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T.

8 LA HOSTILIDAD, EL HUMOR, LA FELICIDAD Y EL AMOR


1. LA HOSTILIDAD
El estudio de la hostilidad está relacionado con el estudio de la ira y de la agresividad

Se ha producido una ingente cantidad de estudios e investigaciones con la hostilidad, derivadas de su relación con la salud,
concretamente con los trastornos cardiovasculares y con los trastornos coronarios. En la mayoría de estos estudios se utilizan
escalas y cuestionarios que miden o dicen medir la hostilidad, pero las características de lo que es la hostilidad no se han
estudiado de una forma detallada. Es una difícil tarea separar los tres constructos

1.1. Definición
Smith opina que ‘la naturaleza claramente cognitiva de este tema y la naturaleza conductual de tendencia a la acción, subraya
la dificultad en derivar definiciones conceptuales completamente distintas de ira, hostilidad y agresión’.

La hostilidad se contempla como una actitud emocional cognitiva. Buss indica que es una actitud que implica la evolución
negativa y aversiva de otros.

Plutchik considera la hostilidad como una mezcla de ira y disgusto, asociada con indignación, desprecio y resentimiento.
Saul define la hostilidad como una fuerza motivante, ya sea impulso consciente o inconsciente, tendencia, intento o reacción,
que va dirigida a injuriar o destrozar algún objeto, estando acompañada usualmente la hostilidad por el sentimiento o emoción
de ira

Berkowitz define la hostilidad como ‘una actitud negativa hacia una o más personas que es reflejada en un juicio decididamente
desfavorables del blanco’.

Podemos definir la hostilidad como un sistema de procesamiento de información aversivas sobre otros que permite movilizar
anticipadamente acciones preventivas.

1.2 Características
Es una actitud mantenida y duradera que implica variables cognitivas de cinismo, desconfianza y denigración. La característica
central distintiva del constructo e hostilidad implica las variables cognitivas de cinismo (la creencia de que los otros están
egoístamente motivados), la desconfianza (la sobregeneralización de que los otros podrían ser dañinos e intencionalmente
provocadores), y denigración (la evolución de los otros como deshonestos, peligrosos, mezquinos y no sociables).

Barefood describe el componente cognitivo de hostilidad como los sentimientos negativos hacia otros, las atribuciones que
producen estos sentimientos hacen más probable que la conducta de los demás pueda ser interpretada como antagonista o
amenazante, y puede servir como justificante de la hostilidad que se posee hacia las conductas antagonistas de otros.

Barefood hace una distinción entre cinismo y atribuciones hostiles. Cinismo serian ‘las creencias negativas acerca de la
naturaleza humana en general’, y atribuciones hostiles las ‘creencias de que la conducta antagonista de otros está dirigida
específicamente hacia uno mismo’. Según Izard ‘las emociones más prominentes en el patrón de hostilidad son ira, asco y
desprecio’.

La agresión es un aspecto del componente conductual de hostilidad, la agresión verbal y otras formas de conducta opuesta se
expresan muy sutilmente y no violan las normas sociales. Este autor sostiene que a pesar de que los tres componentes covarían,
no es necesario que se den a la vez. La agresión es independiente de la hostilidad.

1.2.1. Antecedentes
El desencadenante es el proceso de estrés que es quien detecta cambios en las condiciones ambientales y si detecta
condiciones aversivas por parte de otros, se activa la hostilidad.

Hay situaciones que podrían llegar a provocar directamente la hostilidad. Podríamos decir que la hostilidad tiene características
‘contagiosas’, puesto que se desencadena cuando nos sentimos objeto de la hostilidad de otras personas.

La hostilidad implica la percepción de los demás como una fuente frecuente de provocación, maltrato y frustración, asumiendo
como resultado la creencia de que los otros no merecen la confianza ni el respeto.

Hay una serie de hechos más particulares que pueden provocar una actitud hostil, entre ellos el dolor intenso. Otro
antecedente estudiado es la temperatura, la temperatura displacentera produce en algunas ocasiones condiciones y actitudes
hostiles.

1.2.2. Procesamiento
Inician el proceso, al propiciar que se interprete la conducta de los demás como antagonista o amenazante y al atribuirles
intenciones malevolentes.

Se posee un cierto grado de predicción. El acontecimiento desencadenante desorganiza y obstruye los planes previstos de la
persona. Y, por último, el acontecimiento, presenta un relativo grado de urgencia para afrontar tanto el suceso como sus
consecuencias.

La persona valora que las consecuencias pueden ser controladas o modificadas. Por último, se puede estimar que lo sucedido
no está de acuerdo con las normas sociales y personales que podrían considerarse como aceptables.

La persona tiende a experimentar frecuentes episodios de ira. Las personas que perciben a otros y al medio ambiente de una
manera negativa y culpable, responden con más frecuencia con intensos sentimientos de ira. Es muy importante señalar que la
hostilidad es una actitud que puede permanecer en el tiempo que se repita la estimulación que la propicio

Hay una serie de variables mediadoras o moderadoras del procesamiento de los estímulos y situaciones que generan una
actitud hostil, entre ellas están la estabilidad y el nivel de autoestima, la defensividad, el recelo y desconfianza, el rol masculino,
y las normas sociales. Se ha encontrado que los hombres obtienen mayores puntuaciones en algunos cuestionarios de hostilidad
que las mujeres.

Las diferencias en género en hostilidad se han limitado en la mayor parte de los casos a estudiar estas diferencias en relación a
los trastornos coronarios, y casi siempre en pacientes. Además, hay que señalar que la mayoría de estudios que relacionan
hostilidad y salud han utilizado muestras masculinas.

La violencia derivada de un medio ambiente de abusos y de conductas que incitan a ella, genera cogniciones hostiles, que en
algunos casos lleva a conductas antisociales y criminales.

1.2.3. Funciones de la hostilidad


Entre las funciones de la hostilidad está la de inhibir las conductas indeseables de otras personas e incluso evitar una situación
de enfrentamiento.
La hostilidad genera un impulso apremiante por hacer algo que elimine o dañe al agente que provoco aquel sentimiento
displacentero.

1.3. Activación
1.3.1. Efectos subjetivos
La hostilidad implica sensaciones airadas. El componente afectivo también incluye varios estados afectivos como el enojo, el
resentimiento, el asco o el desprecio.

Barefood describe el componente subjetivo de la hostilidad como sentimientos negativos hacia otros, y las atribuciones que
producen estos sentimientos hacen más probable que la conducta de los demás pueda ser interpretada como antagonista o
amenazante.
Las personas hostiles cuando se enfadan experimentan constantes rumiaciones. La evidencia empírica ha demostrado que las
rumiaciones constantes de estos sujetos prologan la experiencia subjetiva de la ira.

1.3.2. Actividad fisiológica


1.3.2.1. Sistema nervioso central
El perfil bioconductual de las personas hostiles está determinado por disminuciones en la función serotoninérgica
Se postula la existencia de diferencias interindividuales estables en la producción de serotonina central, las cuales serían
responsables de las características emocionales y comportamentales y de la hiperactividad cardiovascular mostradas
habitualmente por estos individuos; esto incidiría indirectamente en el mayor riesgo a desarrollar aterosclerosis y
manifestaciones cardiacas agudas.

