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CÓMO RESOLVER LOS CONFLICTOS QUE EXPRESA NUESTRO CUERPO

Lo que el espejo nos dice realmente


Cristina Recasens
México: Pax (2007) Primera edición

Resumen: Psic. Juan Carlos Bernal E-mail: BERNAL27@HOTMAIL.COM

Los actuales tratamientos de los transtornos de alimentación tratan los síntomas y yo trato a la persona en su totalidad,
que aprenda a decodificar su cuerpo. Si un cuerpo sube 10 kilos, en las demás áreas de la vida de esa persona hay
“pesos-esfuerzos” que es necesario detectar y modificar. También tenemos un cuerpo mental, una vivencia íntima o
imagen corporal, tanto o más importante que el cuerpo físico visible, y este también hay que entenderlo y modificarlo.
Esto es relevante en la bulimia y la anorexia, donde no basta modificar el cuerpo físico sino también el cuerpo mental.

Cada época produce un deber ser acerca de los cuerpos y de la imagen. Este deber ser se inscribe en las relaciones de
poder entre quienes mandan, quienes obedecen, quienes querrían mandar y quienes querrían dejar de obedecer.
También se inscribe en la relación, no siempre fácil y armoniosa de hombres y mujeres a lo largo de la historia. Este
deber ser, por rígido que parezca, podemos cuestionarlo y repensar en él. El del siglo XX parece el de la juventud
eterna y la delgadez extrema.

Los ejes vivencia-imagen-palabra permiten identificar y articular las funciones de los dos hemisferios cerebrales en su
tarea de organizar y estructurar la integración del cuerpo. Cuando funciona normalmente, las tres variables se articulan
armónicamente. En presencia de un problema, aparecen distorsiones en uno o varios de los ejes o en la dinámica entre
ellos.

La raíz más primitiva de nuestra vida emocional es el sentido del olfato.

En el sistema límbico hay un centro denominado amígdala, cuya función consiste en declarar una emergencia y reclutar
al resto del cerebro-. Facilita no sólo reconocer qué sentimos y cómo valoramos nuestros sentimientos, sino también dar
un significado personal a las situaciones. La amígdala madura muy rápidamente y tiene muchas más probabilidades de
estar formada por completo al nacer, mientras que la parte del cerebro base del pensamiento racional (hipocampo y
neocorteza) aún debe desarrollarse con plenitud.

Las conductas de las personas con trastornos alimentarios están grabadas principalmente en el sistema límbico y en la
amígdala, y el tratamiento agrega nuevas respuestas que se graban en la corteza cerebral. Es importante tener
presente que el 90% de la comunicación emocional humana es no verbal (o sea, corporal) y cuando hay un predominio
del funcionamiento del cerebro emocional suele haber pobreza de datos en la percepción corporal.

La imagen corporal es consecuencia del lengua emocional. Se crea por el trato que recibimos y no se nombra, se
siente. Después uno se lo repite silenciosamente hasta el cansancio sin siquiera estar conciente de ello. Así se originan
transtornos de atención, compulsiones, bulimia y anorexia, ataques de pánico, etc.

Como en las distorsiones de la imagen corporal es muy importante comprender cómo se produce el problema en la
percepción, explicaremos en detalle este aspecto a partir de una situación concreta vivida de tres posibles modos:

a.- La madre se acerca a la cuna de su bebé, sin hablarle lo alza con rudeza y nerviosamente lo apoya en una mesa
para cambiarle los pañales. Está alterada, pensando en cómo va a resolver un problema que la supera. El bebé llora,
ella se fastidia y lo sacude.
b.- La madre se acerca a la cuna de su bebé: acaba de morir su propio padre, quien era su principal sostén material y
emocional. Ella no puede parar de llorar, alza a su bebé con desconsuelo y se aferra a él con desesperación. El bebé
llora y entonces ella se desespera y lo aprieta con más fuerza.

