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Un acercamiento al entendimiento de la naturaleza desde las cotidianidades ignoradas.

Yo vivo en una ciudad grande, con gente de todas partes, con edificios que realzan su poder
implícito, que despiertan majestuosidad en ellos; con ruidos de carros, buses, camiones por
doquier; con gente que anda de afán por esos deberes dignos de la cultura occidental . Yo
vivo en una ciudad con gente que no es, usualmente, consciente de sí mismos y del entorno
que los rodea, ni del otro que tiene al lado; del aire, los árboles, ni el espacio que habita en el
mundo. La mayoría de las ciudades en el mundo no se diferencian tanto de la mía, hundidos
en una rutina asfixiante con políticas y leyes deshumanizantes, que producen un
adormecimiento de nuestros sentidos y de nuestra conciencia humana. Esta manera casi
ausente y superficial de habitar el mundo nos imposibilita entender y mirar con una
perspectiva más abierta otras formas posibles de habitar el espacio y de relacionarnos con la
naturaleza; de retomar esa conexión que intrínsecamente tenemos con ella.

Indígenas como los de la Sierra Nevada de Santa Marta o las personas afro del Pacífico
colombiano nos muestran otras formas de habitar el mundo y de vernos a nosotros mismos, a
través de saberes ancestrales de la naturaleza que nos pueden ilustrar y enseñar cómo asumir
nuestra existencia; dejar de ver la naturaleza como un supermercado, como un recurso que
sólo sirve para extraer, pero con el cual es imposible crear una relación de vulnerabilidad. A
través de todo lo anterior me propongo mostrar por qué consideró necesario adentrarnos en
los modos de pensamiento y perspectivas específicas de estos grupos para poder entender y
apreciar el territorio en el que vivimos, rico en fauna y flora como lo es Colombia y, además,
ser capaces de eliminar ciertas barreras de la cultura occidental que no nos permiten abrazar
nuestra cercanía con lo animal.

Para lograr esto utilizare el texto Universo Arhuaco, que fue escrito en su totalidad por los
mismos indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta (sin antropólogos como
intermediarios), y el video-documental Pacífico Colombiano: Entre la vida, el desarraigo y
la resistencia, que pone en tela de juicio cómo la relación armónica que la comunidad afro y
el grupo indígena Emberá habían tenido con la naturaleza, se vio trastocada por políticas del
gobierno arbitrarias y violentas que los obligaron a cambiar sus dinámicas cotidianas con la
naturaleza que los rodea y, a la cual, ven como parte de la familia. Finalmente sustentare
estos dos modos de pensamiento por medio del texto Gobernanza del agua: pensar desde las
fluctuaciones, los enmarcamientos y políticas del día a día, escrito por la antropóloga Diana
Bocarejo, en el cual la autora vislumbra otras formas posibles de hacer política mediante las
cotidianidades de quienes conocen y construyen su identidad a partir de la relación que tienen
con la naturaleza, que es el caso de las dos comunidades que se van a presentar en el texto.

En primer lugar, nos encontramos con El universo Arhuaco, universo conformado por los
indígenas nativos de la Sierra Nevad de Santa Marta. Este libro se puede ver como un tipo de
manifiesto hacia su pensamiento, sus cotidianidades, sus formas de relacionarse con lo
desconocido y, a la vez, un llamado a la sociedad occidental de que es necesario que
reconstruyan su relación con la naturaleza para que pueda existir paz. La sabiduría que ellos
quieren compartir con el mundo occidental es aquella que es producto de la relación que
crearon con ellos mismos y la naturaleza, es decir, que esta comunidad plantea la importancia
de que la ley natural gobierne la vida, esa ley que permite imitar lo natural y, de esta manera,
encontrar un equilibrio entre lo espiritual y lo material. El problema radica en que el sujeto
occidental, según los Arhuacos, transformó la concepción que tienen de lo natural en esclava
del consumismo y de los intereses individuales y caprichosos de las sociedades capitalistas.
Esto viene de que occidente se ha caracterizado históricamente por subyugar todo lo que
considere diferente, por destruir lo que ni siquiera conoce y lo que suponga algo desconocido;
la pérdida del control y orden que maneja la vida occidental, así como lo dicen en la siguiente
cita:
Ese pensamiento negativo, cogió diferentes orientaciones y diferentes manifestaciones
en la raza humana, queriendo algunos hacer de su pensamiento como el pensamiento
único de la tierra, como si tuvieran el verdadero pensamiento de la humanidad.
Entonces ese celo de pensamiento, lo convierten posteriormente en problema
religioso, llevando a tener una rivalidad tremenda entre ellos y a que se empiece a
perder el verdadero conocimiento de la tierra. El pensamiento religioso lo convierten
en poder de opulencia, lo convierten en poder de riqueza y después lo convierten en
poder de guerra (Universo Arhuaco, 1997, p.10)

Además, los indígenas Arhuacos contextualizan las consecuencias que esta desconexión con
la naturaleza puede traer haciendo énfasis en el poder ancestral y curativo de las plantas, cosa
que el sistema neoliberal quiere eliminar y reemplazar por monocultivos:

