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Entiendo por Derecho que es un conjunto de normas y principios, que regulan las relaciones humanas y
la vida en sociedad, de cuya observancia es impuesta de forma coactiva por parte del poder público del
Estado, siendo estas generalmente inspiradas en ideas de justicia y orden social.
En cuanto al Derecho Administrativo lo puedo definir como la rama del Derecho Público interno
dedicada a estudiar y regular todo el régimen jurídico de la administración pública, siendo el conjunto
de normas jurídicas que rigen los órganos de la administración los cuales están jerárquicamente
dispuestos y se ocupa de la organización y funcionamiento así como del ejercicio de la función
administrativa.
Partiendo del concepto de Ciencia Política, siendo esta es la ciencia social dedicada al estudio de la
teoría y la práctica de la política, sus sistemas y comportamientos políticos en la sociedad y
estableciendo que su objetivo principal es determinar, a partir de la observación de hechos de la
realidad política, las explicaciones más certeras posibles acerca del funcionamiento del hombre en
sociedad. Considero que el contenido de la ciencia política está estrechamente ligado a la interacción
del individuo con el entorno; particularmente, serían los Poderes Públicos, los partidos políticos, la
sociedad organizada, entre otros de índole social.
La expresión Estado de Derecho se encuentra muy relacionada con la condición o principio de igualdad
frente a la Ley, lo que implica que cada persona está sujeta por igual al marco normativo, incluyendo
tanto a las personas que son legisladores, encargados de hacer cumplir la ley y jueces, los que maneja el
poder político o militar como cualquier ciudadano que haga vida en el territorio nacional. Así mismo
considero que guarda relación con el principio de legalidad donde cualquier medida o acción debe estar
sujeta a una norma jurídica escrita y las autoridades del Estado están limitadas estrictamente por un
marco jurídico preestablecido que aceptan y al que se someten en sus formas y contenidos, siendo así,
el Estado de derecho es aquel en el que la Ley es el instrumento preferente para guiar la conducta de los
ciudadanos.
Se conoce como fuente del derecho todo cuanto contribuye o ha contribuido a crear o formar el
conjunto de reglas jurídicas aplicables hoy a las personas. Las Fuentes del Derecho se pueden definir
como los diferentes procesos por los cuales se origina el marco normativo de un Estado. En este sentido
entendemos por fuente del derecho como toda aquella conducta, acto o hecho que produce, crea u
origina el surgimiento del Derecho,del cual emana una norma, regla, precepto o Ley. Las fuentes del
Derecho son la ley, la costumbre, la doctrina, la jurisprudencia y los principios generales del derecho.
Por otro lado los Procedimientos Administrativos son definidos como una concatenación de actos
administrativos preparatorios y preordenados para la determinación de los efectos finales, son una vía,
un cauce formal previamente establecido por el Derecho que debe recorrer obligatoriamente la
Administración Pública para lograr un fin: la formación de su voluntad expresada en un acto jurídico
denominado acto administrativo, en definitiva el procedimiento administrativo es un camino de
formación del acto administrativo siendo una sucesión de actos previamente establecidos en la ley, que
deben ejecutar los titulares de la función administrativa que están dirigidos a conformar la voluntad
administrativa.
En cuanto a los elementos del acto administrativo son la competencia del órgano del cual emana, la
voluntad, el contenido, el motivo, la finalidad de acto y la formalidad.
Es la existencia una contención o controversia con la Administración Pública, la cual puede suscitarse
respecto a un acto administrativo tildado de ilegal o ilegitimo, como a un derecho subjetivo lesionado
(colectivo o difuso) o a la reparación de un daño, tal contención o controversia debe estar dispuesta de
manera que se produzca una paridad entre las partes, aún cuando una de ella sea el Estado, y decidida
por un organismo también del Estado pero independiente y neutral, dotado con poderes para determinar
las consecuencias de la ilegalidad o la ilegitimidad y de la lesión de los derechos violentados,
restableciendo el orden jurídico infringido o perturbado por ello.
Las medidas cautelares son aquellas disposiciones emanadas de un órgano del Estado (Jurisdiccional o
Administrativo) necesarias para asegurar la efectividad de la tutela que pudiera otorgarse en la
sentencia estimatoria que se dictase. Por tanto, las medidas cautelares son todas aquellas actuaciones o
decisiones que, sin prejuzgar o emitir un resultado final, de contenido positivo o negativo, que un
órgano de la Administración Pública o un Juez o Magistrado del Poder Judicial, puede adoptar para que
las resultas de la resolución judicial o administrativa surtan plenos efectos para los interesados o para la
parte procesal. Es importante destacar, que debe existir la concurrencia de dos requisitos
fundamentales: el fumus boni iuris o apariencia de buen Derecho y el periculum in mora o
peligro/riesgo por el paso del tiempo, para dictar las referidas medidas cautelares.
A petición de las partes, en cualquier estado y grado del procedimiento el tribunal podrá acordar las
medidas cautelares que estime pertinentes para resguardar la apariencia del buen derecho invocado y
garantizar las resultas del juicio, ponderando los intereses públicos generales y colectivos concretizados
y ciertas gravedades en juego, siempre que dichas medidas no prejuzguen sobre la decisión definitiva.
La justificación de una medida cautelar en el proceso, se origina por la imposibilidad de que coincidan
en un mismo momento la existencia del derecho, (atribuido en la norma jurídica), con el
reconocimiento del mismo, (que realiza el órgano jurisdiccional). Por tanto, la medida cautelar busca
garantizar que al momento que se produzca la comprobación jurisdiccional de la existencia del
derecho, tal reconocimiento que tiene los caracteres de definitividad y certeza del derecho preexistente,
no se haga ilusorio, sino que por el contrario pueda hacerse efectivo.
Es así que, la doctrina ha reconocido que los presupuestos procesales que debe analizar el órgano
jurisdiccional o ente administrativo, para conceder las medidas cautelares son la apariencia de buen
derecho (fumus boni iuris), el peligro en la mora (periculum in mora), sin olvidar los intereses
presentes contrapuestos.
En materia penal, el Artículo 248 del COPP establece que la medida cautelar acordada al imputado será
revocada por el Juez de Control, de oficio o previa solicitud del Ministerio Público, o de la víctima que
se haya constituido en querellante, cuando el imputado o imputada apareciere fuera del lugar donde
debe permanecer, cuando no comparezca injustificadamente ante la autoridad judicial o del Ministerio
Público que lo cite, cuando incumpla, sin motivo justificado, una cualquiera de las presentaciones a que
está obligado.
En cuanto a la materia civil, se prevee en el artículo 607 del CPC, la resolución de las incidencias
derivadas del incumplimiento de las medidas, Si por resistencia de una parte a alguna medida legal del
Juez, por abuso de algún funcionario, o por alguna necesidad del procedimiento, una de las partes
reclamare alguna providencia, el Juez ordenará en el mismo día que la otra parte conteste en el
siguiente, y hágalo ésta o no, resolverá a más tardar dentro del tercer día, lo que considere justo; a
menos que haya necesidad de esclarecer algún hecho, caso en el cual abrirá una articulación por ocho
días sin término de distancia.