Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ACEPTAR EL CAMBIO
En ningún lugar resulta tan evidente el cambio como cuando nos sentamos
sobre nuestros cojines siguiendo la respiración. Puesto que por lo general no
prestamos atención a lo que percibimos como un proceso automático, caemos
en la ilusión de que todos nuestros alientos son iguales. Creemos que sólo los
cantantes de ópera y los asmáticos tienen que ser conscientes de la respira-
ción. De súbito nos percatamos de que cada respiración es distinta, que cada
inhalación y exhalación es única e irrepetible. Ampliando nuestra atención,
nos fijamos en nuestro oído, tacto, vista, gusto y olfato, y caemos en la
cuenta de que también son irrepetibles. Cada paso que damos, cada bocado
que probamos, cada sonido que escuchamos es distinto a cualquier otro.
NO TE ACOSTUMBRES A LAS
VEINTICUATRO HORAS
OH CREPÚSCULO DE PRIMAVERA...
PRECIOSO MOMENTO
QUE VALE PARA MÍ
UN MILLAR DE MONEDAS
SOTOBA
MOMENTOS ESPECIALES
SILENCIOSO EL JARDÍN
DONDE EL ÁRBOL DE LAS CAMÉLIAS
ABRE SU BLANCURA
ONITSURA
UN MUNDO VIRTUAL
SESSHIN
EL ROSTRO DE LA DERROTA
Hasta que no nos vemos golpeados por grandes cambios, no solemos dar-
nos cuenta de cómo cambia la vida y nosotros mismos momento a momento.
Especialmente frente a una pérdida, incluso personas que han estado meditan-
do durante años se ven abocadas a una nueva relación con el tiempo. Nos
damos cuenta de esto después de una conversación con una amiga que ha
sufrido un cambio traumático en su vida, cuando un tornado se llevó no sólo
el ambiente físico tan querido por ella –la casa, el jardín, los árboles y el lago
donde había crecido– sino también su percepción de sí misma como artista.
Dijo que tenía la sensación de que toda su identidad había sido “desarraigada”.
Escucharla me hizo llorar, no porque la casa no pudiera reconstruirse ni
los árboles replantarse, sino por nuestro compartido apego humano a estas
cosas que apreciamos tanto. ¿Qué queremos decir, por ejemplo, cuando
hablamos de volver a nuestra “verdadera casa en el momento” ante un desas-
tre como éste? ¿Qué sensación produce verse convertido en añicos por el
cambio?
Veamos esto en una escala menos monumental. Todos tenemos “tesoros”
personales de los que nos duele desprendernos, como por ejemplo aquel par
de zapatos que no tenemos ganas de tirar aun cuando se están cayendo a peda-
zos. Nos sentimos tan a gusto con ellos que se convierten en extensiones de
la vida relajada y feliz que más nos gusta. Nuestro vecino, por ejemplo, tenía
un par de sandalias que quería mucho. Se las ponía a diario. Después, el
mismo día en que regresaba de un viaje y dejó sus sandalias en el portal, se
las robaron. Hizo bromas sobre este asunto, pero su sentimiento de pérdida
era evidente incluso mientras reía. No existe comparación posible entre que te
roben las sandalias y perder la casa de tu infancia en un tornado, por supues-
to, pero ambos casos conllevan la sensación de haber sido violado personal-
MÁS ALLÁ DEL TIEMPO
NIEVE SUSURRANDO
DURANTE TODO EL DÍA
LA TIERRA SE HA DESVANECIDO
DEJANDO SÓLO EL CIELO
JOSO
HACERSE ETERNO
Estos días, con todo lo que se dice sobre seres humanos manipulados
genéticamente, la gente a menudo nos pregunta si creemos que el zazen se
quedará obsoleto. ¿Por qué iba un androide perfecto, dirigido por un ordena-
dor, a sentir la necesidad de despertar a un mundo en el que “la tierra se ha
desvanecido dejando solamente el cielo”? Respondemos diciéndole que
regrese al momento. Ahora mismo, todavía estamos hechos de carne y hueso,
todavía tratando de hallar el fin del sufrimiento y todavía comprometidos con
el camino de Buda. No obstante, las condiciones cambiantes exigen un exa-
men constante de ese compromiso. Particularmente en Occidente, a comien-
zos del siglo XXI, ¿qué es lo que convierte la práctica del Zen básico, basado
como está en un antiguo budismo chino, eterno?
ESPACIO
HACIA UNA NOCHE FRÍA
HABLÉ EN VOZ ALTA...
PERO LA VOZ NO
ERA NINGUNA VOZ QUE YO CONOCIERA
OTSUJI
NO ES FÁCIL
DISTINGUIR CON SEGURIDAD
A QUÉ PARTE CORRESPONDE
CADA EXTREMO
DE UN GUSANO EN REPOSO
KYORAI
SUPERVIVENCIA
COMPASIÓN Y ECUANIMIDAD
SER HUMANO
LA MENTE TRANQUILA
EL ZEN DE JARDINERÍA