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Festividad de Nuestra Señora de Lourdes

Jornada Mundial del Enfermo


Jueves 11 de febrero

La enfermedad y el dolor son parte de la vida misma; y es el mismo


Jesús quien tiende su mano hacia nosotros para restablecernos y
devolvernos la verdadera vida. María Santísima, la Madre de Jesús,
Medianera de todas las Gracias, nos invita también a acercarnos al
Señor y hacer lo que Él nos dice como manera de renovar la vida y
seguir haciendo lo que nos corresponde.
En este día, la Iglesia Católica celebra la Festividad de Nuestra
Señora de Lourdes en atención a las dieciocho apariciones de la
Virgen María que Bernadette Soubirous afirmó haber presenciado
en la gruta de Massabielle, a orillas del río Gave de Pau, en las
afueras de la población de Lourdes, Francia, en las estribaciones de
los Pirineos, en 1858.

La cantidad de sanaciones habidas hace que miles de enfermos sean


llevados a su Santuario, donde reciben la sanación espiritual y hasta física.
No en balde san Juan Pablo II ubicó en este día la Jornada    Mundial del
Enfermo, en memoria litúrgica de Nuestra Señora de Lourdes.

Hoy, alegres y agradecidos, nos disponemos para celebrar a María, Nuestra


Señora de Lourdes, a ciento sesenta años de sus apariciones a Bernardette.
Que la Inmaculada -como se autonombró- bendiga a todos sus hijos y nos
restaure.

DESARROLLO DE LA CELEBRACIÓN

Decimos: ✠ En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Te aclamamos, santa Madre de Dios, porque has dado a luz al Rey que
gobierna cielo y tierra por los siglos de los siglos.

GLORIA

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el


Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te
adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey
celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo,
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el
pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el
pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a
la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres
Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu
Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.

ORACIÓN

Señor, Dios, concédenos a nosotros, tus siervos, gozar siempre de completa


salud de alma y cuerpo, y, por la intercesión de la gloriosa siempre Virgen
María, líbranos de las tristezas de esta vida y concédenos disfrutar de las
alegrías eternas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Amén.

Liturgia de la Palabra

PRIMERA LECTURA

Del libro del profeta Isaías 66, 10-14c

¡Alégrense con Jerusalén y regocíjense a causa de ella, todos los que la


aman! ¡Compartan su mismo gozo los que estaban de duelo por ella, para
ser amamantados y saciarse en sus pechos consoladores, para gustar las
delicias de sus senos gloriosos! Porque así habla el Señor: Yo haré correr
hacia ella la prosperidad como un río, y la riqueza de las naciones como
un torrente que se desborda. Sus niños de pecho serán llevados en brazos
y acariciados sobre las rodillas. Como un hombre es consolado por su
madre, así yo los consolaré a ustedes, y ustedes serán consolados en
Jerusalén. Al ver esto, se llenarán de gozo y sus huesos florecerán como la
hierba. La mano del Señor se manifestará a sus servidores.

Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL Ddt. 13, 18bcde. 19 (R.: 15, 9d)

R. ¡Tú eres el orgullo de nuestra raza!

Que el Dios Altísimo te bendiga, hija mía,


más que a todas las mujeres de la tierra;
y bendito sea el Señor Dios,
creador del cielo y de la tierra. R.
R. ¡Tú eres el orgullo de nuestra raza!

Nunca olvidarán los hombres


la confianza que has demostrado
y siempre recordarán el poder de Dios. R.
R. ¡Tú eres el orgullo de nuestra raza!

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Lc. 1, 45

R/. Aleluya, aleluya. Feliz de ti, Virgen María, por haber creído que se
cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor. R/. Aleluya, aleluya.

EVANGELIO

Y la madre de Jesús estaba allí

+ Del santo Evangelio según san Juan 25, 1-11


A. Gloria a ti, Señor.

Tres días después se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y


la madre de Jesús estaba allí. Jesús también fue invitado con sus
discípulos. Y como faltaba vino, la madre de Jesús le dijo: «No
tienen vino.» Jesús le respondió: «Mujer, ¿qué tenemos que ver
nosotros? Mi hora no ha llegado todavía.» Pero su madre dijo a
los sirvientes: «Hagan todo lo que él les diga.»
Había allí seis tinajas de piedra destinadas a los ritos de
purificación de los judíos, que contenían unos cien litros cada una.
Jesús dijo a los sirvientes: «Llenen de agua estas tinajas.» Y las
llenaron hasta el borde. «Saquen ahora, agregó Jesús, y lleven al
encargado del banquete.» Así lo hicieron.
El encargado probó el agua cambiada en vino y como ignoraba su origen,
aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo y
le dijo: «Siempre se sirve primero el buen vino y cuando todos han bebido
bien, se trae el de inferior calidad. Tú, en cambio, has guardado el buen vino
hasta este momento.»
Este fue el primero de los signos de Jesús, y lo hizo en Caná de Galilea. Así
manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en él.

Palabra del Señor.


Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexiones

En este tiempo, que sufrimos una pandemia que azota a toda la humanidad,
hoy, celebramos la Fiesta de Ntra. Sra. de Lourdes y también el día mundial
del enfermo.

