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INTRODUCCIÓN
En el mercado actual, el sistema de establecimiento más asentado en la mayor parte de los formatos
comerciales es el autoservicio. El lineal es, en este sistema, una herramienta de venta que ha llegado a
sustituir al vendedor presencial. En el momento de colocar el surtido en el establecimiento se debe
buscar el objetivo de rentabilizar al máximo cada m2 disponible y conseguir que el propio lineal de venta
sustituya las acciones propias de un vendedor.
RESULTADOS DE APRENDIZAJE
2.- Determina el procedimiento de implantación del surtido de productos en los lineales según criterios
comerciales, optimizando las operaciones de mantenimiento y reposición.
a) Se han establecido los niveles de exposición del lineal, atendiendo a su valor comercial.
b) Se han asignado las referencias del surtido al lineal en función de los planes de venta.
c) Se ha calculado el número óptimo de facings para cada referencia según criterios comerciales y de
organización.
d) Se han utilizado aplicaciones informáticas para la optimización del lineal.
e) Se ha determinado el sistema de organización de los recursos humanos y materiales necesarios en
las operaciones de ubicación, reposición y mantenimiento de los lineales.
f) Se ha calculado el número de trabajadores o trabajadoras necesarios en cada sección o actividad en
función del tiempo de implantación de los productos.
g) Se han elaborado instrucciones claras y precisas de ubicación, reposición y mantenimiento de los
lineales para ser transmitidas al equipo humano.
h) Se ha programado y organizado la reposición de productos, asegurando su presencia continua en el
lineal.
1. INTRODUCCIÓN
Una vez que el comerciante ha decidido qué productos conforman el surtido de ventas
y las dimensiones básicas de este surtido, el siguiente paso es decidir cómo se expondrán
esos productos en función del espacio disponible en el establecimiento.
2. EL LINEAL
Principios de reparto
El lineal de una superficie comercial debe repartirse entre los productos que forman
parte de su surtido, teniendo en cuenta estos dos principios:
Nota: Los productos colocados en segunda fila en las estanterías forman parte del stock de
presentación, pero no se contabilizan en la superficie asignada al lineal.
Una vez que se tiene clara la fórmula AIDA de cara a la implantación del producto en el
suelo comercial hay que estudiar en qué zona se va a colocar.
a) Zona A: la que menos venta realiza, ya que el cliente no suele detenerse en ese
lugar, pues espera encontrar mayor variedad más adelante. Por otro lado, en los
extremos de los muebles se suelen situar las cabeceras que impiden ver esta
zona con comodidad.
c) Zona C: es una zona intermedia entre la “A” y la “B” en cuanto a ventas se refiere.
2.2 Niveles del lineal
Al disponer los productos sobre una góndola se pueden diferenciar distintos niveles. Así,
según estén colocados, los productos tienen más o menos posibilidades de ser vistos
por el cliente.
b) Nivel de las manos: se sitúa entre los 80 y 120 cm. Es aquel en el que resulta más
cómodo coger los productos del lineal.
c) Nivel del suelo: hasta los 80 cm de altura. Implica que el cliente debe realizar un
pequeño esfuerzo para coger los productos situados en él.
Además, se considera que cada uno de los niveles del lineal tiene distinto «poder
vendedor», por lo que los productos se suelen colocar en ellos según estas reglas:
o Nivel de los ojos y de las manos: en estos niveles, normalmente, se ponen los
productos que cuentan con más capacidad de atracción o tienen un mayor
margen de beneficio.
o Nivel del suelo: en él se suelen colocar los productos más voluminosos o pesados
y los de primera necesidad o productos «gancho». También se suelen ubicar
sobre el suelo los productos que se disponen en revoltillo para dar sensación de
rebaja.
3. FACING DE PRODUCTO
Se suele asignar una medida mínima de 20 cm de facing para que un cliente pueda
percibirlo con claridad al caminar por la superficie de ventas, dato que debemos tener
en cuenta al asignar la superficie de exposición de un producto, ya que si se trata de un
producto pequeño y no se ocupa una superficie mínima del lineal de 20 cm, el cliente,
normalmente, no lo verá.
