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SANTA MISA EN HONOR A NUESTRA SEÑORA DE LA ESPERANZA

17/12/2022
Monición de entrada
Honra, reverencia y respeta con especial amor a la sagrada y gloriosa
Virgen María, porque es Madre de nuestro Padre soberano y, por
consiguiente, nuestra gran Madre. Recurramos, pues, a ella, y como
hijuelos suyos echémonos en su regazo en todo tiempo y ocurrencia, con
firmísima confianza; invoquemos a esta dulce Madre, imploremos su amor
maternal, procuremos imitar sus virtudes y tengamos un afecto
verdaderamente filial con esta Señora
San Francisco de Sales
Introd. a la vida devota, II, 16
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No se concibe la experiencia cristiana sin la presencia de María en nuestra
vida de fe. Y hoy coincidiendo con su sexto mes de partida a la casa del
Padre eterno, y bajo el manto verde de Nuestra Señora de la Esperanza,
elevamos nuestros ruegos y oraciones, en sufragio del alma de nuestra
Luisa

Signo de la cruz
Sacerdote: ✠ En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: Amén.

Saludo
S. La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre, y la comunión
del Espíritu Santo estén con todos vosotros.
T. Y con tu espíritu

Acto penitencial
S. Hermanos: Para celebrar dignamente estos sagrados misterios,
reconozcamos nuestros pecados.
T. Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante vosotros, hermanos, que he
pecado mucho, de Pensamiento, palabra, obra y omisión, por mi culpa,
por mi culpa, por mi grande culpa.
Por eso ruego a Santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y
a vosotros, hermanos, que intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor.
S. Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros,
Perdone nuestros pecados, y nos lleve a la vida eterna.
T. Amén.
S. Señor, ten piedad.
T. Señor, ten piedad.
S. Cristo, ten piedad.
T. Cristo, ten piedad.
S. Señor, ten piedad.
T. Señor, ten piedad.

Gloria
T. Gloria a Dios en el cielo, y paz en la tierra a los
Hombres que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te
Adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor
Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso.
Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de
Dios, Hijo del Padre: tú que quitas el pecado del
Mundo, ten piedad de nosotros;
Tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra
Súplica;
Tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten
Piedad de nosotros;
Por qué sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú
Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.

Oración Colecta
Oremos:
Dios misericordioso, que quisiste que tu Hijo unigénito proclamara desde
la cruz como Madre nuestra a su propia Madre, haz que tu Iglesia, por la
intercesión maternal de santa María, crezca cada día en santidad y atraiga
a su seno a todas las naciones. Por nuestro Señor Jesucristo.
T. Amén.
Liturgia de la palabra

LECTURAS

Primera lectura
Lectura del libro de Isaías 7, 10-14; 8, 10

En aquellos días, el Señor habló a Acaz:


-«Pide una señal al Señor, tu Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto del
cielo.» Respondió Acaz:
-«No la pido, no quiero tentar al Señor.» Entonces dijo Dios:
-«Escucha, casa de David: ¿No os basta cansar a los hombres, que cansáis
incluso a mi Dios? Pues el Señor, por su cuenta, os dará una señal:
Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre
Emmanuel,
Que significa “Dios-con-nosotros”.»
Palabra de Dios.

Salmo responsorial 1 S 2, 1. 4-5. 6-7. 8abcd (R.: 1a)


