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UNIVERSIDAD VALLE DE GRIJALVA

CONCEPCION DE FORMACION DOCENTE

DOCTORA ANA LILIA CABRERA ARGUELLO

ANÁLISIS CLINICO “LA SOCIEDAD DE LOS POETAS


MUERTOS”

ARIEL ORTIZ ARENAS

E00000247296

1er. CUATRIMESTRE

SABADOS

MAESTRIA EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN CON


FORMACION EN DOCENCIA E INVESTIGACIÓN

COMITAN DE DOMINGUEZ A 01 DE ENERO DE 2020.


INTRODUCCION
Película, mejor conocida como Dead poets society, trata sobre una prestigiosa
academia estadounidense, llamada Welton; donde enseñan valores para poder formas
personas cultas en la sociedad, dichos valores son la tradición, el honor, la disciplina y la
excelencia.
Después de la ceremonia inaugural cuatro estudiantes se conocen sin saber lo que
les esperaba ni la gran aventura que experimentarían, también ese mismo año llega un
profesor nuevo de literatura, llamado John Keating, quien también influirá en esa
aventura.
Todo comienza cuando el profesor en su primer día de presentación de clases les
pide a sus alumnos que salgan del salón y en el pasillo les enseña un poema dedicado al
presidente Abraham Lincoln; también les enseña una orla de la primera generación de
estudiantes del colegio y les dice que ellos no entendieron el concepto del carpe diem y
que ahora, desde el más allá, piden a los nuevos estudiantes que no pierdan lo que no
podrán volverá recuperar: el tiempo.
Los jóvenes compañeros se enteran de que su profesor tenía un club con sus
amigos, llamado la sociedad de los poetas muertos, donde contaban poemas, entonces
ellos quisieron crear su propio club de poetas muertos, comenzando así toda la aventura.
Análisis de la película "La Sociedad de los poetas muertos"

Tradición, honor, disciplina y excelencia: ésos son los valores de la


prestigiosa academia estadounidense Welton. En 1959 llega al centro un nuevo
profesor de literatura llamado John Keating (Robin Williams) y cuatro alumnos se
conocen después de la ceremonia inaugural: Todd Anderson (Ethan Hawke), Neil
Perry (Robert Sean Leonard), Knox Overstreet (Josh Charles) y Charlie Dalton
(Gale Hansen).

Cuando esperan la presentación del nuevo profesor, éste les pide que
salgan del salón y en el pasillo les señala un poema que Walt Whitman le dedicó
al presidente Abraham Lincoln: Oh capitán, mi capitán. De repente, les señala una
orla de la primera generación de estudiantes del colegio y les dice que ellos no
entendieron el concepto del carpe diem y que ahora, desde el más allá, piden a
los nuevos estudiantes que no pierdan lo que no podrán volver a recuperar: el
tiempo. En clase, el profesor les pide que observen el gráfico de coordenadas que
la introducción del libro utiliza para definir la poesía, y él lo califica como «basura»
y les dice que arranquen esa página, pues su concepción de poesía es que no
tiene estructura, ni normas. Sólo crea y piensa en algo, dale el énfasis que
necesitas y rompe esquemas.

Con esta presentación, los cuatro amigos se interesan por saber quién es
su extraño profesor y descubren, mediante el anuario de su promoción, que formó
parte del Club de los poetas muertos. Cuando le preguntan directamente en clase,
él les explica que el grupo se reunía en la cueva a la que llamaban India y
escribían poesía, pensaban libremente y expresaban sus emociones a través de
«una verborrea que fluía como la savia de un árbol herido». Los chicos deciden
crear un nuevo Club de los poetas muertos y, encabezados por Neil, una noche se
escapan a la cueva y comienzan un ritual: el que se ve reflejado en que la cueva
está libre de los prejuicios de la sociedad y no hay nadie que pueda oprimirlos.