1.3.2.2. Sistema nervioso autónomo


Los efectos fisiológicos de la hostilidad son similares a los de la ira, pero más moderados en intensidad y más mantenidos en el
tiempo y resistentes a la habituación.

Los principales cambios en el sistema nervioso autónomo se reflejan en elevaciones de la frecuencia cardiaca, de la presión
arterial sistólica y diastólica, de la salida cardiaca y de la fuerza de la contracción del corazón.
También se producen reducciones tanto en el volumen sanguíneo como en la temperatura periférica. Por último, se producen
también elevaciones en las medidas de conductualidad de la piel

1.3.2.3. Sistema nervioso somático


Los efectos sobre el sistema somático cursan con elevaciones en la tensión muscular general y aumentos en la frecuencia
respiratoria

1.3.3. Expresión corporal


Smith señala que la hostilidad es un estado de humor negativo caracterizado por expresiones de irritabilidad e ira. No existe
una expresión facial concreta de hostilidad. Se ha comprobado como el género y la socialización de las personas influyen en la
expresión corporal de la hostilidad. Lo que si se puede indicar es que la hostilidad es expresada en modos muy sutiles, que no
violen las normas sociales.

Como ejemplos de conductas verbales de la hostilidad, traemos a colación algunos de los ítems que recogen Buss y Durkee:
levantar la voz cuando se discute, utilizar un lenguaje fuerte, devolver los gritos cuando alguien los grita, y hacer amenazas
verbales.

Scherer, Johnstone y Klasmeyer indican de la ‘ira fría’, tal y como denominan a la hostilidad, en su expresión vocal presenta
sutiles tacos, posiblemente incluyendo entonación.

1.3.4. Afrontamiento
El afrontamiento va dirigido a inhibir las conductas indeseables de otras personas e incluso evitar una situación de
enfrentamiento.

La agresión es un aspecto del componente conductual de hostilidad, la agresión verbal y otras formas de conducta opuesta se
expresan muy sutilmente y no violan normas sociales. El afrontamiento, está influido por el género y la socialización.

1.3.5. Medida de la hostilidad


Las medidas mas empleadas en la valoración de hostilidad y agresión fueron las tecnicas proyectivas, ‘Roschach Ink Blots Test’,
‘Thematic Apperceotion Test’ (TAT) y ‘Rosenzweig Picture-Frustation Study’. Actualmente han proliferado las mediadas de
cuestionarios y escalas, y las proyectivas han caído en desuso para medir hostilidad.

·Buss-Durkee Hostility Inventory’ (BDHI). Es una escala que contiene 75 elementos a los que se responde con verdadero
o falso. Está diseñado para proporcionar información sobre siete subescalas de hostilidad.
Las siete subescalas son:
1. Asalto (ataque) 2. Hostilidad Indirecta 3. Irritabilidad 4. Negativismo
5. Resentimiento 6. Sospecha (recelo) 7. Hostilidad Verbal

·Cook-Medley Hostility Scale (Ho). Consta de 50 elementos sacados del ‘Minnesota Multiphasic Persoanlity Inventory’
(MMPI). Las personas responden marcando cerdadero o falso.

·Hostility an Direction of Hostility Questionnaire’ (HDHQ). Esta basado en la concepción de Foulds de hostilidad como
una entidad unitaria que puede ser dirigida hacia el interior de sí mismo (intropunitividad) o hacia fuera en contra de otras
personas y objetos (extropunitividad). Contiene 51 elementos del (MMPI) a los que se responde de acuerdo a si el elemento es
verdadero o falso.
Posee subescalas de medida de Extrapunitividad:
a) Actuación hacia fuera de la hostilidad (AH)
b) Criticismo de otros (CQ)
c) Proyección de hostilidad engañosa o Proyección de ilusión de hostilidad (PH) y subescalas de medida de
Intropunitividad
d)Auto-critica (SC)
e) Culpabilidad (G)

·Manifest Hostility Scale (MHS). Siguio el procedimiento usado en el desarrollo de la Escala de Ansiedad Manifiesta de
Taylor. El autor selecciono 110 elementos del (MMPI).

·S-R Inventories of Hostility. Fueron desarrollados para separar la contribución de personas, situaciones y respuestas a la
varianza observada en la conducta. Cada inventario contiene 14 situaciones, para cada situación el sujeto tasa 10 modos de
respuesta diferentes

1.4. Consecuencia de la hostilidad


La consecuencia más estudiada de la hostilidad es su relación como factor de riesgo de los trastornos cardiovasculares y mas
específicamente de la enfermedad coronaria.

El patrón tipo A es un constructo epidemiológico que surge de las observaciones de Friedman y Roseman de la conducta de sus
pacientes cardiacos durante los años 50. Friedman y Roseman formulan la siguiente definición del Tipo A: ‘Es un complejo
particular acción-emoción, que puede observarse en algunas personas comprometidas en una lucha relativamente crónica para
lograr un número de cosas, usualmente ilimitadas, de su medio ambiente, en el menor tiempo posible, y si es necesario, contra
los esfuerzos supuestos de otras personas o cosas de su mismo ambiente’.

YUen y Kuiper llegan a la conclusión de que la hostilidad, ira y agresión pueden ser vistos como los componentes cognitivos,
afectivos y conductuales del patrón de conducta Tipo A, y estas actividades hostiles en el Tipo A pueden formar un esquema
cognitivo inadaptativo que, en conjunción con un amplio rango de sucesos medio ambientales, producirían con más frecuencia e
intensidad estados de ira.

Pero dentro de los componentes específicos del patrón de la conducta Tipo A, el más patógeno es la alta hostilidad junto con
características de voz elevada.

La actitud hostil por si sola y que llevan a producir daños en la salud, tales efectos sobre la salud pueden ser directos e
indirectos. Una de las consecuencias es que las personas con una actitud hostil pueden generar a su alrededor un medio
ambiente con escaso apoyo social. El comportamiento antagonista y desagradable de los demás hacia las personas hostiles
puede desembocar en un ambiente interpersonal estresante para las personas hostiles, impidiendo que exista el apoyo social
necesario para mitigar los efectos negativos de determinados comportamientos o emociones sobre el bienestar físico y
psicológico del individuo.

Las personas hostiles mediante sus pensamientos y acciones crean también contactos más frecuentes, severos y duraderos con
los estresores.

La hostilidad genera una ausencia de conductas saludables, se han encontrado relaciones negativas entre la hostilidad y
comportamientos relacionados con buenos hábitos de salud, como e ejercicio físico y el cuidado personal.

Dentro de las consecuencias directas en la salud por parte de la hostilidad esta la hiperactividad cardiovascular. La hostilidad
está asociada, no solo con episodios más intensos de reactividad cardiovascular, sino también con una mayor frecuencia,
consistencia temporal y tiempo de recuperación de los niveles basales de esos episodios.

La reactividad psicofisiológica influye iniciando, acelerando y/o agravando el proceso aterosclerótico que subyace a las
manifestaciones clínicas de la enfermedad coronaria.

