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TEMA 17: LA ORACIÓN. CONSTITUYENTES, ESTRUCTURA, MODALIDADES.

LA PROPOSICIÓN
1. Introducción
2. Definición de oración
3. Terminología diversa (oración, enunciado, frase, proposición, sintagma)
4. La estructura de la oración
a. Los constituyentes: SN y SV
b. Clasificación de los complementos
5. Clasificación de las oraciones
a. Clasificación de la oración simple
i. Clasificación por el modus (Modalidades oracionales)
1. Oraciones enunciativas
2. Oraciones expresivas
a. Desiderativas
b. Dubitativas
c. Exclamativas
3. Oraciones apelativas
a. Interrogativas
b. Exhortativas
ii. Clasificación por el dictum
b. Clasificación de la oración compuesta
i. La coordinación
ii. La subordinación
1. Sustantivas
2. De relativo
3. Construcciones
6. Conclusión
7. Bibliografía
1. Introducción
Uno de los problemas que se nos plantean al abordar el análisis científico de la lengua
es la delimitación de las unidades que la forman. Puesto que la lengua es ante todo un
instrumento de comunicación, parece necesario delimitar qué tipo de unidad lingüística
la constituye, la unidad básica de comunicación. Esta unidad desde muy antiguo se ha
identificado con la oración, aunque en los últimos tiempos la lingüística textual ha
traspasado sus fronteras al identificar como unidad de comunicación por excelencia al
texto. Sin entrar en esta controversia, centrémonos en una unidad que es la que vertebra
los estudios gramaticales: la oración.
2. Definición de oración
La mayoría de las escuelas lingüísticas de la gramática tradicional tienen en cuenta la
oración como punto de partida en su análisis de la lengua. Pero al no estar claro el
concepto, han surgido variedad de definiciones que intentan explicar a qué nos
referimos cuando hablamos de “oración”. Aunque estas definiciones son distintas entre
sí, no significa que sean falsas, sino que atienden a distintos caracteres de la oración, en
otras palabras, la analizan desde puntos de vista diversos.
La gramática tradicional ha definido la oración empleando varios criterios, destacamos
algunos de ellos:
- El criterio semántico considera a la oración como la unidad más pequeña de sentido
completo en sí misma en que se puede dividir el hablar real (RAE, Covarrubias,
Andrés Bello).
- El criterio lógico considera que la oración es la expresión verbal de un juicio (Gili
Gaya). Términos como oración, proposición y enunciado provienen del campo de la
lógica (Aristóteles y los racionalistas).
- El criterio psicológico considera que la oración es una unidad de atención por parte
del hablante (Gili Gaya).
- El criterio formal es de los más extendidos:
o Amado Alonso y Henríquez Ureña, González Calvo y Blecua: consideran
que la oración es una unidad que contiene un predicado.
o Durante el siglo XX el estructuralismo ha vinculado la oración con el campo
del habla y con la comunicación. De hecho, Alarcos la relacionó con el
enunciado, como segmento comprendido entre dos pausas marcadas, que
funciona como texto aislado.
o Bloomfield definió la oración a partir de su autonomía gramatical, como una
unidad no incluida en una forma lingüística más amplia.
- El criterio prosodémico considera que la oración es una unidad fónica cuantitativa
de orden superior a la que están subordinadas todas las demás (Fernández
Ramírez).
Tomando todas estas definiciones, podemos caracterizar la oración por los siguientes
rasgos:
- Como enunciado que es, está delimitado entre dos pausas (inicial y final) y va
acompañado de un contorno melódico o curva de entonación, a veces interrumpido
por pausas intermedias de menor duración.
- Como todo enunciado, la oración transmite una unidad de comunicación de sentido
cabal en cada situación de hablar concreto.
- Frente a otro tipo de enunciados, las oraciones contienen una palabra, el verbo, en
que se hace patente la relación predicativa y, por ello, puede constituir por sí solo
una oración.
- La relación predicativa consiste en la fusión dentro de una sola palabra (el verbo) de
un signo léxico y otro morfológico, con lo cual, en el contenido, quedo asociado el
significado de la raíz verbal con un morfema o accidente de persona (aparte de que
combinen con él otros morfemas).

