Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Montes de Oca Felipe Lira - Ciencias Milenarias Y Aplicaciones en El Continente Americano
Montes de Oca Felipe Lira - Ciencias Milenarias Y Aplicaciones en El Continente Americano
9
A mis padres
A mis hijos
A mis nietos
Al general e ingeniero Francisco Ibáñez Martínez
Al profesor José González Rodríguez
Y a la Generación 47 de egresados de la ESIME-IPN
11
12 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
Capítulo 1:
Observatorios
Capítulo 2:
Unidad astronómica de observación (αze)
Capítulo 3:
Los trece cielos
Capítulo 4:
Xiuhmopilli y Nawi Ollin
Capítulo 5:
Sistema local y continental de observación y cálculo
Capítulo 6:
Parámetros (Q), cursores, palmas y yugos, candados, etc.
Capítulo 7:
Sistemas de orientación e instrumentación
15
16 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
Proyecto 4 (nawi): Laboratorios hidráulicos y bio- * El capitulado de los proyectos 2, 3, 4, 5, 6 y 7 será de acuerdo con la
secuencia y profundidad de análisis de estudios, datos y comprobaciones.
energéticos El bosquejo de las portadas para dichos proyectos son las siguientes:
C I E N C I A S M I L E N A R I A S
Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO
W E W E H K A W I X M AT I L I Z Z OT L I W A N I Y E H Y E C O L I Z I T E C H I X A C H I L L A N
C I E N C I A S M I L E N A R I A S
Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO
W E W E H K A W I X M AT I L I Z Z OT L I W A N I Y E H Y E C O L I Z I T E C H I X A C H I L L A N
C I E N C I A S M I L E N A R I A S
Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO
W E W E H K A W I X M AT I L I Z Z OT L I W A N I Y E H Y E C O L I Z I T E C H I X A C H I L L A N
C I E N C I A S M I L E N A R I A S
Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO
W E W E H K A W I X M A T I L I Z Z OT L I W A N I Y E H Y E C O L I Z I T E C H I X A C H I L L A N
C I E N C I A S M I L E N A R I A S
Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO
W E W E H K A W I X M AT I L I Z Z OT L I W A N I Y E H Y E C O L I Z I T E C H I X A C H I L L A N
Cosa equivocada, porque si bien es cierto que esa época fue un presente, no
debemos olvidar que hubo un pasado que la formó, así como ese presente formará
un futuro. No se pueden evitar las leyes del tiempo y del espacio.
podían comprender ni interpretar una cultura con una Naturalmente algo positivo legaron estos cronistas
ciencia, una filosofía e idiomas madres basados en y fueron los datos de lo que vieron objetivamente a su
la propia naturaleza. llegada y posteriormente en un hábitat en ruinas. Estos
datos actualmente se tratan de interpretar o constatar
Desgraciadamente, los invasores no eran los con criterio más amplio y así analizar científicamente
portadores ni representantes de la gran cultura occi- lo que era nuestra cultura a través de la información y
dental, como la griega, romana, árabe, etc., ni de las concepto que tuvo el invasor de ésta, y se está dese-
inquietudes del renacimiento científico europeo. Lo chando lo que se nota fue tendencioso o justificante,
cual explica su comportamiento no-interpretativo. no tan sólo de sus malos actos en la invasión, sino
también posteriormente.
Además, el idioma del español estaba formado
con partes de los idiomas, árabe, latín vulgar, griego, En la asociación científica y cultural del Anahuak, A.C.
germánico y dialectos africanos, entre otros, y por lo (tlamatiliz tonatiuh), se trató siempre de hacer las inves-
tanto, carecía de una filosofía propia que les permitiera tigaciones y estudios apoyándose en nuestros idiomas
interpretar nuestros idiomas (que sí tenían una filosofía como el azteka, maya y otros que afortunadamente
propia) para una traducción correcta. son vigentes, además, en los ideogramas líticos e informa-
ción en las edificaciones de nuestras zonas arqueo-
En estas condiciones es de suponer que la lógicas y aunque mínima tenemos la información de
información de los cronistas españoles estuviera mal nuestros amoxtin (códices) que se salvaron en la destruc-
interpretada, muchas veces incompleta o equivocada ción de nuestras bibliotecas y casas de libros (amoxkaltin),
y a veces hasta tendenciosa. A su vez, la información destrucción que fue hecha por la “civilización”
que los cronistas recibían de los informantes nativos invasora.
fue exclusivamente la que éstos les quisieron dar y no
debemos descartar que hayan ocultado información Así pues, para el autor los estudios de nuestra cultura
que consideraran muy valiosa o secreta. Además, estos deben ser hechos principalmente del año 1500 hacia el
informantes no eran tlamatinine (sabios o maestros) ni pasado, basados en los idiomas autóctonos y en la
eran los poseedores de los conocimientos de los acervos información que perdura actualmente, piedras, cerámica,
culturales recibidos en el kalmekatl (institución del saber) zonas arqueológicas, edificios, piezas líticas de orientación
o en los amoxkaltin (bibliotecas) que destruyeron los o certificación de datos de campo tanto celestes como
españoles a su llegada. geográficos que debemos estudiar no solamente dentro
de su manufactura, arte o de su ingeniería civil o
arquitectura, sino dentro de su función científica o
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 23
tlachtli = observatorio
FIG. 2. Tula 2.
tlachtin = observatorios
Chichen Itza D = 96 m
Kantona D = aproximadamente 10 m
Tikal (Guatemala) D = 14 m
FIG. 4. Teotenanko.
24 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
Véanse las figuras 1, 2 y 3 de los tlachtin estudiados Estos datos, simples, pero contundentes, eviden-
en este proyecto. cian que los tlachtin no podrían ser canchas para jugar
pelota, según la “forma clásica” en que los presentan.
Existen casos en los que las diferencias se acen-
túan, como en Tula 2, con parámetro lateral (torreta) Pero la evidencia principal de que los tlachtin no
y que, además, su cancha no es completamente eran juegos de pelota, la dan los ideogramas de algunos
uniforme sino que tiene desviaciones rectas y circu- amoxtin (códices), que nos muestran su función noc-
lares (véanse figuras 2, 5 y 6). turna y estelar a través del glifo de las estrellas. En
las plantillas horizontales de los tlachtin (véanse figuras
En Kopan, Honduras, el tlachtli no tiene aros, sino 9, 10, 11, 12, 13 y 16).
tres cabezas de guacamaya en ambos lados, y tres
parámetros centrales (véanse figuras 3 y 7). Además, en algunos casos nos muestran su relación
con el xomulzen (véanse capítulos 1 y 2). En realidad,
Otro ejemplo evidente es el caso de Teotenanko, la relación xomulzen-tlachtin era obvia, pues la unidad
que tiene espejos de agua en una de sus cabeceras astronómica de observación fue la base para el cálculo
(véanse figuras 4 y 8). y diseño de los tlachtin.
FIG. 5. Tula 2.
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 25
FIG. 6. Tula 2.
nαZE
L
I II III
12345678901234567890123456789012 αZE a
12345678901234567890123456789012 A C
b αo
Tipo de plataforma
D B A
a =
2
Acotaciones en metros
Tlachtin orientación
latitud/longitud αZE A b B Bc C X D L αo
Tajín (O-E) II 2 10.10 15.54 5.05 2.52 15.15 1.6 60.6 70.7 0°
20°24’/97°36’
Tula (O-E) II 2 13.20 20.31 12.5 10.5 34.2 6.8 41.55 66.5 4°
20°2’/99°10’ E-S
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 27
Tlachtin orientación
latitud/longitud αZE A b B Bc C X D L αo
Tula 2 (S-N) II 2 16.5 23.39 15.60 13.20 42.9 10 85.8 117 11°
20°2’/99°10’ 17.00* 26.16*
Monte Albán 1 (S-N) II 2 5 7.6 8.75 8.75 22.5 6.2 25 42.5 10°
17°15’/96°45’ N-E
Monte Albán 2 (O-E) III 2 5.2 8.0 6.4 8.4 22 6 23.4 36.2 0°
17°15’/96°45’
Tlachtin orientación
latitud/longitud αZE A b B Bc C X D L αo
Tikal Gla (S-N) 2 3.30 5.07 5.48 5.48 14.25 3.60 14.85 25.8 10°
17°6’/89°30’ N-E
Zaculeo Gla (O-E) I 2 6.40 9.84 9.30 6.20 18.80 3 24.80 43.40 30°
E-S
Kopan, Honduras (S-N) 2 6.80 10.46 13.60 6.80 20.00 2.20 29.50 56.70 7°
14°45’/88°50’ N-E
Mexiana, Brasil
0°/49°6’
Palenke (S-N) 2 3.8 5.84 12.20 15.35 32.5 12.5 22.80 47.20
Tajin (O-E) 2 5.7 8.77 16.60 12.0 29.70 8 25.70 47.90 30°
20°29’/97° E-N
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 29
era, como se piensa comúnmente, una demostra- Es muy importante considerar como premisa fun-
ción atlética-deportiva, sino un ritual de significación damental que no podemos comparar la tecnología de
científica-deportiva, como lo demuestra la estela del nuestros antepasados con la tecnología occidental,
tlachtli del Tajín (véase el capítulo 18 “Mitos de los porque es obvio que se diferenciaban debido a que
sacrificios humanos”). los materiales usados en la nuestra eran los disponibles
en América y, por razones obvias, diferentes a los
Con las exposiciones anteriores tratamos de com- usados en la tecnología occidental.
probar que los tlachtin no eran “juegos de pelota”. En
las páginas siguientes, comprobaremos que eran, tal También debemos considerar las condiciones en
como su nombre lo indica, observatorios astronómicos. que operaba nuestra tecnología, que era más natural
y sobre todo, que estaba sustentada en un milenario
Iniciaremos nuestro estudio en el capítulo 1 del conocimiento matemático que les dio una concepción
proyecto 1 (tlachtin). En éste, conoceremos el “cómo” más sencilla y directa para crear las técnicas, modelos
y con qué medios obtuvieron los datos astronómicos y mecanismos para sus aplicaciones científicas; es
calculados y expuestos en piezas líticas como la decir, las dos culturas y sus tecnologías tenían carac-
“Piedra del Sol”, la “Piedra de Tizok” y otras más. terísticas propias y diferentes.
En el estudio del “cómo” es que los tlachtin eran Sin embargo, las dos culturas tienen convergen-
observatorios, debemos aclarar que el cálculo y la tec- cias, como son sus tragedias, más o menos comunes.
nología en el diseño de los tlachtin, creados para la
observación e investigación, y el uso de sus ciencias En la cultura occidental, persiste el profundo
astronómicas, cumplían plenamente con sus funcio- dolor por la pérdida del tiempo empleado para lograr
nes asignadas, pero, además, ayudaban a reemplazar los acervos del saber de la Biblioteca de Alejandría,
las observaciones y cálculos directos con parámetros que fue destruida; así como por el crimen de su última
naturales, en los cuales usaron la unidad de observa- directora: Hipatia, que fue descarnada viva por orden
ción astronómica xomulzen (αze) ya descubierta. del arzobispo Cirilo, al que se conoce –ironías de la
historia– como San Cirilo.
La ayuda o reemplazo tuvo por objeto hacer más
accesibles los cálculos y medidas que venían En Ixachillan también se sufrió un dolor similar por
efectuando con parámetros naturales (véase capí- el tiempo milenario empleado para plasmar en nuestros
tulo 2 “Unidad Xomulzen” y capítulo 5 “Sistema Local- amoxtin el saber y conocimientos logrados gracias al
Continental de observación”.) arduo trabajo de milenarias generaciones de nuestros
antepasados. Esta acción ocurrió cuando los invasores
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 33
3 La madre tierra
4
Los resultados obtenidos
a través de la observación
en el tlachtli o sea,
el cosmos, representado
a su vez por el ideograma
1
de las estrellas
Un centro
de estudio terrestre
6 El tlachtli
5
Cálculos (observatorio)
FIG . 18. Códice Nuttal. Confirmación de que los tlachtin son observatorios astronómicos.
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 35
Significado
de la portada
Ambos ideogramas, cielo y Tierra, dan el concepto del Ikzemitl (cosmos) (véase
los elementos enumerados del 1 al 12 en la figura 19).
De la figura 19 se tiene:
35
36 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
Significación:
Ikzemitl = Cosmos
Ilwikatl = Cielo
Tlaltipaktl = Tierra
9
10 11 12
Es conveniente remarcar el glifo del Tekpatl Por lo tanto, si hay movimiento, hay velocidad
que significa: Con lo que se busca, con lo que se hurga, para hacerlo; es decir:
con lo que se obtiene el conocimiento. Por lo que sus
principales colores son el rojo y el amarillo (energía Espacio = Velocidad × Tiempo
proyectada o radiada y energía captada y materias
conjuntas). Por lo cual es parte del concepto Tezkatlipoka negro,
representante del tiempo-espacio, (véase figura 22 del
En la figura 20, tenemos la significación de tiempo, Códice Borgia).
espacio y la medida, pues dicha figura es la del Hunab-ku
(dador del movimiento y la medida). Y la medida la da la representación del Hunab-ku
(dador del movimiento y la medida), que además de
su concepto filosófico, nos muestra que el círculo y el
cuadrado fueron base de sus milenarias matemáticas,
como se verá en el capítulo 12 “Breve recordatorio de
matemáticas y esquema simple de su cosmogonía”.
Significación:
Tiempo-espacio
y la medida
Futuro
αze
z
Espacio
Medida Presente
Medida
Lo cual expresa que los sucesos en el espacio y tiempo En la figura 24, se expresa la exposición de los
del pasado conformarán un presente que a su vez será resultados obtenidos, plasmados en calendarios
un suceso que conformará un futuro dentro del líticos.
tiempo-espacio.
Es necesario aclarar que también expusieron en
En las figuras 23 y 24 la significación es: Medios, amoxtin, mosaicos de pisos como el del jaguar (museo
unidad αze y los resultados. En la figura 23, la represen- de La Venta, Tabasco) y el de la Colonia de las Flores en
tación de las plantillas de los tlachtin se muestran como la ciudad de Tampico y en otras diversas formas como
los medios para lograr la medida a través de la planisferios (véase capítulo 11 “Planisferios”).
observación con la unidad o matriz angular xomulzen
con que la hacían.
Significación:
Medios unidad αze
y los resultados.
Capítulo 1.
Observatorios
PP ara iniciar este capítulo, haremos algunas consideraciones previas, bastante obvias,
de sucesos ocurridos milenios atrás.
41
42 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
Este descanso lo realizaron por lo general al atar- misma que en los otros continentes, debido a la posi-
decer, durante las noches y al amanecer (lo que también ción local del humano en el planeta. lo que determinaba
implicaba la espera de la luz solar para el inicio de su su vida y su forma de supervivencia. Además, “sus cielos”
supervivencia diaria). Esto fue la base que tuvieron para variaban según la posición geográfica de su hábitat.
mirar al cielo (bóveda celeste) y ver los elementos que
en ella había. Esta situación se prolongó durante mucho
tiempo, que debemos medir con una unidad –que serían ZONAS HELADAS
s
las generaciones del hombre en esas épocas.
ZONAS FRíAS
s
s
Así pues, al paso de las generaciones, el hombre ZONAS TEMPLADAS Y CALIENTES
ya no sólo veía esos elementos estelares, sino que
comenzó a conocer algunos de ellos y a distinguir mo-
vimientos y repeticiones de posición de los mismos,
según el paso de las estaciones de frío, calor, lluvia y Con estas condiciones, los habitantes de Ixachillan,
de las condiciones meteorológicas diarias de su lugar. conforme avanzaba su capacidad intelectual, fueron
afinando y perfeccionando su forma de mirar y ver a
Y según su capacidad intelectual, se dio cuenta los elementos estelares en sus cielos, hasta llegar
que era más fácil conocer “su” cielo que conocer su a tener observaciones más sistemáticas –siempre a
propio hábitat, ya que bastaba una noche o un amane- simple vista–, sobre todo de los elementos celestes de
cer para verlo y conocerlo, sobre todo si su descanso mayor magnitud visual.
había sido seguro y placentero.
Inclusive, llegaron a conocer posiciones relativas
Todo esto sucedió tanto en el Continente Americano entre dichos elementos, así como cierta periodicidad
como en los demás continentes donde el humano exis- y movimientos de los mismos, algunos de los cuales
tía y fueron las primeras fases de la astronomía que el ya en la conformación de sus idiomas recibieron
hombre desarrolló. Como es obvio, el adelanto o atraso adjetivos y nombres y fueron complementando una:
de estos conocimientos primigenios de la astronomía
fueron diferentes en cada caso, acordes a la condición ASTRONOMÍA OBSERVADA Y RAZONADA
humana propia de sus épocas y lugares geográficos.
De alguna forma fueron almacenando un acervo de
Las siguientes fases del conocimiento astronómico conocimientos que requerían un estudio posterior o
las veremos exclusivamente en Ixachillan (Continente eran base para observaciones futuras que requerían
Americano), ya que su relación espacio-tiempo no fue la cierta secuencia y comprobaciones.
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 43
Sistema de observación
4
Cabe señalar que en esa época, los acervos cientí- bien el doble de la abertura de otros triángulos, lo
ficos guardados para su consulta en nuestras amoxkaltin, importante es que esas condiciones son notadas en
no solamente eran de astronomía, sino de sus demás muchos de los triángulos que llegan a conocer.
ciencias como las matemáticas, medicina, botánica,
ingeniería, arquitectura, etc. Para comprobar esto, tomemos un ejemplo actual:
Durante febrero, aproximadamente 40 o 50 minutos
Dejemos esta aciaga época y volvamos a los antes de la salida del Sol en la zona zenital de nuestro
tiempos en que habían logrado una astronomía obser- cielo (Ciudad de México) un poco hacia el suroeste,
vada, razonada y con observaciones más sistemáticas. se ve casi sola y en forma esplendorosa una figura en
forma de triángulo formada por los ejes imaginarios
En la misma forma, continuaron también sus com- entre las estrellas conocidas actualmente como:
probaciones y secuencias en sus estudios, por lo que
notaron que en el amanecer y atardecer (crepúsculos Spica (X Virgo) de 0.91 magnitud.
astronómicos, civiles, matutinos y vespertinos), las Zavijab (B Virgo) de 3.8 magnitud.
estrellas de mayor magnitud eran las últimas en desa- (B Corvus) de 2.16 magnitud.
parecer, así como las primeras en aparecer en “su
cielo”. Detectaron que formaban ejes imaginarios entre
Spica (α Virgo) Zubijab
sí y con estos ejes figuras geométricas –básicamente α ze (β Virgo)
triángulos, rectángulos, etc. (β Corvus)
Para denotar actualmente la posición del triángulo, Con base en las conformaciones triangulares
o sea, la ascensión recta y declinación, véase la figura celestes y utilizando su instrumento para comparar
32, y consultando el Atlas Cósmico de la Cecyt, donde aberturas o ángulos, determinaron que el ángulo αze
se localiza a la hermosa estrella Spica en los meses de (xomulzen) sería la zenyotl (unidad) de comparación y la
mayo y junio según se indica (véase figura 33). hicieron su unidad de observación astronómica, ya
que de alguna manera, después de realizar compa-
Se adjuntan las tablas 4 y 5, una tabla de algunos raciones y cálculos previos, comprobaron que αze
“triángulos” formados por ejes interestelares imaginarios. (xomulzen) era la quinta parte del espacio angular for-
mado por su horizonte y su zenit; es decir, la quinta
Aparentemente, la figura 33 no coincide con el ejem- parte del cuadrante de su bóveda celeste.
plo, pero lo que realmente ocurre es que el ejemplo
se tomó aproximadamente a las 5 horas en el mes de Este importante suceso de localizar en sus “cielos”
febrero. Y la figura 33 se tomó solamente para mostrar un espacio angular que era la quinta parte del cuadrante
a la estrella Spica detectada en los cielos, en mayo 22 de su bóveda celeste, y por lo tanto la veinteava parte
y junio 22 a las 20 y 22 horas respectivamente. de la yawilli (circunferencia) vertical de la bóveda celeste
completa, representó la evolución de una “astronomía
Para comprobar que la abertura de los “triángulos” observada y razonada” a una “astronomía observada,
detectados era similar o doble, fabricaron el que razonada y medida” (véase figura 34).
posiblemente fue el primer instrumento astronómico
de Ixachillan, que consistía en dos maderos cruzados Es importante señalar que dividieron la bóveda
y unidos en su centro que tenían la abertura o ángulo celeste en veinte partes en su aspecto vertical y tam-
de los triángulos celestes observados. bién en su aspecto horizontal, logrando así cuadricular
su bóveda celeste, con lo que obtienen precisión al
posicionar los elementos celestes en observación y
αze estudio.
+10
Virgo
β
0 Ecuador
10
α
Spica
Corvus
–20
β
15 h 14 h 13 h 12 h
FIG. 32. Constelaciones Virgo y Corvus con las estrellas Spica (α) y Zubijab (β) y la (β) de Corvus.
50 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
A α 2E
A α 2E
η Cdias Mayor
(Canis Mayor) Wezen (Canis Mayor) Adara (Canis Mayor) 2
Thuban (Draco) 3.6 β Herkad (Ursa Minor) 3.14 Kochab (Ursa Minor) 2.04 1
Alioth (Ursa Mayor) 1.79 Dubhe (Ursa Mayor) 1.81 Merak (Ursa Major) 2.37 1
ZENIT
(.....)
E
..)
RT
(...
NO
...)
(..
ESFERA
CELESTE
...)
(..
( .. .. .)
HORIZONTE
R
SU
ES
TE
s
s
α KETZXOMULLI
FIG. 35 (Quintillo)
54 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
La representación la hacían con un círculo colo- usaron para los ciclos de rotación terrestre y para el
reado, con color correspondiente a cada planeta. tlalohtli (traslación de la Tierra alrededor del Sol) o
sea, para designar a los portadores: Tekpatl, Akatl,
Nota: El código de color de los planetas no está Tochtli y Kalli, conocidos como años. Así también los
identificado en forma completa pues hay confusión usaron para designar las cuartas partes de cada una
con el código de colores de funciones solar-terrestre. de las 20 fracciones “horas” en que tenían dividida la
rotación terrestre (ilwitl).
