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Michel Foucault “Vigilar y Castigar”

Los medios del buen encauzamiento

El poder disciplinario, es un poder que, en lugar de sacar y de retirar, tiene como función
principal “enderezar conductas”. No encadena o sujeta las fuerzas para reducirlas, sino
que lo hace de manera que pueda multiplicarlas y usarlas.

La disciplina “Fabrica individuos” (construye-moldea). Es la técnica de un poder que se da


a los individuos a la vez como objetos y como instrumentos de su ejercicio. No se trata de
un poder triunfante que se confía de su superpotencia, sino que es un poder modesto,
suspicaz. El éxito del poder disciplinario se debe al uso de instrumentos simples: La
inspección jerárquica, la sanción normalizadora y su combinación a partir del exámen.

La vigilancia jerárquica

El ejercicio (aplicación) de la disciplina implica un dispositivo o mecanismo que coacciona


(obliga) por el juego de la “mirada”. La vigilancia se trata de un aparato en el que las
técnicas que permiten ver inducen (provocan) efectos de poder y donde se hacen visibles
aquellos sobre los que se aplican tales técnicas.

A lo largo de la historia se han construido observatorios de la multiplicidad humana. Estos


observatorios toman un modelo o ejemplo ideal: “El campamento militar”. El
campamento es el diagrama (esquema-dibujo) de un poder que actúa por el efecto de una
visibilidad general. Este diagrama se caracteriza por un principio: el encaje espacial de las
vigilancias jerarquizadas. Se genera una red de miradas, que se controlan unas a otras.
Hay una distribución de las tiendas (carpas) en hileras y en serie. De la misma forma las
ciudades obreras, hospitales, asilos, prisiones, y casas de educación copian este modelo
del campamento militar.

Ahora surge una nueva problemática o preocupación: Una arquitectura que ya no está
hecha para ser vista, sino que debe permitir un control interior, dentro suyo, para hacer
visibles a quienes se encuentran dentro. Se trata de una nueva arquitectura que funciona
como un operador para la transformación de los individuos: hay que conducir hasta ellos
los efectos del poder, ofrecerlos a un conocimiento, modificarlos. De este modo el viejo
modelo del encierro y la clausura es reemplazado por las aberturas, las transparencias.

Por ejemplo, el edificio de un hospital se organiza como un instrumento de acción médica:


debe permitir observar bien a los enfermos, y así ajustar mejor los cuidados. La forma de
la construcción debe impedir los contagios (separación de los enfermos); la ventilación y el
aire evitan la multiplicación de enfermedades.
La escuela misma debe ser un operador de encauzamiento (orientar-enderezar) de la
conducta. Se guía por principios similares al ejército: Educar cuerpos vigorosos
(imperativo-mandato de salud), obtener oficiales competentes (imperativo de calidad),
formar oficiales obedientes (imperativo político), prevenir el libertinaje y la
homosexualidad (imperativo de moralidad).

El edificio mismo de la escuela debía ser un aparato para vigilar. Los cuartos están
repartidos a lo largo de un pasillo como una serie de celdas, y a intervalos regulares,
estaba el alojamiento de un oficial. La puerta de cada cuarto tenía una ventana a la altura
del antepecho.

Por otra parte, el aparato disciplinario perfecto permitiría a una sola mirada verlo todo
permanentemente, se trata de las arquitecturas circulares. Sin embargo, la mirada
disciplinaria ha tenido necesidad de relevos. Este es el problema que se presenta en los
grandes talleres y fábricas, en donde surge un nuevo tipo de vigilancia. Ahora hay un
control intenso, continuo durante todo el proceso de trabajo. Además de los obreros,
surge una tarea específica: se contratan vigilantes que controlen a los trabajadores.

La sanción normalizadora

1 – En todos los sistemas disciplinarios funciona un pequeño mecanismo penal. Cuentan


con sus propias leyes, sus delitos especificados, sus formas particulares de sanción. En el
taller, en el aula, en el ejército, funciona una micro penalidad del tiempo (retrasos,
ausencias, interrupciones de la tarea), de la actividad (falta de atención, descuidos), de la
manera de ser (desobediencia, descortesía), de la palabra (charla, insolencia), del cuerpo
(actitudes incorrectas, suciedad), de la sexualidad (indecencia). Se trata de hacer penables
(posibles de castigo) los detalles más pequeños de la conducta.