En relación con la reactividad neuroendocrina, destaca la importancia de los sistemas simpático-adreno-medular e hipofisario-
adreno-cortical en la predisposición de las personas hostiles con respecto a la enfermedad coronaria.

La hostilidad nos defiende del abuso y la amenaza que otras personas puedan hacer, tanto física como psicológicamente, y está
en la base de la defensa de nuestros derechos y que es, por lo tanto, la garante de nuestra libertad personal y social; pero que
un uso inadecuado lleva efectos nocivos
2. EL HUMOR
2.1. Definición
El estudio del humor o emoción ‘hilarante’ surge del estudio de respuestas afectivas positivas al humor

El termino repuesta de humor denota la percepción de un estímulo como divertido. El término ‘respuesta de humor’ es
equívoco, mientras que el de respuesta hilarantes la respuesta única al humor.

Podemos definir el humor como el proceso producido por la valoración de haberse producido un error, pero que el mismo no
es malo o dañino, y esto produce risas y buenos sentimientos.

2.2. Características
2.2.1. Antecedentes
En la activación del proceso hilarante están implicadas una serie de situaciones mas o menos complejas, por lo que varios
factores sociales y físicos pueden influir en que tenga existo su inducción. Además, los factores organismos también pueden
facilitar o inhibir la liberación de hilarante; estos factores pueden estar relacionados con estados temporales o con rasgos
habituales de personalidad.

Dentro de los elicitadores de hilarante tenemos el humor en la forma de chistes caricaturas, historias graciosas, películas,
comedias, etc.

Aunque la absurdidad es una condición necesaria para el humor, no es suficiente. El completo absurdo puede también llevar a
un enigma y a una reacción aversiva. El añadir contenido sexual al humor se ha comprobado que incrementa la diversión.

Otro elicitador del proceso hilarantes son las cosquillas, según Hecker y Wundt, para ambos autores las cosquillas con el
elicitador más común de risas de forma alternativa a como lo hace el humor.

De su examen sobre la risa, Hall y Allin concluyeron que las áreas más cosquilleadas con las siguientes: las plantas de los pies,
bajo los brazos, el cuello, bajo la barbilla, la cintura y costillas, y las mejillas.

Otro elicitador del proceso hilarante es el óxido nitroso (N2O), un gas no inflamable que tiene un sabor dulce, casi mentolado.
Antes de ser usado como frecuente de regocijo, risas o el impulso de sonreír.

El proceso hilarante puede también ocurrir como respuesta a otros estímulos y situaciones, las risas de otros pueden ser
contagiosas, la emoción hilarante puede producirse durante la realización de juegos que impliquen actividad motora, aunque
como McGhee indica, esos estados no son experienciados como humorísticos.

Este proceso también puede acompañar a la ruptura de tabúes, o al hacer algo que está prohibido o es secreto.

2.2.2. Factores moduladores


Dentro de los factores facilitadores y elicitadores del proceso hilarante se encuentra la influencia social. La efectividad del
humor puede depender de quien cuenta el chiste y si esta persona gusta o no.

Varios estudios han examinado los efectos de la audiencia en la sonrisa e inducción de risas de humor, las variables examinadas
incluyen la presencia de un modelo riendo versus no-riendo, posición sentado, proximidad, publico, contacto de ojos, diferencia
de edad entre las personas, y si fueron examinados grupos de desconocidos o amigos.

Los factores sociales son efectivos facilitando la inducción de hilarante aun siendo reducidos a una intensidad mínima, varios
estudios muestran que l amera presencia de otra persona es suficiente para facilitar la sonrisa y las risas.

Las entradas situacionales pueden también inhibir la expresión de hilarante o de ciertas formas de hilarante por la activación
de ‘exposición de normas’. La manifestación de normas dice al individuo cuándo, dónde, y con qué tipo de respuesta hilarante
pueden expresarse.

El alcohol y las drogas psicoactivas -tales como alucinógenos, opiáceos y estimulantes- también afectan el umbral para la
inducción del proceso hilarante, pueden tener efectos facilitadores o inhibidores, dependiendo de las dosis.

La inducción de hilarante también depende de factores del organismo temporales y habituales. Las características de
personalidad pueden facilitar la inducción del proceso hilarante, sin embargo, las personas difieren con respecto a la frecuencia,
dirección e intensidad de la ocurrencia de esos estados, la extroversión predice la mayor frecuencia e intensidad del humor en la
conducta de hilarante.

2.2.3. Procesamiento
La característica fundamental de su procesamiento es la valoración de que se ha producido un error, pero sin que aparezcan
ningún tipo de atribución sobre posibles consecuencias negativas de este error. Ya que, si se produjera tal tipo de atribuciones,
probablemente la respuesta emocional movilizada fuera la tristeza o la ira.
2.3. Activación
2.3.1. Actividad fisiológica
Existen pocos estudios con lesiones en humor. Entre ellos destaca el de Shammi y Stuss que mediante pruebas
neuroanatómicas encontraron que la mayoría de pacientes que tenían deteriorado el humor, presentaban daño en el córtex
prefrontal medial.

Goel y Dolan en un trabajo experimental con fMRI, presentando dos tipos de condiciones humorísticas diferentes, también
encontraron una activación significativa en el córtex prefrontal ventromedial y el cerebelo bilateral.

Esta emoción, especialmente en sus formas más intensas, tiene varios componentes de respuesta periféricos, entre los que
destacan la disrupción del patrón de respiración normal y la emisión de sus sonidos más característicos.

La risa por sí sola no es un criterio inequívoco de humor. Durante la risa, la tasa de respiración permanece entre los limiten del
estado de descanso, sin embargo, la predominancia de espiración sobre inspiración incrementa.

Mientras que los musculo de la respiración durante la emoción hilarante están pasivos, hay una espiración forzada durante la
risa que los músculos de la respiración durante la emoción hilarante están normalmente pasivos, hay una espiración forzada
durante la risa.

Durante la risa pueden también observarse cambios característicos cardiovasculares y fluctuaciones en la actividad
electrodérmica, quizá desencadenados por el patrón alterado de respiración. Heitler fue el primero en aportar una aceleración
de la tasa cardiaca. Ambas precisiones sanguíneas, sistólica y diastólica, se incrementan durante la risa. El volumen sanguíneo
periférico también cambia entre una sonrisa y una risa. Hay cambios masivos en la actividad electrodérmica durante la risa.

También se ha observado la dilatación de la pupila durante la risa inducida por cosquillas, así como por humor. La ‘luminosidad’
de los ojos fue descrita por Darwin y Piderit. Las lágrimas (llorar) puede también ocurrir. Se han propuesto varias hipótesis en los
últimos años examinando los efectos de la risa en la secreción endocrina. Estas hipótesis incluyen, por ejemplo, efectos en el
funcionamiento inmune, liberación de hormonas, catecolaminas o endorfinas.

2.3.2. Expresión corporal


Esta emoción puede ser observada en conductas faciales, gestos y posturas. La acción del anterior musculo produce la
apariencia facial percibida como ‘sonriente’; tira de la comisura del labio oblicuamente hacia arriba y atrás. El musculo orbicular
de los ojos levanta las mejillas hacia arriba y tira de la piel hacia los ojos desde la sien y mejillas.

