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Exp.

N° : 15175-2018-0-1801-JR-LA-07
Especialista: Esther Pacora
Cuaderno : Principal
Sumilla : Se Apela Sentencia.

SEÑOR JUEZ DEL VIGESIMO JUZGADO ESPECIALIZADO DE


TRABAJO PERMANENTE DE LIMA:

MARTA FLORENCIA VELAZCO RIVERO, en los


seguidos por doña EUGENIA ALANIA YALICO DE
TAGARRO sobre pago de beneficios sociales; ante Ud. con
todo respeto me presento y expongo:
I. PETITORIO:
De acuerdo al Artículo 32 de la Nueva Ley Procesal del Trabajo, Ley No. 29497,
dentro del término legal, INTERPONEMOS APELACIÓN contra la Sentencia N°
119-2020 de fecha 21.08.2020, notificada a esta parte el 04 de setiembre del 2020, EN
EL EXTREMO que resuelve:
a. DECLARA FUNDADA LA DEMANDADA, interpuesta por EUGENIA
ALANIA YALICO DE TAGARRO contra MARTA FLORENCIA
VELAZCO RIVERO sobre RECONOCIMIENTO DE VÍNCULO LABORAL
Y OTROS.
b. ORDENA a la parte demandada CUMPLA con pagar a favor de la parte
accionante, el importe total de S/. 18,159.00 SOLES (DIECIOCHO MIL
CIENTO CINCUENTA Y NUEVE CON 00/100 SOLES), por concepto de
Beneficios Sociales (Gratificaciones y Vacaciones), más el pago de los intereses
legales, y Costos del Proceso.

Por lo que no estando conforme con lo resuelto procedo a apelar la referida, a fin que
el Superior Jerárquico la revoque y declare INFUNDADA la demanda en los extremos
materia de apelación.

II. ERRORES DE HECHO Y DE DERECHO:


1. PRIMER ERROR: LA SENTENCIA ESTABLECE INDEBIDAMENTE EL
PAGO DE GRATIFICACIONES A FAVOR DE LA ACTORA.
1.1. En forma indebida, en el punto 7 de la Sentencia, en su parte considerativa,
el Juzgado señala que “La accionante pretende se le pague por este
concepto el importe de S/. 18,000.00 Soles; en atención a ello, estando a
que, la parte demandada ha mantenido una relación laboral como
Trabajadora del Hogar, le corresponde el pago por dicho concepto, y siendo
que la parte demandada, no ha cumplido con acreditar el pago por dicho
concepto desde el 07.01.2002; sin embargo obra en autos de fojas 61 a 64 la
demanda por Consignación Judicial, mediante la cual la parte demandada,
cumple con el pago del periodo trunco de gratificaciones (01.01.2018 al
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20.05.2018) por el importe de S/. 333.33 soles; monto que deberá ser
descontado de la liquidación final, por lo que siendo ello así, corresponde
efectuar el cálculo de dicho beneficios “ y, como consecuencia de ello,
determina que por este concepto a favor de la actora por el periodo julio
2003 a diciembre 2017 existe un saldo por pagar de S/. 13,659.00 SOLES
(TRECE MIL SEISCIENTOS CINCUENTA Y NUEVE CON 00/100
SOLES).
1.2. Al respecto, debo señalar que lo amparado no se ajusta a los medios
probatorios ofrecidos, pues los periodos de gratificaciones reclamados
fueron pagados en su oportunidad, por ello, en el caso, solo se cuenta con el
dicho de la actora, no ha adjuntado medio probatorio alguno que lo pruebe,
tales como: Correos electrónicos, cartas o memos de reclamos por dichos
periodos supuestamente no pagados.
1.3. A la fecha de cese de la actora, solo se le adeudaba por concepto de
gratificaciones el periodo trunco del año 2018, lo cual le fue íntegramente
abonado dentro de su liquidación de beneficios sociales, que fue materia de
consignación judicial.
1.4. Dado el tiempo transcurrido, por el periodo 2003 a 2013, ya no se
conservan los documentos correspondientes, pues no existe obligación legal
de mantenerlos, hacerlo resultaba materialmente imposible. Al respecto,
debe tenerse en cuenta lo dispuesto por el Decreto Ley N° 25988, Ley de
Racionalización del Sistema Tributario Nacional y de Eliminación de
Privilegios y Sobre Costos de fecha 24.12.1992, que en su artículo 5°
precisa que: ”De conformidad con lo dispuesto en el artículo anterior, las
empresas, cualquiera sea su forma de constitución y siempre que no
formen parte de la actividad empresarial del Estado, solamente estarán
obligadas a conservar los libros, correspondencias y otros documentos
relacionados con el desarrollo de su actividad empresarial, por un
periodo que no excederá de cinco (5) años contados a partir de la
ocurrencia del hecho o la emisión del documento”…..”Transcurrido el
periodo a que se refiere el párrafo anterior, las empresas podrán disponer
de dichos documentos para su reciclaje o destrucción. En todo, inclusive
en materia laboral, luego de transcurrido el mencionado periodo,
corresponderá a la parte que alega su derecho de probanza”. (Subrayado
y negrita es añadido).
1.5. De igual modo, la norma tributaria correspondiente, esto es el inciso 7) del
artículo 87° del TUO del Código Tributario aprobado por Decreto Supremo
N° 135-99-EF (19.08.1999) establece que son obligaciones de los
administrados “Conservar los libros y registros, llevados en sistema
manual, mecanizado o electrónico, así como los documentos y
antecedentes de las operaciones o situaciones que constituyan hechos
susceptibles de generar obligaciones tributarias o que estén relacionadas
con ellas, mientras el tributos no esté prescrito” y en concordancia con
ello, el artículo 43° del mismo cuerpo normativo, señala que “La acción
de la administración tributaria, así como la acción de exigir sus pagos y
aplicar sanciones prescribe a los cuatro (4) años, y a los seis (6) años
para quienes no hayan presentado la declaración respectiva.
Dichas acciones prescriben a los diez (10) años cuando el Agente de
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retención o percepción no ha pagado el tributo retenido o percibido”.


