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Teoría Del Liderazgo Transformacional de Bass
Teoría Del Liderazgo Transformacional de Bass
Para Bass (1984, 1996), Bass y Avolio (1988,1990, 1994) este modelo
explicaría el tipo de liderazgo que trasciende el intercambio y que provoca en
los seguidores un cambio de necesidades, creencias y valores. Como señala
Crawford (1995, internet), “un líder transformador actúa estimulando a la
organización entera para que se mueva por necesidades de orden superior”.
En este sentido, Burns (1978, 425) sostiene que “ la motivación del líder
transformacional es el desarrollo personal del seguidor”. Quisiéramos señalar
que el término seguidor no nos parece muy acertado en este contexto, sin
embargo la transcripción literal de las fuentes originales incluyen este vocablo
(follower).
. Apasionado: se muestran tan apasionados con la gente como con las tareas
organizacionales. Su pasión les permite mantener un fuerte compromiso con la
visión.
Ético: poseen patrones éticos más altos. Parece que tienen la capacidad para
hacer lo correcto en cada momento.
Consideración individualizada.
Éste sería aquel líder que se sirve de todas las características descritas para
conseguir un fin narcisista, siendo la motivación última su propio beneficio.
LA TEORÍA DEL HOMBRE Z DE MASLOW
Parece, por los datos aportados por Cox, que fue el psicólogo de la motivación
Abraham Maslow el autor pionero de la denominada Teoría Z. Su modelo toma
como base explicativa su famosa jerarquía motivacional. El autor propugna que
la motivación es función de las Necesidades humanas y que éstas pueden
clasificarse jerárquicamente. De este modo, plantea la existencia de una
función evolutiva creciente a través de ciertas etapas o niveles, por la cual
pasamos todos los individuos, grupos o sociedades. Hasta que un nivel de
necesidad inferior en jerarquía no esté cubierto, el nivel superior quedaría
vedado (y, por tanto, no motivaría). A su vez, cuando una necesidad está
cubierta deja de ser motivadora de comportamientos para dejar a la siguiente
en la jerarquía dicha función.
Por su parte, dentro de la Psicología fue defendido por los teóricos que
consideraban que el líder poseía un rasgos de personalidad que lo
diferenciaban del resto de sujetos. Sin embargo, esta perspectiva fue abandona
ante los resultados contradictorios que reportaron las diversas investigaciones.
No obstante, en los últimos años ha sido retomada, con cierta reelaboración y
cambio de matiz, desde el denominado “liderazgo transformacional” propuesto
por Bass (1984) o el “liderazgo carismático” de Conger y Kanungo (1987).
Para los autores lo que haga el líder carece de importancia pues está al
servicio de la evaluación de los seguidores. La teoría señala cuatro posibles
estilos de liderazgo. Estos se basan en las dimensiones “orientación hacia la
tarea (productividad)” y “orientación hacia las relaciones interpersonales”
propuestas por Fiedler (1965, 1969).
El otro eje de la teoría está en la “Madurez” que posean los seguidores y que
determinará la percepción sobre la eficacia del estilo de liderazgo.
Robbins (1987, 256) resume las Fases de Madurez en las que se puede
encontrar el seguidor:
TEORÍAS CONTINGENTES
Los modelos teóricos que responden a esta categoría sostienen que el éxito del
liderazgo organizacional es el resultado de introducir relaciones de
contingencia entre la estructura motivacional del líder y el grado de control e
influencia sobre la situación. Veremos desde este enfoque el modelo de Fiedler
(1965, 1967), la teoría del Path Goal (caminos de meta) de Evans (1970) y
House (1971), el modelo de Tannenbaum y Schmidt (1973) y el modelo del
Liderazgo Participativo propuesto por Vroom y Yetton (1973).
El Modelo de Fiedler
Fue Fiedler (1965, 1967) el primer autor que propuso relaciones de
contingencia para poder obtener un mejor conocimiento del fenómeno del
liderazgo. Será la motivación del líder y el grado de control de la situación que
se tenga lo que determinen ejecución de un grupo. Como señala Bass 1990),
para el autor la dirección supone que una persona haciendo uso de su poder
consigue que un grupo de individuos trabajen conjuntamente para conseguir
una meta común.
Fiedler propone que los líderes pueden estar motivados hacia la tarea o hacia
las relaciones interpersonales. Por ello, desarrolló el Cuestionario LPC
(cuestionario del compañero de trabajo menos preferido) para medir la
orientación al trabajo o a las relaciones interpersonales. Los sujetos debían
describir a través de un lista de adjetivos opuestos a aquel compañero con el
que habían trabajado más a disgusto. Si este compañero era descrito en
términos positivos (alta puntuación), al respondiente le interesaban
principalmente las relaciones personales. Por el contrario, una baja puntuación
(descripción a través de adjetivos negativos), implicaba un interés hacia la
productividad (Bass1990, Robbins, 1987).