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Universidad Autónoma de Santo

Domingo
Facultad de Ingeniería y Arquitectura
Escuela de Arquitectura

Bachiller:
Jatnna C. Valentin Bueno Asignatura:
Urbanismo III
Matricula:
100339233 Fecha entrega:
14/10/2020
Sección:
03

Maestra:
Arq. Zulay Morales
ANÁLISIS Y DIAGNÓSTICO DEL
SISTEMA TERRITORIA

TEMA 4

ANÁLISIS # 2
En definición el sistema territorial, en un ámbito geográfico cualquiera, es la resultante dinámica de la
interacción de todos los elementos y procesos, naturales y sociales, que operan en el territorio. El análisis
territorial se orienta a conocer las características naturales, sociales, económicas y estéticas del sistema y
los procesos naturales, sociales y económicos que lo vienen formando desde la noche de los tiempos y lo
seguirán formando, inexorablemente, hacia un futuro sin límite temporal.
El diagnóstico territorial utiliza este análisis para interpretar el sistema a la luz de su trayectoria histórica y
de su evolución previsible si no se interviene, para representarlo en un modelo territorial (expresión
simplificada del sistema territorial) y para detectar los conflictos que operan en él, los problemas, actuales
o potenciales, que le aquejan y las potencialidades de que dispone.
Entre las numerosas formas en que se puede enfocar el análisis y el diagnóstico del sistema territorial, esta
obra adopta una aproximación en dos fases:

• La primera, más analítica, se refiere a los subsistemas que forman el sistema territorial: Medio
físico, Población, Actividades, Asentamientos de población, Canales de relación, Agentes e
Instituciones y Marco legal. A su vez, cada subsistema queda configurado por otras componentes
más simples.

• La segunda, más interpretativa o sintética, se refiere al sistema territorial en cuanto un todo unitario,
a la que se denomina diagnóstico integrado.

El proceso de elaboración de un plan, comienza definiendo y delimitando el ámbito geográfico al que


afectará, cuyos límites administrativos, naturales o geográficos pueden venir dados por un plan de rango
superior o por los "decisores, o bien dejarse al criterio del equipo redactor quien los definirá en función de
los objetivos específicos perseguidos, del área de extensión de los fenómenos a considerar y de la viabilidad
funcional de las medidas que se propongan.
Cuando existe un sistema de planificación que se desarrolla en cascada, pero también a contracorriente,
desde los ámbitos superiores hacia los inferiores, o cuando se enfoca la ordenación territorial por regiones
geográficas, surge el problema de la regionalización, es decir, de la división del territorio en partes cada
una de las cuales será objeto de un plan específico realizado de acuerdo con las determinaciones del plan
de nivel superior.
El concepto de región (Diccionario de la Lengua: "región: porción de territorio determinada por caracteres
étnicos o circunstancias especiales de clima, topografía, administración, gobierno, etc."), tradicionalmente
utilizado por los geógrafos para organizar la información geográfica, se ha incorporado a otros campos y
dado origen, en economía, por ejemplo, a la ciencia regional; se trata de un concepto de límites imprecisos
que alude a una unidad espacial genérica. En sentido administrativo, se le atribuye el rango inmediatamente
inferior a la nación, pero también se utiliza para referirse a espacios supranacionales (región atlántica o
región andina, por ejemplo) y en general a cualquier espacio relativamente extenso. Esta imprecisión en el
concepto ha dado origen a una disyuntiva tradicional que persiste en la actualidad.
Entender la región como una simple división operativa para fines concretos, induce a diferenciar entre
región homogénea o formal, de características relativamente uniformes, y región funcional, que puede ser,
a su vez, polarizada o nodal: organizada por las relaciones de todo tipo con un foco de atracción que se
debilita hacia la periferia, o unificada por un flujo predominante, por ejemplo: el agua en las cuencas
hidrográficas.
En suma, tal como se especificó en el Capítulo I de esta obra, se pueden adoptar como sistema territorial
objeto de ordenación cuatro tipos paradigmáticos de regiones:

• Político-administrativas, asociadas a la organización territorial de cada país.

• Homogéneas o formales, definidas por criterios de semejanza entre sus puntos. La homogeneidad
puede referirse a aspectos temáticos (área de extensión de la identidad cultural de una comunidad,
hábitat de una especie, etc.) o integrales, es decir, de todas las componentes del sistema.
Las regiones administrativas se encuentran institucionalizadas mediante órganos rectores o de gobierno
que facilitan el impulso del plan, su aprobación y su posterior aplicación, incluso ser la entidad gestora.
Los espacios homogéneos pueden ser fácilmente delimitados a través de las componentes del sistema
(espacios estructurales), mientras resulta difícil atribuir límites a los polarizados a causa de su
naturaleza funcional (espacios funcionales) que se adapta mejor a la representación de los flujos de
relación mediante flechas de diferente grosor o color que marcan el sentido y la intensidad de las
relaciones; los límites en este caso se atribuyen en función de los indicadores que miden la intensidad
y dirección de las interacciones (el funcionamiento más o menos polarizado) y de los que denuncian la
conciencia regional. Y todo ello teniendo en cuenta los objetivos que se persiguen.
La delimitación de regiones puede ser intuitiva e informal, o sistemática y formalizada; la primera sólo
resulta útil a gran escala y cuando se utilizan criterios históricos y políticos, pero a mayor detalle
aparecen divisiones, subdivisiones y franjas frontera, que obligan a adoptar algún procedimiento
formal. Estos se suelen desarrollar en cuatro fases:

• Identificación de las variables a utilizar: de conciencia regional, de funcionalidad y/o de


homogeneidad.
• Adopción de una unidad básica o de análisis para la medida de las variables.
• Medida de esas variables en las unidades de análisis.
• Aplicación de una técnica de clasificación, diferente para regiones polarizadas y homogéneas.

Un tipo interesante de regionalización es la que se basa en el área de extensión de diferentes conflictos o


problemas para identificar "áreas problema" que se adoptan como ámbito de planificación. El proceso se
desarrolla según los siguientes pasos:

• Tipificación de los conflictos.


• Búsqueda de indicadores para cada tipo de conflicto.
• Medida de cada indicador y representación cartográfica.
• Valoración de cada indicador para cada zona mediante una función de calidad o de transformación.
• Modelo de agregación por zonas.
• Agrupación de zonas similares.
La comarca como unidad de planificación
El concepto histórico español de comarca se adapta muy bien al enfoque integral que hace la ordenación
del territorio porque constituye una síntesis de funcionalidad (polarizada hacia la cabecera comarcal y
jerarquizada en varios niveles) y de homogeneidad (porque cuenta con un alto arraigo popular en la mayor
parte del país). A ello se une la complementariedad entre las actividades que suelen caracterizar a las
comarcas en una región.

Las áreas funcionales

Son territorios organizados en torno a un núcleo central o polo del que dependen y con el que se producen
fuertes interacciones (flujos de personas, información, mercancías…) las cuales determinan la región. Las
comarcas pueden constituir áreas funcionales, pero en ellas suele predominar la homogeneidad y el
sentido histórico de pertenencia.

