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Reabsorción del reborde residual maxilar anterior y mandibular posterior en

pacientes que usan una sobredentadura retenida por implante mandibular:


Introducción:
La reabsorción ósea en los procesos alveolares en edéntulos ha sido estudiada
extensamente, y se ha llegado a la conclusión de que es un proceso crónico, progresivo e
irreversible que se produce en todos los pacientes. Se han observado diferencias entre
individuos en la cantidad y la velocidad con que se pierde el hueso alveolar, que se han
atribuido a una diversidad de factores como la edad, el sexo, la anatomía facial, el
metabolismo, la higiene bucal, parafunción, la salud general, el estado nutricional,
enfermedades sistémicas, osteoporosis, medicamentos y la cantidad de tiempo que el
paciente ha permanecido desdentado
Una sobredentadura está indicada cuando existe una relación esquelética desfavorable,
es decir, una discrepancia intermaxilar mayor de 15 mm, una línea de sonrisa alta, la
imposibilidad de colocar prótesis fija, una gran pérdida de soporte vestibular, limitaciones
económicas del paciente, dificultad de higiene bucal por parte del paciente y en pacientes
portadores de prótesis completas que hayan perdido efectividad
Las sobredentaduras implantorretenidas son una alternativa para aquellos casos de en los
que las prótesis completas convencionales presentan problemas de retención y
estabilidad para los pacientes. Debido a que permiten un mejor reparto de las cargas,
ofrecen mayor estabilidad que las prótesis completas convencionales, la efectividad es
positiva y el paciente encuentra un mejor confort.
Desarrollo
Según estudios se ha visto que hay una pequeña reabsorción osea debido al número y
distribución de los implantes, así como el diseño protésico de la sobredentadura, afecta la
carga de los implantes y el hueso de soporte. Se llegó a la conclusión de que un número
de cuatro implantes era el mínimo para soportar una sobredentadura maxilar y se
recomiendan seis implantes en caso de presentar compromiso óseo. Por eso debemos de
tener en cuenta los siguientes requisitos:
Requisitos:
Número de implantes
En primer lugar, es conveniente decidir cuántos implantes se colocarán ya que influirá en
el diseño de la sobredentadura. El número de implantes vendrá determinado tanto por la
biomecánica de la prótesis como por la ubicación de la misma, en la mandíbula o en el
maxilar superior.
En la mandíbula, cuando el objetivo sea una prótesis implantomucosoportada, es
suficiente con colocar dos implantes, idealmente situados en la zona de los caninos
Si se trata de una prótesis implantosoportada serán necesarios al menos cuatro implantes
bien distribuidos. Sólo si han quedado situados muy anteriormente y la extensión
anteroposterior de la barra es poca se comportará biomecánicamente como una prótesis
implantomucosoportada 
En el maxilar superior pondremos siempre al menos cuatro implantes ya que la calidad del
hueso es peor que en la mandíbula y, a la vez, la cantidad es menor debido a la presencia
del seno maxilar. Cuando la sobredentadura vaya a ser implantomucosoportada será
suficiente con estos cuatro implantes, mientras que si queremos realizar una prótesis
implantosoportada deberemos poner cinco o mejor seis implantes bien distribuidos.
La clave que marca la biomecánica en ambas arcadas es que, cuando se pretenda una
sobredentadura implantosoportada, será imperativo disponer de implantes tanto en el
sector anterior como en ambos sectores posteriores y, además, que la distancia existente
entre el implante más distal y el más anterior en ambos lados sea igual o mayor que la
longitud del extremo libre respectivo. Siempre que se cumpla este precepto, la prótesis
será implantosoportada. Cuando no se cumpla en uno o ambos lados, se tratará de una
sobredentadura que biomecánicamente se comportará como una prótesis con soporte
mixto

Espacio interoclusal
Uno de los requisitos fundamentales para que el tratamiento con prótesis tipo
sobredentaduras funcione es la existencia de un espacio interoclusal adecuado, ya que
los componentes utilizados deben ocupar el espacio debajo de los dientes artificiales
montados en la sobredentadura. En caso este espacio sea insuficiente, puede aparecer el
sistema de retención, o no podrá ser utilizado un sistema de retención. El espacio
interoclusal requerido para una “sobredentadura”, medido del hombro del implante al
borde incisal, es de aproximadamente de 12 a 14 mm. Por tanto, el sistema de attachment
más el material oclusal deben estar incluidos en este espacio. Si el componente es de
excesivo tamaño o el espacio protético es inadecuado o reducido puede resultar en una
prótesis sobre contorneada, dimensión vertical excesiva, ocasionar fractura de los dientes
adyacentes, debido al poco espesor de la resina o pérdida de componentes, fractura de la
propia prótesis y consecuente insatisfacción de los pacientes
Principales sistemas de retención para sobredentaduras
Los sistemas retentivos más frecuentemente empleados son las barras y las bolas o
esferas
El sistema de barra está indicado cuando existe un espacio interalveolar suficiente y se
requiere de una retensión muy fuerte. Tiene la ventaja de que la barra puede ser
desmontada, desenroscando los tornillos de fijación.
El sistema de esferas o bolas se utiliza cuando existe una reabsorción de moderada a
severa del reborde alveolar, que presenta todavía cierta estabilidad lateral para las
prótesis y es apropiado cuando se dispone de un espacio interalveolar limitado.

