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- LA PALABRA: Pedro Fraile Yécora (1ª lectura), Fidel Aizpurúa Donázar (2ª lectura), Óscar
de la Fuente (Evangelio).
- LA HOMILÍA: Esperanza de Pinedo (domingos 2º y 3º), José Antonio García, sj (domingo
4º), Juan Francisco Herrero, sj (domingo 5º) y Juan José Tomillo González, sj (domingo 6º),
- RECURSOS: Donaciano Martínez, Pelayo González Ibáñez y José Luis Saborido Cursach, S.J.
- MÚSICA: Antonio Alcalde Fernández
- ILUSTRACIONES Y COMENTARIOS: Javier Prat Cambra
- LA PALABRA: Pedro Fraile Yécora (1ª lectura), Fidel Aizpurúa Donázar (2ª lectura), Óscar
de la Fuente (Evangelios).
- LA HOMILÍA: José Moreno Losada (Ascensión, Pentecostés y Trinidad), Sebastián Mora
Rosado (Corpus Christi), Javier García Ruiz de Medina, sj (Sagrado Corazón).
- RECURSOS: Donaciano Martínez, Pelayo González Ibánez y José Luis Saborido Cursach, S.J.
- MÚSICA: Antonio Alcalde Fernández
- ILUSTRACIONES Y COMENTARIOS: Javier Prat Cambra
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Homilética
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Homilética PÓRTICO DE PASCUA
PASCUA DE 2015
PÓRTICO
por Mons. Raúl Berzosa, obispo de Ciudad Rodrigo
¡¡Cristo ha resucitado!!
Hemos vivido la Semana Santa, nuestra Semana Grande. Hemos agudizado los ojos del corazón
para mirarle a Él: al Señor de la Vida, del Cosmos y de la Historia; al Hijo de la misericordia entrañable.
Hemos escuchado la invitación del místico: “no tengamos miedo, abramos nuestro corazón y
nuestras entrañas a quien nos conoce mejor que nosotros a nosotros mismos, a quien nos puede lim-
piar y alumbrar de nuevo”.
El gran S. Agustín, enamorado de su Señor, se atrevió a exclamar: “Cristo es fuente de vida: acér-
cate, bebe y vive. Es luz: acércate, ilumínate y ve. Sin su gracia estarás árido. Cristo trabaja en ti, tiene
sed de Ti, tiene hambre en ti y padece tribulación. Y aún El muere en Ti, y tú estás resucitado en El”.
Sólo así podremos entonar el pregón pascual. Y, con el Espíritu del resucitado, que hace nuevas
todas las cosas, volveremos a decir: “¡Creemos en la vida, en la justicia, en la alegría, en la esperanza,
en la fraternidad y en la solidaridad, en la nueva humanidad y en la nueva creación!”.
Entonces, unidos a los jóvenes de Taizé, cantaremos un himno con sabor a no gastado: “El Cristo
resucitado viene a animar una fiesta en lo más íntimo del corazón humano. Nos prepara una primavera
para la Iglesia y para la humanidad. Una humanidad más fraterna y con imaginación y valentía suficien-
tes para abrir caminos de reconciliación, paz y justicia. Una humanidad en la que el hombre ya no sea
víctima del hombre”.
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Homilética PÓRTICO DE PASCUA
Y, junto al aleluya pascual, podremos proclamar, con el escritor José Cabodevilla un himno de
utopía y esperanza:
A partir de la resurrección del Hijo de Dios exclamaremos con San Pablo, el apasionado enamo-
rado de Jesucristo: “Ninguno de nosotros vive ya para sí mismo.. Si vivimos, vivimos para el Señor; si
morimos, morimos para el Señor; en la vida y en la muerte somos de Dios” (Rom 14,7 ss).
A partir de la resurrección del Hijo de Dios podremos hacer la experiencia de Emaús en “clave de
una iglesia sinodal”: Cristo saliéndonos al encuentro; caminando a nuestro lado; iluminando nuestras
sombras; compartiendo la Palabra y el Pan cotidianos, y enviándonos como evangelizadores y sembra-
dores de esperanza. Ojala que así sea.
Vivamos la Vigilia Pascual como “novedad”; unámonos a la alegría de María al ver a su Hijo Re-
sucitado; y, sobre todo, preparémonos a ser “evangelizadores con Espíritu que se abren sin temor a la
acción del Espíritu Santo” (Papa Francisco). Porque, en el horizonte, nos espera un nuevo Pentecostés
para, como apóstoles, salir de nosotros mismos y transformarnos en anunciadores de las grandezas de
Dios. ¡Estamos llamados a anunciar la novedad del Evangelio!.
¡¡Feliz y fecunda experiencia de resurrección; felices y santos días de gracias pascuales y salva-
doras para todos!!
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Homilética CANTAR EN PASCUA
2. CANTAR EN PASCUA
por Antonio Alcalde Fernández
En Pascua tenemos que conseguir que la liturgia, en su conjunto, suene y resuene como una
gran obra sinfónica: la sinfonía de la nueva creación en Cristo, afinados y vibrantes todos sus instru-
mentos. “Cantad al Señor un cántico nuevo. Resuene su alabanza en la asamblea” canta el salmista.
No podemos olvidar ni separar de la Pascua los cantos al Espíritu Santo. Pentecostés no es fies-
ta aparte, sino plenitud y cumplimiento de lo inaugurado en la noche de Pascua: el Espíritu que resucitó
a Jesús de entre los muertos. Es el culmen de la Pascua. Con las II Vísperas de Pentecostés se apaga
formalmente el Cirio Pascual como final de la Pascua.
Así como el templo aparece con una decoración nueva - abundancia de flores, de color blanco
preferentemente, gran iluminación, manteles blancos, murales, etc.- musicalmente también lo ambien-
tamos con una música que nos hable de fiesta grande, de solemnidad, de majestuosidad, de triunfo, de
victoria. Es muy importante tanto la imagen visual como auditiva que dé el templo donde nos reunimos
para celebrar al que está vivo y presente entre nosotros. “Aquel a quien cantamos resucitado hará que
vivamos reinando con Él para siempre” (San Agustín, Sermón Guelferbytano, 5,4).
En Pascua tenemos que cantar mucho y bien. No cualquier canto, no a palo seco, sino acompañán-
dolo «al son de instrumentos, con clarines y al son de trompetas» (Salmo 97), «con platillos sonoros, con pla-
tillos vibrantes» porque es La Pascua, el paso del Señor. «Todo ser que alienta alabe al Señor» (Salmo 150).
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Homilética CANTAR EN PASCUA
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Homilética RECURSOS PARA LA PASCUA
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Homilética RECURSOS PARA LA PASCUA
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Homilética DOMINGO 2º DE PASCUA
Domingo 2º de Pascua
12 de abril de 2015
El discípulo Tomás bien podría ser un símbolo de la libertad por su decisión de creer, después de
pasar por la duda, por ser humano lleno de miedo antes de convertirse en apóstol de la fe.
Javier Prat Cambra
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Homilética DOMINGO 2º DE PASCUA
LA PALABRA
PRIMERA LECTURA: Hech 4, 32-35 SEGUNDA LECTURA: 1 Jn 5,1-6
El autor de Hechos, San Lucas, con mucha El método de animación que emplea 1Jn con
probabilidad intercala «sumarios» de la vida de aquellos que han decidido quedarse en la co-
la primera comunidad cristiana de Jerusalén: to- munidad sin seguir el señuelo de los sedicentes
dos tienen comunión plena en el pensar, en el espirituales (gnósticos) que se han marchado
sentir y en el compartir los bienes buscando caminos espirituales más
materiales; los apóstolos son testi- brillantes es la exhortación. Y no so-
gos valerosos y Dios aprueba la vida lamente porque la estructura comu-
de la comunidad. Se trata más de nitaria no está organizada y no tiene
una «propuesta» de vida comunita- herramientas de coacción como las
ria bajo la acción del Espíritu Santo tendrá después, sino porque se cree
que del «retrato» de una realidad. Se que exhortar es la mejor manera de
puede leer de tres formas: los ‘lite- llegar al corazón, ya que la adhesión
ralistas’ consideran que todo suce- al Jesús de la pobreza histórica es
dió tal como narra el texto; pecan más una cuestión de corazón que de
de «anacronismo» y de «historicismo ideología religiosa.
ingenuo». Otros consideran, con nos- De ahí que emplee en primer
talgia, que hay que volver al «espíritu inicial» de la lugar el argumento de la “familiaridad”: creer en
primera comunidad que se ha perdido: «cualquier Jesús como Cristo es nacer de Dios y amar a ese
tiempo pasado fue mejor»; pecan de «añoranza Dios que da el ser. O sea, entre quien cree, Je-
del pasado». La tercera lectura, con los ojos de sús y el Padre se establece una corriente de vida
la Pascua, nos pide hacer presente este espíritu indestructible. Esa corriente está basada, como
hoy. Los cristianos están llamados en todas las decimos, en el amor, en el cumplimiento de “sus
edades, en todo momento, más allá de los tiem- mandamientos” que no son otros que el manda-
pos cronológicos o de etapas idílicas de la anti- miento del amor.
güedad, a dar vida al espíritu de compartir en la Efectivamente el amor consiste en “que guar-
fraternidad, de estar alegres en la humildad, de demos sus mandamientos”. Y según la reducción
sencillez en el testimonio. No es una lectura que de Jn 15,7ss todos los mandamientos se conden-
nos revuelva con acritud san y concentran en el mandamiento del amor.
a un «pasado mejor», sino Por eso, la exhortación al amor es primordial en
un acicate para hacerlo esta carta. El amor solidario es la clave de verdad
Estamos en Pascua, Se- vida hoy. La palabra de del itinerario espiritual del seguidor.
ñor, y nuestro corazón
Dios es histórica pero no Ese mandamiento “no es pesado”. La disputa
quiere estar alegre. Por
«historicista»; bebe del pa- abierta en el judaísmo sobre qué mandamientos
eso, Padre, te pedimos
sado histórico, pero no es eran “pesados” (obligatorios) y cuáles “ligeros”
que nuestra alegría se
nostálgica; es palabra viva (de libre cumplimiento) y que aparece reflejada
difunda y se contagie a
nuestro alrededor.
para «aquí, hoy y ahora». en el texto de Mt 11,30 se resuelve en la tradición
Pedro Fraile Yécora evangélica en la certeza que todo lo de Jesús es
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Homilética DOMINGO 2º DE PASCUA
“ligero”, brota del corazón. Así es: una adhesión les el matiz que mejor ayudaba a fortalecer la fe
obligatoria es una contradicción; sería como un de sus comunidades cristianas. Todos apoyados
amor obligado. La no obligatoriedad, el dinamis- en la experiencia decisiva del triunfo definitivo del
mo del amor es el que garantiza la “victoria so- Dios de la vida.
bre el mundo” porque la fe que vence es la fe que Un aspecto fundamental en la experien-
proviene del amor. Éste es la base de la opción cia pascual es su dimensión comunitaria. Así lo
de quienes se han quedado en ponen de manifiesto los cuatro.
la comunidad. No hay auténtico encuentro con
Y es una victoria mezclada el Señor resucitado al margen de
a la historia y sus trabajos. Por la comunidad. La tumba vacía y
eso es “con agua y con sangre”. las apariciones a personas indi-
De acuerdo con la simbología viduales (o a los dos de Emaús)
joánica (Jn 19,34) la realidad reciben luz definitiva en el en-
de Jesús está hecha de “agua”, cuentro comunitario. Allí recono-
de Espíritu, y de “sangre” de entrega total. Ese cen realmente al Resucitado; allí reciben la fuerza
doble componente es también el que necesita el del Espíritu; y allí son enviados a proclamar a to-
creyente para permanecer lúcido en el seno de la das las naciones la Buena noticia. La comunidad
comunidad: una actitud espiritual y una posición es necesaria en el encuentro pascual.
histórica de solidaridad. El evangelio de Juan finaliza también con esta
Por eso se subraya la necesidad de la “san- experiencia, en un relato en dos partes (el capítu-
gre”, de la solidaridad histórica, de la entrega al lo 21 es un añadido a la redacción final del evan-
débil: “no sólo con agua, sino con agua y con san- gelio). El mismo día de la Pascua, al atardecer,
gre”. Es justamente ahí donde se halla la deficien- Jesús se aparece a los discípulos, que estaban
cia de los gnósticos quienes, buscando caminos reunidos; a los ocho días, de nuevo el Resucitado
espirituales, descuidan la solidaridad. se sitúa en medio de ellos, cuando estaban reu-
Fidel Aizpurúa Donázar nidos. La experiencia es la misma: el Resucitado
y la comunidad. Hay un elemento importante que
EVANGELIO: Jn 20, 19-31 da unidad a ambos relatos: la ausencia-presencia
de Tomás, «uno de los doce»; la incredulidad-con-
Los relatos de la Pascua cierran los cuatro fesión de fe del apóstol.
evangelios. El hallazgo de la tumba vacía y las En el primer encuentro los discípulos pasan
apariciones quieren transmitir la experiencia del del miedo: «encerrados por miedo a los judíos»,
encuentro con el Resu- a la alegría de ver en medio de ellos al Señor. Se
citado que tuvieron los realiza lo que había anunciado en el transcurso
primeros discípulos. Una de la cena de despedida: ha vuelto para estar con
experiencia que se con- ellos; les comunica su paz; reciben la fuerza del
Todo lo que somos y tene-
vierte en fundamento de Espíritu; y son convocados a una misión recibida
mos lo hemos recibido de
la fe en Jesús, Mesías del Padre, a través del Hijo. El grupo de los dis-
ti, Padre. Ahora te lo pre-
Hijo de Dios. Cada evan- cípulos es el destinatario de esta experiencia. El
sentamos para que, trans-
formados por ti, refleje la gelista “utiliza” unas Señor en persona, el que murió en la cruz («mirad
luz y el atractivo que pro- tradiciones, en algunos mis llagas y mi costado»), se presenta en medio
ceden de Jesús resucitado. casos comunes, dándo- de ellos y les llena de la fuerza del Espíritu.
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Homilética DOMINGO 2º DE PASCUA
Se produce un intermedio en la narración. To- eso, a los ocho días sí está junto a la comunidad
más no está en medio del grupo reunido y duda reunida. Las circunstancias son las mismas, aun-
de su testimonio. Él había escuchado las prome- que ahora no se menciona el miedo. Jesús se diri-
sas que hizo Jesús en la cena y ahora recibe el ge al grupo y solamente después a Tomás. Bastan
anuncio de los apóstoles. Pero duda. La fórmula las palabras de Jesús para que Tomás salga de la
condicional que utiliza («si no veo… si no toco…») duda y haga su confesión de fe (la más profunda
deja traslucir, no obstante, que está abierto a del evangelio). Jesús pronuncia cinco imperativos
creer en lo que le están que hacen innecesario el deseo del discípulo: ver,
diciendo. Ahora bien, quie- tocar… Basta con su palabra.
re tener una experiencia Por eso, serán dichosos los que en el futuro
Que la vida que brota de
directa, al menos como la creerán por el testimonio. La visión física será susti-
Cristo resucitado perma-
que han tenido el resto. tuida por el kerigma proclamado; solo partiendo de
nezca siempre en nosotros
En medio de la duda la escucha del kerigma se puede acceder a la fe.
y en quienes viven a nues-
está abierto a la fe. Por Óscar de la Fuente
tro lado llenando el mundo
de alegría y esperanza.
HOMILÍA
Es curioso. Hoy nos encontramos entre dos
La figura de Tomás nos devuelve
textos (la primera lectura y el Evangelio) que re-
a la dimensión “procesual”
flejan rasgos aparentemente opuestos de la hu-
de nuestra fe.
manidad y de la antropología de los primeros se-
guidores y seguidoras de Jesús. Por un lado, tenemos la primera lectura de Hechos que nos muestra
cómo eran las primeras comunidades cristianas diciéndonos que “lo tenían todo en común…, daban
testimonio de la resurrección del Señor con mucho valor…”, y por otro lado el Evangelio, en el que
nos encontramos con la incredulidad de Tomás, que se resiste a creer mientras no meta la mano en
el costado del Resucitado. Bien parece que la primera lectura refleja una comunidad “intachable”.
No pasa así en el Evangelio, donde la “foto” de Tomás parece salir algo más desenfocada, afeando
al fin y al cabo la imagen del discipulado. Uno y otros son personas seguidoras de Jesús, testigos de
primera hora. En torno a la imagen que de ellos se manifiesta en las lecturas me surgen algunas pre-
guntas: ¿sería realmente tan “perfecta” aquella comunidad y tan “radical” la incredulidad de Tomás?
¿No será que la realidad es más mezclada en unos y otros, incluso en nosotros mismos?
La Biblia es un buen espejo en el que mirarnos y reconocernos los cristianos de todas las épocas.
Tiene sentido acercarnos a las lecturas atendiendo, no sólo a lo que dicen, sino también a aquello
que no expresan con palabras. El Evangelio de hoy puede adentrarnos en una experiencia de recon-
ciliación con nuestras torpezas a la hora de reconocer
La fe no funciona “a golpe al Resucitado en medio de la vida cotidiana. ¿Quién no
de clic”, como los ordenadores. ha dicho alguna vez “¡no lo creo hasta que no lo vea con
mis propios ojos!”? Que una figura como la de Tomás esté descrita así en el Evangelio nos devuelve
a la dimensión “procesual” de nuestra fe, que no funciona “a golpe de clic”, como los ordenadores.
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Homilética DOMINGO 2º DE PASCUA
La primera lectura, por otro lado, nos puede introducir, como canta Silvio Rodríguez, en la necesidad
de “amar el tiempo de los intentos”, porque, más que una realidad “redonda y perfecta”, esta lectura
apunta hacia aquello a lo que todos y todas
La realidad nunca es redonda
caminamos: el ideal de una comunidad de-
y perfecta sino que apunta al ideal.
mocrática en sus decisiones y generosa en
el compartir de los bienes.
El subrayado que hace la segunda lectura es importante. Necesitamos reconocer existencial-
mente que “los mandamientos de Dios no son pesados, pues todo lo que ha nacido de Dios vence
al mundo”. Lo de Dios nunca es un “pesado”, sino que es anchura, propuesta, camino, encuentro
comunitario, envío y misión… En esta lectura quedan vinculadas, como tantas veces en la Biblia, dos
dimensiones vertebradoras de la existencia: el amor y la fe. Una fe cimentada en el “cumplimiento”
se cae. La experiencia de la Resurrección que atraviesa nuestras vidas nos abre al amor, trasciende
nuestras increencias, nos impulsa más allá del lugar de donde partimos, provoca “ardor en el cora-
zón” y calidez en las relaciones humanas.
Esperanza de Pinedo, acj
ORACIÓN UNIVERSAL
Como Tomás, también nosotros somos torpes para creer y confiar. Pero a pesar de todo, ponemos
nuestra confianza en ti y te presentamos nuestros deseos:
• Que en la Iglesia nos vivamos como comunidad fraterna, de hermanas y hermanos que practican
la solidaridad, la justicia social, la preocupación por los más vulnerables al modo de las primeras
comunidades cristianas que, dinamizados por el espíritu del Resucitado, “lo tenían todo en común
y daban testimonio de Resucitado con mucho valor”
• Que en nuestro mundo, preñado de semillas de alternatividad y Buena Noticia, seamos generado-
res de reconciliación y nos impliquemos en la construcción del Reino aquí y ahora.
• Que como sociedad, nos ayudemos mutuamente a reconocer la Vida que se manifiesta en medio
de lo ambiguo y lo complejo de la realidad, aunque nuestros dedos no toquen inmediatamente esas
señales.
• Que cada una y cada uno de nosotros, no nos impacientemos con los procesos lentos, propios y
ajenos, ni nos asusten nuestras torpezas para reconocer al Resucitado en la vida cotidiana.
Escucha, pues, Padre, nuestra oración y ayúdanos a construir la comunidad ideal que Tú soñaste.
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Homilética DOMINGO 2º DE PASCUA
RECURSOS
En el jardín del resucitado
crece la flor de LA SIMPATÍA
La imagen de la primera comunidad: “daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con
mucho valor” (1ª lectura) contrasta con la imagen de los discípulos en el evangelio, “con las puertas
cerradas por miedo a los judíos”… Jesús resucitado les
infunde valor y los envía fuera de la casa: “¡salid!”. Y es
entonces, cuando salen y se acercan a la gente dando
testimonio de lo que están viviendo, cuando despiertan
simpatía y agrado (las traducciones difieren entre “Dios
los miraba con agrado” y “eran bien vistos de todo el pue-
blo”; el original griego dice: “una gran gracia estaba con
todos”…
Pero para despertar simpatía es necesario estar cer-
ca. A Tomás Jesús le dice que “toque”, que se “implique”
en las llagas de Jesús, que son, en definitiva, las llagas
de los crucificados. Acercarse y tocar, dos claves esen-
ciales de la nueva vida que despierta en nosotros el cru-
cificado. Nunca lo lograremos del todo. Nunca el ”ideal”
de la primera comunidad será plenamente realidad, pero
estamos en camino. Y Dios nos invita a ello: a acercarnos
y tocar, a implicarnos…).