Las cuencas hidrográficas

Se consideran funcionales las cuencas hidrográficas cuya coherencia se apoya en el flujo del agua. Su
funcionamiento unitario y sus características biofísicas las hacen muy adecuadas para diagnosticar,
planificar y gestionar el medio físico, y más concretamente, el ciclo del agua; pero ello requiere
institucionalizar la gestión de dicho ciclo a través, por ejemplo, de Organismos de Cuenca u otros.

Diagnóstico territorial
El término diagnóstico se refiere al conocimiento e interpretación del sistema territorial, en su contexto, al
que se aplica a la luz de su evolución histórica (retrospectiva) y de su tendencia hacia el futuro
(prospectiva) en ausencia de intervención.

Diagnóstico objetivo y perceptivo


La aproximación técnica y científica al diagnóstico, presumiblemente objetiva, aunque sin despreciar
procedimientos diferentes al método científico, se complementa con la aproximación perceptiva, basada en
la apreciación subjetiva del sistema por los ciudadanos, los agentes y los actores sociales.

Complementar con el conocimiento local

Los conocimientos y herramientas propios del campo de la ciencia y de la técnica, se perfeccionan con la
sabiduría local, es decir con los conocimientos de los ciudadanos que viven y evolucionan con el sistema
objeto de diagnóstico, adquirido por métodos intuitivos a través de una observación directa y continua
mediante "prueba y error", y estimulado por la implicación que supone su vinculación vital al sistema.
Esto es así porque comprender el funcionamiento de cualquier sistema, no se consigue buscando
relaciones causa efecto u otras relaciones más o menos simples, lineales y modelizables, sino que se
producen interrelaciones muy complejas, cuyo conocimiento se adquiere de forma progresiva a lo largo
de periodos dilatados de tiempo, por aquellos cuya supervivencia va en ello, que evolucionan con el
sistema que los acoge, a un ritmo similar, y que llegan a aprehenderlo mediante el procedimiento de
prueba y error.

Diagnóstico del contexto o sistema exterior en que se inscribe

El sistema objeto de diagnóstico se inscribe e inserta en un contexto o sistema exterior con el que existen
todo tipo de interacciones y sin el que no podría ser entendido. Éste también debe ser diagnosticado, al
menos en términos de las relaciones (flujos de todo tipo) con el interior, de las oportunidades y de las
amenazas que surgen de él para el sistema objeto de diagnóstico.

Técnicas para captar información

Existen una serie de fuentes y técnicas para captar información, que se pueden sintetizar como sigue:

• Recopilación y consulta bibliográfica, documental, cartográfica, estadística, etc. Interpretación de


tele imágenes: fotografía aérea, satélites, etc.
• Trabajo de campo. Recorridos y observación.
• Encuestas: Proporcionan información objetiva y verificable y opiniones sobre lo que se pregunta.
Pueden ser cualitativas o cuantitativas, estructuradas o no, orales o escritas, individuales o
colectivas ... Requieren definir el universo, el tamaño y la estratificación (tramos homogéneos:
niveles geográficos, socioeconómicos, etc.) de la muestra y elaborar el cuestionario. Culminan con
el vaciado de la información y la emisión de un informe.
• Entrevistas en profundidad. Se realiza a "testigos privilegiados": personas que por su trabajo,
experiencia, liderazgo, relaciones o conocimiento directo pueden aportar información y opinión
solventes.
• Reuniones de grupo informal: grupo de personas simplemente interesadas o implicadas en el tema:
expertos, líderes o representantes de grupos de interés.
• Reuniones formales en paneles: grupos estandarizados que se eligen aleatoriamente y se estratifica
por zonas y grupos de interés, de modo que representen todos los segmentos e intereses de la
población.
• Información por "ósmosis o empapamiento": Se adquiere "sin saber cómo, por los pies", mediante
recorridos, de campo, observación y conversaciones informales, principalmente.

Fases del diagnóstico

En esta obra se enfoca el diagnóstico del sistema territorial en dos fases sucesivas: diagnósticos
sectoriales, referidos a los subsistemas que conforman el sistema territorial y tarea de especialistas, y
diagnóstico integrado, referido a la interpretación integrada y unitaria del conjunto.
Por otra parte, la fase de diagnóstico pasa por tres tareas sucesivas, cuya elaboración combina la
aproximación técnica presumiblemente objetiva, los conocimientos locales y la percepción de los agentes
implicados; son las siguientes:
• Definir y delimitar el ámbito espacial al que se refiere.
• Identificar la información relevante, recogerla y elaborarla para facilitar su tratamiento e
interpretación.
• Interpretar la información en función de los objetivos por los que se hace el diagnóstico.

Análisis y diagnóstico del medio Físico

Se entiende el territorio y sus recursos en el más genuino y literal sentido de la palabra territorio: la tierra,
la naturaleza más o menos transformada.

Se trata de un sistema formado por los elementos y procesos del ambiente natural, tal y como se encuentran
en un momento dado: el clima y el aire; los materiales, los procesos y las formas que adoptan tales
materiales bajo la acción de dichos procesos; el suelo y el subsuelo; el agua; la biocenosis: vegetación y
fauna, y sus relaciones con el hábitat que ocupan; los procesos activos y los riesgos de todo tipo: recarga
de acuíferos subterráneos, erosión y sedimentación, procesos edáficos, ciclos de los materiales y de la
energía, cadenas alimentarias, las formas antrópicas de aprovechamiento de los recursos naturales y de
utilización primaria del suelo; el paisaje o relación entre la manifestación externa de todo ello y la
percepción poli sensorial y subjetiva de la población, local o foránea, perceptora potencial del sistema.

Papel del medio físico en la ordenación territorial. Criterios ecológicos de


sostenibilidad
El papel del medio físico en la ordenación territorial se entiende en términos de relación con las actividades
humanas. Esta relación permite traducir las formulaciones abstractas del concepto de sostenibilidad a
criterios técnicos medibles y controlables, según explica el razonamiento que sigue. Parte de la idea de que
toda actividad se ubica necesariamente sobre un entorno físico, y se relaciona con él a través de aquello que
la actividad toma de él (influentes), de lo que emite a él (efluentes) y de los elementos físicos (edificios,
equipos, etc.) que pone en él; y todo ello conformando un sistema armónico y funcional; en la medida en
que la actividad esté integrada en su entorno físico natural será sostenible y contribuirá a la sostenibilidad
del desarrollo.

