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La misteriosa conexión

entre ojos y tímpanos


Un equipo de neurocientíficos ha descubierto que cuando movemos
los ojos, los tímpanos lo hacen en sincronía.

Abraham Alonso

Ocurre aunque nos encontremos en completo silencio.

Si desplazamos los ojos a los lados mientras mantenemos la cabeza en posición recta, se
producen cambios en la presión de nuestro canal auditivo y vibraciones que hacen que
los tímpanos también se pongan en movimiento.

Es más, el equipo de neurocientíficos que se ha percatado de ello asegura que, por


sorprendente que parezca, esto último ocurre unos milisegundos antes de que los ojos
se muevan, lo que, en su opinión, sugiere que un mismo mecanismo cerebral controla
ambas cosas.

"En esencia, es como si el cerebro planease mover los ojos y, en ese momento, dijese
'espera, mejor que también lo hagan los tímpanos'", explica en un comunicado la
profesora Jennifer Groh, de los departamentos de Psicología y Neurociencia y
Neurobiología de la Universidad Duke, que ha coordinado esta iniciativa.
En un artículo publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences,
los investigadores, pertenecientes a distintas instituciones estadounidenses, señalan que
cuando examinaron este fenómeno en humanos y en macacos Rhesus obtuvieron
idénticos resultados.

Los científicos saben desde hace tiempo que en nuestra capacidad visual y auditiva
participan tanto los ojos como los oídos.

De hecho, la mayoría de la gente encuentra que es más fácil entender a una persona si
pueden verla, en concreto si prestan atención a sus labios. No obstante, la forma en que
el cerebro combina ambos tipos de información aún suscita muchos interrogantes. Groh
y sus colaboradores sospechan que esta sincronía facilita nuestra comprensión del
entorno.

Un mecanismo básico
En un experimento, se les pidió a dieciséis voluntarios a los que se habían colocado
unos micrófonos muy sensibles, capaces de captar las vibraciones de los tímpanos, que
siguieran con sus ojos las evoluciones de un led. Los expertos encontraron que cuando
los movían, sus tímpanos lo hacían en consonancia con ellos y que los movimientos más
pronunciados ocasionaban asimismo mayores vibraciones.

La cuestión es que aunque los tímpanos responden sobre todo a los sonidos que les
llegan del exterior, el cerebro también puede controlarlos a través de unos pequeños
huesos situados en el oído medio y unas células con microvellosidades en la cóclea, una
estructura del oído interno.

Este mecanismo ayuda a modular al intensidad del sonido y produce las


denominadas emisiones otoacústicas.

Es como si el cerebro planease mover los ojos y, en ese


momento, dijese 'espera, mejor que también lo hagan los
tímpanos'
Ahora, los investigadores planean estudiar el papel que juega este fenómeno en nuestro
sentido del oído y si los movimientos oculares de arriba hacia abajo originan
igualmente estas vibraciones.

"Estos desplazamientos timpánicos contienen información sobre la actividad


ocular. Esto demuestra que ambas vías sensoriales están conectadas a un nivel básico",
recalca Groh.

La neurocientífica espera que su trabajo arroje algo de luz sobre el modo en que el
cerebro coordina estas capacidades y que sirva, asimismo, para conocer mejor algunas
dolencias del oído o a desarrollar mejores audífonos.

Imagen: Jessi Cruger – David Murphy / Universidad Duke

Referencia: The Eardrums Move When the Eyes Move: A Multisensory Effect on the
Mechanics of Hearing. K. G. Gruters, D. L. K. Murphy, Cole D. Jensen, D. W. Smith,
C. A. Shera y J. M. Groh. Proceedings of the National Academy of Sciences. Enero de
2018. DOI: 10.1073/pnas.1717948115

https://www.muyinteresante.es/ciencia/articulo/la-misteriosa-conexion-entre-ojos-y-
timpanos-451516794920

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