanencia del rey en el centre es la causa de que tas negras


se vean necesitadas de movimientos tan poc:o atrnctivos.

l .... , Db6
2. Cg5l!, ...

¡ Igualmente! Las negras buscaban alivio en el cambio de una pieza


tan activa como la dama, a la vez que daban una casilla de escape
a su rey (d8).

Como se verá a continuación. su esfuerzo es baldio.

2.... , Dxe3?

Las negras se obcecan en su proyecto de cambiar clamas, pero lo


único que consiguen es una derrota inmediata. Como 111nl menor
debla responderse 2 .... , c5. La captura del peón <<f7>> coru inúa sin
evitarse y la posición negra es, igualmente, calamhosa, pero al me­
nos se evita el mate.

Ahora las negras sucumben porque no tienen defensa posible.

3. AXn+, Rd8
4. Ce6+ +.

La maniobra de ataque a un rey desprotegido resulta especialmente


instructiva.
Lu <1f>1'rl11r11 tv J /1/

Veamos a continuación una breve partida que ilustra los perjuicios


­~ aplazar en exceso el enroque, con el simple objeto de conseguir
.ina pequeña ventaja de material que en nada compensa las pérdí­
cas de tiempo ni el descuido de la posición del rey.
l. e4, es 3. d4, cxd4
2. CfJ, Ccó 4. Cxd4, Dh4?

u conocemos este tipo de jugadas. Ataca un peón central, pero los


r.1,.;0nvcniences de desarrollar prematuramente la dama son muy su­
penores a la amenaza.

Las blancas prosiguen correcramente su desarrollo, movilizando el


:;aballo.

S. CcJ, Ab4
G. Od3, ...

El ataque sobre «ea» obliga a este tipo de defensa, pero como vere­
:=os mas adelante este desarrollo facilita el plan blanco de enrocar
por el lado largo.

Desarrollo correcto ahora también por parte de las negras.

6 .... , cr6
7. Cxe6, dxc6?

Tarnpoco esto es acertado. Los peones deben orientarse al centro.


­ ..... bxcs era lo más consecuente.

Las blancas prosiguen su plan para enrocar en el naneo de duma.

8. Ad2, A Xc3

· ,., negras persisten en su espíritu materialista Tunian una buena


­....isión para poner su rey a salvo prosiguiendo con el enroque, pero
~ cambio optan por la ganancia de un peón, eón lo cual sólo con­
.,_guen manifestar jugada a jugada la debilidad de su rey.
L,J uP< , llll"a /_\ I1/J

Tras los siguientes cambios, esa debilidad se pondrá de manifiesto.

9. Axc3, Cxc4

Las negras han conseguido el objetivo que pretendían: la ganancia n


de un peón. Pero el «regalo», en este caso. estaba envenenado. A b C d O 1 9 h

Ahora las blancas demuestran que hablan visto más lejos que su
adversario.

10. Dd4!, ...

Jugada de efectos múltiples: protege n. impide al rey negro enro­


car (11. Dxg7 ++)e impide al caballo moverse a causa de la inde­
fensión de su dama.

Paso a paso. la superioridad de la posición blanca se hace evidente.


8 • J.
10 .... , De7 7 i i i
11. 0-0-0, DgS + 6 t
5
4
Las negras se ven apuradas por culpa de su carencia de desarrollo.
3
El cambio de piezas no aliviaba la posición. Veamos: 11. ... , ex c3
12. Oxg7, Tf8 13. Dxc3, con lo cual el blanco ha recuperado el
peón, las dos columnas centrales están abiertas y el rey no puede n j)_ n
enrocar. • b e d o 1 g h

El blanco consigue dar otra vuelta de tuerca.

12. f4!, ... t t •


4

Otra jugada excelente. Las negras confiaban en 12. Rbl, Cxc3+ l't
13. D x c3, 0­0, pero se encuentran con una desagradable sorpresa n .ll. n
que trunca sus planes. • D e d
" r g h
La ar. wm (JI ///)

Las negras ganan un segundo peón, pero a costa de descolocar su


dama.

12 .... , Dxf4+
• • i l t

J3. Ad2, Dg4

Llegamos a la posición clave. A cambio de dos peones las blancas


disfrutan de un buen desarrollo, y las columnas centrales abiertas
dan temas de ataque sobre el cenrralizado rey.

Obsérvese la manera tan espectacular en que el blanco remara la


partida. 8 .1 .t.
7 i Í i
14. Dd8+, ... 6 Í

La dama blanca se sacrifica. ¿Por qué? El equipo torre­alfil actua­ n .Q. ll


n:I mortfferamente en la columna y la diagonal abiertas. d " f g "

Las negras no tienen más remedio que aceptar la dama.

14 .... , RXd8
15. AgS+, ...

¡Magnífico! Las dos piezas blancas que dan jaque (alfil y torre) es­
tán atacadas por la dama (el alfil, también por el caballo), pero nin­
guna de ellas puede ser capturada porque con ello no se eliminaría
el jaque.

La única opción es mover el rey.

15 .... , Re8
16. Td8+ +
jaque mate

Moraleja: No conviene capturar peones que pongan en peligro la


seguridad del rey. a b e d e f g h
La u¡wrtr,ru f.• 1/IJ

RESUMEN: unidad 6

La ocupación del centro con peones permite asegurar el control de


casillas vitales e Impide su utilización por las piezas contrarias.
• En la disyuntiva de capturar una pieza con dos peones, conviene hacerlo llevando
hacia el centro el peón que captura.
• El avance de los peones centrales es favorable, pero sólo a condición de tener la
Iniciativa y de contar con un apoyo adecuado de las piezas mayores.

El enroque cumple dos objetivos esenciales: la seguridad del rev v la


comunicación de las dos torres.
Proporciona buenas posibilidades de ataque imposibilitar el enroque del rey contrario,
lo que puede hacerse de dos maneras:
• Obligándole a mover con un jaque o una captura.
• Estorbando su paso hacia el tlanco con la acción de una pieza.

Mantener el rey en el centro demasiado tiempo suele tener efectos


catastróficos. Por eso conviene enrocar pronto.

Una de las manñestaciones


más vlstosas, ·coloristas y
munhudlnerías del ajedrez son
las llamadas partidas ­vlvas­,
en las que personas ataviadas
con 1rajes de época ocupan el
lugar de las plezas. La escena
corresponde a una de tales
parudas, que se celebra el
primer domingo de sep1fembre
de los años pares en la gran
plaza shuaca ante el Castel/o
da Basso de Marostlca, una
pequei'la población del Vénelo
(llalla) que conserva aún todo el
sabor de la época medieval.
(IGDA.)
EJERCICIOS 6
Ejemplo 1 garantizarse ya que, de mover diagonal h5­e8. que conduce a
tas blancas el caballo de 13. su rey. Al avanzar sus peones a
Como se sabe, avanzar un pueden recibir Incluso mate. Por 16 y h6, han facilitado un
peón en el centro no siempre ejemplo: 2. Ab2, Cc&xas ataque lateral al monarca
llene resultados positivos, sino 3. Axes, Axes 4. CxeS?, negro. Basándose en ese tema,
que puede acarrear ciertos Dxg2 mate. ¿qué podrían Jugar aquí las
Inconvenientes. Se debe Del mismo modo, en caso de blancas?. Es fácil llegar a la
evaluar unos y otros cuando se tratar de proteger el peón con idea de 1. exdS, ya que, si las
presenta el caso, como en et 2. d4, sigue 2. . .. , oxd4 negras Juegan 1 .... , Cxd5,
siguiente ejemplo: 3. Cxd4, Cxd4 y podría parecer slgue 2. Ag6 t, y el rey negro
que 4. Axb7 resuelve algo, pero debe mover a e7, donde
también el caballo de d4 puede estorbará el desarrollo de sus
toma la dama blanca. y las piezas y no podrá enrocar. SI
negras ganan una figura. Por su las negras recapturan con un
parte, el sallo 2. Ca4, después peón (por·eJemplo,
de 2 .... , Cc8xeS 3. Cd8 u otra 1 .... , cxd6), entonces fas
jugada, Cxf3+ tampoco blancas juegan 2. ces
resultaría conveniente. (preparando 3. Oh5+). Después
En resumen, 1. es pierde un de 2. .. . , fxe5 ( de lo contrario
peón y es por tanto una jugada las blancas dlspondrlan
prematura aquí. también de la posibilidad
3. Cg&, atacando a fa torre), las
blancas pueden seguir con
3. Dh5+, forzando la secuencia
Juegan blancas
sigulenre: 3. ... , 96 4. Axg6+.
Cxg6 5. Dxg6+, Re7 6. Ah4+, y
¿Debe el bando de las blancas Ejemplo 2 al retirarse el rey, el alfil blanco
avanzar el peón de e4 a eS? capturaré la dama.
Con ello ataca un caballo negro,
que deberá mover de nuevo. No
obs!anle, alejar el peón de sus
bases puede suponer un peligro
que le haga pereoer. Se gana
tiempo y espacio por el
momento, ciertamente, y no
serla de despreciar la poslbllldad
de que el caballo de las blancas
fuera a e4 más adelante, ya que
ese serla una casilla conveniente
para él. Pero después de 1. as,
Cg4, el peón queda atacado por
tres piezas: los dos caballos Juegan blancas
negros y et alfil de g7. Su
supervivencia no puede En este caso, ademas de haber
hecho jugadas, en genera!.
poco ullles para el desarrollo
de piezas, las negras han
dellililado gravemente la
EJERCICIOS 6
Problema 1 Problema 2 Problema 3

Juegan blancas Juegan blancas Juegan blancas

En esta posición, las negras Este problema es muy parecido E;sta vez la debilidad negra que
han efectuado el avance e6­e5 a uno de los ejemplos de esta puede convertirse en tema del
en su última jugada, y las unidad. Hay que especular con ataque blanco es el peón de tr.
blancas tienen la posibilidad de el jaque de la dama blanca en Se debe aprovechar el factor
avanzar su centro de peones. h5. Es importante abrir paso a la . de disponer. de un alfil blanco
Por otra parte los peones dama blanca lo antes posible, en c4, apuntando hacia e·se
negros, y en particular el de e5, aun a costa de sacrificar peón, Junto a un caballo que lo
·careeen de protección material, para aprovechar el ..observa­ desde g5, para sacar
suficiente, por lo que hay que avance erróneo de tos peones provecho del posible ataque
llegar a la conclusión de que negros del flaoco del rey en doble (a la gama y a la torre
las negras han cedido plena apertura y sin enrocar, del rey de las negras) que la
demastado espació en la que han dejado a su rey en captura del peón de 17 por el
apertura, y que el avance del situación más que precaria. La caballo produciría. Por otra
peón se ha hecho a destiempo maniobra que debe encontrar parte; es preeíso.avanzar el
y sin gar¡mtias. Otro terna con consigue ventaja material peón de d5 para que el alfíl
el que se puede especular es decisiva, con posibilidades de .,(legue• hasta 17. Dicho avance
la pobre posición del caballo mate. La diferencia entre la combina las anteriores
negro de c6: de verse obligado seguridad de ambos reyes, con amenazas con otras derivadas
a mover, solamente puede optar el rey blanco enrecado y el de la presencia de la torre
entrs Ir a as o volver a su negro en el centro y sin blanca en la misma columna
casilla Inicial. Con estos datos, protección, resulta evidente. que el rei¡ negro desenrocado.
aoalice las diversas Los elementos de la
posibilidades que ofrece el combinación, pues, están
juege blanco y encuentre· la dados. Señale la secuencia
jugada más fuerte. correcta de jugadas.
EJERCICIOS 6
Problema 4 situación del rey negro se va a es también el encargado de
hacer critica, cuando la dama proteger el punto es, y puede
blanca Irrumpa para colaborar sospecharse que no podrá
con el caballo de d5 en una cumplir adecuadamente tantas
amenaza de jaque mara. misiones.. En efecto, el centro
cae y las blancas ganan
cuando menos un peón.

