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GALENO

La concepción de enfermedad para Galeno procede nuevamente de la teoría biológica de la


Grecia clásica acerca de los cuatro humores, considera a la salud como un estado de
equilibrio entre la naturaleza del organismo y sus funciones, y con ello proporciona una
explicación racional de la enfermedad. Establece que entre el macrocosmos de la naturaleza
y el microcosmos del hombre hay una absoluta interacción, la salud es posible cuando el
cuerpo, entendido como un todo, consiga y mantenga un adecuado equilibrio.
Distinguió tres causas de enfermedad: una externa o primitiva, producida por cosas no
naturales, tales como excesos en la comida, ejercicio o actividad sexual; la siguiente causa
la denominó interna, esencialmente se refería a la constitución del paciente; por último, una
causa conjunta o inmediata, la cual determinaba el establecimiento de la enfermedad y sus
manifestaciones clínicas. Considerando estos aspectos, Galeno clasificó las enfermedades
en cuatro tipos: (a) simples, aquéllas que afectan un solo humor con afección generalizada;
(b) las que comprometen partes similares o tejidos comunes como el muscular, el nervioso
y los ligamentos; (c) un tipo de enfermedades que afectan a tejidos diversos como el
corazón y el estómago; (d) heridas que se presentan como una solución de continuidad del
cuerpo.
En su tratado Ad Glauconem de metodo medendi, Galeno recomendó conocer a todos los
enfermos en estado de salud en relación a la constitución, calor natural, pulso, ánimo, sexo,
ambiente físico en el que vive entre otros, como datos clínicos fundamentales para
determinar las alteraciones producidas por la enfermedad. Posteriormente, aconsejaba que
el médico debía aplicar todos sus sentidos en el análisis del proceso morboso; todas sus
manifestaciones debían ser observadas y registradas en la historia clínica. Para su
elaboración utilizaba las técnicas de interrogatorio y exploración física con inspección y
palpación. Cobraba importancia esencial la observación de la orina que contenía los datos
esenciales para el diagnóstico y pronóstico de la enfermedad. Galeno diseñó su teoría del
examen de la orina incluyendo el valor semiológico del sedimento, nube, suspensión,
etcétera, que tuvieron una amplia difusión en los médicos universitarios medievales. Según
la patología humoral, la naturaleza y las acciones del médico pueden conducir a la
enfermedad a un proceso curativo llamado por el galenismo cocción que va unido a la
modificación más o menos repentina de la enfermedad llamada crisis, que, al estar
completa, evoluciona hacia tres vías posibles: la curación, la recidiva y cronicidad, o bien la
muerte del paciente.

SORANO

Basándose en las recomendaciones del enciclopedista Celso (quien frente a la idea