Y por el deterioro de colores en las reproduccio-
nes de algunas amoxtin, basta comparar los colores Con su sistema de cuadricular su bóveda celeste
originales del Códice Borgia en el Vaticano y los colo- y la triangulación interestelar, pudieron fácilmente
res del mismo códice en las reproducciones conocidas, mediante observación y razonamientos lógicos,
por lo que su estudio en este aspecto aún es incompleto. determinar los movimientos antes mencionados, o
sea, rotación y traslación terrestre.
Así, en estas condiciones, a las divisiones vertica-
les las llaman ketzomulli (quintillos); y a las horizontales, ROTACIÓN
xomulnakaze (cuadretes) véanse figuras 36 y 37. A cada
uno de los cuadretes les dan un glifo o nombre que Para la rotación terrestre sus deducciones y observa-
actualmente conocemos como: “glifos de los días”, ciones las hicieron directamente:
esta confusión se debe a que originalmente fueron y
eran usados en su astronomía general como parte de Con base en sus logros obtenidos en astronomía
su sistema cuadricular de posición y era obvio que los estelar, determinaron la posición de su horizonte en
usaran posteriormente también en sus calendarios el equinoccio de primavera, de cuatro estrellas o
solar-cívicos o Tierra-Sol. elementos siderales perpendiculares entre sí
(véase figura 38). Una de estas estrellas la dirigida o
Estos últimos usos son los datos que los espa- posicionada en la prolongación del eje de la “salida”
ñoles conocieron, los cuales tomaron como de uso
sólo para designar exclusivamente los días, pero no son
así, pues sus cálculos y datos mencionados en algunos
de los pocos amoxtin existentes, indican que los usa-
ron en su astronomía general anterior en la designa- I II III IV
ción de las veinte divisiones horizontales de su bóveda
celeste (véase el proyecto 3 “Astronomía Amoxtin”).
Actualmente vemos y sabemos que estos glifos los
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 55
E
RT
NO
CONTE
CUIZPALIN
SERFILATE LAGARTIJA CALLI
OE MIQUIZTLI CASA
STE MUERTE ZIECATL
MAZATL VIENTO
VENADO
TOCHTLI CIPACTLI
CONEJO CAIMÁN
ATL XOCHITL
AGUA FLOR
IZCUINTLI
PERRO Q
COMATL
TECPATL
MONO
PEDERNAL
OLLIN EST
MALINALLI
HIENA MOVIMIENTO E
ACATL CUZCACUAUITLI
CASA OCILOTL CUAUHTLI ZOPILOTE
JAGUAR ÁGUILA α ZE
R
SU
αZE
XOMULNAKAZE
( CUADRETE )
del Sol en el equinoccio de primavera (véase figura Como era lógico, conocían el movimiento del Sol
39), formando así uno de los ejes principales en sus diariamente por lo que su secuencia de observación
cálculos astronómicos, el eje Tlauhkopan. la hacían de acuerdo a este movimiento solar aparente.
Para este eje Tlauhkopan cuyo significado es: “sobre Fijando un parámetro X en la superficie de la Tierra
el lugar lejano” o bien en otra definición literal sería (véase figura 40) y posesionando su centro de obser-
“la iluminación de lo lejano”, en este caso se toma la vación en la parte anterior a este parámetro A, que
partícula Ko como derivada de la palabra okotl que debió tener forma cuadrangular y cada una de sus
tomaban como idea de iluminación o lo que ilumina. caras A, A2, A3, A4 estaban dirigidas a las estrellas I, II,
III, IV respectivamente y la cara A1, en dirección a la
Los ejes direccionales de estos cuatro puntos de estrella I formando el eje A1- I sería interceptado
referencia celestes los conocemos actualmente en su por la “salida” del Sol formando el eje A1- -
cultura como los cuatro rumbos del universo y se llegan (Tlauhkopan).
a confundir con los ejes cardinales conocidos. Ellos
no usaban el Polo Norte magnético como referencia. Con la cara A, iluminada por el Sol constituyendo
el eje A1- - I
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 57
I I
III I III I
EJE TLAUHKOPAN
FIG. 38 IV FIG . 39 IV
I A2 I
A3
A A1
A4
POSICIONES
APARENTES DEL SOL
2 2
III 3 A I 3 A I
4 4
MOVIMIENTO
APARENTE DEL SOL
FIG. 40 IV FIG. 41 IV
58 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
MOVIMIENTO
REAL DEL
PARÁMETRO A
4
III 1 A 3 I III A A I
2
FIG. 42 IV FIG . 43 IV
Y observando hacia el ocaso del Sol (crepúsculo Por lo anterior determinaron que el movimiento
vespertino) detectaron que el parámetro con su cara circular lo había hecho el parámetro A y por estar fijo
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 59
este parámetro a la Tierra, era la Tierra lo que había Así como tampoco había ocaso del Sol, sino salida
rotado y no el Sol el que se moviera alrededor de la de la referencia o parámetro de la zona iluminada, todo
Tierra (véase figura 43). esto originado por la rotación Terrestre sobre su eje.
Para ratificar este acierto deductivo de la rota- Con lo que confirmaron su concepto del yowalli
ción terrestre y la dirección de giro de la rotación, (noche) sector no iluminado y del tonalli (día) o sea el
observaron a la media noche que el parámetro A sector expuesto a los rayos del Tonatiuh (Sol) que for-
formaba el eje A— IV y en el crepúsculo matutino maban ambos el ilwitl (día completo), véase figura 46.
el eje A— I y en el crepúsculo vespertino el eje Consúltese el capítulo 10 “los trece señores del
A— III por lo que la secuencia del movimiento del día y los 9 señores de la noche”.
parámetro A respecto a las estrellas fue: (véase
fig. 44). Todo lo anterior lo confirma el ideograma del ilwitl
(figura 46) del Códice Borgia, que no es más que la
Media noche A——————— comprobación de la exposición a la luz solar de un
IV
cuerpo o parámetro y su posición dual (contraria) por
Amanecer A——————— I rotación expuesta a la sombra y por lo tanto ya sin el
Anochecer A——————— III
impedimento de la luz solar, tenían la visión del Ikzemitl
(Universo) y lograr ver objetos de luz propia u objetos
Media noche A——————— IV (planetas, Luna, etc.) iluminados por el Sol cuando no
están en la sombra proyectada por la Tierra (excepto
eclipses).
Con lo que se comprobó totalmente el giro
y dirección del movimiento rotatorio del paráme- En el acontecer de la rotación terrestre y la ilumi-
tro A y por lo tanto de la Tierra (oeste-este) (véase nación solar en tal ideograma vemos su profundo
figura 44), y que los rayos de la luz solar tenían una concepto y conocimiento de la mecánica celeste.
dirección única y por lo tanto el Sol era un punto o
cuerpo en el espacio fijo con respecto a la Tierra, y El mismo Códice Borgia nos muestra en las figuras
que no había “salida” del Sol, sino que la Tierra al 47, 48, 49, 50 y 51 los ideogramas del día completo, media
moverse cotidianamente alrededor de su propio eje noche, medio día, crepúsculo matutino (amanecer)
hacía “entrar” al parámetro A o cualquiera otra referencia crepúsculo vespertino (atardecer), y en la figura 52
fija en la superficie terrestre a la zona iluminada por el del Códice Vaticanus 3773 el ideograma de un
Sol, (véase figura 45). crepúsculo vespertino considerando el movimiento
aparente del Sol.
60 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
A
III A I
A
A
SOL
I
A
FIG. 45
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 61
F IG . 49. Tlahkotonalli
(Códice Borgia).
YOWALLI
TONALLI
EN EL DIAGRAMA: Ilwitl
YOWALLI TONALLI
Y en el crepúsculo vespertino de ese mismo día En el momento en que el Sol se detuvo, que es
obtienen o ven la formación del eje TA1– O, véase el solsticio de verano, denotan que en la salida del Sol
figura 55 que les confirma el eje diametral preconcebido se forma el eje
TA – – x1
O
– TA – E
2 2
TA TA
O 4 1 O 4 1
E E
3 3
S S
FIG. 54 FIG. 55
S N
Ecuador terrestre
Ecua
Ecuado dor c
r celeste elest
e
E E
FIG. 56 FIG. 57
66 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
Pues bien, este punto donde culmina el ascenso y cálculo y observación (véase capítulo 7 “Instrumentos
comienza el descenso les marcaba la dirección hacia y sistemas de orientación“).
la estrella X1, como se ve en la figura 57, que está en la
misma dirección de N pero arriba de esta estrella. Antes de continuar con el tema, hay que hacer
notar que al mencionar los parámetros E, O, S y N se
Lo mismo pasó en el seguimiento observacional presentan por su gran distancia visual como si fueran
del equinoccio de otoño hacia el solsticio de invierno equidistantes, pero no es cierto, pues la distancia entre
en que vieron el descenso en este plano de las salidas el parámetro A y los parámetros anteriores depende
del Sol hasta llegar a un descenso mínimo con respecto de la lejanía a que están dichas estrellas. También cabe
al plano del ecuador celeste, que era el solsticio de mencionar que se usan las palabras abajo y arriba,
invierno y que el punto que apuntaba hacia la otra pero en realidad no hay tal, pues en el cosmos no
nueva estrella X2 pero abajo del eje A – – S. existe un arriba o un abajo y si se usan tales palabras
es para tratar de dar una mejor exposición y por la
Es decir, abajo del plano del ecuador y cuando las influencia de tales conceptos en la Tierra que se deben
salidas del Sol aparentemente viajaban hacia E
lo a la gravedad terrestre.
hacían ascendiendo del punto más bajo en su viaje en
el Tlalohtli hacia el eje O
–––– E. , o sea, al equino- Lo que sí es real es la dirección entre TA y dichos
ccio de primavera, con lo que llegan a la conclusión parámetros estelares considerados como fijos y cuyos
que el plano del ecuador celeste que tenían determinado, ejes en el caso de crepúsculo matutino. Como ya se
por sus ejes parametrales O –––– E y O –––– X2 había dicho:
(véase figura 58) es interceptado por el plano en que se
mueven aparentemente las “salidas” del Sol y esta inter- El eje TA –– O –– E , antes de la salida del Sol,
sección es en el eje O –––– E, por lo que el plano el eje TA – 1 ya estaba calculado y fijado para ser
real en que se mueven estas salidas solares fue el plano interceptado por la salida del Sol.
formado por los ejes E
–––– X1 y O –––– X2
(véase figura 59) quedando la intercepción como se En el caso del crepúsculo vespertino, el eje A –
muestra en la figura 60. lo fijaban antes de desaparecer el Sol, y lo comple-
mentaban con la aparición de la estrella.
El conocimiento de este plano E X1 O X2
de la eclíptica, lo complementaron después de calcular Es comprensible que las deducciones lógicas y
su posición real respecto al plano del ecuador celeste directas debieron tener un consenso de comprobaciones
con la ayuda del tlachtli monumental instrumento de y cálculos hechos no por un individuo o su genera-
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 67
O O
Equinoccio
de otoño Culminación
X1
N
S
T Ecuad
Equinoccio X2 or cele
ste
de primavera H
E E
Eclíptica FIG. 59
FIG. 58
T X1
S
S N
T
X2
ción, sino que fue hecho por generaciones bajo un la tlalohtli (traslación), pero con la ayuda de los cuatro
plan observacional cotidiano y de lapsos necesarios, parámetros estelares conocidos, así como sus ejes
plenamente previstos con las naturales rectificaciones seleccionados sobre todo el Tlauhkopan, fueron las
o ratificaciones a través del tiempo que duraron sus bases de los estudios del movimiento de traslación y
estudios. el cálculo de sus trece cielos (movimiento de precesión)
o desplazamiento de los equinoccios.
Después de estas anotaciones continuamos con
el estudio que nuestros antepasados hacían del movi- Después de las aclaraciones y notas previas, en
miento de traslación. donde se consideró el avance de su astronomía observada
razonada, medida, calculada y lista para comprobarla y
En las observaciones y deducciones referentes a así obtener finalmente una astronomía científica, cuyos
los parámetros estelares, estas deducciones les dieron logros y testimonios son ahora conocidos, el uso
la dirección real de la traslación terrestre alrededor continuo de parámetros estelares y de ejes inter-
del Sol (véase figura 61). parametrales, así como los vastos conocimientos que
debieron tener de elementos y objetos dentro de
Para confirmarlo usaron las observaciones de su astronomía precisamente estelar, contando con
media noche correspondientes a las observaciones un sistema de ubicación cuadricular en su bóveda
matutinas (véase figura 62) y naturalmente les dio la celeste y con la básica matriz angular αze que fue su
misma dirección del movimiento circunstante, por lo unidad de observación astronómica, les permitió hacer
que sus deducciones finales debieron ser que la Tierra uso de estos parámetros estelares y de los ejes de
se trasladaba alrededor del Sol girando cotidianamente observación generados entre sí para obtener ejes
sobre su propio eje y esto lo hacía en un plano diferente entre parámetros naturales de la Tierra y parámetros
al ecuador celeste. Estos planos sólo coincidían en o ejes interestelares (véanse figuras 63 y 64), que
su intersección en el eje O
–––– E en los fueron usados naturalmente para coordinar con mayor
equinoccios (en sus observaciones matutinas) (véase amplitud sus estudios astronómicos.
figura 60).
Al combinar los ejes de las figuras 63 y 64, con el
Los parámetros estelares I, II, III y IV en la rotación, eje primario formado por el ojo humano y el objeto
convertidos en E, N, O y S en la traslación situados en estelar observado (véase figura 65) les dio el eje básico
su ecuador celeste en concordancia con su ecuador de sus estudios astronómicos, formado por el ojo del
terrestre plenamente conocidos y localizados, y los observador, el parámetro Q y el objeto sideral P en
dos parámetros X1 y X2 ocasionales y desconocidos observación, figura 66.
en principio, fueron grandes dudas en sus estudios de
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 69
En la eclíptica
X1
X1
Equinoccio
de primavera
O TA E
(21 de marzo)
ste
X2
ele
ac
ved
Bó
X2
Equinoccio de primavera TA
E S
Solsticio de verano TA
X1
Equinoccio de otoño TA
O
Solsticio de invierno TA
X2 FIG . 61
70 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
X1
Observaciones de medianoche
TA
Equinoccio de primavera TA
E
O E Solsticio de verano TA
TA TA X1
TA Equinoccio de otoño TA
O
Solsticio de invierno TA
X2
X2 FIG. 62
Los primeros usos de la combinación de ejes dos, por ejemplo: A1 A2 A3 –– A partir de A que sería el
terrestres y celestes fueron para tener en cierta forma punto O.
una trasferencia astronómica a la superficie terrestre
y naturalmente para ubicar en determinada fecha y La primera medición era bajar la perpendicular del
momento (hora) el objeto P en estudio. Y fue con eje O-P y localizar A, y la siguiente medición direccional
los parámetros naturales como cerros, montañas, la hacían a partir de A, siguiendo la dirección A-P (estrella)
lagos, sitios escogidos, desembocaduras de ríos para fijar el punto A2 o más y así sucesivamente hasta
(Amazonas), etc., lo que les permitió desarrollar una llegar al punto deseado (véase figura 68).
técnica geodésica, basada principalmente en bajar unas
perpendiculares del eje estelar sobre el parámetro Q Es obvio que tales observaciones y mediciones las
seleccionado o sobre la dirección al parámetro (véase hacían en fechas y momentos previamente calculados,
figura 67). de esta técnica tenemos la evidencia de las torretas
marcadoras; piezas de forma cilíndrica que por lo regular
Cuando se trataba de marcar direcciones se son de un diámetro aproximado de 30 a 40 cm y una
localizaban primeramente puntos intermedios, mínimo altura más o menos de 70 cm de material claro o
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 71
Parámetro Q
terrestre
FIG. 63
Parámetro Q
terrestre
FIG. 64
Ojo humano
O P
FIG. 66
FIG. 67
72 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
A A1 A2 A3
FIG. 68
pintadas de color blanco con las cuales marcaban los de hechura reciente, aunque centenaria, y es posible
puntos orientadores A1, A2, A3 ...An y que, cumplida que en algunos casos así sea, pues su uso desde milenios
su misión, se volvían a usar en otras misiones similares atrás fue continuado hasta las cercanías de los años
o se les daban otros usos, como el huitzuko, de 1500 de N.E. Aunque nadie sabe cuándo se hicieron
antigüedad milenaria, que se usaba como material de y por qué se encuentran allí, ya sea en el llano o en las
construcción (véanse figuras 69, 70, 71, 72, 73 y 74). zonas montañosas.
En la actualidad hay tal cantidad en usos diversos; Otros testimonios de esta técnica son los marca-
construcciones, bases de asientos, mesas, material de dores que se han encontrado en la cima de los cerros y
construcción y aun señalamientos, pero para muchos planicies aun en zonas posteriores a la época en que se
investigadores su función ha pasado inadvertida. inventaron los tlachtin, como Teotiwakan y en las
cercanías de Torreón (Viesca, etc.).
El autor las ha localizado en la frontera de El Sal-
vador y Honduras como bancadas, en Honduras y Estos marcadores tenían la característica de que
Guatemala como soportes en viviendas rurales, en el sus líneas eran punteadas, con pequeños orificios y su
sur y norte de Puebla en diversos usos y abandonados forma consistía por lo regular en dos ejes perpendicu-
en planicies en Guerrero, Coahuila, Tabasco, Veracruz lares entre sí, circunscritos por círculos concéntricos,
y Oaxaca (véanse las páginas 77 y 78). En algunos espirales o curvas adyacente a estos ejes indicadores
lugares son tan conocidas y usadas que las consideran o determinantes del punto central.
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 73
Es más, para dichas alineaciones se usaron bolas Pero nuestra suposición la realizaremos en lapsos
o “pelotas” talladas en piedra con un diámetro aproxi- mínimos y las distancias las reduciremos a medidas
mado de siete centímetros, también como indicadores escalares de un plano actual (página 81).
de alineamientos intermedios entre columnatas, como
lo demuestran los millares de tales “pelotas” líticas en Así pues en nuestra supuesta estancia en su tiempo,
la zona olmeka de Huitzuko. desde La Venta Tabasco por razones de estudio se
requiere analizar un sector de bóveda celeste
Así en esas condiciones y con unos conocimientos determinado con una amplitud de 2 1/2 αze. Que está
en astronomía muy vastos y sobre todo con una matriz situado al Noreste de La Venta a partir del eje Venta-
angular celeste (αze) tomada como unidad de observa- Chichen Itza.
ción, localizaron o precisaron la ubicación de centros de
estudios astronómicos basados en la observación y Con el sistema mencionado antes se trazaría un
cálculos derivados de tales observaciones. Pero lo más eje a partir de La Venta hacia Chichen Itza, que podría
asombroso de esto fue que a partir de ellos, calcularon existir o se le situaba y edificaba. Y nuevamente con
otros centros similares con una interrelación basada en la centro en La Venta y a partir del eje hacia Chichen Itza
matriz angular (αze). Este sistema era continuo sólo limi- y con una amplitud angular de 2 1/2 αze.
tado por sus requerimientos o por fuertes impedimentos,
pues a partir de los nuevos centros se calculaban otros Se trazaría el eje La Venta-Palenke que, como en
y así sucesivamente. el caso anterior, podría ya existir o se le localizaba
situándolo o identificándolo, quedando entonces un
Para una mejor claridad de este sistema, usemos sector de cálculo, observaciones y comprobaciones de
un plano geográfico actual de la zona maya y suponien- 2 1/2 αze tanto astronómico como terrestre a partir
do que estamos situados en su época con los medios de La Venta.
que disponían como era; una matriz angular (αze), una
mejor capacidad visual personal, una menor contami- Pero obligados por razones de estudio, de otro
nación ambiental, equipos o técnicas de marcación y sector de la bóveda celeste y tomando como centro
de indicación direccional (marcadores y columnatas) o vértice Chichen Itza se trazan los ejes Chichen Itza a
edificaciones secundarias y otros, pero sobre todo de La Venta y Chichen Itza a Palenke, que tomará una
tiempo, pues las realizaciones de sus cálculos y com- amplitud de 1 αze.
probaciones no eran inmediatas, ni obra de un indivi-
duo ni de una generación. Siempre por razones de cálculos y estudios,
tomaremos ahora como punto de partida o vértice a
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 77
78 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
Palenke y trazando el eje Palenke a Kopan (Honduras) y Y así lo intentaron en algunas zonas como la aymara
el eje Palenke, a Tikal (Guatemala), la matriz angular (Tiahuanako), quechua (Machu-Pichu) y la olmeka,
será de 2 αze. cuyos planisferios los hacían centrándolos y represen-
tando la bóveda celeste nocturna en una escultura
A su vez, de Kopan a Uaxatun (Guatemala) con monumental, que a su vez representaba todo lo que en-
prolongación a Uxmal y de Kopan a La Venta con cierra la cabeza del humano (véanse figuras 78 y 79).
una matriz de 2 1/2 αze y así sucesivamente (véase el
mapa pág. 77) de esta suposición que nos llevó a un Para entender este monumental ideograma lítico
imaginario viaje al pasado para situar nuestros ejes y es necesario volver a situarnos en el pasado y visualizar
ángulos, que naturalmente no serían en la misma los sucesos, hechos o funciones de acuerdo con sus
secuencia a la que ellos utilizaron, por sus propios filosofías o necesidades y a los satisfactores de tales
requerimientos, antigüedad de sitios conocidos y los necesidades.
previamente calculados, entre otras razones.
Así por ejemplo, ya inventados los tlachtin, el uso de
Pero lo que sí comprobamos es que ellos usaron proyección de los (Ixketzalonine) fijadores de parámetros
la matriz angular celeste en sus cálculos topográficos (Q) que tenían la necesidad de hincarse constantemente
y geográficos donde la labor de sus topógrafos y para fijar o posicionar dichos parámetros, los obligó a usar
geodatas debió ser excepcional. rodilleras como las que usaron posteriormente los
jugadores de Ulamaliztli (juego de pelota).
Este tema se tratará en forma más amplia tomando
como base los tlachtin estudiados en el capítulo 5, Así también debemos “visualizar” las necesidades
“Sistema local y continental de observaciones y que tuvieron los observadores ikzemitlachianine en
cálculo”. tiempos anteriores a la invención de los tlachtin y aun
después de inventados.