“Para ser evangelizadores de alma también hace falta desarrollar el gusto espiritual de estar cerca de
la vida de la gente, hasta el punto de descubrir que eso es fuente de un gozo superior. La misión es una
pasión por Jesús pero, al mismo tiempo, una pasión por su pueblo. Cuando nos detenemos ante Jesús
crucificado… redescubrimos que Él nos quiere tomar como instrumentos para llegar cada vez más cerca
de su pueblo amado. (268). Jesús mismo es el modelo de esta opción evangelizadora que nos introdu-
ce en el corazón del pueblo... Cautivados por ese modelo, deseamos integrarnos a fondo en la sociedad,
compartimos la vida con todos, escuchamos sus inquietudes, colaboramos material y espiritualmente
con ellos en sus necesidades, nos alegramos con los que están alegres, lloramos con los que lloran y
nos comprometemos en la construcción de un mundo nuevo, codo a codo con los demás. Pero no por
obligación, no como un peso que nos desgasta, sino como una opción personal que nos llena de alegría
y nos otorga identidad (269).
El jardín:
Hoy lo llenamos de tiestos y jarrones de flores azules.
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Homilética DOMINGO 2º DE PASCUA
LA MÚSICA
«¡SEÑOR MÍO Y DIOS MÍO!»
«Quien diga que Dios ha muerto
que salga a la luz y vea
si el mundo es o no tarea
de un Dios que sigue despierto.
Ya no es su sitio el desierto
ni en la montaña se esconde:
Decid, si preguntan dónde,
que Dios está ―sin mortaja―
en donde un hombre trabaja
y un corazón le responde»
(J.L. Blanco Vega, Himno de Sexta)
El Crucificado no está muerto. Ha resucitado. ¡Aleluya!. Alegrémonos y gocemos con Él en su Pascua. El mal no ha
vencido. La muerte ha sido destruida. La vida ha triunfado. Iglesia santa de Dios, comunidad nacida en la Resurrec-
ción: dichosa por creer sin haber visto. Nuestro Dios, de misericordia infinita, reanima la fe de su pueblo con el retorno
anual de las fiestas pascuales. Con la resurrección de Jesús, en primavera, nos nace la Primavera de la Iglesia.
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Homilética DOMINGO 2º DE PASCUA
Canto de entrada: Cristo resucitó MD 351-1; CLN A 13. Durante estos domingos pascuales podemos
suprimir el rito penitencial y comenzar la Eucaristía con el rito de la aspersión del agua que nos hará
recordar y revivir nuestro propio bautismo. Podemos cantar: “Una fuente de agua viva” CLN 229; o bien
“El Bautismo” CD: Hacia la Pascua (SP). “Una nueva vida” MD 21; CLN 426.
Al rito inicial de la Aspersión del agua seguirá el canto del himno del Gloria CLN C 3.
Salmo responsorial: “Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia”; o bien
el popular de M. Manzano: “Este es el día en que actuó el Señor” CLN 522.
Credo: El canto se va intercalando en la Profesión de fe. A las preguntas del sacerdote respondemos
con un sí rotundo y personal.
Fracción del pan: “Cordero de Dios” con sus tropos. CD: Paz a Vosotros (SP).
Comunión: al acercarnos a recibir el Cuerpo glorioso del Señor, cantamos el cántico nuevo al triunfo del
Hijo de Dios. “Un cántico nuevo” MD 357-2; CLN 206; o bien “El Señor ha resucitado” CLN 216.
Antífona final: “Reina del cielo, alégrate” MD 388; CLN 324. Después del saludo final del sacerdote am-
bientamos la salida del templo con la música orquestal del comienzo: “En la mañana de Resurrección”.
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Homilética DOMINGO 3º DE PASCUA
Domingo 3º de Pascua
19 de abril de 2015
La resurrección de JC no es solo un milagro quizá dentro, quizá fuera de la historia, sino una invita-
ción a vivir, a celebrar, a anunciar todo lo bueno y milagroso de la vida que no tiene fin después de
superar la muerte. Javier Prat Cambra
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Homilética DOMINGO 3º DE PASCUA
LA PALABRA
PRIMERA LECTURA: Hech 3, 13-15. 17-19 de espiritualidad de pasar por el cauce pobre de
la historia conlleva, entre otras cosas, el encara-
El libro de los Hechos recoge en sus primeros miento del lado débil de la persona, del pecado.
capítulos la actividad ferviente de los primeros Negar la evidencia del pecado es salirse del mar-
apóstoles en Jerusalén. Leemos parte del tercer co de la historia. Por eso, hay que mirar tal reali-
discurso de Pedro después de la curación del pa- dad de frente. La fe en Jesús da recursos necesa-
ralítico en la puerta del Templo. Es un resumen rios para salir al paso de tal asunto.
preciso y precioso del primer mensaje cristiano: El primero es que, aunque el pecado esté te-
Jesús ha sido «glorificado» por el «Dios de nues- nazmente delante, “tenemos a uno que abogue
tros padres». De esta forma se sitúa en el cora- ante el Padre: Jesucristo, el Justo”. Él es el verda-
zón de la fe de Israel. Jesús ha sido «rechazado dero defensor para el creyente. Su defensa, lógi-
y entregado» por los responsables camente, puede más que la fuerza
judíos (curiosamente el autor excul- del pecado. De ahí que el asunto
pa a Pilato). Jesús no es un adve- no sea tanto cómo no pecar, sino
nedizo, sino que es llamado «sier- cómo confiar en quien nos defien-
vo»; él cumple las profecías sobre de, de tal manera que podemos
el Mesías sufriente (de esta forma aspirar a que el tema del pecado
se refiere por dos veces, indirec- quede situado en su justo lugar,
tamente, a los oráculos del Siervo de Yahveh). El controlado y tratado correctamente para que no
final no es la tragedia que llora al hombre justo, nuble la hermosura del encuentro con Dios por el
sino la palabra última que pronuncia Dios: él lo cauce de la historia pobre.
ha «resucitado». Pedro se une a los apóstoles ca- El segundo argumento es que ese Jesús que
lificándose a sí mismos de «testigos». Pedro no se nos defiende es “víctima de propiciación”. Es,
queda en la información, sino que pasa a la exhor- como decía Rom 3,25, esa concreción histórica
tación pidiéndoles que se arrepientan y convier- de los viejos anhelos de liberación del pecado
tan; la consecuencia, el perdón de los pecados. que todas las religiones espirituales han tenido
En pocas líneas asistimos a la proclamación del siempre. Efectivamente, en el Jesús histórico se
«primer anuncio», del «kerygma» de la comunidad hace carne comprobada la realidad de que la gra-
cristiana naciente, que poco a poco se irá desarro- cia triunfa sobre el pecado, de que el perdón se
llando desde sus núcleos fundamentales. logra sin tener que recurrir a ritos anuales, que
Pedro Fraile Yécora la acogida por parte de
Dios está garantizada
SEGUNDA LECTURA: 1 Jn 2,1-5 y que sus brazos siem-
pre están abiertos a su
Vivir la Pascua es dejarnos
Los gnósticos que se han ido de la comuni- criatura. Estas certezas
invadir de la nueva vida
dad buscando caminos espirituales más sublimes espirituales son los fru- que tú, Padre, nos regalas
parecen decirse adornados de impecabilidad. Mu- tos de esa “víctima”, de al hacernos hijos tuyos
chas exaltaciones espiritualistas funcionan así. ese Jesús entregado por en Cristo. Queremos vivir
Pero el autor quiere hacer ver que su propuesta amor. siempre así
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Homilética DOMINGO 3º DE PASCUA
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Homilética DOMINGO 3º DE PASCUA
La segunda parte del Solo a la luz del misterio pascual podemos com-
encuentro se centra en prender el evento Cristo. En estas palabras se
la enseñanza a los discí- recuerda el contenido central del kerigma primi-
Te damos gracias, Padre, pulos, y en la llamada a tivo: la muerte y resurrección de Jesús, como fue
porque nos has abierto los ser testigos de lo que han anunciado en las Escrituras, es el cumplimiento
ojos para entender la vida experimentado. Las pala- del plan salvífico de Dios.
de un modo nuevo. Que la bras de Jesús no hacen Termina el texto con la invitación al testimo-
mirada de Cristo resucita-
más que recoger el conte- nio. Los discípulos son (en presente) testigos de
do nos haga ver las cosas
nido de la enseñanza que esta experiencia del encuentro con el Resucitado-
como las ves tú.
ya se ha dado a conocer a Crucificado, y del anuncio de la acción salvífica de
lo largo de toda su vida pública. La novedad es Dios en el mundo. Este testimonio será el conte-
que, ahora, los discípulos comprenden plenamen- nido de la “segunda parte” de la obra lucana, el
te lo que Jesús había anunciado. libro de los Hechos de los Apóstoles.
Él es la clave para entender las Escrituras. Óscar de la Fuente
HOMILÍA
Las lecturas de hoy narran, desde una clave existencial, cómo la experiencia de la Resurrección
marca definitivamente la vida de quienes así lo han experimentado. San Ignacio de Loyola, en los Ejercicios
Espirituales, donde el santo busca que el hombre
A la experiencia de la Resurrección
y la mujer orantes enraícen su experiencia
se accede a través
religiosa en la persona de Jesús de Nazaret, nos
de sus “santísimos efectos”
dice que a la experiencia de la Resurrección se
accede a través de sus “santísimos efectos”, es decir que se nos invita a reconocer la Resurrección por las
consecuencias que ésta tiene para nuestras vidas más que por “lo que pasa” en ella.
Pues bien, en la primera lectura de los Hechos de los Apóstolos se pueden apreciar clarísi-
mamente algunos de estos “efectos de la Resurrección”: impresiona la contundencia, libertad y se-
guridad con la que Pedro habla. Parece como si, de pronto, la lengua se le hubiera “desatado”. Su
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Homilética DOMINGO 3º DE PASCUA
e invita a “comenzar de nuevo” una nueva historia. El Resucitado se acerca, como Jesús siempre lo
ha hecho, respetando la situación vital en la que cada uno está. Cuenta con las reacciones de duda o
alarma que se puedan generar, fruto del encuentro. No se salta los procesos históricos sino que parte
de ellos. En su discurso, remite a la historia como herramienta de comprensión, no como un punto de
llegada, sino como punto de partida. A los discípulos “se les abre el entendimiento”.
Como dice la segunda lectura, no podemos aproximarnos a la Resurrección de Jesús sin hacer-
nos cargo del modo como aconteció su pasión y muerte. Esa experiencia de Resurrección también
nos ilumina y nos regala nuevas claves para com-
La Resurrección arroja luz sobre
prender el propio pecado, personal y estructural.
las dimensiones más oscuras
La Resurrección es una nueva sabiduría que arroja
y ambiguas de la existencia.
luz sobre todas las dimensiones de la existencia,
también sobre aquellas más oscuras y ambiguas. En esta nueva visión de la realidad no pueden que-
dar desconectados el “ser” del “hacer” (“quien dice Yo no lo conozco y no guarda sus mandamientos
es un mentiroso”). Jesús Resucitado, a quien la primera lectura reconoce como “autor de la vida”, nos
precede y acompaña en este nuevo camino.
Esperanza de Pinedo Extremera, acj
ORACIÓN UNIVERSAL
Animados por la fuerza del resucitado, presente en nuestras vidas como en la de Pedro, te presenta-
mos, Padre nuestras peticiones:
• Que la Iglesia, testigo de la Resurrección, permanezca atenta y vigilante a tu presencia que está
habitando toda realidad.
• Que el sueño de Dios de justicia, fraternidad y paz universal lo vayamos construyendo poco a poco,
sin desfallecer, y seamos capaces de alentar los gestos solidarios de las personas que hacen creí-
ble la Buena Noticia de la Resurrección.
• Que esta sociedad, Señor, reciba de ti el regalo de mujeres y hombres profetas que, marcados por
la experiencia de la Resurrección, anuncien con valentía y coraje la nueva tierra y los nuevos cielos
a los que aspiramos como comunidad creyente.
• Que seamos, Padre, contemplativas y contemplativos de la realidad, para que nuestra fe sea creí-
ble. Haz de nuestras casas y de nuestras vidas espacios fecundos de humanización, lugares que
propicien el encuentro con Jesús Resucitado en las personas y colectivos que nos salen al paso
cada día.
Alienta, Padre, dentro de nosotros, la fuerza de tu Espíritu, para anunciar el evangelio con nuestras
palabras y nuestras obras.
253
Homilética DOMINGO 3º DE PASCUA
RECURSOS
En el jardín del resucitado
crece la flor de LA SABIDURÍA
“Creámosle al Evangelio que dice que el Reino de Dios ya está presente en el mundo, y está desarro-
llándose aquí y allá, de diversas maneras: como la semilla pequeña que puede llegar a convertirse en
un gran árbol… (278) Como no siempre vemos esos brotes, nos hace falta una certeza interior y es la
convicción de que Dios puede actuar en cualquier circunstancia, también en medio de aparentes fraca-
sos… Uno sabe bien que su vida dará frutos, pero sin pretender saber cómo, ni dónde, ni cuándo. Tiene
la seguridad de que no se pierde ninguno de sus trabajos realizados con amor, no se pierde ninguna
de sus preocupaciones sinceras por los demás, no se pierde ningún acto de amor a Dios, no se pierde
ningún cansancio generoso, no se pierde ninguna dolorosa paciencia. Todo eso da vueltas por el mundo
como una fuerza de vida. A veces nos parece que nuestra tarea no ha logrado ningún resultado, pero la
misión no es un negocio ni un proyecto empresarial, no es tampoco una organización humanitaria, no
es un espectáculo para contar cuánta gente asistió gracias a nuestra propaganda; es algo mucho más
profundo, que escapa a toda medida... El Espíritu Santo obra como quiere, cuando quiere y donde quie-
re.. Sigamos adelante, démoslo todo, pero dejemos que sea Él quien haga fecundos nuestros esfuerzos
como a Él le parezca” (279).
El jardín:
Hoy lo llenamos de tiestos y jarrones de flores amarillas.
254
Homilética DOMINGO 3º DE PASCUA
No existen, por otra parte, dos Arrupes: el hombre extrovertido, simpático, valiente, arrollador que
traslucía su persona y su innovadora acción apostólica, y el hombre interior que dibujan los apuntes de
sus Ejercicios, las oraciones que han llegado hasta nosotros y sus diez últimos años de cruel enferme-
dad. El P. Arrupe fue un hombre unificado: Cristo y la causa de su Evangelio, fueron en todo momento el
“objeto siempre mayor de su deseo”. Ése fue el motor de su vida. Un motor interior que nunca se redujo
a un ambiguo cristianismo emocional. Su vida entera es testimonio de hasta qué punto le empujó a
mantener sobre el mundo, la Iglesia y la Compañía de Jesús una mirada comprometida… y hasta qué
punto ese modo de mirar el mundo e implicarse en él introdujo en su vida la cruz: Hiroshima, cambios
de orientación en la Compañía de Jesús, descalificación en Roma, su “canto del cisne”: el problema de
los desplazados…
El sabio cristiano es aquel que da con el Misterio que late en lo profundo de toda realidad –Misterio
fundante y acogedor a quien Jesús llamó Padre-, y estructura su vida según la triple secuencia de la ado-
ración, el agradecimiento y el envío. Esa secuencia brilló con luz propia en la vida y muerte del P. Arrupe.
José Antonio García, S.J.
LA MÚSICA
«VOSOTROS SOIS TESTIGOS DE ESTO»
255
Homilética DOMINGO 3º DE PASCUA
Pascua y conversión, Resurrección y perdón de los pecados, van unidos y resuenan en la liturgia de
hoy. Pedro termina su discurso exhortando a la conversión: “Rechazasteis al santo...matasteis al autor
de la vida... sé que lo hicisteis por ignorancia y vuestras autoridades lo mismo. Por tanto, arrepentíos y
convertíos, para que se borren vuestros pecados”(2ª lectura). Para confesar a Jesús resucitado no basta
con tocad y palpad sus llagas; es preciso comprender las Escrituras y abrirse a la conversión del corazón.
Canto de entrada: “La fiesta del Señor” MD 362-2; CLN 214; o bien “Resucitó el Señor” MD 353-2;
CLN 205.
Comunión: “Quédate con nosotros” MD 184; CLN O 28; o bien “Quédate junto a nosotros” MD 184;
CLN O 20.
Despedimos a la asamblea cantando “La Pascua con María” en el CD: María en los Tiempos Litúrgicos
(SP)
256
Homilética DOMINGO 4º DE PASCUA
Domingo 4º de Pascua
Jornada mundial de oración por las vocaciones
26 de abril de 2015
San Romero de América, decía Casaldáliga, es el ejemplo de pastor que da la vida por los suyos.
Murió asesinado en marzo de 1980, mientras celebraba la misa, en medio de una cruel guerra civil.
Su voz llamaba a la paz y el perdón. Javier Prat Cambra
257
Homilética DOMINGO 4º DE PASCUA
LA PALABRA
PRIMERA LECTURA: Hech 4, 8-12. SEGUNDA LECTURA: 1Jn 3,1-2
El texto que leemos es continuación del do- La 1Jn recupera la vieja idea profética de que
mingo pasado. Pedro y Juan, después de haber la respuesta al amor que Dios tiene a la persona es
curado al paralítico y anunciar el «kerygma» pú- el amor al otro, “la justicia y el derecho” (Is 5,1ss).
blicamente, son arrestados y conducidos al Sa- El Evangelio, con su equiparación entre ambas rea-
nedrín (jefes del pueblo y ancianos). Recordemos lidades, amor a Dios-amor a la persona, indicará
que Jesús es condenado a muerte por el Sanedrín que el modo como Dios quiere que se le ame es
bajo la acusación de blasfemo. Pedro ya no tie- amando al otro (Mt 22,36-40). La 1Jn parece que-
ne el miedo que le atenazó la noche de la entre- rer decir que, de algún modo, el amor al prójimo es
ga, sino que ahora habla con “primero” porque visibiliza el
libertad y claridad. Ellos no amor a Dios. Por eso, para este
son «magos» ni «curanderos», escrito es claro: es hijo de Dios
sino que han curado al para- quien ama a su prójimo.
lítico en el «nombre» de Jesús Desde ahí se puede con-
(por tres veces se insiste en templar y percatarse del tipo
el «nombre»). Es Jesús quien de amor que Dios ha tenido
hace posible y real la curación. A continuación Pe- a la historia: un amor que lleva a llamarnos hijos
dro aprovecha para echarles en cara que son res- (“Nos ha llamado hijos de Dios, pues ¡lo somos!”).
ponsables de la muerte de Jesús, pero que Dios Es el argumento de la total identidad, de la filiación
mismo le ha devuelto a la vida. El crucificado es verdadera. El énfasis que pone el autor indica su
el resucitado; identidad en la persona, pero una firme certeza y también el peligro en que los gnós-
nueva situación: no pertenece al mundo de los ticos ponen a la comunidad diciendo que llamarse
muertos; está vivo. Pedro cita el salmo 118,22, hijo de Dios es una aberración, ya que nadie puede
personificado en esta situación: ellos han recha- igualarse al “Sublime”. Pero el autor no se desdice
zado a Jesús, que ha sido constituido por Dios en de su profunda fe en que el amor del Padre eleva a
«piedra angular», piedra de salvación. Pedro con- la realidad creada a la categoría de “hija”.
cluye contundentemente: «no hay otro que pueda Esta profunda relación de Dios con la criatura
salvar». El Sanedrín se ha no la puede conocer “el mundo”, los mecanismos
quedado en la Ley pregun- inhumanos de la historia “porque no le conoció
tado «quién ha curado y a Él”. Es que puede uno darse de muy religioso,
Reunidos en torno al altar, con qué autoridad». Pedro pero es preciso “conocer” al Padre, tener una ex-
Padre, queremos partici- proclama que el «nombre» periencia gozosa de filiación, más allá de la pobre-
par en la alegría de tener de Jesús resucitado, su za de la vida. Como esos gnósticos no han tenido
a Jesús como amigo. A él
persona entregada, su tal experiencia, discuten y cuestionan el argumen-
le gustaba llamarnos sus
nueva vida glorificada, es to de la identidad, hasta el punto de que les pare-
ovejas y nosotros que-
portador de salvación para ce una aberración.
remos tenerle siempre
cuantos creen en él. Más aún, esta fase histórica, por estar constre-
como nuestro pastor.
Pedro Fraile Yécora ñida a grandes limitaciones, no puede manifestar
258
Homilética DOMINGO 4º DE PASCUA
alimentar la esperanza de que esto mismo será aprovechaban de él y no que somos tu familia, re-
unidos en torno a la mis-
vivido en plenitud. Es lo que el lenguaje religioso lo cuidaban. Jesús es aho-
ma mesa donde Jesús nos
llama bienaventuranza, cielo, eternidad. ra el pastor definitivo que
ofrece su vino y su pan.