Nuevas funciones como recursos


Las funciones citadas se comportan como recursos naturales, porque cumplen la doble condición de
utilidad y escasez. Se trata de la "oferta" que hace el medio físico a las actividades que soportan el
desarrollo, oferta que, a su vez, define en positivo las actividades razonables desde el punto de vista del
territorio; la función "fuente de recursos y materias primas" sugiere las actividades a través de las cuales
se pueden aprovechar dichos recursos, mientras las otras dos informan en negativo sobre las que serían
tolerables por el medio físico.
Criterios ecológicos para la sostenibilidad

Los recursos naturales renovables son aquellos que se autorreproducen en unos determinados ciclos
temporales y de acuerdo con unas determinadas tasas de renovación, las cuales marcan un límite a la
extracción si no se quiere incurrir en sobreexplotación y, al final, agotamiento del recurso. Es el caso de los
recursos biológicos: vegetales y animales, de los recursos edáficos de renovabilidad lenta generalmente,
del agua contenida en un acuífero subterráneo con un flujo limitado de recarga, etc. El criterio de
sostenibilidad para las actividades que utilizan este tipo de recursos, consiste en respetar sus tasas de
renovación; así la capacidad biológica de reproducción de los recursos madereros, cinegéticos o piscícolas,
constituyen el umbral por encima del cual el consumo agota el propio recurso; la extracción de agua de un
acuífero subterráneo solo es sostenible si, por término medio, se hace por debajo de su recarga anual o
interanual.

Los objetivos del diagnóstico del medio físico

El diagnóstico del medio físico pretende conocer cómo es y cómo funciona, qué conflictos y problemas le
afectan y de qué potencialidad dispone este subsistema: "leerlo", en suma; más específicamente los
objetivos del diagnóstico del medio físico consisten en:
Conocer las características naturales: estructurales y funcionales, basado en un inventario de estas y una
interpretación de su funcionamiento.
• Comprender las formas en que se utiliza el medio físico y sus recursos naturales, incluyendo las
degradaciones y amenazas que actúan sobre él.
• Valorar el medio físico, en términos de méritos de conservación, basado en la excelencia,
significado y función de los elementos y procesos que se dan en él.
• Estimar la potencialidad del medio físico, en términos de las oportunidades que ofrece, en cuanto
recurso, soporte y receptor de desechos, para las actividades humanas.
• Estimar la fragilidad o vulnerabilidad del medio físico para dichas actividades.
• Conocer las amenazas naturales, vulnerabilidad y riesgos para las personas y las actividades
humanas.
• Determinar la capacidad de acogida del medio físico para las citadas actividades.

Opciones metodológicas y modelos para determinar la capacidad de acogida


del medio físico

Teniendo en cuenta el carácter de sistema del medio físico y el cúmulo de factores que lo forman, surgen
dos grandes opciones:

• Integración al principio del proceso: se trabaja desde el comienzo con unidades de


integración (ambientales o de síntesis) que son la expresión externa del ecosistema que
subyace, las cuales se adoptan como unidades operativas para determinar y representar la
capacidad de acogida.
• Integración en una fase avanzada del proceso, después de trabajar con cada uno de los
factores del medio físico.

Integración al principio del proceso

Comienza este camino con la prospección integrada del medio físico (aproximación a su conocimiento
por un equipo formado por expertos en geomorfología, vegetación, usos del suelo y paisaje), para definir
unidades de integración y para valorarlas; hecho esto, se pueden aplicar uno de los dos modelos
siguientes:

• Modelo Empírico
• Modelo Impacto/Aptitud (integración al principio del proceso)

Integración al final del proceso

Este camino se inicia con la información y cartografía de los factores del medio físico y la valoración de
aquellos valorables (los susceptibles de recibir impactos); hecho esto surge la posibilidad de aplicar uno
de los dos modelos representados en las figuras y sus versiones:

• Modelo Impacto/Aptitud (integración al final del proceso)


• Modelo de capacidad de acogida por factores

La fase de prospección o información del medio físico

Es una fase común a todos los modelos. Se puede realizar mediante dos técnicas, no excluyentes sino
complementarias: la denominada prospección integrada del medio que es recomendable cuando se aplique
el modelo empírico y el modelo impacto/aptitud sobre unidades de integración, y la información por
factores y elementos del medio físico.

La prospección integrada del medio físico


Es una forma de acceder al conocimiento y la interpretación del medio físico realizada por un equipo
multidisciplinar de expertos que trabajan intercambiando conocimientos para llegar a una comprensión
conjunta del ámbito estudiado; en el equipo deben estar presentes, al menos, expertos en cada una de las
componentes más sintéticas y explicativas del sistema:
• Geomorfología, que sintetiza información sobre materiales, formas y procesos, en unidades
geomorfológicas basadas en el hecho de que las formas del terreno son el resultado de las acción
de unos procesos sobre unos materiales a lo largo del tiempo.
• Biocenosis vegetal, incluidos cultivos, que manifiesta las condiciones climáticas y edáficas
determinantes de la vida, las relaciones entre el medio biótico y abiótico y las actividades
humanas imperantes.

• Paisaje, entendido como expresión externa y perceptible del medio que denuncia la salud de los
ecosistemas que subyacen, su evolución y la huella histórica del hombre.

• Usos del suelo, reflejo de la relación del hombre con su entorno en términos de
aprovechamientos y comportamientos.

Afecciones normativas del suelo y previsiones de planificación


La representación cartográfica de las afecciones del suelo y de la incidencia territorial de la legislación,
constituye el modelo espacial del sistema de intervención existente, en cuanto pone de manifiesto el
cúmulo de regulaciones sobre el territorio; este debe ser completado con un análisis de la capacidad de las
instituciones para controlarlo y hacerlo cumplir. Las afecciones, sin ánimo de exhaustividad, pueden
agruparse de la siguiente manera:

• Espacios naturales protegidos por la legislación nacional y por la legislación autonómica.


• Protecciones derivadas de la legislación sobre patrimonio histórico o artístico (parajes
pintorescos, monumentos fuera de núcleos, jardines, etc.).
• Protecciones derivadas de la legislación de yacimientos paleontológicos y arqueológicos.
• Reservas, refugios, cotos, etc. de caza y pesca.
• Catálogos de protección incluidos en el planeamiento urbanístico previsto en la Ley del Suelo y
otras protecciones no incluidas en catálogo.
• Montes públicos de distinto tipo y otros espacios de uso o aprovechamiento limitado por la
legislación de montes (protección hidráulico forestal, peligro de incendios, etc.). — Otros
espacios públicos: Patrimonio Nacional, Diputaciones, Ayuntamientos, etc.
• Vías pecuarias y descansaderos del ganado.
• Afecciones derivadas de legislación agrícola y rural: zonas de agricultura de montaña, de
concentración parcelaria, de ordenación de explotaciones, etc.Oportunidades derivadas de la
aplicación de los fondos estructurales de la UE: zonas ecológicamente sensibles, programas
operativos, etc.
• Dominio público hidráulico, dominio público marítimo terrestre, zonas de previsión de daños por
avenidas, perímetros de repoblación obligatoria, de protección de acuíferos, de sondeos de
abastecimiento de agua, áreas de investigación de aguas subterráneas, etc.
• Derechos mineros, reservas del estado, concesiones de explotaciones, autorizaciones de
explotación y aprovechamiento, etc.
• Servidumbres de paso de líneas eléctricas, gaseoductos, oleoductos, grandes obras públicas, etc.
• Servidumbres derivadas de las instalaciones nucleares.
• Zonas condicionadas por instalaciones para la defensa nacional, polígonos de tiro, etc.
• Clasificación urbanística del suelo.
• Afecciones derivadas de planificación sectorial: agricultura, turismo, etc.
• Programas y proyectos previstos con incidencia territorial.
Degradaciones

