Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
2015;15(1):35-44
,661
Acta Colombiana de
Cuidado Intensivo
Acta Colombiana de
9ROXPHQ1~PHUR 0DU]R
▶'HVFRQWDPLQDFLyQGHODRURIDULQJHHQSDFLHQWHVYHQWLODGRV&RPSDUDFLyQ
GHODHIHFWLYLGDGGHODYDGREXFDOFRQFORUKH[LGLQDYVFUHPDGHQWDO
▶,QIHFFLRQHVGHOVLVWHPDQHUYLRVRFHQWUDOHQSDFLHQWHVFUtWLFRVFRQOHVLyQFHUHEUDO
FRQ\VLQDQWHFHGHQWHGHPDQHMRQHXURTXLU~UJLFR
▶(VWXGLRGHVFULSWLYRGHOXVRGHKHOLR[HQSDFLHQWHVGHOD8QLGDGGH&XLGDGR
,QWHQVLYR3HGLiWULFRGHO,QVWLWXWRGH2UWRSHGLD,QIDQWLO5RRVHYHOW
Cuidado Intensivo
▶3UHYDOHQFLDGHOXVRGHDODUPDVHQPRQLWRUHRQRLQYDVLYRHQXQDXQLGDG
GHFXLGDGRLQWHQVLYRHQ&RORPELDUHVSHFWRDODUHDOLGDGLQWHUQDFLRQDO
▶3ODVPDIpUHVLVHQHOSDFLHQWHFUtWLFDPHQWHHQIHUPR
▶)LHEUHGHRULJHQFHQWUDOKLSHUWHUPLDQHXURJpQLFD5HYLVLyQGHODOLWHUDWXUD
▶(OHQIHUPRFUyQLFRHQODIDVHÀQDOGHVXHQIHUPHGDGHQ&XLGDGR,QWHQVLYR
UHTXLHUHODWUDQVLFLyQGHOFXLGDGRFXUDWLYRDOFXLGDGRSDOLDWLYR5HYLVLyQ
GHODOLWHUDWXUD
▶$OWHUDFLRQHVRFXODUHVHQHOSDFLHQWHFUtWLFR
▶'LVIXQFLyQRUJiQLFDP~OWLSOHVHFXQGDULDDVtQGURPHGH&KXUJ6WUDXVVUHSRUWH
GHFDVR\UHYLVLyQGHODOLWHUDWXUD
▶,QWR[LFDFLyQDJXGDSRUFDUEDPDWRVGXUDQWHHOHPEDUD]R
▶9HQWLODFLyQPHFiQLFDHQSRVLFLyQSURQRHQSDFLHQWHVFRQOHVLyQFHUHEUDODJXGD
www.elsevier.es/acci 3XEOLFDFLyQ2ÀFLDOGHOD$VRFLDFLyQ
&RORPELDQDGH0HGLFLQD&UtWLFD
\&XLGDGR,QWHQVLYR
Asociación Colombiana
de Medicina Crítica
y Cuidado Intensivo
REVISIÓN
Jose Gabriel Charria Mejíaa, Rosa Natalia Martínez Tejeirob, Carolina Guarín Villabónc,
Carlos Velezc, Adulkarin Patiñoc, Hugo Ramirezc y Francisco Cuervo Millánd,*
a
Médico especialista en Epidemiología Clínica, residente segundo año programa de Medicina Interna, Universidad de
La Sabana, Bogotá, Colombia
b
Médica General, Universidad de La Sabana, Bogotá, Colombia
c
Médico especialista en Medicina Interna, docente asociado de Cuidado Intensivo, Universidad de La Sabana y Clínica
Universidad de La Sabana, Bogotá, Colombia
d
Médico especialista en Medicina Interna y Neumología, jefe unidad de Cuidado Intensivo, docente asociado de Cuidado
Intensivo, Medicina Interna y Neumología, Universidad de La Sabana y Clínica Universidad de La Sabana, Bogotá,
Colombia
0122-7262/© 2015 Asociación Colombiana de Medicina Crítica y Cuidado lntensivo. Publicado por ELSEVIER ESPAÑA, S.L.U. Todos los derechos reservados.
36 J.G. Charria Mejía et al
HOSDFLHQWHHQODXQLGDGGHFXLGDGRLQWHQVLYRTXLHQHVJHQH-
Tabla 1 (MHPSORVGHSLUyJHQRVHQGyJHQRVTXHVHDVRFLDQ
ralmente están bajo efecto de sedación y por lo general con
FRQODSURGXFFLyQGHÀHEUH
UHTXHULPLHQWRGHYHQWLODFLyQPHFiQLFDLQYDVLYDDWUDYpVGH
Pirógenos endógenos WXERVRURWUDTXHDOHVVHSUHVHQWDXQDGLÀFXOWDGDGLFLRQDO
,QWHUOHXTXLQDV\ para la medición21.
3URWHtQDVLQÁDPDWRULDVGHOPDFUyIDJR0,3 Se han desarrollado otros métodos menos utilizados en la
unidad de cuidado intensivo como la medición a nivel tim-
Interferón gamma (INF gamma)
pánico o con dispositivos infrarrojos, mediciones a nivel de
Factor de necrosis tumoral alfa (TNF alfa) ODDUWHULDWHPSRUDOD[LODVRPpWRGRVTXtPLFRVHQWpUPLQRV
generales son menos deseables dada la alta variabilidad de
la medición.