Los labios pueden estar abiertos o no, los dientes pueden mostrarse o no, y la mandíbula puede estar abierta o no. La
contracción de los músculos zigomático mayor y el orbicular de los ojos también forman el centro de la risa hilarante. El número
exacto de músculos adicionales implicados en la risa aun no es conocido. La acción de algunos músculos está coordinada con la
respiración y la vocalización.

Las FACs: UA6. Eleva mejillas y reducir abertura palpebral


UA12. Desplaza comisura de labios hacia atrás y arriba
UA13. Subida y engrosamiento de los carrillos
UA14. Retracción labios y estrechamiento comisuras
UA20. Alarga comisura labios
UA25. Separa labios
UA26. Caída del mentón

Con una altísima intensidad de la risa, también pueden ocurrir movimientos del tronco y de los miembros, así como cambios en
la postura. Mientras que pueden observase durante la risa descargas físicas de los músculos del brazo y de las piernas,
generalmente hay una bajada del tono musculas. Hay estudios clínicos que demuestran una perdida completa de tensión
muscular durante la risa, también puede ocurrir incontinencia.

La risa ocurre en los niveles más altos de la respuesta de hilaración y la sonrisa es típica de los niveles bajos. Comparada con la
sonrisa, la risa está acompañada por una fuerte contracción del musculo zigomático mayor, es de gran duración y esta expuesta
a bromas juzgadas por la persona que se ríe como divertidas.

La risa frecuentemente comienza con el sonido inicial /j/, este sonido palatal esta producido cuando el aire es empujado fuera
de los pulmones y pasa a la glotis.
2.4. Medida del humor
Para la medida del humor en los estudios experimentales se han utilizado diapositivas con caricaturas o videos con películas
graciosas. Además, debido a su brevedad, pueden ser usados muchos estímulos. Sin embargo, el grado de hilarante inducida es
usualmente más bajo que el obtenido por videos graciosos.

La verificación experimental de los efectos de estructura y contenido en humor ha estado dirigida con estímulos de humor
artificial.

Para producir cosquillas en estudios experimentales la aplicación de un estímulo de cosquillas es acometido por medio de una
pluma, un cepillo, una bolita de algodón o un aparato construido.

Para liberar la emoción se han utilizado también las tecnicas de imaginación de eventos de hilarante o su recuperación de la
memoria. Se ha considerado que el potencial de producir hilarante de un estímulo dado difiere de individuo a individuo.

2.5. Consecuencias del humor


Si la inducción de hilarante es exitosa, el estado resultante es placentero, pero también la mayor parte de elicitadores de esta
emoción pueden inducir estados no placenteros, el humor y las cosquillas pueden ser aversivos.

La experiencia de esta emoción está caracterizada por la relajación. Durante la risa hay una postura relajada y una bajada típica
del tono muscular.

Los cambios fisiológicos que ocurren durante la risa no preparan al individuo para la lucha o la huida. Mientras que hay bajos
niveles de esfuerzo durante la respuesta emocional, un acumulo de esfuerzo o tensión y su brusco desahogo pueden preceder la
liberación de hilarante.

Por otra parte, la respuesta hilarante es el resultado de los efectos combinados de un estímulo y de factores facilitadores, esta
apariencia puede de hecho tener efectos en el organismo y en el medio ambiente social.

El fomentar la aparición de la respuesta hilarante puede ayudar a mitigar, suprimir, interrumpir, o hasta permanentemente
reemplazar una variedad de estados negativos. Otra hipótesis postula que el humor y la risa amortiguan el estrés, reducen el
malestar o dolor, bajan la tensión, o son de otra manera beneficiosos para la salud mental y física. La acumulación de
respuestas de hilaración puede llevar a una elevación del humor positivo de forma prolongada y duradera.

Por último, quizás la consecuencia fundamental del humor sea el desarrollo de una actitud general de afiliación, pertenencia,
cooperación y comunicación, es decir, se trata de una emoción eminentemente prosocial.

3. LA FELICIDAD
3.1. Definición
Por felicidad podríamos entender un estado emocional positivo que se acompaña de sentimientos de plenitud, bienestar y
satisfacción, y que aparece como reacción a la consecución de metas vitales y personales de índole global (relacionadas con el
decurso vital) o especificas (laborales, profesionales, familiares, sociales, académicas,…), pero, en cualquier caso, de gran
relevancia en la vida de una persona (por ejemplo, el amor de una esposa, el cariños de los hijos, el aprecio y aceptación de los
amigos, el reconocimiento profesional).

El estudio experimental del proceso emocional e la felicidad se ha sustentado en dos perspectivas o paradigmas diferente,
aunque no excluyentes. Por una parte, el enfoque hedonista, retomando la filosofía de Aristipo y de la escuela de Epicuro,
equipará la felicidad a la consecución del placer hedónico. En consonancia con ello, asume que el bienestar subjetivo puede
derivarse también de la consecución de metas y objetivos valiosos en diferentes áreas de interés personal.

El enfoque eudaimónico, de acuerdo con el pensamiento aristotélico, considera que no todas las metas alcanzadas por la
persona proporcionan felicidad, aun cuando lleven implícita una considerable carga de placer.
Este planteamiento eudaimónico nos lleva a reflexionar si, en realidad, muchos de nuestros comportamientos altruistas no
tienen en el fondo más que una motivación egoísta: el logro de la propia felicidad.

En cualquier caso, los datos derivados de diversas investigaciones, sugieren que ambos paradigmas, hedónico y eudaimónico se
solapan. Es decir, la felicidad quedaría definida en el área delimitada por la interacción entre lo placentero y la realización
personal.

3.2. Características
3.2.1. Desencadenantes
Tanto unos como otros nos sentimos felices cuando alcanzamos cualquiera de las metas que nos hemos marcado en nuestra
peculiar vereda; es decir, el éxito en el desarrollo de nuestro ‘plan de vida’, los logros personales, conseguir los fines anhelados,
son contingencias que, por lo común, nos conducen a estados de felicidad más o menos intensos. También surge del grado de
coherencia entre el estado en el que nos hallamos y aquel que deseamos. Finalmente, como organismos sociales que somos,
nuestra felicidad también está en parte determinada por criterios normativos, por la interacción con los otros y por la
comparación con ellos.

3.2.2. Factores moduladores


Diferentes personas presentaran una gran variación en lo que respecta a su nivel de felicidad y bienestar subjetivo. Unos
vivirán en un estado envidiable de gozo continuado, otros se sentirán simplemente satisfechos, y aun otros se hallarán en la más
deplorable de las desdichas.

3.2.2.1. Patrón de personalidad


Wilson concluía que las personas felices se caracterizaban por ser: jóvenes, saludables, cultas, con salarios altos, extravertidos,
optimistas, sin preocupaciones, religiosos, casados con personas de autoestima alta, trabajadores, de aspiraciones modestas,
tanto de uno como de otro sexo y de nivel de inteligencia variable.