c.- La madre se acerca a la cuna de su bebé: su marido acaba de anunciarle que se va de su casa, por lo cual se
siente desdichada y sola. Le anuncia a su bebé que va a alzarlo para cambiarle el pañal. Le anticipa que como hace un
poco de frío puso una toalla sobre el cambiador para que esté más calientito. Toma a su bebé en sus brazos y mientras
lo desviste le cuenta lo que le pasa, que se siente triste porque su papá se va a ir y que está preocupada porque no
sabe cómo va a hacer frente a las adversidades, pero que se quede tranquilo9 que ella va a encontrar quién los ayude.
En sus manos hay firmeza, tranquilidad y ternura. El bebé llora y ella lo mece suavemente mientras le canta una canción
de cuna.

En el primer caso el bebé probablemente experimenta miedo y se siente amenazado y se siente solo, porque su madre
no está en sintonía emocional con él, esto se guarda en su cerebro primitivo-sistema límbico.

En el segundo caso, el bebé probablemente experimenta un peligro que lo amenaza y el esfuerzo de sostener un peso
mayor de lo que le permiten sus posibilidades. Algo muy malo está pasando y él tiene que solucionarlo. Esto también se
guarda en su cerebro primitivo-sistema límbico.

En el tercer caso, entre las sensaciones corporales y él hay un colchoncito de palabras expresadas `por su madre que
humanizan la situación en la cual él está inserto. La madre está presente con todas sus emociones, pero ella se halla
conciente de lo que está viviendo y hace participar al bebé con sus palabras, esto se graba en su cerebro emocional,
pero también mediante la palabra y lo paraverbal (tono, énfasis, inflexiones, etc.) construye sentido y estimula la corteza
cerebral. La explicación que damos al niño de lo que pasó es lo que transforma a esa experiencia en significativa, para
no quedar atrapados en las puras sensaciones y emociones.

Volvamos a la amígdala y a su participación en la percepción. Las señales sensoriales recibidas por el ojo y el oído
viajan simultáneamente por dos caminos: uno va a la amígdala ( rápida) y otro a la neocorteza (más lenta). La respuesta
de la amígdala llega antes que la de la neocorteza, es más rudimentaria y está poblada de emociones fuertes e
intensas, que son los sentimientos más primitivos y potentes. La neocorteza da una respuesta más planificada y
refinada. Algunos recuerdos y respuestas emocionales se forman sin la menor participación conciente y cognitiva. La
amígdala puede albergar recuerdos y repertorio de respuestas que realizamos sin saber exactamente por qué lo
hacemos; este desvío parece permitir que la amígdala sea un depósito de impresiones y recuerdos emocionales de los
que nunca estuvimos concientes.

Hay dos tipos de recuerdos en la memoria: los datos simples y los que poseen carga emocional. Junto con los
recuerdos que poseen carga emocional al activarse la amígdala aparecen formas de respuestas anticuadas e
ineficientes para resolver las necesidades presentes.

El desarrollo de la imagen corporal de la persona humana se va construyendo, en la interacción de múltiples variables:

1.-La percepción, que debe aprenderse, coordinarse, integrarse y sintetizarse, experimentando los cambios incesantes
en los contactos con la realidad.
2.-El mundo circundante, que condiciona desde las características del hábitat y de la cultura de una forma silenciosa,
pero activa el espectro de nuestras posibilidades de acción.
3.-La madre o la persona maternante, generadora de una matriz vincular en la interacción con el mundo.

Es decir, en la valoración íntima que una persona tenga de sí misma y que será reflejada luego en la percepción que
tenga de su cuerpo y en la actitud que muestre hacia él estarán actuando, permanentemente, estos tres factores.
**Las articulaciones de los miembros (muñecas, rodillas, tobillos y hombros) donde se producen verdaderos nudos que
habitualmente terminan en artrosis.

