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UD 1 - La Dimensión Del Surtido
UD 1 - La Dimensión Del Surtido
1. INTRODUCCIÓN
Dadas las características del mercado actual, donde los compradores tienen a su
disposición una enorme variedad de productos y servicios para satisfacer sus
necesidades, las empresas han de seleccionar cuáles de esos productos pondrán a la
venta. La elección de un surtido adecuado, esto es, de los productos que componen la
oferta de los comerciantes en el punto de venta, es una decisión fundamental de la que
dependerá la rentabilidad del negocio-
2. EL SURTIDO
Por otra parte, se tendrá en cuenta que toda la decisión sobre el surtido parte de la
demanda del cliente, dado que ésta es la base para la oferta de los fabricantes y para el
surtido que los distribuidores ponen a disposición en la sala de ventas.
Para realizar una selección apropiada deben tenerse en cuenta una serie de aspectos:
El trabajo del detallista consistirá en determinar la profundidad óptima. Para ello es muy
importante la noción de demanda relativa, es decir, el cociente de dividir el número de
clientes que prefieren cada referencia (o la cifra de ventas) por el número total de
clientes de pasta de dientes (o volumen total de ventas).
di = * 100
siendo:
di: demanda relativa de la referencia i.
Ci: número de clientes que prefieren la referencia i.
CT: todos los clientes de un determinado producto. (CT = ∑ 𝐶 )
La longitud del surtido es la amplitud por la profundidad, y será por tanto el número
total de artículos vendidos, la suma de todas las referencias o artículos de cada una de
las líneas de productos ofrecidos.
La coherencia del surtido se define, como el equilibrio que se consigue entre productos,
según los criterios de rotación, margen, superficie y lineal disponible, motivación de la
clientela, necesidades permanentes y estacionales.
Nota: Establecimientos comerciales según las magnitudes del surtido
La organización del surtido consiste en distribuirlo en una serie de grupos o niveles con
el fin de clasificar, identificar y gestionar estratégicamente la oferta comercial de los
productos de la sala de ventas.
Una vez seleccionados los productos, es preciso ordenarlos y clasificarlos en una serie
de niveles: divisiones, departamentos, secciones, familias, subfamilias y referencias,
para facilitar la colocación y reposición de los mismos en el mobiliario. Y es preciso,
también, establecer un código que permita operar con ellos de forma "matemática" a
efectos de conocer cuántos se han vendido, cuántos hay que reponer y analizar, cuáles
son más rentables y cuáles son "candidatos" a ser eliminados por su baja contribución
al beneficio del establecimiento.
Seguro que este análisis lo estudiarás en algún otro módulo, aquí lo vamos a aplicar a la
sala de ventas. El análisis ABC, es el método (cuantitativo) más utilizado en la
determinación del surtido y nos permite tomar decisiones sobre los productos que se
quedan y los que se eliminan del surtido, ya que lo normal es aplicarlo a un
establecimiento sobre el que ya tenemos datos de ventas, por utilizarse atendiendo a
alguna de las siguientes variables:
Volumen de ventas en unidades físicas por referencia.
Volumen de ventas en euros por referencia.
Volumen de beneficio bruto por referencia.
Esta regla, junto al análisis ABC, es la más utilizada para determinar los productos que le
interesan al establecimiento y los que no.
No siempre tiene que salir exactamente la relación 20-80, puede haber desviaciones
hacia arriba o hacia abajo.
Para explicar este cálculo (cuantitativo) es necesario conocer los siguientes conceptos:
Lineal al suelo, medida a ras del suelo que un mueble expositor ofrece a la vista
del cliente.
Hasta ahora hemos visto algunos de los criterios cuantitativos que nos servirán para la
determinación del surtido, basados en elementos numéricos y racionales; además de
éstos, debemos tener en cuenta una serie de criterios que influyen en la parte emocional
del cliente, de los que ya hemos hablado en la elección de referencias y que volvemos a
referir a continuación, son los criterios cualitativos:
Para cumplir con estos criterios cualquiera que sea el sector de productos afectado,
puede vincularse a uno de los siguientes tipos, alguno de los cuales ya hemos
mencionado en el apartado de "elección de referencias":
Como podrás imaginar las aplicaciones informáticas también tienen mucho que hacer
en la gestión del surtido, existen aplicaciones de fácil manejo y que ofrecen
herramientas al merchandising, para crear virtualmente cualquier situación del
comercio detallista y personalizarlo, se utilizan para ubicar los productos y además
permiten también integrar la cartelería y otros instrumentos de publicidad.
