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Núm. 38, Julio / Diciembre 2010
sta es una reflexión sobre Frederick Winslow administración científica; dar un panorama de
Taylor, fundador de la llamada “adminis- la relación del taylorismo y el fordismo con la
tración científica”, a partir de una investi- gestión y control de la producción y el trabajo en
gación que realicé sobre la industria automotriz. la industria automotriz y su pervivencia, a pesar
Relaciono al autor con Henry Ford, pues, además de las transformaciones que siguieron a la déca-
de ser éste un continuador del proceso de racio- da de los ochenta del siglo xx, años en los que
nalización de la producción que inició Taylor, centraré mis reflexiones. Cierro el artículo con
la industria automotriz utilizó el taylorismo y el algunas acotaciones sobre lo que vino después.
fordismo como binomio inseparable e ineludible
en la gestión de la producción y el trabajo en ese Friederick Winslow Taylor y sus aportaciones
sector económico. Fue hasta los años ochenta
del siglo xx cuando, a decir de algunos autores, Según Reinhard Bendix, para el ejercicio de la
entró en crisis el taylorismo y dio lugar a nuevas autoridad en el proceso de producción, desem-
formas más flexibles de administración del tra- peñan un papel fundamental la ideología en
bajo y la producción. A partir de un recorrido de general y las ideologías de la dirección en parti-
Norteamérica a México, pretendo —histórica y cular (Bendix, 1966:2). Entre las segundas están
analíticamente— rescatar las características del “todas las ideas sustentadas por o para aquellos
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que ejercen una autoridad en empresas econó- mero de afiliados dentro de la American Federa-
micas y que tratan de explicar y de justificar esa tion of Labor, fue el blanco del empresario ame-
autoridad” (Bendix, 1966:2). Dentro de las ideo- ricano personificado en Andrew Carnegie, quien
logías directorales —que surgen en las industrias en 1892 decidió terminar con los trabajadores
modernas—, el autor ubica al taylorismo, cuyo calificados de su planta en Homestead. El 4 de
origen en un contexto histórico, técnico-eco- abril decía: “como la vasta mayoría de nuestros
nómico, social y cultural, en el que la religión empleados no están sindicalizados, la firma ha
tiene un papel importante en el imaginario so- decidido que la minoría (los obreros calificados
cial del que abrevó Taylor. A partir de 1850, las sindicalizados) debe dar su lugar a la mayoría.
predicas de Samuel Smiles en Inglaterra sobre el Estos puestos, por lo tanto, serán necesariamente
Evangelio de trabajo y de esperanza gozaron no sindicalizados después de la expiración del
de gran popularidad en eua durante el periodo de presente contrato” (Lens, 1974:74). Por aquellos
su rápido crecimiento industrial. Smiles prego- años, Friederik W. Taylor, nacido en 1856, reali-
naba la necesidad de “usar el pensamiento para zaba sus experimentos en los talleres de la Mid-
desarrollar el carácter y así sobrevivir en un vale Company en busca de lo que, en aquella
medio donde sólo los más aptos triunfaban” época, se había convertido en la nueva piedra
(Bendix, 1966:266). Las ideas con un cariz reli- filosofal de los empresarios: la reducción del
gioso se fueron secularizando y reaparecieron en tiempo y de los movimientos de la producción
el movimiento del “Nuevo pensamiento” (1895- utilizados en la producción de cualquier mercan-
1915), “que deificaba al individuo, hacía de sus cía: the one best way taylorista. La coincidencia
capacidades mentales una emanación de Dios de estos dos personajes en sus deseos de recom-
y concebía el universo como una manifestación poner el trabajo en la industria del acero, el uno
de una esencia vaga, espiritualista y omnipresen- por la vía de la represión directa —desatando
te” (Bendix, 1966:271). Estas ideas, trasladadas una verdadera guerra contra los trabajadores de
