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INVESTIGACIONES OBLIGACIONES y ANÁLISIS JURISPRUDENCIALES
INVESTIGACIONES OBLIGACIONES y ANÁLISIS JURISPRUDENCIALES
DERECHO OBLIGACIONES
1. El acreditar buena fe, implica que, adquirientes estén obligados a verificar las
https://static.legis.pe/wp-content/uploads/2018/12/Casaci%C3%B3n-1421-2016-Lima-Sur-Legis.pe_.pdf
Sumilla: En el presente caso corresponde declarar la nulidad de los actos jurídicos consistentes
en los contratos privados de compraventa celebrados entre los demandados por las causales de
fin ilícito, objeto jurídicamente imposible y contravención de las leyes que interesan al orden
público habida cuenta que a la fecha en que se celebraron los actos jurídicos cuestionados, los
vendedores demandados no tenían la calidad de propietarios conforme se verifica de las partidas
registrales que obran en autos además que para la adquisición de los referidos inmuebles, los
compradores demandados no obraron con la diligencia necesaria al momento de adquirir los
bienes inmuebles.
Fundamento relevante: Octavo.- Que, siendo esto así, no debe de confundirse las instituciones,
por un lado, de acuerdo con la demanda, se ha planteado nulidad de un acto jurídico
determinado, la cual puede ser considerada, por el Profesor Freddy Escobar Rozas como“(…) la
forma más grave de invalidez negocial (Bianca). La invalidez negocial presupone la existencia de
un “juicio de conformidad” en virtud del cual se concluye que el negocio no cumple con las
“directrices” establecidas por el ordenamiento jurídico. El fenómeno indicado (“incumplimiento de
las directrices”) se presenta cuando por lo menos alguno de los “elementos” (manifestación de
voluntad, objeto o causa) o de los “presupuestos” (sujetos, bienes y servicios) del negocio no
presenta alguna de las condiciones o características exigidas por el ordenamiento jurídico. La
invalidez negocial viene a constituir una sanción que el ordenamiento jurídico impone al negocio
que presenta “irregularidades”. Esta sanción puede determinar (i) que dicho negocio no produzca
las consecuencias jurídicas a las cuales está dirigido (lo que significa que es absolutamente
ineficaz); o, (ii) que dicho negocio produzca las consecuencias a las cuales está dirigido, pero que
éstas puedan ser “destruidas” (lo que significa que es precariamente eficaz) (BIGLIAZZI GERI,
BRECCIA, BUSNELLI y NATOLI). La invalidez negocial puede ser absoluta o relativa. Es absoluta
cuando el requisito no cumplido por un elemento o un presupuesto del negocio tutela intereses
que no son “disponibles” por la parte o las partes, sea porque los mismos comprometen principios
básicos del ordenamiento jurídico o porque comprometen necesidades de terceros o de la
colectividad en general (piénsese en el requisito de la licitud o en el de la posibilidad física y
jurídica). Es relativa cuando el requisito en cuestión tutela intereses “disponibles” por las partes
(piénsese en el requisito de la seriedad o en el de la ausencia de vicios). La invalidez absoluta
supone la nulidad del negocio; la invalidez relativa, en cambio, la anulabilidad del mismo (…)”;
este mismo autor, sobre la anulabilidad, vuelve a señalar: “(…) La anulabilidad es la forma menos
grave de la invalidez negocial (BIANCA); y lo es porque, a diferencia de lo que ocurre con la
nulidad, la anulabilidad supone que la “irregularidad” que presenta el negocio únicamente afecta
el interés de la parte (o de una de las partes) que lo celebra (FRANZONI). Como consecuencia de
ello, la anulabilidad no determina que el negocio no produzca las consecuencias a las cuales está
dirigido sino solamente que dichas consecuencias puedan ser, durante cierto lapso, “destruidas”
por la parte afectada por la “irregularidad” (BIGLIAZZI GERI, BRECCIA, BUSNELLl y NATOLI);
por lo menos teóricamente, la anulabilidad (del negocio jurídico) supone lo siguiente: a) La
eficacia “precaria” del negocio. b) La posibilidad de que el negocio sea “saneado”. c) La
naturaleza constitutiva de la sentencia (o laudo) que compruebe su existencia. d) La imposibilidad
de que el Juez (o el arbitro) la declare de oficio y de que los terceros con interés puedan accionar
para que la misma sea declarada. e) La prescriptibilidad del derecho a solicitar que la misma sea
declarada. El Código Civil recoge la totalidad de las características enunciadas. Así, en su artículo
doscientos veintidós establece (i) que el acto anulable es nulo desde su celebración por efecto de
la sentencia que lo declare; y, (ii) que este tipo de nulidad se pronuncia a petición de parte, no
pudiendo ser alegada por otras personas distintas de las designadas por ley. De igual modo, en
su artículo doscientos treinta establece que el acto anulable puede ser “confirmado”. A diferencia
de la nulidad, que no otorga a la parte o a las partes derecho alguno que se encuentre dirigido a
“atacar” al negocio (en tanto que aquélla opera de iuré), la anulabilidad concede a la parte
afectada por la “irregularidad” que éste presenta un derecho potestativo negativo, consistente en
la posibilidad de alterar la esfera jurídica de la otra parte (o del tercero beneficiario) mediante la
destrucción de los efectos -precarios-generados por el negocio (…)”
http://spij.minjus.gob.pe/content/publicaciones_oficiales/img/Codigo-Civil.pdf
http://historico.pj.gob.pe/cortesuprema/cij/documentos/AnalesJudiciales2007_071009.pdf
Material de consulta: Casación 3667-2015, Lima y el caso PUCP vs. Arzobispado de Lima.