3. Terminología diversa (oración, enunciado, frase, proposición, sintagma)


Al analizar esta estructura básica de la lengua, nos encontramos con una gran diversidad
terminológica que conviene aclarar. En ocasiones utilizamos términos como oración,
enunciado, frase, proposición o sintagma indistintamente. Sin embargo, algunos autores
aprecian ciertas diferencias entre ellos.
Enunciado: es la unidad mínima de comunicación (Alarcos, Gramática, 1994). El
enunciado es una unidad pragmática, unidad de comunicación que tiene sentido
completo dentro de la situación en que se produce (Gómez Torrego, Gramática
didáctica del español, 1998).
Oración: es un tipo especial de enunciado que tiene un verbo que contiene la relación
predicativa, el sujeto y el predicado (Alarcos, Gramática, 1994). La oración es una
unidad sintáctica que se corresponde con la estructura gramatical constituida
básicamente por un sujeto y un predicado. No importa si esa estructura tiene sentido
completo o no (Gómez Torrego, Gramática didáctica del español, 1998)
Proposición: cada una de las oraciones simples que forman una oración compuesta o
compleja, en las que aparecerá más de un verbo. También se denomina cláusula cada
una de las oraciones simples que forman una oración compuesta o compleja, en las que
aparecerá más de un verbo (Gómez Torrego, Gramática didáctica del español, 1998)
Frase: es un enunciado que carece de una forma verbal personal que funcione como
núcleo (Alarcos, Gramática, 1994). Los constituyentes de la frase son siempre palabras
de índole nominal. Las frases pueden ser interjecciones o también enunciados elípticos,
exclamativos y apelativos.
Sintagma: El sintagma es una unidad de organización lingüística intermedia entre la
palabra y la oración, con significado propio, aportado por sus componentes y por las
relaciones que estos mantienen entre sí. Dependiendo de cuál sea la clase de palabra que
determine su estructura, existen sintagmas nominales (SN), adjetivales (SAdj), verbales
(SV), adverbiales (SAdv) y preposicionales (SP). Los sintagmas también pueden
denominarse “grupos”.
4. La estructura de la oración
a. Los constituyentes: SN y SV
Como ya hemos mencionado, entre los enunciados existentes hay un tipo especial
conocido con el término de oración. Uno de los componentes, la palabra que se llama
“verbo” o sintagma verbal, contiene dos unidades significativas entre las cuales se
establece la relación predicativa: el sujeto y el predicado, que se entienden
tradicionalmente como “aquello de lo que se dice algo” el primero, y el segundo “lo que
se dice del sujeto”.
El núcleo de la oración es un verbo en forma personal. Esta clase de palabras consta de
dos signos, uno de referencia léxica, expresado en la raíz, y otro de valor gramatical,
manifestado en la terminación. El signo léxico de la raíz (o sea, el significado de la raíz)
es el verdadero predicado de la oración, y el signo gramatical o morfológico funciona
como el auténtico sujeto (esto es, la persona designada por la terminación verbal) y que
debe llamarse sujeto gramatical o, si se prefiere, sujeto personal.
Alarcos afirma que los demás componentes que en la oración pueden aparecer en torno
al núcleo son términos adyacentes, cuya presencia no es indispensable para que exista la
oración. Los términos adyacentes sirven para especificar con más precisión y en detalle
la referencia a la realidad que efectúa el verbo o núcleo de la oración.
b. Clasificación de los complementos
Según Rafael Seco (Manual de gramática española, 1992), estudiando los
complementos de la oración, encontramos tres clases distintas de ellos. Existen
complementos del sujeto, complementos del predicado y complementos de otros
complementos. Y según la función que desempeñan en la oración (Alarcos), existen
varias clases de términos adyacentes al verbo:
- El sujeto explícito o léxico: Se especifica cuando la situación en la que se habla no
es suficiente para poder identificar qué ente real se corresponde con la persona
incluida en el verbo. El criterio básico de reconocimiento del sujeto gramatical es la
existencia de concordancia con el verbo. El sujeto de una oración es todo elemento
(sustantivo, pronombre, grupo nominal, oración) que concuerda con el verbo del
predicado en número y persona.
- Vocativo: Cuando utilizamos el SN para llamar a alguien o invocar a alguien o algo,
este desempeña la función de vocativo. Se construye sin preposición, se enuncia con
entonación independiente y puede ir al principio, en medio o al final de la oración.
- Atributo: Es el elemento nominal que significa algo del sujeto, relacionándose con
él por medio de un verbo copulativo. Suelen desempeñar este papel la clase de los
adjetivos, pero en su lugar pueden aparecer sustantivos y otros segmentos más
complejos.
- Complemento predicativo: Coincide con el atributo en que complementa a la vez a
un sustantivo, pronombre o grupo nominal con el que concuerda, y a un verbo. Pero
se diferencia de él en que no es necesario para el verbo; se puede eliminar sin que
resulte agramatical la oración y sin que el verbo cambie de significado.
- Complemento directo: Desempeña la función de CD el SN que muchos verbos
necesitan para completar su significación en un contexto en el que queda impreciso
(verbos transitivos).
- Complemento indirecto: Desde un criterio semántico el CI es una función
desempeñada por un SN que designa al destinatario de la acción verbal, sea solo o
incrementada con el CD. También se ha definido como la persona o cosa que recibe
el daño o provecho, o que recibe indirectamente la acción del verbo. La marca
funcional es la preposición “a” y según la Academia, “para”. Sin embargo, Alarcos
niega la condición de CI a las construcciones introducidas por “para”, que siempre
serán finales.
- Complementos circunstanciales: Los complementos circunstanciales expresan las
circunstancias que rodean o matizan el contenido bien de la oración, bien solo del
verbo, porque unos son complementos del verbo y otros de la oración entera a la que
enmarca en una circunstancia, llamados complemento oracional. Al no ser
complementos subcategorizados por el verbo (de realización no obligatoria), estos
complementos se caracterizan por su elisión (se pueden eliminar sin que se resienta
la gramaticalidad de la oración), y la permutabilidad (su gran movilidad dentro de la
oración).
- Complemento de régimen o suplemento: Es un complemento que viene exigido por
verbos que rigen preposición, y sin ellos, ciertos verbos no podrían funcionar pues la
oración resultaría agramatical.