Problema 7

Jueg.an blancas

Las negras acaban de mover


Juegan blancas
su caballo a ea, amenzando
capturar el caballo central ¿Pueda encontrar las Jugadas
blanco de e5. Pero el otro
claves?
i:aballo negro está en h6, en
s,tuao,ón muy precaria Un alfil
blanco podrla capturarlo, dejar Juegan blancas
en penoso estado la Esta posición es algo más
configuración de peones negros Problema 6
compleja. Se trata de nuevo de
en el flanco de rey. La dama dar jaque con la dama en h5,
branca podría entonces lrrumplr J. simplemente para evitar que el
peligrosamente. Es preciso
rey negro atcance la segundad
calcular bien las opciones
del enroque, Para ello hay que
defensivas de las negtas para
lograr previamente dos cosas;
evitar ·que el ataque blanco l Jk l que el caballo negro de f6
queda en agua de borrajas. 4 ft ~ ~ desaparezca. y que el caballo
Busque la solución más
favorable.
3 11. ti' blanco de f3 salte ganando
2 1t tiempos con el planteamiento

n de alguna amenaza La plsta


en este caso puede ser el
Problema 5 a b e d o
hecho dé que en es las negras
llenen un caballo protegido por
El enroque negro ha quedado Juegan blancas
un alfil, pero que no puede
baslante desprotegido como
mover sín deJar Indefenso a ese
consecuencia dei movimiento En esta posición. el enroque de
mismo alfil. Por ahí vier,e le
del peón ,g­. que se ha las negras Cl!(ece de protección
solución para establecer el
desplazado a ·f6> para.capturar suficiente. La clave da su
salto más conveniente del
una pieza blanca. Pero ahora la defensa reside en el peón de
caballo de 13.
16, que. tapona la columna •f•
para que la dama blanca no
penetre por ella. Pero ese peón
SOLUCIONES 6
Solución 1 Solución 4 Solución 6
1. dS gana al menos un peón. 1. Axh6, CxeS (SI 1 ..... gxh6 1. Cxa5, ••• (Gana un peón
ya que si 1 •... , Cd4 seguirá las negras deberían aceptar, cenlral importante). Las negras
2. Cxd4, ex.d4 3. Dxd4. SI después de 2. Dh5+, RdB no deban tomar el caballo por
1 .••. , Cb8, entonces 2. fxeS, 3. Cf7 +, la pérdida de una 1 .... , txas 2. 017+, RhB
dxe5 3. Cxa5. Peor todavía es torre). 2. Axg7 (Atacando la 3. D.97++ (o Ag7++).
1 •..• , Ca5 por 2. b4, que gana torre y el caballo). 2•••• , Cg6
el caballo por un peón. 3. AxhB, Cxh8 4. Dh5+, Rd8 Solución 7
5. Dxh7, con ventafa aplastante
de las blancas. 1. Axl6, gxl6 2. Cd4, ...
Solución 2 (Ahora se presionan los puntos
débiles de las negras. La dama
1. CxgS gana por la amenaza
blanca dará en h5 un jaque
Oh5+. SI las negras replican 1. que nadie puede cubñr. y sl el
... , fxgS, entonces 2. DhS+, caballo negro toma en d4. el
Ra7 3. Axg5+, gana la dama alfil blanco tomará a su vez, en
negra. b7, atacando. de poso la torre,
lo que sería ganador)
Solución3 2 .... , Axd4 (si 2 ..... 0·0­0
3. Ae6 ganaría la dama por un
1. d6, cxd6 (llnlca para no alfil, ya que ésta no podria
perder el alfil de e7) 2. Cxf7, abcdofgl> retirarse so pena de dejar
••. gana la dama negra o la Indefenso a su rey) 3. DhS+,
torre de hB, También es una RdB, y el rey negro ya no
contínuaolón muy electiva Solución 5 podrá enrocar en esta partida,
1. Cxf7, Rxf7 2. d6+, s~ulda quedando en el centro en grav.e
de 3. llce7, que deja al rey de 1. Dh6, ••• (Plantea la amenaza peligro. Tras 4. cxd4, ••• las
las negras en una situación de 2. Cxf6+. RhB 3. Oxh7 mate). blancas cuentan con mucha
gran peligro. las negras Juegan 1 .... , RhB, ventaja.
pero después de 2. Cxf6 sólo
pueden retrasar el mate
sacrificando Inmediatamente la
dama por al caballo.
UNIDAD 9
En la batalla que sostienen las piezas blancas y las
negras sobre el tablero de ajedrez, se establecen
relaciones de equilibrio precario o de predominio, que
pueden variar con las diferentes maniobras y capturas
de material, en especial en el caso de los cambios El balanc~ de material
iguales o desiguales de piezas, y de los sacrificios. • Los cambios de material:
conveníentes e
ínconllenientes
• Los cambios heterogéneos
• Los sacrl ricios
Resumen
• Unidades 8 y 9
Partidas famosas
• Castigo sumarísimo
Londres, 1870
Ejercicios
• Ejemplos y problemas
Soluciones
El balance de
material
Al comienzo del Curso se estableció ya el valor relativo de cada pieza
(peón un punto, caballo o alfil tres, torre cinco, dama diez, tenien­
do el rey un valor infinito). Aunque estos valores son meramente
indicativos, resultan fiables en el 95 % de los casos. Por un lado,
el jugador necesita tenerlos en cuenta para saber sí una serie de cap­
turas sucesivas por parte de ambos bandos favorece o no a sus inte­
reses; por orro lado, estos valores no han de prevalecer sobre los
superiores intereses de la partida (especialmente la seguridad del rey),
que pueden llegar a convertirlos en un cálculo absolutamente inú­
til. En ocasiones el espíritu triunfa sobre la materia, lo cual reviste
al ajedrez de una belleza especial.

Los cambios de material: convenientes e inconvenientes

Si se observa la situación del diagrama, se puede apreciar que las


blancas, a quienes les corresponde el turno de juego, tienen la oca­
sión de entrar en una serie de cambios de material.

Posición de partida

El análisis muestra la posibilidad de bifurcaciones en diversas va­


riantes o. alternativas (en función de cómo jueguen las blancas), de
una cierta complejidad.

El bando blanco se ve obligado a decidir si se adentra o no por el
camino de los cambios de piezas. Los espíritus medrosos suelen re­
huir los cambios por sistema, pero evidentemente ese no es el cami­
no para progresar en ajedrez. El jugador debe acostumbrarse al cál­
culo preciso de las distintas posiblldades que pueden aparecer sobre
el tablero, y adentrarse sin miedo en las complicaciones cuando ha
establecido que su resultado final será posluvo. Hay que valorar si
la variante merece la pena y, si con ella se obtiene ventaja, no dejar
pasar la oportunidad de lograrla. Pero para estar seguros, es nece­
sario aprender a valorar bien el resultado final, partiendo de los
valores de las piezas que ya conocemos.
f· I 1111f111n ~ ,!;: 111afe1 iul

En este caso la variante es la siguiente:

l. Txc6, ...
8
7 •••
1 t

s
4

3 11
El cambio de una torre (5 puntos) por un caballo l3 puntos) no pa­ 2 ft
"tte ofrecer interés. ¿Por qué motivo, pues, las blancas podrían es­
U3r interesadas en el mismo? a b e d o I g h

El alfil de e5 está defendido por el caballo de c6; por 1an10, l. T­xe5


no resulta atrayente. Pero al capturar el caballo con la otra torre,
.as blancas calculan la siguiente maniobra:

J .•.• , Txc6
2. TxeS, ...

Se han ganado seis puntos (e.aballo + alfil) contra cinco (una torre).

Hasta aquí el razonamiento de las blancas es plenamente correcto,


pero la cosa no es tan fácil. Las negras, de entre las réplicas dispo­
nibles a l. Tx c6, escogen una contestación aparentemente mucho
mejor que l. ... , Tx có.
l. ...• Axg3

la típica captura intermedia, así llamada por ir intercalada entre


dos jugadas que aparenternerue debían.seguir una a la otra (en este
caso J. Txcé y l. ..., Tx c6). a b e

Esrn jugada de las negras parece cambiar radicalmente la situación.


Contra 2. DXg3, ... , si sería buena ya 2 .... , Txc6 (ver posición
en el diagrama).
Posición después de
2. Dxg3, Txc6

E cambio intermedio del alfil negro por el caballo (igualado) ha


dejado el balance do material nuevamente en un cambio de torre
blanca por caballo negro, desfavorable para las blancas.
l­/ b11/11flL'C Je 11/UWl/11/

Pero también las blancas disponen de capturas intermedias:

2. Txc8, ...

, Axg3 y 2. DxgJ, dejando mo­


Esta captura se intercala entre l. ...
memáneamente a las blancas con otra ventaja (una torre en este caso}
y, en caso de 2 .... , Dxc8 3. Dxg3, con ventaja sustancial también
de las blancas. un alfil en este caso.

La idea l. 'Txc6 parece de nuevo reivindicada, pero las negras si­


guen con más capturas intermedias; ª7 •n• •
2.... , Ax fl 6 1
5 Í
4
3

Tras esta captura de la pieza blanca más poderosa, no cabe duda


respecto de qué pieza negra conviene capturar a continuación.

Las blancas toman, en justa reciprocidad, la dama negra:

3. Txd8, ...

Esca captura decide ya definitivamente quien va a quedar con ven­


taja. Se observa que el material existente sobre el tablero en el mo­
mento presente favorece a las blancas, quienes tienen una torre de
más.

Las negras pueden recuperar momentáneamente esa desventaja cap­


turando cualquiera de las torres blancas, pero siempre les quedará
una pieza atacada que las blancas tomarán, ya sin posible represa­
lia; bien se trate del alfil de f2, capturado por eJ caballo de h3, o
del caballo de d6, capturado por la torre de d8. s
4
3 .... , Ax et
4. Txd6, ... 3

Las blancas quedan con un caballo de ventaja. a b e d • , 9 h


e;¡ balance de 11/UICJ'fttl

Evidentemente, sien la primera jugada las negras hubieran acepta­


do la torre blanca ofrecida en c6, su desventaja no hubiera sido tan
grande. Esto sólo demuestra que, en este caso concreto, entrar en
la dinámica de las capturas intermedias era perjudicial para las ne­
gras. En otras ocasiones puede ser bueno, y lo que se debe hacer
es procurar calcularlo todo con la mayor exactitud, basándose en
el baremo de puntuaciones habitual. Si la posición no ofrece algu­
na compensación, un solo peón puede decantar la partida; y con­
seguir más de un peón, o un punto de material, resulta casi siempre
decisivo.

Obtener tras algunos Intercambios de piezas dos o tres puntos


de ventaja de material según el recuento convencional, si no exls­
te compensación, debe ser suficiente para ganar la partida.

Los cambios heterogéneos

En el siguiente ejemplo, muy animado y con muchas variantes que


obligan a un constante recuento del material, existen también cap­
turas intermedias, si bien las piezas que toma un bando y las que
toma el otro son de valores distintos.

Analicemos la posición q_ue aparece en el diagrama:

Posición de partida
5
4

3
Las negras, que tienen un peón de más, acaban de mover a d5 el
caballo g ue tenían en b4; este caballo y el alfil de a5 amenazan el
caballo blanco de c3, y el alfil capturaría la dama blanca si el caba­
llo se retirara. ·a b e d • f g h

Las blancas deben buscar el mal menor; juegan y consideran lapo­


sibilidad de entrar en los cambios que siguen:

l. CxdS, •..

La situación se com_Rlica muchísimo tras esta captura.


El l>IJl,11 N.' ik mate ria!

