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Universidad de Costa Rica

Facultad de Letras

Escuela de Filosofía

Filosofía de la Ciencia

Trabajo Final:
El estatuto ontológico de las matemáticas: Realismo,
Intuicionismo y Ficcionalismo

Profesor: M.A. Oscar Navarro Rojas

Estudiante: Felipe Vargas Sotela

Curso Lectivo 2013


Introducción

Podría decirse que la tremenda abstracción de la que es capaz las


matemáticas la hace difícil de concebir en un mundo físico, entonces, es
natural preguntarnos, ¿Qué clase de conocimiento nos proporciona la
matemática?, ¿es un conocimiento verdadero? Y si lo es, ¿hasta qué punto?,
¿son reales esas entidades que usa y de las que habla la matemática?, ¿las
matemáticas son verdades necesarias?, entre otros tantos cuestionamientos.

En el presente trabajo tratare de dar una demarcación a las matemáticas, ya no


en el sentido de ciencia o no ciencia, sino a partir de las características que
posee, demarcarla en el sentido de lo que persigue. Recorreré a grandes
rasgos tres posturas de demarcación de las matemáticas, de una manera
breve, para después comenzar a discutir acerca de lo que implica cada una de
estas posturas. Las posturas que consideraremos serán: Realismo,
Intuicionismo y Ficcionalismo.
El estatuto ontológico de las matemáticas: Realismo,
Intuicionismo y Ficcionalismo
Comenzare este trabajo preguntando: ¿existen los objetos matemáticos tales
como los números, los puntos, las funciones, los conjuntos, etc., con
independencia de las mentes que intentan conocerlos y del lenguaje que se
utiliza para ello? Si la respuesta a la pregunta es una respuesta afirmativa
¿tendremos una posición realista ontológica? Ahora, si la respuesta a la
pregunta antes planteada es negativa, ¿la postura que debe ser asumida será
entonces la idealista ontológica? o ¿anti-realista ontológica?

En pocas palabras, hablar de realismo en matemáticas es aceptar la existencia


de los objetos de los cuales hablan las matemáticas, independientemente de la
mente y del lenguaje. Es decir, los seres humanos no inventan las
matemáticas, sino las descubren. Aquí es donde encontramos nuestro primer
problema con el realismo ontológico, dado que argumentar que algo existe así
sin más, parece algo sospechoso pues, ¿qué entenderemos por la existencia
de algo?, ¿Lo que existe es lo que se puede observar?, ¿el simple hecho de
pensar en algo, es porque existe?

Si nuestro deseo es el de tomar una postura Realista-Ontológica, entonces


estaremos aceptando el hecho de que los objetos matemáticos existen
objetivamente y es esta existencia objetiva la que nos será de interés para ver
a que nos comprometen las diferentes posturas realistas-ontológicas.

Por otro lado podemos ver al realismo matemático como un realismo


epistemológico. Este enfoque del problema nos dice que, sin importar si los
entes matemáticos existen objetivamente, es legítimo hacer la pregunta acerca
de si los valores de verdad de los enunciados matemáticos son objetivos o no,
esto es, si los valores de verdad de los enunciados existen con independencia
de los hablantes que los enuncian o no. Si los valores de verdad son objetivos,
estamos entonces ante una postura realista epistemológica. Por otra parte, si
los valores de verdad de los enunciados matemáticos tienen como condición de
posibilidad a los hablantes mismos, nos encontraremos ante una postura
idealista epistemológica.
Es importante señalar el hecho de que ambas posturas realistas o ambas
posturas anti-realistas, no guardan relación alguna entre sí, es decir, adoptar
una postura realista ontológica, no implica ser realista epistemológico y
viceversa, a pesar de que se puedan formar una gran alianza entre ellas.
Resultaría natural pensar que adoptar cualquiera de las dos posturas en
términos ontológicos nos haría adoptar la misma postura en términos
epistemológicos, pero es bastante conveniente que la diferencia entre
epistemología y ontología sea tal que no nos compromete a ello, pero más
adelante retomaremos este punto.

Resulta natural pensar que, siendo una disciplina intelectual de alto nivel, los
matemáticos que piensan en estas cuestiones adopten una postura
sumamente realista, ya que sería extraño ver que alguien diga que aquellas
cosas con las que trabaja día con día son un producto de la imaginación
humana. Sin embargo, afirmar que no son un producto de la imaginación no
implica que existan objetivamente, pero si que hay algo en la naturaleza y en el
sujeto cognoscente que al entrar en relación nos hace intuir o abstraer las
matemáticas, pero aún no entraremos en este punto. Cabe resaltar también
que, para los fines de la matemática en tanto que ciencia formal, no es
necesario que exista una demostración de la realidad ontológica de los entes
matemáticos para que ésta tenga una aplicación concreta en distintas áreas
como por ejemplo la estadística, la ingeniería o las ciencias en general.