5. Clasificación de las oraciones


La tradicional división de las oraciones en simples y compuestas, así como la distinción
entre las compuestas por subordinación (para nosotros complejas) y las compuestas por
coordinación (compuestas propiamente dichas), son un simple recurso metodológico, y
no la afirmación de tres estructuras objetivamente distintas.
Una oración es simple si, al margen del número de signos que la compongan, tienen un
solo verbo en forma personal. La propia tradición, al subdividir las compuestas en
coordinadas y subordinadas, ya señala la distinta situación en que intervienen los verbos
en unas y otras: en las primeras, los verbos intervienen en situación de igualdad,
mientras que en las otras algunos de los verbos se encuentran subordinados a otros
verbos independientes.
a. Clasificación de la oración simple
i. Clasificación por el modus (Modalidades oracionales)
Esta clasificación se establece atendiendo a la actitud del hablante. Podríamos entender
por “modalidad” la expresión gramatical de la actitud del sujeto hablante ante el
contenido de la enunciación. Basándonos en la clasificación de la Gramática de la RAE,
podemos abstraer tres grandes tipos de oraciones simples: las enunciativas o
referenciales, las expresivas y las apelativas.
1. Oraciones enunciativas
En ellas predomina el referente. Conforman este grupo las oraciones afirmativas y
negativas. El hablante comunica al oyente un hecho afirmándolo o negándolo. Suelen
decir las gramáticas que los enunciados afirmativos, frente a los negativas no tienen una
forma especial. Ahora bien, las afirmativas pueden llevar elementos lingüísticos
explícitos que refuerzan enfáticamente la afirmación (sí, claro, por supuesto). Las
enunciativas negativas tienen forma especial, pero además pueden acoger elementos
lingüísticos que refuerzan la negación.
2. Oraciones expresivas
Predomina en ellas la actitud del hablante ante el hecho que comunica. No es necesaria
la actuación sobre el oyente, incluso puede no estar presente en el acto de la
comunicación.
a. Desiderativas
La actitud del hablante es desear algo. Semánticamente, el hecho (objeto de deseo) en sí
no es verdadero ni falso. El hablante desea que el hecho sea o hubiera sido positivo o
negativo para él. Las desiderativas pueden incluir en su estructura sintáctica
determinados elementos lingüísticos como: ojalá, así que…
b. Dubitativas
El hablante duda (nunca “no duda”) sobre el hecho en cuestión y emite al mismo tiempo
la posibilidad de que el hecho sea o haya sido positivo o negativo. La afirmación o
negación recae sobre la actitud del hablante ante el hecho, no sobre el hecho en sí. Las
dubitativas pueden incluir algún elemento de duda: tal vez, quizá, posiblemente…
c. Exclamativas
Amado Alonso y Henríquez Ureña afirman que cualquier oración (enunciativa,
desiderativa, exhortativa…) puede ser pronunciada como exclamativa, por lo que no
hacen de las exclamativas un tipo distinto de oración simple. Por analogía con las
interrogativas, contienen con frecuencia algunos pronombres interrogativos y adverbios
relativos.
3. Oraciones apelativas
En ellas predomina el oyente o la relación hablante-oyente porque el hablante intenta
actuar directamente sobre el oyente y suscitar su colaboración o reacción.
a. Interrogativas
Conviene aclarar la distinción entre interrogativas propiamente dichas e interrogativas
retóricas. Semánticamente, las interrogativas retóricas caen fuera del campo apelativo,
pues no necesitan la presencia del oyente para actuar sobre él.
b. Exhortativas
Semánticamente, con ellas se actúa sobre el oyente, no para recibir información, sino
para conseguir de él actos u omisiones o para recriminarle. La actitud del hablante
comprende órdenes, prohibiciones, ruegos, peticiones, súplicas, avisos, consejos, etc. A
todo ello se añade el verbo en segunda persona, singular o plural, y el llamado
“vocativo”.
ii. Clasificación por el dictum
Otra forma de clasificar a la oración simple es por el dictum (lo que se dice del sujeto).
Una oración puede adoptar una gran variedad de estructuras diferentes según la relación
que existe entre el sujeto y el predicado, y también según la estructura del predicado
exclusivamente. Resumimos estas estructuras en la siguiente tabla:
Oraciones atributivas
(predicado nominal)
Transitivas
Oraciones Intransitivas
Oraciones Activas
Reflexivas
con sujeto Recíprocas
predicativas
(predicado verbal) Pasivas con verbo en voz
Pasivas pasiva
Pasivas reflejas
Impersonales
Oraciones atributivas
impersonales Impersonales Transitivas
predicativas Intransitivas