https://legis.pe/wp-content/uploads/2017/12/Casaci%C3%B3n-3667-2015-Lima-Contrato-de-donaci%C3%B3n-
puede-resolverse-si-no-se-cumple-la-carga-impuesta.pdf
http://blog.pucp.edu.pe/blog/victornomberto/2010/07/26/tribunal-constitucional-ordena-al-poder-judicial-acatar-
fallo-sobre-pucp/
https://www.pj.gob.pe/wps/wcm/connect/7a52da004a1d154d8873da5532545ad9/Resolucion+001135-2013-.pdf?
MOD=AJPERES&CACHEID=7a52da004a1d154d8873da5532545ad9
Fundamento relevante:
7. Según nuestro ordenamiento jurídico, el acto jurídico por el “falsus procurator” se encuentra
sancionado con ineficacia respecto al falso representado, y no con nulidad absoluta,
entendiéndose que dichas categorías de invalidez del acto jurídico difieren una de la otra.
En primer término, la nulidad absoluta implica la existencia de un defecto intrínseco en la etapa de
formación del acto jurídico, por lo que, ante un vicio de gran magnitud, el acto jurídico viciado no
es capaz de generar efecto jurídico alguno, ni entre los intervinientes ni frente a terceros. En
efecto, el acto nulo, no puede ser opuesto ante ninguna persona, por carecer justamente de
validez jurídica. Es por tal motivo que cualquier persona con interés puede solicitar la nulidad de
un acto jurídico.
Empero, la ineficacia que prevé el artículo 161 del Código Civil implica que el acto jurídico
únicamente no tendrá validez en determinadas circunstancias y frente a determinadas personas,
mas, frente a otras desplegará todos sus efectos. Es así que, como menciona expresamente la
norma in comento, el acto jurídico celebrado sin representación o con defecto en la
representación no tendrá efectos frente al perjudicado (entiéndase, el falso representado o aquél
cuya representación fue excedida), pero sí podrá surtir efectos frente a terceros, porque en
cuanto a su constitución, el acto jurídico es perfecto al no contener ningún vicio en la formación
de la voluntad, sin embargo, existe un defecto en la legitimación representativa que genera su
invalidez frente a aquella persona falsamente representada.
8. Queda claro que el acto jurídico del “falsus procurator” resulta ineficaz frente al falso
representante como al falso representado. Sin embargo, el problema radica en cuanto a los
efectos frente a terceros, para lo cual, como ya se ha mencionado, cabe recordar que la norma es
clara al precisar que estos actos jurídicos son ineficaces únicamente frente al falso representado
y no frente a terceros.
Esta regla debe ser aplicada incluso al tercero que intervino en el acto jurídico, pues, el tercero
puede obrar con desconocimiento del vicio de representación, máxime si nuestro ordenamiento
jurídico no exige la inscripción registral de los poderes para actos de disposición, pues, según
prescribe el artículo 156 del Código Civil, la única solemnidad para ejercer actos de disposición o
gravámenes de bienes de propiedad del representado es que el encargo conste en forma
indubitable y por escritura pública. En tal sentido, el tercero puede obrar de buena fe.
9. En el caso de autos, el demandante pretende que se le restituya la propiedad del inmueble
enajenado por el falsus procurator, y más aún se le inscriba en el Registro correspondiente como
propietario del bien transferido, sin embargo, es evidente que dicha pretensión es improcedente
porque se estaría generando una oponibilidad erga omnes de la ineficacia declarada en el
presente proceso, lo que es ajeno y contrario a la ratio legis del artículo 161 del Código Civil que,
como ya se ha mencionado, prescribe que el acto es ineficaz únicamente frente al “falso
representado”.
De estimar la pretensión del demandante, se estaría rebasando el terreno de la ineficacia del acto
jurídico e ingresando al campo de la nulidad del acto jurídico que, es oponible incluso frente a
terceros.
tercero es irrelevante.
Constituye acto de mala fe identificarse ante el registro como soltera siendo casada.