8- ESTUDIOS le flair (el instinto). Pero, ¿y todos los demás?
TEÓRICOS El fin de toda la teoría, su razón de ser, con- Por Eugenio Znosko- siste precisamente en proveer a los jugadores Borowsky medianos de las armas con las cuales podrían luchar contra los campeones. Es sobre todo El análisis de una posición un método de pedagogía. Si insisto sobre la Preámbulo necesidad de hacer este análisis, no es por él mismo, pues si al principio se hace frecuente- Ahora, después de ha- mente pronto no se tendrá necesidad de ello. ber reunido casi todos los Se desarrollarán en uno las capacidades esen- datos del problema, pode- ciales de un ajedrecista y bastará una ojeada mos abordar el análisis de la posición, una, de en el tablero para comprender lo esencial de la las cosas más importantes de nuestra teoría. posición, se hallará la línea a seguir y se desci- Bien es verdad que nos queda aún por frarán los planes del adversario. Mientras no estudiar los objetivos de nuestro juego, así se encuentre otro método de desarrollar estas como los procedimientos y medios por los dotes ajedrecistas en un jugador mediano, que cuales podemos alcanzarlos; pero en el estu- no las posee, aprovechémonos de éste, que ha dio del ajedrez no es conveniente precipitarse proporcionado ya no pocos servicios a nume- ni dispersar la atención, pues todo llegará a su rosos aficionados. tiempo y tendrá su turno. El análisis puede ser hecho en cualquier Después de haber hecho conocimiento y momento de la partida y aun en cada juga- aun estar conscientes del material que tene- da. Sin embargo, no sirve para nada hacerlo mos a nuestra disposición, hagamos punto, demasiado a menudo en la misma partida, pues es el análisis de la posición el que nos pues la posición sólo cambia ligeramente, y sirve ahora de tope. un cambio más o menos importante requiere Sin embargo, cuando lo hayamos hecho, un cierto número de jugadas. Además, no es observaremos que las fórmulas y reglas pri- apenas posible hacerlo en el fuego de la ba- meras que ahora nos son familiares. no son talla, y es preciso aprovechar con preferencia suficientes, de forma que nuestro análisis, si los momentos de calma. Al salir de la apertu- sólo está basado en aquéllas, puede resultar ra, por ejemplo: en los momentos de elaborar falso. Se puede tener ventaja de· fuerza, espa- un plan de conjunto es útil hacer este análi- cio y tiempo, y, no obstante, tener una posi- sis, para el cual se puede utilizar el tiempo de ción perdida. Hay otra cosa aún que a veces reflexión del adversario. La costumbre que se lo domina todo. Pero, al principio, para des- crea operando en las “verdades primeras” nos cubrirla, no hay otro medio que este análisis; rinde pronto un gran servicio aparte del aná- de él no necesitan los grandes campeones, lisis mismo. Por ejemplo: se está reacio a cam- pues tienen el don, el golpe de vista rápido, biar un alfil que ha hecho cinco movimientos -29- 125 Artículos Instructivos de Ajedrez - Prof. José Luis Matamoros por otro que no se ha movido. llas y las jugadas, pero de momento, hacerlo Yo les aconsejo sobre todo no contentar- mecánicamente, sin ninguna evaluación de se con un sentimiento de bienestar, de supe- ganancias Y, pérdidas. Es muy probable que rioridad; es preciso ver claro en qué consiste ya en esta primera parte del análisis alcance- esta superioridad; no hay que embarullar las mos el punto esencial de la posición, sobre el cosas y verlas en bloque; por el contrario, es cual estará fundado nuestro plan estratégico: necesario disolverlas. Juzgarlas una a una, y claro que no es recomendable el utilizar apre- una después de la otra. Esta síntesis, cuya fa- suradamente este plan. sin ir más lejos en el cultad acaparan los grandes campeones, sólo análisis, sin profundizar en la posición. A ve- puede ser descubierta por un análisis. a veces ces habremos así acertado verdaderamente el minucioso. Y en éste hay que ir lentamente de “punto neurálgico”, pero más frecuentemente una etapa a la otra. No hay análisis único de nos equivocaremos sobre la importancia de la posición: cada posición contiene