(Negrita es añadido).
1.6. Por lo tanto, sea en atención a lo preceptuado por el Decreto Ley N° 25988
o el inciso 7) del artículo 87° del TUO del Código Tributario aprobado por
Decreto Supremo N° 135-99-EF, de esta parte, ya no existe obligación legal
de mantener la documentación correspondiente a los años 2003 a 2013,
periodo por los cuales el actor indebidamente reclama el pago
correspondiente por concepto de gratificaciones, de alegar dicha situación,
conforme a la norma glosada, corresponde al actor su probanza, lo que no
ha hecho en el presente caso.
1.7. Pese a lo indicado, debemos señalar que esta parte es sumamente respetuosa
de los derechos laborales de los trabajadores, por lo que las
correspondientes gratificaciones de la actora le han sido abonadas en su
oportunidad, desde su fecha de ingreso hasta la fecha de cese. Durante los
16 años que trabajo, se le pagó en un sueldo y medio en los meses de Julio y
diciembre, esto debido a que las gratificaciones constituyen parte de su
remuneración.
1.8. A efectos de probar dicha situación, en el caso del demandante – aspecto
que no ha sido valorado por el Aquo - hemos adjuntado como anexo 1 – O
de la contestación de la demanda el recibo de pago de fecha 20 de abril
2018, en la cual, en la parte final, expresamente, se indica que TODOS
LOS SUELDOS ANTERIORES HAN SIDO PREVIAMENTE
CANCELADOS y, al ser las gratificaciones, parte de las remuneraciones
estas definitivamente están canceladas, por lo que no cabe amparar este
extremo de la demanda.
1.9. Un aspecto que el Aquo no ha valorado, es la conducta procesal de la
actora, pues durante todo el proceso no señaló la verdad, inexplicablemente,
hasta la última audiencia de Juzgamiento (que fue realizada hasta en tres
audiencias) se centró en señalar que ninguno de los comprobantes de pago
había sido suscritos por ella, sólo en la final, cuando estos tenían que ser
sometidos a pericia, acepto que los recibos si había sido firmados por la
actora. Esta conducta, demuestra el hábito a la mentira por la actora, que
pese a que las gratificaciones en su totalidad ya fueron cancelados, las
reclama en su totalidad en forma indebida, resulta ilógico que en 16 años no
se le haya pagado dicho beneficio, está probado que esta parte si cumple
con el pago de los beneficios laborales, pues incluso, a su cese, debido a que
fue despedida por pretender imponer un horario de trabajo, se le procedió a
pagar la indemnización por despido arbitrario.
1.10. En consecuencia, no resulta cierto que a la actora no se le haya pagado sus
gratificaciones por todo el periodo laborado, resulta ilógico que esta parte
haya cumplido con pagarle los otros beneficios y no los haya cumplido con
pagar las respectivas gratificaciones. Además, como lo hemos señalado, en
relación a dicha pretensión, la actora no desarrolla mayor argumento ni
ofrece medio probatorio en su demanda, de haber sido cierto ello por lo
menos debió existir algún correo electrónico, carta o memo reclamando
dichas gratificaciones o denuncia al Ministerio de Trabajo, lo cual nunca se
ha dado en el presente caso. Además, al ser la gratificación una
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remuneración, con el recibo indicado en el punto 1.8 queda demostrado que