En la tabla 2 se plantean las recomendaciones propuestas
por las guías del Colegio Americano de Medicina de cuidado
efecto sobre la producción de térmica y con las valoraciones crítico y con la Sociedad América de Enfermedades Infeccio-
realizadas por el personal encargado de la atención. Algunos sas para la adecuada medición de la temperatura.
medicamentos utilizados en muchas ocasiones enfocados en
el control de otros síntomas como puede ser el dolor, gene-
ran un efecto en la regulación mediada por procesos celula- %DVHVÀVLROyJLFDVGHODÀHEUH
res y moleculares, por ejemplo, la administración rutinaria
GHDFHWDPLQRIpQRDQWLLQÁDPDWRULRVQRHVWHURLGHRVSDUD 3DUDODDGHFXDGDFRPSUHQVLyQGHODVEDVHVÀVLROyJLFDV\À-
control del dolor pueden generar una represión en la expre- VLRSDWROyJLFDVGHODÀHEUHVHGHEHHQWHQGHUODSURGXFFLyQ
VLyQGHVXVWDQFLDVSURLQÁDPDWRULDV\HQPDVFDUDUXQYHUGD- GHODPLVPDFRPRODUHVSXHVWDDXQDVHULHGHHYHQWRVTXH
dero cuadro febril. Por tal motivo se debe evaluar de forma generan interacción orgánica y tisular con sustancias capa-
LQGLYLGXDOL]DGDFDGDFDVR\GHWHUPLQDUTXHDQWHODSUHVHQ- FHVGHJHQHUDUXQDUHVSXHVWDTXHJHQHUDOPHQWHHVWDPHGLD-
FLDGHRWURVVtQWRPDV\VLJQRVFOtQLFRVTXHVXJLHUDQXQFXD- da por la producción de sustancias endógenas conocidas
GURLQIHFFLRVRFRPRSRUHMHPSORWDTXLFDUGLDOHXFRFLWRVLV como pirógenos endógenos los cuales se generan por la in-
QHXWURÀOLDKLSRWHQVLyQHQDXVHQFLDGHÀHEUHGHEHREOLJDU ÁXHQFLDGHVXVWDQFLDVH[yJHQDVFRQRFLGDVFRPRSLUyJHQRV
a la revisión de las prescripciones para no pasar por alto un exógenos22.
posible cuadro febril enmascarado como componente sin-
dromático de una determinada condición4.
En cuanto al método de estimación de la temperatura se
GHEHPHQFLRQDUTXHGHEHVHUXQPpWRGRGHIiFLODSOLFDFLyQ
preciso y reproducible. Existen un sin número de dispositi-
Tabla 2 Recomendaciones
vos para la medición, según algunos autores el método de
oro para la evaluación de la temperatura corporal central Según las circunstancias clínicas del paciente seleccionar
debe ser un catéter de arteria pulmonar con un dispositivo el método más preciso y aplicable
de evaluación9-13VLQHPEDUJRQRWRGRVORVSDFLHQWHVTXH &XDOTXLHUGLVSRVLWLYRGHPHGLFLyQKDGHVHU
ingresan a la unidad de cuidado intensivo serán invadidos adecuadamente calibrado, según recomendaciones
con catéter de arteria pulmonar por consiguiente es impor- del fabricante
tante buscar otra serie de métodos de evaluación de la tem- &XDOTXLHUGLVSRVLWLYRGHPHGLFLyQTXHVHXWLOLFHGHEHVHU
peratura. Otros autores proponen la medición a nivel de la XVDGRDVHJXUDQGRTXHHOSDFLHQWHRHORSHUDGRUQR
vejiga con catéteres con dispositivos de medición, plantean tengan el menor riesgo de diseminación de patógenos
TXHIDYRUHFHQXQDPHGLFLyQFRQWLQXDVRQPHQRVLQYDVLYRV El lugar de medición y el resultado debe ser registrado
\PiVPHGLFLRQHVVRQSUiFWLFDPHQWHLGpQWLFDVDODVTXHXQ adecuadamente en una tabla
catéter de arteria pulmonar pueda proporcionar14,15.
La aparición de temperatura por encima de los 38 grados
/DPD\RUGLÀFXOWDGGHODPHGLFLyQDQLYHOGHODYHMLJDR FHQWtJUDGRVUHTXLHUHGHXQDHYDOXDFLyQFOtQLFD
de otras mediciones como pueden ser las esofágicas con ca- minuciosa, no necesariamente evaluación de laboratorio
téteres similares es el costo de los dispositivos, los cuales o de imágenes
suelen ser elevados y la factibilidad de obtener uno de estos
La aparición de temperatura por debajo de los 36 grados
es difícil generalmente.
centígrados en ausencia de causas claras de hipotermia
Por tal motivo, otra serie de métodos menos invasivos y UHTXLHUHGHXQDHYDOXDFLyQFOtQLFDPLQXFLRVDQR
menos costos se pueden utilizar con mediciones relativa- necesariamente evaluación de laboratorio o de imágenes
PHQWHSUHFLVDVTXHSXHGHQIDFLOLWDUHOSURFHVRGHWRPDGH
Las unidades de cuidado intensivo pueden disminuir el
decisiones en el momento de realizar la aproximación diag-
FRVWRGHOHVWXGLRGHODÀHEUHFRQODERUDWRULRVHLPiJHQHV
nostica. Entre los métodos más comúnmente utilizados se
no útiles y por el contrario las evaluaciones clínicas
puede mencionar la medición a nivel del recto con termó- minuciosas deben prevalecer, el estudio con métodos
metros de mercurio con limitantes como la incomodidad adicionales debe depender de los hallazgos derivados
para el paciente, el riesgo de perforación intestinal y el de la evaluación clínica
riesgo de infección por entero patógenos16-20. Otros métodos
incluyen la medición de la temperatura oral el cual es fácil Tomado y adaptado de las guías del Colegio Americano de Medicina
de cuidado crítico y con la Sociedad América de Enfermedades
de realizar y generalmente los pacientes sin alteración del
Infecciosas4.
