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CAPITALISMO Y NUEVAS VISIONES DEL DESARROLLO DESDE EL SUR

GLOBAL

A principios del presente mes de octubre, se publicaron 2 artículos de prensa

absolutamente devastadores; quien los lea con detenimiento entenderá la

gravedad que conllevan y la proximidad de un punto de no retorno al cual se

encuentra avocado la humanidad y su casa de habitación, la tierra, que va camino

hacia la catástrofe y la extinción de la vida.

El primero, divulgado el pasado 4 de octubre por el periódico The Guardian y

escrito por Jonathan Watts, refiere que existe una investigación “impactante”

publicada “Sciences Advances” que cuenta, entre otros asuntos importantes, que

“El monzón sudamericano, que determina el clima de gran parte del continente,

está siendo empujado hacia un “punto crítico de desestabilización.1”

Según el estudio las precipitaciones regionales están vinculadas con la

deforestación del Amazonas, la minería y el calentamiento global, situación que

puede llevar a un punto de inflexión que resultaría en un 30% menos de las

precipitaciones, la extinción de los bosques y un impacto nefasto en la producción

de alimentos, por un abrupto cambio de régimen, que afectaría a otros biomas

como la cuenca del río de la Plata. Se menciona, con gran preocupación que ha

habido tres sequías que estadísticamente ocurren una vez cada 100 años en

menos de una década.

1
https://www.theguardian.com/environment/2023/oct/04/south-american-monsoon-heading-
towards-tipping-point-likely-to-cause-amazon-dieback?CMP=share_btn_link
En ese mismo sentido, el día inmediatamente anterior, la periodista Eliane Brum,

publicó para el diario El País, su artículo denominado “La nueva vieja normalidad”

y que subtitula: “La sequía extrema en la Amazonia denuncia nuestro crimen

climático y muestra que los inocentes mueren primero.2” En este artículo Brum

indica que “hace décadas que los indígenas y científicos advierten de los impactos

del calentamiento global y la mayoría no escucha” y que a la situación de los

fenómenos extremos que han afectado al planeta le adjudican el nombre de

“nueva normalidad”, sin embargo, señala que esa “nueva normalidad” es una vieja

alienación y que “solo una especie deformada por el capitalismo sería capaz de

convivir con las escenas de agonía extrema de la Amazonía.”

El artículo va acompañado de espeluznantes fotografías que muestran a

investigadores del instituto Mamiraua para el Desarrollo Sostenible recuperando

delfines muertos del lago Tefe, que ha sido afectado por las altas temperaturas y

sequía del Amazonas. A la periodista no le falta razón cuando plantea que “la

ecuación en la selva es la suma de cuatro años de fascismo de Jair Bolsonaro

produciendo deforestación acelerada +El Niño + colapso climático, en la que uno

alimenta al otro”.

Además de lo anterior, Brum señala como “culpables” de toda esta situación a las

actividades que son propias de la concepción del desarrollo moderno capitalista,

importado de Europa, como el agronegocio de la soja y la ganadería (que usan

2
https://elpais.com/opinion/2023-10-04/la-nueva-normalidad-es-la-vieja-alienacion.html
toneladas de pesticidas) y los proyectos petroleros y mineros en áreas aún

protegidas.

Pues bien, en el mundo se han escuchado voces desde diferentes foros y en

distintos escenarios para que se detenga la depredación capitalista de los

recursos del planeta tierra. Desde activistas como Greta Thunberg y el actor

Leonardo Di Caprio, hasta políticos y figuras públicas como la Senadora

estadounidense Alexandra Ocasio, los actuales presidentes de Brasil Luis Ignacio

Lula da Silva, de México Andrés Manuel López Obrador y de Colombia Gustavo

Petro, incluso el papa Francisco se han pronunciado a favor de un cambio de

paradigma que supere el enfoque hegemónico de desarrollo actual que opera en

favor de las grandes corporaciones y el sistema financiero, y excluye a la gran

mayoría pobre que habita la tierra, además (y lo más grave) de tener al planeta en

rumbo de colisión3.

Igualmente, las voces de los movimientos planetarios como “Extinction Rebellion”

que hace un llamado a la desobediencia civil y demandan a los gobiernos para

que digan la verdad sobre la emergencia climática y ecológica y a que actúen para

detener la pérdida de la biodiversidad, reducir las emisiones de gases de efecto

invernadero y que creen una asamblea de ciudadanos sobre justicia climática y

ecológica, como dice en su página web4.

3
Frase tomada del titulo de la conferencia del Economista Manfred Max Neef en la Universidad de
Andalucía en el año 2009. https://www.youtube.com/watch?v=TCrnd-sxdpo

4
https://rebellion.global/about-us/
Las visiones alternativas de desarrollo de los pueblos originarios que se

contraponen con el enfoque occidental tal como el Buen Vivir o vivir bien,

fundamentada en una visión holística de la vida y el bienestar de las personas y de

la naturaleza; en la interconexión entre los seres humanos y la madre tierra que

reconoce la importancia de vivir en armonía con la naturaleza y que promueve el

respeto, la solidaridad y la complementariedad.