Un análisis superficial de la gente que integra nuestro entorno social, nos permitirá identificar individuos que, en grado
variable, presentan un talante o pesimista al afrontar una misma circunstancia.

Las líneas de investigación actuales sugieren que el perfil de personalidad de cualquier de nosotros quedaría definido, en su
mayor parte, por un conjunto limitado de rasgos, identificados bajo la denominación común de Los Cinco Grandes: extraversión,
estabilidad emocional, apertura a la experiencia, amabilidad y responsabilidad. A lo largo de los estudios realizados, al menos
dos de ellos aparecen consistentemente vinculados a la felicidad y al bienestar subjetivo: la estabilidad emocional y la
extraversión.
·Neuroticismo-estabilidad emocional. El neuroticismo es un rasgo de personalidad frecuentemente utilizado como una
medida clínica de inestabilidad mental. Se asocia con angustia, depresión y desesperanza. Se relaciona, de forma negativa con el
nivel de felicidad. En cambio, la estabilidad emocional, se muestra como un buen predictor del nivel de felicidad y bienestar.
·Extraversión-introversión. La personalidad extravertida es sociable, de carácter gregario y tendencias afiliativas;
mientras que la introvertida, por el contrario, trata de mantener su autonomía e independencia en relación a los otros.

Un estudio longitudinal realizado por Costa, MacCrae y Norris muestra que la extraversión es un buen predictor a largo plazo
(17 años) del nivel de felicidad de las personas.

La característica principal del extravertido es su alta disposición a la interacción social. Precisamente, tal inclinada social es lo
que parece determinar la asociación de este rasgo con la felicidad.

La gente que desarrolla estilos de vida que comportan una actividad social limitada, no son especialmente infelices; por el
contrario, manifiestan niveles de felicidad cuanto menos similares a los de aquellas personas de vida social más activa.

Variables relacionadas con el grado de plenitud y satisfacción con la vida, mostraron una asociación más fuerte con la felicidad
que la variable extraversión.

El rasgo de extraversión-introversión actuaría como una variable instrumental que refleja, más que determina, las diferentes
vías o modos elegidos por las personas para obtener gozo y satisfacción con sus vidas.

3.2.2.2. Relaciones interpersonales.


Algunos autores han conceptuado esta interacción social, basada en la confianza, la afectividad y el apoyo, como una necesidad
humana básica imprescindibles para alcanzar el bienestar subjetivo.

Dos aspectos de la interacción resultan especialmente relevantes: el estilo de apego y el grado de familiaridad o intimidad de la
relación.

El concepto de apego fue propuesto por Bowlby. Este autor estudio desde una perspectiva etológica la relación especial que se
desarrolla entre el niño y su cuidador primario o principal (generalmente la madre). Se considera que el apego, y las conductas
que de él se derivan, cumple una función adaptativa.

Atendiendo al tipo de interacción cuidador-niño se establecen diferentes estilos de apego. De este modo, cuando el cuidador
atiende solícitamente las necesidades físicas, emocionales y psicológicas del niño, este desarrolla un estilo de apego seguro. En
cambio, diferentes combinaciones de inconsistencia, frialdad afectiva y rechazo por parte del cuidador, generan diversos estilos
de apego inseguro.

La tendencia a la afiliación está regulada por modelos de trabajo de apego, que no son sino esquemas cognitivo-afectivo-
motivacionales que construye el individuo en base a su experiencia, pasada y actual, de relaciones interpersonales.
Por otra parte, a la luz de los estudios realizados, resulta evidente que lo determinante para la felicidad no es tanto la cantidad
de relaciones sociales que mantiene la persona como el grado de confianza o intimidad que se alcanza en ella. Es decir, el
bienestar subjetivo no está determinado por el número de relaciones sociales que mantenemos sino por la calidad de los lazos
íntimos que establecemos en ellas

3.2.2.3. Elección y logro de metas personales


En este campo convergen diferentes formulaciones teóricas que comparten la idea de que el sentimiento de felicidad se
desencadena cuando la persona alcanza alguna meta o estado final. Debido a ello, algunos autores han denominado a este tipo
de paradigmas ‘teorías télicas’ o de realización.

Dos aspectos resultan clave en relación al gozo asociado a la consecución de metas: por una parte, la percepción de
competencia y autoeficiencia; por otra, el grado de convergencia de dichas metas con los intereses y necesidades de la persona.

·Competencia y autoeficacia percibida. Resulta evidente y probado que cuanto más eficaces y competentes nos
percibimos durante el desarrollo del proceso que nos lleva a alcanzar un objetivo relevante, mayor es el nivel de satisfacción y
de bienestar subjetivo que sentimos. En este sentido, resulta determinante el nivel de reto o desafío; de modo que, cuando este
es demasiado asequible o, por el contrario, demasiado difícil, el nivel de afecto positivo asociado es menor.

Otro factor relevante es el hecho de que las propias actividades dirigidas a la consecución de la meta dependan de un sistema
motivacional de aproximación o evitación. En definitiva, que nuestra conducta este motivada por el logro de una recompensa o
por la evitación de un castigo.

El seguimiento de metas de evitación conlleva un progreso más lento y pobre hacia el objetivo final, así como un menor
sentimiento de satisfacción. En contraposición, la consecución de metas de aproximación implica un curso comparativamente
más rápido, y de mayor complacencia, hacia el objetivo fijado

·Grado de convergencia de la meta. En general, obtenemos mayor satisfacción y gratificación en el desarrollo de


actividades coherentes con nuestro sistema de valores y creencias, que en aquellas que divergen de ellos

3.2.2.4. Disponibilidad de bienes y recursos


La cuestión a tratar es si el hecho de disponer de medios y recursos en nuestra cultura como un alto nivel de ingresos
económicos, determina o no un mayor grado de felicidad
·Ingresos. Existe cierta asociación entre el nivel de ingresos económicos y el grado de bienestar personal. De acuerdo a
un estudio reciente, el dinero solamente es relevante cuando las necesidades básicas no están siendo cubiertas. Una vez que
esas lo están, más dinero no nos hace más dichosos.
En cuanto a la felicidad se refiere, lo relevante es la importancia que la persona confiere al dinero, y no esté en sí mismo.

·Criterios normativos. Williams James sugirió que la felicidad vendría a ser resultado de un compromiso o razón entre
los logros alcanzados por la persona y las aspiraciones o metas que esta se plantea.

El modelo del que se parte plantea la hipótesis de que cada uno determina su nivel de bienestar subjetivo efectuando sucesivas
comparaciones con patrones normativos. Cuando el resultado de la comparación supera el criterio correspondiente, surgen
sentimientos de felicidad y satisfacción.

En lo que concierne a los patrones normativos de carácter social, diversos trabajos demuestran que las comparaciones con el
entorno social pueden influir sobre el grado de gozo que experimenta la persona, y constituyen estimadores validos del nivel de
satisfacción que aquella alcanzara en determinadas circunstancias.

No obstante, otros estudios no hallan evidencia empírica que apoye tal tipo de relación, y sugieren que esta clase de
comparación puede que no determine los juicios de satisfacción que hacen las personas respecto de su vida cotidiana

3.2.2.5. Variables demográficas


·Género. Realmente son pocos los estudios que hallan diferencias significativas entre hombres y mujeres en lo que
concierne al grado de satisfacción con sus vidas.