Si las negras toman el caballo, la dama blanca capturará el alfil en


as. De modo que la sigulerue Jugada negra, además de buena, es
obligada.

l ..... Axdl
i. Cxc7+, ...

El rey negro debe tomar una determinación: si mueve a f8, la torre


de h8 no prcregcrú a su compañera, que será tomada por el caba­
llo; pero si mueve a e7 o d8, el caballo de f6 quedará inmovilizado
por el alfil de g5.

Las negras calculan que esta posibilidad no es tan grave como la


anterior.

2 .... , Jlc7
3. cxd6+, ...

De nuevo una captura intermedia, apoyada en la mayor compul­


sión posible en ajedrez: la amenaza al rey.

Aunque se trata de un cambio igualado de peones, la situación del


rey negro se hace más insegura.

J.... , llxdG
4. Cxa8, AXgS
s. Cxgs •...
6n su jugada cuarta las negras hubieran podido optar por ... , Tx a8,
pero entonces hubiera caído el alfil de d2. Realizaron la captura in­
rermedia del alfil blanco de g5 con la esperanza de tomar luego el
caballo de a8.

Pero ahora el otro caballo ataca la dama, que debe mover y no rle­
ne manera de privar al caballo blanco de aS de su única escaproria
por b6.

5 ... , Of8
6. Cb6, Rc7
7. Cxd7, ...

Las negras retornarán ahora el caballo. Pero esto plantea una cues­
tión interesante: ¿eon qué pieza deben hacerlo?
El balance de 111111,•rlul

No se debe creer que da lo mismo hacerlo con el caballo o con el


rey. En caso de 7 .... , Cxd7 seguiría 8. Ce6+, con ataque simultá­
neo a la dama y al rey. Bsto dejaría con gran ventaja de marerial
a las blancas. Con 7 .... , Rd7, en cambio, esa ventaja no se da.
Después de que las blancas realicen su próxima jugada (como
por ejemplo 8. Ac4), podremos establecer ya el recuento de los pun­
tos ganados y perdidos a partir de la posición inicial, en la que las
negras tenían peón de ventaja.
He aquí el recuento del material intercambiado: las blancas han
capturado una torre, dos alfiles, un caballo y dos peones, dieciséis
puntos en total. Las negras han capturado la dama, un alfil, un ca­
ballo y un peón, en tOUII diecisiete. Las negras han perdido piezas
ligeramente menos valiosas y han salido ganando, por tanto. Pero
tan sólo un punto, que hay que añadir al que ya llevaban. Por otro
lado, el rey negro y en parte también la dama están en situación
incómoda­

Una pequeño ventnJII de material, de un peón o análoga, puede


ser compensada fácilmente por la mala sltuulón del rey del ban­
do fuerte o de otras pleut.. En estos casos, el bando fuerte sue­
le devolver el ma1erl1l quo lleva de ventaja si con ello consigue
equl!Tbrar la posición.

De todas maneras las blancas quieren considerar, en la posición ini­


cial, la posibilidad de efectuar otras jugadas que resuelvan sus pro·
blemas de forma más satisfactoria. Existe otra jugada, posiblemente
mejor, que también Implica diversos cambios heterogéneos de ma­
terial:

l. Ac4, Axc3

De lo contrario, las blancas desmontarían las amenazas negras. Con­


tra l. , 0­0 por ejemplo, resultaría una jugada muy efectiva 2.
Ax f6, , quitando apoyo al Cd5 que cubre el rey y a fa dama.

Las blancas prosiguen las hostilidades con una amenaza directa al


rey negro.

2. Tdl­el+, ...

Como las negras han capturado el caballo, se trata de intentar


complicarles la vida al máximo con el objetivo de recuperarlo.
De ahí este jaque intermerdio. Y, en efecto, la próxima jugada
de las ne!l@li será un error.
Inmovilizar un alfil delante del rey, con l. ..., Ae6, hubiera conlle­
vado ciertas di flculrades, pues la defensa del caballo de d5 se vería
debilitada. Pero la jugada elegida es aún peor.

2 .... , Rd8'!
3. AXdS, ...

Ahora el inmovíli.zado es el caballo de f6. Por otra parte, la dama


negra resulta atacada tras esta captura intermedia no menos de lo
que lo estaba la dama blanca.

La opción 3 .... , Dxd5 permitiría el jaque 4. Axf6+, ... , tras el


que caería también el alfil de c3, de modo que hay que transigir
con el cambio de damas:
3.... , Axdl S •.• , Rc8
4. Axf7, Axeí Forzud«
S. A X f6+, ... 6. Axh8, ...
Jaaue intermedia

Las blancas quedan con un alfil de más. La situación está ganada


por las blancas que tienen material de más (dos puntos) no com­
pensado. a ~ e d • 1 g h

Evidentemenre, las negras no jugaron bien. Disponían de una se­


...
a I
gunda Jugada mucho mejor. Era esta:

2 .... , Rí8
3. Ah6+, ...
•t
t

!.
J"q11e l111er11111dlo
3 .... , Rg8
fi
Ahora las blancas, en caso de jugar 4. Axds, Cxd5, quedarían
con un alfil y un peón de menos por nada. Lo mismo tras 4. CgS,
Axd2 5. Cxl7, Ax el. e d o , 9 h

La jugada que escogen finalmente, suponiendo que no resulte tam­ 8 •


poco suficiente para ganar, al menos no pierde:
7 :t.
4. Dxc3, Cxc3
s. Axn+, Rxn 5
6. CgS+, Rg8 4
3

Las negras tienen un caballo y un peón de más y, si les tocara mo­


ver ahora, escogerían entre CdS, que impide a la torre de el llegar
a el, y Ab5, que da una especie de jaque a la torre de ñ.
L.I h.iW11 :!,• 11111t,.•11ül

Pero es el turno de las blancas y Jo aprovechan para obtener com­


pensación por los puntos materiales que llevan de menos.

7. Te7, AbS
8. Tg7+, Rf8
Forzado
9. Txc7+, ...

¿Jaque? Sí, con el alfil de h6 «en descubierta» (pues la torre almo­


ver descubre el alfll que tenia detrás).

Pese a ir perdiendo un caballo, gracias al ataque al rey las blancas


8 •
tienen razonables posibilidades de intentar ganar.
1
9 .... , Rc8
10. Tel+, ... 5

Las blancas disponían de otras continuaciones atractivas, como Cf7, 3


o Ag7 que se asemejan por ir ambas tras los cinco puntos de la to­
rre de h8, o también podían limitarse a capturas modestas, como
Txb7 o cxd6. No obstante, estas jugadas no acababan de resolver
sus problemas, pues la torre blanca de íJ se halla atacada asimismo.

Por ese motivo deciden ante todo retirarla dando jaque; pero [cuí­
dadol, conviene recordar que uno de los modos de defender unja­
que es cubrirlo con pieza, y que ésta puede, en ciertas ocasiones,
dar jaque a su vez. Es lo que va a suceder ahora.

10 ....• Ce2+
U. Rh2, ...

Tras U. Rfl , Rd8 (atacando la torre) 12. Txb7, ... (u otra jugada
de esta torre), Cc3 +, el caballo, liberado ya de la defensa de su rey,
se zafarla permitiendo al alfil de b5 dar jaque. nbcdefgn

Esto es lo que las blancas quisieron evitar al no colocar su rey en fl.

11. ..•• dxc5

La situación negra era sumamente inestable. Tenían en peligro el


caballo de e2, precariamente sostenido; el peón de b7. así como el
de d6, débiles, y .una situación del rey sumamente delicada, en el
centro del tablero (perdieron en su momento la ocasión de enrocar).
Johann H.
Zukertort
PARTIDA
El primer oendldBto oficia/ al ti·
Castigo sumarísimo
lulo de campeón del mundo·de
11/edrez nar;f6 en 1842 en i.u­
Partida jugada en Londres, 1870
btin, Polonia, pero fue Ingles
duranta la mayor parte de su Blancas: Johann Zukertert
vida. Zuke<rOfl. resulta sin du­ Negras: De Vece
da un ejemplo acabado y ex»
mio de fiambre universa/ y
po/ifácetico. Fue militar de pro·
l. e4, es 8. Cd4­b5, ...
lesión. excelente en todos los
aspectos del deporte (equita­
ción, tiro, na/acl6n}. poliglota.
La defensa slclliana era muy
poco Irecuenre hace ciento
frecuefl/ador de los salones
elegantes. aventurero, experf·
veinte anos. y a sus practican­
menrador de novedades, due­
tes se les consideraba poco
/fsta, apostador, culto y román·
menos que excéntricos. En
realidad, es u.na defensa tan
tico, y con una extraordinari¡¡
compleja que cualquier mini­ ,:t
facilidad para el ajedrez.
mo desliz. puede ser castiga­ _._...:
7ras conseguir e,xtraordlnarios
do de forma implacable.
éxitos en el ¡uego ciencia. Zll­
kerlDft declaró que no veía mo­
Uvos pa1a seguffte sopo,tando
2. CfJ, Cc6
al auslfohüngaro afincado en
3. Cc3. e6
4. d4, cxd4
lngfaterra Wllhelm Steinitz su
S. CXd4, a6
pretensión oficiosa de ser el
El sacrificio temporal de un
campeón del mundo. En diver­
Impide el salto de alguno de caballo permitirá al otro lle­
sas sedes de Estados Unidos,
los dos caballos a b5, desde gar a d6.
enrie ellas Nueva York. Fila­
delfia y San luis. se celebro en
donde podria amenazar dar
jaque en d6, o capturar la 8 .... , ax bS
1886 el esperado matc;h Stei­
dama si ésta se instala en c7. 9. cxes, Das
nitz­Zukertort. Stelnltz gan6 la
primera partida y Zukértort tas
6. Ae2, Oc7 Esta jugada no es muy útil,
ouatro sigufentes, por lo que el
7. 0­0, Cge7 pero peor seria Dd8. que per­
tltulo.parecfa al alcance de su
mitirla el mate en una jugada.
meno, No fue así. y acabó su· El error ha aparecido ya. 7.
perado por el s6/Jdo y clentífl.
co estilo de su adversario (10
... , Cf6 7 .... , Ac5 y 7 .... , d6 10. Ad2 ....
a 5 tiictorias, y 5 tablas). Zllker­
serian, entre erras, posibilida­
des normales de esta defensa. Las blancas no dan jaque con
torr qued6 tan dasmoralizado
Pero los negras no pueden el caballo en d6 todavía, pues­
que en adelante sólo pudo lo­
bloquear de este modo el al­ 10 que si las negras jugaran la
grar resultados medfocres en
f'il de rey en una ocasión tan dama a a6, por ejemplo, se­
torneos, En 1888. cvando fuga·
temprana sin exponerse a ría más práctico darlo en c7.
ba una partida en el Slmpson's
consecuencias muy desagra­ Por eso la siguiente jugada es
Divan da Londres, cayó so.bre
dables. forzada.
el tablero fulminado por una
hemorragia cerebral.
IIIWJI JI{}ª defensa siciliana en el siglo
pasado
lO ...., Ob6
U. Ae3, DuS l:s defensa 1.... , c5 es considerada hoy en· dla como la más
12. Cd6+, Rd8 Interesante, bien que compllcsds, respuesta de tas negras
13. Cx f7+, Re8 contra la apertura del pMn de rey. Es et arma favorita de.
Infinidad de Jugadores, desde los principiantes hasta et
Y ahora 14. Cx h8 dejaría a campeó(! del mundo, que la domina como un auténtico
las blancas con cuatro puntos virtuoso. Pero quizá resulte sorprendenre saber que un jugador
de más. Pero Zukertort aspi­ tan potente como Pat1I Morphy IB consideraba errónea y
ra a una ventaja todavía más Juzgaba severamente a sus practicantes como poco menos quiJ
radical. corruptores de la noble belleza del juego clásico, el que se
de$Brrol/a a partir de 1. 84, e5.
14. Cd6+, Rd8 ¿Cómo es poslblo que a travds de varios siglos subsistiera un
15. C.c4, Db4 prefu,cloran evidente? En primer lugar, en el Juego tlpicoque
ss ob//sne en muchas variantes de la defensa siciliana, las
La dama quiere mantener el negras debon estar dispuestas a defenderss con habilidadde
control de d6, debido a que, violentos ataques con amenazas de mate, y a preparar el
contra J 5 .... , Da4, por ejem­ contrB11taq11e cor, svt/les maniobras estratégicas qua en
plo, las blancas­pueden jugar ocasiones llegan a Inspirar la imagen del paseo si borde del
también 16. Ab6+, Re8 17. abismo. A menudo un solo paso en falso equivale a
Cd6+ +. Pero la defensa de despeflarsa sin remedfo. tal como te suced/6 e De Vere y
ese punto d6, que garantiza la desde enronces a muchos otros jugadores de menor categoría.
supervivencia del rey, puede Solo a rravés de la supervivenc/8 a innumerables derrotas (a
ser anulada por las blancas. defensa siciliana he logrado re/vfndicar su buen nombre frente
a los prejuicios de Morphy y de otros Jugadores. Es, sin duda,
16. ll3, ... una defensa correcta y muy popular hoy en díapor su
contenido da lucha y su sutileza.
8 •
Una partida de efadrez en un de F. Kaskelln (Museo de
café vísnés, en 1897. Dibujo la Ciudad. Viena).