Obesidad es un exceso de grasa en el cuerpo, y debemos diferenciarla del exceso de peso (sobrepeso), pues no es lo
mismo medir el peso que la grasa del cuerpo. El método del índice de masa corporal ( body mass index o índice de
Quetelet) es un método simple para determinar si una persona es obesa. Se calcula a aportar de la altura (en metros9 y
el peso (en kilogramos) de una persona. El procedimiento consiste en multiplicar la altura por la altura y dividir el peso
por este número (H / P X P ): el resultado de esta división es un índice que permite identificar cuatro grupos o grados:
Grado 0: entre 19 y 24.9, rango normal de peso (entre 22 y 25 es considerado un sobrepeso estético)
Grado 1: entre 25 y 25.9, primer grado de obesidad.
Grado 2: entre 30 y 39.9, segundo grado de obesidad.
Grado 3: 40 o más, obesidad severa o mórbida.

Estos índices indican el porcentaje de grasa aproximado contenido en el cuerpo. Por ejemplo, una persona que mide
1.60 m y pesa 80 kg debe multipilicar 1.60 x 1.60 que resulta igual a 2.56 y dividir 80 (que son los kilos) entre dicho 2.56
El resultado es 31.25, el cual, indica que esta persona presenta un segundo grado de obesidad.
**Sin embargo, esta definición deja mucha información suelta, pues no incluye la forma de comer (rápido, en grandes
cantidades o de manera irregular) ni los gatillos emocionales asociados (tristeza, ansiedad, soledad, frustración).

La anorexia nerviosa es una enfermedad caracterizada por:


1.-Rechazo a mantener el peso corporal en un peso mínimamente normal considerando peso y estatura (no podemos
mantener el peso en 85% de lo esperado o, cuando crece el cuerpo, el peso no alcanza 85% de lo esperado).
2.-Intenso temor a ganar peso o a engordar, aunque el peso sea extremadamente bajo.
3.-Alteraciones en la manera como el cuerpo o su forma son vividos, incluida la influencia del peso y la forma corporal
en la autoevaluación o la negación de la seriedad del bajo peso.
4.-En mujeres posmenárquicas, amenorrea manifestada como ausencia de al menos tres periodos menstruales
consecutivos (amenorrea: los periodos ocurren sólo si administramos hormonas).

A su vez, la bulimia nerviosa está caracterizada por:


1.-Episodios recurrentes de atracones. Un episodio de atracón está caracterizado por la presencia de los dos puntos
siguientes:
Ingestión, en un periodo delimitado y relativamente corto (por ejemplo, dos horas), de una cantidad de comida, en
definitiva mayor de la que la mayoría de las personas comerían en un tiempo semejante y en circunstancias similares.
Sensación de pérdida de control de la ingestión durante el episodio (por ejemplo: sentimiento de que no podemos parar
de comer o controlar qué comemos o cuánto).
2.-Conductas compensatorias inapropiadas recurrentes para prevenir el aumento de peso (como vómito autoinducido),
uso incorrecto de laxantes, diuréticos, enemas u otros medicamentos y ayuno o ejercicio excesivo.
3.-Los atracones y las conductas compensatorias inapropiadas recurrentes ocurren por lo menos dos veces por semana
durante tres meses.
4.-La autoevaluación es indebidamente influida por la forma y el peso corporal.
5.-Esta perturbación ocurre no sólo durante episodios de anorexia nerviosa.

Tanto la bulimia nerviosa como la anorexia nerviosa son definidas como enfermedades mentales, aunque implican un
marcado compromiso corporal.

*Decimos que el obeso vide de frustración en frustración, que es un experto en fracasos y que los tolera tan poco que
prefiere no iniciar ningún cambio porque no toleraría fracasar. “Teme salir de lo malo el que está en lo malo, porque
teme encontrarse con lo malo”. El cuerpo del obeso está abierto indiscriminadamente al mundo, desde el que llegan
estímulos que el cuerpo no puede procesar y seleccionar adecuadamente, por lo que las respuestas son arbitrarias y no
responden al interés de esa persona como totalidad.
La gordura se presenta y manifiesta en el plano corporal, pero está presente en todas las áreas de la persona: en su
mente, vínculos sociales, laborales y relaciones afectivas. Aprender a escuchar su cuerpo y reconocer los estados
corporales e integrar sus necesidades es la condición para generar un cambio duradero, lo cual supone atender no sólo
el peso sino también el hacer, el sentir y el pensar. El cuerpo emocional del obeso está cargado de angustia y dolor,
vive en la falsedad y en la sensación de fracaso. Algunos superan este vacío al desplazar compulsivamente su
sensación de fracaso a quienes están cerca, su impotencia se transforma en omnipotencia, con lo cual viven oscilando
entre estas dos polaridades, sin hallarla calma, que ansían pero tenme4n.. Hacen como que confían, pero no se animan
a entregarse.

