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Los medios del buen encauzamiento por Michel Foucault

1-La función principal del poder disciplinario, es la de “enderezar conductas”.


“Encauza” multitudes, en elementos individuales, fabrica individuos, es la técnica
especifica de un poder que se da los individuos a la vez como objetos y como
instrumentos de su ejercicio, funciona bajo el modelo de una economía calculada.
Su éxito se debe al uso de instrumentos como: la inspección jerárquica, la sanción
normalizadora y el examen.

2- Foucault sostiene que el “Juego de las miradas” en el poder de la vigilancia


jerarquizada funciona como una maquinaria, una organización piramidal que le da
el sustento. Es una vigilancia definida y regulada que se retroalimenta y esto
multiplica su eficacia.

3-

4. Al funcionar como una maquinaria, es indiscreto y esto permite que este en


todas partes siempre alerta, y es discreto, ya que funciona permanentemente y en
silencio.

5- La micro penalidad consiste en castigar las fracciones más pequeñas de la


conducta. Beneficia con cierto privilegio de justicia, con sus propias leyes, sus
delitos especificados, sus formas particulares de sanción, sus instancias de juicio.
Da una función punitiva los elementos en apariencia indiferentes del aparato
disciplinario. Cada sujeto que lo compone está ligado a una universalidad
castigable-castigante.

El castigo reduce las desviaciones, es esencialmente correctivo “es lo más


honesto para un maestro, lo más ventajoso y lo más agradable para los padres”
(de La Salle). Es isomorfo a la obligación misma, el efecto correctivo se obtiene
por el mecanismo del encauzamiento de la conducta.

6 y 7 El objeto de una micropenalidad jerarquizante es que el mismo mecanismo


encauce la conducta de sus individuos. La penalidad normalizadora, es un sistema
doble, posee dos elementos: gratificación y sanción. Este mecanismo es que lo
vuelve en esencia operante, permite cierto número de operaciones características
de la penalidad disciplinaria. Al sancionar los actos con exactitud, calibra los
individuos en “verdad”; la penalidad que pone en práctica se integra en el ciclo de
conocimiento de los individuos. Los vuelve vulnerables al “juego de las miradas”.

El poder disciplinario no tiende a la expiación ni a la represión, utiliza cinco


operaciones distintas: referir los actos, los hechos extraordinarios, las conductas
similares a un conjunto que es a su vez un campo de comparación, espacio de
diferenciación y principio de una regla que seguir.

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