Durante los pasados tres meses hemos venido realizando
una amplia evaluación del estado presupuestario de la UPR. Es de conocimiento general los conflictos estudiantiles- Administración que se han desarrollado en los pasados meses, han minado la capacidad lectiva y operacional de la institución y han puesto en precario su propia acreditación.
La problemática de la UPR no es una aislada ni reciente.
Ciertamente, nuestro trabajo evidenció que la crisis en que se encuentra sumida la UPR es el resultado de actuaciones desacertadas de la pasada administración universitaria que comprometieron los recursos de la Universidad. De hecho, documentos que obran en nuestro poder apuntan a que desde el AF 2006-2007 la pasada administración universitaria había contemplado establecer una cuota de estabilización de $800 dólares, la cual estaba unida a aumento de matrícula que entro en vigor en 2007-2008.
Esto, a pesar de que los ingresos por formula fueran en
incremento durante la totalidad de la pasada década. Sin embargo el comprometer sus ingresos en totalidad conllevó como indicamos con anterioridad que en el AF 2006-2007 se emitiera la Certificación Num. 60 de 28 de junio de 2007 que dio paso a un dramático aumento en el pago de matricula, lo que resulto en un impacto significativo sobre los dineros que aportan los estudiantes para su educación. No hay duda de la situación económica difícil que enfrenta la Universidad así como los esfuerzos plausibles realizados por la Junta de Síndicos para paliar esta crisis. De igual forma, reconocer las gestiones realizadas para allegar fondos a la institución tanto por el Gobernador de Puerto Rico, Hon. Luis Fortuño, que asignó $105 millones de dólares durante los pasados dos años fiscales y la creación del Fondo de Becas con una asignación legislativa de $30 millones de dólares adicionales, aun así el escenario proyecta un deficit. Más allá de la cuota, la Universidad aún enfrenta para el presente año fiscal un déficit proyectado entre $50 a $61 millones de dólares, sujeto a que se logren cumplir a cabalidad todos los elementos fijados. Bajo escenarios similares, el déficit proyectado para el AF 2011-2012 podría alcanzar los $71 millones. Esto incluye la cuota de estabilización, lo que destaca su necesidad en este momento histórico, aunque como indicamos, ya había sido contemplada desde la pasada administración sin ser implementada.
Trasfondo Económico
Puerto Rico lleva 6 años consecutivos de reducción en la
actividad económica y sobre 4 años en recesión. Al principio de la pasada década simplemente se recurría a cuadrar presupuestos con ingresos no recurrentes incluyendo la apropiación de reservas gubernamentales de diversas fuentes. Esto con la intención de poder justificar los gastos excesivos del Gobierno Central. Ya, a mediados de la pasada década, habiendo agotado todas las posibles reservas y fuentes de ingreso extraordinarias, se instituyó un mecanismo de sobreestimaciones económicas intencionales para proyectar recaudos y crear presupuestos inflados. Obviamente, los recaudos no se dieron pero peor aún, tampoco se ajustaron los gastos ni siquiera a los presupuestos inflados, por lo que se acumuló un déficit fiscal en el Gobierno Central de $3,306 millones equivalente a un 44% de los recursos disponibles del Fondo General. Alrededor de un 58% de dicho déficit era atribuible a la sobreestimación de ingresos y 42% a sobre gastos por encima de lo presupuestado.
Todas esas decisiones irresponsables con las finanzas del
gobierno, las cuales hemos podido destacar en los pasados dos años, agudizaron los problemas a todos los niveles institucionales, incluyendo a la Universidad de Puerto Rico. Es decir, en el caso de la UPR, aunque a corto plazo aparentaba ser un proceso de bonanza, particularmente en lo referente a la fórmula, lo cierto es que lo que hizo fue sentar las bases para la crisis fiscal que más adelante enfrentaría pues se pactaron y comprometieron recursos con los que a corto plazo ya no se contaría.