Dejare hasta este punto la explicación del realismo para introducir la postura
del Intuicionismo. En matemáticas, el intuicionismo es una postura cuyo lema
principal es que no hay verdades matemáticas no experimentadas. El
intuicionista entonces, sostiene que los objetos matemáticos se presentan a
priori, dados los deseos de objetos empíricos.

Para los intuicionistas las bases de las matemáticas estaban en la explicación


del origen, o la esencia de los números naturales 1, 2, 3,... Para la filosofía
intuicionista, todo ser humano tiene una intuición congénita en relación con los
números naturales. Esto significa en primer lugar que tenemos una certeza
inmediata de lo que significamos con el número “1”, en segundo lugar, que el
proceso mental que originó el numero 1puede repetirse. La repetición de este
proceso, induce la creación del número 2, una nueva repetición y aparece el
número 3. En esta forma, el ser humano puede construir cualquier segmento
inicial 1, 2, 3,..., n, donde n es un natural arbitrario. Esta construcción mental de
un número natural tras de otro, nunca podría darse, si no tuviéramos dentro de
nosotros, una preconcepción del tiempo. Cuando afirmamos 2 va después de
1, el término “después” tiene una connotación de tiempo, y en ese aspecto
Brouwer se adhiere al filósofo Immanuel Kant (1724-1804) para quien la mente
humana tiene una apreciación inmediata de la noción de tiempo. Kant usó la
palabra “intuición” para “apreciación inmediata”, y es de allí de donde proviene
el término “intuicionismo”

El intuicionista, por tanto, sostiene que los objetos matemáticos no son más
que productos de la mente humana, por lo que, la existencia de un objeto se ve
sujeta a posibilidad de construirlo. Esto viene a causar problemas pues
entonces, para el Intuicionista, la existencia de un objeto a partir de la negación
de su falsedad no es válida. Para el Intuicionismo la validez de un enunciado
matemático es equivalente a haber sido probado, pues, ¿qué otro criterio
puede ser válido si los objetos son meras construcciones mentales? Esto
significa que un enunciado matemático no tiene el mismo significado para un
Intuicionista que para un Matemático clásico. Por ejemplo, decir A o B, para un
Intuicionista significa que A o B pueden ser probados. Mas sin embargo una
gran variedad de resultados en las teorías matemáticas utilizan este
procedimiento de refutar la falsedad de un objeto para determinar su existencia.
El Intuicionismo también rechaza la abstracción del infinito; no considera
asignarles a algún conjunto dado entidades infinitas como el campo de los
números naturales, o una secuencia arbitraria de números racionales. El tomar
el intuicionismo, supone una reconstrucción de la teoría de conjuntos, el cálculo
entre otras cuestiones para formularlas de una manera constructiva.

Leopold Kronecker (1823-1891), el precursor del intuicionismo, rechazó de


plano y duramente la teoría de Cantor en relación con los cardinales
transfinitos. Kronecker fue esencialmente constructivista en el sentido de exigir
que los objetos matemáticos fueran creados por procesos algorítmicos
específicos, y no introducidos en las matemáticas a priori, como lo hizo Cantor,
a través de las definiciones abstractas de la teoría de conjuntos.

Ha llegado la hora de conocer los argumentos de nuestra última postura:


Ficcionalismo. El ficcionalismo en matemáticas tuvo su popularidad
recientemente tras la publicación del controvertido texto de Hartry H. Field
“Ciencia sin números”, donde la discusión es en base a imprescindibilidad de
Quine, quien dijo que las matemáticas fueran imprescindibles para nuestras
mejores teorías científicas y por lo tanto, se deben aceptar como verdades que
hablan de entes que existen independientemente. El ficcionalista rechaza
completamente esto argumentando que la matemática es prescindible, dado
que no existen los objetos que maneja.