hipocrática de que la enfermedad mental afectaba a un solo órgano sustentó una
repercusión general de la enfermedad mental en todo el organismo y diferenció la locura
del delirium por fiebre elevada, así como alucinaciones de ilusiones), revisa y amplía la
clasificación hipocrática de los trastornos mentales, incluyendo en ella la histeria y la
hipocondría, la primera relacionada con trastornos uterinos y la segunda con base en el
hipocondrio. Son reconocidos y destacados los principios humanitarios que aplicó Sorano
en el tratamiento de estos pacientes.
AVICENA
El trabajo de Avicena, que concierne a la mente y a sus enfermedades, puede estudiarse en
dos formas diferentes: una filosófica, que se concentra en la psicología, en la estructuración
y las funciones de la mente, de los procesos mentales, etc.; y una médica, cuyo interés
principal es la patología, los temas clínicos y la clasificación de las enfermedades mentales.
Avicena, en lo que se refiere a la orientación psicológica, es un seguidor de Aristóteles.
Considera a la mente como la proveedora de la conexión entre el yo y el mundo externo, y
al alma como divina e inmanente. El alma racional, o, mejor dicho, la parte racional del
alma, vive en el cerebro y solamente se le puede reconocer por medio de sus funciones, sus
accidentes, siendo su esencia comprensible únicamente filosóficamente. Siguiendo las
enseñanzas aristotélicas y galénicas, Avicena divide al alma racional en facultades que son:
sentido común, facultad representativa, fantasía o facultad imaginativa (a la cual subdivide
en imaginación sensitiva y racional); facultad estimativa; memoria (también subdividida en
retención de información y en capacidad de recordar); e inteligencia. También considera la
posibilidad del conocimiento intuitivo, útil para la adquisición de conocimientos sobre uno
mismo. La salud mental será el resultado del equilibrio de todas estas estructuras y del
alma, la mente y el cuerpo. Cualquier ruptura o desbalance de este equilibrio tan
precariamente mantenido, se manifestará como una alteración mental, cuyos síntomas
estarán relacionados con el área afectada del cerebro y con las facultades ahí localizadas.
Las causas de las enfermedades mentales son el producto de trastornos o alteraciones de
funciones psicológicas producidas por la falta de balance humoral.
Las tres enfermedades clásicas registradas, son diagnosticadas por Avicena: la manía, la
melancolía y la frenesis. Como hemos visto, el exceso de bilis amarilla en las estructuras
cerebrales estaba considerado como la causa de la manía y de la frenesis, mientras que el
exceso de bilis negra, estaba considerado como la causa de la melancolía. En las teorías
hipocráticas, la diferencia entre la manía y la frenesis, se explicaba por medio de la
existencia de fiebre en la última, siendo secundarias las alucinaciones y los componentes
delirantes; pero Avicena enfatiza precisamente la agitación de este delirio, notándose la
diferencia en su ausencia de sistematización. Una característica avicénica es el análisis
clínico preciso.
Avicena también estudio las alteraciones mentales subsecuentes a un intenso traumatismo
craneal, la patología de las emociones, las pasiones, las alteraciones del juicio y los
trastornos de la inteligencia.
ALCMEÓN DE CROTONA
Planteaba que el cerebro era la sede de la razón y el alma, basado en la idea de que la salud
era la armonía entre los contrarios.
“Alcmeón sostiene que la base de la salud es el equilibrio (ísonomian) de los poderes
(dynámeon): frío y caliente, húmedo y frío, amargo y dulce, etcétera. Mientras que la
supremacía (monáchian) de uno de ellos es causa de enfermedad”. La propuesta de que en
los médicos deban conocer las estaciones del año y sus efectos, así como las regiones con
distintas características geográficas y por lo mismo climáticas, constituye un avance
impresionante considerando la época de Alcmeón.
Esto implícitamente genera el concepto de que el médico debe eliminar las causas de las
dolencias con base en lo que se analiza de la naturaleza, buscando la restitución del estado
normal, mucho antes de aplicar lo artificial.
KRAEPELIN
concepciones de Kraepelin (1856-1926): Hay que acercarse al lecho del enfermo y
observarlo, así Kraepelin valoró especialmente la investigación clínica, por encima de la
especulación teórica y la Anatomía patológica, dando especial valor al estudio del curso
completo de la enfermedad.
Este autor, publicó en 1883 su obra “Tratado de Psiquiatría”. A través de nueve revisiones
de su obra, la última aparecida en 1927, construyó un sistema de clasificación de los
trastornos mentales que integraba el enfoque descriptivo y longitudinal, con el sistema
conceptual de enfermedad somática. Por último, Kraepelin formuló su clasificación en