estado de conciencia están familiarizados con el método, en
38 J.G. Charria Mejía et al
WRHQQLYHOHVPiVDOWRVSRUORTXHHORUJDQLVPRXWLOL]DUDGH GHORVGLIHUHQWHVVLVWHPDVHVFHQDULRTXHHVIUHFXHQWHHQ
manera constante la producción de calor como método cuidado intensivo puede explicar las variaciones en la tem-
GHORJURGHODWHPSHUDWXUD'DGRTXHDOSDUHFHUODILH- SHUDWXUD&XDGURVFUyQLFRVTXHQRUHVXHOYHQ\TXHFXPSOHQ
EUHGHRULJHQFHQWUDOQRHVWiPHGLDGDSRULQÁDPDFLyQVLQR ODVGHÀQLFLRQHVGHÀHEUHSRVWHULRUPHQWHGHVFULWDVGHEHQ
por un daño temporal permanente a nivel hipotalámico, el ser estudiadas de forma exhaustiva dado el riesgo y la carga
XVRGHPHGLFDPHQWRVFRPRDFHWDPLQRIpQ\DQWLLQÁDPDWR- de enfermedad derivada de los procesos infecciosos los cua-
rios no esteroideos no son efectivos en el control de la tem- les son los más frecuentemente encontrados en la unidad de
peratura como se mencionara más adelante. cuidado intensivo26.
(QODÀJXUDVHSODQWHDXQHMHPSORJUiÀFRGHORTXHVX- Aproximadamente 30% de los pacientes hospitalizados de-
FHGHFRQHOSXQWRSUHÀMDGRGHWHPSHUDWXUD\VXUHODFLyQ VDUUROODQÀHEUH\GHHVWRVHOGHORVSDFLHQWHVODSUHVHQ-
con los mecanismos de regulación de la temperatura corpo- tan en relación con procesos de etiología infecciosa2.
UDOHQXQVXMHWRQRUPDO\XQVXMHWRFRQÀHEUH /DDSUR[LPDFLyQGHOSDFLHQWHFRQÀHEUHHQODXQLGDGGH
(QODÀJXUDVHSODQWHDXQHVTXHPDHQFXDQWRDODSUR- cuidado intensivo plantea dos escenarios, el paciente con
ducción de pirógenos endógenos como respuesta a los piró- ÀHEUHGHRULJHQLQIHFFLRVR\HOSDFLHQWHTXHSUHVHQWDÀHEUH
genos exógenos y la producción de fiebre a través de su de origen no infeccioso. En términos generales la aproxima-
efecto sobre el hipotálamo. ción diagnostica se ha de realizar de forma similar enfocada
en primer lugar en realizar una revisión exhaustiva de la
historia clínica y de la forma de presentación del cuadro
Aproximación del paciente febril en cuidado febril, en segundo lugar la realización de un examen físico
intensivo minucioso permitirá determinar si existe o no un foco deter-
minado y esto podrá enfocar en cierta medida el tratamien-
A nivel de la unidad de cuidado intensivo es frecuente en- to inicial. En tercer lugar es relevante determinar cuáles
contrar el paciente en estado crítico cursando con un cua- son las características de la fiebre, se relaciona con una
dro febril. Generalmente dadas las características de estos condición particular (hemodiálisis, cateterismos vesicales,
SDFLHQWHVORVHVWDGRVSRVWWUDXPiWLFRVSRVWTXLU~UJLFRV\ etc.), duración del episodio, relación con cambios hemodi-
los estados sépticos son frecuentes. Dado esto, las causas námicos, tiempo de presentación. Todos estos factores pue-
más frecuentemente asociadas con los mismos y relaciona- den ayudar a determinar el origen de la misma. Cabe anotar
das con infección siempre deben ser tenidas en considera- TXHSDUDHOWHPDGHLQWHUpVHQODSUHVHQWHUHYLVLyQWRGDV
ción y deben ser descartadas. las causas de fiebre deben ser descartadas pues como se
Se encuentra de manera frecuente la elevación transito-
ria de la temperatura, sin embargo generalmente dichas
HOHYDFLRQHVGHIRUPDWUDQVLWRULDFDUHFHUGHVLJQLÀFDQFLDFOt-
nica, adicionalmente el proceso de manipulación invasiva
03
03
4HJY}MHNVZ 7PY}NLUVZ ;5-
4VUVJP[VZ ,UK}NLUVZ
* 0-5
0UK\J[VYLZ 7,
KLWPY}NLUVZ 704(SMH
LUK}NLUVZ
3PUMVJP[VZ
-PIYHZWYL}W[PJHZ
KLSOPWV[mSHTVHU[LYPVY
76/(
:xU[LZPZKLWYVZ[HNSHUKPUHZ,
:\KVY
(. *HTIPVKLW\U[VWYLMPQHKV
*
;LTISVY 9
0
:
=HZVJVU[YPJJP}U
7PSVLYLJJP}U 0
:LJYLJP}UKLHKYLUHSPUH :
5VYTHS -PLIYL ,ZJHSVMYxVZ :\KVY
=HZVKPSH[HJP}U
*HSLU[HTPLU[VKLWPLS
;LTWLYH[\YHWYLMPQHKH ;LTWLYH[\YHJVYWVYHS
;LTWLYH[\YHYLHS ;LTWLYH[\YHJVYWVYHS
PHQFLRQyDQWHULRUPHQWHODÀHEUHGHRULJHQFHQWUDOVHGH- KRVSLWDOL]DGRHQODXQLGDGGHFXLGDGRLQWHQVLYR\TXLHQJH-
