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Durante la realización de estas autopsias, tanto los patólogos como los técnicos están
expuestos a varios riesgos:
Caídas.
Contactos eléctricos.
Sobreesfuerzos.
Caídas
Las caídas durante la realización de autopsias se pueden producir al mismo o a distinto
nivel. Las caídas al mismo nivel son producidas por suelo mojado, como medida
preventiva habrá que construir el suelo con materiales antideslizantes y debe facilitar el
drenaje del agua y de los líquidos y para ello debe tener una pendiente ligera que vaya a
un desagüe; también es importante que el calzado sea antideslizante.
Las caídas también se pueden dar por cables de herramientas o porque las mesas de
autopsias no son regulables y las personas de baja estatura usan plataformas inestables.
Una vez que esta herramienta entra en contacto con el cadáver puede provocar daños de
dos tipos:
La herida en sí
Para evitar el riesgo que provoca la sierra cortante tendremos que comprobar que las
cuchillas no estén dañadas y cuando las cambiemos asegurarnos de que la sierra está
desconectada.
Contactos eléctricos
Esto se produce cando usamos herramientas eléctricas y se ve incrementado cuando hay
presencia de agua.
Otro riesgo eléctrico es si no conocemos el historial clínico del cadáver, este puede llevar
un marcapasos, en este caso debemos llamar a un experto para que lo identifique, la
desactivación la tiene que llevar a cabo el fabricante o una persona experta.
Sobreesfuerzo
Estos sobreesfuerzos van a ser debidos a la movilización del cadáver, y nos afectan
directamente a los técnicos, para evitar esto hay que evitar la movilización manual del
cadáver y hacerla a través de medios mecánicos.
Por lo general al único agente químico al que estamos expuestos durante la autopsia es al
formol, pero excepcionalmente las muertes causadas por una intoxicación de cianuro
pueden originar una exposición a este durante la necropsia. El cianuro produce una serie
de síntomas que son náuseas, vértigos, irritación de las mucosas y dolor de cabeza
repentino.
Hay muy poca gente que pueda detectar el olor del cianuro, por eso es más peligroso, y
como medida preventiva siempre hay que mirar el historial clínico y si se sospecha de
muerte por ingestión de cianuro se debe tomar una serie de medidas, hay que utilizar
protectores respiratorios y realizar la apertura del estómago en una vitrina con filtros
adecuados.
Exposición a radiaciones ionizantes
Se puede producir una exposición a este tipo de radiaciones cuando el paciente ha estado
sometido a tratamientos de radiación interna mediante implantes radiactivos que son los
que se usan en algunas terapias para el cáncer.
Como medida preventiva hay que mirar la historia clínica, ya que en ella se debe informar
sobre la presencia de dichos implantes. Ante un paciente con implantes debemos de
consultar con los responsables de la protección radiológica del centro para determinar qué
medidas tenemos que adoptar. Por supuesto las mujeres embarazadas o en periodo de
lactancia deben evitar la exposición a radiaciones.
Riesgo de
propagación a la Profilasis o
Nivel de riesgo Riesgo infeccioso colectividad tratamiento eficaz
Puede causar
enfermedad y
constituir un peligro Es poco probable que
2 para los trabajadores se propague Posible generalmente
Provocan una
enfermedad grave y un
serio peligro al No se conoce
4 trabajador Existe riesgo elevado actualmente
Independientemente del nivel de riesgo los organismos patógenos se pueden transmitir por
varias vías de inoculación, por contacto directo con la piel y a través de la piel se absorbe,
salpicaduras sobre mucosas o piel, por inhalación de aerosoles o por vectores (insectos),
de este modo el grupo de riesgo del agente infeccioso y las posibles vías de transmisión
van a determinar las medidas de protección necesarias para controlar el riesgo.
Realizar los procedimientos de manera secuencial, tomando las debidas precauciones para
garantizar la seguridad.
Las áreas de trabajo deben ser suficientemente espaciosas como para poder mantenerse
limpias y ordenadas. El espacio requerido dependerá del volumen de autopsias realizadas.
Las áreas de trabajo deben estar debidamente ventiladas, lo que puede conseguirse mediante
ventilación natural o forzada, o mediante el uso de unidades de aire acondicionado, equipadas con
filtros para el polvo en la entrada de aire.
Las tuberías que transportan líquidos no deben pasar por encima de las superficies de
trabajo, a no ser que estén provistas de un revestimiento herméticamente sellado.
Las paredes, techos, suelos y superficies de trabajo deben ser lisas, de material no
absorbente y fácil de limpiar y desinfectar.
Los armarios, estanterías, equipos y material de laboratorio deben estar colocados de forma
que evite la acumulación de polvo y se facilite su limpieza. Se recomienda el uso de armarios hasta
el techo.
