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Michael Tomasello - ¿Por qué cooperamos?

“Cuando un individuo inventa un artefacto o una manera de hacer las cosas


apropiada para las circunstancias, los otros lo aprenden pronto. Ahora bien, cuando otro
individuo introduce alguna mejora al procedimiento – incluso los niños en pleno
desarrollo – aprenden la nueva versión perfeccionada. Se genera así una suerte de
“trinquete cultural” que ¿ (integra?) cada versión en el repertorio del grupo y asegura su
vigencia hasta que alguien encuentra algo más novedoso y más útil” (12-13). Esta
capacidad acumulativa de aprendizaje es lo propiamente humano. [Pensar la autoridad
como lo que nos ayuda a captar la naturaleza temporal del poder].

Otra particularidad humana es la creación de instituciones secundarias (donde se


crean nuevas funciones de estatus, Searle: marido, etc.). Se generan normas. Ahí se da
la cooperación. Intencionalidad compartida. Ello facilita el efecto trinquete (el
aprendizaje no sólo es imitativo). “Los Homo Sapiens están adaptados para actuar y
pensar cooperativamente en grupos culturales hasta un grado desconocido en otras
especies” (17). Las mayores empresas humanas son de cooperación. “A medida que
crecen, se desarrolla en los niños un tipo especial de inteligencia cultural, que abarca
habilidades exclusivas de nuestra especie para colaborar, comunicarnos y aprender
socialmente, además de tener parte en otras formas de intencionalidad compartida,
habilidades que van constituyendo su capacidad de participar en este pensar grupal
cooperativo” (18). Lo ve como un mecanismo adaptativo.

Los niños, con un año y medio, ya muestran predisposición a cooperar. Cooperar


es útil desde un punto de vista egoísta. Distingue tres tipos de altruismo: bienes
(generoso), servicios (servicial) e información. Niños están predispuestos a ayudar por
ejemplo cuando un adulto desconocido se cae (26ss). Es una edad en la que los elogios
o premios no afectan. Luego, cuando había habido recompensas, se reducía ayuda si no
había más. Las recompensas tienden a reducir la colaboración. De hecho, también se
cree que no es cultural porque los chimpancés hacen lo mismo (quizá porque
mimetizaban a los hombres?). También porque se manifestaban actividades de empatía.

Información: los niños señalan para otros (monos sólo para sí – no es la misma
semántica de la señal). Los monos no ven intenciones comunicativas en las señales. Los
niños comparten comida bastantes veces. Chimpancés no. Cuestión de grados. Los
chimpancés se comportan como si siempre estuvieran hambrientos (50). Después del
periodo inicial de generoso altruismo, el niño se vuelve más cauteloso. Aprenden a
distinguir a quién ayudar (por ejemplo los más cooperativos). [También los chimpancés
devuelven favores]. Después se sienten juzgados y cultivan el public self. No acepta que
los monos tengan menos noción de justicia. El mono no está preso en normas, sino en lo
que desea. En el juego del últimatum no mostraban justicia (55ss).

“Los niños no sólo se atienen a las normas sociales sino que, casi desde el
mismo momento en que comienzan a acatarlas, también se ocupan de hacerlas cumplir”
(59). Por ejemplo, con los juegos. Las reglas no son vistas solamente como regulativas
sino constitutivas del juego. Las ven como entidades supraindividuales. Los niños se
integran en la intencionalidad compartida. No sólo obedecen a la autoridad y a la
reciprocidad, sino que actúan conforme a cierta racionalidad social.

Los niños están dispuestos a cooperar. Luego aprenden el tit for tat. Rechaza la
educación autoritaria, la inductiva (explicativa) es mucho más eficaz. Para justificar la
cooperación cree que el altruismo es secundario (72). Puede haber, hay, cooperación
con free riders. Lo importante es el mutualismo, que puede beneficiar a ambos. Los
chimpancés actúan como un yo; los niños como un nosotros. Por ejemplo, pueden
invertir roles y atención conjunta (saben lo que ve el otro). Ello afecta a la evolución,
desarrollo confianza y tolerancia. [Antílopes pastan solos, pero se reúnen para
protegerse].

Colaboración como gran paso evolutivo. Se pregunta el porqué de este paso y


expone tres hipótesis (flojas), p. 103. “El hecho de que los humanos se hayan puesto a
pensar juntos para llevar a cabo actividades cooperativas es el origen de la cultura
humana” (118). No sabe cómo pasó, pero eso lo transformó todo.

John B. Silk – dice que el altruismo sí es esencial. Muchas veces nos


sacrificamos por los otros.

Carol S. Dweck – [Elizabeth Spalke: buena parte de los conocimientos, de los


conocimientos nucleares, son innatos]. Defiende más el aprendizaje que el innatismo.

Brian Skyrms – [David Lewis, Convention, un conocimiento común exige que


todos sepan que todos lo conocen]. El conocimiento común no es necesario para la
cooperación. Hay bacterias que son depredadoras cooperativas: myxococous xanthias
(¿). Quiere separar la cooperación de las lecturas reductivistas de orden superior o
creencias mutuas.

Elizabeth Spalke: conocimiento nucleares que son universales – cinco tipos


(160).

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