En resumen, el resultado fue un descenso gradual de Puerto
Rico en la competitividad mundial, el crédito al borde de perderse y un gobierno incapacitado de emprender obra de futuro con la complicación adicional de un sector financiero devaluado y en crisis. De ahí que muchos llamen ese periodo “la década perdida para Puerto Rico.”
Lo que ha tenido que hacer la actual administración de
gobierno debió haber comenzado de forma paulatina desde el año fiscal 2002 para que Puerto Rico estuviera en mejor posición económica para competir y enfrentar la crisis a nivel mundial. El Gobierno Central con sentido de urgencia comenzó un Plan de Estabilización Fiscal y Reconstrucción en el año 2009 que ha dado grandes resultados al punto de restablecer la calidad a su crédito y aprobar y mantener presupuestos balanceados por primera vez en los últimos 10 años. De igual forma que al Gobierno Central le ha dado resultados positivos la creación y manejo de un Fondo de Estabilización Presupuestario, entendemos que la Universidad de Puerto Rico con la asistencia crediticia del Gobierno Central y una base permanente y recurrente de repago, estaría en posición de estructurar su estabilización y restauración financiera mientras atiende problemas principales de gobernanza asociados a gerencia e informática.
No obstante, hay que reconocer que la administración
universitaria tiene una misión, un deber hacia la enseñanza y capacitación académica, en torno a sus estudiantes e investigadores, que requiere una continuidad de ofrecimientos y servicios, aun bajo las más extensas dificultades económicas. En atención a ello, podemos acreditar que la Universidad ha tomado las providencias necesarias para ejercer un estricto control de gastos en una suma que asciende aproximadamente a $133 millones de dólares. Reconocemos, por tanto, la responsabilidad de la Administración al re-estructurar su presupuesto de gastos en conformidad con sus ingresos para el presente año fiscal. Aun así, quedaría un margen al descubierto que hay que atender, y, por ello, esta iniciativa.
Ante esa posibilidad es que presentamos esta propuesta
esquemática, un plan para ser discutido y evaluado públicamente, que no esta atado a nada ni “escrito en piedra” pero al final del camino es una idea que nace del interés de ver una Universidad en paz.
Aprovecho para reiterar que esta iniciativa es de carácter
individual hecha de la mejor buena fe, dentro de las capacidades que ostento como legislador y como ciudadano interesado al igual que todo el pueblo que nuestro primer centro universitario salga adelante en estos tiempos de dificultad. Nuestro plan en manera alguna compromete ni a los miembros de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Representantes, ni a la señora Presidenta del Cuerpo y sus miembros, o al Senado de Puerto Rico, o al propio Ejecutivo, y menos aún a la administración universitaria. Así lo he dicho desde un principio pues reconozco lo polarizante que es este tema en todos los sectores del país… pero en algún momento hay que romper las barreras. Reitero, es una propuesta para ser evaluada y en la cual confiamos en su viabilidad.
INICIATIVA DE ESTABILIZACION FISCAL PARA LA
UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO
Concepto: Subsanar el déficit presupuestario y la creación
de un Fondo de Estabilización Presupuestaria de la UPR
Iniciativa:
• Crear un Fondo de Estabilización Presupuestaria por
un término de 4 años, de forma que se puedan allegar los recursos necesarios para la estabilización financiera de la UPR. Estos recursos serían asignados anualmente a la UPR de conformidad al incremento en la aportación por fórmula. Teniendo una fuente de repago recurrente, como apuntaremos más adelante, permitiría a la UPR poder configurar en coordinación con el BGF un mecanismo de financiamiento que maximice a largo plazo la aportación gubernamental extraordinaria (fuera de fórmula).
• Garantizar con vigencia para el AF-2011-2012 y extensivo
por un término de 4 años una base temporal de la fórmula en $700 millones, o la asignación por formula, lo que sea mayor. Esto significaría $8.5 millones adicionales para el año fiscal 2011. Otro elemento positivo a los ingresos por formula sería el aumento en las rentas del estado a raíz de la Ley 154 (Impuesto a Corporaciones Foráneas) y la expiración sobre recursos en moratoria, los cuales incrementarían la base de la fórmula.