Tras esto ya no hay remedio.

16 .... , Dxc4
17. Axc4, ...

Con seis puntos de desventaja,


las negras se rindieron aquí.
El oala,1re /, rrhllcru,I

Así que ... , d x c5 no es una mala defensa, pues de momento. este


8 •
peón quiere hacerse valer, y jugar acuvamerue es la única forma
de intentar salvarse cuando, como en este caso las negras, un ban­ 7
do se halla en serio peligro de perder. 6 1
5
12. en,Tgs
4
13. Cd6+, ...
3

Para eliminar al alfil de b5, defensor del caballo de e2. a b e d e

Pero el rey negro mueve efectuando un ataque intermedio a la torre.

13••..• Rd8
14. CxbS, nxb5
15. Txc5, ...

El recuente del material nos indica que las negras tienen aún tres
puntos de más, pero las blancas confían en su ataque al caballo de e2.

La siguiente jugada negra trata de evadirse de dicha dificultad. pero


no será el fin de todos sus problemas, pues todavía hay otras ame­
nazas.

15.... , Te8
16. A¡¡S, ...

El caballo no puede mover porque dejaría descubierto al rey, que


no puede dejarse capturar jamás.

Por conslguierue, Las negras deben buscar Jugadas defensivas for­


zadas,

16 .... , Tn6
11. Tus, ...

t

También esta jugada resulta muy fuerte. Si el caballo de e2 mueve,


las blancas juegan IS. Tx.e8+, y esta torre no resulta capiurabíe
por le caballo ni por el rey (el rey jamás puede dejarse matar). Peor
aún resultaría 17 .... , Ta6­e6 18. Tel xe2, y también el caballo negro
de f6 estaría perdido. h
1:.1 b,1!,11rcr:clr 111a1,,r111I

En vista ele ello, las negras se avienen a un cambio ele torres que,
al menos, les permitirá salvar UDO de los dos caballos.

17.... , TxeS 18. dXe5, lte8!


Muy bueno ju.goda

Parecía lógico salvar en seguida uno de los dos caballos (el de e2,
único que podía mover sin dejar indefenso a su rey), pero tras 1.8 .
... , Cc3 19. ex f6, el rey negro tendría el paso cortado hacia el peón
de f6, peligrosísrrno pues amenazaría convertirse en dama dentro
de dos jugadas.

Ahora el rey acude a controlar el peón blanco avanzado,

19. exf6, Te6


20. g4, fxg4
21. hxg4, Cd4

Tras el intercambio igualado de peones, las negras proponen otro


intercambio igualado de torres. Las blancas no tienen que aceptar­
lo ahora obligatoriamente, pero les será difícil esquivarlo.
La ventaja blanca es re­di mente muy pequeña. Haciendo el recuen­
io del material veremos que las puntuaciones están igualadas.

Volvamos ahora a la jugada 12 de las blancas para comprobar si


tenían una opción mejor a su disposición:
7

.12. Ag7, Cd5


13. Tx b7, Tg8

Nuevamente, con todas sus piezas comprometidas las negras jue­


gan la baza del contraataque, La torre de b7 amenaza tomar el alfil
de b5. iras lo cual cae el caballo de e2 (un cambio de alfil y caballo
contra torce es similar a la ganancia de un peón). a b Q d

Pero no podrán hacerlo mientras tengan que defender el alCíl de g7.

14. d xc5, Rd8


15. Cxh7, Tc8

En el proceso de reagrupamiento de sus piezas, las negras han tran­


sigido con nuevas pérdidas de peones, pero aun mantienen una li·
gera ventaja de material (un punto, diferencia entre un caballo ­y
dos peones), y la torre de b7 sigue pendiente del alfil de a.
¡.;¡ 1>,,/1111, ,• d,· 111olt•r111/

Las blancas se proponen resolver ese peligre con su próxima jugada: 8


7
, .......­­
16. Cf6, Txg7
17. TXg7, Cxf6
18. Txg6, Re7

A través de estos últimos cambios, las negras han mantenídc su pun­


to de ventaja. El material sobre el tablero es heterogéneo pero de­
bemos considerar que las piezas negras tienen un valor ligeramente
superior.

No obstante, como las torres blancas están activas y siguen plan­


teando ciertas amenazas, la partida se mantiene tensa.

19. b4, Rn
20. TgS, Re<i

Con difícil pronóstico. En resumen, a través de todos los análisis


efectuados, se comprueba que las posibilidades de las blancas tras
l. Ac4, no son inferiores a las que tenían tras l. Cxd5.

En ocasiones, a través de las dlvel'Stls amona:As y maniobras.


so entrecruzan las posibllldades do mejorar la posJclón y las de
ganar o pord&r material. Un factor pesa mlla o menos qua el otro
•egün IO!; casos, pero ambos deben ser tonldoa en cuanta.

Los sacrificios
Hay süuaciones en que el material no es tan importante corno las
oportunidades que se pueden presentar, en particular si hay oca­
sión de dar mate.
Veamos a continuación una posición en la que eso es justamente
lo que ocurre:

Posición de partida

Las blancas deben jugar, y la última jugada negra (t7­f6) ha


constituido un serio error, al debilitar seriamente la posición de
su rey; este peón debía.permanecer inmóvll para ofrecer la
mejor defensa.
LI batanr« <Ir: niutrnut

Su movimenro permite a las blancas un sacrificio considerable


de material (al menos en apariencia): la diferencia entre una
dama y un alfil (siete puntos).

l. Dxg6+, bxg6
2.. 1'118+, ...

La posibilidad de esta jugada (y la siguiente) es lo que las blancas


buscaban con su aparente sacrificio (aparente puesto que en reali­
dad pretenden la infinita ganancia de material que significa el ja­
que mate o captura del rey negro). I g h

El rey negro no tiene escapatoria posible.

71­­­­<"''­
2 .... , Rf7 6 ­P"­­
3. Thl­h7 mate
4

El mismo mace hubiera seguido a 2 .... , Rg7.

Las blancas han renunciado gustosas al material (su dama en este


caso), ante la posibilidad de dar mate. Su juego hasido profunda­
mente lógico pero no por ello menos insólito, ante la evidencia de
que el 99 11/o de las vetes no conviene cambiar una dama por unalfil.

Se denominan sacrificios de materlai Jugadas que no represen·


tan en realldod un sacrlílclo auténtico más que de forma tempo·
ral, puesto que pretenden recuperar el material entregado o dar
mate poco después.

Estos sacrificios, .aparentes en realidad, constituyen probablemen­


te el elemento más artístico y atractivo del juego del ajedrez, y son
ejemplos del triunfo antes mencionado del espíritu sobre la mate­
ria. Veamos otro (laso.

Posic.ión de l}llrlida

Esta vez juegan las negras, y poseen varias piezas (la torre de g5,
los dos alfiles y, aunque no lb parezca a 'primera vista, la dama)
que pueden confluir sobre el rey­ blanco.
k/ tnüancc d,• '111Jt,·1·ial

Nuevamente, para acabar con el rey se realiza una jugada aparente·


mente errónea consistente en un cambio que hace perder cuatro
pumas:

l. ... , Txg3 +
2. fxg3, Ac3+

La torre dejó paso al alfil y éste hace lo propio con la dama. Todo
ello es sencillo, en realidad, pero se supone que para las blancas
fue inesperado.

Tras la siguiente jugada blanca, sea cual sea la pieza que cubra en
f2, habrá maie.

3. Afl, Dhl + +

Esto era forzado tras el cambio de la torre por el peón. Por otra
parte, en caso de no haberse aceptado el presente griego de la torre,
2 .... , Af4 hubiera llevado también al mate, a b e d o

RESUMEN: unidades 8 y 9

No deben moverse sin sentido las piezas, sino trazar planes para varias
Jugadas y con la partlclpactón de distintas piezas.
Los objetivos pueden ser muy variados:
• Ventaja de desarrollo.
• Lucha por la iniciativa y dominio del centro.
• Ataque a peones o piezas débiles.
• Reagrupamiento defensivo de las piezas propias.

L · En los Intercambios de material conviene guiarse por la tabla Indicativa


de los valores de las pleus.
• En las recapturas conviene meditar en la posibilidad de jugadas intermedias que
cambien la valoración de la posición, a favor o en contra.
• una ganancia, incluso mínima, de material sin compensación suele determinar el
triunfo en la partida.

E1 sacrificio de piezas &e Justifica cuando permite el ataque directo


decisivo aJ rey enemigo o cuando entraño la posterior recuperación de
material con ventaja.
EJERCICIOS 9
Ejemplo 1 que si las blancas toman ahora Ejemplo 2
la torre de 15, ellas podrán
•liquidar• la dama blanca
8 B
forzando una posición favorable.
7 No 9$ asf, porque olvidan la 7
6 posibllldad de capturas (y con 6
s jaques al rey) Intermedias, esas s
•malditas• Jugadas qua tantas
4 ~
veces cambian la valoración.
3 Las blancas, pase a todo, 3
toman en 15: 1. Cxf5, y contra 2
1 .... , lxd2, tomar, otra pieza,
ésta con jaque: 2. Cxe7 +, .....
tras lo cual las negras deben
mover 2 .... , Rh7 (o ... , Rh8,
que es lo mismo). La maniobra Jueg•n bl•ncH
se remata con 3. TlCd2, tras lo
Cu1;1ndo pueden producirse cual, las blancas, que ya En el presente ejemplo, ciertos
Intercambios de material en ta llevaban un peón de más en la detalles son parecidos a la
partida, es preciso ser posición Inicial, han posición anterior. Las blancas
sumamente cuidadoso al acrecentado ese ventaja en tres no olvidan la acción de su
ealcutar a quién lavorecen puntos más, dama en la columna •do, y se
realmente. En ocasiones existe dan cuenta de que existe un
el peligro de dejarse llevar por alfíl negro en d7, defendido
una primera Imagen solamente por el caballo negro
­ímpreslonlsta­, por así decir. de 16. SI las blancas proceden
que no calcula realmente ro que al Intercambio de caballos en
hay. SI un bando pierde la 16, dando Jaque al rey negro, de
dama, que es la pieza mas paso consiguen un doble
poderosa y de mayor valor (diez propósito: liberar la columna ·d·
puntos) y el otro no, existe el y ellmlnar fa pieza defensora
peligro de crear que al bando del atfll de d7, El cambio en e7,
qua pierde ta dama ha de salir 1 por ejemplo, o en c7, del mismo
necesariamente perjudicado. caballo de d5 no serla ni con
a b e d • g h
Desde luego. no as asl en todos mucho tan Interesante. puesto
los casos. En esta eJemplo En efecto, han capturado que las negras. después de
sucede justamente lo contrario. material por valor de trece tomar con su torre, tendrían el
Las negras, que tienen en 15 puntos: dos torres, valor cinco, ann de d7 doblemente
una torre atacada por al caballo y un alfil, valor tres; mientras defendido, por la torre y el
blanco de d4 (recordemos que que las negras se hati limitado caballo de 18. La conllnuación
la diferencia de valor entre torre a capturar una dama, valor · preferible para las blancas es,
y caballo es de dos puntos a diez. En realidad si las negras, pues. 1. C,Cf&+, Axf& 2. Dxd7,
favor de la torre), acaban de tras 1. Cxf5, hubieran Axb2 3. T•b1, con dos puntos
mover su otra torre a d6, con la reconocido su error y de ventaja.
lalaa imagen •Impresionista•de recapturado 1 ..... Axis, su
pérdida de material hubiera sido
algo menor (una desventaja de
dos puntos en vez de tres).
EJERCICIOS 9
Problema 1 Problema 2 Problema 3