R. Mi corazón se regocija por el Señor, mi salvador.
Mi corazón se regocija por el Señor,
Mi poder se exalta por Dios;
Mi boca se ríe de mis enemigos,
Porque gozo con tu salvación. R. Todos
Se rompen los arcos de los valientes,
Mientras los cobardes se ciñen de valor;
Los hartos se contratan por el pan,
Mientras los hambrientos engordan;
La mujer estéril da a luz siete hijos,
Mientras la madre de muchos queda baldía. R. Todos
El Señor da la muerte y la vida,
Hunde en el abismo y levanta;
Da la pobreza y la Riqueza, humilla y enaltece. R. Todos
Él levanta del polvo al desvalido,
Alza de la basura al pobre,
Para hacer que se siente entre príncipes y
Que herede un trono de gloria. R. Todos
Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas 4, 4-7
Hermanos:
Cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer,
nacido bajo la Ley, para rescatar a los que estaban bajo la Ley, para que
recibiéramos el ser hijos por adopción.
Como sois hijos, Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que
clama:
« ¡Abba! Padre.» Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si eres hijo, eres
también heredero por voluntad de Dios.
Palabra de Dios.
T. Te alabamos, Señor.
Evangelio
Lector: Aleluya
Dichosa tú, Virgen María, que has creído, porque lo que te ha dicho el
Señor se cumplirá.
T. ¡Aleluya!
S. El Señor esté con vosotros.
T. Y con tu espíritu.
Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 39-47
T. ✠ Gloria a Ti, Señor.
En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un
pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto
Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó
Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito:
-« ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!
¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu
saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.
Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se
cumplirá.» María dijo:
-«Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en
Dios, mi salvador. Porque Dios ha mirado la pequeñez de su esclava»
S. Palabra del Señor.
T. Gloria a Ti, Señor Jesús.

Homilía
Credo
Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra,
creo en Jesucristo, su Hijo Único nuestro Señor
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo.
Nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue
crucificado, muerto y sepultado. Descendió a los infiernos
y al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió al cielo y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso;
desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica, la comunión de los
Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida
eterna.

Oración de los fieles

Hermanos: Al celebrar hoy la festividad de nuestra Madre con advocación


de Nuestra Señora de la Esperanza, vamos a proclamar las grandezas de
Dios, y vamos a poner por su mediación nuestras súplicas en sus manos,
con la certeza de ser escuchados por el Padre de todos., oremos por su
intercesión a Dios Padre todopoderoso.
R.- PADRE, MIRA A LA LLENA DE GRACIA Y ESCUCHANOS

1. Para que el Hijo de Dios, que se hizo hombre en el seno de una Virgen
humilde y obediente, conceda a los fieles imitar a aquélla que complació
con su humildad al Señor y a nosotros nos ayudó con su obediencia,
roguemos al Señor.
OREMOS AL SEÑOR
2. Para que los fieles, a imitación de María, mediten y conserven en su
corazón y anuncien con celo lo que han oído del Hijo de Dios, roguemos al
Señor.
OREMOS AL SEÑOR
3. Para que el Señor, que enaltece a los humildes y colma de bienes a los
hambrientos dé fuerza a los decaídos, consuele a los tristes y conceda su
ayuda a los que sufren, roguemos al Señor.
OREMOS AL SEÑOR
4. Para que el que miró la humillación de María, su esclava, ponga
también sus ojos en nuestra debilidad y haga obras grandes en nosotros,
roguemos al Señor.
OREMOS AL SEÑOR
5. Para que todos nosotros, por la intercesión de Santa María, nos
amemos no sólo con palabras, sino con obras y de verdad, roguemos al
Señor.
OREMOS AL SEÑOR
6. Tú que hiciste que María meditase tus palabras en su corazón, siendo
fiel en todo, haz que tu Iglesia te sea fiel, y forme muchos discípulos para
anunciar el mensaje de tu Hijo a todos los confines de la tierra.
OREMOS AL SEÑOR
7. Tú que fortaleciste a María cuando estaba al pie de la Cruz, y la llenaste
de gozo en la Resurrección, ayuda a todos los que están muriendo, a todos
los que ya están contigo y sobre todo a los que no tienen a nadie que pida
por ellos.
OREMOS AL SEÑOR
8.- Tú que coronaste a María como Reina del Cielo, haz que siempre
sintamos su cercanía, que no dudemos de ir a Ella, para que lleve nuestras
súplicas a Dios, pues a Jesús le gusta oír nuestras súplicas de los labios de
María.
OREMOS AL SEÑOR
9.- Por el eterno descanso de Luisa y todos los miembros de la hermandad
que ya han fallecido que nuestra señora los guie y los proteja.
OREMOS AL SEÑOR
Atiende, Dios Padre Nuestro, nuestras suplicas y proclamamos nuestra
gratitud, Señor, por el regalo de amor que nos dejaste al pie de la Cruz
cuando nos diste por Madre a María, haz que a su lado llenemos al mundo
con la luz de su ejemplo. , escucha las oraciones de tu Iglesia; y haz que,
siguiendo el ejemplo de santa María y poniendo en ti toda nuestra
esperanza, obtengamos en abundancia los bienes que te hemos pedido.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Liturgia de la Eucaristía
Presentación de las ofrendas
S. Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este pan, fruto de la tierra y
del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te
presentamos; él será para nosotros pan de vida.