En general, las mujeres experimentan niveles más altos de afecto negativo que los hombres, siendo la prevalencia de
trastornos depresivos doble en ellas que en los varones. Es decir, el tono emocional general es igual en ambos sexos, pero la
variabilidad emocional es mayor entre las mujeres, que son, a un tiempo, más felices y más infelices que los hombres.

·Edad. El estereotipo que asocia la Juventus con la alegría y los afectos positivos, y la vejez con un carácter acre y
negativo, no es coherente con la realidad. Sorprendentemente, el nivel de bienestar subjetivo no solo no declina con la edad,
sino que tiende a aumentar. Nos mostramos más satisfechos con nuestras vidas a medida que envejecemos, al tiempo que
nuestra afectividad positiva tiende a reducirse levemente y la afectividad negativa permanece invariable.

·Raza. El hecho de ser de color correlaciona notoriamente con un sentimiento más bajo de bienestar subjetivo. No
obstante, estos datos han de ser matizados; así, tal asociación se reduce hasta valores próximos a cero cuando se controlan
además otro tipo de variables.
Los ancianos de color se muestran ligeramente más satisfechos son sus vidas que los blancos de su misma edad. En cambio, las
mujeres negras alcanzan niveles de satisfacción similares a los de los hombres de una y otra raza.

·Estado civil. Los estudios disponibles, muestran que el matrimonio está relacionado con una mayor felicidad. Además,
este efecto positivo alcanza por igual a ambos miembros de la pareja, los dos manifiestan niveles de felicidad similares. Es más,
la ventaja de los casados se mantiene independientemente de la edad y del nivel de ingresos

Entre los posibles motivos que pueden justificar esta asociación, dos destacan especialmente. En primer lugar, el matrimonio
proporciona una fuente adicional de autoestima. En segundo lugar, la gente casada más posibilidades de disponer de una
relación íntima y de apoyo, que hace menos probable los sentimientos de soledad.

3.2.2.6. Factores genéticos


Estos autores sugieren que al igual que algunos parámetros orgánicos tienden a oscilar en torno a un ‘punto o valor de ajuste’
genéticamente determinado, del mismo modo el sentimiento de felicidad varia alrededor de un valor promedio peculiar para
cada persona. Concretamente hallan una heredabilidad del 80% para este componente estable o valor medio de felicidad.

Las fluctuaciones afectivas, cuya amplitud caria en cada caso, tendrán un carácter transitorio, tendiendo eventualmente a
estabilizarse en un punto o valor temperamental idiosincrásico. Entre los humanos, la selección natural ha introducido una clara
predisposición a la dicha y al bienestar subjetivo.

3.2.3. Procesamiento cognitivo


El procesamiento cognitivo de la emoción de felicidad presenta las siguientes características:
·Evolución afectiva de la situación.
La Novedad. El proceso cognitivo que subyace a la felicidad se desencadena ante situaciones que no resultan sorpresivas para
la persona, o que lo son en grado mínimo. Las metas articuladas en estos planes son deseadas y buscadas intencionadamente.
Del mismo modo ¡, ello le permite generar una expectativa de alta probabilidad de ocurrencia de las consecuencias positivas
derivadas de tales circunstancias.

La Agradabilidad. La situación desencadenante es valorada por la persona como altamente positiva

·Valoración de la situación
La Significación. Como hemos señalado antes, las consecuencias derivadas de la situación desencadenante son congruentes
con los planes y necesidades del individuo, y facilitan el logro de metas previamente fijadas. Debido a su carácter benigno y
favorable, que demanda poco esfuerzo adaptativo, así como la laxitud con que el grado de urgencia en afrontar este tipo de
situación es muy bajo.

El Afrontamiento. La persona feliz es consciente de que este estado emocional resulta de la convergencia de: la iniciativa
personal en el logro de los intereses, la intervención de terceras personas y la ocurrencia de un cumulo de circunstancias
favorables. El cariz agradable de este estado determina que la necesidad de afrontamiento sea realmente muy baja, y que,
lógicamente, la capacidad de la persona para adaptarse a las consecuencias que de él se derivan sea, en cambio, muy alta.

3.3. Activación
3.3.1. Efectos subjetivos

El sentimiento de felicidad es vivido por la persona de forma placentera, con sensaciones de bienestar, seguridad y
tranquilidad. Bajo un estado emocional de felicidad, hasta este tipo de experiencias negativas pueden ser recicladas en beneficio
de la persona, favoreciendo su crecimiento y dotándola de recursos para hacer frente a amenazas futuras.

En general la felicidad hace que sintamos mayor seguridad en nosotros mismos, potenciando la disposición para implicarnos en
actividades diversas, e incrementando la tolerancia a la frustración que pueda derivarse de su desempeño. De este modo, se
facilita la consecución de metas y refuerzos, lo que, a su vez, retroalimenta el estado de dicha personal. Por otra parte, la
felicidad tiene un efecto elevador de la propia estima.

3.3.2. Bases neuroanatómicas y fisiológicas de la felicidad


Correlatos neuroanatómicos. La neuroimagen ha hecho posible la observación en vivo de la actividad de diferentes estructuras
cerebrales. Esta moderna técnica permite estudiar la funcionalidad de los sistemas cerebrales subyacentes a los procesos
cognitivo-emocionales. Desde la psicológica fisiológica ya se había resaltado el papel clave del sistema límbico en el
procesamiento emocional. Este sistema está integrado por la amígdala, el hipotálamo, los sistemas dopaminergicos
mesocorticolimbicos, así como por zonas corticales tales como el córtex orbitofrontal, el dorsolateral prefrontal, y áreas del
córtex temporal y parietal.

En relación con los lóbulos frontales, el afecto positivo se asocia con la activación del lóbulo prefrontal izquierdo, en tanto que
el afecto negativo se vincula con la de derecho.

Los estudios con neuroimagen funcional han corroborado la implicación de estos sistemas neurales en la emoción. En este
sentido, se ha observado que los ganglios basales, el córtex prefrontal medial, el temporal y el parietal, se activan en sincronía
con el estado emocional de bienestar subjetivo.
Correlatos neurofisiológicos. La sinapsis que se establecen entre estos sistemas neurales emplean como principal
neurotransmisor la dopamina. Como indicamos antes, las vías dopaminérgicas mediatizan aquellas conductas que tienen
consecuencias placenteras para el organismo.

Los fármacos psicoactivos de efecto gratificante, también incrementan el nivel de dopamina de estas neuronas. Se ha
observado también que el incremento de la actividad dopamínica en estos sistemas cerebrales, acompaña al sentimiento de
euforia y excitación inducido por la progresión eficaz hacia una meta deseada.

