CONCLUSIONES

PRIMERO.- Anaximandro filósofo Griego, del VI ciclos a.d.c., tuvo como

maestro a Thales de Mileto, se le relaciona con actividades de la ciencia, se le
atribuye diferentes hallazgos. Introdujo en Grecia el uso de mapas. Fue el
primero en trazar un mapa del mundo, en éste el mundo aparecía representado
por un disco circular que comprendía la tierra básicamente Europa, el Oeste de
Asia y el Norte de África y un rio circundante llamado Océano.
SEGUNDO.- Elaboro una teoría sobre el origen del ser humano, sostenía que
proviene de las zonas húmedas con escamas que fueron desapareciendo al
llegar a zonas secas.
TERCERO.- Respecto al origen del universo, Anaximandro a diferencia de su
maestro, pensaba que no se tratada de un elemento concreto, en la que no
puede ser el agua porque es un elemento demasiado determinado, ¿cómo se
explica que del agua surjan cosas tan diferentes como el fuego, el aire o la
tierra?. El origen tiene que ser un elemento indeterminado, indefinido, al que
denomino el APEIROS, es el principio y el final de todo lo que hay, y por lo
tanto también integra la diferencia entre contrarios.
CUARTO.- Si en el mundo encontramos cosas determinadas y el origen es
indeterminado la cuestión es saber cómo se pasa de lo indeterminado a lo
determinado. Para responder a esto Anaximandro nos habla de la separación
de contrarios. Del APEIRON surgen a la vez parejas de contrarios: lo frio y lo
caliente, lo seco y lo húmedo, etc., a partir de esta aparición nace el conflicto, la
desigualdad y la injusticia, en el sentido en que entre estos empieza un ciclo de
invasión mutua, los contrarios no tienen una relación estática, se van
alternando y esto es una Ley, un constante temporal cíclica porque nunca
ninguno de estos podrá aniquilar al otro.
QUINTO.- Según los filósofos contemporáneos, Anaximandro tuvo una lectura
visionaria de las teorías de Newton y de Darwin, sus teorías fueron inusuales
por la época, en su intento de abstracción no solo se separó del relato
fantástico de los mitos, sino que logro alejarse de algunos de los
convencionalismos mas arraigados de la cosmovisión griega del siglo IV a.d.c.