estos beneficios han sido cancelados en su integridad oportunamente.
1.11. Por lo expuesto, este extremo de la demanda no puede ser amparada, pues la
actora no ha logrado probar su pretensión, resultando lo peticionado
totalmente ilógico, incluso hasta temerario.

2. SEGUNDO ERROR: LA SENTENCIA ESTABLECE UN PAGO INDEBIDO


POR CONCEPTO DE VACACIONES, SUPUESTAMENTE NO PAGADAS.
2.1. En forma indebida, en el punto 9 de la Sentencia, en su parte considerativa,
el Juzgado señala que El actor pretende se le pague por concepto de
Vacaciones la suma S/. 7,686.11 Soles; ante ello, es menester indicar que se
ha determinado que la accionante es una trabajadora del hogar, por lo que
los beneficios sociales deben ser calculados conforme a lo previsto en el
Ley N° 27986, el mismo que en su artículo 12° establece: "Los
trabajadores del hogar tienen derecho a un descanso anual remunerado de
quince días luego de un año continuo de servicios. El récord trunco será
compensado a razón de tantos dozavos y treintavos de la remuneración
como meses y días computables hubiere laborado, respectivamente.";
siendo ello así, habiéndose determinado que la parte demandada no ha
cumplido con acreditar el pago de dicho beneficio por el periodo del
07.01.2002 al 07.01.2011” y, en ese contexto, determina por pagar por el
periodo 07/01/2002 al 07/01/2010 por concepto de vacaciones se debe
abonar a favor de la actora la suma de S/. 4,500.00 SOLES (CUATRO
MIL QUINIENTOS CON 00/100 SOLES).
2.2. Al respecto, debemos señalar que lo pretendido por la demandante ha sido
amparada indebidamente por el Aquo, ello, no se ajusta a la verdad. Los
periodos vacacionales reclamados fueron gozados y pagados en su
oportunidad, por ello, en el caso solo se cuenta con el dicho de la actora, no
ha adjuntado medio probatorio alguno que lo pruebe, tales como: Correos
electrónicos, cartas o memos de reclamos por dichos periodos vacacionales
supuestamente no gozados.
2.3. A la fecha de cese de la actora, solo se le adeudaba por concepto vacacional
el periodo 07/01/2017 al 20/05/2018, lo cuales fueron íntegramente
abonados dentro de su liquidación de beneficios sociales, que fue materia de
consignación judicial.
2.4. Dado el tiempo transcurrido desde el último periodo vacacional amparado y
de cada uno de ellos, ya no se conservan los documentos correspondientes,
pues no existe obligación legal de mantenerlos, la ley así lo señala.
2.5. Al respecto, debe tenerse en cuenta lo dispuesto por el Decreto Ley N°
25988, Ley de Racionalización del Sistema Tributario Nacional y de
Eliminación de Privilegios y Sobre Costos de fecha 24.12.1992, que en su
artículo 5° precisa que: ”De conformidad con lo dispuesto en el artículo
anterior, las empresas, cualquiera sea su forma de constitución y siempre
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que no formen parte de la actividad empresarial del Estado, solamente