Ausencia de mobiliario, documentos y objetos que no sean los estrictamente necesarios para
la realización de autopsias.
Cuando el trabajo en condiciones estériles sea limitado o tenga lugar sólo ocasionalmente, puede
ser suficiente con utilizar una superficie de trabajo limpia siempre que se apliquen las técnicas
asépticas.
Deberá establecerse un programa de limpieza y desinfección de la sala que tenga en cuenta los
resultados de la vigilancia de las condiciones ambientales y la posibilidad de contaminación cruzada.
La sala debe restringirse al personal autorizado. Cuando existan este tipo de restricciones, el
personal deberá conocer:
Condiciones ambientales:
Las condiciones ambientales no deben invalidar los resultados. La sala de autopsias debe
disponer de un programa adecuado para mantener las condiciones ambientales adecuadas, tanto del
aire como de las superficies de trabajo, con la finalidad de conocer las tendencias en los niveles de
biocontaminación.
La sala debe definir los recuentos máximos de microorganismos que considere aceptables y
disponer de un procedimiento documentado en el que se describan las medidas a tomar para corregir
las situaciones en que se sobrepasen estos límites. Estas medidas incluyen:
También existen otros guantes especiales frente a riesgos biológicos que están formados
por 2 capas externas de un material elástico y que en su capa interna contienen un agente
desinfectante; para realizar la autopsia es aconsejable el uso de estos guantes junto con
otra clase de ellos. El guante nos lo debemos cambiar tras cualquier rotura o perforación.
Protectores oculares:
Estos protegen al usuario frente al riesgo de salpicaduras o biocontaminación por
aerosoles.
Los protectores oculares que existen son las gafas de protección, que se deben de adaptar
perfectamente a la cara para conseguir la hermeticidad.
Otro tipo son las máscaras que van a proteger las mucosas y las vías respiratorias.
Protectores respiratorios:
Protegen de las salpicaduras a la boca y a la mucosa nasal. Tenemos las mascarillas
quirúrgicas o autofiltrantes; ambas deben desecharse cuando sean salpicadas.
La ropa de protección:
Debe ser impermeable y cubrir el cuerpo y la cabeza, en la que nos pondremos siempre un
gorro.
Calzado:
Debe ser antideslizante, cerrado, impermeable, de fácil limpieza y resistente a
desinfectantes.
Una buena opción es el uso de botas altas para que enlace con la ropa que llevamos en
las piernas.
Los aerosoles también se pueden formar cuando abrimos el intestino, por eso se aconseja
abrirlos en un recipiente con agua o cubrirnos la cabeza.
Medidas higiénicas
Estas son no comer, no beber, ni fumar. También se pueden cubrir las lesiones y heridas
de las manos con apósitos impermeables, si esto no podemos hacerlo debemos evitar la
autopsia. Otra es lavarse las manos y ducharse tras la autopsia.
Pueden ser huesos rotos que producen astillas que nos podemos clavar. En cuerpos que
vienen con traumatismos es aconsejable hacer una radiografía.
Otro puede ser elementos punzantes de intervenciones médicas anteriores como prótesis
o agujas en el tejido subcutáneo de drogodependientes.
Sangre.
Tejidos.
Líquidos corporales.
Se tendrá especial cuidado en no pincharse ni cortarse, sobre todo con objetos
contaminados o manchados de sangre.
Precaución con salpicaduras en boca y conjuntiva ocular, pues son puertas de entrada de
los microorganismos. Se extremarán las medidas de seguridad cuando el cadáver sea VIH
positivo; asimismo, los cadáveres sometidos a una prueba serológica donde el resultado
es VIH negativo, serán tratados como positivos, ya que pueden encontrarse en el periodo
ventana.
Las muestras, especialmente de sangre, deben ser recogidas por personal experimentado.
En cuanto a las agujas, deben ser desechadas en contenedores identificados, se aconseja
que la aguja sea separada con pinzas o con algún sistema que evite el riesgo de pinchazo.
Desinfección:
Estudiaremos la muestra. Si es HbsAg (-) no es preciso hacer nada más. Debe realizarse
también el estudio de anticuerpos antivirus de la hepatitis C o anti-VIH.
El accidentado:
Si presenta HgsAg (+) en la muestra tomada en el momento del accidente, no es preciso
hacer nada más. Bien padece ya la enfermedad o la tuvo en el pasado.
Vacunación hepatitis B:
Los grupos de riesgo habitualmente aceptados y cuya vacunación debería ser total
incluyen:
Personal sanitario.
Personas que, no perteneciendo al primer grupo, están en frecuente contacto con los
pacientes.