termina como diagnóstico de exclusión27. neralmente cursa con patologías de otra índole, el riesgo de
(QFDVRGHQRH[LVWLUXQIRFRFODURGHODÀHEUHVHGHEHQ desarrollo de infección es mayor y por esto la diferenciación
tomar cultivos inicialmente según recomendaciones de las H[KDXVWLYDGHORULJHQGHODÀHEUHMXHJDXQSDSHOIXQGDPHQ-
guías, antes de iniciar antibiótico terapia empírica. Se de- WDOTXHVHUHODFLRQDFRQGHVHQODFHVIXHUWHVHQWUHORVTXHVH
ben descartar todas las posibles causas como pueden ser incluye la morbilidad y mortalidad y otra serie de desenlaces
causas respiratorias, urinarias, a nivel de tracto respiratorio QRPHQRVLPSRUWDQWHVHQWUHORVTXHVHLQFOX\HQORVFRVWRV
alto, abdominales y gasto intestinales, óseo articulares, directos e indirectos derivados del estado patológico.
odontogénicas, de los órganos de los sentidos, de piel y teji- Como se mencionó en la regulación central de la tempera-
dos blandos e inclusive del sistema nervioso central. Una tura a nivel de hipotálamo existen los centros reguladores
vez se descarten estas causas consideradas como las más de la temperatura orgánica, en los procesos de lesión del
frecuentes se deben retirar los accesos vasculares y las son- sistema nervioso central puede existir compromiso hipotalá-
GDVELHQVHDQXULQDULDVJDVWURLQWHVWLQDOHVRGHGUHQDMHTXL- PLFRGLVUXSFLyQHVWUXFWXUDO\PDOIXQFLRQDPLHQWRORTXH
U~UJLFR(QFDVRGHSHUVLVWLUODÀHEUH\VLGXUDQWHRGHVSXpV FRQGLFLRQDODDSDULFLyQGHXQQXHYRSXQWRSUHÀMDGRGHWHP-
GHOSURFHVRGHE~VTXHGDDFWLYDHOSDFLHQWHSUHVHQWDVLJQRV SHUDWXUD\SRUFRQVLJXLHQWHODDSDULFLyQGHPHFDQLVPRVÀ-
FOtQLFRV\SDUDFOtQLFRVTXHGHWHUPLQHQXQSURFHVRVpSWLFR siológicos implicados en la conservación del calor y pérdida
se debe iniciar de manera empírica antibióticos de amplio progresiva de los mecanismos autorreguladores de pérdida
espectro los cuales serán re direccionados con los resultados GHOPLVPR&DEHPHQFLRQDUTXHSDUDDOJXQRVDXWRUHVHOWpU-
obtenidos de las muestras de cultivo de diferentes lugares PLQRÀHEUHHKLSHUWHUPLDVHFRQIXQGHQ\VHXWLOL]DQGHPD-
bien sean hematológicos, urinarios, abdominales, gastroin- nera errónea. Para explicar esta diferencia se debe analizar
testinales, sistema nervioso, etc.286LODÀHEUHSHUVLVWH\HO TXHSDUDKDEODUGHÀHEUHVHGHEHWHQHUHQFRQVLGHUDFLyQ
SDFLHQWHGDDOJ~QGDWRFOtQLFRTXHSXHGDVXJHULUHOOXJDUGH WRGRVORVSURFHVRVÀVLRSDWROyJLFRVH[SOLFDGRVSDUDODJHQH-
la infección, se debe asumir toda la responsabilidad y direc- UDFLyQGHODPLVPDHQORVTXHVHLQFOX\HQODJHQHUDFLyQGH
FLRQDUHOPDQHMRDOUHWLURGHOIRFRLQIHFFLRVR/DE~VTXHGD productos pirógenos exógenos, endógenos y sus interaccio-
activa del mismo es una práctica frecuente y no es deleté- QHV'LIHUHQWHSDUDORTXHVHSODQWHDHOFRQFHSWRGHKLSHU-
reo hacerlo siempre y cuando se evalúe de manera detalla- termia el cual se relaciona con un aumento del punto
GDFXDOHVHOULHVJREHQHÀFLRGHKDFHUORPHGLDQWHWpFQLFDV SUHÀMDGRGHWHPSHUDWXUDSHURQRVHFXQGDULRDXQSURFHVR
GHGLDJQyVWLFRTXHSXHGHQVHULQYDVLYDV\TXHSXHGDQVRPH- de pirógenos endógenos, exógenos y su interacción sino a un
ter al paciente a sustancias toxicas como por ejemplo los daño estructural y funcional a nivel del centro termorregu-
medios de contraste en tomografía o resonancia magnética lador localizado en el hipotálamo anterior en el área pre
nuclear. ySWLFD%DMRHVWHRUGHQGHLGHDVVHSXHGHGHWHUPLQDUTXHHO
Adicionalmente a estudio con paraclínicos convencionales PHMRUWHUPLQRSDUDODÀHEUHGHRULJHQFHQWUDOVHULDKLSHU-
cada vez es más frecuente y de más fácil acceso el uso de termia de origen central o hipertermia neurogénica. En to-
HOHPHQWRVFRPRELRPDUFDGRUHVTXtPLFRVFRQORVTXHVH das las fiebres existe hipertermia pero no todas las
SXHGHGHWHUPLQDUHORULJHQGHODÀHEUH(VWRVGHEHQVHU KLSHUWHUPLDVVRQÀHEUH32.
