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Julio de 2018
Para uso exclusivo en el Programa EMBA FS 2020 - 2022 en INALDE * 26 de septiembre - 3 de octubre de 2020
Antonio Hernández había pasado a desempeñar la dirección general de Cusomoto un año atrás,
después de una larga trayectoria profesional en el área comercial. Y, a primeros de 2018,
contemplaba la información contable correspondiente al ejercicio 2017, que se reproduce en
los Anexos 1 y 2. Estaba reunido con Félix Álvarez, director de Administración, y con Luis
Soriano, accionista y consejero de la empresa. A continuación se resume la conversación que
mantuvieron los tres:1
Hernández: Estoy sorprendido. La contabilidad me dice que, en 2017, hemos conseguido un
beneficio de 5.500.000 de euros, cifra que puede calificarse de muy satisfactoria.
Por el contrario, nuestra tesorería está bajo mínimos. No imaginaba que la
contabilidad pudiera incurrir en tales contradicciones.
Álvarez: Ante todo, hay que señalar que ese beneficio de 5.500.000 de euros es exagerado,
porque se basa en unos gastos de amortización insuficientes. Yo me he limitado a
seguir al respecto los criterios (o, mejor, los deseos), del anterior director general,
que estaba obsesionado con Hacienda y decidió que el plazo de amortización de
nuestros activos debía determinarse a partir de las tablas de amortización que
dispone el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. Pero, según mis
números, basados en estimaciones más realistas de la vida útil de nuestros
inmovilizados, las amortizaciones acumuladas del Anexo 1 debieran ser 13.700.000
y 17.200.000 euros en 2016 y 2017, respectivamente; y la correspondiente al
inmovilizado que vendimos en 2017 debería haber sido de 200.000 euros.
Hernández: Ya se ve que las desgracias nunca vienen solas; tampoco las contables.
1 Para los propósitos que persigue este caso, es preferible prescindir de impuestos.
Caso preparado por los profesores María Jesús Grandes y Luis Palencia. Julio de 2018.
Los casos del IESE están diseñados para fomentar el debate en clase y no para ilustrar la gestión adecuada o inadecuada de
una situación determinada.
Esta publicación está basada en el caso «Cusomoto, S.A., 2008 (A)» del mismo autor.
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Álvarez: Pero eso no es todo. En los tiempos que corremos, no es prudente utilizar el
método FIFO (first in, first out; en español, primero en entrar, primero en salir).
Es preferible emplear el promedio, ya que refleja mejor nuestros costes.
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Yo preferiría el LIFO (last in, first out; en español, último en entrar, primero en
salir), que refleja mejor los gastos de reposición, pero el Plan General de
Contabilidad (PGC) que deberemos aplicar a partir de 2018 no lo permite.
En el Anexo 1, las existencias estarían valoradas, a coste promedio, en 6.500.000 y
6.600.000 euros en 2016 y 2017, respectivamente.
Hernández: ¿Y se modificaría otra vez nuestro beneficio? Entonces, ¿no sería preferible
prescindir de los balances? Además, intuyo que vas a mencionar que la provisión
de insolvencia que hemos realizado es muy optimista… De poco sirven si uno no se
puede fiar ni del beneficio que en ellos aparece, y sin que ninguno de estos cambios
nos arroje luz alguna sobre nuestro problema de tesorería.
Soriano: Es que, en tiempos de crisis, la contabilidad solo sirve para complicarnos la vida. Lo que
verdaderamente nos ilustraría es conocer lo que pagamos en 2017 y lo
que conseguimos cobrar durante ese mismo año. En resumen: basta con la cuenta de
tesorería. Por el contrario, añadimos a los problemas reales otros artificiales.
Imagínate que el PGC, que deberemos utilizar a partir de 2018, a la provisión por
insolvencia la denomina «deterioro de valor de créditos por operaciones comerciales».
Álvarez: La respuesta contable a esa insistencia es la presentación del estado de flujo de
efectivo.
Soriano: Esto parece más sensato: volvemos, tras un agotador rodeo, a mi cuenta de cobros
y pagos: más vale tarde que nunca.
Álvarez: Con algunas diferencias muy importantes, porque este estado distingue cajas de
tres naturalezas muy diferentes: en primer lugar, las generadas o consumidas por
nuestras operaciones ordinarias; en segundo lugar, por las operaciones de
inversión o desinversión en nuestros activos inmovilizados; y, finalmente, por
nuestras operaciones de financiación.
Hernández: Me estoy mareando. Solicito una tregua y que para nuestra próxima reunión
dispongamos de alguna documentación, además de los Anexos 1 y 2, que me
ayuden a seguir vuestra discusión. Atendiendo a las notas que he tratado de ir
tomando, pediría a Álvarez que nos preparara, por este orden:
1.º El movimiento de tesorería de 2017.
2.º El estado de flujo de efectivo de 2017.
3.º ¿Cómo se modificarían las dos informaciones precedentes si se hubiera
utilizado el coste promedio ponderado? ¿Afectaría ello a los Anexos 1 y 2?
4.º La cuestión anterior, pero referida a los cambios en amortizaciones que Álvarez
hubiera considerado.
5.º Para terminar, y para demostrar que siempre os escucho, cómo se modificarían
todos los estados contables si hiciéramos caso a Álvarez y aumentáramos la
provisión por insolvencias en 150.000 euros.
Anexo 1
Balances a 31 de diciembre (en miles de euros)
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Anexo 2
Cuenta de pérdidas y ganancias de 2017 y aplicación del resultado
(en miles de euros)
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2017
Ventas 54.200
Existencias iniciales 7.000
Compras 45.000
Existencias finales -8.300
-43.700
1 El PGC (2008) denomina esta cuenta como «pérdidas por deterioro de créditos por operaciones
comerciales».