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Salud como proceso y como sistema
Facilitadora Autores
2) Proceso Salud-Enfermedad
La construcción del concepto salud-enfermedad no puede entenderse fuera de su marco
cultural, ya que los valores, representaciones, roles y expectativas de las personas van
configurando lo que cada uno entiende y vive como el proceso salud-enfermedad. Cada
sociedad, y cada grupo familiar resuelven cotidianamente cómo cuidar la salud y cómo
recuperarla cuando se ha deteriorado, siendo éste un proceso dinámico no sólo desde la
propia experiencia personal sino también en relación al contexto que la determina
Estos factores configuran distintos modos de pensar y de actuar, con una diversidad de
significaciones que se atribuyen al hecho de estar sano o enfermo, donde aspectos como la
edad, el sexo y las condiciones materiales de vida, tienen una multiplicidad de expresiones.
Dada la ausencia de términos específicos en castellano resulta difícil distinguir entre la
enfermedad como padecimiento (illness) y la enfermedad como un estado reconocido y
clasificado por la intervención de un profesional (disease). El primero alude a la dolencia
vivida por el sujeto y la segunda a la condición objetiva .Esta doble perspectiva de la idea
de enfermedad permite comprender más claramente el porqué de los comportamientos de
las personas frente a situaciones de "enfermedad", ya que en algunos casos una dolencia
considerada banal por un profesional puede desencadenar la intervención de distintos
referentes o agentes de salud. Pero también sucede que un cuadro de enfermedad grave,
diagnosticado como tal por profesionales, no es causa necesariamente de una búsqueda de
ayuda.
¿Qué es lo que determina que una persona demande atención, ya sea por una
práctica de cuidado (prevención) o bien por una de reparación (asistencia)?
Como señalan Kornblit y Mendes Diz el fenómeno enfermedad involucra distintos
aspectos; no se limita exclusivamente al hecho de estar enfermo por sufrir algún tipo de
alteración. La percepción de estar enfermo no sólo pasa por la posibilidad de identificar el
problema sino también, y muy especialmente, por la posibilidad de estar enfermo. Este
último aspecto depende fundamentalmente de los roles sociales que desempeñe el sujeto,
así como del lugar que ocupe la salud en su vida cotidiana .
La representación social que el paciente tenga de su problema determinará qué
acciones y procedimientos realizará. Esta representación está construida socioculturalmente
y tiene implicancias no sólo cognitivas o racionales, sino también valorativas y
actitudinales. Por ejemplo, la ausencia del control del embarazo en algunas comunidades,
tiene que ver con la vivencia de un proceso "natural" en el cual no es requerido ningún tipo
de intervención.
La Percepción
Los distintos conjuntos sociales prestan distinta atención a los procesos mórbidos de
acuerdo con su propia vinculación con el cuerpo. La percepción del dolor o de un malestar
está atravesada por una serie de factores que tienen que ver con condicionantes
estructurales, pero también con la propia experiencia de vida y se inscribe dentro del
proceso general de percepción. Este proceso es necesariamente selectivo y puede
compararse a la mirada en un espejo en el cual se refleja una imagen que no es la realidad
misma. En ese "espejo" la imagen se agranda, se achica, se ilumina u obscurece, de acuerdo
a cómo nos situemos para observarla. De la misma manera, la percepción que cada uno
tiene de la realidad, se produce de acuerdo al modo y al lugar/situación desde donde se
mire.
Las posibilidades de percibir un problema de salud son diversas y están
sociocultural-mente condicionadas: factores como la responsabilidad o el rol familiar que la
persona desempeñe, así como las prioridades cotidianas y las actividades que realice harán
que lo perciba de modo diferente en cada caso.
Sin embargo, éstos son aspectos poco considerados al momento de intervenir desde
el sistema formal de salud, ya que representan un corte en un proceso que no siempre es
visualizado por el profesional. Antes de que la persona efectúe la demanda y utilice el
servicio sanitario, muy probablemente haya realizado algún tipo de acción, que responde a
lo que se denomina autocuidado. Este comportamiento responde a la propia percepción del
problema, y tiene que ver con su cosmovisión personal acerca de lo que es estar sano o
enfermo. Esto desencadena prácticas, de las cuales sólo una es o puede ser la utilización del
sistema de salud. Este recorrido previo a la demanda, no sólo no es tomado generalmente
en cuenta por el personal de salud, sino que en muchas ocasiones la "mirada" del paciente
acerca de su problema, se relativiza como dato a considerar. Sin embargo, a pesar de la
importancia que pueda significar para el paciente el diagnóstico y la propuesta de
tratamiento sobre su dolencia, ésta es también mediatizada por su propia concepción y
representación de lo que le puede estar pasando. Esa persona, de vuelta en su casa y en su
medio, tomará o dejará las prescripciones dadas por el profesional, de acuerdo a sus
posibilidades de cumplimiento, pero también según su propia interpretación de lo que tiene
que hacer.