Las degradaciones se refieren a situaciones indeseables de hecho, las cuales pueden ser actuales o
potenciales basadas en hipótesis futuro en función de las tendencias observadas y en las previsiones
detectadas en el capítulo de afecciones. El concepto de degradación es relativo, en principio se trata de
situaciones insatisfactorias desde el punto de vista de la ecología, el paisaje o el uso del suelo, que podrá
venir indicada por la ausencia de vegetación donde debería haberla, por un uso inadecuado del suelo es
decir discordante con la capacidad de acogida del territorio o superposición y desorden de actividades,
por la explotación de recursos naturales renovables por encima de su tasa de renovación, por la presencia
de procesos erosivos activos, por la alteración negativa de otros elementos y procesos del medio, por la
presencia de contaminaciones de diverso tipo, incluida la visual, etc. Resulta útil agruparlas en función
del origen de los impactos producidos:

• Degradaciones derivadas del cambio en los usos del suelo:


1. directas: ocupación
2. indirectas: efectos inducidos, despoblamiento rural, abandono de la agricultura, aumento de
accesibilidad a espacios naturales, etc.
• Emisión y vertido de contaminantes:
• al aire, al agua y al suelo
• discordancias en el paisaje
• introducción de flora o fauna exótica, controles biológicos, etc.
• emisión de ruido de vibraciones o de otras formas de energía (calor, por ejemplo). Sobreexplotación
de recursos naturales, ecosistemas y paisajes por encima de las tasas de renovación anual o
interanual: acuíferos subterráneos, bosques, pastos, suelos, recursos pesqueros, esparcimiento y
recreo al aire libre, etc.
• subexplotación de recursos naturales, ecosistemas y paisajes y consiguiente degradación
• situaciones con riesgos geológicos naturales o inducidos
• incendios forestales
• plagas y enfermedades
• Concesiones administrativas, etc.
• Otras.

Amenazas, vulnerabilidad y riesgo

Con frecuencia las noticias califican de "catástrofes naturales", procesos naturales muchos de ellos
conocidos y predecibles, si no en cuanto al momento de su ocurrencia, sí en cuanto a la seguridad de ella;
es el caso, por ejemplo, de las inundaciones asociadas a ciertos periodos de recurrencia (anual, decenal, 25,
100 0 500 años) cuya probabilidad de ocurrencia es segura, aunque el momento en que se produzca está
sometida a incertidumbre.
Las catástrofes a que se refieren tales noticias no son naturales, pues este calificativo solo alude a una parte
de la causa, sino humanas porque la causa real hay que atribuirla a la exposición de la población y de sus
bienes a los efectos derivados de tales procesos naturales y, en particular a la forma de ocupación del suelo
por las actividades humanas y a la forma en que se construyen los elementos físicos (edificios,
infraestructuras e instalaciones) que las cobijan y soportan. Es el caso por ejemplo de la ocupación
residencial de las zonas afectadas por el flujo previsible de coladas volcánicas, por movimientos sísmicos,
por desplazamientos en masa de materiales o por inundaciones.
Pero las actividades humanas no son solo los receptores típicos de los efectos de tales procesos y amenazas
naturales, sino que las propias actividades antrópicas tienen fuertes implicaciones en la agravación de
ciertas amenazas como la de inundación, afectada por la forma en que se ocupa y aprovecha la cuenca
vertiente de cursos de agua, o el desplazamiento en bloque de materiales y desechos depositados por el
hombre en lugares inadecuados y de forma improcedente.
Y otras veces las amenazas proceden de circunstancias antrópicas, como explosiones, roturas de presas de
residuos en el sector minero, escapes de emisiones gaseosas dañinas para la salud o incluso letales, vertidos
venenosos a cauces o deposición de residuos peligrosos en áreas de recarga de acuíferos que luego se
aprovechan por la población, etc.

Amenaza

Las amenazas naturales se pueden clasificar así:

• Procesos tectónicos, relacionados con la geodinámica interna; están condicionados por tres factores
fundamentales: la naturaleza de los materiales, su estructura y su estado de tensión-deformación.
Son la sismicidad, el vulcanismo.

• Procesos relacionados con la geodinámica externa; están determinados por los factores climáticos
y por la naturaleza geológica de los materiales. Son los movimientos de ladera y deslizamientos,
hundimientos y desplomes en acantilados y zonas con fuertes pendientes, inundabilidad, procesos
de erosión actual y erosionabilidad o erosión potencial, sobreexplotación, contaminación y
salinización de los acuíferos subterráneos o de suelos, etc.

• Otros: Incendios forestales y vulnerabilidad a los incendios (afección a las personas, bienes
materiales y medio ambiente)

Vulnerabilidad

La vulnerabilidad puede ser física por exposición humana afectando a la salud o vida de las personas,
económica afectando a bienes o servicios económicos, estructural afectando a infraestructuras,
equipamientos, etc. ambiental afectando a especies, biocenosis, ecosistemas, contaminación, etc., cada una
de las cuales se evalúa a través de indicadores específicos. La vulnerabilidad total se obtiene por agregación
de las anteriores para cada amenaza concreta, variando el peso de cada uno de ellos en función de la
amenaza. Tales pesos se atribuyen por un panel de expertos.
Incertidumbre

Se diferencia del riesgo en que no se conoce la probabilidad de ocurrencia; se consideran dos tipos de
incertidumbre: Aleatoria: consecuencia de la variabilidad natural del sistema, la cual se puede cuantificar
por medidas y estimaciones estadísticas o por opinión de expertos, y la Epistémica: consecuencia de la falta
de conocimiento del sistema, la cual solo se puede cuantificar a través de la opinión de expertos.

La imagen del sistema territorial y su percepción: el paisaje

Por paisaje entendemos aquí la percepción, polisensorial y subjetiva, del sistema territorial. El territorio se
hace paisaje cuando alguien lo percibe. Siendo subjetiva, la percepción varía con el tipo de perceptor y con
el lugar de percepción, y se adquiere a través de todos los órganos de percepción, directos e indirectos, que
operan en el observador. Y es esa experiencia perceptiva quien induce en el individuo los sentimientos
determinantes de la clasificación y de la valoración del paisaje.