Con el anterior estudio del sistema de ejes y
ángulos, nuestros ancestros tenían la necesidad de Pues bien, estos observadores eran verdaderos
reducir tiempos y espacios territoriales así como las hombres de la noche, ya que su principal función era
grandes distancias entre parámetros. Para satisfacer observar los elementos de la bóveda celeste nocturna,
esta necesidad trataron de centralizar y minimizar que, como ya se había dicho, las principales observa-
tiempos y espacios en este sistema de estudio sin ciones las hacían a la medianoche y en los crepúsculos
perder la total observación de la bóveda celeste para matutinos y vespertinos, con una continuidad mayor
sus cálculos y observaciones. en las condiciones de invierno que son las más
propicias, pues la temporada de nublados y lluvias ha
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 79
menguado y los cielos son más “limpios”. Pero así como del Perú, así como en las partes altas de las zonas
la visión sideral era más adecuada en el invierno, aymara y quechua que datan de 7000 a l0 000 A. E. y
también eran más drásticas las condiciones climáticas que las siguieron usando hasta nuestros días. Cosa
por temperaturas más bajas, sobre todo en los amane- que no sucedió en Mesoamérica, sobre todo en las
ceres, por lo que estos “hombres de la noche” tuvieron zonas bajas, que una vez pasados los tiempos de
que protegerse de estas bajas temperaturas, usando climas fríos, las dejaron de usar.
gorros en sus cabezas, que posiblemente fueron tejidos
con orejeras y sin viseras que les impidieran su visión Ya manufacturadas estas colosales cabezas y en
a las alturas. No se exceptúa que estas protecciones lugares con falta de materiales líticos como las zonas
fueran hechas con otros materiales, como por ejemplo olmecas de Tres Zapotes, La Venta, San Lorenzo, fueron
piel de venado (véanse figuras 78 y 79). Además esto re-usadas como base para marcar directamente visua-
los distinguió en tal función y es por esta razón de lizaciones de elementos siderales en ellas, convir-
distinción que los olmecas usaran la efigie de los tiéndolas en planisferios celestes (véase capítulo 11
observadores nocturnos conformando cabezas “Planisferios Olmekas”).
colosales que muy posiblemente fueron retratos de
observadores distinguidos, caracterizados por la pro- Tal vez la marcación no fue directa, sino que mar-
tección que usaron durante su vida en la función nocturna caron en forma conmemorativa sobre dichas cabezas
de aportación de conocimientos astronómicos. hechos importantes sobre posiciones de estrellas, lluvias
estelares, sucesos importantes, seguimiento de un mismo
Hay que aclarar que en nuestra ancestral cultura elemento sideral, etc., de determinada época. Nótese
no se exaltaba al individuo, sino a lo humano que en las figuras 78 y 79 las marcaciones que fueron hechas
representaba, por lo que posiblemente las cabezas no después de la manufactura de las efigies colosales.
fueron “retratos” de individuos, sino la representación
de la observación humana en las noches en diferentes Son tan incipientes los estudios sobre estos ideo-
zonas caracterizados por la protección o gorros usados gramas colosales que aún no se sabe si los elementos
en dichas zonas, obligados por su función tlachtla faciales de tales cabezas tienen una connotación con
(observación) nocturna que databa de milenios A. E. a las marcas siderales o sólo son parte de la efigie base
finales de las glaciales o en épocas con remanentes de donde se grabó el planisferio (véase figura 80).
los climas fríos de dichas glaciales (véase “Proyecto 6:
Inicio y reinicio de observaciones y cálculos”. Hay otra posibilidad, que estas cabezas fueran
parámetros Q en las observaciones hechas en la zona
Así lo demuestran también los vestigios hallados olmeka, por ejemplo en la meseta artificial de San
de dicha protección tejida en las zonas bajas y costeras Lorenzo que no tuvo los lineamientos circulares o cua-
80 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
drangulares clásicos en las bases de basamentos o za- a refugiarse en sitios de protección natural como cuevas,
kualtin (pirámides) conocida y que por las dimensio- etc., y suspender la continuidad de sus observaciones
nes en San Lorenzo requería parámetros Q adecuados, y trabajos astronómicos. Una vez pasados estos
es decir, de mayor tamaño y que también representaban fenómenos naturales, y volviendo a la normalidad, las
la observación humana de diferentes regiones o los posibilidades visuales celestes reiniciaron los trabajos
diferentes objetivos siderales en estudio en esas regio- de su secuencia astronómica y fue en esta época que
nes y coincidentes con los estudios de San Lorenzo. reutilizan sus parámetros Q (cabezas colosales) pero,
además, las convierten en planisferios celestes, al marcar
Estas efigies se diferenciaban entre sí principal- en ellas datos astronómicos. Ya se había mencionado
mente por su protección nocturna (gorro o “casco”). que estos datos fueron grabados después de la manu-
factura de las efigies parametrales (cabezas colosales).
Esta situación milenaria debió suceder en épocas Véase capítulo 11 “Planisferios olmekas” y el proyecto
anteriores a fenómenos naturales como glaciaciones o 6 “Inicio y reinicio de observaciones astronómicas en
posglaciaciones o a remanentes de ellas que los obligó Mesoamérica”.
82 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
a 1
=
b 3 1
) αZE
0
FIG. 84
α
b
3 2 1
FIG. 83
Esta concepción matemática debió tener una rela-
ción muy estrecha con su filosofía. Un ejemplo nos lo
da el Hunab-ku maya:
La comparación mencionada es sólo eso, una com- A través de esta representación filosófica nos
paración, pues el uso de su sistema de medición angular podremos explicar su concepción de medición angular.
84 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
01/80 0.0125 43.16 Xiuhopilli : ángulo del desplazamiento de los equinoccios en 52 años
considerando el movimiento de precesión de 26000 años. (Véase capítulo
3 “Los trece cielos” y capítulo 4 “Nawi Ollin y Xiuhmopilli”.)
01/19 0.052 3º
02/19 0.105 6º
Supongamos un punto P que gira en el espacio La posible medición angular la hacían de la siguien-
que tiene un centro de giro y por lo tanto un vector o te forma:
radio de giro entre el centro y el punto P en movimiento
y engendraría un círculo en una rotación completa a El cuadrado representativo de medida en el emblema
partir de un punto inicial (véase figura 86). o ideograma del Hunab-ku, era dividido en cuadrantes I,
II, III y IV (véase figura 88).
P
) α
O b n
II I
b b
FIG. 86
III IV b = a
b n
Como se verá, las relaciones en su trigonometría eran
de 0 (cero) a 1(uno) y de 1(uno) a 0 (cero). Es lógico que
en un momento dado, la posición del punto P estaría
determinada por el ángulo que formó con respecto al FIG. 88. n divisiones o unidades para formar los valores de a.
centro de giro.
A los lados centrales de los cuadrantes, que están
La medición la hacían por medio del cuadrado cir- sobre el eje directriz, que bien pudo ser el Tlauhkopan o
cunscrito al círculo real que el eje del punto P generaría cualquier otro eje necesario, les dieron un valor b, los
en su movimiento giratorio y que fue la función mate- lados perpendiculares al eje directriz y contrarios al cen-
mática de lo que sería el Hunab-ku de la región maya tro de giro, fueron la línea base también con un valor
(véase figura 87). de b, pero dividido en X partes o unidades determinadas
para formar los valores de a y así obtener la relación a/b.
40
30
28
20
II I
b
13
10
0
b b = 40 0
III IV
b
FIG. 89. Ejemplo de cómo dividían el emblema o ideograma del Hunab-ku. En este caso sólo se tomó el cuadrante 1.
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 87
En este ejemplo, el lado perpendicular o de los Este sistema pudo ser hecho o fabricado como ma-
valores de a las divisiones serán 40 por lo tanto N = 40 triz o instrumento de medición angular, grabándolo
que será también el valor de b, que en todos los casos en tablillas fijas o manuales.
tendrá el valor N, es decir, el total de las n divisiones.
Es necesario mencionar que cuando las medidas
De lo cual, si damos un valor de 13 para a la relación de a y b eran de mayor magnitud, la solución era
sería: a/b = 13/40, que daría un ángulo a, que sería un sencilla, vigente en el campesinado y conocida por
ángulo actual de l8º, pero para nuestros ancestros sería la albañiles (véanse las figuras 90, 91, 92, 93, 94 y 95):
relación o matriz angular de observación astronómica
A) Se trazaba o medía b con la unidad escogida.
(αze) y si tomamos a = 28 la relación a/b sería 28/40 que
daría un ángulo a que correspondería a un ángulo = 35º
B) Para la perpendicularidad a/b se proveían de un
actuales, pero a nuestros antiguos matemáticos no les
mekatl (mecate) dividido en tres partes o lados
importaban los 35º, sino la relación 28/40, pues era
medidos con unidades menores de las que se
natural para ellos no usar su sistema de relación a/b en
usaron para medir b o cualquiera otra, estas tres
la medición angular para conseguir angularidades en el
partes tendrían las siguientes dimensiones: 5, 4,
sistema de 0-360°, que no necesitaban.
3 (el mekatl fue unos instrumentos básicos de
medición). Véase y nótese en los ideogramas líti-
Además, les era muy fácil tener un medio que les
cos olmekas como en el Altar 4 (La Venta figura 95).
marcara el valor 28, como un mecate, madero, marca-
ción en el piso, etc., y con medios similares para obte- C) Se posicionaba el mecate sobre el extremo de
ner el valor 40 de b y hacerlos perpendiculares entre sí, b coincidiendo la unión del mecate de sus lados
con lo cual al unir los extremos libres de a y b obtenían 4 y 3 con el extremo de b y su lado 4 se fijaba ten-
la angularidad que necesitaban. Esta unidad la hacían sándolo sobre b, dejando libres las partes 5 y 3
por marcación o físicamente por otro medio y hasta del mecate.
por eje visual en caso de que las variables a y b fueran
de mayores dimensiones. D) Se unían tensando siempre los extremos libres
de los lados 5 y 3 y automáticamente tenían la per-
Como ya se mencionó, las variables podrían ser pendicularidad de la parte 3 sobre la parte 4.
dimensionadas en cualquier unidad, pero es compren-
sible que a y b fueran medidas en cada caso con la En la actualidad lo sabemos por el teorema:
misma unidad escogida y en esta forma obtener por
medio de este sistema la medición angular deseada. “El cuadrado de la hipotenusa es igual a la suma
de los cuadrados de los catetos.”
88 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
52 = 42 + 32, 25 = 16 + 9 5 4 3
5
3
4
b
b
FIG. 90 FIG . 93
) α 5
4
3
FIG. 94 b
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 89
FIG. 95. Altar núm. 4 (La Venta) ideograma lítico del uso del mekatl.
La división en cuatro partes del cuadrado de la didos en n partes o unidades que tendrían un
medida les dio la conclusión matemática de que en valor de b/n (Véase figura 98). Estas partes se-
esta forma, el cuadrado de la medida, tenía como bases rían seleccionadas para que de acuerdo a la am-
principales los siguientes ejes y el cruzamiento de los plitud de los ángulos a medir en cada cuadrante
mismos. dé en cada caso los valores de que por medio de
la relación a/b se logrará la medición angular. Por
A) Cuatro ejes directrices (véase figura 96), dos de ejemplo véase la figura 89 en la cual en el cua-
ellos para el infinito y los otros dos para el inicio drante I, b igual a 40 que es el valor de n (40) en
normal a partir de cero (powa), que a su vez que se dividió el eje de valores de a.
serían los cuatro ejes de los valores de b en cada
cuadrante. Pero en el cuadrante II el valor de b sería de 8 si
el eje de valores de a hubiese sido dividido en 8
B) Cuatro ejes de la unidad (1). (Véase figura 97). partes iguales, es decir, n igual a 8 y por lo tanto
b sería de igual magnitud.
C) Ocho ejes periféricos que lógicamente tenían los
mismos valores b de los ejes centrales, pero divi-
90 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
III IV
∞ FIG. 99
∞
(4)
(3) (1)
–0 0
–0 0
(2)
~
occidental, aparentemente se manejan palabras de cálculo de este medio les complementó su astronomía,
“diferentes culturas”. Pero no hay tal, pues el tronco pues les dio medios para comprobarla, es decir, la
cultural de nuestros tlachkawan (antepasados) es tan hacían científica.
milenario y de gran extensión territorial, que a través
de milenios de uso lingüístico en diferentes regiones Después de cálculos y experimentos que les de-
como la aymara, olmeka, azteka, maya, etc., llegó a bieron tomar mucho tiempo, así como muy largas prue-
formar idiomas propios en tales regiones, pero con el bas, lograron el diseño del instrumento o medio que
mismo concepto cultural. Por lo tanto, es válido usar necesitaban y que fue el tlachtli basado en su
estos conceptos culturales indistintamente en los matriz angular αze, junto con el diseño de instrumen-
diferentes idiomas vigentes que fueron usados por tos, herramientas, parámetros movibles, etc., que lo
nuestra ancestral cultura. complementan. (Véase capítulo 6 “Parámetros Q y
Cursores”.)
Después de esta nota aclaratoria continuamos con
el estudio. En la construcción general de los tlachtin, nues-
tros antiguos arquitectos e ingenieros tuvieron que
Y así con medios matemáticos más definidos, subordinarse a los astrónomos para que la función
entran a una ASTRONOMÍA OBSERVADA , RAZONADA , astronómica fuera la base de la edificación del tlachtli
DIMENSIONADA Y COMPUTADA. (observatorio) y por esta razón los arquitectos e ingenie-
ros a su vez subordinaron la construcción del tlachtli
Con estos apoyos y con un caudal de datos por a la armonía celeste, pues los ciclos y hechos cósmicos
usar, pero también con grandes dudas y cuestiona- son armoniosos con sustanciales excepciones.
mientos como objetos celestes de ciclos más pequeños
(planetas) que sobre todo al tener ya conocimientos Esta subordinación era obvia, pues su base de
de la rotación y translación terrestre se les hicieron construcción era la matriz angular αze, que tenía su
más patentes y con problemas, como la aparición de origen parametral celeste. Y basados en esta armonía,
los parámetros estelares X1 y X2 en sus estudios de tras- los constructores de los Tlachtin y las edificaciones
lación terrestre, así como las causas que hicieron conexas, ya fueran parametrales o no, también las
aparecer tales parámetros, les urgía el medio que hicieron armoniosas, no sólo en el concepto celeste o
les simplificara sus cálculos y observaciones haciendo cósmico, sino consecuentemente en el contexto
estas últimas más accesibles y locales para tener marca- terrestre en que ubican sus edificaciones, en el sitio
ción directa en los logros obtenidos o secuencias en topográfico, que dentro de sus limitaciones o exce-
los estudios que estuvieran haciendo. El diseño y lencias en que calcularon la ubicación, también la
92 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
hicieron con la unidad angular Xze (véase proyecto núm. las veces que la αze está contenida en el ángulo, por
2 “Edificaciones y astronomía”). ejemplo:
Para que sus edificaciones no rompieran la armonía 2αze, 31/2 αze, etc.
natural del lugar de la ubicación, que fue elegida y
ordenada por razones de cálculo, la construcción la Por lo tanto, comenzaremos precisando y deno-
hicieron con un sentido de belleza y estética que da minando cada parte de la plantilla.
por resultado verdaderas obras de arte, que
afortunadamente aún podemos disfrutar. La primera denominación sería delinear un área
central de observación ocular y las cabeceras, áreas de
Pasemos ya al “cómo” y “por qué” de los tlachtin. ajustes en la operación observacional (figura 101).
Comenzaremos su estudio a partir de la famosa plan- La tercera denominación sería precisar la unidad
tilla horizontal en forma de doble T conocida como αze con sus componentes a y b (figura 103) en donde
“juego de pelota”. αze determinaría A que es el ancho del área central de
observación, comúnmente conocida como “ancho de
cancha”.
Cabecera
Cabecera
Área de Eje
observación ocular principal
FIG. 101
B
D
Eje αZI a
C
A
principal b
BC
FIG. 102
a a
A
bb a
FIG. 103
94 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
ción y que normalmente será igual a la mitad de A, o a un maño para mostrar que la visión celeste demarcada
tercio de la distancia D, aunque hay casos especiales. por la xomulzen (αze) era común en ambos.
Se debe enfatizar que en el área de observación Otro de los principales requerimientos que tuvie-
ocular aparte de los centros principales fijos había ron que resolver en el diseño de la plantilla horizontal
centros movibles de observación, aun en las cabeceras. de los tlachtin fue:
(B). La unidad xomulzen (αze) básica en el diseño.
Hecha la anterior aclaración, pasemos a los reque-
rimientos que tuvieron que cumplir en el diseño de la El diseño de la forma de la plantilla
plantilla horizontal y que fueron: fue fundamental para la división del trabajo en el em-
pleo de la unidad αze tanto en su aspecto local como
R EQUERIMIENTOS en el sistema de correlación de observación continental
y entre otros tlachtin locales, pues dicha forma les per-
(A). Visión de la bóveda celeste. mitía cálculos de tiempo y espacio diferentes.
Para lo cual es suficiente (véase figura 104), sin ninguna A pesar de que lógicamente tenían una función
escala y con una bóveda infinitamente reducida, pero astronómica local, que por regla general era el segui-
que es clara para precisar, ver a partir del plano vertical miento de un determinado ciclo o el estudio de un
del zenit hacia el horizonte de una cabecera; observa- elemento sideral, dirigían el eje principal del tlachtli
mos un cuadrante de bóveda celeste y si lo hacemos hacia el sector de bóveda celeste en que estuvieran
hacia la cabecera contraria, obtendremos la visión del los motivos de sus estudios locales.
otro cuadrante opuesto de la bóveda celeste.
Pero la relación tiempo-espacio o espacio-tiem-
El espacio limitado por el plano vertical del zenit y po debió ser uno de los grandes problemas en su di-
el plano del horizonte eran y son visibles a simple vis- seño para lograr la conversión de una medición angular
ta en los tlachtin estudiados (véanse cuadros 1, 2, 3 a una medición lineal en forma directa (véase la figura
de algunos de ellos). 105) según los parámetros I y II.
Esta visión de bóveda celeste a veces era limita- Ya logrado esto, la inclusión básica de la matriz
da por accidentes topográficos, pero estas variantes angular celeste fue directa; véanse los dibujos o figu-
naturales, como cerros, lomas, ríos, etc., eran apro- ras 106,107,108,109 y 110 que por sí solos hablan,
vechados como parámetros naturales. En la figura 104 pues aparte de mostrarnos la base del αze y su distribu-
se muestran dos plantillas de tlachtin de diferente ta- ción en la plantilla nos denota que los lados de ésta
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 95
Zenit
orte
N
Oe
ste
Bóveda celeste
α ZE
Est
e
S ur α ZE
Elemento sideral
I II
Espacio medido
angularmente Parámetro
Tiempo
medido
en forma
lineal y directa
FIG. 105
nαZE
αZE
nαZE
FIG. 108
8 αZE
2½ α ZE 2½ α ZE
2 α ZE 2 αZE
2½ αZE 2½ α ZE 2 αZE
02
8 αZE 08
2½ + 5 + 2½ = 10 02
2½ + 5 + 2½ = 10 08
5 αZE 20 αZE 20 αZE
–C, D, Bc, B y L– son parámetros límites y también de observación ocular tlachxiko fuera el centro del
para fijación por medios parametrales de la división o tlachtli, pero por razones de función y diseño multipli-
valores obtenidos directamente en los cálculos efectua- caron y desplazaron este punto a través del eje longitu-
dos. Con lo que en síntesis nos muestra que la plantilla dinal que por lo regular estaba dirigido al sector de la
del tlachtli no es sino una plantilla astronómica con bóveda celeste (Ilwikatl) y que fue fijado previamente
mediciones y cálculos terrestres. Siempre en función por la importancia de los estudios que se realizaron
de αze,, cuya misión celeste es clara y obvia. en este sector.
Pero su misión terrestre fue conjuntar las funciones Por razones de intensidad de trabajo parametral y
astronómicas que se hacían con parámetros naturales de observación en los lados D fue necesario agregar a
topográficos o geográficos, en un espacio menor; es decir, los puntos o centros del eje longitudinal otros puntos
en el espacio de la plantilla del tlachtli, sin dejar de usar de observación ocular en el área limitada por los la-
los parámetros naturales cuando fueran necesarios. dos D, convirtiendo así a esta zona en una verdadera
área de observación ocular tlachixmanki (véase figura
Así lograron nuestros ancestros tener una planti- 111).
lla calibrada para observaciones y funciones o traba-
jos referentes a elementos de la bóveda celeste y hacer La tlachixmanki era normal que tuviera una cober-
estos trabajos en forma simultánea o no con un siste- tura de 20 xomulzen y para lograrlo sus pisos estaban
ma ya previsto local o continental y a la vez poder graduados y marcados para situar puntos fijos y mo-
operar en forma unitaria en su hábitat. vibles de observación ocular. Estas graduaciones no
se pueden precisar plenamente pues sus vestigios son
Por estas razones, en centros científicos de mayor escasos en los observatorios estudiados, además, de
concentración de estudios y observaciones tuvieron la destrucción y el robo en algunos casos como Mon-
un mayor número de tlachtin, como es el caso de Río te Albán 2, Yagul y Kopan (Honduras), donde un frag-
Verde, San Luis Potosí, Tajín, Kantona, Tikal, etcétera. mento del piso se hallaba en un depósito al aire
Por lo regular, esto sucedía en los lugares de mayor libre, fuera del área del tlachtli.
importancia civil o geográfica. Otro requerimiento fue:
En las calles de Balderas, de la Ciudad de México,
(C). Tener un área exclusiva para observación ocular. fue destruido el observatorio apenas descubierto, sin
dar tiempo a estudiar los indicios de marcación en su
Teniendo calibrada la plantilla horizontal, de acuerdo piso, esto sucedió en l987 para remodelar la Biblioteca
a la unidad xomulzen, fue natural que el punto inicial Nacional. Por lo tanto la graduación y marcación de
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 99
los pisos del área de observación de los tlachtin se hará tlachtin y que es el eje primordial O-Q-P formado por
en futuras investigaciones. el ojo humano, un parámetro centralizador y por el
objeto celeste en observación (véase figura 113). Otro
Sintetizando, el área de observación tlachixmanki requerimiento que debieron cumplir fue:
era y es básica en los tlachtin, pues aparte de situar los
centros de visualización, contenía la representación (D). Tener ajustes para operar su plantilla.
de la medición angular primigenia y base de su geo-
metría (véanse figuras 111 y 112). Estando ya estudiados los requerimientos (A),
(B), (C) y siendo la plantilla del tlachtin una plantilla
Es decir, contenía los valores a y b que conforma- astronómica para estudios y cálculos de la bóveda
ban el triángulo que contenía a la xomulzen (αze). Pero, celeste, era por lo tanto para nuestros antepasados
además, contenía el eje zitlalixtelolotli que regularía el un instrumento de cálculo y observación el cual debía
diseño y función de las estructuras verticales de los tener ajustes de operación (D).