T. Bendito seas por siempre, Señor.

S. Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este vino, fruto de la vid y
del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te
presentamos; él será para nosotros bebida de salvación.

T. Bendito seas por siempre, Señor.

S. (Recíbenos, Señor, al presentarnos a ti con espíritu de humildad y con el


corazón arrepentido; y que el sacrificio que hoy te ofrecemos llegue de tal
manera a tu presencia, que te sea grato. Lava del todo mi delito, Señor,
limpia mi pecado.)
S. Orad, hermanos, para que este sacrificio, mío y vuestro, sea agradable
a Dios, Padre todopoderoso.
T. El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria de su
nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.

Oración sobre las ofrendas.


Convierte, Señor, en el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, estos dones que te
presentamos, y haz que este memorial de nuestra redención, nos inflame
en el amor que te profesó santa María, Madre de la Iglesia, y nos asocie
íntimamente, como ella, en la obra de la salvación de la humanidad. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
T. Amén.

Prefacio
S. El Señor esté con vosotros.
T. Y con tu espíritu.
S. Levantemos el corazón.
T. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
S. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
T. Es justo y necesario.
S. En verdad es justo darte gracias, padre santo fuente de la vida y de la
alegría.
Porque en esta etapa final de la historia has querido revelarnos el misterio
escondido desde siglos, para que asi el mundo entero retorne a la vida y
recobre la esperanza.
En Cristo nuevo Adan y en Maria nueva Eva, se revela el misterio de tu
iglesia, como primicia de la humanidad redimida
Por este inefable don la creación entera, con la fuerza del Espiritu Santo
emprende de nuevo su camino hacia la pascua eterna.
Por eso nosotros unidos a los ángeles y santos, cantamos a una vos el
himno de tu gloria

Santo
T. Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
S. Santo eres en verdad, Señor, fuente de toda
santidad; por eso te pedimos que santifiques estos dones con la efusión
de tu Espíritu, de manera que sean para nosotros Cuerpo y Sangre de
Jesucristo, nuestro Señor.
El cual, cuando iba a ser entregado a su Pasión, voluntariamente
aceptada, tomó pan, dándote gracias, lo partió, y lo dio a sus discípulos,
diciendo:
✠ Tomad y comed todos de él, porque esto es mi Cuerpo, que será
entregado por vosotros.

Del mismo modo, acabada la cena, tomó el caliz, y, dándote gracias de


nuevo, lo pasó a sus discípulos, diciendo:
✠ Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre,
Sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros y
por todos los hombres para el perdón de los pecados. Haced esto en
conmemoración mia.
Éste es el Sacramento de nuestra fe.
T. Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ¡Ven, Señor
Jesús!
S. Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la muerte y
resurrección de tu Hijo, te ofrecemos el pan de vida y el calíz de salvación,
y te damos gracias porque nos haces dignos de servirte en tu presencia. Te
pedimos humildemente que el Espíritu Santo congregue en la unidad a
cuantos participamos del Cuerpo y Sangre de Cristo. Acuérdate, Señor, de
tu Iglesia extendida por toda la tierra; y con el Papa N., con nuestro
Obispo N. y todos los pastores que cuidan de tu pueblo, llévala a su
perfección por la caridad. Acuérdate también de nuestros hermanos que
durmieron en la esperanza de la resurrección, y de todos los que han
muerto en tu misericordia; admítelos a contemplar la luz de tu rostro.
Ten misericordia de todos nosotros, y así, con María, la Virgen Madre de
Dios, los apóstoles y cuantos vivieron en tu amistad a través de los
tiempos, merezcamos, por tu Hijo Jesucristo, compartir la vida eterna y
cantar tus alabanzas.
Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del
Espíritu Santo, todo
Honor y toda gloria por los siglos de los siglos.
T. Amén.