. Unidades de integración: una forma operativa de entender y modelizar el medio


físico

Las unidades de integración son recintos territoriales que representan externamente el ecosistema
subyacente; permite por tanto hacer una aproximación por sistemas al conocimiento del medio físico,
rompiendo así la aproximación por capas o factores, lo que permite un entendimiento más real, útil y
operativo del medio físico. Cuando el conocimiento se adquiere mediante prospección integrada, las
unidades de integración surgen directamente, con facilidad; cuando se hace por factores independientes hay
que recurrir a técnicas de superposición.
Las unidades de integración se consideran sistemas de relaciones de funcionamiento unitario cuyas
componentes y procesos son los factores del medio físico inventariados. Se adoptarán como sectores
territoriales básicos, tanto en el diagnóstico del medio físico como a lo largo del proceso de toma de
decisiones que implica la elaboración del plan; por eso en ocasiones nos referiremos a ellas con la
denominación de "unidades operacionales". Otras veces podremos aludirlas también con la expresión
unidades de síntesis o ambientales.
Su interés se comprenderá a la vista del cúmulo de información temática sobre el medio físico, que hace
difícil la elaboración de un diagnóstico del sistema si no hay un proceso previo de síntesis. En este sentido,
las unidades de integración pueden entenderse como la expresión de los elementos y procesos del territorio
en términos comprensibles y, sobre todo, en términos operativos. En esta idea, las unidades de integración
no son más que una manera racional de hacer operativa la información transponiéndola a forma fácilmente
utilizable.
En resumen las unidades de integración son los sectores básicos del territorio en función de los cuales se
hace el diagnóstico del medio físico. Adoptar el territorio como base de la integración, se justifica porque
sobre él confluyen e interactúan todos los factores que configuran el sistema territorial.

Tipos de unidades de integración o ambientales y formas de obtenerlas


De acuerdo con todo lo anterior, el tipo de unidades y los criterios de definición deben atender a dos
objetivos:

• Facilitar la comprensión del medio físico.


• Hacer fácilmente utilizable el cúmulo de información sectorial recogida en su inventario.
Cada unidad definida puede considerarse, a su vez, como un subsistema del medio físico, incluso aunque
la homogeneidad quede minimizada cuando se definen en función de algún elemento clave. En principio
existen cuatro grandes tipos de unidades de integración:

• Cuadrícula,
• Unidades homogéneas o unidades ambientales,
• Unidades no homogéneas, estratégicas o de síntesis.
• Unidades funcionales, definidas por una elevada intensidad de interacciones entre puntos o
espacios.

Una tipología orientadora de unidades de síntesis o ambientales


Conscientes del interés metodológico de las unidades de síntesis y de la importancia de acertar en su
definición, a continuación se da una tipología orientativa de ellas que puede adoptarse como referencia.

Descripción de las unidades de integración o ambientales


Para dar consistencia informativa al plan y transmitir el conocimiento adquirido, conviene describir las
unidades de integración en fichas ad hoc. Esta debe ir precedida por una aproximación general previa que
familiarice al profano con el territorio; resulta útil plasmar tal aproximación en forma de grandes unidades
estructurales del medio físico.
Las fichas descriptivas incluyen aspectos tales como los siguientes:

• Materiales, formas y procesos que componen la base física de la unidad. Papel de la unidad en el
funcionamiento del conjunto. Aspectos notables y riesgos sobresalientes.
• Biocenosis y ecosistemas que la configuran o de los que forma parte. Especies notables de flora y
fauna. Papel en el funcionamiento del conjunto.
• Base paisajística e intervisibilidad de la unidad, fundamentalmente en relación con las zonas
accesibles habitadas y/o más frecuentadas por la población.
• Usos del suelo actuales, formas de utilización, influencias y aprovechamiento histórico,
significado de la unidad en la economía del ámbito.
• Estado de conservación, valores sobresalientes de tipo científico, cultural y/o didáctico.
• Afecciones del suelo y legislación con incidencia en la unidad.
• Degradaciones existentes y amenazas futuras. Posibilidades de corrección y prevención.
• Potencialidad y actividades vocacionales y forma de hacerlas efectivas.
• Fragilidad y actividades compatibles e incompatibles.
• Otras características de interés para la interpretación de la unidad.

Valoración del medio físico a través de las unidades de integración o ambientales

Una vez descritas las unidades de integración o ambientales por sus aspectos más relevantes, conocidas,
por tanto, se está en condiciones de estimar los méritos de conservación con que cuenta.
Esto se entiende por valor, los méritos de un punto genérico del territorio, o, de forma operativa, de una
unidad de integración o ambiental, que aconsejan conservarla o, lo que es lo mismo, evitar la alteración de
forma en que se viene utilizando y aprovechando históricamente.

Relación, tipología y definición de las actividades a ordenar en el plan

Se ha dicho que la capacidad de acogida relaciona las actividades con el medio; para ello hay que definir
aquellas actividades que deban ser objeto de ordenación y regulación en el plan. Estas pueden darse en la
actualidad o no darse, pero estar expectantes en el territorio porque existan recursos (naturales, humanos o
construidos) inexplotados, por la presencia de aptitudes de la población no aprovechadas o porque haya
promotores dispuestos a invertir en actividades no existentes; a ellas hay que añadir las derivadas de las
previsiones establecidas por los niveles administrativos superiores de decisión, particularmente aquellas
que se intenta favorecer mediante ayudas técnicas, financieras o de gestión.

Modelo empírico para "leer" o determinar la capacidad de acogida del medio físico

Se describe siguiendo las tareas especificadas en el diagrama de flujos que lo representa en la figura. Las
seis primeras tareas del diagrama ya se han descrito en epígrafes precedentes; son las siguientes:

• Se realiza la prospección integrada del ámbito del plan, de la forma en que se ha explicado antes;
se puede sustituir por una aproximación coordinada por factores al conocimiento del medio físico
realizada.
• Se definen y fijan los criterios para identificar las unidades de integración o ambientales.
• Se identifican y cartografían las unidades de integración o ambientales) que se desee utilizar.
• Se describen dichas unidades en fichas, ver por ejemplo un modelo de ficha en la figura.
• Se valoran las unidades de integración según las dimensiones de valor descritas, figuras.
• Se representa cartográficamente la valoración realizada, figuras.
• Se identifican las actividades para las que se desea determinar la capacidad de acogida.

Modelo Impacto/Aptitud: integración al principio del proceso


Este modelo impacto/aptitud opera sobre los conceptos de impacto: efecto de una actividad sobre una
unidad genérica de integración, y de aptitud: medida en que una unidad de integración cubre los requisitos
locacionales y de funcionamiento de una actividad.

Las diferencias afectan a las últimas fases cuando, una vez identificadas, cartografiadas, descritas y
valoradas las unidades de integración, y definidas las actividades a regular por el plan, la capacidad de
acogida se establece pasando previamente por una matriz de impacto y aptitud.

Modelo Impacto/Aptitud: integración al final del proceso por superposición de


capas

El modelo impacto/aptitud (cuyos fundamentos se explicaron en el punto anterior) lo cuales tenemos


algunos aquí a continuación:

• Información y cartografía de cada uno de los factores del medio físico, en clases o unidades
temáticas homogéneas para cada factor y a la misma escala.

• Valoración de las clases de cada uno de los factores valorables (que serán aquellos cuyas clases
inventariadas sean susceptibles de ser ordenadas según sus méritos de conservación), y atribución
a dichas clases de un rango de valor en una escala común.

• Superposición para obtener el valor del medio físico, y su representación en una capa de valoración.

• Identificación de las actividades a considerar en el plan, y que deban ser objeto de ordenación y
regulación.

