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Wilmer Alejandro Mora Menjura - 1057215983

LA IMPORTANCIA DEL TIEMPO


Dentro del grupo de recursos tanto empresariales como generales se pueden apreciar dos distintos
subgrupos, los tangibles y los intangibles, siendo la facilidad en su medición y cuantificación su
principal diferencia. Del primer grupo se destacan los materiales, el capital y la tecnología y del
segundo grupo se destaca el talento humano y la información. No obstante, existe un recurso adicional
el cual no se encuentra categorizado en los grupos anteriormente mencionados, pero representa el
activo más valioso e imprescindible para cualquier individuo; este es el tiempo.
El tiempo es significativo en cualquier aspecto del diario vivir. Para empresas como para personas
naturales es vital el ser productivos, y a la larga ser competitivos, esta característica es inherente al ser
humano. Esto indica que, en el desarrollo de deberes, funciones o cualquier actividad, el hombre
siempre buscará la perfección (realizarlas de forma correcta) y el ahorro (emplear la menor cantidad
posible de recursos). Un ejemplo claro de ello, es una deportista quien es madre soltera y trabaja para
una empresa de telecomunicaciones; para cumplir con todo y mostrar de esta manera su competitividad
y productividad, se despierta a temprano a preparar el desayuno, realizar su rutina de ejercicios, vestir a
su hijo para la escuela, ir al trabajo, preparar la cena y finalmente alistar todo para el día siguiente. La
madre, gracias a su empleo, cuenta con el dinero suficiente para darse el lujo de alimentarse bien,
comprar buena ropa, disponer de un gran apartamento con todos los servicios y aparatos tecnológicos
que todo burgués del siglo XXI tendría, además de eso, posee un vehículo que le permite desplazarse
rápidamente a cualquier sitio con todos los papeles y tecno mecánica al día. Con todo esto, es posible
denotar que la madre se encuentra sin duda alguna, en la capacidad de responder eficazmente ante
cualquier situación, sin embargo, algo es claro y es que, si por algún motivo se despertara después de
medio día y no temprano, así cuente con todos esos beneficios y más, no podría responder
efectivamente con todas sus labores, luego ningún recurso tangible o intangible es lo suficientemente
necesario y útil si no se cuenta con el recurso tiempo, quedando demostrado que tanto en la ciencia
como en el contexto cotidiano, el tiempo es nuestra variable independiente y por tanto de mayor
atención [CITATION Cla09 \l 9226 ].
A diferencia de los otros recursos el tiempo no se puede recuperar, es decir, una vez perdido, se pierde
para siempre. Es por ello que muchas organizaciones implementan indicadores de gestión que midan su
desempeño para así establecer metas y objetivos que posteriormente sean alcanzados en un periodo de
tiempo específico. Para una empresa, un segundo perdido significa a corto, mediano o largo plazo altas
pérdidas, por lo que enfocarse en la optimización de este recurso más que una ventaja es una
obligación. Muchas personas, incluso estudiados en el tema, aseguran o creen fielmente que el control
del tiempo busca someter a los empleados a condiciones laborales más estrictas, rígidas e inhumanas;
concepción que es errónea, puesto que ese tipo de ajustes no traería ningún beneficio económico a las
organizaciones cuya filosofía se basa precisamente en la premisa de que “un trabajador cómodo y feliz
rinde entre un 65 y 80% por ciento más ”, siendo entonces el focus del estudio de tiempos y métodos, la
implementación de nuevas técnicas, la adecuación de ambientes, la disposición de herramientas y la
propuesta de estrategias que contribuyan al estado físico y mejoren el estado emocional del trabajador
en su área; con ello se logrará lógicamente un incremento las utilidades de la compañía fruto de un
aumento en la productividad. Otra diferencia encontrada es el impacto en la calidad derivado de la
reducción en el consumo del recurso. Los estudios enfocados en la disminución del uso materias
primas, capital invertido, tecnología empleada e información suministrada además de ser complejos es
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muy probable que afecten severamente la calidad del producto o servicio obtenido, mientras que,
mediante un adecuado y pertinente estudio de métodos y tiempos, se logrará un nivel de producción
más alto manteniendo o incluso optimando las características del resultado final [CITATION Val18 \n \l
9226 ].