Ref. 1 Ref. 1 Ref. 1 Ref. 1 Ref. 2 Ref. 2 Ref. 2 Ref. 3 Ref. 3 Ref. 3
Ref. 4 Ref. 4 Ref. 5 Ref. 5 Ref. 6 Ref. 6 Ref. 7 Ref. 7 Ref. 8 Ref. 8
Solución:
a) El lineal al suelo de los cereales es de 19 cm/ud. x 10 uds. = 190 cm.
c) Para calcular el lineal asignado a cada referencia, debemos tener en cuenta el número
de unidades expuestas en primera línea de cada una de ellas:
De la referencia 1 se exponen 4 cajas, por lo que el lineal que tienen asignado es
de:
Lineal = 19 cm/ud. x 4 uds. = 76 cm
Las referencias 2 y 3 tienen expuestas tres cajas cada una, por lo que el lineal que
tienen asignado cada una es el siguiente:
Lineal = 19 cm/ud. x 3 uds. = 57 cm
Se exponen dos cajas de cada una de las referencias: 4, 5, 6, 7 y 8. El lineal
asignado a cada una de ellas será:
Lineal = 19 cm/ud. x 2 uds. = 38 cm
d)
Ref 1 Ref 2 Ref 3 Ref 4 Ref 5 Ref 6 Ref 7 Ref 8
Facing 4 3 3 2 2 2 2 2
Para llevar a cabo la asignación de un lineal a las referencias, existen diversos métodos,
entre los cuales uno de los más sencillos es la asignación del lineal a los productos
mediante el método de reaprovisionamiento.
Además de este criterio, existen otros métodos que tienen en cuenta criterios de gestión
o las características técnicas, comerciales y psicológicas de los productos. Entre estos
últimos, los más utilizados son:
Determinación del lineal mínimo.
Determinación del lineal óptimo.
No se trata, por lo tanto, de un criterio de gestión del lineal que busca la optimización
del mismo, pero dada su sencillez en ocasiones se usa.
Ejemplo:
Calcula el lineal que se debe asignar a los paquetes de arroz de 1 kg, sabiendo que la
reposición de los productos en el lineal del establecimiento se realiza diariamente y que
la demanda diaria media de este producto se estima en 50 paquetes.
El tipo de envase del paquete de arroz es una bolsa, no una caja. Al colocarlos en el lineal
se presentan en profundidad 5 filas de paquetes de arroz. No se ponen unas unidades
encima de otras, ya que podrían caerse de las estanterías. Las dimensiones del paquete
de arroz son las siguientes:
20 cm (alto) x 10 cm (largo) x 6 cm (ancho)
Solución:
El número de paquetes que se tienen en cuenta para el cálculo del lineal es 50/5 = 10
uds.
El lineal mínimo de una referencia es, tal como su nombre indica, aquel lineal que se
debe asignar como mínimo a la misma.
La rotación de los productos. Aquellos que más rotan deberán tener un lineal
mínimo mayor. Además, se debe garantizar que se cubre la demanda entre dos
reposiciones.
Ejemplo:
Calcula el lineal mínimo de un pack de cuatro flanes de huevo que tiene las siguientes
dimensiones:
Para el cálculo del lineal, se debe tener en cuenta que la demanda media de esta
referencia (los flanes no se venden individualmente) entre dos reposiciones es de 60
uds., y el stock de seguridad es de 4 uds.
Solución:
El total de unidades que deben aparecer como mínimo en el lineal para garantizar el
servicio entre dos reposiciones es de:
60 + 4 = 64 uds.
64/16 = 4 uds.
4 x 14 = 56 cm
Existen distintos métodos de optimización del lineal en relación con las ventas o el
beneficio que generan los productos, entre los cuales tenemos:
Lineal asignado =
Lineal asignado =
Ejemplo:
El lineal asignado a la subfamilia de leche entera es de 2,5 m. Realiza el reparto del lineal
con las cifras de ventas y de beneficios de las referencias que aparecen en la siguiente
tabla:
Según el criterio de ventas, la referencia que ocupará mayor lineal es la ref. 0104 y según
el criterio del beneficio es la ref. 0101.
Una vez determinado el lineal asignado a un producto se debe decidir la forma en que
las unidades a exponer deben estar colocados.
Por otra parte, a la hora de realizar la elección del tipo de exposición que se utilizará en
la superficie de ventas, se deben tener en cuenta los criterios estéticos de colocación
de los productos con el fin de que el resultado sea agradable a los clientes.
En este punto deberá realizarse la parte práctica en la que el merchandiser debe enfrentarse
al proceso global cuidando todos los detalles. Para ello deberá tener en cuenta lo referente
al reparto, exposición, niveles, etc.
A continuación se detallan las etapas que se deben seguir:
En primer lugar debemos contar con todos los medios necesarios, humanos o materiales, para
estar preparados en el momento de la implantación.
En esta fase es donde se ven los artículos in situ, una muestra de la futura implantación,
y se tiene la posibilidad de rectificar aquello que sobre el papel no se veía, pues, una vez
hecha toda la implantación, es más difícil y costoso deshacerla.