Tal es el gusto a la libertad, que declaran la guerra a los cuatro pilares del
colegio y los reemplazan por los siguientes: travesura, horror, decadencia, pereza.
Les empieza a gustar la poesía y continúan reuniéndose en la cueva. Neil (Robert
Sean Leonard), que siempre ha querido ser actor y siempre bajo el yugo de su
padre, consigue el rol de protagonista en una obra de Shakespeare. Todd (Ethan
Hawke) consigue perder la timidez con la poesía. Knox (Josh Charles) se
declarará a una joven sin importarle lo que pudiera suceder. Y Charlie (Gale
Hansen) invita a dos chicas a la cueva y firma un artículo «rebelde» en la revista
de la academia planteando la entrada de mujeres en el colegio con «el club de los
poetas muertos». Después de todo ello, surge un pseudónimo: Nuwanda.

El profesor les dice que el carpe diem no es solo una frase, para hacer uso
de ella hay que usar la razón y tener la capacidad de anticiparse a las
consecuencias. Neil (Robert Sean Leonard), triste por haber obedecido a su padre
y abandonado el papel protagonista en la obra de teatro, va a hablar con el
profesor. Él le recomienda hablar, atreverse, mirar a los ojos a su padre y decirle
lo que a él realmente le gusta en la vida: carpe diem. Nada se pierde con
intentarlo. Cuando habla con su padre, éste parece aceptar que su hijo
protagonice El sueño de una noche de verano y que aproveche la oportunidad de
ser actor. Pero, cuando está en el teatro, su padre no le felicita. Todos lo hacen,
pero su padre no. Y entiende que, por mucho que él viva con el carpe diem, su
padre nunca le dejará ser feliz. Por ello, decide colocar en la ventana la corona
que había utilizado en la obra de teatro y se suicida. Tal vez así, su padre aprenda
que lo importante era lo que su hijo quería ser y no la arbitrariedad de su decisión.
Tras la muerte del joven todos culpan a su padre, pero éste decide inculpar al
profesor «rebelde» de literatura (Robin Williams). Consiguen que los chicos firmen
en su contra y el profesor es expulsado. Cuando pasa delante del pupitre vacío del
difunto Neil, Todd se levanta y le dice que les obligaron a firmar. Justo antes de
que el profesor se vaya los jóvenes, uno a uno comienzan a subirse sobre sus
mesas diciendo: «Oh capitán, mi capitán». El profesor responde con un «gracias,
chicos, gracias».

Las dos posturas filosóficas que se plantean en la película son


el realismo y el idealismo. El realismo está en el cumplimiento de los estudiantes
con un estricto código de conducta, en el cual están efectivamente capacitados
para conformarse a la voluntad colectiva de la sociedad. Los estudiantes no
pueden cuestionar lo que sus maestros les enseñan ya que pueden alterar la
rutina que la escuela a establecido a través de la tradición. Los estudiantes
solamente conocían los límites por escrito en los libros y las consecuencias
corporales que estos pueden tener si llegasen a romper con algunas de las reglas,
como se demuestra claramente cuando el director le da golpes de Charlie por una
falta de disciplina que éste cometió. El profesor que enseña en Welton debe
conocer el marco principal de la disciplina que está enseñando y de la realidad
nacional de ésta. El entorno del aprendizaje se da en un salón simple libre de
distracciones, una pizarra grande y verde, tizas, colores poco llamativos y pupitres
antiguos, y sus habitaciones eran pequeñas y encerradas. El estudiante más bien
era tipo "robot" ya que hacía todo lo que el colegio les pedía que hiciera, sin tener
derecho a opinar e ir más allá con sus pensamientos. La enseñanza consistía en
memorizar y dar por "fe" lo que el maestro les decía.

