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ENSAYO

MATAJIRA RIVERA GERALDINE

UNIVERSIDAD INDUSTRIAL DE SANTANDER


IPRED
ARTES PLÁSTICAS
BUCARAMANGA
2021
MATAJIRA RIVERA GERALDINE

ENSAYO

EUGENIO CUETO BARRAGAN


DOCENTE CUERPO Y ACCIONES ESPACIO - TEMPORALES

UNIVERSIDAD INDUSTRIAL DE SANTANDER


IPRED
ARTES PLÁSTICAS
BUCARAMANGA
2021
Cuerpo, espacio, tiempo, acción y movimiento.

Entre los cinco conceptos existe una pequeña soga invisible que los ata a todos y los
hace relacionarse entre sí. Empezando por el cuerpo humano, se puede apreciar que
este ha pasado por diversas miradas y concepciones en lo corrido de la historia de la
humanidad, así lo afirma Gonzáles Crussí dando un ligero acercamiento de lo que fue
esta historia: “El cuerpo inefable e invisible, reflejo de una potencia divina e increada,
según el concepto de civilizaciones antiguas. El cuerpo como sombra de un arquetipo
ideal en la filosofía platónica, o como objeto de emoción estética entre los artistas
griegos. El cuerpo despreciable, como fuente de pecado y bajeza, entre los místicos
medievales. El cuerpo objeto de conocimiento científico, a partir del renacimiento. El
cuerpo como mensaje moralizador desde la reforma. Y finalmente, el cuerpo que se
convierte en objeto de intercambio en el mercado libre, el cuerpo de cotización y
compraventa, nuestra herencia en este bendito sistema capitalista en que nos ha
tocado vivir.”1.
El ser humano ha propiciado una guerra entre él mismo y el entorno inmediato que lo
rodea. Este gran espacio que ocupa es según Milton Santos: “Más por su estructura
que por su forma, un reflejo de la sociedad global, su dinamismo es consecuencia de la
ruptura de la sociedad global y de su consiguiente distribución por el territorio” 2. Las
sociedades desde los comienzos de la existencia del ser humano se han construido en
relaciones de poder; el ser humano por encima de la naturaleza, el hombre por encima
de la mujer, hombres y mujeres por encima de hombres y mujeres. Y así
sucesivamente en el desarrollo de la historia. ¿Para sobrevivir? Quizá en un principio,
pero un punto fundamental y en común en todo esto es el valor ganado a través de
oprimir y el creerse poseedor de otro ser humano. ¿A cambio de qué? ¿Qué ganamos?
La respuesta es simple, el dinero es el valor obtenido. En consecuencia de esto surge
la apropiación de la naturaleza, de los espacios imaginarios que el ser humano ha
creado para sí, de los diferentes seres vivos que habitan la Tierra y por último
terminando por adueñarse del cuerpo mismo, como lo mencionaba más arriba. Todo
esto sucediendo en un “tiempo” determinado, tiempo que según la Relatividad General
de Einstein3, nos dice que la experiencia temporal depende de la velocidad y la
curvatura del espacio – tiempo del observador, haciendo de este elemento algo muy
individual en cada cuerpo. Esto relacionado directamente con las experiencias
históricas de la visión del cuerpo. Mientras la “India” según los occidentales era una
población “no avanzada”, les llamaban “incivilizados”, que actuaban como “animales”,
ellos y ellas avanzaban y vivían en la construcción de sus ciudades, de templos y de
una sociedad estructurada ya establecida. Sus maneras de cuidarse y sanarse, sus
ritos y ceremonias religiosas, su lenguaje y la manera en que se comunicaban, sus
formas establecidas para su supervivencia, sus “prácticas estéticas imbricadas” como lo
1
GONZÁLEZ CRUSSÍ, Francisco. UNA HISTORIA DEL CUERPO HUMANO. Letras libre, 2003. P. 15