8
7
6
5

3
2

• b e d e g h

Juegan blancas Juegan blancas Juegan blancaa

Nuevamente nos encontramos Estamos ante un caso similar al La pieza negra que caerá en
con la poslbUidad de destruir anterior. Nuevamente una pieza poder de las atacantes blancas
un¡i defensa mediante una negra (el alfil de d7) tiene aparece en la posición del
captura o intercambio previo. encomendada la misión de diagrama sólidamente
la dama negra es la defensora defender a dos compañeras al defendfda, y ni siquiera está
exclusiva. de dos piezas de su mismo !lempo (las dos torres). atacada todavfa. Un simple
bando: el alfil de b7 y el Pero es difícil estar en dos intercambio de piezas deJará,
caballo de g4, atacados, sitios al mismo tiempo y en cambio, la proporción
respectivamente, por el allll cumplir eficazmente una doble atacantes­defensores en la
blanco de g2 y la dama. Pero misión de este tipo. A la relación 2 a 1 favorable a las
conviene recordar que ­no se situación del aifil (o de la dama blancas. Se trata con estos
puede servir al tiempo a dos del problema anterior) se le ejercicios de profundizar en las
señcres­, Las blancas pueden denomina .oSObrecarga•. La caractensncas de la posición y
reallzar primero un intercambio. captura de la primera pieza en las relaciones de fuerza que
y después ganar pieza. ¿Por defendida por la pieza unen las distintas piezas.
qué intercambio empezarán? El sobrecargada obliga a ésta a Después da posibles cambios
procedimiento es típico (tres un mover, dejando indefensa la de piezas, aparentemente
primer Intercambiode Igualdad segunda. Naturalmente, aJ igualados, debe percibirse ta
aproximada, la segunda pieu efeotuar una maniobra de este posibilidad de una segunda (o
queda en el aire) y nos lo tipo se debe tener cieno tercera. etc.) captura, que es la
encontraremos en más casos, cuidado con las Jugadas que dará la ventaja, pero que
por lo que conviene recordar la Intermedias del bando contrario. sólo es posible una vez
necesidad de prevenirlo. De to En el presente problema, no da ultimada con las anteriores
contrario todo parece estar lo mísmo capturar cualquiera acciones la destrucción de las
defendido. pero... •les de las dos torres. Debe evitarse defensas adversarias.
apariencias engañan•. la poslbllidad da una respuesta
táctica que da la vuelta a la
valoración de la posición.
EJERCICIOS · 9
Problema 4 Problema 5 Problema 6

a b e d e

Juegan negras Juegan blancas Juegan negras

Este ejercicio puede parecer Contra la mejor defensa de las La primera Jugada consistirá
algo más cornpltcadó. Se trata negras el botín será en esta esta vez, no en una captura,
de capturar un peón caso también un modesto peón, sino en una amenaza sobre dos
aparentemente defendido. No importante como ya se ha piezas blancas. La más
obstante, la ganancia del peón dicho. Ello es así porque en la importante de ras piezas
es legitima, por cuanto si las primera jugada se. capturará un ataeadas dispondrá de una
blancas recapturan perderán a peón, en un cambio igualado jugada que re perrnitirá
su vez un alfil. Pero la situación en apariencia. Pero, en caso de simultáneamente zafarse del
se complica cuando advertimos que· se retome el peón blanco, ataque y defender asu
que las blancas pueden una pieza negra que habrá compañera, pero ésta será
efectuar a su vez una captura quedado deblemente atacada y capturada, a pesar de todo, en
intermedia y atacar la dama doblemente defendida podrá ser un cambio aparentemente
negra. Si se profundiza en la prlvada de uno de sus desventajoso para las negras.
posición, se advertirá que las defensores. Las blancas. La clave de la maniobra debe
negras disponen a su vez de tomarán ese defensor en un buscarse en la tercera Jugada
una captura intermedia que cambio aparentemente negra, en la que este bando
tiene ya carácter. definitivo, y... desventajoso, pero tras él la capturará una pieza que habrá
en resumen todo acaba bien pieza pretendida podrá caer dejado de estar defendida. y de
para el bando que capturó el como fruta madura. esta manera obtendrá una
peón. ¿Vale la pena meditar pequeña ventaja. no por ello
tanto para ganar un peón? La despreciable: un punto· de
respuesta es afirmativa. La material.
«busca de la excetencta­ exige
que, si existe ocasión de
capturar impunemente un peón
enemigo, no sea pasada por
atto.
SOLUCIONES 9
Solución 1 las blancas, que apuntará presencia del alfil de e6 que
Justamente a d6), ••• , ex fS podría tomar la torre). Gracias
1. Axb7, Dxb7 2. Dxg4, ... 2, DxdS, Dxd6 3. Txd6, con a eso, tras la continuación S.
'llpico primer carnblo de una pieza limpia de ventaja. Ta1, Tx c7, las negras quedan
destrucción .de la defensa o con tres puntos ­el valor de
desviación de la misma para un caballo­ de ventaja.
luego capturar simplemente la Solución 4
pieza que ha quedado
indefensa. 1 .... , Cx e4 (A partir de aquí
las negras van a quedar
cuando menos con peón de
Solución 2 ventaja, justamente el peón
central que ahora han
1. TxeB+, ... , y las blancas capturado. Si las blancas
quedarán con una torre de Juegan 2. Cxe4, sigue 2.... ,
más. Si, en cambio, tas blancas Axg5 3. Cxg5, oxcs,
jugaran 1. Txc8, esperando reteniendo el peón de más.
1 .... , Axes 2. Txe.8+, con torre Pero las blancas efectúan una
de más asimismo, las negras captura intermedia.
podrían jugar 1 .... , Txet+ (la aparentemente más peligrosa)
captura Intermedia) en vez de 2, Axe7, ... Solución 5
1 ....• Axes, con lo cual
mantendrían· la ligera ventaja 1. dxcS, •.. (Ahora las blancas
de material de la que disfrutan quedarían al menos con peón
(un peón) después de 2. Dxet, de más tras, por ejemplo, 1 .... ,
Axes. En cambio ahora se ven Ac6. Las negras Juegan otra
obligadas a jugar 1 .... , Axes cosa). 1 .... , bxcS (Lógica a
2. Txc;B. primera vista, pero ahora el alfil
de d5 se halla atacado por la
dama y la torre, y defendido tan
sólo por la dama negra y el
a b o d e ­supnmibre­ caballo de ·f6.) 2.
Txf6, gxf6 3. DxdS, DxdS 4.
Las blancas esperan 2 .... , TxdS, ... Las blancas han
Dxe7 3. Cxe4, con dos puntos conseguido ventaja dé material.
de ventaja. Pero también las
negras se hallan en dlspo,sición
de hacer .peligrosas capturas Solución 6
Intermedias: 2 .... , Cxc3 3.
1 AxdB, Cxd1 (Con peón de 1 .... , Tc3 (Ataque simultáneo
a b e d e 9 más todo el tiempo. Ahora las sobre la dama y el cabano de
blancas· tomarán Justamente un 13) 2. Dd1, Txf3 (A pesar de
peón, restableciendo todo hay que eliminar este
Solución 3 momentáneamente·la igualdad caballo, pues defiende el alfil
de material) 4. Axc7, ... blanco de 95) 3. Dxf3, DxgS.
1- Ax fS, •.. (Destrucéión de la (Esperando 4.... , TX:c7 5. Txdt, La maniobra forzada ha
defensa del alfil y descubierta pero ... ) 4 .... , Cc3 (Ahora no es resultado claramente favorable
de la batería dama­torre de éSOnsejab!!._~ Tb3 deb,.::id::.:o~a­'lª::­­=fP;;ªr;;a;,,e;;l,,;b~a;;n~d.;.o.:.n
_
UNIDAD 10
Comenzamos en la presente unidad el estudio de los
elementos «Lácticos» del ajedrez, es decir, los que no
derivan directamente de las estructuras o elementos
más permanentes de la posición, sino que aprovechan Cu o d.,. áctlca (1)
de manera fulminante debilidades que aparecen • La clavada absoluta
circunstancialmente en el campo con I rarlo. La clavada y la clavada relativa
es el ejemplo mas acabado de maniobra táctica. • El recurso de la clavada
como tema de ataque
• Las clavadas no solo
afectan a las piezas
• Una partida modelo
Partidas famosas
• La fuerza bruta.
California. 1964
Ejercicios
• Ejemplos y problemas
Soluciones
Curso de táctica (1)
De todos los elementos tácticos que pueden a­parecer en la prácdca
del ajedrez, sin duda el más frecuente es el de la «pieza clavada».
La aplicación de este recurso puede conducir a la dclinición de la
lucha, provocar una ganancia de material relevante o simplemente
neutralizar una amenaza o lograr uo objetivo posicional concreto.
La «clavada» es un tema que no sólo aparece en las fases inicial
.e intermedia del juego; también puede desarrollar un papel muy im­
portante en los finales de partida. Por eso es fundamental conocer
todas las potencialidades que nos brinda y sus métodos caracterís­
ticos de empleo.

La clavada absoluta y la clavada relativa

¿Qué es la clavada? ¿Cuándo se dice que una pieza no puede mover


porque está clavada? A modo de aproximación de este concepto bá­
sico introduciremos la definición siguiente: cuando tres piezas, dos
de ellas del mismo color, se hallan en una misma diagonal, colum­
na o fila, se habla de «clavada» si la tercera pieza, la de color dis­
tinto, ejerce una amenaza tal que inmoviliza a una de las piezas ene­
migas porque, de moverse, dejaría indefensa la segunda pieza. Esta
inmovilización tiene un carácter temporal, motivado por la amena­
za de pérdidas de material importantes o por imposibilidad legal
de mover en el caso de que la pieza descubierta sen el rey.

La definición avanzada puede resultar un tanto enrevesada, pero


en realidad, como los siguientes ejemplos aclararán, el concepto que
trata de expresar es muy elemental. Conviene retener sobre iodo el
hecho de que la pieza clavada se ve forzada a la inmovilidad por­
que se interpone entre una pieza enemiga y un objetivo importante.

Estudiemos los siguientes movimientos:

1. e4, es 3. d4, Cc6


2. CfJ, d6 4. AbS, ...

El caballo negro que ocupa la casilla "cé" se encuentra mornenrá­


neamente inmovilizado, al menos mientras su rey permanezca en
la misma situación. Podemos señalar, entonces, que ha sido some­
tido a una «clavada», y añadir aún un adjetivo adicional: «clavada
absoluta», porque su inmovilidad obedece a un imperativo regla­
memaria
C11r<o dr rdt·11ro tu

Cuando una pieza enemiga está sometida a una clavada absoluta,


no hay peligro en colocar ninguna de las figuras propias al alcance
de la misma, puesto que la captura no está permitida. Por tal razón
las negras no pueden proseguir el desarroUo de manera descuida­
da, ya que sufrirían las primeras consecuencias de que una de sus
piezas esté clavada:

4 .... , Ae7?