El idealismo lo vemos encarnado en el Sr. Keating. El cree que el


estudiante tiene que pensar por si mismo. Que todo mana de sus adentros. Un
ejemplo de este planteamiento es cuando le da la tarea de hacer un poema y
leerlo en la clase y le pide a Todd que lea su poema y este le dice que no hizo la
tarea. Acto seguido le dice que se pare frente a la clase, le tapa los ojos y con
unas cuentas palabras logra que su estudiante componga un poema. El profesor
Keating, dentro de un contexto totalmente rígido, educa a sus alumnos en valores
que se diferencian notablemente con los impuestos por la institución. Esta película
deja en evidencia que, a pesar de que la institución termina "ganando la batalla",
las enseñanzas de Keating no fueron en vano, sino que dejaron en cada alumno
un profundo deseo de libertad. Nos demuestra que, a pesar de todo, ese educador
logró darle a cada uno la posibilidad de buscar su propio camino. En general, la
postura asumida por el nuevo maestro fue la correcta ya que brindaba la
oportunidad al alumno de ser ellos mismos y permitía un método de enseñanza
nuevo e innovador para esa época; el cual enfocaba la educación en un proceso
de vida y no una preparación para la vida

A raíz de esta situación tomaron al maestro como mala influencia para los
estudiantes cuando lo único que este quería era que los estudiantes pensaran y
dejaran la etapa de memorización. El profesor Keating llega con una manera
distinta de pensar y de ensenar. A pesar de haber estudiado ahí el promueve la
participación, el movimiento dentro del salón cuestiona a los libros y lo que dicen
hace que los estudiantes se cuestionen y así exploren su conocimiento y se
puedan conocer a ellos mismos. Se ve en la película como ellos cooperan en vez
de competir para su club y su propia actividad extracurricular de La Sociedad de
los poetas muertos, teniendo que ver son los sentimientos y con el arte y como
eso les afecta la vida de manera positiva y como ellos se conocen y crecen a raíz
de la participación y el cuestionamiento que tiene en la clase de Keating. 

El que los estudiantes enfrenten estas filosofías en esa época los lleva a
analizar y pensar de manera distinta provocando cambios en su vida; todas las
actividades que realizaba el Sr Keatings buscaban desarrollar el pensamiento
crítico, así como el descubrimiento de ideas nuevas. Los estudiantes de esta
forma aprendieron a pensar, cuestionar y rehacer sus vidas en forma diferente.

Desde el punto de vista de la institución, la Educación es Sistemática, ya


que es el proceso intencional y reflexivo que se lleva a cabo en lugares
específicos, momentos determinados y por profesionales de la educación, con el
fin de lograr objetivos específicos.
Conclusión

Tratamos de ser mejores, de ser más atractivos, adinerados, etc.. buscando


el amor, ya sea en forma de romance, o que las demás personas nos aprecien.

La película La sociedad de los poetas muertos expone el despertar


adolescente al placer del lenguaje poético, al romanticismo, la búsqueda de la
identidad y la canalización de las posibilidades vocacionales.

La película se torna indispensable para docentes preocupados por la


formación de niños y jóvenes, ya sea para el ámbito netamente vocacional y
motivador del espíritu docente o para analizar modelos y métodos didácticos en el
proceder pedagógico, además de ofrecerles información sobre un periodo rígido
que, aunque no sea muy común, posiblemente se pueda seguir dando en algunas
escuelas, internados, etc.

Así mismo cuestiona a los padres que, aun con buenas intenciones y
buscando lo mejor para sus hijos, no se detienen a pensar y sentir lo que éstos
necesitan y quieren, sobrepasando sus intereses por un rendimiento academicista
guiado solo en una línea, coartando seriamente una parte importante del
educando, la persona.

Nosotros como maestros debemos analizar bien qué filosofías y que


método vamos a utilizar para enseñar a los jóvenes del presente. Debemos ser
agentes de cambio en esta sociedad que esta tan corrompida y hacer el mejor
trabajo posible de tal manera que marquemos positivamente a cada uno de los
estudiantes que pasen por nuestras manos.

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