Anorexia
Es como un estado de equilibrio para el que la padece, por eso es tan peligrosa. Una vez que la persona la encontró se
siente bien, no quiere dejarla, aunque esto le cueste la vida, hecho que por supuesto niegan.
En un plano, anoréxica siente que por fin todo funciona, por fin se siente importante y valiosa y que puede hacer lo que
realmente quiere, con la falsa sensación de que está eligiendo. Muchas veces, antes de instalarse en la anorexia, hubo
atracones, obesidad, un período de descontrol con la comida o un estado de inestabilidad.

Cuando se instala la anorexia el cuerpo se cierra (actitud ante las vivencias emocionales) y lo más seguro es que haya
sido un cuerpo de apertura irregular, con contactos dificultosos con el mundo, por ello al cerrarse logra una falsa
tranquilidad. Aunque sean muy conversadoras no logran penetrarlas emocionalmente. Es una ostra muy sensible que a
la más leve brisa se cerró. Tiene rebeldías, todos los no quiero, que son muchos y para los cuales nunca hubo un
espacio real. Le cuesta mucho trabajo identificar los datos de su interior: no sabe lo que siente, ni confía en que pueda
aprenderlo. Ejemplo: “la terapeuta me preguntó si quería hacer el ejercicio de levantar y bajar los brazos; me quedé muda, no
sabía qué decir porque no sabía qué quería. Y no contesté porque no sabía qué contestar. Me doy cuenta de que no puedo elegir,
que no puedo decir lo que necesito y que si me callo o grito no soluciono nada. En algún momento tengo que responder, o si no
otros deciden por mí”.Le cuesta mucho esfuerzo establecer un vínculo afectivo fuerte con su entorno, de ahí que en el
trabajo corporal el tiempo es una variable clave: no se puede apurar. Rechaza el cuerpo y sobredesarrolla su
intelectualización y racionalización. La anoréxica aprendió a defenderse cerrándose en boca, corazón, mente y manos.
Y para abrirse al mundo, a confiar cuesta mucho trabajo y es un proceso muy lento. En el cuerpo de la anoréxica se
guardan recuerdos muy temidos, y ella tiene que decir cuándo y hasta dónde está preparada y dispuesta a recuperarlos.
Debemos estimularla, informarla, acompañarla y sostenerla, pero no forzarla. A veces entre distintos niveles de
recuperación la paciente necesita un descanso.

Bulimia
Sienten que la paz no separa ellas, viven a saltos. Se siente en medio de una tempestad. A veces se siente dividida:
una loca social y una privacidad inconfesable. Su cuerpo se abre y se cierra irregularmente, pero no al servicio de la
persona total sino de forma arbitraria. Es como una pequeña nave en altamar: si hay buen tiempo navega tranquila,
pero si el clima cambia parece que se hunde, lo cual mina su confianza en sí misma. Piensa que su vida es una
construcción en permanente derrumbe, está agotada de esto pero no puede parar, pues si lo hace se hundiría. Se le
hace difícil perdurar en un vínculo. Teme no poder elegir y precisamente no tiene esa libertad. Siempre está evaluando
a todos y a sí mismo: tiene miedo entregarse.
Cuando el cuerpo empieza a abrirse, los recuerdos surgen a borbotones, lo cual asusta. Es necesario ir poco a poco,
para dar tiempo a tomar confianza en la propia capacidad de simbolizar, de transformar las sensaciones difusas en
estados con sentido, para aprender que uno no se muere con la turbulencia.
Ella sólo confía en los resultados rápidos, por eso elige pastillas, vómitos, cirugías compulsivas o tratamientos estéticos
mágicos. Claro que esto empeora con el tiempo. El circuito entre la turbulencia y la calma se va estrechando y esta
carrera lleva incluso a la muerte. Aunque en los momentos de aparente estabilidad la bulímica minimice los efectos.
Un alto porcentaje de bulímicos combinan problemas de obesidad, lo que agrava la situación. A veces no saben que
también padecen obesidad, o viceversa. Otras veces, un tratamiento de obesidad mal llevado puede causar una
bulimia.
Aunque por fuera el cuerpo de la bulímica luce aparentemente normal, por dentro está devastado por las erupciones y
huracanes emocionales. La vida de la bulímica es una luya y es necesario que ella pueda declarar la paz.
MEDICINA TRADICIONAL

