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MILITAR
El paciente refiere ansiedad, tristeza, trastorno del sueño (pesadillas), poco o ningún
deseo de hacer las cosas y revive con frecuencia los acontecimientos experimentados en
Angola como flashbacks o imágenes muy vívidas. Experimenta malestar psicológico
intenso al exponerse a situaciones que, en alguna medida, simbolizan el acontecimiento
traumático, ya sea en series de televisión sobre la guerra o situaciones de catástrofe.
Responde de manera exagerada, con sobresalto e irritación cuando se habla del tema,
se aísla de los que le rodean y tiene dificultades en sus relaciones familiares, sintiéndose
incomprendido.
Funciones de relación: evita las relaciones con los demás, se muestra poco
comunicativo, retraído.
Esfera afectiva: hipotimia (disminución anormal del tono afectivo que es
inadecuado en su situación real, abatimiento, lenguaje inexpresivo y lentitud de
movimientos), ansiedad subjetiva y objetiva, lábil afectivamente, irritabilidad.
Esfera conativa: insomnio mixto, pesadillas recurrentes (en relación con la guerra),
anorexia, disminución del deseo sexual.
Nivel de funcionamiento: neurótico.
Referencia: Moreno Puebla, R. A., Ventura Velázquez, R. E., Ortega Pérez, I., Correa
Jauregui, M. & Díaz Jorge, M. (2006). A propósito de un caso con estrés postraumático en
el medio militar. Revista Cubana de Medicina Militar, 35(2) Recuperado en 20 de febrero
de 2021, de http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0138-
65572006000200010&lng=es&tlng=es.
2. Trastorno por estrés postraumático en militares de una institución del Ejército del
Perú
La presente investigación tuvo como objetivo describir el nivel de trastorno por estrés
postraumático en una institución del Ejército del Perú. El estudio tuvo una metodología
no experimental de corte transversal de tipo descriptivo. La población estuvo
conformada por 300 militares cuyas edades oscilaban entre 17 a 37 años de ambos
sexos, desempeñando funciones administrativas y operativas. Se utilizó el instrumento
“Lista de comprobación del Estrés postraumático de Frank Weathers (1993) que consta
de 17 preguntas que ahondan en la frecuencia de cada síntoma en el mes pasado en
una escala de gravedad de 5 puntos. La prueba original (en inglés) fue traducida por un
intérprete y se realizó la validación juicio de expertos. Se obtuvo una fiabilidad de 0.873
a través del índice de consistencia interna mediante el coeficiente Alpha de Cronbach.
Los datos fueron recopilados y trasladados al sistema SPSS para su debida conclusión y
discusión.
El 22% de la población, que representa a 66 militares, se presume que tienen TEPT. Del
total de militares, 43% tienen síntomas de reexperimentación, lo que significa que el
paciente tiene recuerdos y sueños recurrentes e intrusos del acontecimiento que
provocan malestar, en los que se incluyen imágenes, pensamientos o percepciones. El
individuo también puede actuar o tener la sensación de que el acontecimiento
traumático está ocurriendo, pudiendo un intenso malestar psicológico al exponerse a
estímulos internos o externos que simbolizan o recuerdan un aspecto del suceso
traumático. El 35%, conformado por 106 militares, presenta el síntoma de evitación, lo
que quiere decir que los pacientes realizan esfuerzos para evitar pensamientos,
sentimientos, conversaciones sobre el suceso traumático, actividades, lugares o
personas asociados al suceso traumático. Presentan incapacidad para recordar un
aspecto importante del trauma, reducción de interés o participación en actividades
significativas, restricción de la vida afectiva y sensación de un futuro desolador.
Finalmente, el 43.3%, representado por 130 militares, presenta síntomas de
hiperactivación, lo que significa que hay un aumento de niveles de ansiedad,
activación, dificultad para conciliar el sueño, pesadillas donde se revive el evento
estresante, estado de hipervigilancia, respuesta de sobresalto, irritabilidad y
desconcentración para ejecutar tareas.
Este artículo expone el caso de un paciente masculino de 38 años que acude a consulta
por padecer ansiedad, tristeza, pérdida de peso, acidez, punzadas en el pecho,
sensación de falta de aire, episodios breves de visión doble, frecuentes pesadillas e
insomnio. Manifiesta haber perdido la confianza en sí mismo, la capacidad para decidir
con seguridad y motivación para emprender nuevas o cotidianas tareas, así como
deseos de llorar por situaciones que antes no le conmovían. Su preocupación era no
comprender la causa de los síntomas, iniciando desde que viajó en avión a Colombia
para visitar a su hermana.
Anteriormente, refiere fractura del húmero y de la base de la órbita a los 20 años
después de su accidente ferroviario sufrido hace 19 años aproximadamente. En el año
1991, tras salir de la escuela de cadetes y volver en tren a su provincia, este se descarrila.
El paciente viajaba dormido y despertó de forma súbita por el estruendo del
descarrilamiento que ocurrió 4:00 am. Recuerdo haber escuchado el sonido del coche
deslizándose sobre traviesas y gravillas, y relata con significativa emoción que sintió un
silencio del interrumpido por los gritos de viajeros y que permaneció atrapado en esa
posición hasta las 7:00 am en que fue rescatado. Tuvieron que cortar partes del coche
para que pueda salir, pero durante el suceso, no tenía visibilidad por la posición y
oscuridad, solo escuchaba los gritos y quejidos de otras víctimas. Fue remitido al
hospital militar para recibir tratamiento por sus fracturas somáticas.
Después, comenzó a revivir los gritos escuchados durante el accidente y a temerle a los
elevadores, evitaba permanecer solo y ver películas o programas televisivos sobre
catástrofes. Al transcurrir el tiempo, pudo transportarse en trenes y otros medios sin
sentir síntoma alguno, pero nunca más se ha podido dormir durante el viaje. En agosto
del 2009, viajó por primera vez en avión con destino a Colombia para visitar a su
hermana, y una vez en vuelo, comenzó a sentir falta de aire e inquietud motora
marcada. No disfrutó su estancia breve por pensar de forma recurrente sobre el regreso
en avión. Al preguntarle si temía que el avión se estrellara o cayera al mar, la respuesta
del paciente fue que tenía miedo a quedar atrapado sin poder salir del avión después de
que cayera, aunque esto sea poco probable o imposible.