tres gra- nuestra observación y cometeremos una falta dos, tres etapas, y hay que abordarlas sucesi- irreparable, que podría ser evitada llevando vamente. hasta el final nuestro análisis completo. Estoy un poco desconcertado porque ya Veamos el diagrama que representa una he explicado en distintas ocasiones cómo debe posición de la partida Mereny-Sterk. del tor- hacerse un análisis de la posición, y aun en mi neo Tata-Tovaros, 1935. pequeño libro traducido al español. Cómo no debe jugarse al ajedrez (Editorial Bauza, Bar- celona), me he detenido en ello largamente. No quisiera repetirme, pero esto es inevitable. Todo el que trate cuestiones de la teoría ge- neral está obligado a repetirse para no dejar lagunas en su exposición. En todo caso, me reservo el derecho de mencionar sólo las co- sas conocidas y de pararme más tiempo en las que no han sido suficientemente esclarecidas hasta aquí. El análisis completo de una posición debe comenzar siempre por el análisis exterior, que es fácil y no es otra cosa que un cálculo de las fuerzas, de las casillas y de las jugadas. Hagamos el inventario. Fuerzas iguales. Al aproximarse a un tablero lo primero Tiempo: blancas, 10 movimientos, mientras que deben hacer para ver quién está mejor es negras, 9 jugadas; ganancia para las blancas contar las piezas y peones. Si el número no es de una jugada. Espacio: las blancas tienen un igual, entonces traten de descifrar si se trata centro avanzado contra un centro retirado, las de un sacrificio o de una pura y simple pér- negras no tienen más que un peón en quin- dida. ta, y aun este peón es de flanco, mientras que Lo mismo hay que hacer respecto al es- las blancas tienen dos peones en cuarta, en el pacio y al tiempo; hay que contar las casi- centro, y además un caballo, ganancia para las -30- 125 Artículos Instructivos de Ajedrez - Prof. José Luis Matamoros blancas. ejemplo: avance de los peones negros del flan- Ciertamente, estas dos ventajas son tan in- co de dama, y con cualquiera de estos puntos significantes que no se puede fundar en ellas tratarlos de la misma manera; una vez ob- una superioridad decisiva. Lo más que podría servados, abandonarlos y volver sobre ellos decirse es que las blancas no han perdido la cuando hayamos terminado nuestro análisis. ventaja de salida, sino que la han aumentado. Las blancas se impusieron al final con un El análisis exterior además no se para aquí; ataque al rey negro que no logró enrocar: podemos considerarnos más fuertes y sobre 12.De1 Db8 13.e5 dxe5 14.fxe5 Axf3 15.Cxf3 todo más sabios que esto. También podemos Cg4 16.Af4 Tc4 17.Dg3 h5 18.Tad1 b4 19.axb4 observar que las negras tienen una columna Dxb4 20.Cg5 Ch6 21.Cxe6 fxe6 22.Dg6+ abierta “c”, por la cual ejercen una presión Rd8 23.Dxe6 Tc7 24.Cd5 Db5 25.Ag5+ Rc8 sensible sobre el c2. 26.De8+ Rb7 27.Cxc7 Ad6 28.Cxb5 Txe8 Por el contrario, la columna “d” abierta en 29.Cxd6+ 1–0 posesión de las blancas no tiene por el mo- mento la misma influencia. Las negras tienen un alfil sobre la gran diagonal, pero el otro al- fil blanco le está opuesto. Comprobamos aún que en ambos ban- dos están dos piezas sin desarrollar (torre y alfil), y entonces notamos que las negras no han enrocado. ¿Puede acaso basarse en este hecho un plan? ¿Iniciar un ataque al centro? Sin embargo, basta una jugada (Ae7) para que el enroque sea posible. ¿No conviene conside- rar esta falta de enroque como un azar táctico del que hay que aprovecharse en el acto, o, por el contrario, es preciso preparar un ataque al blanco del rey en vista del enroque próximo del negro? Para tomar una decisión nos faltan mu- chos factores, y es precisamente porque no hemos hecho el análisis completo. Así, basar- nos únicamente sobre los hechos adquiridos, sería exponernos a graves errores. No obstan- te, hemos notado aquí un punto importante, y aconsejo en todos los casos parecidos anotar- lo en la memoria: las negras no han enrocado, e inmediatamente de haber completado nues- tro análisis entero, volver a esta observación. Podrían notarse otros puntos en esta po- sición (como en todas las otras), como, por -31-