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República Bolivariana De Venezuela

Ministerio del Poder Popular Para la Educación Superior


Universidad de las Ciencias de la Salud “Hugo Chávez Frías”

OTRA FORMA DE
MIRAR LA SALUD
ACTIVIDAD 4

Carlos González 25.530.415 | Prof: Lic. Isia Benitez | Comunicación y técnicas de estudio para el aprendizaje | 
I

OTRA FORMA DE MIRAR LA SALUD

Los humanos son seres complejos, datado de habilidades morfológicas, fisiológicas y


psicológicas que de una forma u otra le han ayudado a sobrevivir y adaptarse desde los inicios de
los tiempos, estás mismas habilidades les han dado a las personas a través de los años las
herramientas primordiales y necesarias para subsistir. En el área de la salud, no es distinto, pues
la salud ha evolucionado extraordinariamente con el pasar del tiempo, trayendo consigo cientos
de beneficios para las sociedades.

El uso de las primeras vacunas, la utilización de los antibióticos y el hallazgo de la estructura del
ADN supusieron magníficos avances en la medicina, dirigidos a vencer y superar las
enfermedades, pues la ciencia médica sigue floreciendo y avanzando para entender mejor los
mecanismos del comportamiento de nuestro organismo con el fin de prevenir, diagnosticar y
curar enfermedades. Hoy en día la salud ha avanzado en tecnologías biomédicas, existe un gran
progreso en el diagnóstico de las enfermedades, hay apariciones de nuevos fármacos, prácticas de
técnicas quirúrgicas impensables, progresos en los tratamientos contra el cáncer e inclusive
cirugía robótica. Todos estos avances en medicina salvan vidas, mejoran nuestra salud y en
muchos casos contribuyen a una sanidad sostenible.

¿Se escucha bien todo esto cierto? De cierta forma, da la impresión de que todo está totalmente
perfecto, que mientras más pasan los años mejor función tiene el sistema, más vidas se salvan y
todos salen ganando. Aunque si hay algo de cierto en todo eso, ¡la realidad es otra! Ya que, ¿si
todo está tan perfecto y todo está mejorando, por qué hay tantas personas pobres muriendo? ¿Por
qué mueren hombres inocentes provenientes de barrios por un balazo porque no quisieron
atenderlo? ¿Por qué muere una niña con un cáncer que pudo ser previamente tratado y sanado?
¿Por qué ocurren tantos suicidios debido a la mala salud mental cuando existen personas
especializadas para estos casos? Todas estas cosas han pasado y seguirán pasando, solo que
insistimos en mirar lo bueno y no ver lo malo, así como dijo José Sargón nos estamos quedando
ciegos, pues somos “ciegos que ven, ciegos que, viendo, no ven”. Pasamos horas y horas viendo
II

sin mirar, sobre todo cuando hablamos del factor salud, pues observamos solo lo bueno e
ignoramos lo malo, a tal punto que nos hacemos “cómplices de lo que sucede”.

“Aunque vemos muchas cosas, sólo miramos unas pocas” obviando así la enorme diferencia en la
forma de vivir, de enfermar o de morir de los seres humanos, inclinando la balanza de la salud
hacia el lado de las personas más prosperas y afortunadas pero dejando al lado menos adinerado
con exactamente lo contrario, enfermedades, dolores e inclusive la muerte de los seres queridos o
de ellos mismos padeciendo así una discriminación social múltiple pues sufren de un mal cuidado
sanitario, disponen de menores cantidades de recursos socioeconómicos, poseen mucho menos
autoridad en la toma de decisiones y están más expuestos a los elementos de riesgo que empeoran
tal salud.

Las personas y sobre todo aquellos que son responsables del bienestar social, deben que
“aprender a mirar la salud de otra forma”, una forma distinta, una forma diferente, una forma que
permita y encamine hacia un mejor futuro y que al mismo tiempo permita cuidar a la población
menos afortunada brindando las herramientas y el apoyo que realmente se necesita y así por fin
acabar o al menos disminuir esta desigualdad social que tanto divide.

Ciertamente ver las cosas como realmente son no es nada fácil y entenderlas objetivamente lo es
mucho menos, pues con frecuencia no se mira adecuadamente, las personas están acostumbradas
a ignorar, están enseñadas a solo ver el beneficio sin prestar atención a la desdicha del prójimo,
sin darse cuenta que la suerte de uno es la mala suerte de muchos, y esto pasa no porque no
sepamos ver, sino porque no queremos ver y sobre todo porque no nos dejan ver.

Hay que dejar de culpar al prójimo, buscar las causas, comprender los motivos, no culpar a las
víctimas, generar respuestas, planear soluciones, separar opiniones de hechos, ver las cosas como
verdaderamente son y descubrir cómo podrían llegar a ser y todo esto se logra de una única
manera; aprendiendo a mirar la salud de una forma diferente.

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