Esta jugada implicarla una pérdida de material, apenas transcurri­


dos los primeros movimientos de la partida.

¿Cómo pueden aprovechar las blancas la circunstancia? De la si­


guiente manera:

5. dxe5, dxeS
6. Cxe5!, ...

El caballo blanco, a pesar de estar dentro de las posibilidades de


captura de su homónimo negro, no puede ser tomado por dicha pie­
za; como resultado, las negras han perdido un peón.

Retrocedamos nuevamente a la posición del primer diagrama y es­


tudiemos lo que sucede adoptando un juego más sensato. Las ne­
gras pueden impedir mermas materiales por ejemplo del siguiente
modo:

4 .... , exd4
5. Cxd4, ...

Cuando una pieza se interpone entre el rey propio y una figura ad­
versaria, su limitación es tan grande que a efectos prácticos, aun­
que de manera temporal, es como si esa figura oo existiera.

Las negras utilizan ahora una de las maneras posibles de defender­


se de una clavada.

S .... , Ad7

Al colocar una pieza del mismo (o inferior) valor entre el rey y la


pieza previamente clavada, se devuelve a ésta la libertad de moví­
mentes; siempre y cuando, claro está, la pieza que interpolamos esté
convenientemente defendida. En el presente ejemplo, el alfil situa­
do en "d7" disfruta de la protección de su dama y también del rey,
por lo que el caballo ya dispone de la posibilidad de desplazarse.
Curso (k IJic'JiCD (//

La partida prosigue con un cambio igualado:

6. Axc6, bx.c6 8. AgS, •••


7. 0­0, Cf6

Las blancas se defienden del ataque sobre su peón central mediante


una nueva clavada del caballo recién desarrollado. A diferencia del
caso precedente, la pieza clavada no "debe" ser movida, aunque
legalmente tiene la posibilidad de hacerlo, puesto que el reglamen­
to del juego se lo permite. Se ha dado lo que se llama «clavada rela­
tiva».

La clavada absoluta consiste en el ataque sobro una pieza qua


so Interpone entre la figura atacante y el rey. Cuando la pieza
amenazada cubre el ataque sobro otra que, no siendo el mismo
monarca, es da valor superior a la plo:za agrosora, o slmplomente
no está bien protegida, se produce una clavada relotlva.

Obviamente la captura del peón no interesa, ya que la pérdida de


la dama casi equivaldría a la derrota en el juego. A efectos practi­
cas los dos tipos de clavada llevan al mismo resultado. Pero en cier­
tos casos esa pequeña diferencia de matiz resulta Importame,

Recuerde el lector el conocido mate de Légal estudiado en una uni­


dad anterior:


A partir de esta posición, las blancas hicieron caso omiso de la cla­
vada relativa de su caballo y sacrificaron la dama para ejecutar de
modo sorprendente al monarca negro: l. Cxe5, Axdl 2. Axn+,
Re7 3. Ccl5+ +. ­a b e

El diagrama ilustra un ejemplo de clavadas sobre el rey, es decir,


absolutas.

La dama blanca en "c6" no permite el movimiento del caballo. En


"h6" se encuentra una torre blanca presta a capturar la dama ad­
versaria debido a que los efectos de la clavada no permiten su hui­
da. En el centro y desde una mayor distancia, la torre ataca el ca­
ballo negro en "e5" e impide su desplazamiento mientras se
encuentre en la misma columna que su propio rey. a b e d o r g ~
~1I!3.0·­
Curso d~ uicuca (I¡

En esta otra posición se ilustran clavadas de carácter relativo sobre


diversas piezas.

Arriba a la izquierda, si el caballo de b7 se retira, la torre se perde­


rá. El mismo efecto sufrirían la "Dg8", la "Dg1" y el "Ae7'' si se
desplazaran las torres y alfiles que los cubren. Como se observa,
las consecuencias de una clavada pueden soportarlas todas las pie­
zas. También todas ellas pueden .clavar, excepto el caballo, debido
a su peculiar movimiento. También la limitación de movimientos
del peón excluye la posibilidad de tal tipo de ataque.

Cómo devolver la movilidad a una pieza clavada

Volviendo al ejemplo principal, vamos a examinar negra podla rehuir fa clavada moviendo, por ejem­
diferentes métodos de afrontar el hecho de que plo, 8.... , Db8.
una pieza propia se halle clavada. Analícense las Aún se aprecia un tercer método de desclavarse.
siguientes movidas: 8..... Ae7. Las negrás deciden Tras las Jugadas 8.... , h6 9. Ah4?. g5, las négras
enfrentarse a la clavada de la maneta que antes renuevan sus poslbilldades de jugar el caballo, e
se apuntaba, es decir, situando una pieza defendí· incluso podrían capturar él peón central con
da tras la figura clavada, 9.... , Cxe4?, decisión nada acertada pues ten·
Pero existe otro sistema: mover la pieza que es drían que soportar una clavada mucho más incisl­
motive, de la clavada, es decir, la figura situada va que la anterior: 1Q, Tetl.
detrás de la pieza atacada. En este caso la dama

abcdéfgh a. b e d e g h

Posición después de 8.... , Ae7. Posición después de 8.•.• , Db8. Posición después de 8.... , h6
9. Ah4?, g5.

Existen varias formas de ndesclavar·· una pieza: la primera, me­


ver la pieza que meuva la clavada, es decir, aquella cuya lndefen·
slón determina la lnmovllldad de la Interpuesta; la segunda, si·
tuer una pieza defendida detrás de le clavada; la tercera, •tapar ..
la pleza clavada Interponiendo otra delante.
C11rso di' ufctiro (/J

EJ recurso de la clavada como tema de ataque

El ataque con clavadas puede resultar un arma táctica muy pode­


rosa si se dan Jas condiciones adecuadas para su explotación. Para
comenzar, analicemos un ejemplo elemental de cómo especular con
los inconvenientes de una clavada en el campo enemigo. a
s
4
3
En seguida se comprende que la torre negra en «f?» está condena­
da por los resultados de la clavada a que le somete el alfil,aunque
eUo tampoco gararuíza a las blancas el triunfo puesto que con la
toma simplemente se restablece el equilibrio material.

¿Hay algún medio mejor de conducir la batalla? Sí, así es:

l. Og7++

La torre y el alfil protegían el ímponame punto «g7», pero dicha


defensa era ficticia puesto que ambas piezas se hallaban inmovili­
zadas. Sólo .el Ah6 blanco ejercía un auténtico control sobre la ca­
silla mencionada.

La posibilidad de aprovechar una situación de ataque a través de


la clavada no surge en el tablero de manera casual, sino que en mu­
chos casos se produce a raíz de un sutil plameamierno encaminado
a mostrar debilidades ocultas a primera vista. Las dificultades que
ocasiona la clavada al bando que la sufre favorecen especulaciones,
y a menudo surgen situaciones en el tablero en las que el ajedrecis­
ta maniobra para provocar una clavada al adversario que le provee­
rá de ventajas materiales o ataques ganadores.
A continuación se estudiarán ciertos casos en los que el motivo
combinatorio desencadenante es el tema que nos ocupa.
Para subrayar la dimensión práctica, nada abstracta, de los temas
que a partir de esta unidad van a ser tratados, se introducirán, en
la mayoría de los casos, posiciones pertenecientes a partidas dispu­
tadas, bien por ajedrecistas de primera fila en sus respectivas épo­
cas, bien por jugadores de menor relevancia.

Rossolimo, con blancas, y Kotrnauer (Bad Gastein 1948) son los pro­
tagonistas de este interesante combate. a b
--,-,
,.:i,,,·,uf"l~r
11/

El conductor de las blancas optó por la jugada:

l. cxes, bxc6
Error; rro uecesarto:...
2. OxdS!!, ...
6
• • 1t i

O·O
·1
Se ha producido una curiosa circunstancia, la llamada «clavada en
cruz». La torre clava el peón «es» y el alfil clava el peón «cé»: am­
bas clavadas son absolutas, pero además se produce una clavada
relativa, ya que 2 .... , cxb5 no es aconsejable puesto que la dama
capturada la torreen «as». Las blancas afrentan el resto de la par­
tida con una sustancial ventaja.

Un desenlace más comundeme.ví cabe, se puede producir en el ejem­


plo que sigue a coruin u ación.

Posición de partldn ª1~->--....:=>--.~"""" .........-~


5

La dama negra en «ed» está cubierta por su caballo en «í6n. Si se


consigue que esta última pi= quede clavada de manero absoluta.
la dama quedará indefensa.

Tras esta consideración. y aprovechando el detalle de que el otro


caballo ya está clavado. el jugador de blancas encuentra una solu­
ción notable:

l. Td8+!!, nxes l. Oxe4 •...


1.11 domo quedo sin
proteccí6r, efD<:tlvll

La partida está prácticamente ganada.

Incluso con escaso material. la apllcnclén di! la clavada puede de­


mostrar una fuerza excepcional.

Posición de pnrtida

La posición del diagrama corresponde a una partida de exhibición


jugada por Tarrasch. uno de los ajedrecistas más destacados de la
historia, ame un aficionado. s b e d e I e n
Ct« so lle ttioticu ( IJ •

Las blancas destrozaron con una sorprendente jugada toda la ven­


laja de Sll oponente.

t. Txe5!! ...

El alfil negro estaba clavado de manera absoluta por su colega blan­


co, pero como ambas piezas actúan en diagonal, la clavada no re­
sultaba efectiva al existir In posibilidad del intercambio. • b o d g t g h

Tras el sacrificio realizado la torre negra ocupará el lugar del alfil,


sin poder moverse mientras el rey permanezca tras ella. De esta cla­
vada si que resultará Imposible liberarse.

t. ... , 'rxes
2. g3! !, ...

¿Por qué este movimiento tan inofensivo? El veneno reside precisa­


mente en la falta di! amenaza que representa. En la unidad 7 se in­
trodujo un concepto muy peculiar del ajedrez: la inconveniencia que
representa en ocasiones la obligatoriedad de mover.

Al no disponer de una jugada útil las negras pronto se verán en el


deber de abandonar la defensa de su corre, con lo que el al 111 la cap­
turará limpiamente.

2 ..... r4

¿Qué otra opción tenia el negro? El rey no podia mover a cuadro


alguno en el que continuara protegiendo la torre. Mover el otro peón,
es decir 2 .... , g4, planteaba el mismo problema para la siguiente
movida, después de que Tarrasch moviera, por ejemplo, 3. Rg2, 3.
Ad4 o cualquier otra Jugada de espera. • b e d e f g h

Las blancas eliminan ahora la posibilidad de que el rey negro se tras­


lade a ((f5», desclavando la torre.

J. g4!, f3
4. Rgl, fl+
5. Rxf2, ...

Los recursos de las negras se han agotado. Ahorn su única opción


es mover el rey y abandonar la torre a su suerte,
­­.....rm=
Curso tf~ metica f /J

Otro caso muy ilustrativo de creación y exploración de una clavada


nos lo brinda el siguiente ejemplo.