estarán obligadas a conservar los libros, correspondencias y otros
documentos relacionados con el desarrollo de su actividad empresarial,
por un periodo que no excederá de cinco (5) años contados a partir de la
ocurrencia del hecho o la emisión del documento”…..”Transcurrido el
periodo a que se refiere el párrafo anterior, las empresas podrán disponer
de dichos documentos para su reciclaje o destrucción. En todo, inclusive
en materia laboral, luego de transcurrido el mencionado periodo,
corresponderá a la parte que alega su derecho de probanza”. (Subrayado
y negrita es añadido).
2.6. De igual modo, la norma tributaria correspondiente, esto es el inciso 7) del
artículo 87° del TUO del Código Tributario aprobado por Decreto Supremo
N° 135-99-EF (19.08.1999) establece que son obligaciones de los
administrados “Conservar los libros y registros, llevados en sistema
manual, mecanizado o electrónico, así como los documentos y
antecedentes de las operaciones o situaciones que constituyan hechos
susceptibles de generar obligaciones tributarias o que estén relacionadas
con ellas, mientras el tributos no esté prescrito” y en concordancia con
ello, el artículo 43° del mismo cuerpo normativo, señala que “La acción
de la administración tributaria, así como la acción de exigir sus pagos y
aplicar sanciones prescribe a los cuatro (4) años, y a los seis (6) años
para quienes no hayan presentado la declaración respectiva.
Dichas acciones prescriben a los diez (10) años cuando el Agente de
retención o percepción no ha pagado el tributo retenido o percibido”.
(Negrita es añadido).
2.7. Por lo tanto, sea en atención a lo preceptuado por el Decreto Ley N° 25988
o el inciso 7) del artículo 87° del TUO del Código Tributario aprobado por
Decreto Supremo N° 135-99-EF, de esta parte, ya no existe obligación legal
de mantener la documentación correspondiente a los años 2002 a 2010,
periodo por los cuales el actor indebidamente reclama el pago
correspondiente por supuestas vacaciones no gozadas, de alegar dicha
situación, conforme a la norma glosada, corresponde al actor su
probanza, lo que no ha hecho en el presente caso, sin embargo,
indebidamente ha sido amparado por el Aquo.
2.8. Pese a lo indicado, debemos señalar que esta parte es sumamente respetuosa
de los derechos laborales de los trabajadores, por lo que las
correspondientes vacaciones le han sido otorgadas y abonadas en su
oportunidad. A efectos de probar dicha situación, en el caso de la
demandante, en la contestación de la demanda, como anexos 1-C a 1-G,
hemos adjuntado en calidad de medios probatorios, los recibos de fechas
14.02.2012, 07/02/2013, 12/05/2014, 06/02/2018 y 20/04/2018, que
corresponde al pago de vacaciones de los últimos años de servicios de la
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actora y que en cada uno de ellos en su parte final dice TODAS LAS
VACACIONES DE AÑOS ANTERIORES HAN SIDO
PREVIAMENTE CANCELADAS, lo cual demuestra expresamente que
los periodos indebidamente amparados por el Aquo ya fueron cancelados
con anterioridad, y que por tanto, no se le adeuda este concepto.
2.9. En consecuencia, no resulta cierto que al actor no se le haya otorgado su
descanso vacacional y pago correspondiente de los periodos 2002 a 2010,
pues resulta ilógico que esta parte sin haber cumplido con esa obligación, si
haya cumplido con otorgar y pagar las vacaciones correspondientes a los
años posteriores. Además, como lo he señalado, en relación a dicha
pretensión, el actor no desarrolla mayor argumento ni ofrece medio
probatorio en su demanda, de haber sido cierto ello, por lo menos debió
existir algún correo electrónico, carta, memorándum o denuncia la
Ministerio de Trabajo reclamando dichas vacaciones, lo cual nunca se ha
dado en el presente caso.
2.10. De igual modo, un aspecto que el Aquo no ha valorado, es la conducta
procesal de la actora, pues durante todo el proceso no señaló la verdad,
inexplicablemente, hasta la última audiencia de Juzgamiento (que fue
realizada hasta en tres audiencias) se centró en señalar que ninguno de los
comprobantes de pago había sido suscritos por ella, sólo la final, cuando
esto tenía que ser sometido a pericia, aceptó que los recibos si había sido
firmados por la actora. Esta conducta, demuestra que pese a que las
vacaciones en su totalidad ya fueron cancelados, las reclama en forma
indebida, habiendo inducido a error al Aquo.
2.11. Por lo expuesto, este extremo de la demanda tampoco puede ser amparada,
pues el actor no ha logrado probar su pretensión, resultando lo peticionado
totalmente ilógico.