b. Clasificación de la oración compuesta


La proposición es una unidad que carece de autonomía sintáctica y que, por tanto, se
integra en una unidad superior, denominada oración compuesta o compleja. La relación
entre una proposición y esa unidad superior, en la tradición gramatical, puede ser de tres
tipos: coordinación, subordinación y yuxtaposición. Según la NGLE, las oraciones
compuestas se caracterizan por presentar más de un predicado, es decir, por tener más
de un núcleo verbal. Las clasifica en dos grandes grupos: coordinadas y subordinadas.
i. La coordinación
Las oraciones coordinadas están compuestas por dos oraciones simples que no
presentan independencia sintáctica entre sí. Están, por tanto, situadas al mismo nivel.
Según la NGLE, la unión de estas oraciones puede presentarse de dos maneras:
- Mediante un nexo.
- Mediante yuxtaposición (ausencia de nexos).
De esta manera, tenemos las siguientes tipologías de la oración compuesta coordinada:
- Copulativa: expresan suma o adición (Nexos: y, e, ni).
- Disyuntiva: expresan distintas opciones generales excluyentes (Nexos: o, u, bien…
bien).
- Adversativas: expresan oposición o contraposición de ideas. Pueden ser de dos
tipos: restrictivas (una limita el significado de la otra) y exclusiva. (Nexos: pero,
sino, sin embargo).
- Yuxtapuestas: no tienen nexos pero sus pausas están representadas con signos de
puntuación.
ii. La subordinación
Las oraciones compuestas por subordinación mantienen una relación de dependencia
sintáctica y semántica entre sí, es decir, podemos distinguir una oración principal y una
oración subordinada. Lo más habitual es que la oración subordinada esté encabezada
por un nexo pero, en muchas ocasiones, la subordinación puede ser realizada mediante
formas no personales del verbo (infinitivo, gerundio y participio).
Tradicionalmente, la gramática ha dividido estas oraciones en tres grandes grupos:
sustantivas, adjetivas y adverbiales. La NGLE hace diversas matizaciones que iremos
explicando.
1. Sustantivas
Se denomina tradicionalmente oración subordinada sustantiva a las que desempeñan las
funciones características de los sustantivos y los grupos nominales. Pueden aparecer con
un verbo en forma personal precedido de un nexo o con una forma no personal del
verbo, generalmente, el infinitivo.
Atendiendo a las diferentes funciones que puede tener un sustantivo o grupo nominal,
las oraciones subordinadas sustantivas pueden ser: de sujeto, de complemento directo,
de atributo, de término de preposición (complemento indirecto, complemento de
régimen, complemento del nombre, complemento del adjetivo, aposición).
2. De relativo
Se denominan oraciones subordinadas relativas o de relativo a aquellas oraciones que
tienen la función de modificar a un sustantivo de la oración principal al que llamamos
antecedente. Realiza una función de modificación similar a la de un adjetivo con
respecto a un sustantivo, por esta razón se las ha denominado también en la gramática
tradicional como oraciones subordinadas adjetivas.
El antecedente puede estar en la oración expresado o puede omitirse. Así, podemos
dividir las subordinadas de relativo en dos grupos: oraciones relativas sin antecedente
expreso y oraciones relativas con antecedente expreso. Los nexos tienen una doble
función porque, además de nexos tiene su propia función sintáctica dentro de la oración
subordinada.
Las oraciones de relativo con antecedente expreso se dividen a su vez en:
especificativas (suelen aparecer sin comas) y explicativas (suelen aparecer entre comas).
Las oraciones de relativo sin antecedente son las que tradicionalmente se conocían
como adjetivas sustantivadas y se dividen en: libres (nexo simple: quien, cuanto, como,
donde, cuando) y semilibres (nexo compuesto: artículo determinado + que).
3. Construcciones
La NGLE denomina construcciones a aquellas oraciones con valores circunstanciales
diferentes según su significado que, en la gramática tradicional, eran denominadas
subordinadas adverbiales. Así, tenemos las siguientes construcciones:
- Construcciones temporales: presentan un significado de temporalidad. y suelen
aparecer con los siguientes nexos: mientras, mientras que, hasta que…
- Construcciones causales: expresan la causa por la que se produce un hecho o acción
de la oración principal. El nexo más frecuente y prototípico es porque.
- Construcciones finales: expresan la finalidad o el propósito de lo expresado en la
oración principal. El nexo más frecuente es para que,
- Construcciones ilativas: son aquellas que expresan la consecuencia de lo dicho con
anterioridad en la oración principal. Los nexos que las introducen son las
conjunciones ilativas así que, de modo que, de forma que, pues, de manera que …
- Construcciones consecutivas: son aquellas que expresan la consecuencia derivada de
una magnitud o intensidad expresada en la oración principal. El nexo subordinantes
que las introduce es la conjunción que antecedido por un cuantificador. Los
cuantificadores más frecuentes son los adverbios tan, tanto, y los determinantes tal,
tanto, un y cada.
- Construcciones concesivas: son aquellas que expresan una objeción o inconveniente
a lo enunciado en la oración principal. El nexo más frecuente que las encabeza es
aunque , además de distintas locuciones como pese a que, a pesar de que, si bien …
- Construcciones condicionales: son aquellas que expresan una condición, premisa o
hipótesis necesaria para que se cumpla lo expresado en la oración principal. El nexo
más frecuente es si al que podemos añadir varias locuciones conjuntivas como a
condición de que, en el supuesto de que, siempre que, en el caso de que, siempre y
cuando …
- Construcciones comparativas: son aquellas que expresan una comparación de
superioridad, igualdad o inferioridad entre dos términos de la oración. Estas
construcciones pueden expresar igualdad con nexos como tan(to) … como, el
mismo … que, igual ...que, etc., superioridad con nexos como más … que, o
inferioridad con menos ...que. Debe entenderse la omisión del núcleo del predicado
en la segunda parte de la comparación.
- Construcciones superlativas: estas construcciones expresan una propiedad en su
grado máximo. Los adjetivos que las componen se forman con los sufijos -ísimo
(altísimo) y -érrimo (celebérrimo, paupérrimo...).