• Identificación, para cada actividad, de los factores susceptibles de recibir impacto (positivo o
negativo) por la implantación y el funcionamiento de tal actividad. Por ejemplo para la actividad
infraestructuras de comunicación (carreteras) estos factores podrían ser suelos, vegetación, fauna y
paisaje.
Modelo de capacidad de acogida por factores: integración al final del proceso

Este modelo, que fue desarrollado por los autores con el nombre de MAUSAR (Modelo de Asignación de
Usos del Suelo en Áreas Rurales) en el campo de la planificación territorial, opera integrando los
conocimientos y criterios de expertos en los elementos/factores del medio físico que intervienen en la
localización; tal integración se realiza por agregación de la capacidad de acogida determinada por cada uno
de tales expertos reflexionando desde su propio campo de especialización.

Las tres primeras tareas para aplicar el modelo coinciden con las de los dos modelos precedentes: se parte,
como siempre, de un ámbito geográfico a ordenar sobre el que se realiza una prospección por
factores/elementos que se plasma en una serie de mapas temáticos representando clases o unidades
temáticas homogéneas para cada uno de ellos: clases agrológicas, por ejemplo, para suelos, tramos de
pendiente comprendida en un cierto intervalo, clases de vegetación, unidades de paisaje, biotopos
faunísticos, rangos de carga portante del suelo, tipos de litología, clases de aprovechamiento del suelo, etc.
Todos los mapas deben realizarse con un grado similar de detalle y representarse a la misma escala. Los
factores inventariados se valoran atribuyendo un rango de valor a las clases inventariadas, se representan
en los correspondientes mapas de valor y se superponen para obtener un mapa de valores agregados del
medio físico.

Conflictos en relación con la situación actual y las tendencias

Como se dijo, en una de las primeras fases informativas del diagnóstico del medio físico, se analizan las
degradaciones y amenazas existentes, las afecciones del suelo, particularmente la clasificación y
calificación urbanística y las repercusiones territoriales de la legislación sectorial. Por otro lado, en este
momento, se dispone de un conocimiento muy completo del valor del territorio y de su capacidad de
acogida. Se trata ahora de identificar, describir, valorar y cartografiar los conflictos que se generan por
comparación entre ambos tipos de conceptos.

Teniendo en cuenta la repercusión del urbanismo en el suelo, uno de los conflictos más interesantes a
considerar, a nivel municipal, es precisamente el que se deriva de la clasificación y calificación urbanística
establecida por el planeamiento municipal. Las divergencias pueden operar en los dos sentidos siguientes:
A. La clasificación propuesta por el planeamiento supera la capacidad de acogida del territorio. Existe
entonces un conflicto cuya gravedad varía en dos direcciones:
• con el grado de valor de conservación del suelo y la diferencia entre la capacidad de acogida y la
propuesta del planeamiento,
• con el grado de compromiso adquirido, y, por tanto, la reversibilidad de la propuesta y el coste que
ello supondría, incluyendo los posibles derechos adquiridos.
La clasificación propuesta por el planeamiento otorga mayor protección al medio físico que la permitida
por la capacidad de acogida. Esta situación constituye un conflicto menor, pero debe tenerse en cuenta que
la mejor integración con el medio físico se produce cuando coincide la capacidad de acogida y su uso y
aprovechamiento.

Síntesis de la problemática del medio físico

Se trata aquí de sintetizar la información elaborada de tal forma que, relacionando unos aspectos con otros,
permita una fácil comprensión de la problemática que se aporta a los "clientes" del plan y, en particular, a
la población afectada. Tiene, pues, esta síntesis, un carácter de comunicación capaz de estimular la
participación y el debate público, por lo que se redactará con un estilo directo y claro, de fácil comprensión
por el profano, organizado por bloques y resaltando los aspectos interpretativos y valorativos sobre los
puramente descriptivos de los problemas, los condicionantes y las oportunidades.
Muchos de los problemas coincidirán con las degradaciones y amenazas detectadas, otros con los conflictos
deducidos al comparar las afecciones del suelo con los valores de conservación y la capacidad de acogida
del territorio; los condicionantes estarán definidos, de un lado, por las tasas de renovación de los recursos
renovables, por la capacidad de asimilación de los vectores ambientales, por la homeostasia y resiliencia de
los ecosistemas, etc. y, de otro, por los procesos activos y riesgos que amenazan a las actividades humanas;
la potencialidad del territorio y sus recursos vendrá expresada por los propios recursos y las actividades a
través de las que pueden explotarse y por la capacidad de acogida del territorio.

Posibilidad de generar efectos positivos por las actividades humanas


Además de los efectos positivos de carácter económico o social, las actividades humanas pueden ser
también beneficiosas para el medio físico en que se ubican. Así, tradicionalmente el hombre ha creado
ecosistemas, paisajes, culturas y elementos diversos que deben ser considerados como positivos. Son
significativas numerosas obras hidráulicas: presas, canales, norias, sistemas de riego, viaductos de los que
son muy significativos los que soportan vías férreas, jardines, edificios civiles o militares, incluso hoy día
se valoran algunos paisajes fruto de la actividad minera.

El subsistema población y actividades

Conceptualmente, la ordenación territorial, es la proyección en el espacio de una estrategia de desarrollo


económico, social y ambiental. La población es el elemento activo de esta estrategia actuando mediante las
actividades de producción, consumo y relación social, mientras el medio físico, como se dijo, es el soporte
de tales actividades, la fuente de los recursos naturales y materias primas que utilizan y el receptor de sus
efluentes. La población es por ello el agente fundamental del sistema territorial: adapta el medio físico para
ubicar sus actividades, toma recursos de él para transformarlos en su propio beneficio y le incorpora los
desechos o productos no deseados. La población, por otro lado, es el destinatario último de la ordenación
territorial, en cuanto ésta no pretende otra cosa que mejorar la calidad de vida de la población.
La población

Tal como se señaló, el diagnóstico de este importante factor territorial consiste en interpretar la población
en relación con los aspectos antes citados y traducirlos a problemas y potencialidades; así habrá que
analizar:

• Su potencial productivo (o fuerza de trabajo), es decir los recursos humanos, la oferta laboral del
sistema, en cantidad y calidad, para desarrollar actividades.
• Su demanda, en cantidad, calidad y acceso, de bienes y de servicios y equipamientos sociales,
incluida vivienda.
• La estructura social y el sistema de valores de una población que se organiza en función de la forma
en que se relaciona.

Las actividades productivas. La base económica


Se trata, de un lado, de identificar y analizar las actividades actuales desde los puntos de vista de su
localización, su viabilidad, su comportamiento y su relación con las demás o papel en el conjunto, y de otro,
de identificar las actividades (las actuales y las potenciales) que han de ser objeto de regulación en el plan,
respecto de las cuales se determinará la capacidad de acogida del territorio y sobre las que se apoyará el
desarrollo socioeconómico del ámbito del plan.