Algunos años antes de que el soviético Mijail Botvinnik se procla­


mara campeón del mundo, cosa que sucedería en 1948, se enfrentó
en esta interesante partida, conduciendo las piezas negras, ante su
compatriota Alexander Kotov, Este último jugador ha planteado
el cambio de las torres con el objeto de aliviar un poco la presión
a que se ve sometido por las piezas contrarias. e b e d e g n

La medida no resultó acertada pues facilitó al futuro campeón de]


mundo una bonita secuencia de jugadas basada en el tema que ya
conocemos.

l. ... , Oxg2!
4

¿Con qué objeto? Pues sencillamente porque rras la captura la dama


blanca quedará clavada y, por tanto, no podrá ya defender ta torre. I g h

El juego continuó de la siguiente manera:

l. Oxg.2, Txel 3.... , bxc6


3. Oxc6, ...
La doma 110 tfene
escapatoriay decid«
morir 111a1u11do

Las negras han logrado una torre y un peón a cambio de un alfil,


to que sumado aJ peón que ya tenían de ventaja, supone una supe­
rioridad prácticamente decisiva.

El peón es una figura poco valiosa, excepto, claro está, en el caso


que exista la posibilidad de coronación. Tal vez ello induzca a su­
poner que invertir una pieza en restringir su movilidad mediante
la clavada puede resultar un derroche. Lo cieno es que este tipo de
clavadas se da con mucha frecuencia en la práctica, y no sólo se
lleva a cabo para la consecución de un objetivo posicional concre­
to, sino también para infligir pérdidas materiales al adversario o cul­
minar sorprendentes ataques de mate.
En el siguiente ejemplo veremos un ataque fulminante sobre el
rey que se basa en la clavada de un modesto peón confinado en su
casilla inicial.
Robert James PARTIDAS
Fischer,
leyenda viva La fue, za bruta
del ajedre~
Partida jugada en California, 1964
SIalguna persona, en fa aclM· (simultáneas)
dad que desarrolla y en su pro,
pía épocs, ha siao elevada por
Blancas: Ro bert Fische.r
ta opinión unánimedel público
Negras: Cclle
a ta catagorfa de leyenda. ese
es sin duda Bobby Flscher. No
es sxagerado afirmar que en el
ajsdre; existe un anres y un 1. e4, cS negro se ve obligado a renun­
después de Fiscner; que tras 2. Cf3, Cc6 ciar a uno de los peones.
su imlpclón en el mundo del ta· 3. Ac4. Ac5
blero. hasta los más profanos 4. b4, ... 10. DxeS, Cí6
comenzaron a toma·, lnrer6s JJ. Aa3, Tl'8
por los dilarrmtes aspectos re­ El Garnblto Bvans fue ern­
teoionedos con fJI mundo da les pleado hasta la saciedad du­
sesenta y cuatro ces/1/es. Les rante el pasado siglo. Fischer,
razones han sido muchas y VB· en algunas de sus partidas,
riadas. desde su singular capa· heredó el espíritu romántico
clded para er ajedrez hasta las de sus antecesores.
dificultadas en fJStablacar ase
/(mire entre lo genialy lo 8Xcén· 4..•. , AXb4
trlco que rodeaba cuetquler11 de S. c3, Ae7
sus sorprendentes decisiones, 6. d4, d6?
sobra lodo la que le determinó 7. axes, cxes
e abandonar de una vez por to, 8. CXl'S, dxcs
das el ajedrez cuando se halla· 9. Dh5l, g6
ba en ta cúspide de su carrera
Robert J. Fischernació en Chl·