6. Conclusión
El desarrollo de este tema nos demuestra que la sintaxis, como ciencia o rama de la
lingüística que estudia la oración, su clasificación, sus constituyentes y las relaciones
que establecen entre sí; no es una ciencia exacta, matemática e incontestable. Son
muchos los autores que han estudiado este tema enriqueciendo nuestros conocimientos
desde distintos ángulos.
Después de analizar todos estos conceptos, podemos concluir con que la oración es una
unidad inferior al texto, constituida por un sujeto y un predicado, con el verbo como
centro funcional, que posee autonomía sintáctica, semántica y entonativa. Podemos
destacar que para determinar los constituyentes oracionales y su estructura, se emplea
como herramienta el análisis sintáctico, con el objetivo de establecer las funciones de
esos constituyentes.
Por último, no podemos olvidar que desde la segunda mitad del siglo XX, la lingüística
parece dar un salto en su base, pasando del análisis de la oración al análisis del texto
como unidad de comunicación.
7. Bibliografía
- ALARCOS. E. Gramática de la lengua española, 1994.
- ALONSO, A. y HENRÍQUEZ UREÑA, P. Gramática castellana, 1999.
- GILI GAYA, S. Curso superior de sintaxis española, 1978.
- GÓMEZ TORREGO, L. Gramática didáctica del español, 1998.
- GONZÁLEZ CALVO, JM. La oración simple, 1993.
- MARCOS MARÍN, F. Curso de gramática española, 1980.
- REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Nueva gramática de la lengua española, 2010.
- SECO, R. Manual de gramática española, 1992.

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