2 – La penalidad disciplinaria se aplica a lo que no se ajusta a la regla (incumplimiento),


todo lo que se aleja de ella, las desviaciones. Se castiga el no alcanzar el nivel requerido, o
la ineptitud en el cumplimiento de las tareas en el tiempo establecido.

3 – El castigo disciplinario tiene por función reducir (disminuir) las desviaciones. Es


principalmente un castigo correctivo. El castigo disciplinario se basa en la obligación,
consiste en la repetición de cierto acto incumplido, un comportamiento que infringió una
ley. El efecto correctivo que se espera, se obtiene de la repetición de un ejercicio.
“Castigar es ejercitar” (copiar una conducta buena hasta incorporarla en uno mismo).

4 – El castigo, en la disciplina, tiene un sistema doble: Gratificación-Sanción. El maestro


debe evitar los castigos. Por el contrario debe tratar que las recompensas sean más
frecuentes que las penas.
Por otro lado, este sistema de dos elementos realiza una calificación de las conductas y
las cualidades en buenas y malas. Toda conducta cae en el campo de las buenas y malas
notas, buenas y malos puntos. Los aparatos disciplinarios jerarquizan (ordenar según una
escala) a los unos con respecto a los otros, a las buenas y malas personas. Se hace una
diferenciación ente los individuos.

5 –La distribución según rangos o grados tiene un doble papel: señalar las desviaciones,
jerarquizar las cualidades, pero también castigar y recompensar. La disciplina recompensa
a partir del juego de los ascensos, permitiendo ganar rangos y puestos. Y castiga haciendo
retroceder y degradando. Por ejemplo en la escuela militar había un sistema de
clasificación honorífica, que a partir de la vestimenta mostraba los rangos:

1° clase la de los muy buenos: vestían hombrera de plata.


2° clase de los buenos: hombrera de seda roja.
3° la clase de los mediocres: hombrera de la lana roja.
4° clase de los malos: hombrera de lana parda
5° clase vergonzosa: vestidos de sayal (tela de lana burda, ordinaria)

El objetivo de esta penalidad jerarquizante es doble: distribuir a los alumnos de acuerdo a


sus aptitudes y su conducta, por otro, ejercer sobre ellos una presión constante para que
se sometan todos al mismo modelo, para que estén obligados a la
subordinación(obediencia), a la docilidad, a la atención a los estudios y ejercicios. Para
que todos se asemejen.

El examen

El examen combina las técnicas de la vigilancia jerarquizada y la sanción normalizadora. Es


una mirada normalizadora, una vigilancia que permite calificar, clasificar y castigar.
Establece sobre los individuos una visibilidad a través de la cual se los diferencia y se los
sanciona.

Es en el examen donde se hace más notoria, visible la relación que existe entre el poder y
el saber. El examen contiene un mecanismo que une a acierta forma de ejercicio del poder
cierto tipo de formación de saber.

1 – El examen invierte la economía de la visibilidad en el ejercicio del poder:


tradicionalmente el poder es lo que se ve, lo que se muestra. Sin embargo el poder
disciplinario se ejerce y funciona haciéndose invisible. Son los sometidos los que tienen
que ser vistos, el hecho de ser visto constantemente, es lo que mantiene sometido al
individuo. (Ser consciente de que se está siendo vigilado-observado)
2 –El examen hace entrar la individualidad en un campo documental: se construye un
archivo diario del individuo, preciso y claro. Se crea un poder de escritura: hay un registro
intenso y acumulación de datos. Se organizan los documentos de manera que permiten
clasificarlos, formar categorías, establecer medidas, y fijar normas. El individuo pasa a ser
un objeto descriptible: se anotan sus características propias, sus capacidades, su
evolución.

3- El examen hace del individuo un “caso”: es el individuo cuya conducta hay que
encauzar, corregir, a quien hay que clasificar, normalizar, excluir. Va a ver una mayor
atención sobre el niño, el enfermo, el loco y el delincuente, puesto que ellos deben ser
normalizados (estos son más individualizados que otros).

El archivo o documento que se elabora pasa a ser un importante medio de control y un


método de dominación. El examen es un procedimiento que constituye (forma) al
individuo como objeto y efecto (resultado) de poder, y también como objeto y efecto de
saber.

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