Y remacha: “lo veremos tal cual es”, compren- cumple la promesa hecha
deremos entonces “cómo Dios nos ha comprendi- por Dios. La solicitud de
do” (1Cor 13,12), la idea de amor y de acogida que Dios por su pueblo (guía, cuida, protege, reúne) se
Dios ha tenido siempre con nosotros y que, debido a manifiesta plenamente en Jesús, el buen pastor.
nuestra limitación, muchas veces no hemos llegado El rasgo que identifica a este buen pastor es
a percibir. Entonces, caídos los velos de la historia dar la vida por su rebaño. No es como los asalaria-
débil, llegaremos a entender que el camino iniciado dos (en ellos se veía a los líderes del pueblo), que
en el seguimiento a Jesús era el camino acertado. se aprovechan del rebaño y ante las dificultades
Solamente manteniendo vivas las grandes intuicio- lo abandonan a su suerte. El buen pastor entrega
nes se puede llegar a sostener la solidaridad comu- su propia vida. Nadie se la quita, sino que Él, vo-
nitaria aunque sea en modos de pobreza. luntariamente, es quien la entrega. La obediencia
Fidel Aizpurúa Donázar al Padre que lleva al extremo del amor muriendo
en la cruz, se refleja en la imagen del pastor que
EVANGELIO: Jn 10, 11-18 vela siempre por su rebaño.
La relación que establece el pastor con sus
La imagen de Jesús como buen pastor es ovejas es de conocimiento mutuo. No se trata
una de las que han estado más presentes en la de un conocer intelectual-nocional. El campo se-
conciencia de los cristianos, siendo la primera re- mántico del verbo remite a su uso en el contexto
presentación de Jesús en el arte paleocristiano. semítico. Conocer implica toda la realidad de la
Es una imagen de profundas persona: inteligencia, afectivi-
raíces culturales (del ámbito dad, acción, relaciones… Co-
pastoril), así como de rico sim- nocer es entrar en comunión
bolismo para el pueblo judío, con el otro. La comunión que
debido al uso que las Escritu- existe entre el Padre y el Hijo
ras hicieron de ella, sobre todo, aunque no solo, es el fundamento de la relación del pastor con su
los profetas. Así, en el trasfondo de la identifica- rebaño. El conocimiento-amor es el que lleva al
ción de Jesús como buen pastor resuenan las pa- pastor a dar la vida. Las ovejas lo saben y perma-
labras de Ezequiel: «Yo (el Señor) suscitaré para necen junto a Él.
ponérselo al frente (de mi pueblo) un solo pastor Pero no todas las ovejas forman parte del re-
que las apacentará» (cfr. Ez 34). baño. El buen pastor también ha recibido la misión
Después de presentarse como «la puerta del de atraer a todos a formar parte del mismo y úni-
redil por la que han de entrar las ovejas», ahora co rebaño, bajo la guía del mismo y único pastor.
Jesús se autoproclama buen pastor. La fórmula El cuidado del pastor no se limita a los estrechos
«yo soy», utilizada dos veces al inicio de frase, en- márgenes de un pueblo (Israel), sino que se abre
259
Homilética DOMINGO 4º DE PASCUA
HOMILÍA
Situación de la escena: Jesús tiene frente a sí a los mismos fariseos que “echaron fuera”, es decir,
que excomulgaron al ciego de nacimiento en el capítulo anterior. En contraposición con ellos, malos
pastores, se presenta Jesús como Buen Pastor…
1. “Yo soy el buen Pastor”. ¿Qué características tiene este autorretrato que hace Jesús de sí mismo?
- El Buen Pastor conoce a sus ovejas y ellas a él, es decir, crea una relación personal con ellas, crea
familiaridad;
- Al buen Pastor le importan las ovejas, cada una de ellas, y esto les da confianza y seguridad;
- El buen Pastor da la vida por las ovejas, la expone en defensa suya, ante la presencia del lobo.
- Ese Pastor bueno es, además, un Pastor universal cuya meta es reunirnos a todos en un solo rebaño
y bajo un solo pastor. Hacer del mundo una familia de hijos e hijas bajo el amor de Dios (2ª lectura).
He ahí cuatro características del autorretrato de Jesús como buen Pastor. ¡Qué distinto de los
fariseos y de lo que acaban de hacer con el ciego de nacimiento…!
Reflexión. Todos nosotros, incluido quien preside esta eucaristía, somos ovejas de ese Pastor
bueno. Él hace que seamos familia de Dios, nos da confianza y seguridad, crea pertenencia, sueña
un rebaño de inclusión total… ¿No es una dicha vivir así, con él y bajo su guía? ¿Lo agradecemos
suficientemente?
260
Homilética DOMINGO 4º DE PASCUA
2. Nosotros, los “pastores” de la comunidad. Ante este icono de buen Pastor, se impone una mirada
hacia nosotros los sacerdotes, representantes de Cristo “cabeza y pastor” (“Pastores dabo vobis”).
- Nuestro retrato dista mucho del suyo. En muchas ocasiones nos falta cercanía, tiempo, contacto,
conocimiento mutuo… Os pedimos perdón por ello.
- Nos importáis, es cierto, pero cuando nos comparamos con el buen Pastor, nos vemos muy pobres,
poco generosos, impotentes para hacer que nuestra Parroquia sea un ámbito de familia y de per-
tenencia…
- Y sobre todo, eso de exponer la vida y darla por vosotros… En fin, no somos él, ni como él, pero sí
deseo de parecernos cada día más a él, de ser representación entre vosotros del buen Pastor. A la
vez que os pedimos perdón, os rogamos que nos ayudéis a lograrlo…
3. Todos somos oveja y pastor. Toda la comunidad parroquial, incluido su pastor, somos ovejas del
único Pastor, Cristo Jesús. Todos por igual estamos llamados a sentir hoy que somos conocidos por él;
que le interesamos personalmente, no en abstracto; que dio su vida por nosotros…
Pero hay más, algo en lo que hemos de detenernos: que todos somos pastores de los demás a
imitación del Buen Pastor.
En el bautismo cada uno de nosotros fuimos configurados con Cristo, llamados y habilitados
(empoderados) para “reproducir la imagen de Cristo”, como dice san Pablo (Rom 8,29), la imagen de
Cristo Pastor.
Nuestro mundo roto, tan herido, necesita de la presencia de pastores al estilo de Jesús, pasto-
res que reproducen las cuatro características: Tanta falta de relaciones personales, no anónimas…;
tantas personas abandonadas, no queridas por nadie, sobrantes, por quienes nadie se interesa, a
quienes nadie cuida ni cura, ni defiende…
Ser buen pastor tiene muchos campos y muchas versiones: puede comenzar con quienes viven
a nuestro lado y lo pasan mal; puede continuar con las gentes de nuestra parroquia a quienes atiende
Caritas parroquial u otras organizaciones; puede alargarse por nuestra implicación en movimientos
que promueven una mayor justicia social…
Acoger a Cristo en nuestro corazón como Pastor de nuestras vidas y ser pastores buenos para
los demás…, tal es la invitación que la Palabra de Dios nos dirige en este cuarto domingo de Pascua.
Paso a la Eucaristía. Jesús es Pastor y también Pasto, “alimento”. Ambas cosas se realizan en
esta Eucaristía.
José Antonio García, sj
261
Homilética DOMINGO 4º DE PASCUA
ORACIÓN UNIVERSAL
Hermanos y hermanas: pidamos juntos a Dios, al hilo de la Palabra que hemos escuchado, por la fa-
milia humana, por el mutuo conocimiento y apoyo de cuantas formamos esta comunidad parroquial,
por la aceptación en nuestro corazón de Jesús como Buen Pastor…
• “Jesús es la piedra angular, ningún otro puede salvar”. Por el Papa y todos los pastores de la Iglesia.
Para que no se erijan en salvadores sino que con su vida y su palabra representen en la Iglesia y en
el mundo al Buen Pastor, el único Salvador… Roguemos al Señor
• “Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos, pues lo somos”. Para que crezca en
todos nosotros la experiencia interna de que todos somos hijos del mismo Padre, y por tanto her-
manos y hermanas universales… Roguemos…
• “Yo soy el Buen Pastor, conozco a mis ovejas y las mías me conocen”. Que acojamos a Cristo como
ese Pastor que nos conoce, guía y alimenta; y que aprendamos de él a ser pastores buenos para
los demás… Roguemos…
• “Y habrá un solo rebaño y un solo Pastor”. Por la humanidad entera, para que llegue ese día soñado
por Jesús –rotas ya las cadenas de la violencia, de la injusticia, de la indiferencia…-- en que todos
seamos “familia humana” bajo el amor y Dios. Roguemos…
Oremos: Escucha, Padre bueno, nuestra oración. Que en esta Eucaristía aceptemos con agradecimien-
to y responsabilidad a Cristo nuestro hermano que quiere ser para nosotros Pastor y también Pasto: el
que nos conoce y nos guía, el que nos alimenta con su vida entregada. Por Cristo Nuestro Señor.
RECURSOS
En el jardín del resucitado
crece la flor de LA FAMILIARIDAD
262
Homilética DOMINGO 4º DE PASCUA
El jardín:
Hoy lo llenamos de tiestos y jarrones de flores violeta.
263
Homilética DOMINGO 4º DE PASCUA
Muchas florecillas de Pedro crecieron hermosas en el campo de Araguaia, como frutos del Reino, en
un campo de minas que matan la vida y te impiden vivir sin esperanza.
Pero la flor de la familiaridad, de su cercanía se hacía prioridad con los pueblos indígenas, que son
los más pobres, como personas y como pueblo. Pesaba sobre ellos la pena de muerte. Cuando sus
tierras, su floresta, sus casas, su hábitat maravilloso, el mismo lago Tapirapé son pasto, codicia de los
poderosos, allí estaba como uno más de la familia, cercano, sufriente, Pedro Casaldáliga para compartir,
buscar salidas y nunca para romper la familia que formaban todos juntos en las alegrías y en los que-
brantos, en las consolaciones y desolaciones.
Florecía la flor de la familiaridad en la espesura de la vida y en la esperanza de la lucha.
El “seny” catalán marca la vida de Pedro: el buen sentido, cariño, afecto, amor. Y, sobre todo, brota
la flor de la familiaridad, en el “jardín Resucitado”, que nos hace iguales en fraternidad y nos incita a la
fiesta del RESUCITADO.
Nicolás Castellanos Franco, obispo
LA MÚSICA
«EL SEÑOR ES MI PASTOR, NADA ME FALTA»
Los cristianos de la Iglesia primitiva popularizaron la figura de Jesús en la imagen del Buen Pastor con una
oveja sobre sus hombros. Preferían representarse a su Señor así, antes que crucificado. El Buen Pastor era
para ellos una imagen amiga, símbolo de la bondad, de la solicitud amorosa, del amor a toda prueba, y así ha
llegado hasta nosotros. ¡Qué acertada imagen para un mundo que camina, sin rumbo y sin guía!
Canto de entrada: ”El Señor es mi pastor” CLN 538; o bien, “Gloria y honor a ti”. CLN A 8.Coral del S.
XVI. MD 4-1; “Reunidos en el nombre del Señor” MD 73; CLN A 9
264
Homilética DOMINGO 4º DE PASCUA
Comunión: Hoy abundan las ofertas de nuevos pastos, nuevos caminos, nuevas fuentes. Jesús resuci-
tado, el Cordero, se nos presenta con la sencillez y la bondad del Buen Pastor que conduce a su pueblo
a las fuentes de agua vivas que calmarán la sed de los hombres. “Cristo resucitó” MD 351-1; CLN A 13.
“En praderas de agua fresca” CLN O 3; o bien “Oveja perdida, ven” en el CD Habla, Señor (SP); “Tu eres,
Señor, el pan de vida” MD 163; CLN O 41.
Final: Despedimos la asamblea sonorizando el templo con la parábola “El Buen Pastor”. CD Parábo-
las-2, de F. Palazón (SP).
Antonio Alcalde Fernández
265
Homilética DOMINGO 5º de Pascua
Domingo 5º de Pascua
3 de mayo de 2015
266
Homilética DOMINGO 5º de Pascua
LA PALABRA
PRIMERA LECTURA: Hech 9, 26-31 SEGUNDA LECTURA: 1Jn 3,18-24
El texto litúrgico comienza hablando de «Pa- 1Jn es calificada, porque lo es, como un tex-
blo», si bien el libro de los Hechos no lo llamará to altamente espiritual que versa sobre el amor.
con este nombre hasta unos capítulos más ade- Pero, más allá de sus formulaciones late un tre-
lante (Hch 13,9); es una concesión para facilitar mendo realismo: todo lo que se diga sobre el
a los oyentes la identificación del apóstol, pues amor hay que concretarlo en obras de amor con
continúa la narración llamándole «Saulo», confor- el prójimo. La comunión, término clave en la car-
me al original griego. Después de su «conversión», ta, es preciso entenderla como honda solidaridad.
Saulo predica en Damasco, donde es perseguido Eso es, justamente, lo que han abandonado los
y de donde huye a Jerusalén. Allí los discípulos espirituales (gnósticos) que se han ido de la co-
desconfían de él porque conocen su vida anterior munidad tras espiritualidades más sublimes. Muy
buscando la destrucción de la Iglesia naciente. espirituales pero insolidarios, eso es lo que el au-
Estamos ante un resumen anticipado de lo que tor no puede aceptar.
será el resto de la vida de Saulo/Pablo: anuncio De ahí que su principio inamovible sea que
público de Jesús, persecución de sus adversarios, “no amemos de palabra ni de boca, sino con
traslado urgente a otro lugar para hacer lo mismo. obras y según la verdad”. Porque la persona tien-
En este caso el traslado es a Tarso, su ciudad na- de a creer que lo que dice es lo que vive. Pero,
tal, donde permanecerá hasta que vaya a buscar- en realidad, es justo lo contrario: lo que vive es la
lo Bernabé para comenzar los viajes misioneros. medida de su verdad. Más aún, cuando 1Jn afir-
La segunda parte del texto, que es en realidad un ma que hay que amar “según la verdad” se refiere
sumario de las actividades de la Iglesia, que ja- a la verdad que es el modo de amar de Jesús. Ese
lonan el libro de los Hechos, insiste en un Iglesia modo está formulado en Jn 13,34-35 como un
que vive en paz. Sorprenden estas palabras «de amor asimétrico: amar aunque no sea uno ama-
paz», pues en el capítulo anterior se habla de la do. Una solidaridad que no postula reciprocidad.
persecución contra la comunidad de Jerusalén Estamos en los horizontes anchos y hermosos del
tras la ejecución de Esteban y la actividad violen- amor solidario.
ta de Saulo antes de su Un tal amor es el verdadero “tranquilizante”
conversión (Hch 8,1-3). cuando la conciencia pone delante la inevitable
El autor de Lucas insiste debilidad histórica: “Así tranquilizaremos nuestra
sobre todo en que la Igle- conciencia ante Él”. La solidaridad es la manera
Tú nos has renovado por
dentro, Padre, y quieres
sia crece y se fortalece como la conciencia se queda tranquila. Puede
que vivamos como hijos por la acción del Espíritu uno ser débil, pero si es solidario puede estar se-
tuyos, no como obreros Santo, verdadero prota- guro de la acogida de Dios. Y la razón es clara:
tuyos asalariados. Enséña- gonista del libro y de la “Dios conoce todo” y sabe del fondo humano de
nos a vivir en libertad. acción misionera de la quien practica la solidaridad. Ese tal se halla en el
Iglesia. camino de Jesús, el gran solidario.
Así se llega a tener “plena confianza ante
Pedro Fraile Yécora Dios”, a erradicar los ancestrales miedos ante lo
267
Homilética DOMINGO 5º de Pascua
divino. El amor al hermano se constituye así en viña era identificada con el pueblo que Dios ha
cauce de confianza, en seguridad de la acogida elegido como heredad; una viña que no siempre
de Dios. En el fondo, cuando se ama se gana, ha producido los frutos esperados.
cuando se entrega al hermano se une a Dios. Y Juan utiliza esta alegoría haciendo de ella una
desde esa certeza se puede tener la seguridad de lectura cristológica. El comienzo de la misma en-
que “cuanto pidamos lo recibiremos de él”. Por- fatiza esta tipología: «Yo soy la vid verdadera». Je-
que Dios no se deja ganar en gene- sús es el verdadero Israel, el pue-
rosidad y ésta desata la ternura del blo elegido. Sobre Él se constituye
corazón de Dios. el nuevo pueblo de Dios. Por eso,
Y en el pensamiento circular de solo quien está unido a la vid po-
1Jn se vuelve a remachar el princi- drá formar parte de él.
pio básico de toda esta espirituali- Dos términos dominan la ale-
dad: el mandamiento de amor que goría. El verbo «permanecer» apa-
compete al cristiano es “creer en el nombre de su rece siete veces. Orienta el sentido de la imagen.
Hijo Jesucristo y que nos amemos unos a otros Los sarmientos no pueden vivir por sí mismos;
como él nos mandó”. Es decir: aceptar con amor necesitan estar unidos a la vid. El discípulo debe
el valor, el brillo oscuro, del humilde caminar his- permanecer injertado en Jesús, vid verdadera, si
tórico de Jesús y traducir la verdad de ese amor quiere tener vida y dar fruto. No se trata de una
en la solidaridad de unos para con otros. Esos son unión doctrinal y teórica. «Permanecer en la vid»
los elementos básicos de la espiritualidad de 1Jn. subraya con fuerza la comunión con Cristo. El ver-
Cuanto más los repite, más se afianza la fe de bo con la preposición «en» implica una vinculación
la pobre comunidad que se ha quedado porque decisiva, una adhesión existencial, por medio de
quiere ser fiel a lo que brota del Evangelio. la cual Cristo está unido definitivamente al discí-
Fidel Aizpurúa Donázar pulo, como el discípulo lo está a Cristo.
La decisión de permanecer unidos a Jesús-vid
EVANGELIO: Jn 15, 1-8 es una tarea personal del discípulo. Es él quien
debe optar por vivir esta adhesión definitiva. No
En el ambiente peculiar de la Última cena, el es automática. El uso del imperativo (v.4) y el paso
evangelio de Juan sitúa una serie extensa de pa- entre la tercera persona (impersonal) a la segunda
labras de Jesús que forman lo que se denomina del plural, indican la exigencia de una respuesta
“discursos de despedida”. Se trata de un material personal: lo que se dice de modo general, para to-
muy variado, con una constante literaria: forman dos, ha de ser asumido existencialmente por cada
parte de un largo monólogo de Jesús. Dirigido a uno. Es la respuesta que se
los discípulos, a quienes llama amigos, tienen un espera del discípulo.
tono de despedida, a la vez que sirven de ilumina- El sintagma «fruto-dar
ción para lo que ha de llegar en breve: la pasión- fruto» aparece seis veces
Jesús resucitado nos ha
gloria de Jesús. en la alegoría. Es el re-
comunicado una nueva
El capítulo 15, dentro de estos discursos, se sultado de permanecer
vida que nos llena por
inicia con la “alegoría de la vid y los sarmientos”. unido a la vid. Solamente dentro de la cabeza a los
La imagen de la viña, además de fuertes conno- pueden dar fruto los sar- pies. Que nunca perdamos
taciones antropológicas y culturales, para el pue- mientos que están unidos esta vitalidad que Él nos
blo de Israel tenía un significado muy especial. La a la vid; de ella dependen, ha regalado.
268
Homilética DOMINGO 5º de Pascua
porque no tienen fuerza por sí mismos. La comu- fruto»). No se dice expresamente cuál es el fruto
nión con Cristo es la garantía de fecundidad en la que dará el discípulo que permanece unido a la
vida del discípulo. La “inmanencia vid. Podemos pensar que la radi-
recíproca” del “discípulo en Cristo” cal entrega de Jesús en obedien-
y “Cristo en el discípulo” determina cia a la voluntad del Padre es el
la posibilidad o no de dar fruto. fruto más granado que puede dar
La dimensión existencial («per- el discípulo que permanece exis-
manecer en») deriva, ahora, hacia tencialmente unido a la vid.
el hacer, su dimensión ética («dar Óscar de la Fuente
HOMILÍA
En el marco entrañable y dramático de la cena, Jesús entrega su testamento espiritual, instru-
yendo a los discípulos sobre la esencia de la vida cristiana y exhortándoles a permanecer unidos en
fidelidad al proyecto que les había convocado.
En ese momento sublime define, en síntesis, su propia identidad y la de los discípulos, a partir
de la imagen, tan cercana y expresiva, de la vid y la viña. La reiteración en los
conceptos que emplea, “permanecer”, “en mí, “dar fruto”, nos centra en tres
aspectos fundamentales de su mensaje.