utilizados como herramientas de ayuda pero nunca deben A pesar de las diferencia de conceptos planteado en cuan-
sustituir el juicio clínico ni el proceso de evaluación del mé- to al uso de los términos cabe mencionar una premisa de
GLFR'HORVELRPDUFDGRUHVGHVDUUROODGRVWDOYH]HOTXH importancia relevante. Sin importar cuál sea la causa de le-
cuenta con más evidencia es la procalcitonina, el cual es sión sobre el sistema nervioso central, generalmente la vía
una herramienta útil y si se encuentra disponible debería ÀQDOFRP~QHVHOGHVDUUROORGHXQHYHQWRLQÁDPDWRULRHO
ser siempre utilizada29-31. cual esta mediado por el determinado síndrome de respues-
Una vez se descarte la presencia de infecciones como de- WDLQÁDPDWRULDVLVWpPLFDHQHOTXHVHJHQHUDODSURGXFFLyQ
WHUPLQDQWHVGHODÀHEUHVLQLPSRUWDUHODJHQWHHWLROyJLFR GHVXVWDQFLDVSURLQÁDPDWRULDVTXHGHFLHUWRPRGRJHQHUD-
FDXVDO\ODÀHEUHFRQWLQ~HVHSXHGHHPSH]DUDGHWHUPLQDU UDQDOJ~QHIHFWRVREUHODSURGXFFLyQGHLQWHUOHXTXLQDV\
FRPRFDXVDGHÀHEUHODGHRULJHQFHQWUDORHQRWURVFDVRV SURVWDJODQGLQD(SRUFRQVLJXLHQWHODÀVLRSDWRORJtDGHOD
VHJ~QODVFDUDFWHUtVWLFDVFOtQLFDVGHOSDFLHQWHODÀHEUHGH ÀHEUHH[SOLFDGDHQFRQMXQWRFRQODSpUGLGDGHOFRQWUROGHO
origen tumoral. FHQWURWHUPRUUHJXODGRUKLSRWDOiPLFRSXHGHQVHUODYtDÀVLR-
(QODILJXUDVHSODQWHDXQHVTXHPDGHDSUR[LPDFLyQ SDWROyJLFDÀQDOFRP~QTXHH[SOLTXHODÀHEUHRKLSHUWHUPLD
GLDJQyVWLFDGHOSDFLHQWHFRQÀHEUH de origen central.
6HGHEHPHQFLRQDUTXHODKLSHUWHUPLDRÀHEUHGHRULJHQ
central se relaciona con la aparición de una serie de altera-
Fiebre de origen central FLRQHVTXHDOWHUDQHOIXQFLRQDPLHQWRQHXURQDO$OSDUHFHU
todos los efectos derivados de la hipertermia se producen
&RPRVHPHQFLRQyDQWHULRUPHQWHDÀHEUHGHRULJHQFHQWUDO por la generación de una serie de proteínas conocidas por
está determinada por la instauración de un cuadro febril en HVWXGLRVDGHODQWDGRVHQPXULQRVFRPRSURWHtQDVGHOFKRTXH
HOSDFLHQWHTXHVHHQFXHQWUDHQHVWDGRFUtWLFR\JHQHUDO- térmico las cuales generan efectos celulares como migra-
PHQWHHQUHODFLyQFRQXQHYHQWRTXHJHQHUDDOWHUDFLyQD ción de glóbulos blancos, activación de los mismos y genera-
nivel del sistema nervioso central. Generalmente se ha des- FLyQGHDFWLYDFLyQGHFDVFDGDVLQWUDFHOXODUHVTXHWHUPLQDQ
crito en el escenario del paciente con trauma cráneo encefá- HQODSURGXFFLyQÀQDOGHFLWRTXLQDVSURLQÁDPDWRULDV32.
lico o en los pacientes con evento cerebrovascular. Se /DPLJUDFLyQFHOXODUODSURGXFFLyQGHFLWRTXLQDV\ODPLV-
FRQVWLWX\HHQXQUHWRGLDJQRVWLFRGHELGRTXHHQHOPRPHQWR ma elevación de temperatura según modelos de trauma crá-
GHOGHVDUUROORGHODÀHEUHHQXQSDFLHQWHTXHVHHQFXHQWUD neo encefálico también genera la alteración del metabolismo
Fiebre de origen central/hipertermia neurogénica. Revisión de la literatura 41
ZL[Z
-PLIYL[LTWLYH[\YH%*
KLOLTVJ\S[P]VZ
VYPUH`LZW\[V
:P[PVKL
:P[PVKLPUMLJJP}U PUMLJJP}U
5VVI]PV
,_mTLULZ
KPHNU}Z[PJVZ
()LTWxYPJV
*VUZPKLYL
JH\ZHUV 3xULHZJLU[YHSLZ%OVYHZYLT\L]H`J\S[P]L
PUMLJJPVZH :VUKHUHZVNmZ[YPJHYLT\L]H`;(*KLZLUVZ
+PHYYLHJ\S[P]VKLOLJLZ`[YH[HTPLU[V()LTWxYPJV
6IZLY]L
OVYHZ
6IZLY]L
OVYHZ
:PSHMPLIYL
WLYZPZ[L ;YH[HTPLU[VHU[PMUNPJV
:PSHMPLIYL
WLYZPZ[L =LUVNYHMxH
0TmNLULZHIKVTPUHSLZLUIZX\LKH
KLPUMLJJP}U
Figura 3 $SUR[LPDFLyQGLDJQRVWLFDGHOSDFLHQWHFRQÀHEUHHQODXQLGDGGHFXLGDGRLQWHQVLYR
Tomado y adaptado de Dimopoulos y Falagas26.