orden a la agrupación de síntomas que regularmente aparecen juntos, lo que le hizo suponer
que se trataba de enfermedades en sentido estricto cuya causa (somática), curso y
pronóstico serían diferentes en cada una de estas entidades. Consecuentemente, cada una de
ellas tendría en el futuro un tratamiento específico.
Entre sus principales contribuciones encontramos que es el responsable de haber generado
un sistema de clasificación de enfermedades mentales basado en la manifestación clínica de
los sujetos con problemas mentales tal y como los que existen en la actualidad (siendo
pionero en elaborar una nosología al respecto) y la distinción entre trastornos como
demencia precoz (posteriormente denominada esquizofrenia por Bleuler) y psicosis
maníaco-depresiva (actual trastorno bipolar). Esta clasificación sería realizada y tendría en
cuenta no solo en base de las manifestaciones clínicas sino también su etiología, dividiendo
los trastornos mentales en endógenos y exógenos. Kraepelin consideraba que las causas de
trastornos psiquiátricos eran principalmente biológicas.
El legado de Kraepelin es amplio: se trata del primer autor en crear una nosología
psiquiátrica y de una forma de clasificar las enfermedades mentales que se ha seguido
utilizando hasta día de hoy. Si bien sus etiquetas diagnósticas ya no suelen ser empleadas,
han dado paso a otras denominaciones e investigaciones respecto a diversos trastornos.
BLEULER
El suizo Eugen Bleuler, en su libro “Demencia precoz” o el grupo de las esquizofrenias
(1911), afirmó que, como no todos los casos de demencia precoz evolucionan hacia la
demencia, era más apropiado usar el término "esquizofrenia". Mencionó cuatro síntomas
fundamentales en esta enfermedad: autismo, ambivalencia y alteraciones en la asociación y
afectividad.
En la obra de Bleuler se produce una reordenación de los cuadros delimitados por
Kraepelin. Con él se inicia una línea de enfoque clínico más rica en posibilidades que las
etapas anteriores.
Dadas sus profundas investigaciones sobre el tema, llegó a la conclusión de que lo que les
ocurría a las personas era que sufrían una división en su proceso de pensamiento. Por eso,
apoyándose en la lengua griega el nombre esquizofrenia nació de “esquizo” (división) y
“frenia” (mente).
Subtipos de la esquizofrenia
Una vez acuñado el término, Eugen Bleuler no dejó de investigar acerca de esta
enfermedad y, apoyándose en las investigaciones que ya había realizado Kraepelin sobre la
demencia, llegó a la conclusión de que en la esquizofrenia había diferentes subtipos.
Los tres subtipos eran: paranoide, catatónica y emocional o hebefrénica. Todos ellos
habían sido ya recogidos por Kraepelin, pero Eugen Bleuler no siguió todas sus teorías.
Pues la demencia que Kraepelin definía no contemplaba el hecho de que no siempre se
daba un deterioro progresivo, ni aparecía de forma precoz y, mucho menos, que los
subtipos eran excluyentes.
Por todo esto, Eugen Bleuler realizó sus propias investigaciones para acuñar un nuevo
concepto, más acorde con la realidad que él mismo pudo analizar. Así, en la actualidad, lo
utilizamos teniendo claro lo que significa gracias a todo el trabajo que este psiquiatra llevó
a cabo.
FREUD
Hay que escuchar al enfermo y comprenderlo.
Postula que el ser humano tiene algo más que la mente consciente, creando en 1896 el
"psicoanálisis" para referirse a su técnica de asociaciones libres e interpretación de sueños
con el propósito de traer a la conciencia los recuerdos traumáticos del pasado almacenados
en el inconsciente. Fue el creador también de la teoría de la personalidad y describió los
mecanismos mentales de defensa del yo.
Con la aportación genial de Freud se producen varios hechos fundamentales:
1. El centro de interés se desplaza de la psiquiatría pesada (psicosis) a la psiquiatría ligera
(neurosis), produciéndose una amplia corriente de interés y dedicación que va de la
psiquiatría a la comunidad y viceversa. El campo de la psiquiatría deja de circunscribirse a
la locura y se extiende a otros campos cada vez más separados de ésta.
2. Posibilita una comprensión más completa del fenómeno psíquico normal o morboso. Con
Freud, la psicología de las funciones se convierte en una psicología del hombre. El estudio
de las psicosis se ve por primera vez enriquecido con las concepciones dinámicas, cuya
primera repercusión en la psiquiatría académica se produce a través de la obra de Eugen
Bleuler en 1911, el cual estaba bajo la influencia de su colaborador Jung, discípulo, a su
vez, de Freud.
3. Abre nuevos cauces de enfoque terapéutico a través de técnicas que se irán desarrollando
en las próximas décadas.
4. La exactitud puede ser referida a fenómenos no observables y no es patrimonio de la
cuantificación propia de los métodos científico-naturales.