• Se reconceptualiza el Fondo de Becas creado por la
Legislatura y se crea el Fondo de Repago de Estabilización Presupuestaria con los mismos $30 millones provenientes de los dineros de la lotería y fiscalización. Es decir, estos dineros que pasarían a constituir la fuente de repago, son los mismos dineros hoy asignados al Fondo de Becas. No hablamos de dinero nuevo, es dinero extraordinario al cual la Legislatura le ha dado recurrencia y que en vez de servir de una aportación dólar a dólar se puede maximizar exponencialmente.
• Creación del Comité Auditor de Estabilización Fiscal
de la UPR. Es imprescindible que se cree un equipo auditor económico que asegure el cumplimiento de las condiciones financieras que se exijan al momento de la otorgación de los fondos necesarios para la estabilización. Esto no solo le daría certeza y confianza al BGF en torno a las responsabilidades financieras de la Universidad sino que permitiría optimización de los recursos a otorgarse.
• Se reconceptualiza la Cuota de Estabilización como
Fondo de Reserva para Servicios al Estudiante mediante una aportación del estudiantado de $200 anuales ($100 semestrales), equivalente aproximadamente a $10 millones anuales en ingresos por un término de 4 años. Este Fondo va dirigido a crear una base sólida que sirva de reserva para situaciones extraordinarias en el futuro. El principio es que sea un fondo restricto en cuanto a forjar su base en $40 millones al culminar los 4 años.
• Determinar la deuda total de la UPR mediante préstamos,
emisiones, líneas de crédito, otras, para estudiar la viabilidad de refinanciar aquella deuda de la UPR hábil con el fin de adquirir mayor laxitud económica.
• Esta Iniciativa para su funcionamiento tiene que operar de
manera integral, o sea, que todos sus elementos tienen que estar unidos y puestos en vigor.
Consideraciones Gerenciales y Operacionales
• Establecimiento de un Programa Asertivo de
Monitoreo y Cumplimiento sobre Exenciones. Esta propuesta no va dirigida a eliminar exenciones vigentes pero si pretende que la Administración diseñe un Programa que verifique con continuidad las exenciones concedidas y que se fije uniformidad a través del Sistema. De igual forma, toda exención debería estar asociada a un criterio de estándar académico mínimo así como debe haber uniformidad a través del Sistema en su concesión. Cerca de 20,000 estudiantes del Sistema disfrutan de exención cuyo costo anual alcanza los $30 millones, lo cual representa un 38%del total de ingresos por matrícula que se cobran actualmente.
• Potenciar fuentes de ingresos alternas: arrendamiento de
facilidades para fines investigativos o desarrollo (R&D), incluyendo Edificio de Ciencias Moleculares y promover desarrollo de programa de patentes.
• Actualización de Estados Financieros para beneficio de las
propias gestiones financieras de la Universidad y de los Estados Financieros del Estado.
• Promover nuevo régimen contributivo el cual ofrece
incentivos agresivos por donaciones.
• Unificar los sistemas de información. Los sistemas de
información en la U.P.R. no se hablan. Es absolutamente necesario integrar todos los sistemas de información, particularmente el de finanzas, para así tener una visión no solo actualizada de las finanzas totales de la institución sino que sea facilitador para la toma de decisiones.
• Fijar inmediatamente un proceso de análisis sobre las
cuentas por cobrar interagenciales. Ya se comenzó entre ASEM y el Recinto de Ciencias Médicas pero hay que definir la certeza del balance de cuentas a cobrar a las agencias, si alguno.
El principio de igualdad en la actividad financiera.: El caso del acceso a los servicios financieros y el rescate de los bancos demasiado grandes para quebrar (too big to fail)