Priones
Los priones son proteínas víricas causantes de enfermedades. Entre ellas destacaremos la
enfermedad de Creutzfeld-Jacob, encefalopatía fatal y poco frecuente. Afecta a adultos de
edad mediana y los síntomas son demencia progresiva, disartria (dificultad para articular
palabra), pérdida de masa muscular y aparición de diversos movimientos involuntarios. El
paciente empeora de semana en semana y la muerte se produce al cabo de un año. No es
frecuente la transmisión directa, pero se ha observado la aparición de la enfermedad
varios años después de la exposición a agujas, instrumentos quirúrgicos u objetos que se
habían utilizado en cadáveres con esta patología. Como medida preventiva se destruirá o
esterilizará todo material potencialmente infeccioso.
Tuberculosis
Infección granulomatosa crónica producida por un bacilo acidorresistente, Mycobacterium
tuberculosis, que se transmite a través de gotitas de saliva y afecta a los pulmones, si bien
puede darse otras vías de contagio y lugares de infección.
En la sala de autopsias hay que tomar medidas de precaución, pues puede ser transmitida
por inhalación al manipular pulmones infectados en fresco. Habrá que perfundirlos con
formol antes de lonchearlos para prevenir el contagio.
Rabia.
Algunas encefalitis.
Vías de transmisión
Inhalación
Se pueden formar aerosoles:
Al comprimir órganos.
Al seccionarlos.
Extraer vísceras.
Lavar intestinos.
Ingesta
Como en todo laboratorio, en la sala de autopsias está prohibido comer, fumar, llevarse
nada a la boca, tocar con guantes…
La apertura, disección y lavado de las vísceras puede liberar patógenos intestinales como
la Salmonella, Shigella, Escherichia coli… o cualquier enterobacteria.
Mucho cuidado con rotura o cortes en los guantes, pinchazos en la mano, etc.
A través de la conjuntiva
Cuidado ante salpicaduras de sangre, líquidos y tejidos.
La seguridad, como prevención, viene definida por una serie de barreras. Éstas se rompen
por fallos humanos y/o errores mecánicos.
Barreras primarias
Las localizadas en torno al origen del riesgo: contenedores, equipos e instrumental
correcto, y buena práctica.
Aerosoles; salpicaduras.
Cortes; pinchazos.
Cuando se presuma de la existencia de una tuberculosis, es necesario perfundir los pulmones
con formol (tras toma microbiológica y antes del loncheado).
Para lavar vísceras o abrir intestino hay que intentar que el agua no salga a presión, que no
salpique.
Sierra:
Con aspiración.
Desinfectantes
En la sala de autopsias habrá un listado con normas claras de qué es lo que hay que
utilizar en cada caso. A continuación expondremos sus características más importantes, en
cuanto al espectro de actuación, y los inconvenientes que presentan.
Alcoholes
Deben utilizarse siempre después de la limpieza del material, ya que se inactiva en presencia
de materia orgánica.
Compuestos yodados
Es un antiséptico potente, bactericida, virucida y fungicida.
Cloros y derivados
Son bactericidas, virucidas y amebicidas. La mayor parte de las bacterias son sensibles al
cloro en concentraciones inferiores a una parte por millón.
Agua oxigenada
Compuestos fenólicos
Se utilizan para la desinfección de zonas de alto riesgo. Son activos incluso en presencia de
materia orgánica.
Aldehídos
Son activos frente a bacterias, hongos y virus. Son desinfectantes muy potentes.
Barreras secundarias
Localizadas en el círculo del operador. Incluirían la indumentaria, la higiene personal y las
atenciones médico sanitarias.
Indumentaria
Se prestará especial atención en no llevarse nada a la boca, lavarse bien las manos,
extremaremos las precauciones con ropa contaminada y mantendremos en zona limpia
nuestra ropa de calle.
Atenciones médico-sanitarias
En caso de lesión con riesgo de infección se lavará con abundante agua y un antiséptico. Si
hubiera herida dejaremos que sangre para evitar anaerobios (tétanos) y acudiríamos al médico.
Barreras terciarias
Localizadas alrededor del laboratorio: evitan que los riesgos del laboratorio puedan
repercutir en la comunidad. La regla a seguir es que ningún material tóxico o infeccioso
abandone el laboratorio. Su objetivo es prevenir las infecciones para otro personal del
Hospital y de la Comunidad.
Se deberán tomar precauciones con las visitas: médicos del hospital, estudiantes y
observadores, servicios de mantenimiento o aprovisionamiento. Debe haber una línea en
el suelo bien marcada que señale el límite entre las zonas sépticas y asépticas, para que
el personal no autorizado sepa que no debe pasar de allí. Asimismo es recomendable una
galería separada con entrada aparte y barandilla para espectadores.
Los bancos para trabajar con los órganos deben estar provistos de mamparas
transparentes protectoras. No se realizarán demostraciones con órganos frescos en
cadáveres infectados por el VIH, hepatitis B, tuberculosis y enfermedad de Creutzfeld-
Jacob.