Q
Δ
a
O
A
b
Los más elementales ajustes de un instrumento son: Los antiguos ingenieros resolvieron estos requisitos en
el diseño del tlachtli según sus necesidades ya previstas, o
El cero, que es la fijación del inicio o final de lectu- posteriormente en el observatorio ya construido.
ras o indicaciones.
En la figura 102 se habían denominado por letras
El ajuste de multiplicación o gama, que es la dis- cada lado de los tlachtin, pues bien, estos lados (o le-
minución o aumento de los lapsos o espacios en que tras) en el dibujo nos muestran su uso para la resolu-
se dividió la lectura o gama total. ción de la cuestión anterior en el diseño.
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 101
Por ejemplo: en un esquema gráfico (véase figura En el caso contrario, para hacer más cortas las
114), se nota fácilmente que para un sector a de obser- lecturas, sólo se necesitaba acercar C a Cl. Esto se
vación común, reflejado linealmente en el lado C, en un conseguía haciendo más largo o corto el lado B, que
tramo dividido en cinco espacios o tiempos por medio en realidad sería el ajuste de gama o multiplicación,
de parámetros Q y con un inicio (cero) al final de X. pues modificaría las divisiones del lado C.
Pero se necesitaban las dimensiones (espacio o La misma figura nos denota que si hacían más gran-
tiempo) más amplias para a su vez subdividirlas para de o pequeño el lado Bc, el inicio o cero marcado con
mayor precisión de lectura. Para lograrlo era lógico la letra X, variaría para un nuevo inicio, por lo tanto el
que con sólo alejar C a C2 las divisiones serían más lado Bc sería el ajuste de cero.
amplias y subdividirlas para tener una visión más ex-
tensa entre parámetro y parámetro.
observado
X
BC
A
C1 C C2
Sector
B
Parámetros Q
FIG. 114
102 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
B
Ajuste α
BC Cero
de cero
Gama
C
BC
B
FIG. 115
Es necesario mencionar de nuevo que la letra X Los tlatchtin, cuyo diseño tenía los ajustes para las
representaba las observaciones anterior y posterior a necesidades de sus funciones específicas, nos aclaran
la observación del sector de bóveda celeste escogido por qué en sitios con varias funciones como estudios
o determinado e indicaba el inicio de la observación de ciclos, sucesos en sus cielos (13), etcétera, los ha-
de tal sector. cía incrementar el número de tlachtin, su tamaño y
dirección, para poder cumplir con todas las funcio-
Sintetizando (véase figura 115): nes previstas o imprevistas como en los casos de Río
Verde (SLP), Tajín, Cantona y Tikal, entre otros.
El espacio X eran las observaciones anteriores y
posteriores a la observación principal. Ya construidos los tlachtin, si necesitaban ajustes,
éstos se hacían con parámetros adecuados para el
El lado Bc al principio o final de esta observación cero y con paredes internas en las cabeceras
era el ajuste de cero o amplitud de X. para ajustes de Gama Menor como en Tula 2, o con
paredes exteriores para aumento de gama, como en
El lado B era el ajuste de gama. Tajín 1. En ambos casos, tales paredes estaban destina-
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 103
FIG. 119
Xc Xc
Venus Marte
ZE
ZE
α
α
)
Este sistema de factorización se ve claro y fácil en En la cual como se ve en la figura 123, a la vez
el manejo de los expositores líticos astronómicos que se estudia el sector de cielo principal, se puede
como la “Piedra del Sol”. observar directamente el sector de bóveda celeste con-
trario y no solamente eso, sino también se puede ob-
Véase el capítulo 22 “correlación del Tonapowlli” servar sectores colaterales. Es más si en las
con el calendario Juliano y Gregoriano y el proyecto 2 cabeceras, en los lados B, se posicionan parámetros
“Astronomía Edificaciones y Observatorios”. usando las αze (unidad de observación) de dichas
cabeceras, se observarán en forma repetitiva sec-
Para hacer aún más claro este sistema de factoriza- tores ya observados en los lados D, es decir, secto-
ción básico en el manejo matemático de sus mediciones res que servirán de enlace a la observación del lado B
véase figura 122. El seguimiento en la plantilla horizon- con la observación del lado D y a su vez lo observado
tal del ciclo sinódico del planeta Venus con sus xomulna- en D enlazará la observación del siguiente lado B del
kaze (cuadretes) ya factorizados, o sea, ya multiplicados tlachtli para una secuencia determinada (véase figura
por el factor 29.2 y en la cual se ve la facilidad de marcar 124).
sus mediciones directamente en la plantilla.
En sus sistemas coordinados y de acuerdo a la
Otro requerimiento último y complementario fue dirección de cada tlachtli se sumaba la visión de los
el (F). mismos y así obtenían nuestros antiguos astrónomos
una visión completa en el plano horizontal de la bó-
Que era poder hacer observaciones simultáneas, veda celeste con una secuencia repetitiva o mejor di-
de enlace o de seguimiento más amplio. cho de enlace entre unos y otros tlachtin del sistema
coordinado de observación local y continental, con
Esto fue de fácil solución para nuestra ingeniería lo que podrían observar y estudiar la mecánica celes-
ancestral, pues diseñaron la plantilla en la forma dual, te en los planos horizontales, pues cada tlachtli en sí
es decir, de lineamientos opuestos (no dobles); esta aparte de la observación y estudio global y general
solución es, básicamente, la razón del porqué, la plan- tenía una misión local específica que cumplir, que su-
tilla horizontal tiene la forma clásica de doble T. mada a las misiones de cada uno de los tlachtin daba
una consistencia única de investigación científica
en nuestros antiguos observatorios astronómicos. La
gran ventaja de estos sistemas coordinados, era;
que si por razones meteorológicas u otra causa, algún
tlachtin estaba imposibilitado para una observación
106 F ELIPE LIRA MONTES DE OCA
Factor = 29.2
90 días
Estrella de la mañana
Estrella de la tarde
236 días
250 días
Tlauhkopan Este
Movimiento aparente
7 8
6
1
5 2
4 3
FIG. 123
108 F ELIPE LIRA MONTES DE OCA
FIG. 124
plena, los demás tlachtin estaban haciendo la obser- brepondremos algunos de los tlachtin mostrados en las
vación con las variantes propias del tiempo y distan- figuras 125 y 126, sin tomar en cuenta la dirección car-
cia de cada uno y siguiendo las sombras y secuencias dinal de cada uno.
de eclipses solares y lunares con la coordinación de
observatorios previamente seleccionados. Se denota la coincidencia de la unidad xomulzen
entre ellos sin importar tamaño, sólo tomando en cuen-
Para finalizar el estudio de la plantilla horizontal, ta el rumbo del universo (véanse las figuras 127, 128,
habiendo visto que cumplía con los requerimientos 129, 130, 131 y 132).
(A) (B) (C) (D) y (F) impuestos por la función
astronómica que como observatorios requerían, so-
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL C ONTINENTE AMERICANO 109
23.5°
17
15
10
7
1234
1234 1234 5
OESTE 12341234567
1234
1234567
1234 ESTE
1234
12341234567
1234
1234
5
7
10
15
17
23.5
°
30°
123456Teotenanko
123456Monte Albán 2
Tula 1
Xochikalko
Yaqui
Zaculeo (Guatemala)
0 50 100
ESCALA
110 F ELIPE LIRA MONTES DE OCA
23.5°
17
15
10
7
12345
12345
12345
12345678 5
SUR 12345
12345678
1234
12345
12345678
12345 1234
12345678
NORTE
1234
12345678
1234
1234
1234 5
7
10
15
17
23.5
°
30°
150
ESCALA
FIG. 127
2α ze
Chichen Itza
100
Kopán
50
2α ze Tikal 2α ze
0
Kopan
Tikal
2α ze FIG. 130
150
ESCALA
Tula 1
Yagul
100
50
2α ze 2α ze
Tula 1
Zaculeo
0
Uxmal
Dainzu
Estructura del
Observatorio
FIG. 133
Así pues, para el diseño estructural de los tlachtin, nuestros antiguos astrónomos
e ingenieros tenían cinco elementos que coordinar para la función básica en la
estructura para la observación de los elementos siderales.
113
114 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
O Q P
Es decir, empleaban el concepto de Tezkatlipoka-ne-
FIG. 140 gro que representa al espacio-tiempo (véase figura145),
116 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
Q z
X
O
Y
X
Y
FIG. 141
P
P
Q
Q
O O
αZE
P X1 P X2
Q1 Q2
en donde se denota que en la observación y La elevación de los lados fue para posicionar los
medición a las que dedicarían su diseño basado en parámetros Q, cuya ubicación no fue como en los la-
tres dimensiones de espacio, usarían otra dimensión dos de la plantilla horizontal, donde prácticamente
más, el tiempo, para interpretar en la observación y se situaban en los trazos que se habían hecho para
medición a Tezkatlipoka-negro, es decir, al tiempo-es- configurar la plantilla y que sólo eran líneas más o
pacio. menos gruesas que marcaban los lados de dicha plan-
tilla, pero que al elevarse estos lados de su posición
Para conseguir verticalidad en las observaciones inicial requerían de un apoyo para sostener, en su
con su eje O-Q-P, lo hicieron en forma obvia, pues nueva posición elevada, a los parámetros Q y una
mantuvieron su tlachixmanki (área de observación) en superficie dónde situarlos; la operación de situar o
su posición horizontal original al nivel del suelo, y le posicionar era de gran importancia por la rapidez y
dieron altura al parámetro Q elevando los lados del precisión con que debía ser hecha, por lo que esta
tlachtli D, Bc, B, C, los cuales seguirían denominándo- superficie varió en su diseño. Por ejemplo, al elevar el
le como en la plantilla horizontal con las mismas le- lado D, la superficie para posicionar el elemento Q
tras, D, Bc, B, C (véase figura 146). tuvo una nueva anchura determinada en planos hori-
118 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
zontales o inclinados, según las necesidades que tu- (véase figura 154) y complementar su eje de observación
vieron para fijar el eje O-Q-P, de tal manera que el (véase figura 155). El posicionado del punto O lo ve-
diseño de esta superficie fue variado y configurado o remos más adelante.
predeterminado por cálculo según se requería, dando
un perfil vertical en los extremos del lado D; de estos Ahora, si consideramos a P como fijo y como varia-
perfiles los más conocidos son los de las figuras 147, bles a O y Q, el posicionado de uno u otro, o bien de
148 y 149. Esta superficie configurada es resultado los dos combinados, fue en definitiva la precisión en
de la longitud D y la sección de dicho perfil. En nues- la observación para obtener la certeza de los cálculos
tro estudio seguiremos considerando a esta superfi- previos hechos para tal observación por medio de un
cie como lado D (véase figura 150, la cual nos muestra eje O-Q-P.
la superficie configurada del perfil de la figura 149).
Pero esta superficie configurada D tenía sus va-
Estas superficies configuradas D las perfilaron para riantes en determinados tlachtin, sobre todo en los más
posicionar los parámetros Q, cuya función fue la ubica- “modernos“ o más cercanos a nuestros tiempos ac-
ción de los cuerpos celestes y el cálculo de los mismos tuales, por ejemplo:
en un momento de su tiempo presente y también para
cálculos de tiempos pasados y futuros con la repo- Tingambato, Teotenanko, Kantona 1, Kantona 4,
sición precisamente de estos parámetros Q, como se etc. (estas denominaciones de Kantona no coinciden
verá más adelante. con las que el arqueólogo Ángel García Kook les da en
el trabajo que ha realizado en la zona y que ha abierto
Estos parámetros Q son resultado de la necesi- el campo a la investigación general de nuestra cultu-
dad de hacer unidireccional al eje formado por el ojo ra). Véanse figuras 156, 157, 158 y 159.
humano (O) y el objeto celeste observado (P) (figura
151) y para lograr tal fin, posicionan al parámetro Q Por lo expuesto anteriormente, se ve que la su-
(figura 152), dando por resultado el eje O-Q-P (figura perficie configurada era más amplia o adecuada para
146). el trabajo de nuestros astrónomos, pues en ella pu-
dieron fijar sus parámetros Q y espejos O para deter-
Otra razón para perfilar a la superficie configura- minar espacios, ciclos y lapsos correspondientes en
da fue posicionar en ella también al punto O con el diferentes épocas de sus trece cielos, ya que posible-
auxilio de un espejo; pues en cálculos previos los pun- mente la superficie configurada la usarían de la si-
tos O y Q debían ser fijos para ubicar en el recorrido guiente manera (véase figura 160):
aparente del punto P en el momento preciso calculado
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 119
Tlachixmanki C
Bc
FIG. 146
FIG. 150
120 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
P P
~
O O
FIG. 151
)
~ )
FIG. 152
~
O Q
P
)
FIG. 153
Configuración para ubicar por cálculo a P (elemento celeste) según la posición del espejo como ojo humano y Q.
P
MOVIMIENTO APARENTE DE P
)
Q
Q
O O
FIG. 156. Tingambato (foto: Historia del arte mexicano, SEP, INAH, Salvat).
TIEMPOS ESPACIOS
Q3 Q3 Q3 Q3
PASADO
Q2 Q2 Q2 Q2
Q1 Q1 Q1 Q1
TIEMPO X
PRESENTE
O Q Q Q Q
Interubicación de Q
Marcando tiempo o espacio en su presente
FUTURO
FIG. 160
126 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
Así pues, el punto O en el área de observación A- Veamos en primer término la figura 161, que por
D lo hicieron tomándolo también como vértice del efectos del aire en movimiento (viento) está represen-
ángulo de visión celeste que por lo regular era igual a tada por Ehekatl. Nuestros ancestros hicieron cálcu-
dos xomulzen, y teniendo ya determinada la dimensión los astronómicos en diferentes épocas de ese tiempo
A, para fijar o tomar una distancia b a partir de la di- difícil, en este caso ocho con parámetros lunares
mensión A, sobre el eje directriz del área (que des- (cuarto creciente) en las observaciones Noturnus y
pués sería el eje directriz del tlachtli). Esta distancia con parámetros solares en su correspondiente obser-
fue aproximadamente 1.5A y determinó el valor b en vación dual de medio día. Estas observaciones diur-
su triángulo de cálculo, con lo que precisaron el valor nas-nocturnas hechas durante ocho etapas
de la xomulzen, que fue lo decisivo en el diseño de las continuadas de lapsos todavía no determinados, con
demás dimensiones de los tlachtin, que les sirvieron toda seguridad no se trató de duración de lunaciones,
para sus estudios y cálculos solar-tierra y planetarios si no que las lunaciones fueron los parámetros.
además de los puramente estelares.
En la misma figura 161 (.) en su parte inferior, vemos
Lo anterior lo podemos detectar en las tablas 1, 2 la correspondencia que debieron tener de efectos cielo-
y 3 de tlachtin, en las cuales la relación b = 1.5386A Tierra-cielo por la secuencia marcada como huellas
está presente en todos y cada uno de los tlachtin es- de pie (camino) en las observaciones cielo-Tierra y de
tudiados, sin importar dirección ni tamaño. sus cálculos y deducciones que les permitió conocer
la Tierra en esas épocas de condiciones difíciles, que
Para verificar y precisar su sistema basado en debieron ser extremosas sobre todo en cuanto a tem-
reposicionar datos tomados directamente de la inter- peratura, cuyo descenso fue provocado por vientos muy
posición de los parámetros Q en una investigación de fríos que les impidió una observación plena, abierta y
tiempo presente y hacer la reposición íntegra de los normal, pues tuvieron que protegerse en refugios casi
parámetros Q en un tiempo pasado X, y estar en po- siempre naturales o seminaturales desde los cuales
sibilidad de continuar su investigación o estudio en continuaron sus trabajos astronómicos de acuerdo a
un tiempo futuro, según la figura 160, estudiaremos las condiciones operantes.
los datos de una probable época posglacial, provoca-
da por vientos adversos a la vivencia en tal época que En la figura 163 vemos que estas condiciones ad-
los obligó a vivir en refugios naturales, y procurare- versas los obligaron, por falta obvia de movilidad, a
mos hacerlo interpretando los ideogramas del códice “enconcharse” y tener una vivencia casi de tortuga
Selden (rollo) mostrado en forma continuada en las figuras dentro de su refugio, en nuestro caso un Tekpetl (ce-
162, 164 y 166, y en las figuras 161, 163, 165, 167 y 168. rro) o una cueva que los protegió y que les permitió
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 127
(⋅)
FIGS. 161-162. Las conforman las láminas I, II, III, IV, V del Códice Selden
en las páginas 102-113 del libro II “Antigüedades de México” de Lord
Kingsboruugh.
128 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
(⋅ ) ( ⋅⋅
⋅⋅)
⋅⋅⋅)
⋅⋅⋅
(⋅⋅⋅
⋅⋅⋅⋅)
⋅⋅⋅⋅
(⋅⋅⋅⋅
FIGS. 163-164
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 129
(⋅) ⋅⋅)
⋅⋅
(⋅⋅
⋅⋅⋅⋅)
⋅⋅⋅⋅
(⋅⋅⋅⋅
⋅⋅⋅)
⋅⋅⋅
(⋅⋅⋅
FIG. 165
(⋅ )
(⋅ )
FIG. 167
⋅⋅)
⋅⋅
(⋅⋅
en tales condiciones conservar y seguir adquiriendo ello el flujo y acomodo de las aguas, que los obliga a
conocimientos, como lo demuestra el humano vivir su nueva era Telli (era de terraplenes) figura 165
“enconchado” pero en posesión de varios Tekpatl (con (.) para librar el nivel de las aguas de los deshielos y en
lo que se adquiere el conocimiento), y que les permi- lo posible dar a la vegetación natural el apoyo huma-
tió variar las condiciones dentro de sus refugios y fue- no como también lo muestra el códice. Como en el
ra de ellos. Figura 163 (.). caso de la era Chikomoztok datada desde las vivencias
prehistóricas de las cavernas hasta los eventuales re-
Una vez pasadas las crisis meteorológicas adversas, fugios por fenómenos meteorológicos de gran dura-
tales conocimientos adquiridos les permitieron reco- ción, fueron usadas por nuestros ancestros para su
menzar su vivencia normal fuera del refugio. Estos organización social.
conocimientos debieron ser generales como vida social,
moral, filosófica, matemática y la maduración de todos En el caso de la era Chikomoztok no se refiere a la
sus acervos culturales adquiridos. traducción literal “siete-cuevas”, sino a la concepción
filosófica del número siete como varios o muchos, que
También les fue posible seguir su vida de inves- es el caso también del número cuatrocientos que en
tigaciones astronómicas, como se ve claramente en igual concepto no se refiere a la cantidad, sino a la
la figura 163 (...) la continuación de la ruta Tempatl- acepción como “muchos” o “varios”. Hecha esta acla-
Zitlalli, ruta de obtención y búsqueda de conocimien- ración continuamos. Una vez terminada la energía, cau-
tos estelares, es decir, continúan con su astronomía sa que provocó la posglaciación, dan por terminada su
confinada temporalmente. (Véase el proyecto núm. 6 ruta de estudios astronómicos que iniciaron a la salida
“Inicio y reinicio de las observaciones y estudios de sus refugios, figura 165 (..). Recomienzan su viven-
astronómicos en Mesoamérica”.) cia normal y sus nuevos conteos de 52 translaciones
terrestres como lo muestra el códice en el encendido
En la misma figura 163 (....) vemos también que del fuego nuevo (xiuhmopilli), figura 165 (...). Ya en su
aparte de la ruta de estudios astronómicos, reinician la vivencia normal, con conocimientos nuevos de la Tie-
nueva secuencia de construcción o reconstrucción de rra y con experiencias como las sufridas en la época
sus centros de estudio y tlachtin y el reacondiciona- posglacial, convierten lo que fue su refugio o refugios
miento de otras regiones conocidas y que en el códice en parte de su hábitat, figura 165 (....) y a la vegeta-
están representadas como cerros. ción natural de sus regiones la transforman en una
agricultura formal, figura 168 (.), adecuada para su
Cuando sube la temperatura al ausentarse los vien- nueva vivencia y para revitalizar al humano, como lo
tos fríos es natural que sucedan los deshielos y con muestra el códice, figura168 (..), en que la mujer zipaktli
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 131
(Tierra) energiza por medio de esta agricultura al cen- no de palabras, pues un dibujo o un esquema dice
tro e impulsor humano (corazón) y lo introduce al más que un conjunto de fonemas escritos. Es por esta
cuerpo a través de la abertura pectoral para darle vida razón que la adquisición de energía o energías, nues-
como lo muestran los humanos que con su pecho tros ancestros la representaban en un diagrama como
abierto, es decir, con la “puerta” abierta, por donde la exposición del corazón para lograrlo.
entró la energía a su corazón éste lo distribuirá como
nutriente, o sea, la sangre por todo el cuerpo para Para entenderlo basta un simple ejemplo: la ener-
darle vida y movimiento, como se ve en el ideograma gía térmica calorífica dada por el Sol a nuestra Madre
de la figura 167 (.) y por el color azul esbozado en él. Tierra es Vida. En nuestros antiguos ideogramas, la
Recuérdese que en nuestra ancestral cosmogonía el obtención de esta energía la representaban como
color azul representa movimiento. la exposición del corazón humano a la fuente que la
daba, es decir, al Sol.