Correlatos psicofisiológicos. La experiencia emocional de bienestar subjetivo se acompaña de un trasunto fisiológico que, vía
sistema nervioso autónomo, compromete la funcionalidad de diversos órganos y variables fisiológicas. Concretamente, la
felicidad se caracteriza por inducir modificaciones en los siguientes sistemas e índices fisiológicos.
a) Actividad respiratoria y de la musculatura esqueletal. Los sentimientos de gozo producen un aumento del nivel
general de tensión muscular, así como un incremento de la frecuencia respiratoria.

b) Actividad cardiovascular. Se produce una aceleración de la frecuencia cardiaca, moderadas elevaciones en los niveles
de presión sanguínea sistólica y diastólica, un ligero descenso del volumen sanguíneo, y vasoconstricción periférica que reduce
el flujo sanguíneo vascular y hace descender la temperatura superficial.

c) Actividad electrodérmica. Se produce modificaciones al alza tanto en los niveles basales de conductancia de la piel
como en el número de fluctuaciones espontaneas que tienen lugar en esta señal fisiológica.

La tasa cardiaca parece ser el índice fisiológico que mayor validez posee para diferenciar entre emociones, la frecuencia
cardiaca permite diferenciar la felicidad de la ira, el miedo y la tristeza. En el caso de la felicidad la reactividad cardiovascular es
menor que en la ora o el miedo.

3.3.3. La expresión facial de la emoción de felicidad


Los afectos positivos, incluida la felicidad, generan una determinada composición de los rasgos del rostro. De la existencia de
una disposición especifica de las facciones como expresión emocional de nuestro estado de gozo, da cuenta la lectura que los
otros hacen de ella. Así, son frecuentes expresiones como ‘se le ve gozoso’, ‘tiene cara de felicidad’, ‘no cabe en sí de gozo’.

Gestos faciales propios de la experiencia emocional de bienestar subjetivo:


a) Elevación, ligera a moderada, de los pómulos (UA-6)
b) Elevación y retraimiento bilateral de la comisura labial (UA-12)
c) Leve plegamiento de la piel debajo del parpado inferior (UA-7)

En la composición de este rostro afable intervienen los músculos cigomáticos mayores y orbiculares de los parpados.

3.3.4. La expresión vocal de la felicidad


La expresión vocal de la felicidad comparte rasgos comunes con otras emociones positivas (por ejemplo, la alegría, el júbilo o el
contento). Así, la persona feliz, en general, tiende a hablar con un tono de voz un poco más elevado y sonoro. Su tasa de
articulación no sufre cambios o se incrementa ligeramente, haciendo el lenguaje más fluente. Además, a lo largo de sus
discursos se producen también un mayor número de variaciones tonales.
3.3.5. Afrontamiento
La felicidad, plantea pocas demandas adaptativas a la persona. El estado de bienestar subjetivo en el que esta se encuentra,
lejos de ser monótono, presenta oscilaciones y mezclas afectivas entre el deleita sereno y el franco regocijo. Esta situación de
bonanza emocional favorece que el individuo se sienta lleno de energía, optimista y satisfecho, y que se perciba a sí mismo
como componente y valioso.

La persona feliz, posee una mayor capacidad de deleite, que le permite sentir gozo en un amplio abanico de situaciones. Del
mismo modo, este talante positivo fomenta nuestra inclinación a la relación social, al tiempo que nos hace más solidarios y
proclives a prestar ayuda. A nivel cognitivo, ejerce efectos beneficiosos sobre diferentes procesos psicológicos, optimizando el
aprendizaje, dotándonos de una mayor flexibilidad cognitiva, estimulando nuestro interés por el entorno y por la vivencia de
nuevas experiencias
3.4. Consecuencias de la felicidad
3.4.1. Efectos cognitivos
·Memoria. El afecto positivo actuaría como una buena señal o clave de recuperación para aquella información que posee
una valencia afectiva positiva, facilitando su evocación en la memoria de trabajo.

·Categorización. Favoreciendo la atención y el análisis de los aspectos de la situación en detrimento de los negativos o
menos agradables; es decir, se establecería una especie de filtro o tamiz perceptivo.

El estado de ánimo positivo, influye sobre el modo en que organizamos cognitivamente (categorizamos)n nuestro entorno. Las
personas felices perciben más interacciones entre los estímulos de su entorno y hacen un mayor número de asociaciones poco
usuales entre distintas cogniciones. Esto les permite encontrar similitudes (parecidos familiares) entre el ejemplar más
representativo y los ítems más marginales de la categoría. El afecto positivo facilita la percepción de afinidades o relaciones
incluso entre elementos que normalmente se consideran poco o nada vinculados.

Además, el bienestar subjetivo también promueve una mayor flexibilidad en la organización y delimitación de las categorías
mentales. La organización mental del entorno nos permite aprehenderlo y manipularlo de formas diversas.
Nuestra categorización de las cosas emocionalmente buenas apenas varía cuando somos felices, en tanto que la de las
emocionalmente malas no ve atenuado un ápice su grado de perversidad.

En resumen, la gente que se siente dichosa tiende a organizar su entorno en categorías mentales más amplias y de limites más
dúctiles. No obstante, estos efectos se ven modulados por la valencia afectiva del material a categorizar. De modo que, se
manifiestan de forma clara ante material emocionalmente neutro, afectan ligeramente al de valencia positiva y no tienen efecto
alguno sobre el de cariz emocional negativo.

·Resolución de problemas y creatividad. El afecto positivo facilita la generación de soluciones innovadoras y creativas.
El sentimiento de felicidad confiere a la persona una mayor flexibilidad cognitiva al encarar tareas de este tipo, permitiéndole
conectar ideas de una manera innovadora y útil. Cuando nos sentimos felices traemos a la memoria de trabajo una mayor
cantidad de material positivo.

La creatividad así optimizada nos permite hallar modos inusuales de hacer frente a las transacciones con el entorno, disfrutar
con la ejecución de determinadas tareas y mantener un talante afectivo positivo

3.4.2. Conducta social


En general, el afecto positivo estimula la sociabilidad y la conducta altruista, reduce el conflicto interpersonal y conduce, en
tareas que implican negociación, a la adopción de soluciones favorables para ambas partes.

No obstante, bajo determinadas circunstancias, las personas felices muestran menos predisposición a prestar ayuda que
aquellas que no presentan este estado afectivo, muestran una disposición prosocial menor; esto es, son menos dadas a prestar
ayuda (Isen y Simmonds, 1978)

En general un estado de ánimo feliz favorece conductas prosociales, pero este comportamiento altruista se inhibe o atenúa
cuando su desempeño supone una pérdida del propio estado de bienestar subjetivo.

4. EL AMOR
El amor es posiblemente la principal fuente de sentimientos agradables e intensos, al mismo tiempo que nos hace movilizar
muchas acciones y energías.

El amor sin duda tiene unos orígenes evolutivos. En cada nivel filogenético, los organismos se enfrentan a lso mismos
problemas, si quieren sobrevivir y reproducirse, entonces deben encontrar comida, deben evitar ser matados y deben
aprovecharse de las oportunidades reproductivas.

4.1. Definición
Fischer, Chaver y Carnochan distinguen entre dos clases de amor, el amor apasionado que ellos llaman ‘enamoramiento’ y el
amor de compañero que ellos llaman ‘cariño’.