2
SANTOS, Milton. Por una Geografía Nueva. Madrid, Espasa Calpe. P. 160.
3
GUTIÉRREZ, Claudio. LAS TEORÍAS DE LA RELATIVIDAD DE ALBERTO EINSTEIN Y SUS
IMPLICACIONES FILOSÓFICAS. Costa Rica. 1980. P. 80.
menciona Estela Ocampo4, denominadas así las formas en que interpretaban y
representaban el mundo. Son elementos únicos que caracterizaban a estas
poblaciones. Mientras que en España en esos momentos avanzaban como sociedad de
una manera muy distinta, tenían construcciones distintas, formas de relacionarse y
comunicarse diferentes, diferentes formas de vestir, diferentes formas de arte y también
claramente una forma distinta de ver al cuerpo, convirtiéndolo en un objeto más,
queriendo ser dueño de él y del territorio geográfico que habitaban. Lo hicieron con las
poblaciones indígenas a las que engañaron para someterlas bajo su mando y obligarlas
a cambiar su manera de vestir, de comunicarse, cambiar sus creencias divinas, sus
maneras de actuar y de vivir. También lo hicieron con pueblos africanos y asiáticos a
los que vieron débiles e inferiores en comparación con ellos, su ego de hombre blanco y
rico les restaba el valor como seres humanos por su color de piel, los esclavizaron por
medio de acciones violentas obligándoles y sometiéndoles a vivir bajo sus reglas y
órdenes a lo largo de décadas. Estas acciones y movimientos las realiza el cuerpo
según lo que aprendido y concebido. El ser humano desde que se encuentra en el
vientre se mueve de un lado a otro, su madre lo siente en su propio cuerpo. Después
este nace y por medio de movimientos su primera acción es llorar. Ya en un nuevo
mundo busca la cercanía de su madre, pues naturalmente se siente atraído o atraída
por ella, se alimenta de ella, aprende de ella y en caso de no tener una madre que lo
haya llevado en el vientre, se relaciona con otro cuerpo por medio de vínculos; este
cuerpo le enseña como comer, como caminar, le enseña a vivir o a sobrevivir. Esta
enseñanza puede ser la de una persona en medio de un contexto de la Alemania Nazi,
que su pensamiento se rige por esa corriente ideológica. Esta persona termina
cometiendo acciones violentas en contra de otros seres humanos, causando graves
heridas y lesiones en sus cuerpos de manera repetitiva. En un contexto diferente una
persona toma la decisión de que en su vida va a creer en un ser divino, va a actuar
según lo que cree sería de agrado para esa deidad, y sus acciones las dedicara a
ayudar a otros cuerpos afectados por enfermedades, por guerras, por hambre y miseria.
Es así como los cinco conceptos se unen y se relacionan de manera única en esto que
llamamos vida. Un cuerpo nuevo se forma y llega a este mundo mientras otro muere y
se desvanece. Las sociedades se forman, se construyen y crecen, mientras otras son
destruidas. El ser humano vive con el constante deseo casi obsesivo por obtener más y
más, sin importarle otra cosa más que su propia existencia. Y así sucesivamente todo
transcurre en un constante ciclo repetitivo.

Bibliografía:
4
OCAMPO, Estela. APOLO Y LA MÁSCARA. Barcelona, Editorial Icaria, 1985. P. 4
- GONZÁLEZ CRUSSÍ, Francisco. UNA HISTORIA DEL CUERPO HUMANO. Letras
libre, 2003.

- GUTIÉRREZ, Claudio. LAS TEORÍAS DE LA RELATIVIDAD DE ALBERTO EINSTEIN


Y SUS IMPLICACIONES FILOSÓFICAS. Costa Rica. 1980.

- OCAMPO, Estela. APOLO Y LA MÁSCARA. Barcelona, Editorial Icaria, 1985.

- SANTOS, Milton. Por una Geografía Nueva. Madrid, Espasa Calpe.

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