3. TERCER ERROR: LA SENTENCIA SIN UNA ADECUADA


VALORACION, HA ESTABLECIDO HONORARIOS PROFESIONALES A
FAVOR DEL ABOGADO DEFENSOR DE LA PARTE ACCIONANTE EN
LA SUMA DE S/ 2,723.85 SOLES (DOS MIL SETECIENTOS VEINTITRES
Y 85/100 SOLES) QUE REPRESENTA EL 15% DE LO ORDENADO A
PAGAR, MAS EL 5% A FAVOR DEL FONDO DE LA CAJA DE
PREVISION SOCIAL DEL COLEGIO DE ABOGADOS DE LIMA.
3.1. El Aquo, sobre este extremo, en el considerando 14° señala que “si bien el
artículo 411° del Código Procesal Civil, de aplicación supletoria a los autos,
señala: "Son costos del proceso el honorario del Abogado de la parte
vencedora, más un cinco por ciento destinado al Colegio de Abogados del
Distrito Judicial respectivo para su Fondo Mutual y para cubrir los
honorarios de los Abogados en los casos de Auxilio Judicial."; para fijar el
quantum de los costos procesales, deberá tenerse en consideración la
defensa desplegada por parte del abogado de la parte vencedora, por lo que
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debe tenerse en cuenta la conducta del abogado del accionante, que dio
muestras de colaboración a efectos de resolver la presente litis de manera
célere; asimismo debe tenerse en cuenta que se han amparado las
pretensiones materia de controversia; de igual forma el grado de dificultad
de las pretensiones formuladas, así como los reiterados pronunciamiento
favorables a los trabajadores de la materia en controversia, siendo ello así,
cabe imponer el pago de los costos procesales en el importe del QUINCE
POR CIENTO (15%) de lo ordenado a pagar, el mismo que equivale a S/.
2,723.85 SOLES (DOS MIL SETECIENTOS VEINTITRES CON
85/100 SOLES), más el CINCO POR CIENTO (5%) de los Costos
Procesales, el mismo que será destinado al FONDO DE LA CAJA DE
PREVISIÓN SOCIAL DEL COLEGIO DE ABOGADOS DE LIMA, lo
que equivale a S/. 136.20 SOLES (CIENTO TREINTA Y SEIS CON
20/100).”.
3.2. Es decir, a criterio del juez de primera instancia, constituye un mérito
importante del abogado patrocinante del demandante el haber conseguido la
suma amparada en la sentencia, lo que no se ajusta a la verdad, y que –
según posición de la judicatura - el proceso califica como de dificultad, lo
cual no se ajusta a la realidad.
3.3. Tal como consta en autos, la labor del abogado patrocinante del
demandante, se ha circunscrito a muy pocas labores, se ha limitado a
preparar la demanda, asistir a la audiencia de conciliación y juzgamiento,
cuyas diligencias por cierto, conforme consta e audio y video, fueron
celerísimas, más bien, se limitó a pedir una pericia que al final por
responsabilidad de la demandante no se llevo a cabo, por lo cual la suma
aprobada por la judicatura resulta excesiva.
3.4. Cabe precisar, como referencia, que al respecto ya se ha pronunciado la
Primera Sala Laboral Permanente de Lima, quien al resolver el expediente
N° 3383-2011-A señaló en el segundo considerando que: “(…) la
determinación de los costos procesales por el juzgador no está sujeta
necesariamente al monto de los honorarios profesionales pactados en cada
caso concreto sino que además en su fijación se debe tener en cuenta las
circunstancias objetivas propias de cada proceso, de conformidad con los
artículos 410° y 412° del Código Procesal Civil (entre ellas, la cuantía del
asunto decidido, el grado de éxito obtenido, la dificultad de las cuestiones
debatidas, el grado de participación en el estudio, planteamiento y
desarrollo del asunto del abogado patrocinante, y la duración del proceso)
esto con el fin de cautelar la escrupulosa observancia y respeto de normas
de carácter imperativo, el orden público y las buenas costumbres, de allí que
resulte perfectamente posible que el monto por costos procesales pueda ser
fijado por el juez (…)”.
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3.5. En conclusión, basados en la simplicidad del proceso, la poca participación


en el proceso del abogado del demandante y la cuantía aun discutible,
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