En esta fase se complican un poco más las cosas porque hay que conseguir un equilibrio
entre los productos de atracción y los de baja rotación y margen elevado, con los que se
provocan compras por impulso, obteniendo así una exposición de artículos equilibrada y
rentable.
Pero no existen reglas exactas para su determinación, cada surtido y punto de venta tiene
sus características propias y debemos adecuarnos a ellas.
Lo más importante es que cada lineal contenga los artículos suficientes atendiendo a su
cifra de ventas y a la evolución de las mismas, con el fin de evitar inútiles reposiciones
que encarezcan los costes y sin caer tampoco en la rotura de stock que provocará
inevitablemente la pérdida de clientes.
Hay una serie de secciones que requieren una vigilancia extrema como son las de
perecederos, lácteos, ultrafrescos, cuyo control se basará fundamentalmente en las
fechas de caducidad. En estos casos, el distribuidor acuerda con el proveedor que suministre
y control de los lineales correspondientes a dichos productos. Existen otras secciones que,
por la complejidad de los artículos que las componen, requieren la presencia de personal
especializado, como la sección de discos, la de bricolaje, papelería, etc. En estos casos,
el distribuidor contrata a empresas especializadas para llevar estas secciones mediante el
sistema de Rack Jobbing.
Así se observa que, si se hubiese ajustado el estante al tamaño del producto, hubiéramos
podido colocar alguno más, exponiendo mayor cantidad, siempre que esto no impida que el
cliente pueda coger un artículo del estante con holgura.
Los artículos de mayor volumen se dispondrán en el nivel inferior y los de tamaño reducido
deben agruparse en un mismo nivel. No ajustar los estantes al tamaño de los productos
implica una mayor ocupación de lineal al suelo, que afecta a la implantación global.
En este punto existe discrepancia entre los técnicos de merchandising, ya que algunos
prefieren que una misma familia sea percibida por el cliente con los distintos niveles de
productos iguales. Esto será posible dependiendo de la magnitud del punto de venta: en
grandes superficies se podrá mantener la igualdad de niveles, mientras que en
establecimientos de pequeño y medio tamaño se deberá ajustar. También dependerá de lo
que sea prioritario, alcanzar mayor rentabilidad o dar una imagen homogénea igualando los
estantes con el fin de resaltar los productos pertenecientes a una misma familia.
d) Armonía y colorido
Una vez realizados los frentes y ajustados los estantes, tenemos que darle al mueble
expositor o góndola un toque de creatividad que sea capaz por sí mismo de atraer la
atención del cliente y ofrecer el producto de forma clara. J. E. Masson y A. Wellhoff
afirman: «Una buena implantación se comprende y se lee como un libro, se mira como
un cuadro o como una construcción arquitectónica.» Y para ello se combinan los colores
de los embalajes, su diseño, sus mensajes, etc.
Antes de empezar a colocar los productos en su sitio, hay que identificar los productos de
atracción, con el fin de combinarlos con productos de márgenes altos para conseguir la
rentabilidad deseada. Esto lo observamos constantemente cuando acudimos a un
hipermercado y nos encontramos con que los productos con marca del distribuidor están
al lado de las primeras marcas que hay que colocar en las zonas frías del mueble expositor.
Otro aspecto que hay que tener en cuenta es el análisis de aquellos artículos que pueden
ser complementos de otros, y realizar un estudio con el fin de poder emparejar los
artículos principales con sus complementos, como por ejemplo zapatos y cinturones para
hombres y zapatos y bolsos para mujeres.
La última fase corresponde a la colocación de los artículos en las diferentes estanterías, para
ello procuraremos no dejar espacios vacíos entre productos, apilando un producto
encima de otro, de forma que coincidan.
2. Cubrir la venta más importante de la semana de cada referencia (columna F). Así
pues, la referencia 002 necesitará 3 facings (60/25 = 3, se redondea por exceso).
3. Cubrir la necesidad de stocks en el lineal entre dos reposiciones (columna H). Así
pues, la referencia 002 necesitará 2 facings (42/25 = 2, se redondea por exceso).
4. Cubrir el umbral de percepción del cliente (columna I). Así, suponiendo que el
umbral de percepción es de 0,35 metros la referencia 002 necesitará 2 facings.
(0,35/0,20 = 2, se redondea por exceso) para ser vista por los clientes al pasar por la
estantería.
a) Que el lineal mínimo desarrollado necesario sea igual al lineal total desarrollado.
2,25 metros
El número óptimo de facings que hay que asignar a la referencia 001 será:
(4 · 0,25) + (5 · 0,25) + (4 · 0,5) = 4,25