PHILIPPE PINEL
Alrededor de 1800 comienza en Francia la Psiquiatría Científica, con la obra del médico y
reformador francés Philippe Pinel (1745-1826), quien plantea que no deben construirse
nuevas hipótesis sino limitarse a la observación y descripción de hechos.
La contribución fundamental de Pinel fue cambiar la actitud de la sociedad hacia los
enfermos mentales para que pasasen a ser considerados como seres humanos merecedores
de un tratamiento médico digno.
A cargo de la Bicêtre, liberó a los pacientes de sus cadenas en 1793; dos años después hizo
lo mismo en la Salpêtrière.
Pinel llamó a su labor "tratamiento moral", y muchos de sus principios conservan su valor
hasta el día de hoy.
En su obra “Tratado de la Insanía” (1801), clasificó las enfermedades mentales en cuatro
tipos: manía, melancolía, idiocia y demencia, explicando su origen por la herencia y las
influencias ambientales. Con la obra de Pinel y sus seguidores, como Esquirol, la
Psiquiatría se libera de las interpretaciones demonológicas y se sustituye la especulación
por la observación empírica, retomándose el camino iniciado en el periodo grecolatino y
abandonado casi en su totalidad durante los siglos XVI y XVII.
KARL JASPER

El alemán Karl Jaspers (1883-1969) realizó un estudio fenomenológico exhaustivo de la


mente humana. Influyó notablemente en la psicopatología y en la psicoterapia en general.
Con Jaspers se introduce el rigor metodológico en Psiquiatría, adecuándose para su
desarrollo como ciencia.
Amparándose en la clasificación de las ciencias vigente en su momento, Jaspers
describió dos métodos:
El explicativo, propio de las ciencias de la naturaleza, que tiene por objeto el hallazgo de
correlaciones entre los fenómenos psíquicos y la base estructural física, y el comprensivo,
propio de las ciencias del espíritu, que se fundamenta en lo psicológico, se desentiende de
lo corporal e intentar entender la conducta en relación con los hecho históricos y
biográficos personales.

Uno de los principales aportes de Karl Jaspers a la psiquiatría fue el método biográfico.
Consiste básicamente en pedirle al paciente que relatara por escrito la forma como percibía
sus síntomas. En otras palabras, que consignara su visión de la realidad. Esto daba valiosos
elementos para comprender lo que sucedía en su mente.
Su importancia radica en que le otorga valor a la palabra del paciente en psiquiatría, algo
que no sucede con frecuencia en la psiquiatría moderna. En los enfoques más biologicistas,
las palabras del paciente se consideran como un producto del mal funcionamiento cerebral.
El método biográfico, en cambio, otorga valor a esos “disparates” y los entiende como una
vía para comprender las alteraciones en la percepción del paciente.

Karl Jaspers también postuló la existencia de dos tipos de delirio: el primario y el


secundario. El delirio primario es aquel que surge sin una razón aparente y a su vez es
autónomo e incomprensible desde el punto de vista psicológico. El delirio secundario, en
cambio, surge como un intento de explicación de experiencias anómalas y es comprensible
psicológicamente. De ahí también la importancia del método biográfico para dilucidar la
naturaleza del delirio implicado en la enfermedad.

SAN AGUSTÍN

Acepta la descripción de Cicerón sobre cuatro pasiones (deseo, miedo, alegría y tristeza)
que podían ser modificadas por la razón. La noción de que el alma no podía enfermar y de
que, por tanto, la locura era un trastorno esencialmente de base orgánica fue sostenida en el
siglo xiii por Alberto Magno (1193-1280) y Tomás de Aquino (1225-1274).

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