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Visita de Nuestra Señora

Madre del Buen Consejo

Grupo Juvenil
COR IUVENE DEI
Parroquia Santa Lucía
Visita de Nuestra Señora,
madre del Buen Consejo
Canción e invocación al Espíritu Santo
℟: Ven, Espíritu Santo,
℣: Llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos
el fuego de tu amor.
℟: Envía, Señor, tu Espíritu
℣: y renovarás la faz de la Tierra.

Oremos
Oh Dios, que llenaste los corazones de tus fieles con la
luz del Espíritu Santo; concédenos que, guiados por el
mismo Espíritu, sintamos con rectitud y gocemos siempre
de tu consuelo.
Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

Jaculatoria (tres veces)


℟: Esiritu Santo
℣: Ilumínanos y Santifícanos

Invocación trinitaria
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Himno
Madre del amor y guía
del alma que espera en ti,
Madre mía, Madre mía,
vuelve tus ojos a mí.

Como estrella de los mares,


como estrella de las almas,
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tú consuelas los pesares
y tú las tormentas calmas.

Tú, que sabes la amargura


del que llora sin consuelo,
alúmbrame, Virgen pura,
la senda que lleva al cielo.

Luz del pobre peregrino,


estrella de salvación.
brilla siempre en mi camino
y brilla en mi corazón.

Madre fiel del Buen consejo,


siempre guíame en bonanza;
en mi vida sé reflejo
de la perenne alabanza. Amén.

O bien:
Himno
Goza feliz, ¡oh Genazzano ilustre!,
porque eres trono y cumbre y relicario
donde la dulce Madre del Consejo
tiene su asiento.

Desde remotos tiempos su presencia


era dulce consuelo a los enfermos
de cuerpo y alma, y su mirada era
esperanza y consejo.

¡Oh santa Madre del Buen Consejo,


y Madre de los que sufren
y consejo esperan de tu mirada!,
¡míranos, Señora, con maternales ojos!
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Y haz que en la hora de la muerte
Hallemos propicio al Hijo
y compasivo al Padre con el Espíritu;
y que a ti se vuelva la mirada postrera. Amén.

Oración del santo Rosario


Se reza el Santo Rosario como de costumbre, para la
meditación de los misterios de la vida de Nuestro Señor
Jesucristo, el Buen Consejo de Nuestra Madre Santísima.
Se sugiere que después del Gloria y las jaculatorias de
cada misterio se pida la intercesión de Santa María de la
siguiente manera:
℟: Nuestra Señora, Madre del Buen Consejo.
℣: Ruega por nosotros.

Lectura del Santo Evangelio


según san Juan 2, 1-12
Tres días después se celebraba una boda en Caná de Gali-
lea y estaba allí la madre de Jesús. Fue invitado también a
la boda Jesús con sus discípulos.
Y, como faltara vino, porque se había acabado el vino de
la boda, le dice a Jesús su madre: "No tienen vino."
Jesús le responde: "¿Qué tengo yo contigo, mujer? To-
davía no ha llegado mi hora."
Dice su madre a los sirvientes: "Haced lo que él os di-
ga." Había allí seis tinajas de piedra, puestas para las purifi-
caciones de los judíos, de dos o tres medidas cada una.
Les dice Jesús: "Llenad las tinajas de agua." Y las llena-
ron hasta arriba. Sacadlo ahora, les dice, y llevadlo al maes-
tresala."
Ellos lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua
convertida en vino, como ignoraba de dónde era (los sir-
vientes, los que habían sacado el agua, sí que lo sabían),
llama el maestresala al novio y le dice: "Todos sirven pri-
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mero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el inferior.
Pero tú has guardado el vino bueno hasta ahora."
Así, en Caná de Galilea, dio Jesús comienzo a sus seña-
les. Y manifestó su gloria, y creyeron en él sus discípulos.

℟: Palabra del Señor


℣: Gloria a Ti, Señor, Jesús.
℟: María conservaba todas estas cosas. Aleluya.
℣: Meditándolas en su corazón. Aleluya.