En síntesis, la medicina tradicional privilegia la corrección de los síntomas sin tener en cuenta el aspecto negativo de
hacerlo (el sostén que perdemos). Si la persona no comprende la función que ese síntoma tenía en su vida, tarde o
temprano éste volverá a instalarse, de la misma forma o con otras características, aumentando la división entre la
persona y el cuerpo y la desconexión con su ser más íntimo y sus necesidades. Para casos de transtornos alimenticios,
eliminar el síntoma es sólo la punta del iceberg. La clave de la recuperación está en lograr que el paciente acceda a
comprender su problema, para elegir un nuevo sistema de vida y un nuevo sistema alimentario que no ponga en peligro
su vida.

*La consecuencia negativa de que una persona esté actuando desde la periferia de su ser, desde afuera hacia dentro y
en sintonía sólo con su entorno, en lugar de hacerlo desde la comprensión y el sentido de su ser íntimo resulta ser su
mayor debilidad, porque lo que él cree su mayor fortaleza será su mayor debilidad, pues este control que pretende
ejercer sobre su cuerpo depende de factores externos y circunstanciales.

MEDICINA HOLÍSTICA

Tiene un criterio centrado en la persona, nos pide respetar los tiempos y las posibilidades de cada paciente: a veces es
más saludable para un paciente bajar menos kilos de los que supuestamente “debería”, porque eso es lo que él puede
mantener y manejar desde el punto de vista emocional. La terapia se adapta al paciente y no el paciente a la terapia.
Quien enferma es toda la persona y no una parte de ella.

La medicina holística está más relacionada con el hemisferio cerebral derecho que percibe las formas, tiene visión de
conjunto, orientación espacial, música, olfato, expresión gráfica, base del simbolismo, es intemporal, holístico e intuitivo.
La naturaleza avalora más el hemisferio derecho en peligros de muerte.

Un objetivo que se busca es que el paciente aprenda a reconocer por un lado sus problemas, pero por otro sus recursos
para enfrentarlos. Facilitarse el que conozca sus puntos fuertes y modificar sus creencias negativas hace más fácil
recorrer el camino del restablecimiento del equilibrio. Por ejemplo, un hombre que crea que su masculinidad es sólo
“proveer dinero a la familia” no admite tan fácilmente que también tiene der5echo a compartir el sostenimiento junto con
su pareja y que también tiene que darse espacio para él mismo. Una mujer que tiene arraigado que como misión en la
vida es criar a sus hijos y ser buena esposa puede sentirse mal si le dedica un tiempo a actividades placenteras como
estudiar o trabajar.