Casi todos estos programas de gestión del surtido, combinan sistemas de bases de datos
con hojas de cálculo, y están dedicados especialmente a la actividad de cálculo dentro
del rendimiento comercial, así se suelen registrar cálculos sobre ventas, beneficios y
rentabilidad de las familias o subfamilias, o categorías de productos. Las operaciones
más comunes de los programas de gestión del surtido son:
Sistema de obtención de información.
Fijación de Precios.
Obtención del beneficio.
Cálculo del Umbral de Rentabilidad.
Ratios de Gestión.
Rentabilidad del surtido del negocio.
Algunos softwares:
https://www.smartdraw.com/planogram/#whatisPlanogram
4.1 Coeficiente de ocupación del suelo. COS
siendo:
COS: Coeficiente ocupación del suelo.
Lm: Metros de lineal a ras del suelo.
Sm2: Superficie de venta.
Nota: Las investigaciones realizadas por Benjamín Sierra, Elena Alier, y Carlos Falces,
“diferencian entre los términos densidad y aglomeración. La densidad se refiere a una
relación de naturaleza física que indica la distribución de las personas en el espacio. En
cambio el concepto de aglomeración se refiere a los sentimientos desagradables que
puede experimentar una persona que percibe que la densidad es muy alta y que el
control percibido sobre la situación se sitúa por debajo de los niveles aceptables.”
Por tanto, el punto de venta respetará los coeficientes de densidad que proporcionen al
cliente la mejor experiencia de compra, evitando las aglomeraciones percibidas por el
comprador.
El Merchandising estratégico aborda esta cuestión asignando un COS que oscila, según
el establecimiento, entre un mínimo del 0.25 y máximo de 0.4, dependiendo de los
hábitos de compra, así como en la forma en que éstas se realizan (bien cesta o carrito).
Para resolver la densidad adecuada en un punto de venta que cuenta con una superficie
de 900m2, despejaremos la incógnita y realizaremos los cálculos aplicando los valores
mínimo y máximo.
En este caso para obtener una densidad óptima en el diseño del punto de venta los
metros de lineal variarán entre los mínimos 225 y los 360 como máximo.
4.2 La distribución de los metros lineales del establecimiento entre cada familia de
productos
Este criterio pretende repartir el lineal de toda una sección entre el número de familias
de manera proporcional a la cifra de ventas de las mismas, ya que el objetivo prioritario
es el de ventas.
La nomenclatura será:
X = ventas totales del punto de venta o de la sección en un período de tiempo
determinado.
x = ventas de una familia en el mismo período de tiempo.
L = longitud total del lineal al suelo del establecimiento o sección.
l = longitud del lineal asignado a la familia.
∗
= 𝑙=
Comentarios:
Para una empresa con varios puntos de venta puede ser interesante calcular el
rendimiento medio lineal por cada familia de productos (ventas anuales por metro
lineal de suelo) y establecer así una norma de referencia para cada familia, que le
permita controlar la distribución del lineal de suelo de sus puntos de venta.
Al comparar en cada punto de venta las ventas obtenidas en cada familia con su
correspondiente rendimiento medio lineal, obtendremos un valor igual, superior o
inferior al lineal de suelo real asignado a la familia en dicho establecimiento.
Si el valor es significativamente superior al lineal de suelo real de la familia, diremos
que la familia está infra-dimensionada y, en caso contrario, estaría
sobredimensionada.
Ejercicio: Un establecimiento tiene 150 m de lineal total al suelo. Su volumen de ventas genera
anualmente un importe de 341.266,98 €. La familia de textil hogar tiene un volumen de
67.616,3 € de venta anuales. Calcula el lineal que le corresponderá a dicha familia.
Datos:
Volumen de ventas del establecimiento: 341.266,98 €.
Lineal total: 150 m.
Volumen de ventas de la familia: 67.616,3 €.
Solución:
∗ . , ·
𝑙= = = 29,71997 m
. ,
b) Reparto según el beneficio
En este criterio se pretende repartir el lineal de una sección entre las familias que la
componen de manera proporcional al margen de beneficios.
La nomenclatura será:
M = Margen total del punto de venta o de la sección en un periodo de tiempo determinado.
m = Margen de una familia en el mismo periodo tiempo.
L = Longitud total del lineal al suelo del establecimiento o sección.
l = Longitud del lineal asignado a la familia.
∗
= 𝑙=
Este criterio tiene la ventaja, al igual que el anterior, de ser sencillo, pero también tiene
inconvenientes similares, excepto que prima un criterio sobre otros.
A diferencia del primero, se repartirá el lineal total entre las familias de forma proporcional
a las unidades vendidas.