Áreas de diagnóstico

Paralelamente a las unidades de integración definidas para facilitar el diagnóstico del medio físico, salvando
las distancias epistemológicas, el diagnóstico de la población y sus actividades puede especializarse en
forma de áreas de diagnóstico identificadas por una problemática relativamente homogénea. Su definición
y delimitación se puede realizar superponiendo tres criterios básicos:

• El potencial de la población, que se calcula en función de la dinámica demográfica, niveles de


dependencia y envejecimiento, proporción de empresarios y niveles de instrucción y actividad,
adecuadamente ponderados.
• La especialización funcional desde el punto de vista de los sectores de actividad productiva actual
y potencial.
• Las dotaciones de equipamientos, en función de las áreas de servicio y los niveles de accesibilidad
de la población.
Sistema de asentamientos de población

El subsistema de asentamientos está formado por los núcleos de población: ciudades, pueblos, aldeas,
pedanías, caseríos, vivienda unifamiliar aislada y dispersa, etc., y los canales (infraestructuras de transporte
y de telecomunicaciones) a través de los cuales se relacionan intercambiando personas, mercancías,
servicios e información. Tres elementos definen, pues, el sistema: el poblamiento u organización en el
espacio a lo largo del tiempo de los asentamientos poblaciones, los canales de relación y los flujos de
intercambio entre ellos.
Este subsistema, indisociable de la población y sus actividades, añade al entendimiento de la población
como recurso y como sujeto territorial, su consideración como objeto territorial, es decir, como elemento
que se distribuye y organiza en el espacio según un modelo que evoluciona a lo largo del tiempo: el
poblamiento.

Sobre los factores determinantes del poblamiento


Los asentamientos de población se ordenan en el espacio de acuerdo con unos factores de localización y
una red de relaciones, cuya influencia, unida a la de otros factores que van surgiendo, determina la dinámica
evolutiva del sistema, así como la importancia (tamaño y funciones) de cada asentamiento en el conjunto;
el conocimiento y comprensión de tales factores resulta indispensable para los objetivos de un correcto
diagnóstico. Tres grandes factores explican las pautas del modelo locacional y de funcionamiento del
sistema de asentamientos humanos y sus canales de relación:

• Naturales
• Históricos
• Sociales
• Territoriales

Objetivos y niveles del diagnóstico

El diagnóstico de este subsistema que requiere la elaboración de un plan de ordenación del territorio,
pretende valorar su capacidad para:

• que la población pueda acceder fácilmente a todos los puntos del ámbito del plan, y, en
consecuencia, a la explotación de los recursos territoriales y al disfrute y aprovechamiento de sus
valores,
• dotar a la población de los bienes y servicios sociales necesarios, en cantidad, calidad y
accesibilidad, de forma eficaz y eficiente,
• que la población pueda acceder con comodidad y rapidez a los lugares de trabajo,
• facilitar el intercambio de mercancías, personas e información entre los núcleos habitados,
• que se produzca una fluida interrelación de los individuos entre sí y con las instituciones, de tal
manera que se favorezca la vertebración y la cohesión social,
• que puedan aprovecharse las rentas de localización mediante las oportunas conexiones del ámbito
del plan con el exterior.

Nivel sistema de asentamientos

El diagnóstico requiere entender dos aspectos que se solapan y entrecruzan: la estructura u


organización espacial (relaciones entre sí y con el medio físico) y el funcionamiento en términos de
flujos de todo tipo, así como la evolución en el tiempo, del subsistema formado por los asentamientos.
El diagnóstico atenderá a los dos elementos que lo forman y sus atributos: los núcleos de población y
los canales o infraestructuras de relación. Por consiguiente, los datos de análisis girarán en torno a los
siguientes:

• Núcleos de población
• Canales o infraestructuras de relación
• Flujos o intercambio entre los núcleos

Técnicas e indicadores de análisis

Para analizar cada uno de los tres aspectos fundamentales del subsistema de asentamientos: asentamientos,
canales y flujos de relación, existe un amplio abanico de técnicas; a continuación se exponen aquellas cuya
sencillez de aplicación y necesidad de datos las hace más usuales.

Medidas de la tendencia a la centralidad

Detectan en qué medida la distribución de los asentamientos en el espacio se organiza en torno a un punto
central y, cuando se analiza para momentos diferentes, cómo éste puede desplazarse en el tiempo:

• El centro de gravedad
• Centro de gravedad ponderado

Índices de Concentración y de Dispersión

Constituyen una primera aproximación cuantificada al modelo del sistema de asentamientos; las más
elementales son:
Ya señalados en el diagnóstico de población, miden, respectivamente, el porcentaje de población que se
localiza en el núcleo de mayor tamaño y el porcentaje de población que vive en "diseminado".

• Desviación típica de las distancias


Cuantifica la separación de los pueblos respecto a un valor promedio o medida de tendencia central; es el
equivalente a la desviación típica en una distancia unidimensional, y se calcula por la expresión:

• Radio dinámico o distancia standard


Este concepto, que deriva del anterior, tiene el mismo significado respecto al centro de gravedad que la
desviación típica en una distribución unidimensional con respecto a la media aritmética. Se emplea pues
para cuantificar la dispersión de las distancias que separan los diferentes asentamientos del centro de
población. Se calcula así:

• Potencial de población
Relaciona el potencial de interacción de un asentamiento con la población y la distancia, asumiendo que tal
potencial es directamente proporcional a la población e inversamente proporcional a la distancia;
proporciona, pues, un conocimiento indirecto, y cartografiable en mapas de isopotencial, de la influencia
que puede ejercer un núcleo sobre su entorno, traducible en flujos de población, bienes y servicios, ideas,
información, etc.

Nivel de cada uno, interno, de los núcleos

Ya se comentó el tamaño de los núcleos, que viene dado por su población de hecho pues la de derecho no
representa la realidad. Este dato y su viabilidad de permanencia hacia el futuro o sostenibilidad, son los más
relevantes desde el punto de vista de la ordenación territorial, mientras el resto de los que se citan a
continuación rozan el urbanismo.
La viabilidad hacia el futuro se analizará mediante la proyección de la pirámide de población, así como del
análisis de las fuentes de riqueza con que puede contar para sostenerla.
La estructura interna de los núcleos se estudia sobre dos de sus características principales: la forma de
ocupación del suelo y la tipología y morfología edificatorias; la primera se analiza sobre el plano del núcleo
y se describe en función de las causas y factores que la determinan; así se identifican formas tipo: pueblo
lineal, pueblo-calle, pueblo en estrella, apoyado en vías radiales, pueblo agrupado y compacto, nuclear,
apiñado, redondo, con lugar central, con plano cuadriculado, en nebulosa, etc.

Análisis y diagnóstico de los canales de relación y flujos de intercambio

El diagnóstico de este sistema relacional pretende, fundamentales, conocer el papel de las infraestructuras
de transporte y de telecomunicaciones en los procesos de estructuración del territorio, en su funcionamiento
y en la imagen que trasmite, y ello en términos de entender en qué medida (figura IV.49):
• Satisface las demandas de movilidad, entre asentamientos de población: acceso a servicios y
equipamientos sociales, al trabajo, etc., a puntos significativos y a los recursos territoriales en
general.
• Permite el intercambio de personas, mercancías e información.
• Facilita las relaciones humanas.
• Facilita el aprovechamiento de las oportunidades de localización.
• Permite las conexiones con el exterior

Análisis y diagnóstico de otras infraestructuras

Referido a la demanda de equipamientos y servicios sociales por parte de la población y a la forma en


que se satisface; ahora se añaden otras infraestructuras que, sin ser canales de relación, también prestan
servicios básicos a la población, cual son:

• Hidráulicas: embalses, canales, captaciones, regadíos, etc.