Hay que hacer hincapié a la gente de que se debe ser reflexivos frente a las plantas,
debe tratarlas como unos seres vivos; si se les da ese tratamiento a las plantas,
reaparecerían otras especies de animales porque encontrarían un entorno donde se
pueden alimentar y nosotros, siguiendo el entorno de esos animales, de cómo se
alimentan de esas plantas, vamos a tener el camino para que nos enseñen que nuevos
alimentos vamos a encontrar. Pero si no encontramos esas plantas y por el contrario
las vamos a destruir, esperanzados solamente en los cultivos industriales,
monocultivos, estamos generando nuevas plagas, nuevas enfermedades que
difícilmente podrá controlar el ser humano, por eso no estamos de acuerdo en que se
realicen ese tipo de cultivos. (Universo Arhuaco, 1997, p.12)

Las comunidades afro del pacífico colombiano no tienen una visión tan alejada del mundo,
pues en el video-documental Pacífico Colombiano: entre la vida, el desarraigo y la
resistencia exponen la importancia de tener una relación armónica con la naturaleza, en la
cual se vea a los animales y la multiplicidad de plantas como aliados de una misma realidad.
Algo que en los gobiernos y la gente “civilizada” no pasa, pues ellos ven a la naturaleza como
una despensa para extraer, así como lo dice uno de los entrevistados en el documental:
Se podría decir que viven en la selva o que viven de la selva, pero, más que eso, viven
con la selva, viven, conviven. Hay esa relación armónica de las comunidades con ese
entorno natural, donde no únicamente es una despensa como si fuera una nevera, un
supermercado, sino que se establece otro tipo de relación con ese medio natural.
(Peña, 2010)
Es decir, que las relaciones que la comunidad afro del pacífico crea con ese entorno
inmediato natural determina, en cierta medida, su identidad y las dinámicas específicas que
construyen sus cotidianidades; tienen un entrelazamiento con ese otro que ven como diferente
y, a la vez, esa diferencia la toman como portadora de nuevos modos de lo posible, de pensar
y mirar el mundo desde perspectivas diferentes. Pero estas relaciones también se ven
truncadas y transformadas por la llegada de un gobierno neoliberal que elimina estas
relaciones armónicas y sabias con la naturaleza para reemplazarlas con relaciones meramente
de producción, mercantiles: “Las comunidades empiezan a depender económicamente de ese
sistema productivo externo que no conocen a como ellos venían produciendo” (Peña, 2010).

Estas perspectivas de vida expuestas por los indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta se
relacionan intrínsecamente con la idea de hacer unas políticas de la tierra, de la naturaleza (y
sus complejidades) desde la cotidianidad misma de los habitantes que conocen y configuran
su identidad de acuerdo a los entrelazamientos que se da entre ellos y la misma naturaleza
que los rodea. Es esto precisamente lo que plantea Diana Bocarejo en su artículo Gobernanza
del agua: pensar desde las fluctuaciones, los enmarcamientos y políticas del día a día, en el
cual expone de qué manera los habitantes que habitan con la naturaleza, usualmente, son
silenciados, sus opiniones quedan invalidadas frente a los deseos de las instituciones o de
multinacionales que afectan la tierra. Según la autora, esto es problemático y genera
repercusiones en la vida diaria de estas comunidades, ya que el gobierno, al momento de
hacer políticas sobre la privatización (o no) de la tierra están reconfigurando arbitrariamente
el ecosistema y las dinámicas de todos los habitantes (incluyendo a la naturaleza).

Aquí la mirada del gobierno hacia estos territorios es puramente jerárquica, puesto que
asumen su mirada del mundo como superior a la de los mismos pobladores de estos
territorios, se puede interpretar como un anulamiento de su cultura y sus cotidianidades para
imponer la mirada establecida. Por lo tanto, Bocarejo propone hacer unas políticas del
espacio natural, del territorio desde las mismas cotidianidades de los habitantes, pues ellos
conocen su entorno mejor que nadie y se constituye como parte de su identidad, así como lo
dice en el siguiente pasaje: “Los peces, las personas, las hormigas, las plantas, el agua se
constituyen a través de sus entrelazamientos y no a través de su existencia aislada” (Bocarejo,
2018, p. 116).

Como conclusión puedo decir que es necesario, como sociedad, visibilizar las historias de los
“perdedores”, dejar de tener como imaginario del mundo una historia exclusivamente de los
“ganadores”, de los que reprimen, marginalizan y dejan en el olvido a todo lo que amenace
por ser diferente a esa mirada establecida del mundo. Es necesario que nos alejemos de la
vida en la que, algunas veces, solo parece existir relaciones mercantiles o de producción, sin
espacio para nada más y volver hacia esa animalidad que por siglos hemos ocultado y hasta
negado, sin darnos cuenta de que esa animalidad que tanto nos molesta es el origen de nuestra
sensibilidad y, por lo tanto, de nuestra condición como humanos.

Bibliografía:
● Bocarejo, D., 2020. Gobernanza del agua: pensar desde las fluctuaciones, los
enmarañamientos y políticas del día a día. revista uniandes, [online] (63). Available
at: <https://revistas.uniandes.edu.co/doi/full/10.7440/res63.2018.09>
● Indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta. (1996). Universo Arhuaco. Santa
Marta.
● Peña, J. (2011). Pacífico Colombiano: entre la vida, el desarraigo y la resistencia
[Video]. Colectivo Jenzera: Juan Manuel Peña.

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