269
Homilética DOMINGO 5º de Pascua
La segunda constante de todo el pasaje es “dar fruto”. El Padre labrador cuida su viña para que
dé más fruto. A partir de una escena tan conocida como la poda, Jesús dirige su atención hacia el otro
extremo de la planta, allí donde han de brotar los frutos. Si miramos una cepa, observamos que los
frutos están en los sarmientos. No se trata sólo de asegurar la propia supervivencia, retener para sí
la fuerza vital y autocomplacerse con la vistosidad exterior. De manera casi espontánea nos parece
obligado relacionar la fe y las obras. La fe ha de traducirse en obras. “La fe sin obras es fe muerta”.
Ni se trata tampoco de producir frutos
Fruto abundante será un hombre nuevo
de calidad mediocre. Hay que contar con la
dinamizado por el Espíritu.
poda dolorosa de los sarmientos estériles y
la de los brotes menores que malograrán la fecundidad de la cepa. Se espera un fruto de “calidad”
suprema, digno del Espíritu de Jesús y con el que el Padre labrador recibe su gloria. Fruto abundante
será un hombre nuevo dinamizado por el Espíritu; es Cristo mismo viviendo en los hermanos.
3. Unidad
El contexto de la cena en que están pronunciadas las palabras de Jesús y la imagen de la vid
añaden un tercer elemento esencial en la vida del nuevo pueblo de Dios: la unidad de los discípulos
entre sí; por ellos circula la misma savia, en Los discípulos están unidos entre sí:
ellos permanece el mismo evangelio, con por ellos circula la misma savia.
ellos se constituye el pueblo de Dios uno
y diverso.
En la primera lectura se nos narran los primeros pasos de Pablo en la comunidad de Jerusalén.
Su presencia suscita temor y recelo porque aún estaba fresco el recuerdo de sus persecuciones.
Bernabé hace ver a los apóstoles que también él ha sido alcanzado por el resucitado y que ha dado
muestras de ser un testigo apasionado de Jesús y de su causa. “Mi vida es Cristo”, dirá él. Desde
que ha experimentado la vida del resucitado circulando por sus venas todo lo juzga pérdida con tal
de ganarlo a él. Desde que ha sido injertado en la cepa que es Jesús su vida se dilata en frutos. En el
jardín del resucitado crece la flor de la vitalidad. Es la vitalidad recuperada que le da energía, libertad,
dinamismo misionero.
El espíritu del resucitado sigue hoy vivo y activo en innumerables testigos.
270
Homilética DOMINGO 5º de Pascua
ORACION UNIVERSAL
Unidos a Jesús y dispuestos a dar frutos de vida, podemos orar con confianza.
• Por la Iglesia, sus comunidades y pastores, para que se liberen de todo lo que sea apariencia y sus
obras tengan sabor a evangelio.
• Por los que han perdido la fe o tienen dificultades para creer, para que se acerquen con confianza
al evangelio y se reencuentren con Cristo, camino, verdad y vida.
• Por los profesionales de la comunicación, para que hagan su trabajo sirviendo a la verdad y al en-
tendimiento entre las personas y grupos sociales.
• Por los miembros de nuestra comunidad, para que por la unión con Cristo, vid verdadera, demos
frutos de justicia y de paz.
Acoge nuestras peticiones y concédenos permanecer en el amor que recibimos de ti. Por Jesucristo
Nuestro Señor. AMÉN
RECURSOS
En el jardín del resucitado
crece la flor de LA VITALIDAD.
271
Homilética DOMINGO 5º de Pascua
El jardín:
Hoy lo llenamos de tiestos y jarrones de flores rojas.
LA MÚSICA
«YO SOY LA VID, VOSOTROS LOS SARMIENTOS»
272
Homilética DOMINGO 5º de Pascua
En la liturgia de hoy se nos habla de una relación de intimidad entre Cristo y su Iglesia con la ima-
gen de Cristo vid- su pueblo, los sarmientos-. Esta unión con Cristo vid, lograda con el bautismo, se ha
de hacer cada vez más consciente, firme y duradera a través de la escucha asidua de la Palabra y la
celebración de la Eucaristía. En ella, los cristianos bebemos el vino de la nueva y eterna alianza, sacado
de la vid verdadera. La Iglesia, permaneciendo unida a la vid, ”se iba construyendo y progresaba en la
fidelidad al Señor, y se multiplicaba animada por el Espíritu Santo”.
Canto de entrada: Por el Bautismo hemos sido injertados a la Vid y llamados a una vida nueva en Cris-
to. Cantamos: ”Nacidos en las fuentes bautismales”. CD Espíritu Santo: Guíanos (SP); “Una nueva vida”
MD 21; CLN 426; o bien, “Iglesia peregrina” MD 19; CLN 408. “Un cántico nuevo” MD 357-2; CLN 206.
Credo: “Sí. Yo creo. Sí. Yo creo en ti, Señor”. Se va intercalando la respuesta cantada a las preguntas en
la formulación de la fe. (La música la tenemos en el Domingo II de Pascua).
Comunión: Ser sarmientos de la vid es vivir adheridos a la persona de Jesús. Esta adhesión la reali-
zamos siguiendo a Jesús en su modo de vivir, amando y dando vida hasta dar la propia vida, como el
Buen Pastor que da la vida por sus ovejas. Cantamos: “El viñador” MD 78; CLN 411; . “Tú eres la vid
verdadera” CD Jesucristo, la Buena Noticia (SP); “Véante mis ojos”. MD 98-2; CLN 272; o bien, “Quédate
junto a nosotros” MD 184; CLN O 20.
273
Homilética DOMINGO 6º DE PASCUA
Domingo 6º de Pascua
10 de mayo de 2015
Es un mandamiento que no necesita ser un mandato, porque JC nos muestra que es algo natural al
ser humano. Las personas necesitamos hacer tándem con los demás. El que no posee nada se da a
sí mismo. Javier Prat Cambra
274
Homilética DOMINGO 6º DE PASCUA
LA PALABRA
PRIMERA LECTURA: es la que salva al texto de un
Hech 10, 25-26. 34-35. 44-48 espiritualismo inconsistente.
Las certezas se acumulan
Queremos seguir cele-
El paso más delicado que tuvo que dar la pri- en el texto. La primera de ellas
brando con alegría todo
mera comunidad cristiana de Jerusalén fue su es que “todo el que ama ha na-
este tiempo de Pascua en
apertura a los paganos incircuncisos. En el libro cido de Dios y conoce a Dios”.
que Jesús resucitado se
de los Hechos, antes del «concilio» o «asamblea Quien ama va experimentado hace presente en nuestras
de Jerusalén» (Hch 15), donde se trata el tema de en sí mismo como un nuevo vidas y ser testigos ante
la circuncisión de los paganos, se nos presenta el nacimiento. Eso no puede pro- los demás de nuestra fe
episodio de Pedro y el centurión Cornelio. Pedro venir sino de la fuente misma en Jesús.
recela de los paganos, por lo que Dios le comunica del amor que es Dios. Nacer
en forma de visión (animales puros e impuros) que de Dios es algo que necesita del amor; sin amar no
nadie es impuro. El texto de hoy recoge esta ense- se puede nacer de Dios aunque sea él quien haya
ñanza con las palabras de Pedro: «Dios no hace dado la posibilidad de amar al crearnos. Y además,
distinciones con el que practica la justicia, sea de saber de Dios solamente se sabe en la medida en
la nación que sea». El protagonista principal, in- que se ama porque conocer a Dios no es cuestión
cluso por encima de Pedro y Cornelio, con toda su de deducciones intelectuales sino de experiencias
casa, es el Espíritu Santo (se nombra tres veces). de amor en lo cotidiano del camino vital.
Tiene lugar un «nuevo Pentecostés»: el Espíritu La segunda certeza es que “Dios es amor”
desciende sobre todos, hablan en lenguas. Hay un que habría que traducir por: Dios es relación pura,
rechazo inicial de los «creyentes circuncisos», pero solidaridad total, donación al otro sin límites. En
Pedro argumenta con rapidez y contundencia: no definitiva se trata de un amor práctico, que incide
se puede negar el bautismo a quien ha recibido el en la vida la persona. No es un amor sin carne,
Espíritu Santo. El don del Espíritu, en este caso, con el peligro de espiritualismo que eso conlleva-
antecede al bautismo y lo prepara. Texto de aper- ría. De ahí que la medida de la comprensión de
tura, de amplitud de miras. No podemos «contro- Dios viene visibilizada por la calidad relacional de
lar», «marcar pautas» o «dirigir» al Espíritu Santo. la persona. Una habla de la otra.
Pedro Fraile Yécora Además, la gran prueba visible de que Dios es
relación de amor está en la persona humilde de
SEGUNDA LECTURA: 1Jn 4, 7-10 Jesús. Su historia de generosidad entregada es la
prueba evidente de que Dios ama a la historia., Si
El gran tratado sobre Dios como amor que es alguien dudaba de Dios, si alguien creía que se
1Jn se traduce en un aserto que devuelve al terre- desentendía de la historia, si alguien piensa que
no histórico ese descubrimiento del amor de Dios: a Dios no le importa lo nuestro, habrá de mirar al
solo quien ama conoce a Dios. Por espiritual que pobre Jesús de Nazaret: su humilde pero hermosa
parezca, el texto de 1Jn está fuertemente enraiza- historia de amor entregado es la prueba irrefuta-
do en la historia. Los comportamientos solidarios, ble de que Dios se ha volcado a lo nuestro, de que
históricos, desvelan si realmente se ha entendido ha echado su suerte en nuestro lado, de que nos
o no que Dios es amor. Esa fidelidad a la historia acompaña indefectible y fielmente.
275
Homilética DOMINGO 6º DE PASCUA
La finalidad de la vida de Jesús es para dar del “lavatorio de los pies”, se recoge nuevamente
vida: “para que vivamos por él”. De ahí que quien en este momento. Las palabras utilizadas en uno
se sitúa en la onda del amor de Dios manifesta- y otro caso son literalmente las mismas. Proba-
do en Jesús ha de engendrar vida en torno a sí. blemente en la comunidad joánica este precepto
La amenaza de una vida estéril ocupaba un lugar central. No olvi-
ha de quedar conjurada si se ha demos que en 1Juan, nacida en el
comprendido bien que la gran vo- entorno de estas comunidades, el
cación del creyente, como la de precepto del amor también tiene
Jesús, es vivir y dar vida. un lugar importante.
La correcta comprensión de El origen del amor está en el
la realidad del amor es, según 1 Padre. Así lo expresa la primera
Jn, percibir el amor fontal de Dios comparación: «Como el Padre
y su visibilización en Jesús que me ha amado, así también yo os
es “propiciación por nuestros pecados”, es decir he amado». No se trata de un amor nacido de la
posibilidad de vida nueva para nosotros. Ese es atracción o el deseo humanos, ni tampoco de la
el itinerario de amor que ha de concluir en una amistad humana. Es el amor que tiene su raíz y
vida en amor que reproduzca en la historia el amor origen en la misma existencia de Dios. La relación
del Padre y el amor visto en el camino histórico con el Hijo es una relación de amor absoluto, que
de Jesús. La exhortación alcanza grandes profun- se desborda en el amor que el Hijo tiene a la hu-
didades porque grandes son también las profundi- manidad. Esta es la razón de ser del mandato de
dades del amor. «amarse unos a otros» (cfr. 1Jn 4,8s).
Fidel Aizpurúa Donázar El amor entre el Padre y el Hijo es un amor
de comunión al que está llamado el discípulo. Por
EVANGELIO: Jn 15, 9-17 eso, ya «no son llamados siervos, sino amigos»,
porque están en comunión con el Padre, como
La “alegoría de la vid y los sarmientos” conti- lo está el Hijo. La relación entre la vid y los sar-
núa con las palabras que la liturgia propone para mientos, expresada anteriormente en términos
este domingo. El ambiente es el mismo: la cena de de unión existencial con el Hijo («permanecer en
Pascua y el tono confidencial de los “discursos de mí»), se desarrolla ahora como amor de comunión
despedida”. La atmósfera está cargada de memo- («Como el Padre me ha amado, así también yo os
ria, de tristeza por lo que está a punto de ocurrir, y he amado»).
de esperanza ante el futuro Esta comunión existencial tiene su expresión
que se abrirá después de la en la vida, en la dimensión ética de las relaciones
pasión-gloria. interpersonales. Jesús no habla de un amor que
El núcleo de estas pa- se encierra en la realidad del ser, sino que este
Con tu mirada, Padre, todo
lo haces bueno y nos invi-
labras es el mandato del amor se manifiesta en el hacer: se realiza en la
tas a disfrutar contigo de amor. Los términos “amor” historia. El tiempo verbal que expresa el amor de
todo lo creado. Queremos y “amar” aparecen nueve Jesús («como yo os he amado») dirige la mirada
estar siempre a punto veces, dominando el conte- hacia la cruz, porque es allí donde se vive definiti-
para responder al amor nido del mensaje. El discur- vamente y para siempre ese amor del Padre y del
que nos tienes. so sobre el amor mutuo, con Hijo. Su vida entregada es la manifestación de su
el que culmina la escena amor. Toda su existencia, glorificada en la cruz, ha
276
Homilética DOMINGO 6º DE PASCUA
sido expresión del amor de comunión al que el y es ahora la vida del discípulo, si quiere respon-
discípulo es convocado. der al amor de comunión que Dios ha tenido. Solo
Así, la dimensión ética del amor permaneciendo unidos a la vid po-
se despliega en cumplir los manda- dremos dar fruto; el fruto mayor de
tos de Jesús. Del mismo modo como vivir el mandato de «amarnos unos
Él lo ha realizado, el discípulo debe a otros» es entregar la vida hasta el
orientar su vida: «Nadie tiene un extremo, como nos lo enseñó Jesús.
amor más grande que quien da la
vida». Esta ha sido la vida de Jesús Óscar de la Fuente
HOMILÍA
Te damos gracias, Padre,
Aunque en el calendario nos quede lejos la Navidad, podemos recordar que,
porque tú has sido el pri-
cuando el Hijo viene a ser totalmente uno como nosotros, lo es por la respuesta
mero en amarnos a noso-
afirmativa de una mujer de entre los nuestros, María, y que viene, además, a
tros. Que estemos siem-
vivir su humanidad como todos, sin distinguirse, pero desde el lugar que ocupan
pre disponibles para hacer
y desde el modo de obrar de aquellos que muchas veces no esperamos que sean
lo que tú quieres para el
ellos quienes muestren a Dios y con el testimonio de aquellos cuya palabra no mundo.
cuenta: extranjeros y pastores.
Sin embargo, el impulso y el apasio-
El amor de Dios es para todos,
namiento de los que conocieron a Jesús,
incluso para aquellos que no lo esperan
y le reconocieron resucitado, se ve forta-
o lo rechazan.
lecido por el Espíritu Santo que no puede
dejar de hacerse presente en toda persona que busca a Dios: “Dios no hace distinciones”. Su amor es
para todos, incluso para aquellos que no lo esperan o hasta lo rechazan. Él ama incondicionalmente.
Escuchando el Evangelio de Juan, podemos pensar que, cuando Jesús habla de “elección”, lo
hace también hoy para nosotros, no sólo para sus discípulos. Hoy esta palabra es para todo el que
pueda y quiera escuchar. “Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí, y os llamo amigos”. ¡Qué palabra
para subrayar¡: AMIGO. Todo lo que sé del amor lo sé porque vivo el amor de mi Padre. Jesús habla
del Dios que es AMOR.
De niños y jóvenes, en la catequesis o en casa, nos han dicho muchas palabras sobre Jesús: es
el Mesías, el Salvador, el Hijo de Dios, el Emmanuel…. Y también nos han dicho: “Jesús es tu amigo”.
¡Somos amigos¡ ¡Él quiere ser nuestro amigo¡ ¡Quiere ser mi amigo¡ Y yo, ¿estoy dispuesto a ser de
“sus amigos”?
La amistad verdadera se fragua a lo largo de la vida. No es automática ni es interesada. Es
gratuita, totalmente. Tanto, que puede ser prelu- La amistad verdadera se fragua
dio de la máxima expresión de amor: dar la vida a lo largo de la vida,
por otro. El amor de los padres se expresa plena- no es automática ni interesada.
mente en que “dan la vida por sus hijos”. Jesús
da la vida por nosotros, y además es nuestro amigo.
277
Homilética DOMINGO 6º DE PASCUA
Jesús, con su Padre y el Espíritu Santo, eligieron estar con nosotros. Ellos tienen el deseo de
que el amor triunfe en nuestro mundo y, como quien va primero por delante -“primereando”-, nos pide
“dar fruto” y que “nos amemos unos a otros”. Las dos cosas juntas, inseparables. ¿Cuál es el fruto del
amor? Más amor, AMOR con mayúsculas.
ORACIÓN UNIVERSAL
A ti., Padre, que nos has hecho amigos de tu Hijo Jesucristo, te pedimos de todo corazón:
• Para que la Iglesia sea un lugar de acogida donde todos se sientan elegidos por Dios para dar fruto,
sin distinción alguna.
• Para que el fruto de los que gobiernan los destinos del mundo sea compartido por todos, especial-
mente por los que menos tienen.
• Para que nuestros hermanos y hermanas marginados por las estructuras injustas de este mundo
encuentren en nosotros personas dispuestas a amarlas como Él nos amó.
• Para que quienes están o se sienten solos y sin amigos, no se abandonen a su soledad sino que
saquen fuerza de flaqueza para salir de sí mismos y se acerquen a los demás.
• Para que estemos dispuestos a hacer de nuestra comunidad un lugar de amistad al modo de Jesús
y vivamos el mandamiento del amor con la alegría que brota del Espíritu.
Escucha, Padre, nuestras oraciones y danos un corazón de amigo que abrace a todos los hermanos.
278
Homilética DOMINGO 6º DE PASCUA
RECURSOS
En el jardín del resucitado
crece la flor de LA DISPONIBILIDAD
“La Iglesia en salida es la comunidad de discípulos misioneros que primerean, que se involucran, que
acompañan, que fructifican y festejan. “Primerear”: sepan disculpar este neologismo. La comunidad
evangelizadora experimenta que el Señor tomó la iniciativa, la ha primereado en el amor (cf. 1 Jn 4,10);
y, por eso, ella sabe adelantarse, tomar la iniciativa sin miedo, salir al encuentro, buscar a los lejanos
y llegar a los cruces de los caminos para invitar a los excluidos. Vive un deseo inagotable de brindar
misericordia, fruto de haber experimentado la infinita misericordia del Padre y su fuerza difusiva. ¡Atre-
vámonos un poco más a primerear! Como consecuencia, la Iglesia sabe “involucrarse”… La comunidad
evangelizadora se mete con obras y gestos en la vida cotidiana de los demás, achica distancias, se
abaja hasta la humillación si es necesario, y asume la vida humana, tocando la carne sufriente de Cristo
en el pueblo. Los evangelizadores tienen así «olor a oveja» y éstas escuchan su voz. Luego, la comunidad
evangelizadora se dispone a “acompañar”… Fiel al don del Señor, también sabe “fructificar”. Por último,
la comunidad evangelizadora gozosa siempre sabe “festejar” (24).
El jardín:
Hoy lo llenamos de tiestos y jarrones de flores.
Francisco Javier murió agotado en las costas de China el 3 de diciembre de 1552. Para todo el mun-
do ha quedado como la imagen prototípica del misionero. Si ya su “celo apostólico” podría considerarse
como una nueva flor del “jardín del resucitado”, no puede ser menos en él la flor de la disponibilidad. En
279
Homilética DOMINGO 6º DE PASCUA
la famosa biografía que el P. Recondo escribió de Javier, aparece preciosamente descrita esta bella flor
javieriana, de la que fue testigo el jesuita Pedro de Rivadeneira:
1.- Pedro Mascareñas era el embajador de Juan III de Portugal en la Corte pontificia, siendo paspa Paulo III (1540).
280
Homilética DOMINGO 6º DE PASCUA
LA MÚSICA
«ESTÁ CLARO QUE DIOS NO HACE DISTINCIONES»
Cuando nos acercamos al final de la Pascua, la liturgia vuelve a recordarnos el testamento del Señor:
“Esto os mando: que os améis unos a otros”. Quien ama conoce a Dios, porque Dios es amor. Los cris-
tianos hemos conocido el amor y hemos sido elegidos para amar. La Iglesia está destinada a manifestar
el amor de su Señor, gratuito y universal, desinteresado y generoso, abriéndose a los gentiles y derri-
bando los muros de las razas, lenguas, grupos, formas religiosas, porque “el don del espíritu también
se derrama sobre los paganos”.
Canto de entrada: “Cristo resucitó” MD 351-1 CLN A 13; “Bautizáos” en el CD Piedras Vivas (SP); o
bien, “Cristo nos da la libertad” MD 94; CLN 727.
Comunión: “Cristo te necesita para amar” MD 66; CLN 729; o bien “Un mandamiento nuevo nos dio el
Señor” (Popular); o bien “Donde hay caridad y amor” MD 179; CLN O 26.
Antífona final: Nos despedimos en la celebración cantando “Danos un corazón grande para amar” MD
59; CLN 718.