• Energéticas: electricidad, oleoductos, gaseoductos, parques eólicos, huertos solares, etc.
• Ambientales: saneamiento, depuración, vertederos, reciclado, etc.

Modelos teóricos de organización espacial:jerarquía y áreas de influencia de los


núcleos

La jerarquía o importancia relativa de los asentamientos y su área de influencia son indisociables entre sí
(y también, como se dijo, de la estructura del sistema) y se analizan por comparación con modelos teóricos,
cuya naturaleza sugiere clasificarlos en verticales y horizontales; de entre los numerosos disponibles, aquí
se describen solo los más utilizados.

Modelos verticales: la Regla rango/tamaño

Formulan la jerarquización de los núcleos en función únicamente de su tamaño o contingente poblacional,


sin considerar otras variables, ni espaciales ni de estado. Entre ellos destaca la denominada Regla
Rango/Tamaño, que permite detectar si existe una regularidad en la distribución de los tamaños (o rangos)
de los núcleos y si ésta sigue o no un patrón lineal para todos o solo escalonada por grupos; se expresa por
la fórmula:

Modelos horizontales

Representan la distribución de los núcleos en función de sus niveles de población y del número y rango de
sus funciones; admite la posibilidad de que existan núcleos del mismo nivel o rango, lo que unido a las
variables que añade, hace que se califiquen como más "realistas" que los verticales. Todos ellos surgen de
la Teoría del Lugar Central desarrollada por Christaller, que parte de una idea básica: la función de un
asentamiento de población es servir de lugar central de un determinado espacio rural al que suministra
bienes y servicios. Considera la teoría que en una situación ideal: una llanura isótropa (plana y con factores
y recursos homogéneamente distribuidos) los asentamientos se localizarían según un determinado modelo
debido a la acción conjunta de dos fuerzas: las necesidades de intercambio y los costes de transporte. Si
además se dan las siguientes condiciones:

• Que las preferencias de consumo son iguales para todos los consumidores.
• Que las técnicas de producción son semejantes para todos los bienes y servicios.
• Que se produce un óptimo de racionalidad económica con una minimización de los costes y una
maximización de la utilidad de cada unidad de producción y consumo.

Flujos económicos

Se refieren al intercambio de bienes y servicios; se caracterizan según las siguientes relaciones:

• Conexión entre la estructura productiva, la de consumo y la de comercialización.


• Conexión entre los diferentes núcleos y con el exterior.
• Conexión entre el subsistema de asentamientos y el sistema global.

Flujos de información

Los asentamientos de población son también centros productores de lo que globalmente puede denominarse
información. Constituyen polos de intercambio de ideas, innovaciones y centros de toma de decisiones. Su
análisis se realiza por lo general de manera cualitativa, recurriendo fundamentalmente a las ya mencionadas
técnicas de investigación sociológicas trabajando sobre aspectos del siguiente estilo:

• Localización de medios de comunicación: radio, televisión, prensa, etc.


• Producción de imágenes: publicidad, información al consumidor, etc.
• Difusión de ideas: investigación e innovaciones técnicas.

Marco legal e institucional

El marco legal e institucional puede entenderse como el subsistema que establece y controla las reglas del
juego que intervienen en el sistema territorial. Incluye la legislación de interés en cada caso, comunitaria,
nacional y regional, y las instituciones y los agentes y actores socioeconómicos con responsabilidades en
el ámbito del plan.
Diagnóstico integrado o de síntesis

El diagnóstico es una interpretación del sistema territorial (de la información recogida sobre él) a la luz de
su evolución histórica y de las tendencias observables hacia el futuro si no se actúa. El diagnóstico integrado
pretende hacer una síntesis de los diagnósticos sectoriales desarrollados en epígrafes anteriores, poniendo
de manifiesto las interconexiones que se dan entre los diferentes subsistemas.
Se trata de integrar en un esquema de conjunto cómo es, cómo funciona, qué imagen transmite, qué
conflictos, problemas y riesgos le afectan, que recursos y potenciales tiene, qué limitaciones operan sobre
el sistema territorial objeto de planificación; cuales son los instrumentos de gestión disponibles y cuál es la
capacidad de intervención de los agentes y actores.

Elementos del diagnóstico integrado

La visión de conjunto que supone el diagnóstico integrado comienza con una breve síntesis de los
diagnósticos sectoriales, y se concreta en una serie de elementos cuya esencia estriba en su carácter
relacional con respecto a las componentes, variables, conflictos y potenciales del sistema territorial; son los
siguientes:

• Modelo territorial: expresión simplificada de la estructura y funcionamiento del sistema territorial


en la situación actual; y una reflexión sobre su adecuación a la "lectura" del medio físico y a los
modelos de referencia sobre sistema de asentamientos.
• Imagen que proyecta el sistema territorial, en términos de la base paisajística y de su percepción.

Sobre modelo territorial


El modelo territorial es una imagen simplificada del sistema territorial representada sobre un plano en el
que se muestran de forma sintética las relaciones entre el medio físico, la población, las infraestructuras, la
estructura y el funcionamiento del territorio; en principio se pueden representar todos los elementos del
modelo territorial, pero conviene no complicar en exceso la imagen, por lo que se suelen representar los
tres fundamentales:

• Las Unidades de Integración o Ambientales, representativas del carácter, uso y aprovechamiento


primario del medio físico.
• La distribución y jerarquía (representada generalmente por el tamaño) de los núcleos de población
en el espacio, en forma de círculos de diferente diámetro. Opcionalmente se puede añadirla
especialización funcional de cada asentamiento, su base económica y equipamientos y servicios
notables.
• Los canales de relación internos (redes de transporte y de telecomunicaciones) y con el exterior.
• Otros elementos significativos del territorio, entre los que destaca el estado legal del suelo,
incluyendo la propiedad y tenencia de la tierra.
Sobre la imagen que proyecta el sistema territorial y su percepción

El sistema territorial se manifiesta externamente en lo que aquí se denomina Base Paisajística, cuya
percepción por los observadores potenciales, es el paisaje.
Se concreta el diagnóstico de esta "tercera" dimensión del sistema territorial (las otras dos son estructura y
funcionamiento):

• La cartografía de las unidades de la base paisajística, su valoración o méritos de conservación, la


forma en que se ha llegado a ella y la forma en que evoluciona.
• Los perceptores potenciales del paisaje y los lugares relevantes de percepción.
• La exposición visual o "capacidad de ser visto" desde dichos lugares.
• La fragilidad paisajística; cruce entre el mapa de valor de la base paisajística y la exposición visual.

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