••
cago el 9 de marzo de 1943. A La fuerza de la clavada del
los catorce años se proclamó Ae7 se manifiesta tras esta ju­
campeón absoluto de ésltldos t gada. Las negras han tenido
Unidos sin perder una sola par­ 6
que renunciar al enroque y su
tida ante los maestrosde la na· rey quedará peligrosamente
s expuesto en el centro del ta·
alón. Un año más tarde obtuvo
el titulo de Gran MaesJro, caso
4 blero. Más secuelas de la cla­
/nsó/110 de precocidad a/edre· 3 vada: tras ll. ... , Rf1! las ne·
e/si/ca. Representó a su pafs en gras hubieran perdido una
tres Olimpiadas (Campeonato pieza con l2. D x f61, ya que
del mundo de naciones). obte­ el clavado alfil no puede le­
niendo en rodas ellas resulta· galmente mover para capturar
dos excelentes.Pero tal vez los la dama.
resultados más Impresionantes El ataque sobre los puntos
de su carrera fueron los que ob­
«f7» y «e5» no podía ser re­ 12. 0­0, Cg4
tuvo en 1971 en las pruebas de chazado a la vez. Por eso el 13. Dg3, A X a3
candidatos al titulo /Je/ mundo. - w iW •
~~~=~~~=~;;;:~~ menre y por tanleosescandalcr
sos e tresde los me¡ores a;edre­

. .
clstas de la época: Taímánov(6·
O), Uusen (6·0) y Pelrosian
1.4. ex a3, De7! sa muy tenaz; por eso Flscher (6·2)
15. AbS+, c6 toma la decisión de lanzar IO· Su excéntrico temperamento le
16. Cc4!, De6 das sus piezas contra el rey. privó de Is oportunidad de dis­
Bsla dernosr ración ele fuerza pii/ar Is corona mundial hasta
bruta se verá recompensada 1972. eno en que se enfrentó al
con un hermoso final. scoéuco Borls Spassky. El
,match del siglo», como fue ca­
20 .... , gxfS liflcado por mucJJos. no sólo re·
n. exrs, Tac8 sulló un encuentro memorable
en el plano deportivo. sino sae­
mils cargado de imp/icaclones
8
poli/Jeas para los comen/aflslas.
7 i t que Je conv1rtferon en una pro­
6 longación de /.J .g1,1erra fría•
5 1 Después de ser derroiado en
4
los das pnmeros Jl)egos (en el
segundo ox ,noomparecenda),
Sin duda Celle intuyó que tras 3 Fischer SiJ impüSO aJ so;,ietJCO
16 .... , cxb5 17. Cd6+, Rd8 por cvalro puntos de venlilja
18. Tadl el ataque de las blan­ (12'5­B 5) y Y<' no \'Olvro a dls·
cas seria demoledor, tanto pu/al james una partida ofic,aJ..
por la peligrosa exposición Renundó a defender su tftu/o
del rey a las piezas blancas, En vista de las dificultades las ame Anato,y Karpov. por to que
como por la mala ubicación negrasadoptan una conrinua­ ésle fue proclamado campeón
de las figuras propias. ción de emergencia. La res­ del mundo en 1975
puesta lógica 21. •.. , O X 1'5
17. Tadl, cxbS conducía a un mate curioso: Una Imagen que añor:an
18. Dc7, Ad7 22. Dd6+, Rc8 23. Tfcl+ muohos aficionados: el
19. Cd6+, Re7 Ae6 24. Dd7 + +. Otra vez la Fischer ­nambrlento» de
20. CfS+!!, ... pieza clavada es causa ele una victorias de 1970.
derrota. Las siguientes juga­
das blancas culminarán bri­
8 • llanremenrc la ventaja táctica
acumulada por las blancas,

22. Txd7+!!, Dxd7


23. 1'6+, Cxf6
24. Tcl+, CM
3 25. Txc4+, IU6
26. Dxd7, Tfd8
27. Og4 ....

La dama blanca cubre el mate


en dJ. Las negras se rindieron
En las últimas jugadas las ne­ en vista de la desproporción
gras han realizado una defen­ de material.

Omv 1fe ra,·t,c:u 1 /)

La siguiente posición corresponde a un enfremamleruc entre dos


ingleses poco conocidos: Abraharns y Thynne (Llvcrpool. .1932).

Ambos reyes se hallan en comprometida siruación (ya se ha dicho


repelidas veces que un enroque bien cubierto es la mejor protec­
ción para el monarca), pero precisamente el centro del tablero pa­
rece ofrecer, en este caso, cieno refugio al soberano negro, amena­
zado anee la inminente irrupción de la dama.

Por ejemplo, la jugada más obvia después de un examen superfi­


cial de la posición no supone ningún progreso tangible:

l. Dh8. Re7

El ataque de las blancas DO prospera por ese sendero.

Pero disponen de una alternativa más espectacular, y más positiva.


Sobre el tablero no existe aún ninguna pieza negra clavada, El si­ 8 • J.
i t
......., __,
guiente movimiemo va encaminado a provocar dicha circunstancia. 7
6 • Í
....::,_
l. 0¡;8+ I!, .... 5

El «inconveniente» de esta jugada es obvio, ya que la dama no goza 3


de protección. Pero las virtudes son muchas: ahora el rey no puede
huir hacia el centro porque existe la réplica 2. D x í7 caso de 1 .... ,
Re 7, Jo que representa una notable diferencia respecto El la variante
anterior.
:Pn n b e d e

Pero et auténtico mérito de l. Dg8ll se comprueba en seguida:

l. .... Rxg8?? 2. Ct6!! ....


Era m,•ttos pemkios»
l. ·­· Re7, a pesor de
l{J(/1)

Las blancas DO sólo atacan la dama, sino que plaruean la impara­


ble amenaza 3. Th8 + +. Las negras se ven forzadas u inclinar el
rey antes de .recibir el mate.
Curso d~ tucttca f/J

Propiciar clavadas sobre los peones, a pasar dn ser éstos figu­


ras poco valioso~ temblón puede reportar Importantes benefi­
cios.

Las clavadas no sólo afectan a las piezas


Generalmente se denomina clavada a la inmovilización de una pie­
za que cubre a otra de superior valor que la atacante. Existe, sin
embargo, otro tipo de clavadas que se suelen dar con cierta frecuencia
en las partidas de ajedrez.

En algunas ocasiones las piezas defensoras interceptan el paso, no


hacia una figura, sino hacia una casilla del tablero que, de ser al­
canzada por el contrario, supondría un grave perjuicio. Se les pue­
de denominar «clavadas indirectas».

La lnmovllf;wclóndo una pieza porque tras ella so encuentra otra


de mayor valor u el caso más frecuenta de clavada, paro tam­
bién puede ql18dar lnmovlllzada una figuro que H tntorpcma en­
tre la unidad atacante y un punto determinado que resulto Im­
portante eenqutstar;

Estudiemos, por ejemplo, la posición que nos brinda el diagrama.

Es fácil constatar que si el alfil negro no interceptara la acción de


la torre, las blancas podrían ejecutar al soberano de las negras con
l. 017 +, Rh8 2. Dg7 + +. Por tal razón se puede considerar que
el alfil negro se halla clavado, y el punto «17» es la causa de que
así sea.

Si se amenaza el alfil con una pieza blanca más, éste deberá sucumbir
o permitir el mate mencionado. La jugada definitiva es:

J. Ac5!!, A X c5

No había modo de proteger el alfil. Ahora éste ha desbloqueado


el camino hacia la casilla critica.
Cursn ,!,• /111•/u:u (/)

Por esa razón se puede efectuar ya la siguienre maniobra:

2­. Df7 +, Rh8


3. Dxg7++

La imaginación de las blancas ha triunfado.

Una partida modelo

Tal vez la más conocida partida de Morphy sea la que jugó a la


ciega con el duque de Brunswick y conde de Issouard, durante
los entreactos de una representación ele El barbero de Sevilla en la
Opera de París, ­el año 1858. En ella no sólo se comprueba el por­
tentoso ingenio táctico del ganador, sino que se pueden apreciar ní­
tidamente los distintos tipos de clavada que se han estudiado a lo
largo de estas páginas. Por dicha razón, el estudio de los movimientos
realizados por las blancas resulta muy instructivo. La belleza de la
combinación final, además, es realmente antológica.

Así acontencieron las cosas:

­1. e4, es
2. Cf3, d6
3. d4, Ag4?!
4. uxes, AX f3

Necesario, pues tras 4 .... , d x e5, las blancas desharían la clavada


del caballo con 5. Dxd8+, Rxd8, y después capturarían el peón
central: 6. cxes,

Las blancas reman con su dama el alfil y prosiguen el desarrollo:

S. nxrs, d xes
6. Ac4, Cf6
7, Ob3 ....

Este movimiento repetido de la clama se justifica por la doble ame­


miza sobre los peones «b 7» y «f7 », que las negras no pueden de­
fend er a la vez.
( IIISO dr tdrttc« tt¡

Pero además obliga a la dama enemiga a ocupar una casilla nada


conveniente para el desarrollo posterior del alfil.

7_. ... , De7


8. Cc3, ...

El espíritu romántico de Morphy no concibe la mera ganancia de


un peón si con ello el rival aligera, aunque sea mínimamente, la pre­
sión. Con 7. Dxb7, ... , la ventaja de las blancas era evidente, pero
las negras solucionaban muchos de sus ahogos tras el cambio de
damas: 7 .... , Db4+1 8. Dxb4, Axb4+.

Ahora el peón negro puede protegerse, pero la iniciativa sigue en


manos del norteamericano.

8 .... , c6
9. AgS, ...

Clavada relativa del caballo.

Las negras empeoran su posición, ya delicada, con una jugada im­


precisa.

9 .... , bS?l 11. A X b5 + !, Cbd7 12. 0­0­0, ...


10. CxbS!, cxbS Autoctavattaabsoluta,
y forzado, del caballo

El sacrificio de una pieza ha permitido la apertura de lineas de ata­


que, lo cual favorece al bando que tiene mejor dispuestas las pie­
zas. La situación de las negras es muy precaria, con el rey en el cen­
tro y ambos caballos inmovilizados.

Morphy explotará con destacable acierto esta última circunstancia.


De momento se amenaza 13. Txd7, especulando con que la clava­
da del otro caballo no permite a dicha figura capturar la torre, Las
negras tornan medidas contra ello:

12..... Td8
13. Txd7!!, ...

Igualmente, ya que da un tiempo para la incorporación al juego de


la otra torre,
Curso d,, tdcttca (I¡

Ahora será la torre negra la que quede inmóvil y sujeta a nuevas


amenazas.

13.... , Txd7
14. Tdl, De6

Las negras se han apresurado a desclavar el caballo superviviente,


y ofrecen el cambio de damas como medida para soslayar la fuerte
presión. a b e d • 1 9 h

Pero Morphy, cal vez inspirado por la aérea música de Rossinl, pre­
8
para una maniobra genial que desvelará las debilidades ocultas de
la posición negra.

15. AXd7+, Cxd7 6


Ahora ha surgido el tercer tipo de clavada al que hadamos referen­
cía en el úítimo apartado. Una visión de «rayos X» revela la exis­
tencia más allá del «Cd7>>., concretamente en «dS», de una casilla
que de ser ocupada por la torre significaóa el mate al soberano negro. a b e d e 1 9 h

Gracias a un movimiento magistral, el ajedrecista de Nueva Orleans


8
forzará al caballo a desviarse de su intercepción y liberará de obs­
táculos la columna «d». 7
6
16. Ob8+!1, Cxb8 5
17. Td8+ + 4
Jaque mate
3

El sacrificio de la dama permitió el largo «sano mortal» de la torre. a b e d e f g h

«Una hoja de acero damasquinado cortando un cojín de seda»; es


la imagen que empleó un comentarista especializado para expresar
la bella y rotunda lógica que aplicó Morphy para rendir la defensa
de Ias negras.
Es obvio que Morphy no se enfrentaba en este caso con una opo­
sición digna de su excepcional jerarquía, aunque jugara a la ciega.
Pero la precisión, la economía de medios y la belleza del sacrificio
de la dama con el objeto de desviar al caballo de la defensa, con­
vierten a esta «miniatura» (nombre que reciben las partidas resuel­
tas en menos de 25 jugadas) en una joya del ajedrez.
EJERCICIOS - - - -~~-- 10

Ejemplo 1 negras logren escapar a a Ejemplo 2


quema.
A lo largo de esta unidad La explotación táctica de la
hemos explicado ya la clavada resulta muy frecuente
dlferenoia que existe entre en la práctlca y es mol1110 de
clavada absoluta y relativa. La numerosas victorias. A veces, la
posición de nueslro primer situación de la pieza
efemplo ofrece un caso práctico nmovihzada por el ataque
de la efeclívidad de una y otra. sobra otra que eslá Iras ella no
se encuentra aún plasmada
sonra el tablero cuando la
rramoora es concebida por uno
ce los ¡ugadores, pero puede
pt;;Senta:s­e. oor ejemplo, tres
una serie de m:ercamblos de
ptezas:_
La relalivfdad de 1a clavada ha
permitido un contraataque que
salva fa partida. En cambio la
clavada absoluta (1. AbS) deja
• b e el e 9 h absolutamente lnmovlfizadas a
las negras. El caballo atacado
Juegan blancas no se puede n,Qller, y tras la
secuencia forzada 1. AbS, Od7
Las blancas, a quienes 2. De41, •.• , la calda del caballo
corresponde Jugar. tienen la negro do c6 es un hecho.
poslbiJldad de efectuar una
clavada absoluta (1. Ab5) o
decidirse por una clavada
relallva sobre­ la torre de (1. "ªª" Juegan blancas
Ae4), ¿Cuál de los dos sería el
movimiento acertaco? Aparentemente contemplamos
Ante lodo es necesario una situación tranquila, pero las
plantearse que la jugada 1. Ae4, é:lebllidades de las negras que
... ofrece la posibilfdad •legal· realmente existen en esta
de mover el caballo. Dicho posición se manJlestarán
desplazamiento debe estudiarse pronto: 1. AxdS, exdS 2.
detenidamente ya. que la torre Cxd7, Txd7. Ahora se observa
de •aS. quedaría bajo el ataque que el alfil negro de c7 está
del alfil; ¿slgnifica eso que la imposibilitado de mover debido
pérdfda de material es a la indefensión de la torre de
Irreversible'? No, puesto que tas •C8• a la que está cubríendo del
negras pódrfan capturar el alfil ataque de su homóloga blanca.
blanco de •e5• con el caballo por lo tanto et bando blanco
de •C6• y plantear a­su vez una puede provocar la ganancia de
amenaza sobre la dama del material con la continuación
contrarlo. Veamos: 1. Ae4, 3. b6!, •.. , que ataca el alfil
cxes 2. dxeS, TbB y las clavado.
EJERCICIOS 10
Problema 1 Problema 2 Problema 3

Reproduzca sobre su tablero las A través de numerosos


slguíentes Jugadas a partir de [a ejemplos anteriores se ha
posición inicial de cualquier podido comprobar que el
partida: 1. e4, es 2. Cf3, Cc6 principal de los·inconvenientes
3. d4, exd4 4. Ac4, Cf6 5. O·O, de tener una pieza clavada es
C.xe4 6. Tel, d5 7.·Ab5, Ag4. la Inmovilización a la que la
misma se ve sujeta. SI sufre
entonces el ataque de una
pieza contraria de menor valor,
o bien de varias piezas de
cualquier valor pero en número
.superlor al de las· que puedan
eventualmente defenderla, el
Juegan negras bando ­clavadc­ perderá
irremisiblemente material.
La situación de su ley plantea
al bando negro one.seneee
dificultades: su caballo de f6,
atacado por un alfil blanco, no
puede mover (se encuentra
En la posición resul,tante, que clavado de manera absoluta) y
es la reflejada en el diagrama, debe ser defendido por otra
señale cuáles, entre los pieza. De tos posibles
movlmlentos que han efectuado movimientos que cumplen tal
ambos bandos, implican una objetivo defensivo y a
clavada y matice si ésta es .contfnuación se sugieren.
absoluta ci relativa. seleccione el que considere
más adecuado: a) 1 .... , Cd7; b)
1 .... , Ae7; e) 1 .... , Ae7; d) 1 .....
Tg6. Juegan blancas
Razone su respuesta indicando
qué jugarían las blancas contra En la posición del diagrama las
una jugada negra distinta de la blancas aprovechan su
única correcta, y qué le· circunstancial ven\a]a para
sucedería entonces al bando ganar una pieza. ¿Cómo?
negro.
EJERCICIOS 10
Problema 4 Problema 5 Problema 6

Juegan blancas Juegan blancas Juegan blanCc11s

Aparentemente, el ataque de les El hecho de que los alfiles de Estudie con delenlmlento las
blancas no es excesivamente c4 y de e6 estén en la misma amenazas blancas y busque la
peligroso para el rey adversario. diagonal del rey negro significa manera de hacerlas más
Efectivamente. el monarca en este caso dos cosas: la poderosas. Observe que la
negro no corre peligro, pero su pñmera que el allil negro está dama negra es le pnncipal
dama esté colocada en une clavado, y le segunda, que en defensora del enroque, y que
sugerenle vertical, la misma de caso de qua las negras sin ella el blanco podrfa dar
su rey. Ello proporciona a las procedan al camero, la dama mala¡ con 1. Dxf7+, ... , y
blancas la idea de una pequeña blanca retomará con jaque al 2. Dxh7 mate. Las blancas
combinación que aprovecha un rey. En dellnillva, la sltuaclón disponen de un movlmlen10
tema lécllco muy conocido. La de las negras es insegura y eno decisivo. La amenaza de mate
eleve, después de un cambio permite a las blancas la antes comentada permite la
aparentemente desventajoso. raahzacrén de una espectacular posibilidad de plantear
reside en la segunda jugada jugada que saca provecho de Inmediatamente una clavada
blanca. todo ello ganando materíal de que reauelve.ta partida. ¿Cual?
lor.ma forzosa. ¿Cómo?
SOLUCIONES· ­­=­~­ ­ 1O
Solución 1 tampoco por el peón negro de Solución 5
g5 al ser vfcUma ese peón
Las Jugadas blancas Te1 y Ab5 Justamente de una ..clavada 1. Cd7, ••. , ataca la 'dama y el
plantean clavadas absolutas de ebsonna­. alfil de c5, SI las negras
los cabatlos negros. la Jugada mueven la dama, entonces
negra Ag4 plantea una clavada 2. CxcS, ... o 2. Axe6+, ..• ,
relativa a la dama del caballo ganan siempre uno de los
blanco de 13.
alfiles. SI ras negras optan por
6 1 •..• , Axc4, entonces las
5 blancas Juegan tranquilamente
Solución 2
• 2. C xf6 +, •.. , dando Jaque al
rey. Finalmente, a 1 .... , Cxd7,
1 •.•• , Ae7 es fa llnfca 3
las blancas ganan torre por alfil
respuesta correcta pues 2 1t con 2. Dxe&+, Oxe6 3.
deshace la clavada (el caballo Axe&+, Tf7 4. Axf7+.
de 16 ya podrá mover) y por lo
a b e d t g h
tanto la amenaza blanca, que
consistla en es, para explotar la Solución 6
clavada. pierde valor. Contra Soluetó,, 4
cualquiera de las otras La dama negra es •desviada•
defensas. el avance 2. e5, ... , 1. Txh6, gxh6 y ahora,
por medio de una clavada:
gana!>a el caballo clavado a daspuós de ese cambio en 1. Tg4, •.. , la cual captura la
cambio de un peón. principio desfavorable, las dama o da mate (si 1 •••• , Oxg4
blancas fuerzan uno mucho .2. Oxf7+. RhB 3. Oxh7++).
más favorable con 2. Tg1, ... ,

• •
Soh1ción 3 cíavando le dame negra. La
captura con el peón de g7 8 •
las blancas Juegan 1. Af4, ••• , abrió la columna •Q• pera la 7
presionando más el caballo terrible clavada. Aun perdiendo
Clavado de bS, con lo cual las pieza, la Jugada 1 ..... Dxf2 sin
blancas capturarán en la tomar la torre hubtera
siguiente Jugada ese caballo o cons1iluldo la opción menos 4

la torre. El alfil no puede ser mala para las negras. 3


capturado par el rey negro al
estar defendido por su peón de
g3, y no puede ser capturado
e I
7
o
.l Í .1 ••
1 t
5

3
2 Jj
&
o b e d o 9

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