La nomenclatura será:
N = Unidades totales vendidas en el punto de venta o sección en un periodo de
tiempo determinado.
n = Unidades vendidas en una familia en el mismo periodo de tiempo.
L = Longitud total del lineal al suelo del establecimiento o sección.
l = Longitud del lineal asignado a la familia.
∗
= 𝑙=
Consiste en repartir el lineal total que le corresponde según la participación que tenga la
referencia o artículo en cuestión en el mercado. Los datos de participación en el mercado
deberán extraerse de estudios realizados anteriormente y en la mayoría de los casos no
corresponderán específicamente al área de influencia del establecimiento.
La nomenclatura es:
p = Cuota de mercado de la referencia correspondiente
L = Longitud total del lineal total
Su cálculo será:
∗
𝑙=
Este criterio, además de tener los mismos inconvenientes que los anteriores tiene otros,
como la poca fiabilidad, pues los datos obtenidos se pueden referir a un mercado cuyas
características sean muy distintas a la población del área de influencia del establecimiento.
Vamos a considerar el lineal como área de almacenaje, para ello necesitamos conocer el
volumen del producto a exponer en el lineal, las dimensiones del estante, el tipo de
presentación (vertical-horizontal) y el stock de presentación.
ó
𝑙=
Ejercicio:
Un establecimiento desea repartir el lineal según el periodo de reaprovisionamiento. Para ello
tenemos los siguientes datos: volumen del artículo, 15 · 30 · 10; la góndola consta de tres niveles
de 30 cm de altura cada uno con profundidad de 60 cm; el stock de presentación entre los
reaprovisionamientos es de 20 unidades.
Solución:
En primer lugar, se calcula el volumen del producto:
15 · 30 · 10 = 4.500 cm3
ó ∗
𝑙= = = 50 𝑐𝑚
∗
Se trata de asignar a cada familia de productos los metros lineales de suelo en función del
porcentaje del presupuesto que una familia de tipo medio dedica al consumo de dichos
productos; así, si dedica un 3% de su presupuesto al consumo de aceite, el punto de venta
asignará un 3% del lineal de suelo a esta familia de productos.
El lineal del suelo se reparte entre las familias de productos en función de la estrategia
comercial que adopte el establecimiento para diferenciarse de la competencia. Estas
normas de reparto del lineal del suelo obedecen, entre otras cosas:
A la necesidad de reaccionar contra la competencia, aumentando el lineal de
suelo de algunas familias y reduciendo o eliminando el lineal de suelo de otras.
A la búsqueda permanente de la satisfacción de la clientela dentro de su zona de
influencia.
Nota: No existe un método único y perfecto, pues todos tienen sus ventajas e
inconvenientes, pero nos sirven de orientación en el momento de asignar el espacio
que debe ocupar una familia de productos o una referencia.
Utilizaremos un criterio u otro según sea el objetivo principal del establecimiento, y en
caso de no existir, calcularemos, por ejemplo, el criterio de rotación, el de beneficio, y el
de ventas y hallaremos la media de los tres resultados.
a) La competencia
Uno de los mejores métodos de análisis que una empresa, sin importar el tamaño que
tenga, puede realizar sobre lo que ofertan sus competidores es el denominado Registro
de presencia en los puntos de venta (puede ser encuadrado dentro del método de
observación).
La toma de datos gira alrededor de las características de los productos, situación o lugar
en que se encuentran expuestos para su venta, ventas que se producen en el tiempo de
observación,...
Basado en las entrevistas personales nos encontramos con el Panel de detallistas (retail
panel), método que consiste en seleccionar una muestra representativa de tiendas que
son sometidas a encuestas por empresas especializadas según un calendario señalado y
de forma periódica para que, mediante el examen de su comportamiento, se puedan
planificar acciones de comercialización, seleccionar los canales de distribución, estudiar
los precios en las tiendas, etc.
b) El consumidor
Según la RAE, una expectativa es la posibilidad razonable de que algo suceda.
Adaptando esta definición a nuestra materia, podemos decir que se trata de la idea
preconcebida que tiene el cliente sobre cómo será la experiencia de compra, basada en
opiniones de terceros o información sobre la marca, que es capaz de modificar o
intensificar, lo percibido a nivel sensorial y relacional.
Si jugamos con las distintas combinaciones entre lo percibido durante el proceso de
compra y las expectativas previas del cliente, obtendremos 4 escenarios diferentes que
definen 4 tipos de experiencias:
E = percibido + expectativas
Como diría el anuncio de Mastercard: “que tus clientes flipen contigo y te recomienden…
no tiene precio”.