Bajar kilos con rapidez, además de ser clínicamente riesgoso y malo para el cuerpo, es inadecuado también para la
persona, porque no loe da tiempo de revisar el fondo psicológico.
Análogamente a un iceberg, el octavo de la parte visible serían los kilos de sobre peso u obesidad, sin embargo, los
restantes siete octavos ( 7/8) son las relaciones sociales, familiares, laborales, de pareja y otras que aunque están en la
sombra y no se ven es lo más importante y necesario de cambiar y dar un sentido a su vida, valorando el libre albedrío y
entender el rompecabezas formado por las piezas de su transtorno.
Se entrena al paciente a que identifique sus señales corporales y sus emociones, para que anticipe actitudes y sepa
cómo enfrentarlas.
Un cambio de rutina simple como trabajar una hora menos, hacer una actividad nueva, caminar, ver a un amigo, jugar
con los hijos, hacer deporte,, se conflictúa con el proyecto vital pero es necesario cambiar y atreverse.
INTUILOGIS
La autora Cristina Recasens denominó a su método de trabajo Intuilogis, porque busca la integración de la intuición y la
lógica, como una nueva forma de comunicar de forma integrada. Promueve el funcionamiento de la persona en
congruencia con los tres planos: pensar-sentir-actuar. Se aplica tanto a personas como a instituciones.

El cuerpo capta más del 90% de la información en segundos, no se confunde. Lo fundamental es poder y saber
escucharlo.

1.-Para entrar a mi templo corporal de manera humilde y respetuosa hago que las personas propongo que se imaginen
que han vuelto a nacer, tiene a un bebé en sus brazos, son ellos mismos, tiene todo por delante, ellos pueden escribir
su destino. Los invito a escucharlo, observarlo, aprender a conocerlo, ver sus necesidades y entender cómo calmarlo,
buscando el ritmo y la manera adecuada. Hay que estar atento y ser muy tolerante y paciente. Escuchar, observar e ir
ensayando formas para encontrar la calma con el fin de encontrar empatía conmigo mismo.

2.-Construyo mi nido, ese espacio en el que me detengo a mirar a este bebé, es un lugar d calma y quietud, seguro, sin
tiempo y sin apuro. Éste es mi punto de partido, aquí Yo Soy. No es un lugar físico, es un lugar dentro de mí. Lo puedo
identificaren el centro del pecho., o como un eje que me atraviesa verticalmente desde la cabeza hasta los pies. Y
entonces ya puedo mirar la historia que contamos de nosotros mismos. Que se fue construyendo con los hechos, pero
también con los relatos de otros sobre esos hechos y con nuestras interpretaciones de esos hechos. Lo puedo escribir
si quiero. Luego resalto lo negativo que detecté o escribí de mí. ¿Qué tipo de persona describen las frases que usted
marcó? Si usted fuera el escritor de un programa cómico de televisión, ¿cómo denominaría a ese personaje? Ejemplos:
doña angustias, el cara de susto, el aguafiestas, etc. Ya que se atrevió a poner un nombre entonces vaya al espejo y
trate de mirar con ternura a ese personaje que habita en usted, pero que no es usted. Y justamente como no es usted
puede dejar paso a que aparezcan otras formas de responder y pensar.

3.-Escribo una nueva historia, la que yo quiero, la escribo y la imagino como una película, en todos los aspectos
familiares, escolares, laborales, de pareja, etc. Entienda que no se lo está imponiendo, se lo está permitiendo.

4.-Es muy común que al intentar hacer los cambios uno repita los modelos de exigencia y sometimiento aprendidos,
esté apurado para conseguir que los cambios se concreten. Por eso invito a retornar al nido construido para retomar la
imagen del bebé que sólo mira con asombro el mundo, bien sostenido por unos brazos protectores y amorosos

5.-Retorno al nido: regreso a mi eje y a mi equilibrio (Autorregulación)….Busque un espacio donde esté solo, puede ser
el cuarto de baño, una habitación, un patio o un lugar fuera de su casa. Recuerde que la televisión contribuye a la
división del ser, y ocupa medios más integrativos como tirar pelotazos a un aro, usar crayones, pinturas, dibujos,
pelotitas, almohadones pequeños para apretar, música para bailar, instrumentos musicales, objetos viejos que se
puedan romper. Aquí no hay reglas, déjese llevar por su intuición, y aunque a veces puede ser ruidoso será saludable.

6.-Evalúo mi día. Preparo el día siguiente. Uso un cuaderno de preferencia.


