Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
[…]
Los elementos paratextuales
Los elementos paratextuales (del latín para: “al lado de”, y textum, “texto”) no son el
texto mismo, pero lo acompañan, y constituyen un conjunto de informaciones necesarias
que hay que tener en cuenta para que la lectura de un texto sea más eficaz. Esas
informaciones pueden tener distintas funciones.
Información redundante: esto es poco habitual. Ocurre cuando los epígrafes de una
ilustración repiten algún fragmento del texto.
1
Imágenes
Epígrafes
Glosarios
Uso de letra negrita, cursiva y subrayados
Contratapa
Índices
Títulos
Notas
Advertencias
Bibliografía
Cuadros, tablas, gráficos
Apéndices
Notas al final
Notas al pie
Comenzar a leer con una idea aproximada de lo que se va a encontrar en el texto facilita
la comprensión. Por eso leer los títulos, y otros paratextos, es siempre importante, y en
especial, cuando se lee para estudiar.
Los índices
Los índices son un paratexto tan habitual y conocido que se suele pasar por alto, como si
no tuviera importancia. Sin embargo, muchas veces, contienen informaciones que sirven
para saber si ese texto que se está leyendo es el que se necesita, o para tener información
previa a la lectura, como por ejemplo:
2
Los libros de estudio suelen tener más de un índice, porque hay índices de distintas clases
que el lector puede utilizar para diferentes fines.
índice de materias o contenidos: lista de los títulos de los capítulos de un libro, en el orden
en que aparecen, con indicación de la página correspondiente. Puede estar al comienzo o
al final del libro. Este tipo de índice tiene una función muy importante en los textos de
estudio; en cambio no es absolutamente necesario, por ejemplo, en una novela, donde la
organización del texto está dada por la sucesión de acontecimientos.
índice temático: es una extensa lista de los conceptos que aparecen en el texto, en orden
alfabético, con la indicación de las distintas páginas en que están mencionados. Este
índice no está en todos los libros. Comúnmente aparece al final del libro, casi nunca al
principio.
[…]
Los subtítulos
Para que un libro de estudio sea más fácil de leer tiene que tener una cierta organización,
por ejemplo, cada capítulo trata un tema y eso se ve, generalmente, en el índice. Pero
dentro de los capítulos, a su vez, hay cortes que corresponden a divisiones entre el tema
general y los subtemas. Esas divisiones, marcadas por los subtítulos, reciben el nombre
de apartados. Los títulos, subtítulos y sub-subtítulos de un capítulo sirven para armar
el “esqueleto” del capítulo y también permiten saber qué subtemas están desarrollados
dentro de un capítulo.
[…]
Los títulos y subtítulos, como todos los otros elementos paratextuales, facilitan la lectura
porque, como ya se dijo, un lector tiene más posibilidades de comprender mejor, si al
comienzo de su lectura tiene una idea aproximada de lo que va a leer.
3
Los lectores, cuando leen los titulares de los diarios, tienen hipótesis acerca del tema del
artículo. Por ejemplo, si alguien lee este titular de un diario: “El gas envasado aumentará
un 20%”, podrá suponer -aproximadamente- qué es lo que va a leer. Esto es posible
porque ese lector conoce los siguientes conceptos: a) gas envasado, b) aumento de precios,
c) que ‘%’ significa porcentaje, d) qué es un porcentaje, e) que los aumentos se expresan
en forma de porcentaje sobre un precio vigente. De este modo, el lector relaciona las
informaciones que él tiene con lo que el texto dice y esto le permite elaborar hipótesis
acerca de lo que va a leer. Esas hipótesis se verán confirmadas, desechadas o modificadas
durante la lectura del texto completo.
Esto es así porque al leer se utilizan dos tipos de información. Una es la información que
se puede leer en el texto y la otra es la información que está en la mente del lector. El
conjunto de estas informaciones que tiene el lector en su mente recibe el nombre de
conocimientos previos, y el lector los activa, los pone en funcionamiento, a medida que
lee los paratextos y luego el texto.
Sin embargo, no todo es tan simple como en el ejemplo del gas envasado. A veces, para
tener hipótesis acerca del contenido de un texto es necesario que los conocimientos
previos del lector sean más complejos.
Cuando se leen los títulos y subtítulos de los textos de estudio, los lectores necesitan más
que nunca tener una idea acerca de lo que van a leer, pero muchas veces en esos paratextos
pueden aparecer términos desconocidos para el lector, por ejemplo: “La sociedad
estratificada” o “El proceso de secularización”. En ese caso, es necesario averiguar la
significación del término o buscar alguna información complementaria para poder tener
una idea aproximada de lo que se va a lee.
[…]
4
Las informaciones que figuran en la página de legales, como ustedes habrán podido
observar, dicen si ese libro es una traducción, cuál es la primera edición y la cantidad de
veces que fue editado. Muchas personas pueden pensar que no importa saber si se trata
de una traducción o no, sin embargo, es importante tener en cuenta cuál es el idioma
original del libro, ya que una traducción puede mejorar o dificultar la comprensión del
texto. Las fechas de edición permiten saber, por un lado, si se trata de un libro de
contenido actualizado o no. Por otro lado, el número de ediciones indica cuánta difusión
ha tenido el texto, ya que los libros muy leídos suelen tener más de una edición; a veces,
muchas. Además, una fecha de publicación lejana no significa necesariamente que el
contenido del libro haya perdido vigencia, sino que tal vez sea necesario complementarlo
con otras publicaciones más recientes.