Un argumento central, tal vez el más importante, que normalmente esgrimen


quienes defienden el ficcionalismo matemático contemporáneo es que este
último nos libera del platonismo o el realismo matemático. Los ficcionalistas
intentan caracterizar con dicho platonismo en primer lugar al programa realista
de Frege y sus defensores (aunque ellos consideran como enemigos de igual
peso al platonismo pragmático de Quine-Putnam y el platonismo fisicalista de
Gödel). El rechazo a justificar este tipo de realismo es “la principal motivación”
para una filosofía ficcionalista de las matemáticas. Además, ya que el
platonismo fregeano da origen a un programa reduccionista de las aserciones
matemáticas a verdades lógicas, conocido como logicismo, su rechazo debería
extenderse naturalmente a este programa. Esto parece natural debido en
primer lugar a que el ficcionalismo, en su versión standard, considera dichas
aserciones como literalmente falsas. En contraste, el logicismo russelliano, en
su formulación standard, está resueltamente comprometido con la verdad de la
matemática y con traducciones de aserciones matemáticas a enunciados
lógicos verdaderos. En segundo lugar, el ficcionalismo critica el logicismo sobre
la base de que su reduccionismo lo llevaría aparentemente a asumir a su vez
que “existen infinitamente muchas entidades”. Esto aplica en particular a la
concepción russelliana de Principia Mathematica pues ahí Russell asume
explícitamente axiomas no-constructivos o existenciales, como el Axioma de
Infinitud o el de Reducibilidad.
Los ficcionalistas rechazan por principio el proyecto de reducir las verdades
matemáticas a verdades lógicas y por tanto tienden a rechazar directamente el
logicismo. Para ellos las aserciones matemáticas deben ser evaluadas
literalmente y evaluadas de este modo, ellas son literalmente falsas como
dijimos. Sin embargo, no es imposible para el ficcionalista admitir un sentido
en el cual las aserciones matemáticas pueden ser consideradas verdaderas,
pero estas serían solo por convención. Los enunciados pueden ser verdaderos
en el sentido que efectivamente una historia o teoría dice lo que los enunciados
dicen. Así, la afirmación de reducción como traducción que haría el logicismo
tradicional de Russell –una afirmación fundamentalmente semántica– podría
ser repuesta en este contexto ficcionalista en el cual podemos aceptar verdad
por convención. Sin embargo, la resistencia al logicismo de los ficcionalistas se
basa aparentemente en una tesis ontológica más profunda que mencionamos
anteriormente: que, dados sus compromisos con la verdad de los enunciados
matemáticos, los logicistas no pueden evitar admitir la existencia de infinitas
entidades matemáticas.

Estas posturas, el intuicionismo y el ficcionalismo, nos plantean los objetos


matemáticos de una manera muy curiosa, el ficcionalista niega rotundamente la
existencia de los objetos matemáticos, tomaremos eso en un plano físico-
material. El intuicionista así como el anti-realista aseguran que estos objetos
matemáticos son producto de la mente humana, mientras que el realismo
asegura que la existencia de los objetos matemáticos, son independientes a
una mente pues están ahí, esperando a ser descubiertos.

Yo adoptare una postura que es combinación de estas. Los objetos


matemáticos si son producto de la mente humana pues las matemáticas son
resultado de la mente humana, de sus pensamientos, de su capacidad
intelectual para manejar objetos abstractos y cosas que jamás podrán verse en
un plano físico, pues fuera de la mente humana no existen tales objetos, ya que
considero que no puede existir algo abstracto sin que alguien piense en ello.
Sin embargo, tampoco podrían hacerse dichas abstracciones sin que hubiera
un referente fuera de la mente que proyectara la información. Por tanto, la
mente humana es capaz de captar las entidades matemáticas gracias a la
información que extrae del mundo físico, y por medio de esto puede asignar
magnitudes a los objetos y formular axiomas aplicables a la ciencia.

Considero que el intuicionismo es acertado en cuanto a que la mente crea las


nociones de los números como sucesiones en la medida en que posee un
sentido interior a priori: el tiempo, que le permite hacer abstracciones
numéricas, así como entender cadenas causales y otras operaciones similares.

Por otra parte pienso que el ficcionalismo le plantea una gran tesis al logicismo
en cuanto a la existencia infinita de entidades matemáticas. En mi opinión, el
hecho de que la mente humana pueda realizar una abstracción tal que le
permita formular una noción de infinitud, no necesariamente signifique que
existan infinitas entidades matemáticas.

Así, tomando un poco de cada postura llego a una conclusión no concreta, pero
si más amplia del problema referente al estatuto ontológico de las matemáticas,
conciente de que el conocimiento sobre este tema aún está en progreso y no
se puede dar por concluido o superado, sino que, como sucede en muchos
otros temas y debates filosóficos, se debe progresar más en la ciencia y el
conocimiento humano en general para tener una perspectiva más amplia y
mejor establecida.
Bibliografía

. FIELD, H. (1989). Realism, Mathematics and Modality. Blackwell: Oxford.

. GÖDEL, K. (1944). La lógica matemática de Russell. en Mosterín, J. Obras


Completas. Alianza: Madrid.

. RUSSELL. B. (1956). Mathematical Logic as Based on the Theory of Types.


Routledge: London.

. Russel, B. (1967). Los Principios de la matemática. Madrid: Espasa-Calpe.

. Shapiro, S. (2005). The Oxford Handbook of Philosophy of Mathematics and


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. Snapper, Ernst. (1979). The Three Crises in Mathematics: Logicism,


Intuitionism, and Formalism. Mathematics Magazine. 52. 207-216

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