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Desarrollo Eje 1 Auditoria Financiera
Desarrollo Eje 1 Auditoria Financiera
AUDITORIA FINANCIERA
2020
Introducción
El concepto de Revisoría Fiscal como una institución de origen legal, de carácter profesional a la cual le
corresponde por ministerio de la Ley, bajo la responsabilidad de un profesional contable, con sujeción a
las normas que le son propias, vigilar integralmente los entes económicos, dando fe pública de sus
actuaciones y responsabilidad, La NIA 240 surge precisamente como esa herramienta que indica al
auditor cómo proceder y de qué manera frente a cualquier situación en la que encuentre indicios, eventos
o materialización de fraudes. En esta, se tratan aspectos importantes que van desde definir el alcance de la
norma -donde se diferencia entre fraude y error y se habla malversación de activos y emisión de estados
financieros fraudulentos, las características del Fraude, responsabilidades del Gobierno Corporativo y de
la administración para prevenirlo y del auditor al detectarlo, los procedimientos que se deben aplicar en
un proceso de auditoría, para evaluar el riesgo de fraude en los EEFF.
El auditor que realiza una auditoría de conformidad con las NIA es responsable de la obtención de una
seguridad razonable de que los estados financieros considerados en su conjunto están libres de
incorrecciones materiales debidas a fraude o error. Debido a las limitaciones inherentes a una auditoría,
existe un riesgo inevitable de que puedan no detectarse algunas incorrecciones materiales en los estados
financieros, incluso aunque la auditoría se haya planificado y ejecutado adecuadamente de conformidad
con las NIA 315, “Identificación y valoración de los riesgos de incorrección material mediante el
conocimiento de la entidad y de su entorno”. NIA 330, “Respuestas del auditor a los riesgos
valorados”.3NIA 200, “Objetivos globales del auditor independiente y desarrollo de la auditoría de
conformidad con las Normas Internacionales de Auditoría”.
COMPETENCIAS Y RESPONSABILIDADES DE LOS AUDITORES EN EL PROCESO DE
AUDITORIA FINANCIERA
El auditor debe conocer unos elementos básicos para lograr hacer de forma adecuada y obtener de allí los
mejores resultados de la auditoria.
1. la planeación. La planeación traza el camino a seguir durante las etapas. La planeación de la auditoría
de información financiera incluye varias actividades centrales.
1) Investigación del cliente y evaluación del riesgo para el auditor: Antes de aceptar un cliente
se debe llevar a cabo una investigación suficiente de sus antecedentes tanto legales como
financieros.
- La firma auditora o auditor independiente debe consultar la lista Clinton con el fin de evitar
relacionarse con empresas y/o personas con vínculos con el narcotráfico.
- También, es necesario consultar los abogados para identificar oportunamente si la compañía está
demandada.
2) Selección y aceptación del cliente: La firma de auditoría o auditor independiente debe decidir
si acepta un nuevo cliente o continúa dando servicio a uno ya existente. Es un tema delicado pues
las responsabilidades legales y profesionales de la firma o auditor independiente son grandes y un
cliente carente de integridad, por ejemplo, puede afectar negativamente a la firma de auditoría. Al
momento de aceptar el cliente la firma auditora debe tener en cuenta lo establecido por la NIA
220 apartados 12 y 13 que reza:
“El socio del encargo debe satisfacerse de que se han aplicado los procedimientos adecuados en
relación con la aceptación y continuidad de las relaciones con clientes”.
“Si el socio responsable del encargo obtiene información que de haber estado disponible con
anterioridad hubiese sido causa de que la firma de auditoría rehusara el encargo de auditoría, el
socio del encargo comunicará dicha información a la firma […] con el fin de que pueda tomar
las medidas necesarias”.
3) Establecimiento de los términos del encargo: El auditor debe llegar a acuerdos con el cliente
en cuanto al tipo de servicio que se prestará, por ejemplo una revisión o una auditoría, la cantidad
de horas, las fechas de las reuniones y las fechas límite para la entrega del trabajo.
Asimismo se establecerán los honorarios. Estos acuerdos deben quedar consignados en una carta
de compromiso. Esta carta es importante porque en caso de una disputa legal constituye una
evidencia de los acuerdos hechos y de la responsabilidad de cada parte.
Riesgo inherente: Este tipo de riesgo tiene ver exclusivamente con la actividad económica o
negocio de la empresa, independientemente de los sistemas de control interno que allí se estén
aplicando. El riesgo inherente consiste en la susceptibilidad de los estados financieros a la
existencia de errores significativos debido a la naturaleza de las actividades económicas, y al
volumen tanto de las transacciones como de los productos y/o servicios.
Riesgo aceptable de auditoría: indica qué tan dispuesta está la firma de auditoría a aceptar que los
estados financieros puedan tener errores importantes.