Transmisión de las fuerzas oclusales


Las fuerzas producidas en el acto masticatorio son transmitidas de las sobredentaduras a
los tejidos de soporte mucosos y dependiendo del sistema de retención utilizado, rígido o
resilente, al propio implante. Sin embargo, hay controversias en la literatura sobre este
mecanismo de transmisión y distribución de las tensiones a consecuencia de la función
masticatoria de las sobredentaduras, a través de los sistemas de retención e implantes a
los tejidos óseos y de soporte16. Así, actualmente, los mecanismos responsables por las
fallas biomecánicas de los implantes no están completamente definidos en la literatura y
la influencia de los diversos factores biomecánicos no es conclusiva.20 Entretanto,
fuentes de infección y sobrecarga son los principales factores fisiológicos y biomecánicos
responsabilizados por el fracaso de un determinado tratamiento.
Sabemos que la concentración de tensión en el implante es mayor con el aumento de la
resilencia (flacidez) de la fibromucosa. Por eso, algunos autores creen que la utilización
del sistema de retención del tipo barra-clip va a disminuir ese estrés por posibilitar un
movimiento rotacional, y a veces vertical, de la sobredentadura en relación a la
fibromucosa, en torno al eje de la barra. Ese movimiento durante la masticación es
necesario para proteger al pilar y permitir la resilencia de la fibromucosa. Por otro lado,
otros autores afirman que las sobredentaduras con el sistema barra-clip, por permitir
apenas rotación entorno de la barra, proporciona mayor transferencia de tensión a los
implantes y al sistema barra-clip en comparación a las sobredentaduras sobre dos
implantes aislados (con soporte principalmente mucoso), fijadas por medio de sistemas
esféricos o magnetos (sistemas resilentes), que permiten la rotación y la translación libre
de la sobredentadura
De esa manera, la introducción de las barras tiende a una mayor transmisión de las
cargas oclusales para los implantes, en lugar de la transmisión directa para la
fibromucosa, que es lograda con la utilización de los sistemas de retención aisladamente
sobre los implantes, sea cual sea el sistema elegido.
A pesar de eso, algunos estudios muestran que una prótesis tipo sobredentadura también
puede ser instalada inmediatamente después de la cirugía de instalación de los implantes,
desde que estos implantes permanezcan unidos por una barra30. (Figuras 7A a 7D) Esta
situación no es aceptable para casos donde los implantes están aislados, ya que el
esfuerzo biomecanico lateral al implante durante la fase de oseointegración puede llevar a
su pérdida.
Rebasados periódicos
Independientemente del sistema de retención utilizado, para mantener la efectividad de
los sistemas de retención y evitar complicaciones, es fundamental que se realizen
rebasados periódicos, pues así la prótesis estará siempre bien adaptada al reborde
alveolar.

Consideraciones finales
Basados en la literatura estudiada fue posible constatar que para la elección del sistema
de retención utilizado en sobredentaduras inferiores deben ser consideradas las
características clínicas individuales de cada paciente para obtener un correcto
planeamiento y comportamiento biomecánico de las sobredentaduras sobre dientes o
implantes, lo que irá reflejarse en la duración de la rehabilitación. 
Para la longevidad del tratamiento, deben ser realizados controles periódicos, evaluando
la necesidad de rebasado, para que la prótesis sea lo más funcional posible.
Conclusiones:
El presente artículo no encontró correlación entre la reabsorción del reborde residual
mandibular posterior y la reabsorción del reborde residual maxilar anterior. Había con
sobredentaduras mandibulares retenidas por implantes que dieron como resultado fuerzas
de masticación más altas y una función masticatoria mejorada, esta función oral mejorada
aparentemente no resultó en un aumento de la reabsorción del reborde residual en la
mandíbula posterior y el maxilar anterior.

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