Esta somera interpretación del rollo Selden fue
para confirmar que nuestros antepasados tenían sis- Y los españoles, que no podían interpretar las pa-
temas operativos de observaciones pasadas para co- labras de nuestros idiomas, menos iban a poder in-
ordinar con sus estudios y cálculos de las terpretar las ideas de nuestras culturas. Es por eso
observaciones en sus tiempos presentes, para prever que al concepto de adquisición u obtención de la ener-
y calcular lo que observarían en sus tiempos futuros. gía vital en nuestros ideogramas ellos (los españoles)
(Véase capítulo 12 “Breve recordatorio de matemáti- lo interpretaron como una ofrenda de la víscera
cas y esquema simple de su cosmogonía” y capítulo cardiaca a un dios para que renaciera la luz solar
18 “Mito de los sacrificios humanos”.) cotidianamente. Otra gran tontería interpretativa de
los invasores, pues bastaba sólo con ver el milenario
Por su importancia en el conocimiento de nues- ideograma del ilwitl (día) –figura169–, que es la rota-
tra historia, se debe insistir sobre la interpretación ción terrestre sobre su propio eje.
del ideograma, figura 168 (..) y figura 167 (.), de la
energización del cuerpo humano a través de la sangre En dicho ideograma vemos la iluminación de la
y por supuesto de su distribuidor, o sea, el corazón. parte de la Tierra expuesta al Sol en su rotación diaria
durante su tlalohtli, o sea, su camino o viaje elíptico
La interpretación equivocada que de ella hicieron en el Ilwikatl (cielo). Nótese la relación que nuestros
los españoles es comprensible pues ellos no podrían ancestros dieron al nombre del día (ilwitl) con la con-
entender una cultura con bases científicas y con ex- cepción de la Tierra en el espacio celeste (Ilwikatl).
posición directa de las ideas a través de diagramas y
132 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
Por lo tanto, es claro que no necesitaban la “ayu- Lo que no es obvio, y se nota tendencioso, es que
da” de ningún dios, ni pagar esta ayuda con una ofren- tal interpretación se fomentara en los tiempos de La
da cardiaca. Es obvio que los españoles hicieran esta Colonia y que aún en las últimas décadas algunos in-
interpretación a su llegada, pues no conocían nuestra vestigadores la acepten como un dogma.
cultura ni los adelantos astronómicos de ella.
SOL
SOL
FIG. 169. Milenario ideograma del Ilwitl (día) o rotación terrestre sobre su propio eje.
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 133
Afortunadamente, en la actualidad, con estudios rio y clásico de los tlachtin siguiendo siempre el diseño
multidisciplinarios, se trata de abordar temas como dual de la plantilla horizontal (véase figura 170), en el
éste en forma más razonada y científica. (Véase capí- cual predominan los accesos a los lados D para la ope-
tulo 18 “Mito de los sacrificios humanos”.) ración rápida y precisa de posicionar los parámetros
Q. (Véanse las figuras 171, 172, 173 y 174 en las cua-
Bajo estas condiciones de conocimientos, experien- les se detecta el diseño dual mencionado.)
cia y necesidades, llegaron al diseño estructural prima-
FIG. 170
134 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
) . .
(..)
O Q P
FIG. 177
123
123
123
123
) 123
123 . .
123
O 123 Q P
FIG. 178
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 137
) . .
12345
12345
O 12345 Q P
FIG. 179
FIG. 180
FIG. 181
138 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
La segunda opción del manejo y uso del eje fue altura es de aproximadamente un metro y es común
en forma indirecta; con espejos de obsidiana, jade, a todos tlachtin estudiados.
cristal sobre oro o plata, etc., de forma plana o cón-
cava (véanse figuras 184 y 185). Éstos tenían como El diseño dual de los tlachtin fue lo que permitió
función hacer fijo el punto O (ocular) una vez que hacerlo. Véanse figuras 186 y 187, última que mues-
hubieran posicionado al espejo en la colinealidad del tra cómo posicionaban el espejo en el lado D contra-
eje Q-P que el ojo del astrónomo debía captar por rio al otro lado D donde se encontraba el parámetro
medio del reflejo en el espejo y para lograrlo debía Q que conformaba, con el objeto celeste observado,
situarse adecuadamente. el eje Q-P, al cual se alineaba el espejo O para obtener
el eje unidireccional O-Q-P.
El situarse en forma firme y adecuada lo conse-
guían al apoyar sus manos a una altura H de 90 a 100 cm Naturalmente que las leyes elementales de la ópti-
actuales, que es la altura H de la pared D hasta su borde ca de reflexión en los espejos planos o cóncavos esta-
para dar comienzo a las superficies configuradas. Esta ban implícitas en esta mecánica de observación, ya
fueran por cálculo o experimentación directa al colo- 1. El rayo incidente, la normal y el rayo reflejado
car el espejo en el plano horizontal o inclinado de la se encuentran en el mismo plano. (Véase
superficie configurada o lado D, (véanse figuras 193, figura 188.)
194 y 195), así como la foto del portaespejo.
2. El ángulo de incidencia es igual al ángulo de
En estas figuras se denota el mecanismo tan fun- reflexión (véase figura 188). Espejos cóncavos
cional para posicionar el espejo, que era tan preciso (véase figura 189).
como el usado en el posicionado de los parámetros
Q (“palmas”) (ver capítulo 6 “Parámetros, cursores, 3. El rayo que llega al espejo cóncavo paralelo al
palmas, yugos, aros, rieles, candados, etc.”) eje principal se refleja pasando por el foco.
(Véase figura 190.)
Algunas de las leyes elementales de óptica men-
cionadas con anterioridad son espejos planos:
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 141
) )
12
12
12
)
In
cid
en
te
do
ja
fle
Re f c
β
α R
Distancia focal
= —Radio
—————
FIG. 188 FIG. 189 2
142 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
f
.
)
FIG. 191
12345
1234 12345
1234
1234 12345
1234
1234 12345
12345
1234
1234 12345
12345
1234 12345 H
1234
1234 12345
12345678901234567890123456789012123456789012345678901234567890
12345
1234
12345678901234567890123456789012123456789012345678901234567890
12345
123412345678901234567890123456789012123456789012345678901234567890
12345
FIG. 192
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 143
)
FIG. 193
P
Q P
Q
O O
) )
La altura del drene era para tener una capa fija de te y en forma continuada por generaciones, inde-
agua que les daría un error constante por refracción pendientemente de los problemas y adversidades
debido a la diferencia de densidad del aire y del agua y propias para cumplir su misión a través de centurias
que al hacer sus observaciones y mediciones directas y milenios, lo cual podemos percibir a través de la
iba incluido en tales observaciones, medidas o cálcu- información olmeka, de donde se deduce que esta
los, que habían hecho ayudados por los parámetros constancia operativa fue la que les dio su gran avance
colocados en el fondo del espejo, principalmente ca- astronómico.
nicas o rodajas pétreas coloreadas o a veces indica-
ciones o marcas talladas en dicho fondo. (Véase Para comprender mejor esto volvamos a realizar un
capítulo 8 “Espejos de agua”). viaje imaginario al pasado, situándonos en su tiempo y
tomando un ejemplo sencillo, hagamos una observación
Con el uso de los diferentes tipos de espejos com- como ellos la hacían, observemos el ciclo sinódico del
plementaron su segunda opción del manejo de los planeta Venus, que para nuestros ancestros, según el
ejes O-Q-P. Habiendo mostrado al tlachtli desde amoxtin (códice) “Dresde”, sus tiempos eran, como es-
su plantilla horizontal calculada de acuerdo a la uni- trella matutina 236 días, una ocultación de 8 días, como
dad de observación αze y a la estructura de tal plan- estrella vespertina 250 días, otra ocultación de 90 días,
tilla y esta estructura diseñada para el uso y manejo para una duración total de 584 días (véase figura 196).
de los ejes mencionados, y los apoyos de algunos
medios de operación como parámetros Q, y por Así, situados ya en su tlachixmanki (área de obser-
los espejos O y faltando por mostrar los sistemas vación) marcamos con el parámetro Q1 en el lado C del
en las esquinas de algunos tlachtin que les ayuda- extremo norte, el inicio de Venus como estrella matu-
ron posteriormente con el seguimiento cotidiano tina (véase figura 198). Al final de la trayectoria como
de la tlalohtli, o sea, la traslación terrestre en el estrella de la mañana, que duró 236 días, marcamos
plano eclíptico, así como otros sistemas adicionales este final con el parámetro Q2 en el lado C (sur).
dentro de los mismos observatorios y en forma de
instrumentos manuales que también operaron en Después habrá una ocultación de 8 días cuyo final
sus orientaciones, cronometría, calendarios y en otras será el principio como estrella vespertina marcando
funciones, y sobre todo por la participación humana con el parámetro Q3 y al cabo de 250 días terminaría
como el ilwikamationi (astrónomo), el: ikzemitlachianine su trayectoria como estrella de la tarde, lo cual mar-
(observador), el fijador de parámetros y espejos el caríamos con el parámetro Q4 y a partir de este
ixketzaloni y el palewiani que era el ayudante general, el parámetro comenzaría otra ocultación que duraría 90
desempeño humano, aunque realizado por individuos, días y que terminaría en Q1 que ya habíamos marca-
fue hecho y planeado para llevarse a cabo diariamen- do como inicio de los ciclos sinódicos venusinos. Con
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 145
esta marcación directa usando los parámetros Q1, Q2, Era natural que los xomulnakaze estuvieran
Q3 y Q4, obtuvimos los resultados exclusivamente en ya marcados en el tlachtli, pues eran en realidad la
tiempos del ciclo estudiado (véase figura 198). representación de la unidad astronómica de observa-
ción αze con la cual los antiguos astrónomos habían
En nuestra imaginaria estancia en el pasado, ha- dividido en 20 partes el ecuador celeste y el ecuador
ciendo esta simple observación en su tiempo y con terrestre.
sus medios, nos dimos cuenta que los parámetros
usados, Q1,Q2,Q3, y Q4, tenían formas diferentes para Pues bien, estos parámetros Q usados en la mar-
cada una de las marcaciones hechas para realizar los cación en el observatorio, tenían formas diferentes
cálculos del tiempo del ciclo, ayudados por su siste- de acuerdo a su función operacional y cuyo estudio
ma vigésimal de los xomulnakaze, y de su sistema de de sus formas todavía no se ha hecho.
factorización que nos daría un valor de 29.2 días por
cada xomulnakaze (véase figura 197).
Marte
90
250
236
Venus
Ocultación
inferior Tierra
90 días
Q4 Q1
ESTE
OESTE
236 días
250 días
Q3 Q2
8 días
C
B
D P Q1 – Q 2 Estrella matutina
Q2 – Q 3 Ocultación inferior
Q3 – Q4 Estrella vespertina
C Q4 – Q1 Ocultación superior
FIG. 198. Marcación directa del ciclo sinódico de Venus usando los parámetros Q1-Q2-Q3 y Q4.
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 147
FIG. 199. Museo Nacional de Antropología. FIG. 200. Museo Nacional de Antropología.
148 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
ción muy funcional para lograr la marcación directa Este lado a serviría también como parámetro Q
de la altura del objeto observado y que la medición en del punto de giro del brazo indicador tomado como
sus cálculos fuera dentro de valores de 0 (cero) a 1 punto O; pero si la localización fuera de 2½ αze (45º)
(uno) y de 1 (uno) a 0 (cero), además de que la indica- hasta 5 αze (90º) la referencia directa de la localiza-
ción de la altura dada por el brazo indicador tuviera ción sería de mayor dimensión y fuera de la tablilla y
una referencia cómoda y accesible para el astrónomo tendiendo al infinito (véase figura 205).
o usuario, por ejemplo, para una indicación de una
altura cuyo ángulo de localización fuera de cero hasta Para evitar esta situación la solución que le dieron
2½ αze su referencia sería en el lado a del mismo nuestros antiguos matemáticos fue sencilla, basada
cuadrante de la tablilla y en el caso de un ángulo de en la dualidad, haciendo que el cuadrante tuviera dos
2½ αze el valor de la referencia tendría el valor total lados graduados a y a’ iguales ambos con graduaciones
del mismo lado a (véase figura 204). equivalentes a lectura de 0 a 2½ αze a partir de su unión
con los lados b y b’ que también serían iguales y per-
INFINITO
REFERENCIA
REFERENCIA
a
a = Q
0 FIG. 207
b
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 151
ZENIT
HORIZONTE
a’
a
SUPERFICIE
b’ CONFIGURADA
b
FIG. 208
Punto O
estos medios aparentemente simples les dieron en el fragmento de un ideograma lítico que muestra una
manejo de la mecánica celeste. función astronómica realizada por el humano a través
de un iknextilwaztli (instrumento indicador) (véase fo-
En Mixco el Viejo, Guatemala, el autor tuvo la opor- tografía de la figura 209).
tunidad de ver un instrumento del tipo del descrito
antes pero no le fue permitido fotografiarlo, ni siquiera El estudio e interpretación de dicho instrumento
tocarlo, por su extremo deterioro a través del tiempo. no se ha precisado todavía, porque la pieza exhibida
es sólo un pedazo del ideograma completo, pero por
Según su poseedor, era una tablilla para medir el su contenido es suficiente para precisar su función de
tiempo, y por la reconstrucción mental de lo que se indicación y cálculo.
vio, es muy posible que así fuera, pues en los vestigios
de su tallado se notaban referencias a los xomulnakaze Además del adecuado y buen desempeño de sus
y otras líneas rectas y curvas de las que no se logró medios y complementos de operación se debe cons-
precisar su función, pero sin duda, la tablilla debió tatar la gran cantidad de tales medios como tlachtin,
tener una función astronómica. etcétera, que había y operaban en Mesoamérica. En
México hay registrados más de 600 tlachtin, aunque
Pero hay otras evidencias de este tipo de instru- naturalmente la cantidad era mayor.
mental; en el Museo Nacional de Antropología hay un
152 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
P
Venus
Bóv
eda
cele
ste
Horizonte
Zenit
) α a
b
0 1
0 1 2 2½
5 4
3 2
2 P
Al zenit
1 1
0 0
0
Al horizonte
FIG. 209. MNA.
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 153
Esta cantidad nos dice del gran desarrollo de la elementos requeridos en sus estudios y los cambios a
ciencia astronómica en Mesoamérica y en el conti- través del espacio-tiempo (Tezkatlipoka-negro),
nente, y se debe tomar en cuenta la operación en provocando el movimiento (Tezkatlipoka-azul) de la ma-
conjunto de todos y cada uno de ellos en la coordina- teria y energía (Tezkatlipoka-rojo) que generó la vida en
ción continental, que los obligó a un cálculo matemá- la Tierra (Tezkatlipoka-blanco)conocido como Ketzalkoatl
tico previo para la ubicación de cada uno de los cuando se trata de la vida humana.
centros científicos (hoy conocidos como zonas ar-
queológicas), para conformar su sistema de observa- Por lo expuesto hasta aquí se detecta que el tlachtli
ción y cálculo, de acuerdo a los estudios que se era un medio que operaba como una planilla celeste
efectuaban en los centros científicos de cada hábitat, de y para cálculos terrestres, pues a través de su apli-
para que la relación matemática entre centro y cen- cación y operación del conocimiento de la mecánica
tro estuvieran de acuerdo al sector de su “cielo” que celeste condicionaba a la naturaleza y vida humana
les correspondía estudiar en la coordinación general en la Tierra al conocimiento celeste a través de la cien-
del estudio de los elementos existentes observados a cia astronómica, por lo que bien pudiera considerarse
simple vista en la bóveda cósmica y debieron haberlo al tlachtli como una “ecuación viva” de cuatro varia-
hecho a través de una gran extensión territorial, para bles y una constante. Como resultado el conocimien-
lograr el conocimiento de la mecánica celeste de los to requerido:
[
Tlachtli= αze O + M + C H
]
En donde:
Capítulo 2.
Unidad astronómica
de observación (αZE)
PP ara comenzar este capítulo, se debe aclarar que debió ser el capítulo 1, pues como
se precisó en el capítulo anterior, la unidad de observación fue descubierta y
determinada milenios antes de su empleo básico en la invención y diseño de
los tlachtin, pero por secuencia en el estudio de tales observatorios astronómicos
en el continente, se tomó a los tlachtin como capítulo 1 y así se dejó, pues no
afectaba al estudio este orden.
Así que retomando el tema de la xomulzen, que fue determinada por observa-
ción directa de los ejes interestelares de figuras imaginarias formadas por dichas
estrellas, en este caso las figuras eran triángulos (véanse los cuadros 4 y 5, en el
capítulo 1).
Así, nuestros ancestros tuvieron sobre todo en la conchas o corazas de tortugas y armadillos gigantes,
zona mesoamericana condiciones de observación y así como conchas de los gliptodontes, que por tener
cálculo de seguimiento continuo que les permitió con- dimensiones aproximadas de 2.5 m de longitud y 1.5 m
solidar las derivaciones propias del conocimiento de ancho y altura era posible habitarlas para prote-
de la xomulzen, las principales fueron la división en 20 gerse de las inclemencias meteorológicas y que nues-
partes del Ecuador celeste y la misma división en su tros antepasados rememoraban en sus amoxtin
parte vertical de la bóveda. históricos.
En estas condiciones, los avances en sus ciencias Lo anterior fue confirmado por las investigacio-
astronómicas, botánicas, matemáticas, biológicas, nes del doctor Ameghino, que en el Río Frías, cercano
etc., debieron ser muy considerables, pese a las con- a Buenos Aires en la actual Argentina, logró hallazgos
diciones propias de la glaciación, así como del vulca- consistentes en restos humanos y de fogatas fosiliza-
nismo activo que afectaba la conformación geológica dos y otras evidencias dentro de conchas prehistóricas
de las zonas en tales épocas, por lo que las soluciones que comprueba que fueron habitadas por humanos.
de los problemas que enfrentaron y que tuvieron que Estos hallazgos y sus estudios sitúan al hombre
resolver, les dieron una gran capacidad para acumu- amerindio en el final del Terciario.
lar conocimientos para su aprovechamiento vital en
su presente y futuro. La confirmación del doctor Ameghino, en cierto
modo, es reconfirmada por datos mesoamericanos de
Pero por datos en sus ideogramas líticos y amoxtin los pocos ideogramas líticos conocidos que mencio-
se detecta que el sostenido y continuado avance en sus nan o muestran en su conformación ideológica esta
ciencias, sobre todo en la astronómica, fue parcial- protección o símbolo proteccional de las conchas,
mente suspendido, pues un recrudecimiento de las principalmente de tortuga; también este símbolo se
condiciones meteorológicas en la mencionada era gla- denota en amoxtin como “el Códice Rollo- Selden”,
cial o en un periodo posglacial que los obligó a refu- mostrado en la figura 214. (Véanse también las figu-
giarse, como era natural, para proteger su vivencia ras 210, 211, 212, 213 y 215 del Museo Nacional de
cotidiana. Sufriendo los consiguientes impedimentos Antropología de México y la figura 216 del Museo de
en su avance cultural, su capacidad creativa y su afán Xalapa, y en la figura 217 a la “Gran Tortuga” de
por conseguir el saber les hicieron sortear en la mejor Quirigua, Guatemala.)
forma los impedimentos de tal situación, que aunque
les hizo vivir épocas casi prehistóricas en las cuales Para profundizar en esto, consúltese el proyecto
los ancestros de nuestros ancestros también tuvieron núm. 6 “Inicio y reinicio de observaciones astronómi-
que habitar lugares protegidos como cavernas y aun cas en Mesoamérica”.
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EN EL CONTINENTE AMERICANO 157
FIG. 210
FIG. 211
FIG. 212
158 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
Por ser en realidad escasos los conocimientos de ción, orientación, cronometría, etc., propios del tlachtli
estos datos, el tema no ha sido estudiado a fondo por para complementar las funciones del observatorio con
nuestros investigadores actuales. las de un gran instrumental de marcación directa en
las observaciones y cálculos, para lo cual contaba con
Así fue la vivencia y el batallar de nuestros ances- parámetro y sistemas apropiados y que, además, en
tros para lograr sobrevivir en situaciones difíciles, que algunos casos tenía aditamentos complementarios
les rememoraban las situaciones similares de su pre- para funciones como en la determinación cotidiana
historia y que a su vez sus ancestros vivieron. Pero de la tlalohtli (eclíptica) como se verá más adelante.
nuestros antepasados en las épocas difíciles de la
glaciación o posglaciación mencionadas, tenían ya un El instrumento xomulwaztli estaba formado por
avance cultural que les ayudó en la supervivencia y, dos barras de madera cruzadas y unidas en su centro
dentro de condiciones limitadas, seguir avanzando con giro forzado para conservar la posición de las
en sus conocimientos generales, acrecentando su barras o brazos después de haber sido giradas (véanse
acervo general, sobre todo el astronómico, que fue figuras 218, 219 y 220), de una reproducción de tal
apoyado básicamente por el conocimiento de la instrumento el cual tenía en uno de los brazos cuatro
xomulzen, sus matemáticas, por lo que fue su primer ranuras previamente calculadas que servían para mar-
instrumento astronómico el xomulwaztli, que facilitó el car los valores principales de la medición angular
uso y manejo de tal unidad y que posteriormente pasó 1αze, 2 αze, 2½ αze y 5 αze.
a formar parte de los demás instrumentos de medi-
160 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
FIG. 218
FIG. 219
FIG . 220
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EN EL CONTINENTE AMERICANO 161
La marcación de estos valores la hacían por sim- Este uso y manejo del xomulwaztli, no sólo fue de
ple tacto y a plena oscuridad en sus observaciones campo, sino que nuestros antepasados lo debieron
nocturnas, pues al girar los brazos de su instrumento, hacer también en sus centros de cálculo y observa-
bastaba tan solo al observador introducir la uña en la ción, como lo demuestra la figura 222 (Códice Bodley
ranura correspondiente al valor deseado y ésta servi- A-2) y otra certificación similar se ve en la figura 223 y
ría de tope para obtener en la medición el valor angu- como es natural, siguieron usando este instrumento
lar requerido (véase la figura 221). hasta complementarlo con los tlachtin como se ve en
la figura 224, correspondiente al Códice Bodley A-2, y
La razón que debieron tener para fijar por tacto el de este mismo Códice, las figuras 226 y 230.
ángulo de medición en su instrumento fue para evitar
la luz artificial como hogueras, teas, etc., para ver mar-
cas o lecturas en sus instrumentos, igual como lo ha-
cen los astrónomos actuales que evitan cualquier luz
artificial cuando hacen sus observaciones.
FIG. 223
FIG . 221
FIG . 227
FIG. 229
FIG. 228
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EN EL CONTINENTE AMERICANO 163
FIG. 234
166 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
FIG. 237
FIG. 236
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EN EL CONTINENTE AMERICANO 167
Comencemos con datos de De las Casas, del en- que es la parte del Norte, a donde yo estaba posado para
cuentro de Cristóbal Colón con un solitario correo que ir a la Isla de Cuba [...], y me mostró el indio que al oessu-
navegaba en alta mar bajo sus propios conocimien- doeste ir a ella [...] y así navegué fasta el día al oessudoes-
tos de navegación y orientación marítima entre la Isla te [...]