Antonio Alcalde Fernández
281
Homilética LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR
282
Homilética LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR
LA PALABRA
PRIMERA LECTURA: Hech 1, 1-11 SEGUNDA LECTURA: Ef 1, 17-23
283
Homilética LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR
humilde Jesús, en su pobre obra de unificación y ascensión), y una de carácter discursivo (envío
de amor. Esa vida sencilla ha sido signo elocuente misionero). Una serie de indicaciones tempora-
de que el designio de Dios es el amor que unifi- les guían el ritmo narrativo: «el primer día de la
ca todo aquello que se halla disperso y dividido. semana, muy temprano», «después de esto», «por
Las grandes intuiciones espirituales último», y «después de hablar con
cobran rostro en Jesús. No hay posi- ellos». Las apariciones preparan las
bilidad de equívoco. palabras del mandato misionero, que
Este humilde señorío de Jesús al se verifica tras la ascensión del Señor
que Dios “ha puesto todo bajo sus Jesús al cielo.
pies”, señorío para el amor, pasa a Las dos primeras apariciones se
la comunidad cristiana: “lo dio a la orientan hacia el encuentro definitivo
Iglesia”. Es decir, la comunidad cris- de los Once con el Resucitado. El es-
tiana está llamada a contribuir de manera decidi- quema es similar: aparición, a María Magdalena y
da al secreto designio de unificación de todo por a dos discípulos de camino; vuelta al grupo donde
el amor. Esa ha sido la obra de Jesús, esa ha de narran lo ocurrido; reacción de incredulidad. La
ser la de su comunidad. La comunidad es así el tercera aparición rompe este ritmo. Ahora el en-
complemento necesario del amor del Padre que cuentro es con los Once reunidos, a quienes Jesús
llena totalmente el universo. A ella le corresponde reprocha su falta de fe. Pero, inmediatamente, sin
con la conducta visibilizar el designio de amor que que conozcamos la reacción de estos, reciben el
invade y va unificando la historia. encargo de anunciar el evangelio.
Fidel Aizpurúa Donázar El imperativo de Jesús («proclamad el evange-
lio») es categórico. La forma verbal utilizada pone
EVANGELIO: Mc 16, 15-20 de manifiesto la urgencia del mandato, así como
la efectividad inmediata del mismo. El encargo que
El final del Evangelio de Marcos, el llamado reciben los Once no es una tarea de futuro, sino
“Apéndice canónico” (Mc 16,9-20), probablemen- algo que ya, en el ahora histórico, ha de realizarse.
te no pertenecía al texto original del evangelio. La Es urgente anunciar el evangelio. El final del relato
diferencia de estilo y vocabulario, la “incoherencia” pone de manifiesto el cumplimiento del encargo.
con el desarrollo narrativo, y el hecho de que Mateo El mandato recibido enfatiza la universali-
y Lucas parecen no conocer estos versículos, son dad de la misión. Así aparece subrayado en tres
indicios claros que avalan esta teoría. En un tiem- ocasiones: «ir a todo el mundo», «anunciar a toda
po no lejano de cuando se criatura», «proclamar por todas partes». El destino
concluyó el evangelio, se del evangelio no se circunscribe a un ámbito local.
añadió este apéndice, finali- Se dirige a todo ser humano, en cualquier lugar
Tú bajaste, Señor, hasta zando de modo similar a los donde se encuentre. Por eso, exige de todos una
lo más hondo de la condi- otros evangelios: aparición respuesta: la fe o la incredulidad serán el juicio de
ción humana compartien- del Resucitado en persona, salvación o condenación al final de los tiempos.
do con nosotros alegrías y envío misionero, y (como en La adhesión creyente, por medio de la predi-
penas. Que compartamos Lucas), ascensión al cielo. cación, tendrá como consecuencia una serie de
contigo también nuestra Este apéndice se de- signos maravillosos, que serán la confirmación a
vida para llegar juntos a
sarrolla en tres partes; dos su propia fe. Importa destacar que estos signos se
tu Reino.
narrativas (apariciones y cumplirán «bajo el nombre de Jesús», es decir, bajo
284
Homilética LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR
la autoridad y el poder de Jesús. No son privilegios plimiento del mandato misionero. Jesús no aban-
dados a los creyentes, dona a los discípulos, sino
sino que se trata de la que sigue presente confir-
confirmación del poder mando la predicación con
sobre el mal que tiene el los signos que realizarán
evangelio, es decir, el anuncio de la muerte y resu- en su nombre. Es una presencia que no ha faltado
rrección del Señor Jesús. nunca en la misión evangelizadora de la comuni-
Concluye el pasaje con el acontecimiento de la dad cristiana.
ascensión-glorificación del Resucitado, y el cum- Óscar de la Fuente
Decía Jesús que el que quiera ganar su vida –asegurarla- la perderá y el subir y bajar. Ayúdanos a
vivir siempre a la misma
que esté dispuesto a perderla –arriesgarla- la ganará. Su propia vida nos lo ha
altura que Cristo, para que
mostrado: aquél que se despojó de su rango haciéndose uno de tantos es ahora
nos lleves adonde Él llegó.
el glorificado y exaltado, ante quien se dobla toda rodilla y toda lengua proclama
que Jesucristo es el Señor. No
No hay mayor ascenso
hay mayor ascenso que la experiencia de ser ama-
que la experiencia de ser amado
do como hijo y descubrir ahí la mayor exaltación.
como hijo
Es el crucificado el que resucita, Él es el Señor
de los cielos. Ésta es la verdadera ascensión, cuando queda manifiesto que el hijo amado del Padre,
en quien Él se complace, ha sido reafirmado paternalmente en la alegría de la resurrección. Ahora ya
no queremos el éxito por el éxito, ahora queremos la vida fecunda, la que se instaura en el amor de
la entrega a los hermanos, la que se entierra en el amor y da fruto en abundancia, a la que se accede
cargando con su cruz.
Nuestro mundo nos seduce con la pasión
La seguridad no viene dada
de un éxito que nos invita a separarnos de la
por nuestro poder o riqueza,
realidad, para construir nuestro propio mundo
sino por la fraternidad que genera
aislado y seguro; Dios nos llama a la fraternidad
paz y serenidad.
donde sólo existe el mundo del amor en el que
cabemos todos, y la seguridad no viene dada por nuestra fuerza, poder o riqueza, sino por la frater-
nidad que genera paz y serenidad y posibilita el gozo de la vida en lo diario y en lo pequeño. Todos
ascenderemos en Cristo resucitado, no hay ascensiones particulares, sólo hay ascensión comunitaria
de toda la humanidad y de toda la historia en Él, con Él y por Él.
En el momento de las ascensión, la reacción de los discípulos fue quedarse allí “parados miran-
do al cielo”, no se movieron hasta que “dos hombres vestidos de blanco les dijeron: «Galileos, ¿qué
285
Homilética LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR
hacéis ahí parados mirando al cielo?»”. Sólo entonces reaccionaron y comenzaron a recorrer la doble
etapa eclesial que el Señor les había encargado en el momento de la ascensión:
- “Seréis mis testigos en Jerusalén”→”Se volvieron a Jerusalén”
- “Seréis mis testigos hasta los confines del mundo” →”Ellos fueron a proclamar la Buena Noticia
por todas partes”
ORACIÓN UNIVERSAL
Puestos los ojos en ti, que miras a nuestra tierra, te presentamos nuestros deseos y peticiones:
• La Ascensión es exaltación del Crucificado por amor. Para que nuestra Iglesia entregue su mano a
los descartados de nuestra sociedad y levante a los abatidos. Roguemos al Señor.
• La Ascensión culmina el camino de Jesús. Para que nuestras autoridades públicas faciliten posibi-
lidades de superación a los más débiles. Roguemos al Señor.
• La Ascensión anuncia que la vida tiene meta feliz. Para que surjan profetas positivos que señalen
horizontes de bien a nuestro pueblo. Roguemos al Señor.
• La Ascensión exige no quedarnos mirando al cielo. Para que nosotros salgamos de esta reunión
decididos a ser trabajadores creativos del Reino. Roguemos al Señor.
286
Homilética LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR
RECURSOS
Evangelii Gaudium: Una Iglesia en salida
En la Palabra de Dios aparece permanentemente este dinamismo de “salida” que Dios quiere provo-
car en los creyentes. Abraham aceptó el llamado a salir hacia una tierra nueva (cf. Gn 12,1-3). Moisés
escuchó el llamado de Dios: “Ve, yo te envío” (Ex 3,10), e hizo salir al pueblo hacia la tierra de la pro-
mesa (cf. Ex 3,17). A Jeremías le dijo: “Adondequiera que yo te envíe irás” (Jr 1,7). Hoy, en este “id” de
Jesús, están presentes los escenarios y los desafíos siempre nuevos de la misión evangelizadora de la
Iglesia, y todos somos llamados a esta nueva “salida” misionera. Cada cristiano y cada comunidad dis-
cernirá cuál es el camino que el Señor le pide, pero todos somos invitados a aceptar este llamado: salir
de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio (20).
287
Homilética LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR
LA MÚSICA
«LA HORA DE LA IGLESIA»
Ambientación musical. Tema: “Il Signor non è morto”. Himno de Pascua de Mascagni, de la ópera
Cavallería rusticana.
La Ascensión del Señor es una liturgia de alabanza pascual en honor de Cristo Resucitado. Jesús
se eleva al cielo y da a sus discípulos las últimas recomendaciones,-como el padre a sus hijos antes de
partir para un largo viaje,- enviándolos por todo el mundo a anunciar su Evangelio. Pero no están solos,
abandonados. “El Señor cooperaba con ellos confirmando la palabra con las señales que les acompa-
ñaban”. La Ascensión del Señor no es el fin de su presencia entre los hombres, sino el comienzo de una
nueva forma de estar presente: a través de su Iglesia. Es la hora de la Iglesia.
Canto de entrada: “Aleluya. El Señor es nuestro Rey” MD 228; CLN 515; o bien “Piedras vivas” en el CD
del mismo título (SP); “Peregrinos de la paz” MD 52.
Comunión: “Cerca de Ti, Señor”. Coral inglesa, S. XIX. CLN 702; “Reúne, Señor, a tu Iglesia” MD 189;
“Id y enseñad”(= Sois la semilla) MD 20; CLN 409; “Te conocimos al partir el pan” MD 178; CLN O 25.
288
Homilética PENTECOSTÉS
Solemnidad de Pentecostés
24 de mayo de 2015
El Espíritu de Dios nos mueve, como a los discípulos/as, hacia la humanidad, con un corazón encen-
dido, con un entendimiento abierto y universalizado, en todas las direcciones.
Javier Prat Cambra
289
Homilética PENTECOSTÉS
LA PALABRA
PRIMERA LECTURA: Hech 2, 1-11 ción de lo diverso, es novedad que se sale de lo co-
mún, es comienzo de una nueva vida según Dios.
Desde el punto de vista fenomenológico, Pente- Pedro Fraile Yécora
costés es fiesta judía y cristiana que toma su nom-
bre de los «cincuenta días» que siguen a la Pascua. SEGUNDA LECTURA: Gal 5, 16-25
Para los judíos es fiesta de recolección al principio
del verano; para los cristianos marca el don del Es- La carta a los Gálatas, dentro de su convul-
píritu Santo culminando la presencia de Jesús en- sión y de su aspecto “volcánico” es un formidable
tre nosotros tras sus apariciones pascuales. Des- tratado sobre la libertad cristiana. Muchos han
de el punto de vista histórico, el visto en este texto un horizonte
acontecimiento de Pentecostés de respiro para la opresión de
marca el inicio de la expansión los mismos sistemas religiosos.
del cristianismo por toda la cuen- Pero, eso sí, san Pablo deja claro
ca mediterránea. Los judíos que que la libertad no puede guiarse
habían acudido a Jerusalén con por “los deseos de la carne”. Es
motivo de una de las tres fiestas decir, la hermosa libertad puede
de peregrinación (Pascua, Pente- llegar a corromperse por ambi-
costés y Tabernáculos), vuelven ciones solapadas que, ampa-
a sus lugares de origen (multitud radas en la libertad, impongan
de pueblos y regiones); muchos su ley de opresión. La libertad
de ellos comunican las novedades de Jerusalén: el ha de caminar en la dirección que marca el Es-
acontecimiento cristiano, la Pascua y el don del Es- píritu. Una libertad espiritual es aquella que, en
píritu. Desde el punto bíblico, que lee la Palabra de último término, procura el bien del otro y fomenta
Dios con una unidad de sentido (una sola Alianza el amor desinteresado.
en dos Testamentos), Pentecostés es la oposición Recurriendo a una tópica lista de vicios, se-
a Babel, símbolo de disgregación. En Babel el peca- gún el gusto de la época, el apóstol describe el
do provoca la dispersión de los pueblos manifesta- camino errado de quien confunde libertad con el
do como «incapacidad de egoísmo. Efectivamente, el egoísmo es el denomi-
comunicarse» y expresado nador común de todas esas disfunciones huma-
literariamente como diver- nas puestas una detrás de otra. El aferramiento
sidad de lenguas. Por el a la Ley tiene ese mismo denominador común del
Tú, Padre, nos unes a to-
contrario, en Pentecostés egoísmo. Por eso lleva al callejón sin salida de
dos los creyentes en un
el Espíritu convoca, con- una vida inhumana. El vigor de la espiritualidad,
solo pueblo. Envía sobre
grega, une. Siendo de dis- en tal caso, ha de medirse por la densidad de hu-
el mundo y sobre todos
tintos pueblos y culturas, manidad que se tiene.
nosotros la riqueza de tu
todos se entienden y son Una trayectoria espiritual está marcada por la
Espíritu para que, como lo
deseaba Cristo, podamos capaces de convivir. Pen- generosidad, la entrega y, en definitiva, el amor.
vivir unidos y en paz. tecostés es manifestación Para san Pablo, la libertad sin amor es algo im-
del Espíritu, es congrega- pensable. Las conductas que buscan el interés
290
Homilética PENTECOSTÉS
291
Homilética PENTECOSTÉS
HOMILÍA
Entra hasta el fondo…
“Y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si tú le faltas por dentro, riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo, salva al que busca salvarse”. Mil veces podríamos proclamar la secuencia
de Pentecostés, y mil veces desearíamos que el Espíritu entrara hasta el fondo de nuestra alma y
fuera nuestra luz.
El hombre se siente zíngaro perdido en el tejado del universo, no sabe a dónde ir, ni como bajar,
pero necesita caminar, es huérfano de sentido y busca un espíritu que lo mueva y lo lleve a saciar su
deseo más profundo de vida en el amor. Y nosotros, sin darnos cuenta, hemos recibido su Espíritu, el
que nos trae la alegría y el consuelo, el que nos sana y nos alimenta en la vida, el que nos defiende y
nos fortalece, el que nos aconseja y nos empuja, el que nos llena de sabiduría e inteligencia. Como un
tesoro en vasija de barro lo tenemos, y necesitamos despertarnos para saber que nos ha sido dado
para adentrarnos, como enviados en el mundo, y llevar su luz y su fuerza a todos los que la necesitan.
Nos han llenado del Espíritu, para ser pre-
Nos han llenado del Espíritu,
goneros en la mañana, cuando todavía la borra-
para ser pregoneros en la mañana
chera del mundo no ha pillado el corazón de lo
humano, dejando un hueco a la libertad personal para recibir la gracia de este Espíritu que se mul-
tiplica cuando se derrama y se expande. Bendito bautismo que nos ha regenerado en el Espíritu de
Cristo y ha hecho que le pertenezcamos para siempre y que nada nos pueda separar de su amor
¿Pero habita el Espíritu entre nosotros?
292
Homilética PENTECOSTÉS
Se hace necesario preguntarnos qué es “eso” del Espíritu Santo, dónde poder encontrarlo: ¿en
nuestra Iglesia de 2015?, ¿cómo descubrir en ella su presencia?, ¿en cualquiera de nosotros?
Aquella gente de hace dos mil años descubrió su
El aire y el viento del Espíritu
presencia de un modo muy sencillo: al abrir los ojos y
es la unidad en la diversidad.
contemplar a aquel grupo de personas, poco antes
asustadas, que habían cambiado por completo; y que cuando les preguntaban, quizá sólo respondían
que habían sentido el “aire” de Jesús, se habían dejado llevar por su “viento”. Y la gente constataba
que tenían “el aire” de Jesús (como cuando decimos: “Este niño “se da aire” a su padre). Este dato
nos interpela a nosotros y nos cuestiona: ¿Qué “viento”, qué “aire” sopla en mi vida? ¿y en la vida de
la Iglesia? ¿y en la de la sociedad? O de otro modo: ¿A quién “nos damos aire”? El aire y el viento del
Espíritu es la unidad en la diversidad.
ORACIÓN UNIVERSAL
En este domingo de Pentecostés queremos sentirnos como aquel grupo de apóstoles, marcados para
siempre por la luz y la fuerza del Espíritu y llenos de palabras de vida y de semillas de esperanza. Oremos:
• Por la Iglesia, para que el Espíritu llene los corazones de sus fieles, y encienda en ellos la llama de
su amor, roguemos al Espíritu del Señor. Oremos:
• Por la sociedad: para que sepamos discernir en ella los signos y presencias del Espíritu y así culti-
vemos y defendamos la verdadera libertad, roguemos al Espíritu del Señor. Oremos:
• Por todas las asociaciones y organizaciones que trabajan por hacer posible un mundo mejor: para que
el Espíritu les ilumine y les dé lucidez, fortaleza y perseverancia, roguemos al Espíritu del Señor. Oremos:
• Por todas las víctimas de cualquier tipo de persecución, opresión, violencia e injusticia, para que
el Espíritu impulse siempre personas por las que se sientan consoladas, acompañadas y defendidas,
roguemos al Espíritu del Señor. Oremos:
293
Homilética PENTECOSTÉS
• Por todos nosotros, para que sepamos escuchar al Espíritu y dejarnos llevar por Él para ser testigos
y transmisores del mensaje del Evangelio, roguemos al Espíritu del Señor. Oremos:
Padre, te invocamos y te presentamos nuestras peticiones con la confianza que nos da el Espíritu
Santo. Que ese mismo Espíritu del Señor nos ayude a recorrer el Camino, a proclamar la Verdad y a
promover la Vida. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.
RECURSOS
Evangelii Gaudium: El todo es superior a la parte
“El modelo no es la esfera, que no es superior a las partes, donde cada punto es equidistante del centro
y no hay diferencias entre unos y otros. El modelo es el poliedro, que refleja la confluencia de todas las
parcialidades que en él conservan su originalidad. Tanto la acción pastoral como la acción política pro-
curan recoger en ese poliedro lo mejor de cada uno. Allí entran los pobres con su cultura, sus proyectos
y sus propias potencialidades. Aun las personas que puedan ser cuestionadas por sus errores, tienen
algo que aportar que no debe perderse. Es la conjunción de los pueblos que, en el orden universal,
conservan su propia peculiaridad; es la totalidad de las personas en una sociedad que busca un bien
común que verdaderamente incorpora a todos”. (236).
UN POEMA: “Pueblo”
294
Homilética PENTECOSTÉS
LA MÚSICA
«LA HORA DEL ESPÍRITU»
«A nuestros corazones
la hora del Espíritu ha llegado,
la hora de los dones y del apostolado:
lenguas de fuego y viento huracanado.
Oh Espíritu, desciende,
orando está la Iglesia que te espera;
visítanos y enciende,
como la vez primera,
los corazones en la misma hoguera»
(B. Velado, Himno litúrgico)
Ambientación musical. «Ésta es la hora en que rompe el Espíritu...». CD Quiero creer (Ed. San Pablo).
La hora del Espíritu ha llegado a nuestros corazones. La fuerza del Señor nos invade. El Aliento de
vida transforma nuestro desierto en mil vergeles. Llama de amor viva: danos el lenguaje de la entrega,
danos el don de la comunicación y la humildad. Haznos comunidad de amor; haznos Iglesia abierta a
todos. Irrumpe con tu viento impetuoso en nuestras casas, proyectos e instituciones. ¡Asombrosa Pre-
sencia! que fermentas los mostos de amor y de esperanza, y nos abrazas uno a uno con tu presencia
nombrando nuestros nombres “tatuados en tus manos”.
Entrada: “Renueva entre nosotros, oh Señor” en el CD: ”Espíritu Santo, guíanos” (SP) “Envía, Señor, tu
Espíritu” MD 373; CLN 254; ”Oh Señor, envía tu Espíritu” de L. Deiss MD 372; CLN 252.
Secuencia: Un buen declamador podía recitarnos, con unción, la secuencia; o bien escucharla, en gre-
goriano, procurando que la asamblea tenga el texto castellano mientras se canta.
295
Homilética PENTECOSTÉS
Embolismo: CLN M 3.
Comunión: “Hombres nuevos” MD 59; CLN 718; “Reúne, Señor, a tu Iglesia” MD 189. “Os dejo la paz”
CLN 752.