Riesgo de control: es el relacionado con los sistemas de control interno que estén implementados
en la empresa. Se refiere a que los controles internos puedan bajo alguna circunstancia resultar
insuficientes o inadecuados para la aplicación y detección oportuna de irregularidades. Cuando
existen bajos niveles de riesgos de control es porque se están efectuando o están implementados
excelentes procedimientos para el buen desarrollo de los procesos de la organización.
7) Desarrollar un plan general de auditoría: El plan general de auditoría es una guía detallada
y cuantificada que incluye los objetivos y las estrategias a seguir para realizar el encargo. La
naturaleza y el alcance de las actividades a realizar varían dependiendo del tamaño y la
complejidad de la entidad, la experiencia previa de los miembros clave del equipo de trabajo con
la entidad, y los cambios en las circunstancias que ocurran durante el trabajo de auditoría.
2. Técnicas de auditoría, son los métodos prácticos de investigación y prueba que el auditor utiliza para
lograr la información y comprobación necesaria para poder emitir su opinión profesional.
4. Confirmación: Es la ratificación por parte del auditor como persona ajena a la empresa, de la
autenticidad de un saldo, hecho u operación, en la que participo y por la cual está en condiciones
de informar válidamente sobre ella.
El auditor supervisor y los integrantes del equipo de auditoría con mayor experiencia definirán la
estrategia que consideren la más adecuada para desarrollar la auditoría. Estos criterios se basarán
en el conocimiento de la entidad o empresa auditada, así como la experiencia general de la
especialidad, que les permita a los profesionales determinar de antemano los principales
procedimientos de auditoría a aplicar en cada uno de los casos que se presentan a lo largo del
proceso de auditoría.
La NIA 240 surge precisamente como esa herramienta que indica al auditor cómo proceder y de qué
manera frente a cualquier situación en la que encuentre indicios, eventos o materialización de fraudes. En
esta, se tratan aspectos importantes que van desde definir el alcance de la norma -donde se diferencia
entre fraude y error y se habla malversación de activos y emisión de estados financieros fraudulentos,
como los dos tipos de fraude relevantes para todo auditor- hasta cuál debe ser la reacción del auditor al
detectar fraude, las características del Fraude, responsabilidades del Gobierno Corporativo y de la
administración para prevenirlo y del auditor al detectarlo, los procedimientos que se deben aplicar en un
proceso de auditoría, para evaluar el riesgo de fraude en los EEFF.
NIA 240 – Responsabilidades del auditor en considerar el riesgo de fraude en los Estados
Financieros
A pesar que el propósito de una auditoría de estados financieros no es detectar Fraude, el Auditor no está
exento de identificar el riesgo de su existencia, y mucho menos en esta época en que los Directivos de las
Compañías cada vez más demuestran su interés por exponerse a situaciones extremas, sobrepasando
cualquier regulación o control existente, de tal manera que el riesgo de Fraude, podríamos decir que ahora
es inherente a los procesos de dirección estratégica, financiera y operacional de las Compañías.
Esta norma 240 nos ilustra muy claramente todas y cada una de los pasos, procedimientos y mecanismos
de informar cualquier indicio, evento o materialización de Fraude en los estados financieros.
Las incorrecciones en los estados financieros pueden deberse a fraude o error.
El factor que distingue el fraude del error es que la acción subyacente que da lugar a la incorrección de
los estados financieros sea o no intencionada. Aunque “fraude” es un concepto jurídico amplio, a los
efectos de las NIA al auditor le concierne el fraude que da lugar a incorrecciones materiales en los estados
financieros. Para el auditor son relevantes dos tipos de incorrecciones intencionadas: las incorrecciones
debidas a información financiera fraudulenta y las debidas a una apropiación indebida de activos. Aunque
el auditor puede tener indicios o, en casos excepcionales, identificar la existencia de fraude, el auditor no
determina si se ha producido efectivamente un fraude desde un punto de vista legal.
Los responsables del gobierno de la entidad y la dirección son los principales responsables de la
prevención y detección del fraude. Es importante que la dirección, supervisada por los responsables del
gobierno de la entidad, ponga gran énfasis en la prevención del fraude, lo que puede reducir las
oportunidades de que éste se produzca, así como en la disuasión de dicho fraude, lo que puede persuadir a
las personas de no cometer fraude debido a la probabilidad de que se detecte y se sanciones.
Esto implica el compromiso de crear una cultura de honestidad y comportamiento ético, que puede
reforzarse mediante una supervisión activa por parte de los responsables del gobierno de la entidad. La
supervisión por los responsables del gobierno de la entidad incluye prever la posibilidad de elusión de los
controles o de que existan otro tipo de influencias inadecuadas sobre el proceso de información
financiera, tales como intentos de la dirección de manipular los resultados con el fin de influir en la
percepción que de ellos y de la rentabilidad de la empresa tengan los analistas.