Tabla 4 Comparación de estudios observacionales en cuanto a número de pacientes y hallazgos encontrados en cada uno de ellos
Tabla 5 9DULDEOHVSUHGLFWRUDVGHÀHEUHGHRULJHQFHQWUDOHQSDFLHQWHVFRQWUDXPDFUiQHRHQFHIiOLFR
va generalmente se aproxima a los 39 grados centígrados o inadecuado control dela temperatura se asocia de manera
más, la duración puede ser de varios días a semanas. Otra LQGHSHQGLHQWHFRQDXPHQWRGHOiUHDGHLVTXHPLDSRUWUDQV-
GHODVFDUDFWHUtVWLFDV\HQUHODFLyQFRQVXÀVLRSDWRORJtDHV formación de las zonas de penumbra, deterioro neurológico
la ausencia de respuesta a los medicamentos antipiréticos1 progresivo y mayores tasas de morbilidad y mortalidad38. En
HQWUHORVTXHVHLQFOX\HQHODFHWDPLQRIpQ\ORVDQWLLQÁDPD- la misma referencia se estudia la relación entre el tiempo
torios no esteroideos. de instauración de la elevación de la temperatura y el de-
&RPRVHKDPHQFLRQDGRDQWHULRUPHQWHODÀHEUHRKLSHU- VHQODFH6HGHWHUPLQDHQWRQFHVTXHHOHYDFLRQHVHQODVSUL-
termia de origen central es un diagnóstico de exclusión o meras 24 horas posteriores al evento se asocian con peores
descarte, solo se debe pensar en la presencia de esta cuan- GHVHQODFHV(VWRHVGHYLWDOLPSRUWDQFLDSXHVKDFHTXHORV
GRWRGDVODVRWUDVFDXVDVGHÀHEUHKD\DQH[FOXLGR esfuerzos en el momento de la aproximación diagnostica del
En una de las referencias revisadas se realiza un análisis SDFLHQWHFRQÀHEUHHQODXQLGDGGHFXLGDGRLQWHQVLYRVHDQ
GHYDULDEOHVGHSUHVHQWDFLyQTXHSXHGHQOOHJDUDHVWDUHQ mayores enfocados en determinar de manera temprana si la
UHODFLyQFRQHOGHVDUUROORGHODÀHEUHGHRULJHQFHQWUDOHQ alteración en la temperatura corresponde a los procesos in-
dicha referencia se realiza la evaluación en 76 pacientes fecciosos, más frecuentes en presentación, o si por el con-
FRQWUDXPDFUiQHRHQFHIiOLFRORJUDQGRGHWHUPLQDUTXH WUDULRFRUUHVSRQGHQHQUHDOLGDGDÀHEUHGHRULJHQFHQWUDO
existen dos variables de predicción de posible desarrollo de 'DGDHVWDGLÀFXOWDGVHFRQVLGHUDTXHVHGHEHHYDOXDUODSR-
XQFXDGURGHÀHEUHGHRULJHQFHQWUDOODVFXDOHVVRQHVWDGtV- sibilidad de realizar estudios enfocados en el uso de biomar-
WLFDPHQWHVLJQLÀFDWLYDV\GHHVWLPDPHGLDQWHODYDORUDFLyQ cadores tempranos para la diferenciación diagnostica, se
de OR la relación con la probabilidad de desarrollo de la considera este puede ser un campo interesante de desarro-
condición. En la tabla 5 se plantean las variables con sus OORHQHOSDFLHQWHTXHLQJUHVDDODXQLGDGGHFXLGDGRLQWHQ-
respectivos OR; las dos condiciones son el trauma cráneo sivo con lesiones neurológicas post traumáticas o vasculares,
encefálico de localización frontal y las lesiones neurológicas LVTXpPLFDVRKHPRUUiJLFDV
asociadas con daño axonal difuso postraumático1. En cuanto a la aproximación terapéutica se deben evaluar
$SHVDUTXHODHYLGHQFLDUHYLVDGDDUURMDHVWRVUHVXOWDGRV ORVFRQFHSWRVÀVLRSDWROyJLFRVGHODÀHEUHGHRULJHQFHQWUDO
QRTXLHUHGHFLUTXHRWURVIDFWRUHVWDPELpQVHUHODFLRQHQ o hipertermia neurogénica; a saber, la utilización de medi-
con la aparición de la condición, para esclarecer esto como GDVItVLFDVFRPRIUD]DGDVIUtDVÁXLGRVIUtRVSDTXHWHVGH
se mencionó anteriormente, se considera relevante evaluar hielo pueden en cierta forma ser útiles para el control1.
