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La escucha activa es una forma muy útil de escuchar, sobre todo a los niños. Con la escucha activa
ustedes tendrán una herramienta más para su trabajo como padres. La escucha activa es una
manera de escuchar para hacer que sus hijos hablen con ustedes.
Ayuda a que los niños tengan menos miedo de sus sentimientos negativos.
Influye para que el niño sienta más deseo de escuchar las ideas y pensamientos de sus padres
Debe desear ser de ayuda para él para resolver ese problema en particular.
Debe tener una profunda confianza en la capacidad del niño para manejar sus sentimientos, para
trabajar en ellos y para encontrar soluciones a sus problemas.
La aceptación
Para realizar una escucha activa es necesario tener una buena capacidad de aceptación del otro
Todos los padres tienen dos diferentes clases de sentimientos hacia sus hijos: aceptación y no
aceptación
Se da cuando algunos padres fingen aceptar parte de la conducta de sus hijos. Gráficamente sería
aceptación falsa
El lenguaje de la aceptación y su comunicación La aceptación es algo que surge de
adentro, pero para que influya en la otra persona debe comunicarse o demostrarse activamente.
De este modo, el padre eficaz debe aprender a comunicar esta aceptación y adquirir la misma
habilidad para comunicarse Debe aprender a hablar en forma “constructiva”.
Forma no verbal. La aceptación la podemos comunicar por medio de dos formas, siendo éstas: –
La no intervención. – El silencio.
Aspectos generales
La forma activa de escuchar intenta captar y comprender el mensaje. Produce aceptación. Por
tanto se realiza sin interpretar o descalificar el mensaje del otro.
Para realizar una escucha activa se necesita una actitud abierta, aceptación del otro y empatía.
La escucha activa es escuchar, descifrar acertadamente, entender los pensamientos y sentir los
sentimientos del otro.
Después de expresar los sentimientos y ser simplemente escuchados, estos tienden a desaparecer
como por arte de magia.
La Escucha activa ayuda a que los niños tengan menos miedo de los sentimientos negativos (los
sentimientos no son malos).
La escucha activa hace que sea el niño el que habla, por tanto:
Practica el hablar, – ejercita el pensar por sí mismos, – facilita el descubrir sus propias soluciones.
La escucha activa influye para que el niño sienta más deseo de escuchar las ideas y pensamientos
de sus padres
1. Deseo de escuchar. Disponibilidad de tiempo, si no se tiene hay que expresarlo. Luego buscarlo.
2. Deseo de ayudar, de enseñar.
3. Capacidad para aceptar los sentimientos del niño.
4. Confianza en el niño.
Cuando el niño revela un problema (el niño posee el problema): Los niños que encuentran ayuda
para resolver sus problemas mantienen su equilibrio mental y continúan adquiriendo fuerza y
confianza en sí mismos
Las frustraciones, confusiones, privaciones, intereses y hasta los fracasos son problemas que les
pertenecen a ellos y no a sus padres. (Los padres tienden a hacerlos suyos)
Importancia de la comunicación
Aproximadamente del tercer o cuarto mes de vida, el bebé aprende realmente a comunicarse con
quienes le rodean. Una parte de ello consiste en aprender a dar y recibir amor más tarde se
añadirán habilidades físicas, mentales y emocionales que aumentan su capacidad para interactuar
con el mundo que le rodea.
La mejor forma de ayudar a los bebés de esta edad a comunicarse sea estimulándoles para que se
ejerciten, aunque hay que tener mucha imaginación a la hora de estimularlos los juegos a base de
arrullos, las peque- ñas canciones, los juegos de dar y tomar, etc., tienen una vital importancia y
permiten que un bebé se mantenga interesado, al menos durante varios minutos.
A la hora de expresarnos no todas las personas somos iguales muchos consideran que no hay que
expresar los sentimientos, las emociones o los deseos, les asusta hablar de ellos o se sienten
ridículos al tener que hacerlo. Son personas que no expresan sus opiniones o deseos por temor a
molestar a los demás o porque creen que así les da “armas” al otro que luego puede utilizar
Una comunicación equilibrada consistiría, por tanto en encontrar el punto medio entre estos dos
extremos de comportamiento: alcanzar la expresión abierta y serena de nuestras opiniones,
deseos y sentimientos sin herir ni dañar a la otra persona
Finalmente veremos las habilidades de autoafirmación y estrategias para que le pueda ayudar a
conseguir una comunicación más clara, sincera y auténtica con los suyos, sin dejarse manipular y
evitando malentendidos, enfados y disgustos
Se sabe que cada persona tiene su peculiar manera de reaccionar ante las situaciones,
dependiendo de las circunstancias. Las personas pueden comportarse de manera pasiva, agresiva,
asertiva, dependiendo de la situación o su forma de comportarse
Cuando aprendemos a identificar y comprender cada uno de estos distintos modos de reaccionar
podemos darnos cuenta de las consecuencias que obtenemos con ellos
Las personas que se comportan de manera pasiva suelen ceder ante los deseos y propuestas de
los demás, nunca consiguen hacer lo que desean, suelen dar preferencia a los derechos de los
demás sobre los suyos,
Las personas que se comportan de manera agresiva, siempre consiguen lo que quieren aún a
costa de molestar, ofender o herir a los demás, siempre prevalecen sus necesidades y deseos sin
considerar las de los demás
Las personas que se comportan de manera asertiva consiguen más a menudo lo que desean y, lo
que quizás es más importante, respetan los derechos propios y los de los demás,
El comportamiento pasivo Hace referencia a cuando una persona se expresa de tal manera que no
hace valer ni sus opiniones, deseos ni sus propios derechos. No expresa de un modo directo a los
demás sus sentimientos, sus necesidades o sus pensamientos, de tal modo que inhibe su
comportamiento y no consigue alcanzar su objetivo en la situación o resolverla de manera eficaz.
El comportamiento pasivo se caracteriza por: No saber cuáles son sus derechos o no saber cómo
defenderlos
No tener criterios propios quedarse callados y esperar a que los demás tomen las decisiones por
ellos
El comportamiento agresivo: cuando la persona se expresa de tal manera que no respeta los
derechos de los demás se expresa de un modo inadecuado sus deseos o sentimientos de manera
que consiga su objetivo
• No respetar a las personas con las que se relaciona. Utilizar amenazas, insultos
• Tratar de dominar a los demás. Querer tener siempre la razón.
Mensajes en primera persona. Expresar opiniones y sentimientos desde el yo: “yo pienso, opino,
siento que...”.
Respetar del mismo modo a los demás. “Qué te parece, qué piensas…”
Ser asertivo significa confiar en uno mismo, en nuestras opiniones, nuestros derechos, deseos,
relaciones, etc.