Rito de la comunión
S. Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza
nos atrevemos a decir:
T. Padre nuestro, que estás en el cielo,
Santificado sea tu Nombre;
Venga a nosotros tu reino;
Hágase tu voluntad
En la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
Perdona nuestras ofensas,
Como también nosotros perdonamos a los que nos
Ofenden;
No nos dejes caer en la tentación,
Y líbranos del mal.
S. Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros
días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de
pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa
venida de nuestro Salvador Jesucristo.

T. Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria por siempre, Señor.


Rito de la paz
S. Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: “La paz os dejo, mi paz os
doy”, no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y,
conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.
T. Amén.
S. La paz del Señor esté siempre con vosotros.
T. Y con tu espíritu.
S. Daos fraternalmente la paz.

Fracción del pan


T. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de
nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz.
S. (Señor Jesucristo, Hijo de Dios vivo, que por voluntad del Padre,
cooperando el Espíritu Santo, diste con tu muerte la vida al mundo,
líbrame, por la recepción de tu Cuerpo y de tu Sangre, de todas mis culpas
y de todo mal. Concédeme cumplir siempre tus mandamientos y jamás
permitas que me separe de ti.)
S. Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los
invitados a la cena del Señor.
T. Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya
bastará para sanarme.

Comunión del Sacerdote y del pueblo


S. El Cuerpo de Cristo.
T. Amén.

Agradecimiento
Exaltación
1 Dios te salve, Reina y Madre Señora abogada nuestra;
Señora de gracia llena, Vuelve a nosotros tus ojos
Fuente de misericordia, Como cada primavera.
Y de suprema realeza.
8 Cuando llega el Viernes Santo
2 Eres Reina descendida El pueblo que a Ti te espera
Desde el cielo hasta la tierra, Vuelve sus ojos a Ti
Manantial de nuestra vida Para dejarte la ofrenda
Y dulzura de azucena. De piropos y requiebros,
De oraciones y promesas.
3 Que los coros celestiales
Canten tu gloria suprema 9 Muéstranos Madre a Jesús,
Para que todos tus hijos Fruto de gloriosa espera,
Adorando tú presencia Virgen piadosa y clemente,
Estrella de las estrellas.
4 Nos postremos a tus plantas, Oh! Dulcísima María
Ante sin par pureza; De Esperanza mensajera;
Porque tú eres Esperanza,
Vida y dulzura eterna. 10 Ruega por todo tu pueblo
Que te quiere, y te venera.
5 Dios te salve, a ti clamamos Que está postrado a tus pies,
Errantes hijos de Eva. Que Alboloduy entera ya sueña
A Ti gimiendo y llorando Con ser digna de poder
Señora, Esperanza Nuestra. Coronarte como Reina.

6 Y llévanos, Madre Mía,


A las mansiones eternas
Subidos a tu mano
Al cielo donde Tú reinas.
Por acelguera y bonita,
Por Señorita,

7 Llévanos, siempre contigo


Oración después de la comunión
S. Oremos.
Tú que nos has concedido en este sacramento la participación en la vida
eterna, haz, Señor, que tu Iglesia, por la intercesión maternal de santa
María, ilumine a todas las naciones con la luz del Evangelio y las
santifique con los dones de tu Espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.
T. Amén.
Rito de la conclusión
Bendición
S. El Señor esté con vosotros.
T. Y con tu espíritu.
S. La bendición de Dios todopoderoso, ✠ Padre, Hijo y Espíritu Santo.
T. Amén

Homenaje
Entrega a la familia del recuerdo
Incensar la imagen
besamanos

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