Santa María y la Isla Fernandina, en un viaje que inició
en San Salvador. Complementamos lo anterior con el informe de
De las Casas:
En este camino entre la Isla Santa María y ésta, a quien
puso por nombre Isla Fernandina, toparon un solo in- [...] Con esta esperanza, Martes a la media noche alzo
dividuo en una canoa chiquita, que llevaba el pan de las velas y comenzó a navegar el oessudoeste, y lo mismo
estas tierras que es el cazabi, como el de esta isla Es- el Jueves 25 de Octubre, hasta las nueve del día navegaría
pañola de que después se hará mención, y una calaba- 10 leguas poco más, después de las nueve en adelante
za de agua y en una cestilla, traía unas cortezuelas verdes mudo el camino a la hueste, y andarían hasta las tres del
y dos blancas, moneda de castilla de lo cual conocieron día 11 leguas y entonces vieron tierra 5 leguas della y eran
que aquel venía de San Salvador y había pasado por la de siete o ocho islas en luengo, todas de Norte a Sur, a las
Santa María e iba a la Fernandina a dar nuevas de los cuáles llamó por el poco fondo que tenían, las islas de
cristianos el cual como había andado mucho remando arena; dijéronle los indios que habría de allí a Cuba, anda-
solo en su canoita y debía venir fatigado, vínose a la nao dura de día y medio de sus barquillos o canoas, surgió en
del Almirante, y luego mandó que lo metiesen el y su ellas el Viernes, Sábado 27 de Octubre, salido el sol man-
barquillo dentro. (Cerca de la isla dejolo ir). dó levantar velas para ir su camino de Cuba desde aque-
llas islas de arena, y hasta poner el sol, anduvieron 17
Con lo anterior se certifica que había navegación
leguas al Sur Sudeste, y antes de la noche, vieron tierra de
marítima en canoas individuales. Busquemos otra cer-
Cuba.
tificación en las indicaciones de navegación que los
nativos hicieron a Colón para llegar a Cuba como a
Del mismo diario de Colón: “[...] Los indios que
Pinzón, capitán de la Pinta con el mismo fin. Y en
iban en la carabela Pinta, dijeron que detrás de aquel
ambos casos resultaron ciertas, lo que demuestra que
cabo había un río, y del río a Cuba había cuatro
en nuestro continente ya había conocimientos para
jornadas y el capitán de la Pinta, que entendía que
situar en tiempo y espacio las necesidades marítimas.
esta Cuba era Ciudad [...]”.
NOTAS DEL DIARIO DE COLÓN:
Otro testimonio es en el cuarto viaje, cuando Colón
[...] Miércoles 24 de Octubre. Esta noche a media noche, encalló su maltrecha flota al norte de Jamaica, y manda
levanté las anclas de la Isla Isabella del Cabo del Isleo, por auxilio a la Isla La Española a indios en sus canoas
168 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
y medios, acompañados por un español. “Que envío muy prácticos marineros que se rigieran por la aguja y
por vía y mano de indios [...]”. “Y gran maravilla será carta de marear, fue cosa cierta [...].
si allá llega [...]”.
Aprovechamos la información de estos testigos
Los indios en un viaje normal de cinco días, cua- presenciales para tener datos de las canoas en las
tro noches, arriban a La Española y cumplen la mi- cuales nuestros ancestros aplicaban sus conocimien-
sión. Y naturalmente el viaje no fue una maravilla sino tos de navegación cuyo tamaño, según su función y
uno de tantos viajes que ellos hacían. Otro testimo- necesidades, variaba su dimensión (eslora) y compa-
nio también de B. de las Casas pero ya en el año 1516, remos con la eslora de la carabela Santa María; que
cuando unos indios cautivos en las bodegas de un era de 25.6 m, La Pinta con 17 m y La Niña algo me-
barco español en Cuba logran escapar y matar a sus nor que La Pinta y para ello se calcula la correlación
custodios, roban la nave española y huyen en ella a con las medidas en metros.
su isla de donde habían sido capturados y, como prue-
ba que habían llegado, dejan en su isla los restos que- Dato de C. Colón.
mados de la nave en que escaparon.
“Hallaron una canoa de un madero, tan grande
[...] Suben harto más ligeramente por la jarcia que los como una fusta de 12 bancos, muy hermosa, varada
marineros y sueltan sus velas y comienzan a navegar debajo de una ramada...” Aproximadamente 16.20 m.
derechos a sus islas, que distan de allí 250 leguas.
Los marineros y gente española, que se holgaban “Vieron una almadía o canoa de 95 palmos de
paseándose por la ribera, dizque vieron tan desenvuelta longuera de un solo madero, muy hermosa y que en
y ardiomente alzar las anclas y tender las velas y guiar ella cabrían y navegarían ciento cincuenta personas...”.
el nauto como sellos todos estuvieron dentro, espan- Aproximadamente 21.37 m.
tados comienzan a capear y dar voces, creyendo ser
los compañeros, llamándolos y diciendo si habían per- Sobre el anterior dato, De las Casas comenta:
dido el seso, pero después vieron los muchos indios “No es maravilla, porque en aquella isla hay muy
que andaban tan ligeros echando mano de las cuerdas gruesos luengos y odoríferos cedros colorados y,
y aparejos y guiando el navío por el mismo camino por comúnmente todas las canoas hacían de aquellos
donde vinieron, comenzaron a entender que aquello preciosos árboles [...]”.
era por mal de sus compañeros, y que los indios los
habían muerto y se iban para su tierra. Los cuales estu- Dato de C. Colón: “Todos éstos indios que venían
vieron mirando hasta que desaparecieron y no supimos con aquella india, dizque venían en una canoa que es
en cuántos días pero logró llegar a ella, como si fueran su carabela, en la que navegan de alguna parte...”
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EN EL CONTINENTE AMERICANO 169
astronómicas y no sólo a la legalidad y orden comer- Supongamos una canoa pequeña que en un mo-
cial en los tiankiztin, en lugares de tierra firme o islas. mento de su boga nocturna en alta mar, requiere orien-
Además, tenían un sistema práctico manual que aun- tarse; para ello bastaba al navegante abrir los dedos
que aproximado, les bastaba para sus necesidades de su mano izquierda, extendida horizontalmente y
cotidianas, de acuerdo a su experiencia y habilidad; viendo hacia la proa de su canoa y apuntando el es-
como ya se mencionó, este sistema consistía en usar pacio entre sus dedos índice y medio hacia una refe-
la abertura de los dedos de sus manos para obtener rencia que sería alguna estrella cercana a su horizonte
una indicación aproximada de orientación y medicio- y si veía que la estrella se movía aparentemente del
nes angulares. He aquí el porqué que sólo era tener dedo índice al dedo medio, su proa estaba apuntan-
conocimientos y medios. do hacia el Sur; y si la estrella en su movimiento se
movía del dedo medio al dedo índice, entonces su
Ahora veamos el cómo y lo haremos en el caso de proa apuntaba hacia el Norte (véase figura 238).
la navegación marítima para lo cual usaremos el siste-
ma manual en canoas pequeñas de un solo navegante Ahora para la boga en mar abierto en el día, el
en la que sus manos, aparte de bogar, le permitían método era parecido, con su mano extendida y dedos
orientación y en naves mayores, con mayor número abiertos y con la vista frente a su proa y apuntando
de hombres, podrían contar con aditamentos o ins- sus dedos índice y medio al Sol, y si éste se movía del
trumentos más precisos, como medallones, pectora- dedo índice al dedo medio, su proa apuntaba al Sur y
les, que al igual que los contrapesos de los malacates, si el Sol aparentemente se movía del dedo medio al
tenían indicaciones grabadas y datos astronómicos, dedo índice su proa apuntaba al Norte.
información de tierra adentro o costera, incluso un
navegante con mayores conocimientos astronómicos. Esta información diurna la podrían obtener obser-
vando la sombra producida por la luz solar, pues
Hay que hacer notar que los medallones y conocían el movimiento aparente del Sol.
pectorales –véase figura 241– eran de oro y por esta
pequeña razón fue lo primero que intercambió o arre- Esto habría roto el asombro y el maravillarse
bató Cristóbal Colón en sus viajes, fueron las prime- de Cristóbal Colón y de Bartolomé De las Casas,
ras remesas de este metal a España según la propia que no podrían imaginarse cómo indios desnudos,
información en su diario. sin compás ni carta de marear, podrían navegar en
alta mar.
Así pues, comencemos la explicación aplicando el
sistema manual.
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EN EL CONTINENTE AMERICANO 171
Pero Cristóbal Colón y De las Casas no sabían que Además, estaban ayudados por los milenarios
estos indios desnudos, sí tenían un compás de cinco conocimientos astronómicos de Ixachillan, por pocos
puntas con abertura angular conocida, la xomulzen, y de estos conocimientos que tuvieran los indios des-
las puntas eran los cinco dedos de sus manos, así pues, nudos de nuestras islas, eran mayores a los que pu-
tomando con aproximación en sus mediciones a la dieran tener los españoles. Por ejemplo, nuestros
xomulzen y apoyados en la división ecuatorial de 20 navegantes podrían medir su tiempo de boga en la
xomulzen, la cual en su horizonte marino era fácil de noche, pues en Ixachillan la unidad xomulzen dentro de
concebir, con su compás de cinco puntas podrían ha- su sistema matemático de factor-concepto, represen-
cer las correcciones y ajustes de su boga para tener taba la veinteava parte de la rotación terrestre (hora).
una derrota acertada para la noche y el día respectiva- Así pues en el Continente Americano se conocían los
mente (véanse figuras 239 y 240). movimientos reales de la Tierra y obvio los movimien-
SUR
ice
Índ
io
Med
io
ESTE Med OESTE
ice
Índ
Mov. aparente
NORTE
FIG. 238
172 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
bo
m
Ru
o
e stin
Án rro
ad
de
t
rro
gu
De
de
lo
)
)
ZE
α
α ZE
ta
3(
Pulgar
(2
ce
io
ed
di
Ín
M
α ZE)
la r (1
Anu
Meñique (0 α ZE)
Canoa
FIG. 239
bo
R um
o
e stin
Án rro
ad
de
t
rro
gu
De
de
lo
Pulgar (5 α ZE)
)
ZE
)
α
α ZE
ta
(3
(2
e
io
dic
ed
Ín
M
)
lar ( 1 α ZE
Anu
Meñique (0 α ZE)
Canoa
FIG. 240
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EN EL CONTINENTE AMERICANO 173
FIG. 242
10
Rayos solares
Rayos solares
11 9
Rayos solares
12 TONALLI
8
Rayos solares
13 7
TIERRA
14 6
Tlauhkopan
15 5
A
16 4
Mo
real vimien
de l t Estrella 1
17 a Ti o 3
erra
Horizonte Movimiento
Estrella 2
horario 18 2
aparente
JOWALLI
de la bóveda de los astros
19 1
celeste 20 incluyendo el Sol
FIG. 243
10
Rayos solares
Rayos solares
11 9
Rayos solares
12 TONALLI
8
Rayos solares
13
re Mo 7
al vim
de ie
la nto
Tie
14 rra
6
Tlauhkopan
15 5
A
16 4
TIE
RR
A
Horizonte 17 Estrella 1 3
Movimiento
horario
Estrella 2 aparente
de la bóveda
18 JOWALLI 2 de los astros
celeste
19 1 incluyendo el Sol
20
8 Han transcurrido 8 Igual derrota ½ hora antes del En el punto B será medio-
horas de boga y por 2 α ZE mediodía día = hora 10. Recuérdese
Véase la rotación terrestre = hora 9½ que el Zemillwitl o sea la
figura 243 la posición de A = rotación terrestre está
hora 11 o sea 6 dividido en 20 horas y se
horas después de la comienza a contar a partir
salida del Sol de medianoche
176 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
FIG. 244
10
Rayos solares
Rayos solares
11 9
Rayos solares
12 TONALLI
8
Rayos solares
13 7
TI
ER
RA
14 6
Tlauhkopan
15 5
A
M de
re
16 4
ov la
al
im T
ien ier
to ra
Horizonte 17 Estrella 1 3
Movimiento
horario Estrella 2 aparente
de la bóveda 18 JOWALLI 2 de los astros
celeste 19 incluyendo el Sol
1
20
FIG. 245
10
Rayos solares
Rayos solares
11 9
Rayos solares
12 TONALLI
8
Rayos solares
Movimiento
13 real de la Tier
ra 7
14 30 horas 6
de boga
15 5
A
16 4
TIERRA
Horizonte 17 Estrella 1 3
Movimiento
horario
Estrella 2 aparente
de la bóveda
18 JOWALLI 2 de los astros
celeste
19 1 incluyendo el Sol
20
de la Tierra, pero también nuestra ubicación respecto situar los elementos siderales por medio de la xomul-
a la estrella O1, y en la figura 245 vemos que nuestra zen y la división cuadriculada de la misma bóveda, les
posición terrestre es en el punto B pero con referen- fue fácil situar a los elementos estelares en el planisfe-
cia a otra estrella On no mostrada en la figura 245 y en rio actual, que tiene también división posicional
el punto A, estará posicionado On. Por lo que nuestro (ascensión recta y declinación), incluyendo las 88
viaje en tierra fue el punto A al punto B, pero en constelaciones y que en alguna forma es similar al
el espacio fue de la referencia a la estrella O1, a la sistema posicional que ellos usaban (xomulnakaze-
referencia respecto a la estrella On. Tal situación ketzaxomulli o mamakuitetl); basado en la xomulzen que es
la sabían y manejaban nuestros ancestros para situar- la quinta parte del cuadrante celeste en observación.
se en la Tierra, no importa que fuera en alta mar, y
ubicarse en el espacio; por lo tanto su navegación en Así por ejemplo, en la figura 247, tomaron a Sirio
dirección y posición era acertada, lo que demuestra como vértice de su sistema y a partir de esta estrella
la importancia del uso de la xomulzen en su vida coti- uno de los ejes determina a Procyon, otro eje a Tejar
diana. Pero la aplicación de la xomulzen fue principal- posterior (u Géminis), el siguiente eje a Betelgeuse, el
mente en procedimientos técnico-científicos, como eje contiguo ubica a las pléyades pasando tangente al
fue determinar que los ejes que unían entre sí a cen- cinturón de Orión y el último eje posiciona a Saphir.
tros científicos y de estudio tuvieran una relación an-
gular previamente calculada de acuerdo a dicha Como un segundo ejemplo, tomaron como vértice
unidad. Véase capítulo núm. 5 “Sistema Local y Con- de sus ejes a Nath (Btaurus) véase figura 248, determi-
tinental de Observación y Cálculo”. nando con un eje a Pollux (B Géminis) y con otro a Alhena
(Y Géminis) y a Gomeisa (βCanis-Minor), pasando muy
Para complementar la concepción de la aplica- cerca de Procyon, con el siguiente eje a 2210 pasando a
ción de la xomulzen en sus diferentes formas, verifique- un lado de la 2237 (Nebulosa la Roseta) y a continua-
mos un viaje inverso, es decir, que nuestros ancestros ción a Betelgeuse y con el último eje a Bellatrix (y Orión).
hagan un viaje imaginario a nuestro tiempo y de acuer-
do al ideograma de su época, figura 246 del Códice Naturalmente esta aplicación para lograr tales
Fejerevay-Mayer, que muestra el sistema manual y ubicaciones, nuestros ancestros en sus épocas la hacían
estrellas localizadas con tal sistema, por lo que nues- directamente en la bóveda de sus correspondientes
tros ancestros hipotéticamente ya en nuestra época cielos y de acuerdo a sus sistemas de observación cien-
harían una aplicación de la unidad con tal sistema, tíficos o prácticos según el caso y obviamente diferen-
sobre algún planisferio (1950-2000) que les hubiése- te el tiempo transcurrido o requerido para visualización
mos proporcionado, tal como se muestra en la figura de los distintos elementos celestes en estudio.
247, pues a nuestros antepasados, acostumbrados a
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EN EL CONTINENTE AMERICANO 179
3
PLEYADES
TEJAR
1 4
BETELGEUSE
PROCYON
5
SAPHIR
FIG. 246
SIRIO
FIG . 247
180 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
POLLUX
1 β NATH
ALHENA
GEOMEISA BETELGEUSE
BELLATRIX
2 2210
4
5
FIG. 248
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EN EL CONTINENTE AMERICANO 181
FIG. 255
FIG . 256
FIG. 257
184 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
FIG. 258
FIG. 259
En la figura 260, aunque no está representado el cada uno, vemos que sí existe el emblema del conoci-
símbolo o emblema del conocimiento astronómico- miento astronómico en el ideograma, pero con brazos de
matemático, sí está indicado en cuatro ocasiones un dimensión angular de dos xomulzen y cuyos ejes perpen-
valor angular de dos xomulzen, que corresponden a la diculares coinciden en el centro del cuadrado interno.
prolongación de los lados de los cuatro brazos de la cruz
formada en el ideograma, en un caso la prolongación de Lo que alerta a los investigadores que hemos caí-
los lados tiene su vértice en la mitad lateral del cuadrado do en el error de confundir la simetría estética, arqui-
central, que bien pudiera referirse al Hunab-ku, y en el tectónica, etc., con la simetría de lineamientos
otro caso, el vértice está en el glifo del Sol, fuera del de cálculos o funciones específicas que nuestros anti-
cuadrado central. Consúltese el proyecto núm. 2. “Astro- guos sabios combinaban con la simetría estética,
nomía y Amoxtin”; y los otros dos vértices no marcados arquitectónica o simplemente geométrica, para dar
en la figura, tampoco son simétricos respecto al cuadra- a una función o cálculo una forma bella con simetría
do central. Pero si analizamos los ángulos exteriores propia dentro de los ideogramas en manufacturas, edi-
entre brazo y brazo, cuyo valor es de 3 unidades (αze) ficaciones o monumentos.
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EN EL CONTINENTE AMERICANO 185
FIG. 260
FIG. 261
186 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
FIG. 264
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EN EL CONTINENTE AMERICANO 187
Una síntesis de la aplicación que hacían de la unidad calizada por un recuadro en la figura 265 (véase la figura
xomulzen, la vemos en uno de los ideogramas (figura 266) y en la que vemos una plantilla o guía de ángulos
265) y que hoy conocemos como la “Piedra del Sol” y con valores basados en la xomulzen y que posiblemente
que fue creado para consulta general de datos para fueron usados en la elaboración del ikzemipowalli (“ca-
cálculos de estudios por realizar o para tomar datos lendario”) o en una secuencia angular no conocida ni
o resultados ya obtenidos con la utilización de la uni- estudiada. Y estos valores angulares (véase figura 266)
dad mencionada así como para el manejo de las 20 según la numeración que los marca son:
xomulzen, en que dividieron el ecuador celeste (véase
figura 267) y que representaba un valor total o un todo 1 IGUAL A 5 α ze
en conceptos astronómicos de objetos o elementos 2 IGUAL A 2½ α ze
en estudio, pero en forma independiente para cada 3 y 5 IGUALES A 2 α ze
caso en particular, como ciclos de elementos celes- 4 IGUAL A 3 α ze
tes, finales de procesos matemáticos, etc., en que el 6 y 7 IGUALES A 1 α ze
todo contaba con veinte partes consecutivas, y a su
vez la veinteava parte (xomulnakaze) del todo, tenía un Así pues, consideramos al “Calendario Azteca” o
factor calculado, que al ser multiplicado por veinte “Piedra del Sol” ya constituido; denotamos que con
daba como resultado el valor total del todo, lo que les su matriz vigesimal en combinación con su sistema
dio un sistema de factorización-concepto, pues usa- factor-concepto servía plenamente a nuestros ante-
ban la misma matriz (división ecuatorial celeste) de pasados en sus cálculos de espacio y tiempo. Por
veinte partes y con sólo cambiar el factor para cada ejemplo: si lo usaban con la weypowalli o Cuenta Gran-
uno de los diferentes conceptos, obtenían el valor re- de que era de 1040 años que al dividirla entre veinte:
querido. Esta matriz la vemos marcada como base de 1040 ÷ 20= 52 años, o sea, un xiuhmopilli por lo que
cálculos en la monumental pieza que en sí es un el factor de cada cuadrete (xomulnakaze) era 52.
ikzemipowalli (calculador cósmico) para uso y de consulta
en cálculos con su sistema factor-concepto y con lo cual Pero lo más importante de este “Calendario” y los
obteníanunagamadedatosquevandesdelaxiuhkuatome otros que se conocen, así como estelas líticas, amoxtin,
(movimiento de precesión), la tlalohtli (movimiento de edificaciones, etc., son los exponentes del conocimien-
traslación), el ilwitl (movimiento de rotación) y la to astronómico y matemático representado por el em-
interrelación entre estos movimientos terrestres, in- blema de la xomulzen y cuya transmisión desde los
cluyendo datos de ciclos planetarios y otros. tiempos de nuestros ancestros hasta nuestros días,
nos hacen nuestros sabios abuelos.
Pero, además, en la parte exterior izquierda del
ikzemipowalli y que es la parte no labrada, la cual está lo-
188 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
FIG. 265
FIG. 266
FIG. 267
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EN EL CONTINENTE AMERICANO 189
FIG . 268
FIG. 269
FIG. 270
190 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
Una representación de esta transmisión es el obe- nuestro tiempo ancestral o pasado, fue efectuada una
lisco conmemorativo procedente de Atlitzintla, cono- transmisión de conocimientos científicos hacia su fu-
cido como Alvarado, Veracruz, y que actualmente turo; por tal motivo fue hecho este obelisco conme-
se encuentra en el Museo de Antropología de Méxi- morativo, para nuestros días o presente actual, fue y
co (véase figura 268) y en el cual vemos claramente es el futuro de nuestros antepasados, por lo tanto es
cómo el conocimiento científico representado por el válido tomar este obelisco como la representación de la
emblema de la xomulzen, pasa de la mano de una ge- transmisión del conocimiento o saber de nuestros abue-
neración a otra (véanse figuras 269 y 270). Esta admi- los a sus descendientes actuales.
rable pieza nos comunica que en un presente de
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 191
Capítulo 3.
Los trece cielos
EE ste capítulo es para mostrar el enlace del acervo de sus observaciones, experimentos
y cálculos puramente estelares con los conocimientos de los movimientos de
rotación y traslación de la Tierra respecto a la estrella más cercana a ella, o sea, el
Sol, en que la Tierra forma parte del sistema planetario de tal estrella.