Como antífona final podemos cantar “Reina de los Apóstoles” en el CD María en los tiempos litúrgicos.
Y durante la salida del templo, como fin de las fiestas pascuales, sonará el Aleluya de G. F. Haëndel.
296
Homilética SANTÍSIMA TRINIDAD
El Dios cristiano es el Dios del papa Francisco, el Padre de la paz, comprometida y activa, el Hijo de
la justicia, que toma partido por los empobrecidos, el Espíritu de la libertad tolerante, que acepta y
respeta las opciones de los demás. Javier Prat Cambra
297
Homilética SANTÍSIMA TRINIDAD
LA PALABRA
PRIMERA LECTURA: Dt 4,32-34. 39-40 SEGUNDA LECTURA: Rom 8,14-17
El libro del Deuteronomio debe ser leído con el El mecanismo de rehabilitación que Dios ha
trasfondo del exilio de Babilonia, verdadero punto ideado para el bien de la historia en la sangre de
de inflexión y arranque en la fe del pueblo de Is- Jesús y que libra de las grandes construcciones
rael. Todos los pueblos de la antigüedad tenían (pecado, Ley, muerte adámica) posibilita el llevar
sus dioses; cada pueblo presumía de que su dios una nueva vida, la vida según el Espíritu. Pablo cree
era más fuerte que el del vecino. El monoteísmo realmente que la opción cristiana es el camino de
israelita fue el resultado de una una nueva vida. La ruptura re-
larga y dolorosa experiencia. La ligiosa y, sobre todo, existencial
crisis del exilio, cuando Israel que el apóstol ha experimenta-
estuvo a punto de desaparecer do en su vida le lleva a la cer-
para siempre como pueblo, le teza de que el estilo de vida del
sirvió de acicate y de renovación teológica. Dios cristiano es, en realidad, un camino de vida nuevo.
no le había abandonado, sino que era el pueblo El presente texto quiere describir el horizonte
quien se había obstinado en dar repetidamente de tal estilo de vida, el de quienes “se dejan llevar
la espalda a Dios. No hay muchos dioses, sino un por el Espíritu de Dios”. Esos tales han orientado
«único Dios», que es el «creador» del hombre; que su vida al logro de la filiación porque “son hijos de
habla cara a cara con su pueblo; que le ha prote- Dios”. Es decir, el logro de una vida nueva tiene
gido y liberado de sus enemigos. ¿Qué pide Dios a su arranque en el corazón mismo del Padre, en
cambio? Dios quiere que el creyente no tenga un su Espíritu. El logro de la filiación no es, pues, un
corazón dividido; que le «reconozca» como único mero empeño humano sino, sobre todo, una obra
Dios; que a él sólo le sirva y le ame; y que, como del amor de Dios sobre la historia. Esta fontalidad
prueba de este amor, cumpla sus mandamientos. espiritual es decisiva a la hora de comprender la
Dos detalles importantes a tener en cuenta: los posibilidad de un nuevo modo de vida.
mandamientos son «para que seas feliz tú y tus El nuevo estilo de vida es el de la filiación.
hijos»; Dios no quiere amargar la vida a nadie. Se- Cuando Pablo dice que somos “hijos adoptivos…
gundo, «para que prolongues tus días en la «tie- que pueden gritar ¡Abbá!” está poniendo el acento
rra» que Dios te va a dar. Es un error hablar de no en la diferencia hijos adoptivos-hijos naturales,
«suelo», pues uno de los temas en que insiste el sino en la semejanza. El hijo adoptado y el “na-
Deuteronomio es la prome- tural”, Jesús, dan el mismo grito porque ambos
sa y posesión de la «tierra» están en el mismo nivel, en el de la filiación. Este
(Tierra prometida), unida a argumento de la semejanza es la base de la vida
la alianza. Si el pueblo cum- nueva: la conciencia de que se es hijo, de que al
En este día en que celebra-
ple los mandamientos de la ser creada se le otorga a la persona la posibilidad
mos la Trinidad, enséña-
nos, Padre, a comprender
alianza, permanecerá en la de vivir en la vida nueva de los hijos (Jn 1,12). Es-
cómo eres un solo Dios sin «tierra»; de lo contrario la tamos en la hondura del ser cristiano.
ser un dios solitario. perderá. Esto es en lo que están concordes el Espíritu,
Pedro Fraile Yécora el anhelo de Dios, y nuestro espíritu, nuestro pro-
298
Homilética SANTÍSIMA TRINIDAD
y en amor. La filiación trae beneficios para todos. el que obedeció hasta las nera que transformas el
pan y el vino en alimento
La prueba de que la filiación es real consiste, últimas consecuencias en
de vida, transforma nues-
dice Pablo, en que el creyente hereda como Jesús. fidelidad a la misión reci-
tro corazón para que sea
En tiempos en que no heredaba sino el primogéni- bida del Padre, es quien
siempre un corazón de
to, se viene a decir, en el lenguaje de la paradoja, ahora goza de «toda fuer-
hermano.
que todos heredamos, que todos somos “primo- za/poder sobre el cielo y
génitos” como Jesús. Los beneficios de la filiación la tierra». Dios legitima y
nos afectan profundamente y nuestra vida puede valida la enseñanza y actuación de Jesús, hacién-
aspirar a la dicha plena, a los bienes duraderos, al dole Señor-vencedor sobre toda la creación.
amor sin sombras. Es importante notar el carácter solemne de las
El sufrimiento con él, con palabras de Jesús. En apenas
Jesús, las pruebas que no se le tres versículos utiliza cuatro ve-
van a ahorrar al cristiano en su ces el término “todo/a”: «todo po-
nuevo estilo de vida, son tam- der – todos los pueblos – todas
bién puerta para la herencia, las cosas – todos los días». El ca-
como ha ocurrido en el caso de rácter de sus palabras es absolu-
Cristo que ha tenido que encajar to y abarca la totalidad. Tanto su
las debilidades del hecho histórico. De esa mane- encargo como su promesa son definitivos: el poder-
ra, las dificultades adquieren un horizonte distin- autoridad recibido es el fundamento del mandato y
to: ya no son meramente situaciones humillantes, garantía de su presencia en medio de ellos.
sino que en su interior se halla el brillo oscuro de El encargo que reciben los Once recuerda el
lo pobre, pero brillo al fin y al cabo. envío misionero. Es necesario salir, ponerse en
Fidel Aizpurúa Donázar camino, ir de un lugar a otro. El imperativo, «ha-
ced discípulos», domina el mandato recibido. No
EVANGELIO: Mt 28, 16-20 se tata, en este momento, de predicar ni anunciar
el evangelio. Su misión es construir el nuevo pue-
El encuentro de Jesús con los Once en el blo de Dios, un pueblo de discípulos que acogen
monte de Galilea cierra el evangelio de Mateo. la enseñanza del Maestro, y la ponen en práctica.
La narración no describe, propiamente, una apa- El alcance de esta tarea es universal: «todas
rición del Resucitado. El interés se centra en la las naciones» son destinatarias del encargo reci-
declaración de Jesús, el encargo que hará a los bido. La apertura universal de la enseñanza de
discípulos. La afirmación final del texto cierra la Jesús se hace ya definitiva. Abarca tanto a los ju-
“gran inclusión” del evangelio, que comenzó con díos, destinatarios de la primera alianza, como a
el anuncio del nacimiento del “Emmanuel, Dios todo el mundo “pagano”.
con nosotros”, y concluye con la promesa de Je- «Bautizar y enseñar» dependen del imperativo
sús: «estaré con vosotros todos los días…». «haced discípulos». Son dos verbos que explican
El texto se presenta como una especie de “tes- el sentido del verbo principal. El bautismo al que
tamento del resucitado”. Él ha sido exaltado tras la se refiere no se debe entender en el sentido que
299
Homilética SANTÍSIMA TRINIDAD
HOMILÍA
Un Dios solo, pero no solitario
Desde la sociología se afirma que somos desde los demás en un tanto por ciento muy elevado
de nuestro ser personal. No podemos ser sin los otros. Y esto no es una debilidad sino un signo de la
riqueza de nuestro ser social y comunitario. Por eso nos entendemos divinamente cuando miramos
a Dios en su trinidad.
Es cierto que creemos en un solo Dios, pero no Creemos en un solo Dios,
en un Dios solitario. Él se nos ha manifestado en la his- pero no en un Dios solitario
toria de la salvación como Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Su quehacer nos ha mostrado su esencia amorosa y relacional, que ha sido expresada y derramada en
la comunión con todos nosotros. Por eso nos sentimos Hijos del Padre en el Hijo, hermanos en Cristo,
y parte de ese amor trinitario en el que nos adentra la acción del Espíritu. Ahí enraíza nuestra Iglesia
llamada a la comunión y a ser sacramento de unidad de los hombres entre sí y de éstos con Dios.
Creemos nuestro credo cuando, a imagen
Creemos nuestro credo
de nuestro Dios trinitario, creamos la comuni-
cuando creamos la comunidad
dad universal fundada en la fraternidad de una
universal fundada en la fraternidad.
sangre que nos habla de la alianza nueva y eter-
na. Toda la creación y, con ella, toda la humanidad, estamos llamados a explotar en el corazón trini-
tario y amoroso de lo Divino. Celebrar la Trinidad es celebrar nuestra comunión y nuestro horizonte
amoroso y divino, el que se nos ha manifestado en la historia de la salvación:
300
Homilética SANTÍSIMA TRINIDAD
301
Homilética SANTÍSIMA TRINIDAD
ORACIÓN UNIVERSAL
Llamados a ser imagen del Dios comunidad y conscientes de que sólo con su ayuda podemos restau-
rar la imagen desfigurada que ofrecemos, le pedimos:
AYÚDANOS, SEÑOR
• Pedimos por la Iglesia universal, para que sus comunidades sean alegres y servidoras y ofrezcan al
mundo el testimonio limpio de familia de los hijos de Dios. Oremos.
• Por los representantes de las religiones, para que el Espíritu de Dios que sopla donde quiere les
guíe al encuentro y la colaboración mutua en el servicio a todo lo humano. Oremos.
• Por los que se encuentran alejados de Dios, para que la gracia del Señor y el testimonio de los cre-
yentes les ayuden a encontrar la luz que necesitan para abrirse al Espíritu de Dios. Oremos.
• Por cuantos son excluidos del cuerpo social, para que su clamor desde los márgenes sea la llamada
que movilice la responsabilidad de los cristianos y descubran la fuente del amor que es Dios. Oremos.
• Por los cristianos y cristianas que han seguido la vocación a la vida contemplativa, para que su oración
y estilo de vida sean testimonio de las relaciones gratuitas con el Señor de la vida y fecunden al mundo
de gratuidad. Oremos.
• Por cuantos hemos sido bautizados en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, para que
no invoquemos el nombre de Dios en vano, sino que acojamos al Dios vivo y a Él sólo adoremos en
espíritu y en verdad. Oremos.
Que tu bondad, oh Dios Padre, ilumine nuestra vida; que la Palabra de tu Hijo brille en nuestras pa-
labras y en nuestras acciones; y que el amor y el fuego de tu Espíritu nos haga crecer cada día en el
amor y en la fe.
RECURSOS
Evangelii Gaudium: Comunión en las diferencias
“De este modo, se hace posible desarrollar una comunión en las diferencias, que sólo pueden facilitar
esas grandes personas que se animan a ir más allá de la superficie conflictiva y miran a los demás en su
dignidad más profunda. Por eso hace falta postular un principio que es indispensable para construir la
amistad social: la unidad es superior al conflicto. La solidaridad, entendida en su sentido más hondo
y desafiante, se convierte así en un modo de hacer la historia, en un ámbito viviente donde los conflic-
tos, las tensiones y los opuestos pueden alcanzar una unidad pluriforme que engendra nueva vida. No
es apostar por un sincretismo ni por la absorción de uno en el otro, sino por la resolución en un plano
superior que conserva en sí las virtualidades valiosas de las polaridades en pugna”. (228).
302
Homilética SANTÍSIMA TRINIDAD
LA MÚSICA
«EL SEÑOR ES EL ÚNICO DIOS »
303
Homilética SANTÍSIMA TRINIDAD
Canto de entrada: “Un solo Señor” CMD 5-1; CLN 708; “Alabaré” CLN 612.
Santo: CLN I 7
Comunión: “Comiendo del mismo pan” MD 180; CLN O 27. “Acerquémonos todos al altar” CLN O 24;
MD 170; “Canta mi alma tu grandeza” MD 187; CLN O 34. Como antífona final cantamos “Anunciando
tu venida” CLN 614; o bien, “Cristo, luz de los pueblos”.
304
Homilética CORPUS CHRISTI
Quienes comparten el pan de la eucaristía deben compartir el pan de la mesa, la mesa de los recur-
sos económicos y las oportunidades de llegar hasta ellos.
Javier Prat Cambra
305
Homilética CORPUS CHRISTI
LA PALABRA
PRIMERA LECTURA: Éx 24,3-8 SEGUNDA LECTURA: Heb 9,11-15
306
Homilética CORPUS CHRISTI
Eso es lo que puede lograr la “liberación eterna”, EVANGELIO: Mc 14, 12-16. 22-26
la total liberación, esa que no consiguen los ritos
cíclicos, siempre sujetos a repetición. Los relatos de la Pasión se abren con la cena
La buena voluntad de los sacrificios rituales pascual de Jesús con los discípulos. El ambiente
es también algo de un cierto valor porque desvela en que se desarrollan los acontecimientos es el
el anhelo humano de conectar con la divinidad. de la fiesta de Pascua; las indicaciones tempora-
Pero se queda tan corto en su sueño que prácti- les y espaciales dan unidad al relato y un carácter
camente resulta inservible. Sin embargo, la vida narrativo especial.
ofrecida de Jesús, su entrega total sellada con su Era costumbre que durante las fiestas de la
sangre, logra el viejo anhelo inscrito en los cora- Pascua, los habitantes de Jerusalén ofrecieran
zones creyentes de llegar al ámbito de lo divino. a los peregrinos que subían a la ciudad habita-
Ese pobre sacerdocio existencial ligado al amor es ciones o locales en las casas, donde celebrar la
el que logra lo que el boato cena. A esta costumbre se
de los grandes ritos no ha refiriere la primera parte de
conseguido nunca. este pasaje. Los discípulos
Y eso que consigue es piden indicaciones a Jesús
“purificar nuestra concien- sobre dónde comer la Pas-
cia de las obras muertas, llevándonos al culto de cua. Su respuesta recuerda la entrada en Jerusa-
Dios vivo”. O sea: el sacerdocio de Cristo aligera lén, si bien con un sentido diverso.
cualquier peso de conciencia por lo que abre un Jesús domina la escena. Los imperativos con
camino de liberación y de respiro que da una pers- que se dirige a los discípulos lo ponen de mani-
pectiva nueva sobre la vida. Y, además, convier- fiesto: «id a la ciudad», «seguid a aquel hombre»
te el simple vivir en el culto que Dios realmente y «preparad la cena». Es plenamente consciente
quiere, la vida ofrecida en amor a los demás. En de lo que va a suceder y lo asume con total liber-
verdad estamos hablando de “otro” sacerdocio. tad. Quiere dar sentido a la voluntad de Dios que
El viejo sueño de la alianza que ha acompaña- se realizará en la entrega en la cruz. No se trata
do el iter histórico de Israel cobra un impulso y un de cumplir un ritual ordinario (preparar la cena),
marco definitivos en el sacerdocio existencial de sino de preparar al discípulo para que entienda
Jesús. De tal manera que la promesa tras la que y acoja el futuro que le espera si camina detrás
anda la alianza se hace una realidad lograda. No del Maestro.
podría la vieja espirituali- Tras los preparativos tiene lugar la cena. El re-
dad de Israel haber soña- lato es sobrio; va a lo esencial, lo que subraya un
do un camino como éste. carácter litúrgico. Las primeras comunidades lo
No podemos partir y co- La corporalidad entregada utilizaban, probablemente, en sus celebraciones-
mer juntos el pan de la Eu-
de Jesús, su vida ofrecida, memorial de la entrega de Jesús.
caristía sin hacernos soli-
es la que abre las puertas Los gestos y palabras sobre el pan recuerdan
darios de todos los que, en
a una etapa nueva y distin- los relatos de la multiplicación de los panes (Mc
nuestra tierra, se sienten
ta sin las frustraciones de 6 y 8). Mientras en aquellos el alimento fue el
excluidos y viven la vida
los mecanismos religiosos pan, ahora es el propio Jesús quien se entrega
como amenaza. El pan de
la Eucaristía es promesa y con el ánimo nuevo del como auténtico y definitivo alimento. Se utiliza
de un mundo nuevo que a Evangelio. el binomio “cuerpo – sangre”, en lugar de “carne
todos nos compromete. Fidel Aizpurúa Donázar – sangre”, quizá más lógico. Hablar de “cuerpo”
307
Homilética CORPUS CHRISTI
equivale a referirse a “la totalidad de la persona” de Dios está vinculada a la sangre derramada del
de Jesús. El mandato de “comer la persona de Je- Hijo unigénito.
sús” es la invitación a entrar en comunión total Por otro lado, derramar la sangre dispone al
con Él, pan partido y repartido. No de forma sim- discípulo para entender el significado de la cruz. La
bólica, sino en total y absoluta comunión de vida. entrega de la vida hasta el extremo es la señal de
El primer gesto se completa con el paralelo la salvación definitiva realizada por Dios. Entrar en
sobre la copa de vino. Jesús la refiere a su pro- comunión con Jesús (comer su cuerpo y beber su
pia sangre. Por un lado, sangre) significa formar parte del nuevo pueblo de
recuerda la alianza de Dios la alianza y acoger el propio destino de Jesús.
con el pueblo en el desier- Las palabras sobre la copa se amplían con un
to. Por medio de la sangre dicho de carácter profético y de contenido escatoló-
Te damos gracias, Padre,
de los novillos sacrificados gico. La vida de Jesús y la comunión definitiva con
porque nos has enseñado
dónde y cómo podemos y
se estableció una alianza Él se abren a un futuro de esperanza. La muerte
debemos celebrar la Euca- de fidelidad, signo de la inminente no será el final, sino que está llamada a
ristía: en la vida y la lucha liberación efectuada por una nueva realidad en plenitud, que será regalada
por la justicia. Que éste Dios. Ahora, Jesús es el también a toda la humanidad. La entrega de Jesús
sea siempre para noso- signo de la nueva alianza en la cruz es signo de la liberación definitiva, de la
tros el lugar donde partir que Dios sella con toda la nueva alianza de Dios con su pueblo.
el pan con los hermanos. humanidad. La salvación Óscar de la Fuente
HOMILÍA
EUCARISTÍA: ALIANZA EN LA VIDA
El cristianismo es una promesa de Dios a su pueblo que se sella con la alianza del amor. La
Eucaristía es la rememoración de esa nueva alianza del Amor. Por eso, la Eucaristía es promesa de
308
Homilética CORPUS CHRISTI
¿Y qué nos dice el Señor? Que nos hagamos, como Cristo, “sacrificio” para redimir a nuestros her-
manos y hermanas, para ofrecer al mundo la liberación. Dios no nos pide sangre de corderos, ni rituales
vacíos para adorar a dioses muertos. Dios nos dice que nos hagamos, como Cristo, pan partido para
alimento del mundo. Resuena el mandato evangélico “dadles vosotros de comer” (Mc 6, 37) en la vida
y para la vida. No caben elucubraciones, no son posibles interpretaciones espiritualistas y evasivas. La
Eucaristía nos ratifica en el compromiso con los
Dios nos dice que nos hagamos
más pobres y excluidos. Para hacernos carne y
pan partido para alimento del mundo.
sangre con nuestros prójimos.
309
Homilética CORPUS CHRISTI
ORACIÓN UNIVERSAL
La presencia sacramental de Cristo entre nosotros aumenta nuestros deseos de un mundo justo y
solidario. Por eso, Padre, queremos que escuches la voz de tu pueblo:
• Que los que dirigen la Iglesia sean los primeros en acercar la mesa del pan y del vino de Jesucristo
a los más alejados.
• Que los que tienen responsabilidades políticas y económicas en el mundo favorezcan con sus de-
cisiones a los más empobrecidos.
• Que los que sufren enfermedad y marginación encuentren alivio en los que comulgamos el cuerpo
y la sangre de Cristo.
• Que la comunidad celebre la eucaristía como punto de partida para salir al encuentro de los más
necesitados.
• Que cada uno de nosotros comulgue con Cristo sabiendo que comulgamos con los demás.
Jesucristo, entregado en cuerpo y sangre, ayúdanos a reconocer que estás en cada uno de los más
pequeños de la sociedad en la que vivimos. Amén.