la posibilidad de realizar estudios con diseños analíticos en- En cuanto a la aproximación terapéutica farmacológica
IRFDGRVHQFRQÀUPDU\FRQRFHUQXHYDVYDULDEOHVSUHGLFWRUDV VHKDORJUDGRHVWDEOHFHUTXHHOXVRGHPHGLFDPHQWRVDQWL-
TXHIDFLOLWHQHOSURFHVRGLDJQyVWLFR\SRUHQGHWHUDSpXWLFR SLUpWLFRVWUDGLFLRQDOHVFRPRHODFHWDPLQRIpQDQWLLQÁD-
HQHOPRPHQWRGHHQIUHQWDUVHDXQFDVRSRVLEOHGHÀHEUHGH matorios no esteroides y aspirina no es útil, o la respuesta
origen central o hipertermia neurogénica. es escasa1.
En el momento se carece de información conclusiva en
cuanto al tratamiento con agentes fríos intravasculares, al-
Tratamiento gunos estudios han mostrado adecuados resultados, otros
no; en términos generales se considera relevante el desarro-
Consideración especial debe recibir el concepto del control llo de nuevos medicamentos y moléculas enfocadas en el
GHODÀHEUHGHRULJHQFHQWUDOPHGLDQWHODUHYLVLyQGHGLIH- control térmico para detener la progresión del daño neuro-
rentes publicaciones se ha logrado establecer sin importar OyJLFRLQGXFLGRSRUODÀHEUHGHRULJHQFHQWUDO
FXiOVHDODOHVLyQQHXUROyJLFDLQLFLDOTXHHOLQDGHFXDGRFRQ-
trol de la temperatura se asocia con desenlaces peores. En
términos generales la hipertermia aumenta la tasa metabó- &RQÁLFWRGHLQWHUHVHV
lica basal en el sistema nervioso central, aumenta el consu-
mo de oxigeno e incrementa la producción de radicales /RVDXWRUHVGHFODUDQQRWHQHUQLQJ~QFRQÁLFWRGHLQWHUHVHV
libres de oxígeno, todos estos factores en conjunto generan
un efecto deletéreo en la restauración de la función neuro-
lógica y por ende se asocian con desenlaces negativos a cor- Bibliografía
to y mediano plazo.
En uno de los estudios revisados para la construcción de 1. Thompsom HJ, Pino-Martin J, Bullock MR. Neurogenic fever af-
HVWDUHYLVLyQVHGHWHUPLQDTXHHQORVSDFLHQWHVFRQFXDGURV ter traumatic brain injury: an epidemiological study. J Neurol
UHODFLRQDGRVFRQHYHQWRVFHUHEURYDVFXODUHVLVTXpPLFRVHO Neurosurg Psychiatry. 2003;74:614-9.
44 J.G. Charria Mejía et al
2. Cunha BA, Shea KW. Fever in the intensive care unit. Infect Dis rococcus faecium transmitted by electronic thermometers. Ann
Clin North Am. 1996;10:185-209. Intern Med. 1992;117:112-6.
3. Dimopoulos G. Approach to the febril patient in the intensive 20. Gerding DN, Johnson S, Peterson LR, Mulligan ME, Silva J Jr.
care unit. En: Rello J, Kollef M, Diaz E, Rodriguez A, editores. &ORVWULGLXPGLIÀFLOHDVVRFLDWHGGLDUUKHDDQGFROLWLV,QIHFW&RQ-
Infectious disease in critical care. 2.ª ed. Berlin: Heidelberg; trol Hosp Epidemiol. 1995;16:459-77.
2007. p. 1-9. 21. Cranston WI, Gerbrandy J, Snell ES. Oral, rectal and esophageal
4. O’Grady NP, Barie PS, Barlett JG, Bleck T, Carroll K, Kalil AC, et temperatures and some factors affecting them in man. J Phy-
al.; American College of Critical Care Medicine; Infectious Di- siol. 1954;126:347-58.
seases Society of America. Guidelines for evaluation of new fe- 22. Baraff LJ. Management of the febrile child: a survey of pedia-
ver critically ill adult patients: 2008 update from the America tric and emergency medicine residency directors. Pediatr Infect
College of Critical Care Medicine and the Infectious Disease So- Dis J. 1991;10:795-800.
ciety of America. Crit Care Med. 2008;36:1330-49. 23. Lifshitz A. Fever: friend or foe? Arch Med Res 1994;25:283-6.
5. Hughes WT, Armstrong D, Bodey GP, Bow EJ, Brown AE, Calandra 24. Echeverry N, Mockus I. Factor nuclear kB (NF-kB): signalosoma y
T, et al. 2002 guidelines for the use of antimicrobial agents in VXLPSRUWDQFLDHQHQIHUPHGDGHVLQÁDPDWRULDV\FiQFHU5HY
neutropenic patients with cancer. Clin Infect Dis. 2002;34:730- Fac Med. 2008;56:133-46.
