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TERAPIAS DE TERCERA GENERACIÓN

MODELOS DE INTERVENCIÓN

PRESENTADO:
ÁNGELA MARCELA PEÑA

DOCENTE.
SANDRA MARCELA GARCÍA ROJAS

PSICOLOGÍA VIII
BUCARAMANGA
2017
Objetivo General.

Conocer los beneficios y falencias de las terapias de la tercera generación para tener

una mayor información a la hora de aplicarla esta dicha terapia.

Objetivos específicos

Saber utilizar las terapias de tercera generación de pendiendo el caso del paciente

para que sea eficaz en su aplicación.

Investigar las falencias que tienen esta terapia para no cometer errores con el

paciente.

Aprender a utilizar las herramientas que tiene esta terapia para el abordaje del

paciente o cliente.
La Terapia de Aceptación y Compromiso es una de las terapias más completa que

existen en la Tercera Generación de Terapias de Conducta. Estas terapias conductistas de

tercera generación comienzan a surgir a finales de los 80, y aparecen plenamente

desarrolladas con varios manuales clínicos en los 90. La terapia de aceptación y

compromiso se encuadra dentro del conductismo radical, que considera las cogniciones

como conductas y, como tales, sujetas a las mismas leyes que cualquier otro

comportamiento. De forma que lo importante para ella no es el contenido de los

pensamientos, sino la función que tienen en el contexto en el que se dan. Por eso, apenas

emplea la reestructuración cognitiva, porque su intención principal no se dirige a cambiar el

contenido de los pensamientos, sino que modifica la función que tienen (Hayes, Strosahl, y

Wilson, 1999; Wilson y Luciano, 2002)

(Hayes, 2004). Ha diferenciado tres generaciones de terapias. La primera se refiere

a la terapia conductual clásicas es decir del Condicionamiento Clásico de Pavlov y el

Condicionamiento Operante de Skinner. En su día, estas técnicas resultaron muy útiles a la

hora de tratar miedos, fobias, depresiones, es decir, trastornos neuróticos. Esta terapia

apoya el cambio directo del comportamiento mediante el manejo de contingencias, pero

esta terapia no es eficaz en ciertos tratamientos. Nos referimos a terapias de segunda

generación cuando hablamos de terapias cognitivo-conductuales, que da por sentado que

los pensamientos (cogniciones) distorsionados son la causa de los trastornos psicológicos,

del malestar de la persona.


La terapia cognitivo-conductual es la más representada en el movimiento de los

tratamientos psicológicos que han probado su eficacia en relación con la medicación.

Pero desde el punto de vista de las terapias de la tercera generación, la eficacia de La

terapia cognitivo conductual la cual se centra en los problemas cognitivos de las personas

para mejor sus conductas ha resultado exitosa ya que se pueden observar los cambios que

presenta el paciente pero presenta problemas ante las dificultades para abordar

inicialmente los temas más cognitivos, pensamientos, obsesiones, recuerdos, traumas, etc.,

con las técnicas de modificación de conducta, que habían sido suplidas en su explicación

por las denominadas cognitivas-conductuales. Aquí se comienza a cambiar pensamientos y

recuerdos como cualquier otra conducta, a partir del lenguaje, pero sin misterios ni teorías

profundas sobre la mente del individuo. Por otro lado, también ante los problemas de

generalización y mantenimiento a largo plazo en muchos problemas clínicos de tipo

crónico, con largas historias de tratamiento, y con problemas existenciales o vitales, hasta

ahora solo abordaban otro tipo de psicólogos puede estar limitada debido a su tendencia a

estandarizar los casos. Dicha eficacia puede ser que se deba más que nada a la parte

conductual.

Entre las limitaciones de estas terapias, destaca que se desconocen sus principios activos o

lo que es igual, cuando producen cambios significativos no se sabe qué lo causó ni por qué.

La efectividad de estas terapias se ha relacionado más con sus componentes conductuales

que con los cognitivos, lo que implica una contradicción con sus presupuestos, y, a la vez,

un desconocimiento del papel real que tiene la intervención directa sobre los eventos

cognitivos.
En este tipo de terapias existen tres contestos en el que se desarrolla: persona, relación

terapéutica y ambiente.

Persona: La persona tiene unas creencias, ideas, formas de pensar, acerca de su propio

funcionamiento y, consecuentemente, también acerca de su trastorno o síntomas clínicos.

Ambiente: el medio en el que se desenvuelve la persona, Familia, amistades, trabajo.

Relación terapéutica, es el contexto de la terapia como apoyo, ayuda a la corrección, a la

redirección, aprendizaje.

Se puede decir que esta terapia es muy completa a la hora de ayudar al paciente ya

que centra al paciente en la modificación de la conducta y la estructura del pensamiento. Es

una terapia muy amplia que mide todos los aspectos del paciente y le proporciona

herramientas que lo ayudaran a salir de su problema psíquico.


Bibliografía

Recuperado de:

http://www.psicologiaonline.com/psicologia_clinica/nuevas_terapias_psicologicas/terapias-

de-tercera-generacion.html

Recuperado de: http://www.enfoquecentro.com/que-son-las-terapias-de-tercera-

generacion/
.

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