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TALLER No.

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PATERNIDAD: ALGO MÁS QUE TERNURA Y AMOR

“Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no desprecies la dirección de tu


madre”
(Proverbios 1:8)
Objetivo

Valorar el rol del padre y de la madre como una oportunidad única para amar,
enseñar y formar al hijo (a).

2. Desarrollo del taller

Dinámica de integración: “Los rostros sonrientes”

 Objetivo del la dinámica

Mostrar la importancia del trabajo en equipo y la responsabilidad de cada


miembro en un trabajo en común

 Procedimiento

o Se invita a dibujar un “rostro sonriente” entre todos los asistentes,


para lo cual es necesario ponerse de acuerdo acerca de la parte que
va a dibujar cada uno
o Se pasa luego a un papelógrafo donde cada uno con los ojos
vendados, se limita a dibujar únicamente la parte que le corresponde
o Uno a uno van dibujando la parte que les corresponde. Cuando
termina uno se le quitan las vendas y continúa el otro, hasta que
pasen todos (no se borran los dibujos)
o Luego se invita a los participantes para que reflexionen con respecto
a: ¿Cómo te sentiste al dibujar con los ojos vendados?, ¿Qué
responsabilidad tuviste en este trabajo en común?, ¿Cómo te
sentiste al ver la obra final?

 Materiales

o Vendas suficientes para cada asistente


o Papelógrafo
o Hojas en blanco

3. Tema: PATERNIDAD: ALGO MAS QUE TERNURA Y AMOR

Introducción
Cuando a los padres se les pregunta ¿Qué es lo que más desean ustedes para
sus hijos?, la respuesta casi siempre es felicidad y realización. ¿Cómo pueden
los padres lograr esta meta?

Indiscutiblemente, el amor sembrado en la niñez cosechará felicidad y


realización, pero es necesario que los padres ofrezcan más que ternura y amor:
se necesita una paternidad equilibrada. Esta paternidad implica cultivar ciertas
características en la relación:

 Amor y Aceptación (1 Corintios 13:4-8)

Muchos padres dan por sentado que aman a sus hijos, porque se preocupan
de su comida y vestido, y temen demostrarles cariño porque les puedan faltar
al respeto. Sólo se puede esperar que un hijo desarrolle todo su potencial y se
esfuerce al máximo, cuando su "tanque emocional" esté lleno. Si no es
satisfecha su necesidad en el hogar, buscará cualquier manera de hacerlo.

 Sinceridad y Franqueza

Los padres equilibrados son francos en la relación con sus hijos. No hay
vergüenza ni disimulo. No presumen ser perfectos, ni hacen el papel del padre
ideal. Tienen sus problemas, sus preocupaciones, su idiosincrasia, sus
esperanzas y sus frustraciones. Se enojan, se irritan, son cariñosos y felices. A
veces se confunden y deprimen, igual que todos los demás.

En la relación con sus hijos son francos y auténticos; en el fondo hay un


sentido de inquebrantable confianza mutua.

 Contacto y Empatía

Los padres equilibrados permanecen en contacto y se identifican con su hijo


(a). El padre se pone en lugar del hijo, y es capaz de ver el mundo como ellos
lo ven; inclusive, cuando discrepan con ellos, tienen la capacidad de modificar
su propio criterio, para ver las cosas desde su punto de vista. A la vez que hay
empatía con las experiencias de sus hijos, ven también el mundo desde su
propia perspectiva, como padres.

 Diálogo abierto y permanente

El hijo (a) necesita hablar; tiene necesidad de expresarse. Todo su ser es un


fluir de ideas, alegrías y angustias que deben ser sacadas. La sospecha de no
ser comprendido, y el temor de no ser aceptado lo hacen permanecer callado y
aislado de los demás.

Los padres equilibrados tienen desarrollada la capacidad de oír y escuchar lo


que el hijo (a) tiene que decirles. Aprenden a poner atención sin interrumpir, sin
prejuzgar lo que oyen y sin tratar de mostrarse más listos que los hijos. No lo
presiona, espera el momento oportuno para hacerlo.

 Libertad en la expresión de los sentimientos

Los padres equilibrados no les hablan "a" los hijos, sino que hablan "con" los
hijos; en ese diálogo, expresan sus propios sentimientos. No usan mensajes en
segunda persona como: "tú tienes la culpa", "ustedes están equivocados", sino
mensajes francos en primera persona: "tengo ira", "estoy cansado", "tengo
miedo"; es decir, expresan sentimientos propios y no proyecciones sobre sus
hijos. De esta forma, los hijos (as) pueden hacerle frente a tales sentimientos,
en lugar de defenderse de los ataques paternales.

APLICACIÓN TEOTERÁPICA

 La contribución más importante que los padres pueden hacer a sus hijos es
formar un hogar feliz en el que puedan crecer.
 Los hijos más equilibrados son los que crecen en hogares felices y
cariñosos, donde padres e hijos conviven armónicamente.
 La ira y la hostilidad enrarecen el clima familiar, trayendo un efecto negativo
sobre los hijos.

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