En el Evangelio, una madre le pide a Jesús que sane a su hija, ya


que está poseída por un espíritu inmundo, pero Jesús parece
negarse y le responde duramente. “Deja que antes se sacien los
hijos; no está bien quitarles el pan a los hijos para echárselos a
los perritos." ¿Por qué el Señor responde de este modo? Por que la
mujer era pagana, Jesús estaba en Tiro, una ciudad que estaba en
lo que actualmente es el Líbano. Para los judíos, los paganos eran
como perros. Sin embargo, aquella madre dará una respuesta
adecuada a Jesús: "Sí, Señor; pero también es cierto que los
perritos, debajo de la mesa, comen las migajas que tiran los
hijos." Y Jesús se rindió ante esta madre. No importa que, fuera
pagana, que no creyera en el Dios verdadero. Ella ha seguido
insistiendo. También los perros tienen derecho a comer. Jesús
descubre la fuerza, el coraje y el amor entrañable de una madre y
realiza el milagro. Es el “milagro del corazón”, porque cuando entra
en conflicto la razón y el corazón, Jesús opta siempre por el
corazón.
La primera lectura del Génesis, nos habla de la creación de Eva, la primera
mujer: “el Señor Dios formó una mujer y se la presentó al hombre. El
hombre exclamó: "¡Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi
carne! Se llamará Mujer, porque ha sido sacada del hombre". Durante
mucho tiempo no se ha valorado suficientemente a las mujeres, se las ha
maltratado, y han ocupado un segundo lugar. Todavía el machismo sigue
marcando a nuestra sociedad venezolana. Pero las mujeres son paradigma
de fe para la Iglesia: acabamos de ver la actitud de fe en la mujer del
Evangelio. El ejemplo de esta madre: su fe, su convicción, su perseverancia,
es un modelo para todos nosotros. La Virgen María, madre de Jesucristo, es
el mayor modelo de creyente y de santidad humana; precisamente una
mujer. Por una mujer nos llegó la Salvación a todos los hombres. Hemos de
cambiar mucho nuestra mentalidad para valorar y dignificar a las mujeres.

La Virgen María, se apareció en Lourdes, fiesta que hoy celebramos, allí


manifestó su amor por las personas sencillas. Ella se presentó a una niña
pobre y analfabeta: Bernardita de Soubirous. Esta niña sufrió muchas
incomprensiones, burlas, incluso persecuciones, a raíz de las apariciones.
Sin embargo, se mantuvo firme en su fe, en su amor por María. Por este
motivo fue proclamada como Sta. Bernadette de Soubirous. En la
advocación de Ntra. Sra. de Lourdes, muestra como nuestra madre, la
Virgen María, siempre está cerca de los enfermos y de los que sufren. Por
este motivo, ha habido muchas curaciones y sanaciones en el santuario de
Lourdes. Pidamos a Ntra.

Sra. de Lourdes, que nos proteja durante esta pandemia,


presentemos a todos nuestros enfermos, con la misma fe que
hemos visto en la madre del Evangelio y la niña Bernarda de
Soubirous.

Nos unimos a la parroquia de S. Sebastián en Maiquetía y a todos


los devotos a Ntra. Sra. de Lourdes en toda nuestra Diócesis.
Profesión de fe

Creo en Dios Padre, Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Y en


Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y
gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el
poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los
infiernos, al tercer día resucitó entre los muertos, subió a los cielos y está
sentado a la derecha de Dios Padre, Todopoderoso. Desde allí vendrá a
juzgar a vivos y a muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia
Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la
resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

ORACIÓN DE LOS FIELES

María es la ‘Mediadora de todas las Gracias’. Pidamos a nuestra Madre que


sea Ella quien entregue al Padre nuestras súplicas. Respondemos: R./
Ruega a Dios por nosotros, Madre.

1. Por la Iglesia y por los consagrados. Para que, como María, sepa
atender a todos con su sensibilidad y su entrega generosa, sencilla y
honesta, ¡oremos con María al Señor! R./ Ruega a Dios por nosotros,
Madre.

2. Por todos los que hacen algo por los demás. Sobre todo los
que socorren a los más necesitados, en los distintos
proyectos de nuestra iglesia, para que, a imitación de María,
lo hagan también desde la fe y desde el convencimiento de
que Dios es fuente del sumo Bien, ¡oremos con María al
Señor! R./ Ruega a Dios por nosotros, Madre.

3. Por todos los pueblos del mundo, que vivimos esta terrible
pandemia del Covid 19, para que se disipe de la faz de la
tierra y llegue pronto la vacuna a nuestro país ¡oremos con
María al Señor! R./ Ruega a Dios por nosotros, Madre.
4. Por todos los enfermos, tristes, solitarios, abandonados, ¡oremos con
María al Señor! R./ Ruega a Dios por nosotros, Madre.

5. Por quienes viven con fe y por quienes la rechazan, ¡oremos con María


al Señor! R./ Ruega a Dios por nosotros, Madre.

6. Por quienes desprecian el rezo del santo Rosario como devoción


poderosa ante las distintas situaciones de nuestra vida, para que
María misma les demuestre lo que es capaz de lograr de Dios un
rosario hecho con devoción, ¡oremos con María al Señor! R./ Ruega a
Dios por nosotros, Madre.

7. Por los que han pasado de esta vida, ¡oremos con María al Señor! R./
Ruega a Dios por nosotros, Madre.

(Intenciones libres)

Dios todopoderoso y eterno, escucha nuestras oraciones que


humildemente te hacemos por la intercepción de tu Madre. Por Jesucristo,
nuestro Señor.

Con las palabras de Jesús pedimos a nuestro Padre del cielo R/ Padre
nuestro

Oración de Comunión espiritual:

Creo, Jesús mío, que estás realmente presente en el Santísimo


Sacramento del altar. Te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte
dentro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón. Y como si ya estuvieras
conmigo, te abrazo y me uno contigo. Quédate conmigo y no
permitas que me separe de Ti. R. Amén.
Oración final

La única manera de llevar esto a cabo es vivir como Jesús vivió: entregado
totalmente a los demás, en amor y servicio. Para esta tarea y misión
necesitamos la fuerza y bendición de Dios. Así, que la bendición de Dios
todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre nosotros y
permanezca para siempre. R. Amén.

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