Miro lo que me pasó, desecho lo que no me sirve, hago ajustes de lo que pude haber hecho. ¡Atención¡ lo normal es
salir al mundo, pendular y apartarnos del eje, ésa es nuestra condición humana. El aprendizaje es reconocer nuestro
eje, y todos los días hacer las correcciones y volver a él. Un indicador de salud muy importante es reconocer cuando no
puede hacer algo solo y la rapidez con la que pide ayuda. Le aclaro esto porque la creencia más común es que “el que
está sano y bien, puede solo”.

IMÁGENES
*Cuenta Susana, sus problemas de pareja: “la habitación comenzó a llenarse de telarañas. Siempre había telarañas donde
estaba. Mi pareja Juan me había dicho, muchos atrás, cuando empezamos a ser novios, que él iba a ir tejiendo una fina telaraña a
mi alrededor…”. Era extraño verla: se le veía incómoda, empujando con la lengua unos hilitos imaginarios que inquietos pujaban
por metérsele en la boca.
DIEZ PROPUESTAS PARA EL CAMBIO
Hay dos reglas de oro que deben ser cumplidas.
La primera regla es que debe hacerse muy poco a la vez. Dedíquese a una propuesta por lo menos durante un mes e
incorpórela gradualmente, ya sea para aumentar una conducta (como los sedentarios) o para disminuirla (como los
hiperactivos).
La segunda regla es que, una vez tomada la decisión, debe cumplirse todos los días, sin excepción.

1.-RESPIRAR
Fíjese usted si en los ambientes en que se encuentra, el aire puede reponer el oxígeno, si son habitaciones ventiladas,
o si al menos una vez al día loas ventanas se abren y se permite el recambio de aire. Observe si hay humo de cigarrillo
muchas horas al día u si la zona de la ciudad en que usted vive tiene mucho tránsito.
Ahora mire su ropa: fíjese si es muy ajustada, si le aprieta en algunas partes del cuerpo o si, por el contrario, no hay
grandes obstrucciones.
Si está sentado póngase de pie, con los pies descalzos, y en un espacio libre de muebles camine apoyando sólo las
puntas de los pies. Dé varias vueltas a la habitación y fíjese en su respiración. Ahora apóyese en sus talones y repita el
mismo procedimiento; luego camine sobre los cantos internos de los pies y finalmente hágalo sobre los cantos externos,
como si estuviera montado sobre un caballo. Siempre mire qué le pasa a su respiración. Busque un par de zapatos y
observe de qué manera y en qué lado están gastados estos. Todo esto tiene el fin de saber que la respiración depende
de cómo estoy sostenido, así como reconocer cuándo –en qué posición- soy más vulnerable a respirar mal. También,
mirar mis zapatos me facilita el paso anterior con mi conducta y saber si tiendo a respirar adecuada o inadecuadamente
en esa postura.
2.-MOVERSE
Cuando el movimiento es deficitario, hay fatiga, cansancio y pocas ganas de hacer algo.
Cuando el movimiento es excesivo, generalmente está acompañado de exigencia y presión.
Para saber dónde está usted a ciencia cierta tome una hoja de papel y un lápiz y trace una línea vertical que la divida en
dos mitades, de modo que la de la izquierda sea más ancha. En la de la izquierda escriba todas las actividades que
hace al moverse y en la de la derecha escriba si lo hace para cambiar su peso y su silueta, y cómo se siente al hacerlo.
Sea honesto con usted mismo. Para facilitarle su registro, he aquí algunos tipos básicos de movimiento para que usted
se ubique:
a.-Camina hasta el auto, camina del auto al escritorio, pasa el día sentado, tiene reuniones, si hay que hacer un trámite
se lo encarga a otro.
b.-Hace las tareas de la casa, pequeños arreglos en el hogar, está de pie y se traslada por la casa.
c.-Hace trámites que lo obligan a caminar, y se encuentra con amigos para caminar dos veces por semana media hora
cada vez.
d.-Camina dos veces por semana media hora cada vez y hace una hora de gimnasia.
e.-Hace gimnasia dos veces por semana y practica algún deporte o actividad corporal (chi-kung, danza o yoga) dos
horas por semana aproximadamente.
f.-Sale a correr o entrena cuatro veces por semana, compite en algún deporte tradicional.
g.-Entrena todos los días y compite en deportes de alto rendimiento o exigencia.
La clave es un nivel a la vez y mantenerlo un tiempo de, por ejemplo, 15 días y luego pasar al otro nivel, y así sucesivamente. Si el
movimiento es excesivo, necesitaremos disminuir de un nivel hasta estar en nivel medio que es el ideal para tener mayor
autonomía y estabilidad.

