Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Introducción.
1
5
Desarrollo.
1
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA
2
5
Uso efectivo del castigo. A largo plazo el reforzamiento positivo produce mejores
resultados que el castigo, pero un castigo bien aplicado sí tiene cabida en la
administración. Las consecuencias positivas de los castigos, radica en su forma de
aplicarlos, es decir, si se aplican de manera adecuada a las situaciones, el empleado no
sentirá dicho evento como un castigo, por el contario sentirá que la situación es para
ayudarle a entender que está observando una conducta que no es la adecuada. Por otro
lado, se tendrán empleados contentos que serán activos para la organización y que en
cierta forma rendirán más en sus labores y que no solo se limitarán a hacer lo que les
ordenen. La forma más común de castigo en las organizaciones es la reprimenda oral.
Ésta tiene por objeto disminuir suspender la conducta indeseable de un empleado. Una
vieja regla dice: “Elogia en público, castiga en privado”. El castigo en privado establece
una clase distinta de contingencia del reforzamiento que el castigo público. En general,
una reprimenda privada será constructiva e informativa. Una reprimenda en público
podría tener efectos negativos, porque avergüenza a la persona delante de sus
compañeros. Una reprimenda efectiva detecta y describen específico el comportamiento
indeseable que se debe evitar en el futuro. Se enfoca en el comportamiento meta y evita
representar una amenaza para la imagen que el empleado tiene de sí mismo. Una
reprimenda efectiva castiga el comportamiento indeseable específico y no a la persona.
Es más fácil modificar un comportamiento que cambiar al empleado. El castigo (por
definición) enseña a la persona aquello que no debe hacer, pero no le indica qué debe
hacer. Por consiguiente, el gerente debe especificar un comportamiento alterno al
empleado. Cuando el empleado se comporta de la forma alternativa deseada, entonces el
gerente debe reforzar ese comportamiento de forma positiva.
Efectos negativos del castigo. Una crítica contra la aplicación de un castigo es que
existe la posibilidad de que tenga efectos negativos, sobre todo si se aplica durante
periodos largos o sostenidos. El castigo puede detener la conducta indeseable del
empleado. Sin embargo, las posibles consecuencias negativas pueden ser más graves
3
5
El castigo ahoga la iniciativa y la flexibilidad del empleado. Como reacción ante el castigo,
muchos empleados llegan al grado de convencerse a sí mismo de pensar y decir: “Me
limitaré a hacer lo que me pidan y nada más”. Esta actitud es indeseable porque las
organizaciones dependen de la iniciativa y la creatividad personal que cada empleado
aporta a su trabajo. Recurrir demasiado al castigo produce empleados apáticos que no
son un activo para la organización. Un castigo sostenido también puede mermar la
autoestima del empleado. La autoestima baja, a su vez, socava la confianza que el
empleado tiene en sí mismo, la cual es necesaria para desempeñar casi cualquier
trabajo. El castigo despierta un miedo condicionado a los gerentes. Es decir, los
empleados sienten un miedo general a los gerentes orientados al castigo. Estos gerentes
se convierten en una señal del entorno, la cual indica a los empleados que existe la
probabilidad de que se presente un hecho negativo. Por tanto, si las operaciones
requieren una interacción frecuente, normal y positiva entre el empleado y el gerente,
4
5
dicha situación se puede volver intolerable. Las respuestas derivadas del miedo, como el
“ocultamiento” o la reticencia a comunicarse con un gerente, bien podrían entorpecer el
desempeño del empleado.
Conclusión.
Bibliografía:
5
5