Prólogos
Estas funciones, que a veces se encuentran juntas en los prólogos, le sirven al lector para
orientar su lectura o la búsqueda de alguna sección en especial.
Ejemplos:
Fragmento A
Este libro se ha estructurado de forma que resulte lo más fácil posible introducir al lector
en los conceptos e instrumentos básicos de la Economía. Para ello, se ha seguido un orden
lógico. Antes de usar los términos y conceptos, estos se definen. Por otro lado, los concep-
tos fundamentales se introducen a lo largo del texto de forma progresiva, esto es, los más
5
simples, primero, y los que son elaboración de conceptos básicos, después. Asimismo, los
conceptos básicos figuran en los márgenes de las páginas.
Por otro lado, los argumentos fundamentales de cada capítulo se sintetizan en el “Resu-
men” que aparece al final de cada uno de ellos […] Para ayudar al lector a afianzar los
conceptos desarrollados, además del resumen, se presenta una serie de “Cuestiones para
la autoevaluación”.
Por último, queda por comentar que esta obra se ha estructurado de modo que se pueda
adaptar a las necesidades de diferentes cursos de introducción de economía, tanto si son
semestrales como anuales.
Fragmento B
El arte de escribir bien en español. Manual de corrección de estilo, consta de tres partes.
La primera, actualizada con las últimas normativas de la Real Academia Española, está
dedicada a distintos aspectos de la ortografía y responde con una abundante
ejemplificación a las dudas y problemas que se plantean o puedan plantearse acerca de la
acentuación, la puntuación, el empleo de las mayúsculas, el uso de las letras, los
parónimos, los topónimos, etc. La segunda parte se ocupa de la morfosintaxis de las clases
de palabras. Cada capítulo de esta parte comienza con una breve descripción morfológica,
sintáctica y semántica de cada clase de palabra […] Por último, en la tercera parte se
incluyen seis apéndices de fácil y rápida consulta. […] El arte de escribir bien en
español se cierra con un índice analítico alfabetizado. Completo y detallado, este índice
analítico, que complementa el índice temático general, permitirá una búsqueda rápida y
eficaz de los términos y expresiones que figuran en las dos primeras partes.
6
García Negroni, María Marta et. al. (2004). El arte de escribir bien en español. Manual
de corrección de estilo. Buenos Aires, Santiago Arcos.
Los prólogos, también, puede tener otra función, agregada o no a las anteriores:
Por ejemplo, el fragmento que sigue fue extraído del prólogo de un importante libro de
Gramática, y fue escrito por un especialista, que no pertenece al grupo de autores del libro.
[…] las consecuencias de este libro tendrán que notarse espectacularmente en las aulas,
en la enseñanza del idioma a propios y a extraños y en los manuales de gramática. […]
estamos ante una obra de previsibles efectos muy importantes […]
[…]
En general, la función de las notas consiste en agregar algo sin interrumpir demasiado el
texto. Ese agregado pueden consistir en:
una ampliación;
una aclaración;
ubicación de un concepto en un contexto más amplio, por ejemplo, dentro de una
teoría;
indicación de que algo que se dice en el texto pertenece a otro autor;
envío o remisión a otro lugar en el libro;
mención de otros textos (referencia bibliográfica).
7
final de libro.
[…]
La bibliografía
Los textos de estudio, ya sean libros o artículos, suelen tener al final una lista de libros,
artículos u otros textos, con el título de Bibliografía. Para conocer con más precisión la
utilidad de este paratexto, hay que diferenciar entre Bibliografía, Referencias
bibliográficas y Bibliografía recomendada.
Bibliografía: aparecen por orden alfabético los nombres de los autores de todos los
otros textos que han sido consultados para escribir ése que uno está leyendo. Al lector
esto le sirve, entre otras cosas, para saber qué otros textos puede consultar para
profundizar en el tema. Otra función es mostrar que lo que se dice en el texto está
fundamentado, porque está apoyado en otros autores o textos. Esto refuerza el carácter
científico de los textos que se leen en los estudios superiores. Si el texto no indicara
bibliografía, podría pensarse que no tiene carácter científico.
Para ser un lector cada vez más hábil, es necesario saber interpretar los datos que
aparecen en las listas de bibliografía o en las notas, ya que esos datos son los que permiten
individualizar un texto entre otros. ¿Cuáles son esos datos? Una anotación bibliográfica
proporciona las siguientes informaciones, generalmente en este orden:
8
Año de edición.
Título del libro. Es norma que aparezca en cursiva o, cuando se escribe a
mano, subrayado
Lugar de edición
Editorial
Fuente: Marin, Marta; y Hall, Beatriz. (2005). Capítulo 2. ¿Por qué leer los paratextos? En
Prácticas de lectura con textos de estudio. Buenos Aires: Eudeba, pp. 29-62. (Selección).