Como señala Fitzpatrick, la idea de enfermedad opera como símbolo que se
relaciona con una variedad de experiencias propias de una cultura. Esta significación
simbólica no siempre puede expresarse verbalmente, pero su registro es fundamental para
comprender el proceso salud-enfermedad-atención. Aún en su expresión oral, requiere de la
capacidad de buscar sentido en las expresiones de los otros, elemento esencial de la
comunicación humana.
La percepción de este complejo proceso es personal y subjetiva y sólo puede
comprenderse contextualizada en el universo de creencias, valores y comportamientos del
medio sociocultural de cada persona, atravesado por las condiciones materiales de vida que
reflejan de modo singular el espejo de la realidad que cotidianamente vemos.
Por lo tanto, es necesario considerar a la salud o la enfermedad no solamente como
hechos del mundo de la naturaleza sino también como hechos del campo de las relaciones
sociales que implican valoraciones subjetivas y situaciones de poder
3) Vida y muerte
Lynn Margulis y Dorion Sagan (1997) afirman que la vida es un proceso dinámico,
activo, integrado, perfectamente ordenado, estructurado, conectado, integrado; la muerte es
un proceso destructor, es el caos metabólico, disfunción, ausencia de procesos fisiológicos
y desintegración.
Vida:
Pérez Porto, J., Merino, M. (2010) indica que el concepto de vida puede ser definido
desde diversos enfoques. La noción más habitual está vinculada a la biología, que sostiene
que la vida es la capacidad de nacer, crecer, reproducirse y morir.
La vida también es el estado de actividad de los seres orgánicos y la fuerza interna que
permite obrar a aquel que la posee. Otra forma de interpretar la vida está vinculada a la
capacidad de un ser físico de administrar sus recursos internos para adaptarse a los cambios
que se producen en su medio.
Muerte
Pérez Porto, J., Merino, M. (2009) defina la muerte como el término de la vida a causa
de la imposibilidad orgánica de sostener el proceso homeostático. Se trata del final del
organismo vivo que se había creado a partir de un nacimiento.
Existen distintos tipos de muerte. En primer lugar, está la llamada muerte natural que,
como su nombre indica, es aquella que se produce a consecuencia de la vejez que tiene la
persona en cuestión; y por otro lado, está la muerte violenta que es aquella que experimenta
alguien a raíz bien de un traumatismo contundente y de forma fortuita o bien como
consecuencia de que otro individuo ha decidido acabar con su vida.
En la antigüedad se consideraba que la muerte, como evento, tenía lugar cuando el
corazón dejaba de latir y el ser vivo ya no respiraba. Con el avance de la ciencia, la muerte
pasó a entenderse como un proceso que, a partir de un cierto momento, se vuelve
irreversible.
En la actualidad, una persona puede haber dejado de respirar por sus propios medios y,
sin embargo, seguir con vida a través de un respirador artificial. Por otra parte, puede
hablarse de muerte cerebral para hacer referencia al cese completo e irreversible de la
actividad cerebral.
Vida vegetal
Kenneth Maiese indica que el estado vegetativo (anteriormente vida vegetal), se
produce cuando el cerebro (la parte del encéfalo que controla el pensamiento y el
comportamiento) ya no funciona, pero el hipotálamo y el tronco del encéfalo (las partes del
encéfalo que controlan las funciones vitales, como los ciclos de sueño, la temperatura
corporal, la respiración, la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la consciencia) siguen
funcionando. Por lo tanto, la persona abre los ojos y parece despierta pero, por lo demás, no
responde a la estimulación de una manera significativa.
Otros autores lo definen como la disfunción cerebral crónica en la que el enfermo no
muestra signos de conciencia.
Un estado vegetativo que dura más de 1 mes se considera un estado vegetativo
persistente. La mayoría de las personas en estado vegetativo persistente no recuperan
ninguna función mental o capacidad de interactuar con el entorno de una manera
significativa. Sin embargo, algunas personas con un estado vegetativo persistente mejoran
lo suficiente como para que el diagnóstico cambie a estado de consciencia mínima. La
consciencia de las personas en un estado de consciencia mínima se ve afectada de forma
grave pero no por completo.
1) Características:
En la mayoría de los casos, un estado vegetativo tiene su origen en un daño
cerebral grave debido a una lesión en la cabeza o a un trastorno que priva al
cerebro de oxígeno, como un paro cardíaco o respiratorio.