Sternberg, plantea que no suelen darse formas aisladas o puras de amor en nuestras relaciones, sino combinaciones de tres
componentes básicos, que son:
·La intimidad, que hace referencia al sentimiento de cercanía, unión y afecto hacia otra persona
·La pasión, que hace referencia a un importante estado de excitación mental y física
·El compromiso, que hace referencia a la relación de compañerismo, sin que haya intimidad ni pasión

El amor no es estático porque cada uno de estos tres componentes básicos tiene una evolución temporal diferente.
Así, la intimidad se desarrolla conforme avanza la relación y puede continuar siempre creciendo, aunque este
crecimiento es más rápido durante las primeras etapas y luego se va enlenteciendo.

La pasión que es muy intensa en un principio y crece de forma vertiginosa, suele disminuir de la misma forma
conforme en relación avanza, estableciéndose en unos niveles moderados.

Por último, el compromiso se incrementa lentamente en un principio, más lentamente que en el caso de la intimidad, y
se estabiliza cuando se llega a un equilibrio entre lo que se da y lo que se obtiene en la relación.
El amor romántico, que es una combinación de intimidad y pasión, se produce cuando la personas se atraen tanto emocional
como físicamente, pero ese sentimiento de unión y compenetración no va acompañado de compromiso.

El amor apasionado, que es pura pasión, también llamado ‘amor obsesivo’ o ‘enamoramiento’, es una emoción muy
vehemente. Hatfield y Rapson lo definen como ‘un estado de intenso anhelo por la unión con otro’

El amor fatuo, que es una combinación de pasión y compromiso, se trata de una relación en la que no ha pasado aun el tiempo
suficiente para que se desarrolle la intimidad, aunque si se ha establecido ya un compromiso.

El amor compañero, que es una combinación de compromiso e intimidad. También llamado ‘amor verdadero’ o ‘amor
conyugal’, es una emoción lejana menos intensa, combina sentimientos de profundo cariño, compromiso e intimidad.

El amor vacío, en el que solo seda el compromiso y que, se trata de una relación superficial carente de pasión e intimidad

Por último, existe un tipo de amor que combina los tres componentes, y es denominado amor pleno/perfecto, según el autor
bastante difícil de alcanzar.

Pero además de estos tipos de amor propuestos por Sternberg, habría que considerar también el apego entre madre e hijo. Es
el amor con una función altamente adaptiva, que no solo incluye la supervivencia sino toda la esencia de la conducta social
humana.

4.2. Características
Shaver y Hazan han propuesto que el amor romántico podría ser concebido como una forma de cariño. Los patrones primarios
de cariño en los niños podrían influir en su cariño adulto.

Bartholomew ha propuesto que los estilos de cariño de los adultos se encuentran dentro de estos cuatro patrones,
dependiendo de su auto-imagen (positiva o negativa) y su imagen de los otros (positiva o negativa):
·Los hombres y mujeres que tienen una auto-imagen positiva y una imagen positiva de los otros serían capaces de tener
cariño a otros
·Aquellos con baja auto-estima y visión positiva de los otros podrían estar preocupados con sus relaciones íntimas.
·Aquellos que tienen una auto-imagen negativa y una imagen también negativa de los demás podrían estar temerosos de
acercarse a otros
·Aquellos que tienen una auto-imagen positiva y una imagen negativa de los otros podrían rechazar o separarse de los otros

Hatfield realizo un trabajo experimental para examinar la hipótesis de que cuando la auto-estima ha sido golpeada, las
personas pueden ser inusualmente receptivas al amor y al afecto ofrecido por los otros.

Un numero de teóricos han observado que la gente que es dependiente e insegura es especialmente vulnerable al amor
apasionado, los investigadores han demostrado que los individuos ansiosos son especialmente propensos a buscar relaciones de
amor apasionado.

4.3. Activación
4.3.1. Efectos subjetivos
La pasión se caracteriza por un sentimiento extremadamente intenso y desbordante, que suele ir asociado a una obnubilación
mental, gran euforia y deseo incontrolable por estar con la otra persona. Se alteran los procesos de valoración cognitiva, de tal
manera que se ve a la persona enamorada de forma idealizada, como poseedora de todo lo deseable y carente de cualquier
imperfección.

En el caso de la intimidad, esta se acompaña de sentimientos de comunicación, de compartir información y de una cercanía
tanto emocional como personal. Por su parte, el compromiso produce sentimientos de fuerte relación, aceptación del otro y de
capacidad de sacrificio.

Por último, en el caso del apego se caracteriza por un deseo de proximidad con la persona responsable del mismo, su presencia
es asociada a sentimientos de bienestar, mientras que la separación o perdida produce importante ‘ansiedad de separación’.

4.3.2. Activación fisiológica


Se ha identificado una hormona, la oxitocina, que parece promover vínculos afectuosos, cercanos e íntimos y conductas
sexuales y reproductivas.

Bloch, Orthous y Santibañez argumentan que no solo la alegría sino también el amor apasionado (eroticismo) y el amor de
compañero (ternura) están asociados con diferentes patrones de respiración y sonidos.

En el eroticismo la característica principal de activación sexual es un patrón uniforme de respiración que incrementa en
frecuencia y amplitud dependiendo de la intensidad del compromiso emocional.

En la ternura el patrón de respiración es de baja frecuencia con un ritmo uniforme y regular, la actitud postural es de
acercamiento.

4.3.3. Expresión facial


Se ha encontrado que es posible diferenciar la expresión facial de amor de las expresiones de alegría. Se especula que cuando
una persona está enamorada, toma una expresión parecida a la que exteriorizan las madres cuando están felices contemplando
tiernamente a sus hijos pequeños, es decir, mirando hacia abajo, sus caras parecen como si se derritieran, con una leve sonrisa y
en una atmosfera juguetona.

4.4. Medida del amor


La Escala de Amor Apasionado fue diseñada para valorar los indicadores cognitivos, fisiológicos y conductuales de un tal
‘anhelo por la union’

Los psicólogos han usado una variedad de escalas para medir amor de compañeros. Por ejemplo, Berscheid y Hatfield se
focalizan en las valoraciones subjetivas de las personas (actitudes)

Easton y Hatfield desarrollaron la Escala de Amor de Niños una versión de niños de la Escala de Amor Apasionado.

4.5. Consecuencias del amor


La documentación experimental y las entrevistas con amantes sugieren que las personas que están enamoradas pueden
experimentar al menos seis clases de recompensas.
·Momentos de regocijo
·Sentimientos de sobre-entendimiento y aceptación
·Compartir un sentido de union
·Sentimientos de seguridad y de estar fuera de peligro
·Trascendencia
·Efectos beneficiosos en el sistema inmunológico

Un numero de cuidadosos estudios ponen de manifiesto que varias emociones positivas, como la risa, la excitación erótica o la
excitación general, pueden intensificar la pasión.

Por último, el amor también tiene su precio. Así cuando las esperanzas que tenemos de establecer una relación fracasan o las
relaciones se rompen, la autoestima de las personas se ve deteriorada. Por su parte, las parejas que terminan una relación o en
un divorcio son vulnerables para un amplio rango de enfermedades físicas y psíquicas

Beatriz López, 2017

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