El riesgo de auditoría. Se puede definir como la posibilidad de establecer una conclusión inexacta en la
evaluación de gobierno, controles y riesgos (CCI), emitir un informe de auditoría defectuoso por no haber
detectado errores o irregularidades significativas en distintas áreas de la Administración, que modificarían
la opinión del informe.
Por otra parte, el riesgo de que el auditor no detecte una incorrección material debida a fraude cometido
por la dirección es mayor que en el caso de fraude cometido por empleados, porque la dirección
normalmente ocupa una posición que le permite, directa o indirectamente, manipular los registros
contables, proporcionar información financiera fraudulenta o eludir los procedimientos de control
diseñados para prevenir que otros empleados cometan fraudes de ese tipo.
En el proceso de obtención de una seguridad razonable, el auditor es responsable de mantener una actitud
de escepticismo profesional durante toda la auditoría, teniendo en cuenta la posibilidad de que la
dirección eluda los controles y reconociendo el hecho de que los procedimientos de auditoría que son
eficaces para la detección de errores pueden no serlo para la detección del fraude.
El auditor que ejecute su trabajo o informe con negligencia o dolo debe asumir consecuencias acorde con
los perjuicios que su accionar ocasione o pueda llegar a causar. Ellas pueden surgir de:
- Decisiones de los organismos a cuyo cargo esté la vigilancia del ejercicio profesional (consecuencias
profesionales emergentes de una responsabilidad profesional).
- La aplicación de leyes civiles que obligan que obligan a pagar indemnizaciones por perjuicios
(consecuencias patrimoniales derivadas de una responsabilidad civil).
- Sentencias penales aplicadas por actuaciones delictivas, en cuyo caso existiría una responsabilidad
penal que podría tener consecuencias personales (prisión), patrimoniales (multas y resarcimiento de
daños) y profesionales (inhabilitación temporal o definitiva del título).
4. CREE CRITERIOS DE RESPONSABILIDAD Y CORRESPONSABILIDAD TANTO DEL
AUDITOR CÓMO DE LA EMPRESA ANTE LAS FALENCIAS EN LOS PROCESOS DE
AUDITORÍA FINANCIERA.
El auditor que realiza una auditoría de conformidad con las NIA es responsable de la obtención de una
seguridad razonable de que los estados financieros considerados en su conjunto están libres de
incorrecciones materiales debidas a fraude o error. Debido a las limitaciones inherentes a una auditoría,
existe un riesgo inevitable de que puedan no detectarse algunas incorrecciones materiales en los estados
financieros, incluso aunque la auditoría se haya planificado y ejecutado adecuadamente de conformidad
con las NIA.
“el fraude puede generalmente estar encubierto por planes sofisticados y cuidadosamente organizados
para evitar su descubrimiento”
El riesgo de no detectar incorrecciones materiales debidas a fraude es mayor que el riesgo de no detectar
las que se deben a error, gracias a que el fraude puede generalmente estar encubierto por planes
sofisticados y cuidadosamente organizados para evitar su descubrimiento, tales como: la falsificación, la
omisión deliberada del registro de transacciones o la realización de manifestaciones
premeditadamente erróneas dirigidas al auditor.
Además, el auditor tiene la responsabilidad de indagar ante la Administración y/o Gerencia sobre el
conocimiento de la potencialidad de fraude en la información presentada en los estados financieros sobre
los que se está aplicando el proceso de auditoría, además de solicitar información sobre períodos pasados
o hechos ocurridos con anterioridad, a fin de identificar las debilidades de la empresa y lograr focalizar
las pruebas.
La capacidad del auditor para detectar un fraude depende de factores tales como:
Si bien el auditor puede ser capaz de identificar la existencia de oportunidades potenciales de cometer un
fraude, puede resultarle difícil determinar si las incorrecciones en aspectos en los que resulta necesario
ejercer el juicio, tales como las estimaciones contables, se deben a fraude o error.
Conclusión
No obstante, aun cuando el auditor realice su trabajo con estricto apego a las normas que regulan su
actuación profesional, será indispensable que las entidades logren concientizarse de la necesidad de
invertir los recursos necesarios para implementar mecanismos efectivos de prevención y detección de los
riesgos de fraudes; de esta manera, los principales beneficiarios serán las propias organizaciones.
Bibliografía
https://www.incp.org.co/lo-saber-auditor-la-nia-240-los-riesgos-fraude-los-eeff/
https://www.incp.org.co/elementos-que-debe-conocer-el-auditor-en-el-momento-de-realizar-una-
auditoria/