)
N
191 FIG . 271
192 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
Pero este eje se convirtió en su eje Tlauhkopan, cuando hacen intervenir un segundo parámetro que es
precisamente el Sol (véase figura 272), durante el equinoccio primaveral.
)
N
FIG. 272
La intervención de este segundo parámetro lo orientado o día primario dirigido. Este segundo nom-
hacían en los equinoccios. bre de la unidad indica claramente su conformación
celeste, pues a través de un señalamiento primario
En estas condiciones detectan que en un lapso hecho por su eje Tlauhkopan, que les indicaba el pro-
bastante amplio, en que la visión del Tlauhkopan per- pio desplazamiento en los parámetros estelares en la
manece constante hasta el segundo parámetro, o sea, bóveda celeste en una dirección después de
el Sol, pero no así con la estrella ON que ha tenido un transcurrir varios intervalos de 260 rotaciones o
pequeño desplazamiento respecto al eje y aunque este zemilwitl. En este estudio se usará indistintamente el
desplazamiento es pequeño y ha transcurrido en un nombre de ikzemilwitl o el de zemilwitl para facilidad de
tiempo grande, es perceptible dentro de una genera- exposición, ya que esta unidad así está incluida en su
ción de astrónomos y las siguientes generaciones. Para consenso astronómico-matemático.
medir estos pequeños espacios y grandes tiempos lo
hacían con mediciones directas, aprovechando ante- Las plenas observaciones y cálculos del desplaza-
riores datos parametrales, así como de conteo de su miento de la indicación o señalamiento del Tlauhkopan
astronomía estelar. Los datos parametrales anteriores en los parámetros estelares fue lo que les permitió
es difícil localizarlos, pues la información de ellos de- conocer y precisar con este desplazamiento al movi-
bió estar asentada en los amoxtin que los españoles miento de precesión de la tierra a la cual llamaron los
incineraron, pero no así los datos de conteo de los dos Xiuhkoatzin (véase la figura 273). Representada en
cuales aún persisten como la weypowalli o cuenta vie- la “Piedra del Sol”.
ja de 1040 años, así como una cuenta menor: el
Ikzemiwitl (día celeste) de 260 días, que les servían como El estudio de este movimiento lo hicieron basán-
unidades de tiempo que usaban en el cómputo de dose naturalmente en los datos registrados a través de
sus observaciones exclusivamente estelares. La uni- miles de años y apoyando sus cálculos en sus dos uni-
dad Ikzemilwitl (día celeste o cósmico) también lo co- dades de tiempo vigentes en sus épocas, y que eran
nocían como Zemilwitl cuya traducción es: día la cuenta weypowalli de 1461 (ikzemilwitl) y la del pro-
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 193
parámetros escogidos y que fue básica para seleccio- En consecuencia, teniendo la esfera celeste divi-
nar tales parámetros (véase figura 275), pues resultó dida en 26 partes o cielos:
que el valor calculado era la veintiseisava parte del
ecuador celeste; por esta razón fijaron también en 26 1 cielo= 26000/26=1000 años
partes o cielos la división que para la indicación en la
bóveda celeste efectuaba el eje Tlauhkopan al despla- Posiblemente estos resultados obligaron a nues-
zarse por efecto del movimiento de precesión terres- tros ancestros a tener una unidad de tiempo común a
tre que, como se dijo, tenía una duración de 25 la fase estelar y a la fase Tierra-Sol, para que a su vez,
weypowalli = 36525 ikzemilwitl, pero tomando las uni- la unidad estelar la weypowalli pudiera ser manejada
dades de tiempo de la segunda fase Tierra-Sol y que en la matriz de cálculo compuesta de 20 partes, lo
eran: que fue fácil solución, pues:
FIG. 275
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 195
Al nacimiento de esta nueva unidad del enlace la por la concepción dual de su cultura, consideraron al
llamaron con toda razón xiuhmopilli (nuestro hermoso movimiento del eje de la Tierra con un principio de
niño). Y de acuerdo a su sistema de factorización en su cero años en un determinado punto hacia otro punto
matriz de cálculo la weypowalli, tendría un factor = 1, diametralmente opuesto en un recorrido de 13000
en donde cada cuadrete sería igual a un xiuhmopilli. años y de este punto (13000 años) y en forma dual o
contraria al punto inicial, empleando también 13000
Como ya se había dicho antes, el movimiento de años para hacer un total de 26000 años para reiniciar
precesión lo representaron como los dos xiuhkoatzin y el nuevo periodo de precesión (véase figura 276).
Eje eclíptica
ra
Tier
Eje
26000 años
13000 años
Cero años
stre
rt erre
ado
Ecu
23°27’
Eclíptica 7
16
Ecu
ado
r te
rres
tre
FIG. 276
196 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
La concepción dual del tiempo-espacio en 13000 vieran ligados a su astronomía, por ejemplo, sus ca-
años en un sentido y 13000 años en sentido contrario, lendarios cívicos, que incluso también los computa-
dio origen a llamar trece cielos a la división de la bóveda ban en su matriz de cálculo (véase capítulo 4
celeste en trece cielos duales de 1000 años cada uno. “Xiuhmopilli-Nawi Ollin” y capítulo 22 “Correlación del
tonapowalli con los calendarios juliano y gregoriano”).
En la xiuhkoatzin, representadas en la “Piedra del
Sol”, precisamente en el eje del principio y fin del con- Así nuestros antepasados resumieron en piezas
teo de los cielos, nuestros antiguos matemáticos, líticas el contexto dentro de sus trece cielos o
con el cuadrete trece akatl precisaron la dimensión física xiuhkoatzin a los tres movimientos principales de la Tie-
de un cielo y con esta medida fue con la que calcula- rra en el espacio y tiempo infinito (véase figura 278).
ron los cielos en esta pieza lítica (véase figura 277).
Así también, introducen dentro de la información
Con el conocimiento de los trece cielos duales, en sus amoxtin las nuevas unidades del enlace astronó-
nuestros ancestros usaron con mayor frecuencia la mico y estas unidades son el xiuhmopilli de 52 años y el
cifra trece en sus cálculos conceptuales en el enlace tlalpilli de 13 años así como el conteo de 13 en 13 de
de sus fases astronómicas para lograr la sincronía en las revoluciones terrestres o días y convierten su uni-
tiempo en los cómputos de los tres principales movi- dad el ikzemiwitl o zemiliwitl (260 días) en otra unidad
mientos de la Tierra, que fueron y son: La rotación, la más de enlace pero con el nombre de tonalamatl, o sea,
translación y la precesión. el referente a su antigüedad, que estaba registrada pre-
cisamente en el amatl (papel) de sus amoxtin
Surgiendo así este enlace, la unidad tlalpilli tiene astronómicos, con el nombre ya de tonalamatl. El uso
una traducción como “El niño de la Tierra”, muy ade- de esta unidad fue básico en los cálculos de sus otras
cuado para el enlace cielo-Tierra a través de su astro- ciencias como la genética y la ecología.
nomía y también comienza el conteo de las rotaciones
o días de 13, con lo cual lograron incluir el ikzemilwitl A esta unidad algunos investigadores históricos y
en la matriz de cálculo pues: 1 ikzemilwitl= 20 trecenas recopiladores de las apreciaciones españolas, la llaman:
de días, así como también: Calendario Religioso, Calendario Astrológico, Calen-
dario Satánico, etc., pero estos recopiladores no con-
1 xiuhmopilli= 4 tlalpilli= 4 × 13= 52 años= 13 nawi-ollin cibieron que era una unidad de cálculo de nuestros
ancestros en sus estudios astronómicos y terrestres, por
Pero lo más importante fue que con tal cifra tre- ejemplo: en las observaciones y cálculos meteoroló-
ce; lograban una continuidad en el tiempo infinito en gicos, en la traslación y en particular en la estación
sus cálculos matemáticos que en alguna forma estu- zohpantla (verano) que por su etapa lluviosa y de nu-
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 197
s
s
s
s
s
s
1 13
s
12
s
2
s
11
s
3 s
s s
10 s
s 4 s
s
9
s
5
s s
s
8
s
6
s
s
s
7
7
s
s s
s
6
8
s
s s
s
5
9
s
s s
s 4
10
s
s
3
11
s
2
s
12
s
s
s
13 1
s
s
s
s
s
s
Polo eclíptica
Tierra
Eclíptica
Ecuador celeste
FIG. 278
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 199
blados no era muy apropiada para sus observaciones Con esta simple concepción meteorológica, los
celestes y, además, la posición de esta etapa era cons- recopiladores de la apreciación española debían ha-
tante en el ciclo de traslación o xiwitl. ber notado que llamar al tonalamatl calendario religio-
so, de vaticinios, satánico, etc., era incorrecto, pues
Para manejar las dificultades visuales en la obser- en el esquema de la figura 279, se ve claramente en
vación y a la vez tener una apreciación conveniente forma objetiva, la variación posicional del zohpantla o
para sus estudios y cálculos dentro de las ciencias verano dentro del ciclo del tonalamatl. En el cual to-
afines a la astronomía, hacen variable la posición de mando el lapso de difícil observación visual y con un
zohpantla, y para lograrlo la enmarcan y computan promedio de 105 días, incluido el verano, se nota cla-
dentro de la unidad zemilwitl o tonalamatl (260 días), y ramente la variación posicional del zohpantla dentro
así tener la posición de zohpantla o verano de 91 días de los ciclos del tonalamatl y detectando también que
en un ciclo de 365.25 días (en Mesoamérica tiene un cada siete ciclos hay un tonalamatl que está libre de la
promedio aproximado de 105 días la etapa de visuali- etapa difícil, es decir, con cielos limpios que incluyen
zación celeste difícil) y así obtener la correlación de las tres estaciones restantes; tonazko (otoño), zekuitzpan
posición y tiempos de estudio de la etapa meteoro- (invierno), izkalli (primavera) y así obtenían una se-
lógica del verano en la secuencia de los tonalamatl cuencia programada de la visualización de la bóveda
dentro de los ciclos de traslación o xiwitl hasta ser celeste en y para sus estudios correspondientes en la
coincidentes cada xiuhmopilli o 52 años. Tierra.
260
36.5
FIG. 279
200 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
Independiente de su función como unidad de netas-Tierra, etc. (Véase capítulo 7 “Sistemas de Orien-
tiempo en sus estudios astronómicos, y por lo ya ex- tación e Instrumentacion”).
puesto, notamos el manejo que hacían de un ciclo de
lapso menor dentro de otro ciclo de lapso mayor en Este sistema de cálculo fue detectado al analizar
el kawitl (tiempo medible) dentro del kanitl o tiempo al instrumento indicador iknextilwaztli en las figuras
infinito para situar en el tiempo-espacio una etapa 280, 281 y 282, y en la pieza misma se denotó que el
meteorológica terrestre en la secuencia de la obser- brazo indicador de este instrumento tiene una venta-
vación celeste. nilla para leer las indicaciones o datos de la matriz de
su propia plantilla y además la punta de este brazo indi-
En estas condiciones de enlace astronómico y cador tiene un doblez en forma de Z (Zeta) y la altura
estudios terrestres era obvio que requirieran mejores de este doblez es igual al grueso del iknextilwaztli, lo
medios que los ayudaran en sus estudios; uno de que indica que esta punta no solamente indicaba la
estos medios eran los sistemas adicionales en los dirección y altura de un objeto celeste observado, sino
tlachtin, que les permitían el seguimiento cotidiano del que también indicaba en un plano que estuviera al
movimiento aparente del Sol, que les determinaba nivel de su base (véanse figuras 283 y 284).
el movimiento real de la Tierra en el plano en que movía
alrededor del Sol, o sea, en el plano de la eclíptica, y así
entrar simultáneamente a su tercera fase que fue la
planetaria, para complementar su ciencia astronómica.
FIG. 282
FIG. 281
FIG. 284
Plantilla graduada
FIG . 284
202 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
a) Si el powatzin o calculador era para uso manual dos en el capítulo 1, o con pequeñas columnas y cuan-
y personal, por lo regular en forma de pectora- do la marcación sería en forma permanente, la hacían
les, el material empleado era el oro en ambas por medio de parámetros fijos, de edificaciones se-
plantillas y su tamaño pequeño y posiblemen- cundarias, o con columnas a cierta profundidad, etc.;
te usaron también el jade para los de tamaño por lo que el material empleado en el iknextilwaztli, fue
un poco mayor. piedra o madera, sobre todo en este material para
facilidad de uso, y el material de la segunda plantilla
b) Si la utilización era para fines académicos y fue el propio de la edificación circular y el tamaño fue
docentes, el iknextilwaztli (primera plantilla) ac- mayor, como lo podemos constatar en la actualidad al
tuaría sobre piezas parecidas a la “Piedra de contemplar las edificaciones circulares que apoyándose
Tizoc”, que sería la segunda plantilla y en este en sus paisajes, incluyendo su horizonte, consiguieron
caso el iknextilwaztli sería de madera para facili- no solamente su marcación y delineamiento, sino tam-
dad de operación y la segunda plantilla sería bién conseguían fijar en “sus cielos”, los resultados
pétrea y para calculadores de mayor tamaño marcados y delineados como lo fueron en:
posiblemente ambas plantillas eran líticas.
Kalixtlawaka
c) Para cálculos en su presente y futuro, la segun- Chichen Itza
da plantilla debía tener una superficie más am- Ixtapaluka (ya destruida y desaparecida)
plia para marcar datos futuros que debían ser Zempoala
permanentes durante lapsos muy grandes y que Kuikuilko
debían ser computados y sincronizados con las Sabinito Tamaulipas
marcaciones movibles o temporales de lapsos Las Yakatas de Michoacán
menores de los cálculos inmediatos. La Gran Plataforma del lado oriente del Iztaccihuatl, etc.
Estas superficies amplias las consiguieron hacien- Las matrices usadas en las primeras y segundas
do la segunda plantilla en forma de edificación circular plantillas del sistema calculador (personal, académi-
que en su base superior tuviera calculada y delineada co, edificación circular), fueron similares a las que se
su matriz apropiada, e incluso dicha matriz podría ser muestran en la figura 287, cuyas divisiones y partes
adicionada y bien podría ser para cálculos terrestres o de sus matrices, eran de 38, 29, 40, 20, 8, 16, etc., y el
de cualquier otro objeto celeste, y al ser computada número de matrices en varias plantillas era de uno,
con la matriz del iknextilwaztli, obtenían los resultados dos, tres, según su aplicación y en algunas segundas
requeridos para su marcación temporal o momentá- plantillas aparte de su función astronómica, fueron
nea que hacían con parámetros como los menciona- posteriormente usados sus laterales para grabar
204 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
ciencias antes mencionadas y era a partir del inicio c) Una segunda plantilla con matriz de 20 divisio-
hacia el norte del movimiento aparente del Sol y que nes idénticas a las divisiones de su ecuador
sucedía precisamente en el solsticio de invierno, al cual terrestre y celeste.
apunta el eje de Witzilopochtli, y a este inicio nuestros
ancestros llamaban cariñosamente el nacimiento d) Los factores-concepto de Venus y Tierra (FcV
de Witzilopochtli o tonapilli, es decir, el nacimiento del y FcT):
niño Sol.
FcV = c. sinódico = 584 = 36.5
Otra razón de selección fue la correlación de ejes Matriz 16
de Kuikuilko con otros centros de estudio de gran an-
tigüedad y relevancia científica cuyo enlace angular FcT = traslación = 365.25 = 18.26
entre tales ejes fue previamente calculado con refe- Matriz 20
rencia a la unidad de observación astronómica (∝ze)
(véase el plano de la figura 288 y las figuras 289 y e) Y con los ejes: Tlauhkopan
290, que sólo tienen indicación angular, sin escala
longitudinal). Hechas las aclaraciones anteriores, ha- Eje de la conjunción superior Tierra-Sol-Venus
gamos el primer ejemplo: previamente determinado
Será el cálculo sinódico de una determinada La manera o mecánica de utilización de este sis-
posición de Venus, para definir la posición apa- tema de cálculo era (véase figura 291):
rente del Sol en la eclíptica y con ello determinar
la posición sideral de la Tierra y para lo cual nues- 1. Fijar su segunda plantilla orientada en dirección
tros antiguos matemáticos y astrónomos conta- del eje 2 Tlauhkopan al inicio de ollin (media noche).
ban con:
2. Posiciona su iknextilwaztli centrándolo encima
a) El conocimiento sinódico de Venus=584 ro- de la segunda plantilla apuntando el inicio de
taciones terrestres o días sus divisiones hacia el eje 2 de la conjunción
superior Tierra-Venus y con el brazo móvil de
b) El iknewxtilwaztli con una matriz en este caso su indicador, apuntaban hacia Venus en el mo-
de 16 divisiones, similar a una de las matri- mento del estudio posición A, en el eje 3, y a
ces de la “Piedra de Tizoc” que tiene tres ma- través de la mirilla del brazo tomaban la lec-
trices de 16, 40 y 48 divisiones. tura de las divisiones de su matriz a partir del
eje 2, en la figura del ejemplo serían 3.
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 207
20.00
19.50 19.50
C. Gordo
ZE
2α Teotiwakan 19.40
19.40
ZE
4α
Tenayuka Texkoku
ZE
α
ZE
α
19.30 19.30
Tenochtitlan 4α ZE
2α ZE
19.20 19.20
C. de la Estrella
Kuikuilko Tlapakoya
½αZE
Xochimilko Chalko
19.10
Amekameka
Popokatepetl 19.00
ZE Tlapakoya
C. Estrella
Kuikuilco Hacia este valor apuntaban el extremo del brazo
Amekameka
indicador en la matriz terrestre y se obtenía el eje 2
Xochimilco
Popokatepetl que determinaba la posición aparente del Sol en la
FIG. 289
eclíptica, con lo que obtenían la posición sideral de
la Tierra para el momento en que Venus se encuentra
en la posición A, sobre el eje 3.
Matriz Tierra = 20
FLT = 18.26
Matriz Venus = 16
F CV = 36.5
2
1α
Eje
conjuncional
α2
3
Posición A
de Venus
α3
FIG. 291
210 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
Matriz Tierra = 20
FC T = 18.26
Matriz Marte = 40
FCM = 19.5
2 α1
Eje
conjuncional
α2
α4
3
α3
Posición A
de Marte
Tlauhkopan
0 0.5 1.0 1.5
arte
Ó rbita M Bóveda y ecuador
celeste infinitamente
reducidos
ie rra 0
1 23 Bóveda celeste
t aT 21 de marzo
r bi 2 22
Ó abril
Órb
ita M marzo 21
3
mayo erc
urio
4
febrero
20
5
junio
19
enero
6
julio
18
7
diciembre
agosto 17
8
16
noviembre
9
15
septiembre octubre
10 14
11 12
13
23 de
septiembre
FIG. 293
212 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
A partir del eje 2 y con este valor lo marcaban de la conjunción mencionada y considerando a la
con la punta del brazo indicador en la matriz terrestre Tierra como centro del movimiento solar aparente y
y obtenían la dirección del eje 4 de la posición apa- sobreponiendo en el centro la plataforma superior
rente del Sol en la eclíptica para determinar la posi- de Kuikuilko con una dimensión sin escala pero muy
ción de la Tierra en el momento en que Marte estaba aumentada, las matrices de 16 (Mercurio) y de 20 (Tierra)
en la posición A, sobre el eje 3. (véase fig 294).
Para el tercer ejemplo, que será como ya dijimos La figura 295, muestra la posición espacial de la
en Kuikuilko, debemos aclarar sobre la situación en el conjunción superior de Mercurio.
espacio de la parte del sistema planetario que nos
ocupa: Así pues, dando valores al eje 2 que será la fecha
de la conjunción superior de Mercurio el 30 de abril
La Tierra y los tres planetas de los ejemplos, giran de 1994, previamente marcada en la plataforma su-
alrededor del Sol en órbitas determinadas de acuerdo a perior por el parámetro Q2 que indica al eje 2 y sobre
sus distancias respecto al Sol, tomando la U.A. (distan- esta indicación se posiciona el inicio de la matriz de
cia Tierra-Sol), lo cual se nota tomando como centro Mercurio. El siguiente paso será dirigir el brazo indica-
al Sol en el momento de la conjunción Tierra-Sol-Mer- dor hacia la posición A, de Mercurio, que será el eje 3
curio (véase figura 293). y se toma la lectura en la mirilla entre el eje 2 y el eje 3 que
será de 1.5 divisiones de la matriz de Mercurio y de
Para el estudio sinódico en el momento de la con- acuerdo con el factor-concepto Fc de Mercurio
junción, la Tierra se considera como el centro del 116 = 7.25 en donde la lectura representa
movimiento aparente del Sol, pero las órbitas de los 16
planetas seguirán siendo siderales y con centro en el 7.25 × 1.5 = 10.875 días.
Sol a lo largo del movimiento aparente del mismo.
Como es natural, la posición A en el eje 3 fue
Hecha la aclaración pasemos al tercer ejemplo, marcada por el parámetro Q3 en la plataforma.
que haremos en nuestros tiempos en el año de 1994,
en el centro de observación y cálculo de Kuikuilko, Para conseguir el buscado eje 4 de la posición solar
aunque podría ser otra cualquiera edificación circular aparente, basta dividir el valor de 10.875 entre el fac-
y otra fecha actual, en las que se usará el calendario tor Fc de la matriz terrestre:
gregoriano y también se usarán para comprobación
las 24 divisiones actuales del ecuador celeste, o sea, 10.875 = 0.595 aprox. 0.6 divisiones de la matriz terrestre
la ascensión recta (a). Usando la figura 293 y a partir 18.26
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 213
Tlauhkopan
0 0.5 1.0 1.5
Marte
Órbita Bóveda y ecuador
celeste infinitamente
Eje 2 reducidos
ie rra 0
1 23 Bóveda celeste
t aT
r bi 2 us
21 de marzo
22 Calendario
Eje 4 Ó a Ven abril
Órbit terrestre gregoriano
Órb marzo
ita M 21
3
mayo erc
urio
4
febrero Ascensión
20
recta
Eje 3
5
junio
19
Δ Q1
ΔQ2
ΔQ4
enero
6
ΔQ3
julio
18
Posición A
Mercurio
7
diciembre
17
agosto
8
noviembre 16
9
15
septiembre octubre
10 14
11 12
13
23 de
septiembre
FIG. 294
214 F ELIPE L IRA M ONTES DE O CA
Marte Marte
Mercurio
Mercurio
Venus
Venus
Mercurio
Tierra Tierra
Con este valor de 0.6 contado a partir del eje 2 Véanse en las figuras 295 y 296, la posición apa-
sobre la matriz terrestre, por la punta del brazo indica- rente del Sol en el espacio para el momento A, des-
dor con lo cual dicho brazo marcará el eje 4 que estará pués de la conjunción Tierra-Sol- Mercurio, y con
dirigido a la posición solar aparente para el mismo mo- referencia al Tlauhkopan.
mento A, de Mercurio y cuyo fechamiento es de:
En el ecuador celeste de la figura 294, la ascen-
30 abril + 10.875 días = 30 abril + 10 días + sión recta el eje 4 es aproximadamente de 3 h 15 min.