RECURSOS
Evangelii Gaudium: No a una economía de la exclusión
310
Homilética CORPUS CHRISTI
Patxi Loidi
LA MÚSICA
«YO SOY EL PAN VIVO BAJADO DEL CIELO»
Dios renueva su alianza de amor con su pueblo cada vez que éste se reúne a celebrar la Eucaristía,
Memorial del Señor. Nos entrega su Cuerpo y Sangre como alimento para el camino. Unámonos a Jesús
Sacramentado para compartir y ser solidarios con todos los hombres y demos a Dios el culto que Él
311
Homilética CORPUS CHRISTI
quiere: ser adoradores “en espíritu y en verdad”. Pidamos también que el Señor conceda a su Iglesia el
don de la paz y la unidad, significado en las ofrendas sacramentales que presentamos.
Canto de entrada: Nos sentimos pueblo convocado en el nombre del Señor para celebrar la Eucaristía
que es “sacrificio y banquete de su amor”. Cantamos: “Peregrinos de la paz” MD 52; o bien, “Alrededor
de tu mesa” MD 71; CLN A- 4; “Comiendo de un mismo pan” CLN O 27; MD 180.
Santo: CLN I 2.
Fracción del pan: “Cordero de Dios” N 2, de Aragüés, al que es muy fácil adaptar diversos tropos para
esta fiesta.
Comunión: “Yo soy el pan de la vida” CD: Al Atardecer de la vida (SP); “Este es el pan de los hijos” MD
190; “Cristo te necesita para amar” MD 66; CLN 729; “Tú eres, Señor, el pan de vida” MD 163; CLN O
41; “Dice el Señor” en el CD Sacramento Permanente (SP).
Como canto final de la asamblea cantamos el Himno del C. E. Internacional de Sevilla: “Cristo, luz de los
pueblos”. CD: Sacramento Permanente (SP)
Conviene tener preparada una buena selección de cantos populares y de nuevas melodías litúrgicas para
aquellas ciudades o pueblos donde se haga la procesión del Corpus. Por ejemplo: Cantemos al amor de los
amores. Una espiga. Lauda Ierusalem. Beberemos la copa. Un mandamiento nuevo. Adoro devote. Cristo
te necesita para amar. Ubi Caritas. Oh buen Jesús. Altísimo, Señor. Quédate junto a nosotros. Alabado sea
el santísimo...etc. Si disponemos de una buena coral para interpretar polifonía en las estaciones podemos
sugerir, entre otros: “Quédate buen Jesús” (L.Iruarrízaga). “Pan divino y gracioso” (F. Guerrero). “Ave verum”
(Mozart). “Qué buen año es el del cielo” (F. Guerrero).”Panis angélicus” (C. Frank).
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Homilética
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Homilética
COMENTARIO
El Cuerpo y la Sangre de Cristo son manjar para un pueblo que está en camino. Ya podemos comer
al mismo Dios. Cristo no sólo nos da su mensaje de amor, sino que por amor se da a sí mismo como
alimento. El maná en el desierto prefigura el don de Cristo en la Eucaristía, entramos en comunión con
Él y con los hermanos. Cristo es el pan vivo bajado del cielo. Danos, Señor, siempre ese pan. Pan vivo
que nos da la vida.
Dios renueva su alianza de amor con su pueblo cada vez que éste se reúne a celebrar la Eucaristía,
Memorial del Señor. Nos entrega su Cuerpo y Sangre como alimento para el camino. Unámonos a Jesús
Sacramentado para compartir y ser solidarios con todos los hombres y demos a Dios el culto que Él
quiere: ser adoradores “en espíritu y en verdad”. Pidamos también que el Señor conceda a su Iglesia el
don de la paz y la unidad, significado en las ofrendas sacramentales que presentamos.
Nos sentimos pueblo convocado en el nombre del Señor para celebrar la Eucaristía que es “sacrifi-
cio y banquete de su amor”.
En medio del hondo silencio eucarístico, el canto nos evoca las palabras de Jesús sobre el Pan de vida,
tal como nos lo transmite Juan (6, 32.35.50-51; 10,14). “Danos, Señor, siempre ese Pan, Pan vivo que
nos da la vida” (Jn 6,34) (Durante la adoración, especialmente si es prolongada, con lecturas del evan-
gelio de S. Juan).
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Homilética SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
El Corazón de Dios es el Corazón de JC, el corazón que fue traspasado en la cruz. Dios, el ingeniero
de la creación, piensa con el corazón de JC, el artesano que salvó el mundo. Javier Prat Cambra
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Homilética SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
LA PALABRA
PRIMERA LECTURA: Os 11,1. 3-4. 8c-9 SEGUNDA LECTURA: Ef 3, 8-12. 14-19
Oseas es profeta del Reino del Norte (Israel) El designio del corazón del Padre, el secreto
en el siglo VIII. Es testigo de las guerras civiles que alberga la intimidad de Dios es la unificación
con el reino del Sur (Judá) y también de la cruel- del universo, la gran reconciliación. Para ello, el
dad que usan los asirios, señores de la región Mesías es el ejecutor de ese designio de unidad
en aquel momento. Efraín es otro nombre para creando la humanidad nueva. Es, para el autor,
llamar a Israel (es una de las dos una humanidad igualitaria, en la
tribus que componen la «Casa de que paganos y judíos, toda perso-
José»: Efraín y Manasés). Históri- na, tiene acceso a la herencia pro-
camente es un texto interesante metida, a la alianza que el antiguo
porque recuerda sus orígenes judaísmo consideraba que era pa-
egipcios (Efraín y Manasés, hi- trimonio exclusivo de Israel. Esas
jos de José, nacen en Egipto; el estrechas fronteras han saltado
pueblo de Israel sale de Egipto). por los aires cuando se ha desve-
Nos interesa más el mensaje teológico: Dios re- lado, por Jesús, la hermosa realidad de un Dios de
cuerda cómo ha tratado con cuidado exquisito y todos y para todos.
delicadeza a Israel/Efraín en su infancia. Le ha El autor se sabe enviado a anunciar a los
atraído hacia él, le ha dado de comer. Aparecen gentiles esta hermosa realidad de la herencia
dos versos únicos en paralelismo sinonímico: «se compartida, “la riqueza insondable que es Cris-
me revuelve el corazón, se me conmueven las to”. Y esto es así porque Cristo desvela el secreto
entrañas». Dios tiene «entrañas maternas» (tema designio de Dios en los modos sencillos de una
que desarrolla en el capítulo 2 de este mismo vida entregada. Desde ahí se ilumina el misterio
profeta). ¿De dónde proviene el tema de la «cóle- “escondido desde el principio de los siglos” pero
ra divina»? El libro de Oseas denuncia la idolatría que ha sido puesto de manifiesto en los tiempos
continua de su pueblo Israel/Efraín que le aban- nuevos del Evangelio. Se están desvelando los
dona para buscar el favor de los baales (dioses vericuetos del corazón amoroso del Padre en el
cananeos). Todo parecería esperar un castigo sin corazón entregado de Jesús.
remedio, pero Dios no actúa como los humanos, Esta es “la multiforme sabiduría de Dios”, los
sino que actúa confor- modos sublimes y profundos que el corazón de Dios
me a un corazón mise- tiene de relacionarse con la historia. Y esos modos
ricordioso. De nuevo un son los que nos hacen saber que “tenemos libre y
El corazón de Cristo es un paralelismo sinonímico. confiado acceso a Dios”, que la persona no está per-
corazón abierto que derra- Dios dice de él mismo: dida en el universo, que la soledad más compacta
ma amor sobre el univer- «soy Dios y no hombre; queda rota por el amor envolvente del Padre, que lo
so. Que sepamos, Padre, santo y no enemigo». La divino no está en un terreno inaccesible y que, por lo
acoger ese amor para ternura y la misericordia tanto, se puede mezclar al cotidiano caminar de las
aprender a amar.
tienen la última palabra. personas. “Sabiduría” de un corazón que acompaña
Pedro Fraile Yécora amoroso el itinerario de la historia.
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Homilética SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
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Homilética SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
HOMILÍA
EL CULTO AL CORAZÓN DE CRISTO
Una pequeña introducción a modo de contexto
La fiesta del Corazón de Jesús está unida directamente al culto que, desde hace siglos, se
comenzó a dar al Corazón de Cristo. Para conocer su valor es muy importante conocer la encíclica
Haurietis aquas [HA] (“Beberéis aguas con gozo en la fuente del Salvador”, cfr. Is 12, 1). La publicó
el papa Pío XII el 15 de mayo de 1956, al cumplirse cien años desde que el beato Pío IX mandase
celebrar la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús en la Iglesia universal (1856).
En el cincuentenario de esta encíclica, 15 de mayo de 2006, el papa Benedicto XVI escribió una
carta al Superior General de la Compañía de Jesús, Peter-Hans Kolvenbach en la que citaba de esta
manera al santo papa Juan Pablo II (1986): “El Concilio Vaticano II, al recordarnos que Cristo, Verbo
Encarnado, nos ‘amó con corazón de hombre’, nos asegura que ‘su mensaje, lejos de empequeñecer
al hombre, difunde luz, vida y libertad para el progreso humano’, y que nada fuera de él ‘puede llenar
el corazón del hombre’ (cf Gaudium et Spes, nn. 22, 21). Y añadía: “Son bien conocidos los abun-
dantes frutos espirituales producidos por la devoción al Corazón de Jesús. Expresándose sobre todo
en la práctica de la Hora Santa, la confesión y comunión de los Primeros Viernes de mes, ha servido
para estimular generaciones de cristianos a orar más y recibir con más frecuencia los sacramentos
de la Penitencia y de la Eucaristía. He ahí medios que sigue siendo deseable proponer a los fieles”.
El antiguo adagio que dice así: Lex orandi, lex credendi, enseña que la Iglesia cree como ora.
Cómo es esta “oración” en la liturgia de la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús nos pondrá en bue-
na pista para saber cómo es su “creencia” correspondiente.
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Homilética SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
La ternura de Dios
Sabemos que Dios, mediante su palabra en la Sagrada Escritura, entra en diálogo amoroso con
nosotros sus hijos. ¿Qué ha querido decirnos, en esta fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, a través
de las lecturas que acabamos de proclamar?
El texto del profeta Oseas (Os 11, 1.3-
Lo propio de Dios y su grandeza
4.8c-9) nos revela preciosamente los senti-
es que sabe, puede y quiere perdonar.
mientos del corazón de Dios. Comienza po-
niendo ante nuestros ojos la imagen del amor paternal. Son expresiones de gran ternura: “Cuando
Israel era joven, yo lo amé”, “yo enseñé a andar a Efraín, lo alzaba en brazos”, “con correas de amor
lo atraía”, “me inclinaba y le daba de comer”. Pero el pueblo, tercamente, no había correspondido a
este amor. El destierro que los avatares de la historia le hicieron sufrir en Babilonia sobre todo, Dios
lo aprovechó para llamarle a la conversión. Su corazón está rebosante de misericordia: “No actuaré
en el ardor de mi cólera” “no volveré a destruir a Efraín, porque yo soy Dios y no hombre”. Sí, lo propio
de Dios es el perdón. Es tan grande que sabe, puede y quiere perdonar.
En cualquier caso, el mejor reflejo de los sentimientos del corazón de Dios, profetizado por
Oseas, será el Corazón del Hijo de Dios hecho hombre. En él anidó y palpitó un infinito amor, divino y
humano, al Padre y a los hombres. Un amor que le llevó a entregarse por nosotros, como nos decía
san Juan en el evangelio de hoy (Jn 19, 31-37). Él quiso que de su corazón traspasado brotaran agua
y sangre (cf. Jn 19, 34), expresión de los sacramentos de la Iglesia. Ese corazón, así roto por la lanza
del soldado, quedó abierto para que “todos puedan beber con gozo de la fuente de la salvación” (Pre-
El corazón de Cristo quedó abierto facio; cf. Is 12, 3). La frase última del evangelio
para que todos puedan “beber de hoy: “Mirarán al que atravesaron” (cf. Za 12,
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Homilética SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
ORACIÓN UNIVERSAL
Tú, Padre, nos has mostrado el corazón de Cristo, amigo y hermano de todos nosotros. Escucha, por
tanto, el latido necesitado de tu pueblo:
• Que los líderes de la Iglesia piensen y actúen como pastores sensibles de corazón y acojan las
diferentes sensibilidades que surjan en el pueblo cristiano.
• Que los gobernantes del mundo sientan como propio el sufrimiento de los pueblos de la tierra, para
que sus decisiones sean realmente liberadoras.
• Que los que sufren persecución por su fe se vean apoyados por las autoridades políticas y religiosas.
• Que nuestra comunidad se deje llevar por el corazón a la hora de atender las situaciones de pobre-
za más cercas a nosotros.
• Que el corazón de cada uno de nosotros se sienta traspasado solidaria y compasivamente por el
dolor y sufrimiento de los que están cerca de nosotros.
RECURSOS
Evangelii Gaudium: Una Iglesia de corazón abierto
“La Iglesia está llamada a ser siempre la casa abierta del Padre. Uno de los signos concretos de esa aper-
tura es tener templos con las puertas abiertas en todas partes. De ese modo, si alguien quiere seguir una
moción del Espíritu y se acerca buscando a Dios, no se en-
contrará con la frialdad de unas puertas cerradas. Pero hay
otras puertas que tampoco se deben cerrar. Todos pueden
participar de alguna manera en la vida eclesial, todos pue-
den integrar la comunidad, y tampoco las puertas de los sa-
cramentos deberían cerrarse por una razón cualquiera. Esto
vale sobre todo cuando se trata de ese sacramento que es
“la puerta”, el Bautismo. La Eucaristía, si bien constituye la
plenitud de la vida sacramental, no es un premio para los
perfectos sino un generoso remedio y un alimento para los
débiles. Estas convicciones también tienen consecuencias
pastorales que estamos llamados a considerar con pruden-
cia y audacia. A menudo nos comportamos como controla-
dores de la gracia y no como facilitadores. Pero la Iglesia
no es una aduana, es la casa paterna donde hay lugar para
cada uno con su vida a cuestas”. (47)
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Homilética SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
LA MÚSICA
«VENID A MÍ TODOS LOS CANSADOS Y AGOBIADOS»
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Homilética SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
El corazón de Jesús es un amor que acoge, ama y salva, sin límites ni fronteras, contemplado bajo la
forma del pastor que busca la oveja descarriada, espera a la perdida, cura a la que está herida y fortalece
a la enferma. Es un corazón que late al unísono, en sintonía, con los problemas de la humanidad.”Venid
a mí todos los cansados y agobiados y encontraréis vuestro descanso”.
Canto de entrada: “La alianza nueva” MD 371; CLN 203; ”El Señor nos llama” MD 74; CLN A-5;o bien:
“En praderas de agua fresca” CLN O 3.
Comunión: “Al atardecer de la vida” MD 97; CLN 739; o bien, “Te alabamos” en el CD Sacramento
Permanente (SP).
Final: Despedimos a la asamblea pidiendo que la Eucaristía que acabamos de celebrar nos dé un cora-
zón grande para amar y fuerte para luchar. Cantamos “Cristo te necesita para amar”
322
Homilética
MISA FAMILIAR
PASCUA 2015
Domingos 2º a 6º de Pascua
Del 12 de abril al 10 de mayo de 2015
Podemos tener presente, a lo largo de estos cinco domingos, un panel dividido en cinco partes, que
puede tener diversas formas, según lo que se vea más conveniente, más fácil, más sugerente…: “la
rueda” de la Pascua, “la noria” de la Pascua, “el abanico” de la Pascua, “la bufanda” de la Pascua…
Todo ello según el siguiente esquema:
MIL CARAS
Domingo 2º
DESCUBRIRLE
MIL PANES
Domingo 3º
COMPARTIR
MIL MANOS
Domingo 4º
CUIDAR
MIL FLORES, MIL RACIMOS
Domingo 5º
AGRADECER
MIL CORAZONES
Domingo 6º
AMAOS
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Homilética MISA FAMILIAR
DESCUBRIRLO
COMPARTIR
LA NORIA
AMAOS DE LA
PASCUA
CUIDAR
AGRADECER
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Homilética MISA FAMILIAR - 2º DOMINGO DE PASCUA
Domingo 2º de Pascua
LAS MIL CARA DE JESÚS
12 de abril de 2015
Para preparar: Túnica blanca de Jesús, pintura roja para las llagas, sábana, juguete
Monición de entrada: Buenos días. De nuevo nos juntamos a la vuelta de vacaciones. Ya va quedando
muy poco para las Primeras Comuniones y queremos vivir muy cerca de Jesús. El día de Pascua, además
de celebrarlo entre amigos, celebramos ante todo ese día en que Jesús resucitó y está vivo. Él nos acom-
paña aunque no lo veamos con los ojos de la cara. En la Eucaristía de hoy vamos a ver cómo Jesús se fue
apareciendo a sus amigos y vamos a escuchar las cosas que les dijo.
Saludo del sacerdote: Felices Pascuas a todos. Ya pasó la Cuaresma. Ya pasaron todos esos días de
preparación para la mayor fiesta del año: la Pascua. ¿Cuántos llegasteis en la ficha de la cuaresma has-
ta el final? ¿Cuántos estuvisteis en la procesión de Ramos?¿Cuántos fuisteis a las procesiones? Vamos
a comenzar esta eucaristía aprendiendo a ver cómo Jesús vive entre nosotros y es nuestro amigo. Y si
le hemos fallado en algo como amigos, comenzamos pidiéndole perdón.
Peticiones de perdón:
• Aunque seas nuestro amigo, Señor, a veces fallamos y luego nos arrepentimos. Por eso te decimos,
Señor ten piedad.
• Aunque nos gusta pensar en ti y sentirte cerca de nosotros, a veces te olvidamos. Por eso te decimos,
Cristo, ten piedad.
• Ya sabemos que vives en todas las partes y especialmente en los demás. Pero a veces nos insulta-
mos y nos peleamos. Por eso te decimos, Señor, ten piedad
(Están los apóstoles juntos, vestidos con túnicas y todos hablando. Tomás les dice):
Jesús: Tomás…
Tomás: ¡Que no me lo creo!... (Volviéndose) ¿Eeeh?... (Sorprendido, se inclina ante Jesús).
325
Homilética MISA FAMILIAR - 2º DOMINGO DE PASCUA
Jesús: Tomás… Mete tus dedos aquí (señala sus llagas. Le coge su mano y le introduce un dedo
en una llaga)
Tomás: ¡Señor mío y Dios mío…!
Jesús: Has creído porque has visto. ¡Dichosos los que crean sin haber visto!
Sale Jesús y se le tapa entre dos con una sábana. Algunos niños que quieran -¡los catequistas ponen
orden!- van pasando por grupos y, postrados ante el Jesús que no se ve, dicen como Tomás: “Señor mío
y Dios mío”.
• ¿Y si Jesús sale por aquí?... (El sacerdote se va moviendo y señalando hacia la puerta de la salida de
manera que todos los niños miren hacia allí dando la espalda a la sábana tras la que está escondido
Jesús. Mientras tanto, Jesús se va fuera -¿a la sacristía?- sin que le vean y su lugar lo ocupa otro niño
sin túnica y normal, que está jugando con algo, sentado de medio lado). ¿Le diríamos lo mismo?...
(Vuelve el sacerdote hacia el altar haciendo que los niños vuelvan su mirada con él) ¿Y si nos dicen
que no vemos a Jesús porque no está, porque es mentira, porque no está detrás de todas las cosas?
(Señala la sábana) ¿Qué diríamos que hay detrás de esta sábana? ¿Estará ahí Jesús resucitado o no?
(Los niños comentan) ¿Seguro?... (Descubren la sábana y se ve al niño jugando) ¡Vaya sorpresa!...
A lo mejor tenían razón… (A los niños) ¿Tenían razón?... (Que respondan) ¡Claro que está…! ¡Porque
Jesús vive en todas las personas! Este niño que juega también está representando a Jesús.
• Vosotros, los mayores, ¿qué os parece? De cara a la fe de los pequeños, ¿os parece importante el
modo como vivimos los mayores la fe en Jesús? ¿Por qué?
• Según eso, ¿cuántas caras os parece que tiene Jesús hoy en día, en medio de nosotros? (Jesús
resucitado, HOY TIENE MIL CARAS!)
• Todos los niños repiten: ¡JESÚS TIENE MIL CARAS!
• Así, pues, ¿qué hemos aprendido hoy? (Que respondan. El sacerdote –o el catequista que anima el
comentario-, puede hacer un breve resumen de todo).
Oración en silencio. Es muy importante dejar un espacio de silencio para reposar todo lo visto y oído.
Pero es necesario que un adulto –el sacerdote o un catequista- vaya ayudando a orar con los niños,
sugiriendo sentimientos…
Peticiones
• Jesús: te pedimos por toda la iglesia, para que nos enseñe que Tú vives en todos los rincones del
mundo y que quieres mucho a todos los hombres. Roguemos al Señor.
326
Homilética MISA FAMILIAR - 2º DOMINGO DE PASCUA
• Jesús: Queremos verte en todas las personas y en todas las cosas. Danos ojos en el corazón para verte.
Roguemos al Señor.
• Jesús: los ojos del corazón a veces sólo ven los caprichos que nos gustan. Te pedimos que no nos
cieguen los caprichos. Roguemos al Señor.