En el sector empresarial es clave que el gremio laboral sean productivo, dado que de esta manera la
organización será más competitiva y continuará en el mercado (en la misma posición o en un nivel más
alto) el cual es el objetivo de toda compañía, no desaparecer. Esto no quiere decir que la productividad
sea problema únicamente de la gerencia ya que si el empleado no es eficiente su permanencia en la
empresa se verá limitada de igual manera. Como es sabido, hoy en día la cantidad de personas
desempleadas, capacitadas, y motivadas supera a la cantidad de puestos de trabajo disponibles, lo que
en términos económicos se entiende como una razón entre demanda y oferta laboral superior a 1.
Por otro lado, si se habla del valor del tiempo, se debe acuñar el término ocio. El ocio se define como
aquel estado de inactividad que sigue al trabajo y que nos prepara para seguir trabajando [ CITATION
RUL97 \l 9226 ], es decir, reponer fuerzas para trabajar mejor. Los romanos entendían el ocio como algo
necesario para seguir trabajando mientras que los griegos lo entendían como un ideal de paz y
tranquilidad. El cristianismo definió el ocio como contemplación, en Dios básicamente y el
renacimiento como curiosidad, el descubrir. El protestantismo prefirió exaltar al trabajo por encima del
ocio, viendo así al ocio como un gran pecado [ CITATION Web79 \l 9226 ], quien no trabajaba perdía el
tiempo y no servía a la sociedad. Con la revolución industrial, el tiempo tomó mucha más relevancia, se
puso en práctica un aforismo muy conocido de Benjamín Franklin “el tiempo es oro”, el capitalismo
hizo de la puntualidad un deber cívico y nace el concepto de improductividad. Con el paso de los años
se toma a la toma del reloj como un referente vital, el sistema económico crea los turnos de trabajo, los
tiempos de producción, las jornadas, entre otros. El concepto lineal y no-cíclico del tiempo propio de
nuestra cultura -la occidental- hace que constantemente se busquen alternativas para ahorrarlo, varios
ejemplos de ello son la creación de medios de transporte a vapor, los hornos microondas, las
franquicias de comida rápida, los alimentos enlatados, los domicilios, etc. En una sociedad tan exigente
como la nuestra donde se impone la realización simultánea de múltiples tareas, con la consecuente falta
física de tiempo, el valor económico del tiempo se acrecienta día a día. Así, cada vez es más habitual
encontrar empleados que, a menos que el precio pagado por la hora trabajada sea muy alto, prefieran
trabajar menos horas y disponer de más tiempo personal. En la actualidad, la falta de gestión del tiempo
de trabajo se ha convertido en uno de los principales factores de estrés y posiblemente sea una de las
principales causas de una revolución laboral futura [ CITATION Cla09 \l 9226 ].

Referencias Bibliográficas
Cladellas, R. (2009). El tiempo como factor cultural y su importancia socioeconómica: Estado del arte y líneas futuras.
IntangibleCapital, 5(2), 210-226. doi:10.3926/ic.2009.v5n2.p210-226

RUL.LAN, G. (1997). Del ocio al neg-ocio.... y otra vez al ocio. Papers(53), 171-193.

Valencia, D., Giraldo, N., Suárez, V., & Valencia, A. (Marzo de 2018). Obtenido de
https://sena.territorio.la/content/index.php/institucion/Complementaria/institution/SENA/Procesamiento/12310061/
Contenido/OVA/actividad_aprendizaje_2/docs/Descargable_OVARAP2.pdf

Weber, M. (1979). La ética del protestante y el espíritu de capitalismo.


Wilmer Alejandro Mora Menjura - 1057215983

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