+ 21 h = 10 mayo a las 21 h Y para comprobar se consulta el anuario astronómico
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 215
industriales; tal sistema también es utilizado en com- actualmente en el Museo Amparo de Puebla, Pue., y que
putación con tan sólo una diferencia de milenios con con el emblema de la xomulzen, que como ya habíamos
las épocas en que fueron utilizados por nuestros an- dicho, representaba sus conocimientos y ciencia
tepasados (véase figura 299), en la que vemos un re- astronomica y con el símbolo de la floración de simien-
gistro o carta de un control industrial y nótese la te, nos dice en el ideograma: “La ciencia astronómica
similitud con el amoxtin de la figura 297. da florecimiento a la simiente que se base en ella”.
Así, en amoxtin de fácil consulta, nuestros antiguos Con toda seguridad, se referían a sus otras cien-
sabios transmitían los conocimientos de su presente, cias que se basaban o apoyaban en los conocimientos
pasado y para su futuro, desgraciadamente muy pocos astronómicos.
se salvaron de su destrucción en los años 1500 y poste-
riormente. A pesar de esta desgracia, todavía podemos Nota: La figura 298, es una fotografía de la pieza
estudiar sus conocimientos y conocer algunos men- original que se encontraba en conservación (marzo
sajes como el de la zona olmeka que se encuentra de 1997) y que el Museo Amparo nos permitió tomar.
FIG. 297
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 217
FIG . 298
FIG . 299
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 219
Capítulo 4.
Xiuhmopilli y Nawi Ollin
Nuestros ancestros tenían un sistema de marca- la consideraron constante para sus cálculos y estudios
ción directa en sus estudios y cálculos. Basado en esto, durante el lapso de 52 traslaciones (años) y hacían la
era natural que el empleo de esta unidad enlazadora corrección necesaria al final de tal lapso, aunque te-
de 52 años, lo hicieran en forma adecuada casi espe- nían la capacidad para hacer correcciones de menor
cial debido a su relación y magnitud espacio-tiempo tiempo, algo similar a la corrección que se hace cada
en el movimiento de precesión (26,000 años), pues el 50 años en los planisferios que usamos actualmente,
lapso de tal unidad, el desplazamiento angular del eje por ejemplo el planisferio usado para comprobaciones
Tlauhkopan, era muy “ cerrado”, pues tenía una rela- para este estudio es de la época 1950-2000.
ción 1/80 que correlacionada con las mediciones an-
gulares actuales, apenas tendría un valor de 43.16 Pues bien, la medición en el sector de bóveda ce-
(minutos angulares), y por tal motivo a esta indicación leste correspondiente, fue de la siguiente manera:
)
Q N
FIG. 300
FIG. 302
FIG . 304
Huixachititlan
(C. de la Estrella) Movimiento real
de los Tlauhkopan
Kulhuakan Tlauhkopan
(Lugar de los antiguos)
β Tlapakoyan x
Tlauhkopan
Kuikuilko Akozpan
x
16
β = Movimiento aparente
65
de la extrella x
FIG. 305
Pero ya en su fase Sol-Tierra los lapsos no podrían sí, deciden iluminar a los dos para una óptima visuali-
ser tan amplios como en su anterior fase estelar. Por zación (véase figura 306). Y para asegurar que la
lo que deciden hacerlo, como era de esperarse, con visualización estuviera sobre los ejes correspondien-
la unidad de enlace de 52 años y era lógico que tes, agregan una segunda parte al parámetro Q que
con estos lapsos menores no tuvieran los parámetros fue el visor, que como ya se dijo tenía la forma
apropiados para una secuencia de mediciones conti- de representación del Tlauhkopan y además podía
nuadas, por lo que optan hacerlas a partir de un de- variarse su tamaño desde aproximadamente 8 cm has-
terminado Tlauhkopan y un parámetro previamente ta unos 2 metros, por lo que podían usar estos visores
calculado para un espacio correspondiente a los 52 según su tamaño y con sólo alejarlos o acercarlos al
años y aprovechando justamente el desplazamien- ojo del observador según fuera necesario obtenían una
to aparente del mismo parámetro estelar del visual correcta, siempre que estuvieran sobre los ejes
Tlauhkopan de referencia y para lograr la visualiza- de sus respectivas señales luminosas (véase figura 307).
ción de los parámetros Q muy cercanos entre
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 223
NX
N
b
Q1
N
β
Q2
1
α =
80
FIG. 306
FIG. 307
224 FELIPE LIRA MONTES DE OCA
FIG. 314
FIG. 311
FIG . 312
FIG. 318
FIG. 320
FIG . 319
228 FELIPE LIRA MONTES DE OCA
FIG . 322
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 229
NAWI OLLIN tro partes del Nawi Ollin y a estas cuatro partes o
xiwitl las llamaron Nawi Oliniani para sus cómputos
Dentro del movimiento de traslación, el Nawi Ollin es en la matriz terrestre de cálculo, les dieron a estos
el ciclo de cualquier meridiano y parámetros terrestres portadores el nombre de cada cuarta parte de dicha
para tener el mismo eje indicador respecto al Sol; si matriz, y estos nombres fueron: Tekpatl, Kalli, Tochtl y
tomamos en cuenta que el movimiento de traslación Akatl en el sentido real de los movimientos de la Tie-
tarda 365.25 rotaciones o días en efectuarse, el ciclo rra. Por lo que ya en su dinámica terrestre alrededor
mencionado se realizará en 4 movimientos de trasla- del Sol, apoyándose con la unidad xiwitl y por simple
ción como claramente lo indica su nombre Nawi Ollin observación detectar el ciclo completo. Y para ello
“Cuatro movimiento o cuarto movimiento” = 1461 bastó fijar en su Tlauhkopan un parámetro A con posi-
días (véase figura 323). ción inicial contraria al Sol, es decir, a la media noche
(véase figura 323). Y notaron que el primer movimien-
Pues bien, este ciclo de cuatro movimientos lo to de traslación o portador tekpatl, el parámetro A ter-
tomaron en la fase estelar de su astronomía como una mina ¼ de rotación terrestre delante de la posición
unidad de tiempo, junto con el ikzemilwitl y la weypo- inicial de dicho parámetro.
walli en donde:
La posición del parámetro A en el segundo porta-
1 Ikzemilwitl = 260 rotaciones o días dor Kalli era ½ de rotación posterior a su posición
1 Weypowalli = 260 Nawi Ollin inicial.
Y el propio Nawi Ollin = 1461 ilwitl o rotaciones. En el tercer portador Tochtli termina ¾ de rota-
ción respecto a su posición inicial.
Estas tres unidades fueron básicas en sus obser-
vaciones y cómputos celestes en tal fase. El cuarto portador Akatl termina 4/4 de rotación
respecto a la posición inicial, o sea, la misma posi-
Pero como ya se había dicho antes al sumar su ción que tenía al comienzo de los cuatro movimientos
fase Sol-Tierra y planetaria, necesitaron de nuevas o portadores con los que termina el ciclo del Nawi
unidades, como el xiuhmopilli y el tonalamatl (ikzemil- Ollin, en su contexto estelar debido a que se contó
witl), respectivamente. en la dirección de los movimientos reales de la Tierra.
Fue en estas circunstancias cuando la unidad xiwitl Pero estando ya en sus fases Sol-Tierra y planetaria,
tomó gran relevancia en sus cálculos terrestres, debieron contabilizar también al Nawi Ollin tomando
planetarios y celestes, así como para formar las cua- en cuenta el movimiento aparente del Sol y en este
230 FELIPE LIRA MONTES DE OCA
10 5h
eclíptica
A 15
1er portador Tekpatl
20
termina al
amanecer = 365.25 días
2o portador Kalli
termina al
mediodía = 730.5 días
A
A
4 portador Akatl
o
termina la
medianoche = 1 461 días
caso los Nawi Oliniani o portadores tuvieron la se- glifo y nombre de cada una de las 20 partes. Y que
cuencia: Primer portador Tochtli, segundo Kalli, terce- siendo la matriz de cálculo se le podía asignar ubica-
ro Tekpatl, y cuarto Akatl (véase figura 324). ción en un principio o inicio de función según fuera
necesario, por lo tanto al Tlauhkopan lo hacen pasar al
final del cuadrete tekpatl y principio del cuadrete Ollin.
Nawi-Ollin comienza
a contarse a partir
del final de Akatl Que en contexto cotidiano sería la media noche
medianoche = 0 horas
15
de Tekpatl o principios de Ollin (media noche). Con lo
15 5h cual la visión de los cuatro portadores del Nawi Ollin
1 er portador Tekpatl
tendría un principio y final en Kalli, en el cuadrete
termina al 20 tekpatl (véase figura 325, y dentro de su sistema de
amanecer = 365.25 días
factorización concepto, tendría un factor de 73.05 por
cuadrete.
2 o portador Kalli
termina al
mediodía = 730.5 días
Así en estas condiciones el Nawi Ollin y sus cuatro
portadores fueron utilizados en los cálculos terrestres,
que obviamente seguían ligados a la astronomía, y
3 er portador Tochtli
termina al esta utilización fue para conformar el tonalpowalli
atardecer = 1 095.75 días (conteo-solar) y también para delinear su calendario
civil, que era administrativo, de trabajo, comercial y
de relaciones civiles en general, que fue basado total-
4 o portador Akatl
termina la mente en el Nawi Ollin pero en forma repetitiva cada
medianoche = 1 461 días 1461 rotaciones o días.
Pero siendo contabilizado el Nawi Ollin a partir del Naturalmente y de acuerdo a su sistema de factori-
eje Tlauhkopan en sus aspectos astronómicos y apo- zación-concepto, estos lapsos fueron contabilizados
yándose en la matriz de cálculo terrestre, esta matriz con factores apropiados en cada caso y para el lapso
era la división en 20 partes concéntricas de los ecua- mayor el factor fue 72 y para el menor 1. Y la suma de
dores celeste y terrestre ya identificada por número, estos lapsos factorizados en los cuatro Nawi Oliniani
232 FELIPE LIRA MONTES DE OCA
La mecánica de este conteo fue como sigue (véanse 360 + 5.25 = 365.25 días
figuras 325 a 328):
(Véase figura 320.)
1. La matriz se divide en cuatro partes de 5 cua-
dretes cada una, correspondiendo a cada 5. En el segundo portador Akatl la secuencia es
portador. la misma; a partir del inicio de Malinalli se mul-
tiplican sus cinco cuadretes por su factor:
2. Comienzan sus conteos tanto para los lapsos
mayores y menores, al inicio de Tekpatl en su 5 × 72 = 360 días
cuadrete Ollin (media noche).
También a partir del Malinalli obtienen 5.25 × 1
3. Toman los nombres y glifos de los cuadretes = 5.25 días, con lo que se obtienen 360 +
de la matriz para designar a los días. 5.25 = 365.25 días, que sumados a los de
Tekpatl, tienen 365.25 + 365.25 = 730.5, ter-
4. Comienzan su contabilidad en el portador minando en el segundo cuarto (medio día) de
Tekpatl en el cuadrete Ollin multiplicando su Mazatl (véase figura 326).
factor 72 por sus cinco cuadretes correspon-
dientes donde el resultado es: 6. Para el conteo del tercer portador Tochtli, es lo
mismo sumando 365.25 + 365.25 + 365.25 =
72 × 5 = 360 días. 1095.75 días y terminando en el tercer cuarto
(atardecer) del día Ehekatl (véase figura 327).
E inmediatamente a partir también de Ollin
los 5.25 cuadretes de su lapso menor, que mul- 7. Por último, el portador Kalli da fin al ciclo con
tiplicados por su factor 1 dan por resultado: una suma de 1095.75 + 365.25 = 1461 días y
terminando en el cuarto/cuarto de Ollin (véa-
5.25 × 1 =5.25 días se figura 328).
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 233
Tekpatl
Kalli
Kuetlpalin Ollin
Xochitl Kiawitl
Koatl Kozkakuahtli
Tekpatl
Mikiztli
Kuauhtli
Inicia Tekpotl
Mazatl
Lectura 1 Ozelotl
Ollin
Lectura x 72
1Fin Akatl Inicia Tochtli Akatl
Kozkakuahtli
Tochtli Lectura x72
Inicia Akatl
Atl Kuauhtli
Malinalli
Itakuintli Ozomatl
FIG. 326
Mazatl Ozelotl
Lectura x1
Inicia Tekpatl
Lectura x72
Zipaktli Xochitl Kiawitl
Ehekatl
Tekpatl
Kalli
Kuetlpalin Ollin
Koatl Kozkakuahtli
Mikiztli
Kuauhtli
Mazatl
Ozelotl
FIG. 327
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 235
Inicio Tekpatl
Lectura x72
Zipaktli Xochitl Kiawitl
Ehekatl Lectura x72
Tekpatl
Kalli
Lectura x1 Fin Tekpatl
Kuetlpalin Ollin Fin Nawi Ollin
Koatl Kozkakuahtli
Mikiztli
Kuauhtli
Mazatl
Ozelotl
Akatl
Tochtli
Atl
Malinalli
Itakuintli Ozomatl
FIG. 328
236 FELIPE LIRA MONTES DE OCA
Como se dijo, el calendario cívico es repetitivo, sumando los mismos cuadretes usados con el factor
por lo cual el inicio del nuevo ciclo civil comenzará de 1, lo que justificaba su nombre de cuadretes o días
nuevamente al inicio de Ollin. ya contados o vividos, o sea, nemotemi.
El Nawi Ollin, que en realidad es un ciclo, tomado Como es lógico suponer esos días aparte de su
como unidad de tiempo, fue de máximo apoyo en los función como “balance” debieron tener otra aplica-
cómputos astronómicos en sus fases estelares, Sol- ción en el tiempo- espacio (véase cap. 22 “Correla-
Tierra, planetaria, así como en la fase calendárica te- ción del Tonapowalli con los calendarios Juliano y
rrestre, en su aspecto civil, y siendo anterior al Gregoriano”).
xiuhmopilli, pero ya juntos, ambos apoyados por la
unidad de observación astronómica la xomulzen, die- En cuanto a las 18 veintenas que representaban
ron origen al empleo combinado de todas sus unida- a cada uno de los ciclos naturales o previamente de-
des en uso y en su fase calendárica civil terrestre se le terminados del comportamiento terrestre a lo largo
tomó como un ciclo de trabajos y funciones en su del xiwitl, hacían depender estos comportamientos en
vida cotidiana, pues dividen el Xiwitl en 18 veintenas el calendario Solar-civil a través de calendarios apro-
y 5.25 días complementarios. A estos 5.25 días los piados incluidos en los fechamientos de su calendárica
llamaron nemotemi (los vividos o ya contados), que no terrestre-civil, como en agricultura, medicina, etcétera.
eran sino el tiempo posterior a las 18 veintenas que
empleaban para evaluar; resucitadas, planes cumpli- Estos calendarios insertos en su calendario civil,
dos o no, y planear su programa y lineamientos para les permitían conocer los inicios o ciclos naturales pre-
el siguiente xiwitl. determinados para funcionar o trabajar en ellos den-
tro de su calendario civil.
Todo ello basado en lo obtenido en los días de
trabajo y funciones (360) de sus 18 veintenas que re- Pero, además, y de acuerdo a su red interconti-
cién habían pasado y vivido. nental determinada matemáticamente, contar con
centros científicos para la observación astronómica,
Por esta primera razón fue que a los 5.25 días de y aunque su fase calendárica era terrestre, su depen-
“balance” referente a los anteriores 360 días los llaman dencia astronómica era tomada en cuenta. Así pues,
nemotemi. Además, tenían una segunda razón, que era estos centros científicos aportaban, por simple cono-
el computar el calendario civil en la matriz de cálculo cimiento de su hábitat, datos para inicios o ciclos na-
que la representaba junto con el Nawi Ollin y en la me- turales en su zona de comportamiento terrestre
cánica de este cómputo, después del conteo del porta- específico. Por ejemplo, si tomamos el ciclo de traba-
dor con el factor de 72 días complementaban el xiwitl jo agrícola en la cuenca del Valle de México, este tra-
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 237
El cómo, fueron los conocimientos y medios bási- En la actualidad, la correlación con los calenda-
cos conseguidos en este caso en la astronomía, como: rios occidentales Juliano y Gregoriano es difícil de ha-
238 FELIPE LIRA MONTES DE OCA
cer, pues tales calendarios fueron hechos basados en dible) en el Kanitl (tiempo infinito) que nuestros cien-
el movimiento de traslación, sin tomar en cuenta el tíficos usaban en su concepto Tezkatlipoka negro (es-
movimiento de rotación de la Tierra, por lo que sus pacio-tiempo).
tiempos medibles (años o traslaciones de 365 y 366
días), no son ciertos, pues la traslación es de 365.25 En los siguientes capítulos (en libros posteriores)
días o rotaciones, por lo que las mediciones julianas o seguiremos demostrando el cómo de la consecución
gregorianas no concuerdan con el Kawitl (tiempo me- de su ciencia astronómica.
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 239
Apéndice
E E ste primer libro comprende sólo los capítulos 1, 2, 3 y 4 del Proyecto 1 (Tlachtin)
que tiene un total de 22 capítulos que conforman cinco libros y fue escrito en
forma sencilla, dirigido a un mayor número de lectores, procurando evitar en lo
posible la forma académica o estrictamente científica y la investigación y estudio
se hizo con base en los antecedentes prehispánicos que están en las zonas ar-
queológicas, ideogramas, así como códices y datos de museos.
Pero en nuestro presente hicimos simuladores y C, H y U, por lo que considera que si está equivocado
plantillas de algunos medios o instrumentos ances- acepta la censura y rectificación de las personas cali-
trales para facilidad de estudio y comprobación en su ficadas en el tema, pues él no es hablante del idioma
función y resultados. ni lingüista.
Además, se aclara que el uso de las letras K y W en También aclara el autor que el libro 1 (uno) y la
el idioma aztekatl nawatl es sólo el uso de fonemas de secuencia del mismo, se encuentra en los libros 2, 3,
una tendencia lingüística que así lo propone, indepen- 4 y 5 que forman el proyecto número uno (Tlachtin)
dientemente del uso de las letras y fonemas C, H y U cuya tesis será ampliada y analizada en forma más
usado por los españoles, en La Colonia y actualmen- profunda y analítica en los proyectos:
te. El autor reconoce plenamente el uso de las letras
Fuentes prehispánicas.
Zonas arqueológicas
Datos en piezas
de los museos
2. Museo de Xalapa.
3. Museo de Oaxaca.
4. Museo de Tula.
5. Museo de Teotenanko.
6. Museo de Xiuhtetelco.
7. Museo de La Venta.
8. Museo de Akatitla.
9. Museo de Tenayuca.
Datos en amoxtin
(códices)
1. Borgia. 8. Boturini.
2. Dresden. 9. Bodley.
7. Nuttal.
245
246 FELIPE LIRA MONTES DE OCA
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 247
Bibliografía general
De León y Gama, Antonio. Descripción histórica y cronológica de las dos piedras, México
Editorial M. A. Porrúa.
De Sahagún, Fray Bernardino. Historia general de las cosas de la Nueva España, México
Editorial Porrúa.
Sejourne, Laurette. Arqueología e historia del Valle de México, Siglo XXI Editores.
Sejourne, Laurette. El pensamiento nahuatl cifrado por los calendarios, Siglo XXI
Editores.
Glosario de palabras
aztekatl, nawatl y otras
Akatl Caña
Amatl Papel
Amoxtin Libros
Amoxkalli Biblioteca
Amoxkaltin Bibliotecas
Atlakahualo Las primeras lluvias, lo que dejaban las aguas
Chapopotli Brea
Ehekatl Atardecer
Ekzimiwitl Día cósmico de 260 rotaciones terrestres
Hunab-ku Dador del movimiento y la medida
Ihkatok Línea perpendicular
Iknextilwaztli Instrumento indicador
Ikzemitl Cosmos, Universo
Ikzemilwitl Día celeste, día cósmico
Ikzemitlachianine Observadores del cielo
Ikzemipowalli Contador cósmico, calculador celeste
Ikzemiwaztli Matriz de cálculo de un planisferio estampado en amatl
Ilwikatl Cielo, bóveda celeste
Ilwikamatiani Astrónomo
Ilwitl Rotación terrestre, día completo (noche y día)
251 Ixachillan Continente Americano
252 FELIPE LIRA MONTES DE OCA
Tonatiuh Sol
Ulamaliztli Juego de pelota
Waztli Instrumento
Waztin Instrumentos
Weypowalli Cuenta vieja, unidad de tiempo de 1040 años
Witztlan Sur
Xiko Ombligo, centro
Xilutl Años
Xipe-totek Cambio de piel en primavera
Xiwitl Traslación terrestre, año, unidad de tiempo de 365.25 días
Xiuhkuatome Movimiento de precesión
Xiuhkoatzin Trece cielos
Xiuhmopilli Unidad de tiempo de 52 años (fuego nuevo)
Xomulli Triángulo
Xomulnakaze Cuadrantes angulados
Xomulwaztli Instrumento astronómico de medición
Xomulzen Primer ángulo, unidad astronómica de observaciones
(18 grados actuales)
Xohpantla Verano
Yawilli Circunferencia
Yowalli Noche
Yowalnepantla Media noche
Yukahtli Cero
Zakualtin Pirámides
Zenyatl Unidad de comparación
Zekotzpan Invierno
Zemilwitl Rotación terrestre
Zipaktli mujer
Zitlalli Estrella
Zitlalixtelolotli Eje de observación estelar a partir del ojo humano
Zitlamoxkalli Biblioteca de conocimientos estelares
Ziwatlan Oeste
Zohpantla Verano
CIENCIAS MILENARIAS Y APLICACIONES EN EL CONTINENTE AMERICANO 255