Respecto al personal de mantenimiento utilizaremos una serie de medidas preventivas,
como el uso de indumentaria adecuada, y desinfección de todo equipo que vayan a
revisar.
Tratamiento de residuos
Tipo II. Pertenecen a este grupo los residuos sanitarios que no presentan a priori riesgos
de producción de enfermedades infecciosas, ni tampoco peligro de contaminación a la
hora de su eliminación. Son los residuos no específicos. Aquí se engloban los restos
derivados de la actividad del laboratorio como son el papel de filtro, material de un solo
uso, recipientes vacíos de sangre, suero, orina, LCR o cualquier muestra biológica. Estos
se conocen como residuos biológicos.
Tipo III. Se incluyen en este grupo los residuos infecciosos en general y aquellos que, aun
no siendo infecciosos, contienen un alto riesgo de contaminación. Aquí se incluye el
material desechable contaminado de estos laboratorios de patología, también los envases
de citostáticos, agujas, vacunas vivas y atenuadas, cultivos y material contaminado, restos
de animales, así como el material cortante y punzante. Estos son los llamados residuos
de riesgo.
Tipo IV. Son los residuos sujetos a normativas singulares. Son aquellos que tienen que ser
tratados con requerimientos especiales desde el punto de vista higiénico y
medioambiental.
Los residuos del Tipo I se recogen en bolsas de color negro homologadas, de galga 69;
estas bolsas, a su vez, se introducen en otras más resistentes también de color negro y de
galga del tipo 6, según la norma UNE-53-147-85. Las bolsas, una vez cerradas, se
introducen en contenedores normalizados de 120 o 240 litros, similares a los domésticos.
Los del tipo II se recogen en bolsas de polietileno de color verde, con galga 69, que, a su
vez, se introducen en otras más resistentes y más grandes de galga 200 del tipo 6 del
mismo color y que cumplan la norma UNE-53-147-85. Las bolsas pasarán a contenedores
de color verde, salvo que el ayuntamiento de la localidad lo recomiende de otro color.
Tapa que permita la apertura y cierre temporal repetidamente hasta su llenado, una vez lo
cual quedará cerrado herméticamente de una manera definitiva.
Los que no sean cortantes o punzantes se echan en bolsas de polietileno de color rojo
cuando sean de pequeño volumen; en caso contrario, se utilizan contenedores rígidos de
polietileno de alta densidad que permitan cerrarlos herméticamente una vez llenos. Las
bolsas antes mencionadas de color rojo también se introducirán en estos recipientes.
Los contenedores para estos residuos especiales (patológicos y/o infecciosos), cuyas
características vienen definidas en la forma preliminar DIN V 30-379, han de tener las
siguientes características:
No serán transparentes.
Estarán provistos de asas, agarraderos o cualquier otro dispositivo que permita su fácil
arrastre.
La tapa del envase deberá poder abrirse cuantas veces sea necesario hasta su llenado total,
pero de tal modo que no sea posible establecer contacto con el contenido.
Una vez lleno el contenedor podrá ser cerrado con plena seguridad para su transporte; y si se
intenta su apertura posterior deberán quedar claras señas visuales del intento de apertura.
Deberán poder ser incinerados conjuntamente con los residuos que contienen.
Tendrán una capacidad o volumen superior a 70 l.
Transporte y eliminación
La evacuación de los residuos para su posterior eliminación o tratamiento, es realizada
habitualmente por los servicios del Ayuntamiento donde esté ubicado el laboratorio que los
produce. No obstante, la recogida puede hacerse por empresas autorizadas por el
organismo competente: Ayuntamientos y Comunidades Autónomas.
Los residuos del Tipo III requieren un sistema de transporte específico hasta una planta
incineradora, la mayoría de las veces a través de una empresa especializada. El
tratamiento y eliminación de estos residuos y los citostáticos se realizarán teniendo en
cuenta criterios de inocuidad, asepsia y salubridad, con el fin de garantizar la eliminación
de todos los gérmenes patógenos. Estos deben ser incinerados a altas temperaturas para
garantizar su destrucción. En caso de no existir una planta de incineración en el municipio
donde esté ubicado el centro productor, este deberá contar con horno propio para el
tratamiento de estos residuos. Si no hubiera horno crematorio se podrán tratar mediante
autoclave, extremando las medidas de control para una correcta eliminación. Una vez
realizado este proceso se eliminarán como los residuos asimilables a urbanos.
Transporte de muestras
Los contenedores deben ser de plástico, con cierre de rosca y a ser posible desechables.
En algunos hospitales estos contenedores se colocan en el interior de bolsas de plástico
autocerrables para evitar que, si están manchados por fuera, contaminen en el transporte.