Meditación compartida
En este espacio se puede compartir las impresiones
acerca del Evangelio, algún eco que suscitó en el alma o
un testimonio de vida acerca de la ocasión que nos reúne
en torno a Nuestra Señora, Madre del Buen Consejo.
La clave para la comprensión de cualquier pasaje evan-
gélico está en considerar cuál es el Buen Consejo que hoy
Jesús me quiere dar.

Himno conclusivo
La Palabra de Dios, Consejo eterno,
Camino de Verdad, Fuente de Vida,
quiso salvar, tras el pecado, al hombre
y sanar con amor la vieja herida.

Y en el seno virgíneo de María,


sagrario inmaculado de pureza,
tomó el Eterno, vestidura humilde,
nuestra humana y mortal naturaleza.

Ciencia de amor que fabricó su casa,


Ciencia de amor que preparó su trono,
y que viene a cambiar en dulce afecto,
entre Dios y los hombres, el encono.
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Y el Verbo, como el sol que, sin mancharlo,
refleja su esplendor en un espejo,
desciende a su pureza sin destruirla
y Madre nos la da del Buen Consejo.

Cantemos jubilosos; nuestras voces


proclamen hoy al mundo su alegría,
y alabemos al Dios de las bondades
celebrando las glorias de María.
A ti, Jesús, nacido de la Virgen,
nuestra paz, nuestro bien, nuestra esperanza,
al Padre y al Espíritu Paráclito
séales por los siglos la alabanza. Amén.

Responsorio Si 24, 23. 25. 31


℟: Yo soy la madre del amor puro, del temor, del cono-
cimiento y de la esperanza santa;
℣: El que me honra poseerá la vida eterna.
℟: En mí está toda gracia de camino y de verdad, en mí
toda esperanza de vida y de virtud.
℣: El que me honra poseerá la vida eterna.

Plegarias
℟: Dirijamos nuestras plegarias a Jesús, que quiso que
su madre lo fuese también nuestra. Digámosle:
℣: Señor, que tu Madre sea nuestra guía.

Buen Consejo de María, Jesús, Salvador nuestro, que desde


la cruz le diste a Juan como madre a María, haz que vi-
vamos siempre como verdaderos hijos suyos.
Buen Consejo de María, Redentor nuestro, cuya Madre fue
preservada de toda mancha de pecado, guárdanos tam-
bién a nosotros limpios de todo pecado.
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Buen Consejo de María, que quisiste que se predicase el
Evangelio en todo el mundo, auxilia a los hombres y
mujeres que se entregan en la vida misionera, religiosa y
sacerdotal, para que puedan cumplir con éxito el aposto-
lado que se les has encomendado.

Buen Consejo de María, por tu Madre que siempre se suje-


tó totalmente a la voluntad de Dios, haz que, siguiendo
su ejemplo, nos sujetemos siempre a la ley del amor.

Buen Consejo de María, que amaste con especial predilec-


ción a los más pequeños y humildes, te pedimos que
acompañes a los fieles de la Parroquia de Santa Lucía y
especialmente a los jóvenes que se quieren consagrarse a
tu servicio.

Buen Consejo de María, que quisiste nacer en la humildad


del hogar de Belén, te rogamos que vengas a esta casa
donde será venerada la imagen de tu Santísima Madre
para que renueves siempre esta familia y sus vidas.

Se pueden hacer peticiones libremente

℟: Atreviéndonos a dirigir nuestra mirada y nuestra voz


al cielo, unámonos con el mejor de los Consejos que Jesús
nos dio para orar. Digamos: Padre nuestro.

Oración final
Señor, tú sabes que los pensamientos de los mortales
son inconstantes e inciertos; por intercesión de la biena-
venturada Virgen María, en la que se encarnó tu Hijo, da-
nos el espíritu de tu consejo, para que nos haga conocer lo
que te es grato y nos guíe en nuestras tareas. Por Jesucristo
nuestro Señor. Amén.
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