Las personas en estado vegetativo pueden abrir los ojos, pero no pueden hacer
cosas que requieren pensamiento o intención consciente. No pueden hablar,
seguir instrucciones, mover sus miembros con un propósito ni retirarse para
evitar un estímulo doloroso, es decir no pueden hacer cosas que requieran
pensamiento o intención consciente y no tienen conciencia de sí mismas ni de su
entorno.
Los médicos diagnostican un estado vegetativo solo después de observar a la
persona afectada durante un período de tiempo y en más de una ocasión y no
encuentran ninguna evidencia de conciencia.
El tratamiento suele consistir en cuidados de apoyo. La afección puede ser
permanente, aunque el grado de conciencia puede mejorar a lo largo del tiempo.
Las personas en estado vegetativo requieren atención integral, incluida una buena
nutrición y medidas para prevenir los problemas que resultan de no poder
moverse (como las úlceras por presión).
2) Estado de consciencia mínima:
Es una condición de alteración grave del nivel de consciencia que se distingue del
estado vegetativo por la presencia mínima, pero discernible, de consciencia de uno mismo o
del entorno. Deben mostrar al menos alguno de estos comportamientos:
- Fijación o seguimiento visual reproducible.
- Respuesta gestual o verbal de sí/no.
- Realización de órdenes simples.
- Respuestas motoras o emocionales.
- Verbalización inteligible.
Eutanasia
La eutanasia es la acción u omisión que acelera la muerte de un paciente desahuciado con la
intención de evitar sufrimientos. El concepto está asociado a la muerte sin sufrimiento
físico.
1) Tipos de eutanasia: Se pueden establecer dos tipos de eutanasia:
Eutanasia directa: Es aquella que viene a definir al proceso de adelantar la
muerte de una persona que tiene una enfermedad incurable. A su vez, se puede
dividir en dos clases: la activa, que básicamente consigue la muerte del citado
enfermo mediante el uso de fármacos que resultan letales; y la pasiva, que es la
que consiste en la consecución de la muerte de aquel mediante la suspensión
tanto del tratamiento médico que tenía como de su alimentación por cualquier
vía.
Eutanasia indirecta: Es aquella se practica para intentar paliar el dolor y
sufrimiento de la persona en cuestión y para ello se le suministran una serie de
medicamentos que como consecuencia no intencionada pueden producir la
muerte de la citada persona.
Aborto
Según la OMS, es la interrupción del embarazo antes de la viabilidad fetal con medios
adecuados. Otros autores lo definen como la terminación de un embarazo. Es la muerte y
expulsión del feto antes de los cinco meses de embarazo. Después de esta fecha, y hasta las
28 semanas de embarazo se llama parto inmaduro y parto prematuro si tiene más de 28
semanas.
Clasificación: Teniendo en cuenta las causas que originan el aborto, se clasifican
en :
a) Aborto espontáneo o natural: Es aquel donde la pérdida del feto ocurre de
manera involuntaria antes de la vigésima semana de embarazo, pues a partir de
esta se considera parto prematuro. Puede tratarse de un aborto espontáneo
temprano si ocurre antes de la décima segunda semana, o tardío, cuando se
produce entre la vigésima segunda y la vigésima semana de gestación.
Los abortos espontáneos pueden deberse a múltiples causas, como anomalías
cromosómicas que dificultan el desarrollo normal del bebé, el consumo de
drogas, alcohol o tabaco por parte de la madre, así como enfermedades graves
que no se encuentren bajo la debida vigilancia médica. Asimismo, problemas de
obesidad, trastornos hormonales, infecciones, problemas en el sistema
inmunitario, o de tipo físico en los órganos de reproducción de la madre, pueden
ser causa de un aborto espontáneo.
b) Aborto Inducido: Es la interrupción voluntaria del embarazo, mediante una
intervención externa, realizada antes de la vigésima tercera semana de gestación.
Como tal, puede sustentarse en razones médicas, cuando la salud de la madre o
el feto, tanto físico como mental, corren grave peligro, o por decisión unilateral
de la mujer, por motivos económicos o sociales, o debido a que se trata de un
embarazo no deseado.
c) Aborto terapéutico: Es el tipo de aborto inducido realizado antes de la vigésima
tercera semana de embarazo que obedece a razones médicas. Por ejemplo, se
deberá proceder a un aborto terapéutico cuando la salud de la madre, ya sea a
nivel físico o mental, se encuentra gravemente comprometida debido al
embarazo. Las motivaciones que conducen al aborto son principalmente de tipo
preventiva y curativa, aunque también propician abortos terapéuticos el riesgo
de una enfermedad congénita o genética del feto, así como la reducción de fetos
en embarazos múltiples.