• Jesús: Nos dijiste que vives en todos los pobres y necesitados. Queremos aprender a verte en ellos
más que en ningún otro sitio. Roguemos al Señor.
• Jesús: te pedimos por los que van a hacer este año la Primera Comunión, para que sean siempre muy
buenos amigos tuyos. Roguemos al Señor.
Ofertorio: Es el momento de presentar el panel que hayamos preparado con “las mil caras de Jesús”
y una palabra: DESCUBRIRLE. Primero ponemos el “esquema” de noria, de rueda, de abanico, etc., y
luego vamos colocando en él, este domingo, las caras, el título, las flechas, etc.
Acción de gracias
Te damos gracias, Jesús, Estás presente también
porque estás vivo hoy y siempre en este pan de la Eucaristía.
en medio de nosotros. Te damos gracias, Jesús,
Vives en nuestro corazón. por las mil caras que tienes
Pero además estás presente y porque contigo
en todas las personas, nunca estamos solos.
en los niños y en los mayores, ¡Gracias, Jesús!
en los que ríen y en los que lloran.
Domingo 3º de Pascua
LOS MIL INVITADOS DE JESÚS
19 de abril de 2015
Para preparar: El mantel y todos los objetos del altar en una mesa aparte para ser colocados con los
niños sobre el altar en la homilía. Bendiciones de la mesa para repartir.
Monición de entrada: Buenos días. Ya queda muy poco para las Primeras Comuniones y queremos aprovechar
muy bien estas últimas semanas de preparación para algunos de vosotros y vosotras. La parroquia os invita a pa-
dres y niños a que os preparéis muy bien para estas fechas tan importantes. Esta eucaristía nos ayudará a estar
más unidos a Jesús.
Saludo del sacerdote: Estos domingos de Pascua estamos recordando todas las veces que Jesús se apa-
recía resucitado a sus amigos. Jesús se hacía tan real y presente que hasta comía con ellos. También come
con nosotros cuando celebramos la Eucaristía. Y nos da a comer el pan que es su cuerpo. Jesús siempre lo
bendecía antes de compartirlo. Hoy comenzamos esta eucaristía con la mesa sin preparar. Luego la pondre-
mos. Pero antes, vamos a comenzar diciendo a Jesús que queremos recibirle y que perdone nuestros fallos.
327
Homilética MISA FAMILIAR - 3º DOMINGO DE PASCUA
Peticiones de perdón
• Cuando nos damos cuenta de que fallamos, luego nos arrepentimos, aunque sea tarde. Por eso te deci-
mos, Señor ten piedad.
• Aunque sabemos que estás cerca de nosotros, a veces nos olvidamos de ti. Por eso te decimos, Cristo,
ten piedad.
• Te queremos pedir también perdón porque no acabamos de verte presente en los demás. Por eso te
decimos, Señor, ten piedad
Se reparten bendiciones de la mesa, con mención a los pobres. Mientras se reparten, se puede es-
cuchar la bendición de la mesa de la “Misa de la alegría” (Grupo “Siempre así” y Carlos Mejía Godoy)
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Homilética MISA FAMILIAR - 3º DOMINGO DE PASCUA
1. Bendícenos, Señor, a nosotros y bendice estos alimentos que vamos a tomar. Da pan a los que
tienen hambre y hambre de Dios a los que tienen pan. Amén.
2. Bendícenos, Señor, a nosotros y bendice estos alimentos que vamos a tomar. Haz que no les
falte el pan a los que pasan hambre. Amén.
3. Gracias, Señor, por los alimentos y la compañía familiar. Danos tu bendición y ayúdanos a
compartir con los que no tienen pan. Amén.
• Algunos de vosotros os estáis preparando para una comida con Jesús: la “primera comunión”. Hoy
vamos a preparar el altar, para que veáis cómo es esa comida con Jesús.
Se llama a los niños para que se pongan alrededor del altar y vayan preparando la mesa, trayendo los
objetos de la comida: mantel, velas, patena con formas, cáliz, vino y agua. El sacerdote o algún catequis-
ta va explicando, en diálogo con mayores y pequeños, el sentido de cada objeto: “¿Por qué ponemos un
mantel?”, “¿por quié traemos velas?”, “¿qué es una patena?”, etc.
• El mantel: No todos los días se come con mantel, pero la Eucaristía es una comida especial
• Las velas: Antiguamente, como no había luz eléctrica, se ponían velas en la mesa para poder ver.
Hoy ya no son necesarias. Pero se siguen poniendo porque son la señal de que Jesús está presente
entre nosotros como una luz que siempre nos ilumina.
• La “patena”: Para comer, ponemos platos. A este plato más especial lo llamamos “patena”, que es
una palabra latina que significaba “plato”.
• El “cáliz”: del latín “calix”, copa. Para beber necesitamos vasos o copas. En la misa usamos una
“copa” especial, bien bonita, porque será el vino que, cuando lo compartimos en memoria de Jesús
resucitado, lo mismo que el pan, Jesús mismo se hace presente en medio de nosotros.
• Las “formas”: Son pan, hecho con trigo y agua, pero sin levadura, en recuerdo del pan que comían los judíos
en la cena de la Pascua, que es la cena que tomó Jesús con sus amigos: la “última cena”… Se llama pan
“ázimo”… Antes era pan normal, pero era difícil repartirlo cuando venía mucha gente. Por eso se inventó esta
forma más práctica: las “formas”. Así se hace ver también lo especial que es ese pan que, cuando lo compar-
timos en memoria de Jesús resucitado, él mismo se hace realmente presente entre nosotros.
• El agua: El agua de la misa no es para beber. Para beber está el vino. El agua de la misa es para lavar
las manos, la patena, y el cáliz. Pero también para echar unas gotas de agua en el vino como símbolo
de Jesús que, siendo el Hijo de Dios (el vino) es igualmente un hombre (el agua).
Oración en silencio: Como todos los domingos, reservamos este espacio para hacer unos minutos de
oración en silencio. Pensamos en la mesa del altar, en el hecho de comer con Jesús, en los pobres que
tienen que ser siempre los primeros invitados, en el pan de la Eucaristía, etc.
Peticiones
• Jesús: te agradecemos el maravilloso mundo que nos regalaste y los seres queridos que nos rodean y nos
quieren. Y te pedimos que sepamos verte en todas las personas y en todas las cosas. Roguemos al Señor.
• Jesús: te agradecemos el pan que nos alimenta y la familia con la que compartimos el pan. Y te pedi-
mos que sepamos compartirlo generosamente con los que no lo tienen. Roguemos al Señor.
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Homilética MISA FAMILIAR - 3º DOMINGO DE PASCUA
• Jesús: Nos dijiste que vives en todos los pobres y necesitados. Queremos verte en ellos más que en
ningún otro sitio. Roguemos al Señor.
• Jesús: te pedimos por los que van a hacer este año la Primera Comunión, para que sean siempre muy
buenos amigos tuyos. Roguemos al Señor.
Ofertorio: Es el momento de presentar el panel que hayamos preparado con “los mil panes” de “los mil
invitados” de la mesa de Jesús, y una palabra: COMPARTIR
Después del Prefacio: En las misas no podemos sentarnos todos alrededor de la mesa, porque no
cabríamos. Pero hoy vosotros vais a estar rodeando el altar para ver bien de cerca lo que hizo Jesús con
el pan. Bien formales asistiremos al momento más importante de la Última Cena: cuando bendijo el pan
y lo partió convertido en su cuerpo. (Los niños de la catequesis suben al altar)
Acción de gracias
Te damos gracias, Jesús, Que nunca seamos indiferentes
por esta mesa que nos preparas ante el hambre que sufren tantos hermanos,
todos los domingos. y que seamos solidarios para ayudar
Queremos estar siempre preparados a todos los que lo necesitan.
para recibirte y estar contigo Que cada Eucaristía
en la Eucaristía. sea una verdadera fiesta
Necesitamos encontrarnos contigo Gracias por pensar en nosotros
en el pan que alimenta y que da vida. y darnos la alegría de poder recibirte
Que nunca nos falte el hambre de ti, para crecer en nuestra fe,
las ganas de que llenes nuestro corazón. nuestra esperanza
y nuestro amor a los demás.
Domingo 4º de Pascua
MIL MANOS PARA ACOGER Y CUIDAR
26 de abril de 2015
Para preparar: Cabezas de oveja y de lobo (ojos recortados); pastor; Power point de la oveja perdida.
Monición de entrada: Buenos días. Hoy es el último domingo de abril. Y estamos en vísperas de comenzar
el nuevo mes de mayo con el “día de la madre” y luego, más adelante, las “primeras comuniones”. Vamos a
comenzar esta celebración cantando a Jesús, mientras entra el sacerdote acompañado de los monaguillos.
330
Homilética MISA FAMILIAR - 4º DOMINGO DE PASCUA
Introducción: El domingo anterior aprendimos preparar una mesa bonita para Jesús. Hoy ya la tene-
mos preparada porque todos los domingos es la fiesta de Jesús en la que celebramos que Jesús ha
resucitado y está vivo en medio de nosotros. Es bonito volver a compartir la mesa con Jesús. Pero antes
volvemos a decirle que nos perdone y en silencio nos dejaremos de nuevo abrazar por Él.
Peticiones de perdón
• Señor. Nos gusta recibir el abrazo de tu perdón y de tu cariño. Por eso te decimos: Señor, ten piedad.
• Señor: nadie perdona con más cariño que Tú. Por eso te decimos: Cristo, ten piedad.
• Señor: enséñanos a perdonar como Tú nos perdonas. Padre bueno, que nos quieres a todos: Señor,
ten piedad.
Introducción al Evangelio: El Evangelio que vamos a leer hoy es el del Buen Pastor. Algunos seguro que
hemos visto, al menos en la tele, rebaños de ovejas con pastores. Pero a lo mejor nunca habéis visto en
el monte una oveja perdida, sin saber qué hacer ni por dónde ir, expuesta a que le coman los lobos. De
eso nos va a hablar el Evangelio. Jesús es el buen pastor, dispuesto a defender a sus ovejas.
• ¿Estamos todos siempre dentro del rebaño de Jesús, siguiéndole? (Solemos estar con un pie dentro
y otro fuera…).
• Y cuando se escapa una fuera del rebaño, ¿qué es lo mejor que puede
hacer Jesús? (Se le manda salir del rebaño a una de las ovejas)…
• ¿Y si no vuelve?
• ¿Y si le persigue el lobo? ¿Qué hará el pastor? (Sale otro niño disfra-
zado con la carteta del lobo e intenta cogerla. El pastor lucha contra
el lobo y la salva).
Se puede poner el Power point de la oveja rebelde que se escapa:
http://www.youtube.com/watch?v=TGmQh-LiKrU
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Homilética MISA FAMILIAR - 4º DOMINGO DE PASCUA
• En el mundo hay muchos que quieren ser nuestros “pastores”. ¿Podemos poner ejemplos?
• ¿Son esos nuestros mejores “pastores”?
• ¿Pero quiénes son ahora los “pastores” del rebaño de Jesús?
• Hoy es el día de la oración por las vocaciones de los pastores. Tenemos que pedir, hoy y todos los
días, para que haya pastores. Y para valorarlos de verdad.
• Y para que seamos ovejas buenas, que sepamos vivir unidas, compartir todo y muy cerca siempre
de Jesús.
Oración en silencio: Como todos los domingos: Jesús resucitado es el buen pastor que nos reúne.
Aunque tiene “mil ovejas” que cuidar, nos conoce y nos cuida uno a uno… Y quiere que le conozcamos a
él personalmente… Y quiere que en el mundo haya “mil manos” que cuiden a los demás como buenos
pastores. Pedimos para que haya muchos…
Peticiones
• Jesús, Tú eres el Buen pastor de todos los hombres. Ayúdanos a ser buenas ovejas. Roguemos al Señor.
• Jesús, a veces somos ovejas que se pierden y nos dejamos guiar por malos consejos. Ayúdanos para
que no nos separemos de ti ni nos perdamos. Roguemos al Señor.
• Jesús, te pedimos que haya niños que quieran sr buenos pastores como Tú, para cuidar el rebaño de
la Iglesia. Roguemos al Señor.
• Para que haya muchos niños y niñas que escuchen tu palabra para ser sacerdotes, misioneros y misioneras,
Jesús, te pedimos por todos los sacerdotes, hombres y mujeres que se dedican a cuidar a tu iglesia.
• Roguemos al Señor.
Ofertorio: Es el momento de presentar el panel que hayamos preparado con “las mil manos” de “las mil
ovejas”, y una palabra: ACOGER Y CUIDAR
Después del Prefacio: En las misas no podemos sentarnos todos alrededor de la mesa, porque no
cabríamos. Pero hoy, como el domingo pasado vosotros vais a estar rodeando el altar para ser como el
rebaño de Jesús, muy cerca de Él. (Se llama a los niños de catequesis para subir al altar)
Acción de gracias
Te damos gracias, Jesús, Que trabajen por la Justicia y la Verdad.
por todas las personas Acompáñalos siempre
a las que tú llamas y sigue llamando cada día
para ser nuestros pastores. a más jóvenes, hombres y mujeres
y te pedimos por todos ellos para ser pastores de todos
para que sigan tu camino, porque el trabajo es mucho
y sean siempre fieles a tu llamada. y los trabajadores son pocos.
Que ayuden a todos Gracias, Jesús, por todos nuestros pastores.
como lo hizo tu Hijo Jesús.
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Homilética MISA FAMILIAR - 5º DOMINGO DE PASCUA
Domingo 5º de Pascua
MIL FLORES PARA AGRADECER
Y MIL RACIMOS PARA DAR
3 de mayo de 2015
Para preparar: Sarmiento; post-it y bolis; corcho blanco; canción proyectada; poesías
Monición de entrada: Buenos días. Hoy es el primer domingo de mayo, un mes al que llamamos mes
de las flores y que lo dedicamos a María. En este mes también, muchos niños van a celebrar su Primera
Comunión en esta parroquia y en muchas otras parroquias del mundo. Hoy, primer domingo de mes, mu-
chos de vosotros habréis felicitado a vuestra madre y le habréis hecho un regalo, porque es el día de la
Madre: la de la tierra y la del cielo. Por eso, al comenzar esta celebración, vamos a dedicarle un canto de
felicitación a la Virgen mientras recibimos al sacerdote y a los monaguillos: “Hoy te quiero cantar”: https://
www.youtube.com/watch?v=s5OCrTHZ6IE
Peticiones de perdón
• Tú, Señor, siempre nos esperas con los brazos abiertos. Por eso te decimos: Señor ten piedad.
• Nadie nos cuida y nos perdona con más cariño que tú, Señor. Por eso te decimos: Cristo, ten piedad.
• Señor: nos gustaría aprender a perdonar y acoger como Tú lo haces. Por eso te decimos: Señor, ten
piedad.
Introducción al Evangelio: No sé cuántos de aquí sabéis qué es un sarmiento y qué es la vid. (Pregun-
tar). Seguramente habréis visto montones de sarmientos secos que se emplean para asar en barbacoa.
Esos sarmientos no valen más que para ser quemados, porque arrancados ya no pueden dar uva. Así
dice Jesús que ocurre con el que se separa de Él.
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Homilética MISA FAMILIAR - 5º DOMINGO DE PASCUA
• Frutos buenos que dan las madres: (Se reparten papeletas y bolis: que los escriban, ayudados por
ellas, las madres, y que las pinchen en el corcho. Se pueden leer algunas de ellas)
• ¿Se puede aprender todo en una “escuela de padres”? ¿Por qué? ¿Qué se necesita para ser madre o padre?
• Las que si dan frutos buenos son las madres. Adivinanza: Hay una madre que, en toda la historia, es
la que ha dado al mundo el fruto mejor… ¿Cuál es?
• ¿Quién enseñó a María a ser madre?
• Este mes de Mayo, el mes de las flores, tenemos que pensar algo bonito en familia: poner una estam-
pa con flores, rezarle todos los días en familia una Ave María, hacer el mes de las flores, etc.
Oración en silencio
Se escucha –y si se sabe, se puede acompañar- una canción dedicada a todas las madres y princi-
palmente a la Virgen :“Madre”, de María Carrasco: http://www.youtube.com/watch?v=drr9E-WTGCU.
Esta canción puede ayudarnos hoy a orar en silencio, una vez escuchada. Ayudar a orar dando alguna
sugerencia suave y acompasada…
Peticiones
• Jesús: gracias por todas nuestras madres y por nuestros padres. Cuídales mucho, como ellos cuidan de
nosotros. Roguemos al Señor.
• Jesús: que sepamos aprender muchas cosas buenas de ellos. Y ayúdales a corregir las cosas malas
que tengan. Roguemos al Señor.
• Jesús: gracias por compartir con nosotros tu madre la Virgen María. Ayúdanos a ser buenos hijos
suyos. Roguemos al Señor.
• Te pedimos, Jesús, por todas las madres del mundo. Sobre todo, por las que no saben cómo alimentar y
educar a sus hijos porque son pobres. Roguemos al Señor.
• Jesús, te pedimos por todas las familias de esta parroquia. Y para que tengamos mucha devoción y
cariño en todos los hogares a nuestra madre la Virgen. Roguemos al Señor.
Ofertorio
Es el momento de presentar el panel que hayamos preparado con “las mil flores” para agradecer y “los
mil racimos” para dar. Y una palabra: AGRADECER
Despedida
Poesías a las madres y felicitación a los cumpleañeros.
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Homilética MISA FAMILIAR - 6º DOMINGO DE PASCUA
Domingo 6º de Pascua
MIL AMIGOS COMO JESÚS
10 de mayo de 2015
Para preparar: El Jesús de cartón con la cabeza hueca (“fotocoll”, para que se asomen)
Monición de entrada: Buenos días. Estamos ya en el mes de las Primeras Comuniones. Es también el
mes de mayo. Tenemos nuestra “rueda” casi completa, pero, para terminarla, vamos a seguir escuchando
las palabras que dijo Jesús a sus amigos en su última cena de despedida. Recordaréis que les dijo que se
amaran mucho y que vivieran muy unidos. Hoy vamos a seguir escuchando otro trocito de su sermón de
despedida. Y damos comienzo a la celebración, poniéndonos de pie y cantando, mientras entra el sacer-
dote acompañado de los monaguillos.
Saludo del sacerdote: En el nombre del Padre… Ya hemos llegado al mes de las Primeras Comuniones,
y seguimos con el mes de María y las fiestas de Pascua. Vamos a decir al Señor, que nos perdone, como
hacemos todos los domingos.
Peticiones de perdón
• El domingo pasado dimos gracias por las madres, pero algunas veces que nos portamos mal con ellas.
Por eso te pedimos: Señor ten piedad.
• Por todas las veces que nos olvidamos de saludar a María y de rezarle con cariño: Cristo, ten piedad.
• Porque a veces no somos buenos hermanos ni buenos amigos: Señor, ten piedad.
Narrador: En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Como el Padre me ha amado, así os he
amado yo; permaneced en mi amor. Permaneceréis en mi amor cuando cumplís los mandamien-
tos; es lo mismo que hago yo, que permanezco en el amor de mi Padre guardando sus mandamien-
tos. Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría sea completa”.
Jesús: Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor
más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, cuando hacéis lo que yo
os mando. No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado
para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure. Esto os mando: que os améis unos a otros.
Narrador: Es Palabra del Señor.
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Homilética MISA FAMILIAR - 6º DOMINGO DE PASCUA
En el “fotocoll” se van asomando niños y padres para, desde allí, dar esos consejos en nombre de Jesús.
Para empezar, pueden estar ya preparados algunos niños y padres, con frases de los domingos anterio-
res: “descubrir a Jesús en todas las personas”, “compartir”, “cuidar a las ovejas”, etc.
Peticiones
• Jesús, te pedimos por sus familias, para que les ayuden a ser siempre amigos tuyos. Roguemos al Señor.
• Jesús, te pedimos por todos los niños que nacen en familias pobres. Roguemos al Señor.
• Jesús, te pedimos para que cada día seamos mejores. Roguemos al Señor.
• Jesús, te pedimos por todos los cristianos, para que escuchemos tus consejos y nos amemos unos a
otros. Roguemos al Señor.
Ofertorio: Es el momento de presentar el panel que hayamos preparado con “los mil amigos” como
Jesús. Y una palabra: AMAOS
Acción de gracias
Gracias, Jesús, por ser nuestro amigo. que tu amor permanezca con nosotros.
Queremos vivir unidos
como tú estás unido con nosotros. En todo el mundo, Señor:
En nuestras familias, que tu amor permanezca con nosotros,
en nuestro grupo de amigos, y ayudemos a construirlo
en nuestra escuela, Señor: siendo cada día más buenos,
que tu amor permanezca con nosotros. más generosos,
más atentos a los que sufren,
En nuestro barrio, más fieles a tus palabras.
en nuestra ciudad, ¡Que así sea, Señor!
en nuestro país, Señor: (Marcelo A. Murúa. Buenasnevas.com)
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