51. 25. Saper CB, Breder CD. Endogenous pyrogens in the CNS: role in
6. Insler SR, Sessler DI. Perioperative thermoregulation and tem- the febrile response. Prog Brain Res. 1992;93:419-29.
perature montoring. Anesthesiol Clin. 2006;24:823-37. 26. Dimopoulos G, Falagas M. Approach to the febrile patient in the
7. Van der Sande FM, Kooman JP, Leunissen KM. Hemodialysis and ICU. Infect Dis Clin N Am. 2009;23:471-84.
thermoregulation. Nephrol Dial Transplant 2006;21:1450-1. 27. 3URQRYRVW3-+RO]PXHOOHU&*3DUWQHULQJIRUTXDOLW\-&ULW
8. Van der Sande FM, Rosales LM, Brener Z, Kooman JP, Kuhlmann M, Care. 2004;19:121-9.
+DQGHOPDQ*HWDO(IIHFWRIXOWUDÀOWUDWLRQRQWHUPDOYDULDEOHV 28. Marik PE. Fever in the ICU. Chest. 2000;117:855-69.
VNLQWHPSHUDWXUHVNLQEORRGÁRZDQGHQHUJ\H[SHQGLWXUHGXULQJ 29. Selberg O, Hecker H, Martin M, Klos A, Bautsch W, Köhl J. Dis-
ultrapure hemodialysis. J Am Soc Nephrol. 2005;16:1824-31. FULPLQDWLRQRIVHSVLVDQGV\VWHPLFLQÁDPPDWRU\UHVSRQVHV\Q-
9. Erickson RS, Kirklin SK. Comparison of ear–based, bladder, oral, drome by determination of circulating plasma concentrations of
and axillary methods for core temperature measurement. Crit procalcitonina, protein 3a and interleukin-6. Crit Care Med.
Care Med. 1993;21:1528-34. 2008;28:2793-8.
10. Erickson RS, Meyer LT. Accuracy of infrared ear thermometry 30. Marshall JC, Walker PM, Foster DM, Harris D, Ribeiro M, Paice J,
and other temperature methods in adults. Am J Crit Care. 1994; et al. Measurement of endotoxin activity in the critically ill pa-
3:40-54. tient using whole blood neutrophil dependent chemilumines-
11. Schmitz T, Bair N, Kalk M, Levine C. A comparison of five cence. Crit Care. 2002;6:342-8.
methods of temperature measurement in febrile intensive care 31. Cohen J. The detection and interpretation of endotoxaemia.
paients. Am J Crit Care. 1995;4:286-92. Intensive Care Med. 2000;26:S51-6.
12. Milewski A, Ferguson KL, Terndrup TE. Comparison of pulmonary ar- 32. Thompson H, Tkacs N, Saatman K, Raghupathi R, McIntosh TK.
tery, rectal, and tympanic membrane temperatures in adult intensi- Hyperthermia following traumatic brain injury: a critical eva-
ve care unit patients. Clin Pediatr (Phila). 1991;30 (4 suppl):13-6. luation. Neurobiol Dis 2003;12:163-73.
13. Nierman DM. Core temperature measurement in the intensive 33. Meythaler JM, Stinson AM. Fever of central origin in traumatic
care unit. Crit Care Med. 1991;19:818-23. brain injury controlled with propranolol. Arch Phys Med Reha-
14. )DOOLV:07KHHIIHFWRIXULQHÁRZUDWHRQXULQDU\EODGGHUWHP- bil. 1994;75:816-8.
perature incritically ill adults. Heart Lung. 2005;34:209-16. 34. Childers MK, Rupright J, Smith DW. Post-traumatic hyperther-
15. Moran JL, Peter JV, Solomon PJ, Grealy B, Smith T, Ashforth W, mia in acute brain injury. Brain Inj. 1994;8:335-43.
et al. Tympanic temperature measurements: are they reliable 35. Clinchot DM, Otis S, Colachis SC. Incidence of fever in the reha-
in the critically ill? A clinical study of measures of agreement. bilitation phase following brain injury. Am J Phys Rehabil.
Crit Care Med. 2007;35:155-64. 1997;76:323-7.
16. Eichna LW, Berger AR, Rader B, Becker WH. Comparison of in- 36. Sazbon L, Grosswaser Z. Outcomes in 134 patients with pro-
tracardiac and intravascular temperatures with rectal tempera- longed posttraumatic unawareness. J Neurosurg. 1990;72:75-
tures in man. J Clin Invest. 1951;30:353-9. 80.
17. Isley AH, Rutten AJ, Runciman WB. An evaluation of body tem- 37. Morales-Ortiz A, Jimenez-Pascual M, Perez Vicente JA, Monge-
perature measurement. Anesth Intensive Care. 1983;11:31-9. Arguiles A, Bautista-Prados J. Fever of central origin durng
18. %URRNV6.KDQ$6WRLFD'*ULIÀWK-)ULHGHPDQ/0XNKHUML5 stroke. Rev Neurol. 2001;32:1111-4.
et al. Reduction in vancomicyn-resistant Enterococcus and Clos- 38. Castillo J, Dávalos A, Marrugat J, Noya M. Timing for fever-rela-
WULGLXPGLIÀFLOHLQIHFWLRQVIROORZLQJFKDQJHWRW\PSDQLFWKHU- ted brain damage in acute ischemic stroke. Stroke. 1998;
mometers. Infect Control Hosp Epidemiol. 1998;19:333-6. 29:2455-60.
19. Livornese LL, Dias S, Samel C, Romanowski B, Taylor S, May P, et 39. $OSL]DU/0HGLQD()LVLRSDWRORJtDGHODÀHEUH5HY&XEDQD0HG
DO+RVSLWDODFTXLHUHGLQIHFWLRQZLWKYDFRP\FLQUHVLVWDQW(QWH- Mil. 1999;28:49-54.