A diferencia del enfoque occidental de desarrollo centrado en el crecimiento

económico y el consumo, el Buen Vivir pone énfasis en la satisfacción de las

necesidades básicas y la equidad social, la preservación cultural y el cuidado y el

respeto de la naturaleza. Estados como la República hermana del Ecuador que

incorporó en su Constitución (en su preámbulo y en el artículo 14), la acepción de

“Buen Vivir” y consolidó la vida ancestral en el sistema legal ecuatoriano


(Figuera Vargas & Culilema Quinchuela, 2018)
, o el estado Plurinacional de Bolivia que

también incluye este enfoque en su Constitución nacional como principio fundante.

Por otro lado, propuestas como “Vivir sabroso”, concepto explicado ampliamente

en la investigación etnográfica de la antropóloga Natalia Quiceno “Vivir Sabroso

luchas y movimientos afroatrateños, en Bojayá, Chocó, Colombia” y que ella

afirma, “no busca convertirse en una analogía o correlato de buen vivir indígena”,

se puede explicar por ejemplo porque a partir de los horrores y de la violencia

vividos por las comunidades afro del medio Atrato, estas “no han perdido la

alegría de vivir, la solidaridad, las ganas de viajar, visitar a sus parientes, ir al

monte, navegar el río, bailar, beber, celebrar a sus santos y cantarle a sus
(Quiceno Toro, 2016 pág. 28)
muertos” .
Dice Moreno Gómez, (2022 pág. 10) , que “vivir sabroso se inscribe en la larga

tradición del ubuntu (del zulú ubuntu, ngumuntu, ngabantu, que significa “una

persona es una persona a causa de las demás” o lo que es lo mismo “yo soy

porque somos y soy humano porque pertenezco”), y del muntu, constituyentes con

los que dialoga desde la filosofía ancestral africana. Por un lado, el ubuntu

desarrolla principios de hermanamiento con las otras personas propiciando una

serie de identificaciones que permiten construir y crear juntas, y en donde el

bienestar de una persona depende del bienestar de todas las personas. Por otro

lado, el muntu opera a manera de una concepción totalizadora, en la que la visión

integral del universo incluye los seres humanos, naturales, astrales y divinos,

todos ellos compenetrados con el fluir del pasado, del presente y del futuro. Así,

en la cosmovisión de los afrocolombianos de algunas zonas del pacífico, “vivir

sabroso” se reconoce como un proyecto de vida que trasciende el palenque desde

la colonia y el consejo comunitario desde la colonialidad, de tal forma que, no

obstante, las fuerzas externas de la esclavización y la racialidad, se ha construido

desde adentro a partir de un proceso de larga duración en respuesta a las luchas

cotidianas que pretenden irrumpir e interrumpir las tradiciones de pensamiento”.

En conclusión, podemos afirmar que es una tarea urgente de la humanidad y sus

lideres políticos quienes dirigen los destinos de todos los seres vivos que habitan

el planeta, hacedores de política, ciencia, tecnología, sistemas de producción y

constructores de paz y también de guerra, considerar un cambio de paradigma

que reemplace la lógica del capital que nos conduce a mayores producciones de

bienes y servicios, mayores consumos y mayor generación de basura en los


vertederos, sin contemplar los limites planetarios. Por esta razón es importante y

parafraseando a Boaventura de Sousa Santos incorporar estas “nuevas

epistemologías del sur” que permitan que los seres humanos tomen conciencia de

que son parte de la naturaleza y no que están por encima de ella, permitiendo que

se mantenga el equilibrio entre todos los factores físicos, químicos y biológicos

para que se mantenga la vida, y se supere la crisis climática; pero esto debe pasar

necesariamente por decisiones políticas de carácter global que detengan la

codicia de unos pocos, en favor de todos los seres vivos y la materialidad que

compone nuestro planeta tierra.

Bibliografía

Figuera Vargas, S. C., & Culilema Quinchuela, K. C. (2018). El Sumak Kawsay desde la perspectiva del
sistema jurídico ecuatoriano. Justicia, 22(33), 51–70.

Moreno Gómez, F. (2022). “Investigar sabroso”: Aproximación a la metáfora “vivir


sabroso” desde la noción de Natalia Quiceno Toro. Salutem Scientia Spiritus, 8(3),
10–15.
Quiceno Toro, N. (2016). Vivir Sabroso. Luchas y movimientos afroatrateños, en
Bojayá. Chocó, Colombia. Universidad del Rosario, Escuela de Ciencias
Humanas.

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