3.-ALIMENTARSE
Tanto si comió de más como si comió de menos, el descanso va a ser interferido.

4.-ATENDERSE
Darse tiempo y espacio para sí mismo.

5.-DORMIR
Relajarse, rutina de despedirse de cercanos, apagar la luz. Acostumbrar siestas en la tarde. No es lo mismo acostarse
con hambre, habiendo comido a reventar, o haber comido lo necesario para que el cuerpo pueda funcionar durante la
noche. Se recomienda “desayunar como rey, comer como un príncipe y cenar como un mendigo”. Si tiene artefactos
eléctricos y por algún motivo no puede sacarlos, cúbralos con alguna tela blanca que le guste. Los colores y luces
suaves predisponen a la relajación. A veces es necesario agregar una hora más de descanso o una siesta.
6.-REGULARIZARSE
Organizarse en alimentación, pendientes, fechas, tareas y tiempos. Checar mis ritmos actuales e incorporar cambios
graduales.
7.-NEGAR
Atreverse a decir NO, cuando sea necesario.
8.-CENTRARSE
Hay varias formas de centrarse.
-Físicamente: Buscar con mi cuerpo la posición vertical.
Empiece como siempre por mirar cómo se para y cómo se sienta (¿se desparrama, está en la puntita del borde externo,.
Nos referimos a si se apoya en un pie –derecho o izquierdo- o en ambos, ¿bambolea los pies o los afirma en el piso?. Si
tiene el torso inclinado, hacia atrás o hacia cuál costado. Si su cabeza está inclinada hacia un costado. Le
recomendamos que anote todas estas observaciones.
Una vez que sabe cómo se sienta hoy y cómo se para hoy, dé el segundo paso. Consiste en que cuando se acuerde en
el día (si es una sola vez resulta suficiente) mire cómo está parado y si ve que se halla en un solo pie, apóyese en los
dos; si su torso está hacia un costado trate de buscar su eje vertical. Si se sienta desparramado mejor siéntese en
postura vertical, sobre sus isquiones. También apoye ambas plantas de los pies en el piso. Puede ser que esta nueva
postura le resulte incómoda pero haga el esfuerzo de acostumbrarse empezando por unos segundos o minutos al día.
Cuando usted alínea su cuerpo éste se acomoda y fluye mejor la energía, además de que cada vez sentirá más
equilibrio y placer al acostumbrarse a esta nueva postura que combinará con respiración adecuada. Este ejercicio
construye su centro.
-Emocionalmente: Buscar con mi conciencia en qué medida hago por mí lo que había decidido hacer.
Se trabaja desde la conducta. Consiste en prestar atención con mi conciencia a si estoy haciendo por mí lo que había
decidido, centrándome en el aquí y ahora en una acción, sin tolerar interrupciones. Cada vez que haga lo que me había
propuesto, voy a agregar un gramo al centro de mi eje personal, y cada vez que obre en contra de mi decisión, voy a
restar 100 gramos a mi eje personal.

9.-PROYECTARSE METAS
Metas A largo plazo (a un año) y a corto plazo (a un mes)

10.-HACER
Aunque el grupo al que pertenezcamos se moleste por nuestros cambios, no hacer que los demás hagan lo que
necesito no implica que no busque otros vínculos, nuevas relaciones, con personas que acuerden con nuestros criterios
y que me ayuden a crecer.

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