al terreno de la producción, generaban consig- Homestead— y el otro por la vía de la aplicación
nas centradas en las cualidades mentales de los de la racionalidad científica y la transformación
individuos y sobre cómo usarlas para alcanzar tecnológica al proceso de producción, era, entre
la cima. Ese imaginario impregnado de religio- otras cosas, una respuesta empresarial ante los
sidad secularizada y del racionalismo moderno desafíos de la clase obrera. El pensamiento y la
influyó en las pesquisas que Taylor realizó en la acción de Taylor —quien vio frustrada su carrera
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1892 a 10 000 en 1894 y 8 000 en 1895 (Lens, b) La descomposición del trabajo mediante el
1974:88),1 los métodos de Taylor serían, a largo uso del cronómetro y las técnicas de tiem-
plazo, más efectivos y se convertirían en parte pos y movimientos, que son la base de los
ineludible de las ideologías directorales en la llamados therblings (micromovimientos que
producción durante el siglo xx. desarrollaron los esposos Gilbreth. Con esa
F. W. Taylor se ocupó no solamente de la desarticulación del trabajo, Taylor logró
administración de la fuerza de trabajo en la pro- romper la base estructural técnico-social de
ducción; su racionalismo y sus experimentos la organización de los obreros de oficio y
lo llevaron a concebir la producción inmediata profesionales. Este proceso de descalifica-
como una totalidad en la que intervenían la fuer- ción pasó por las modificaciones a la forma
za de trabajo y los medios de producción. No de realizar el corte de metales, experimen-
sólo cronometró los tiempos y los movimientos to que culminó con transformaciones en la
del trabajo vivo en el proceso de laboral, sino consistencia del acero y con cambios en las
que implementó mejoras a las herramientas y las máquinas-herramientas utilizadas para su
materias primas como el acero, que transformaron corte, con lo que Taylor lograba separar el
los procesos de su elaboración y las velocidades saber-hacer, la ciencia y la técnica de la cla-
en su producción (Friedmann, 1977:98-99). Tay- se obrera, para revertírselas posteriormente
lor no sólo “racionalizó” los movimientos del como tecnología al servicio del comando
trabajo vivo al reducirlos a su mínima expre- del capital.
sión, descalificó al obrero y lo convirtió en el c) Estas modificaciones al proceso de produc-
“estúpido y flemático que en su conformación ción inmediato desencadenaron una serie
mental ha de parecerse más a un buey que a un de cambios globales que repercutieron en
hombre” (Taylor, 1974:58), como llamaba des- el proceso de valoración en su totalidad y
pectivamente a su prototipo de trabajador ideal, rompieron con la antigua organicidad de los
sino que expropió el saber-hacer que poseía el trabajadores, con sus momentos de socia-
obrero mediante acciones que silenciosa y sigi- bilidad fabril y con su antigua “cotidianei-
losamente coadyuvaron a la extinción del obrero dad” dentro del proceso de trabajo.
de oficio. d) El tiempo productivo para Taylor no conce-
Entre algunas de las medidas técnico-políticas bía los tiempos muertos, su obsesión por la
que Taylor desarrolló tenemos: continuidad en el flujo productivo lo hizo
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adquiridos por los mecánicos encargados de Este complejo método fue bautizado con el
trabajos repetitivos (Friedmann, 1977:103). nombre de “Cronociclográfico” (Thickett,
f) La lucha por el territorio en la sociedad se 1978:97-107). Con sus incursiones, Gilbreth
inicia en la lucha por el territorio en la fá- marca el inicio de lo que más tarde serán los
brica. Con Taylor se racionaliza el tiempo conflictos laborales en procesos de trabajo
y el movimiento y, en consecuencia, el es- miniaturizados (Goldhaber, 1980:9-32).
pacio. El área de trabajo, la movilidad y el
albedrío en la fábrica se verán restringidos Con la generalización del taylorismo en todas
a partir del desarrollo de la administración sus manifestaciones, se deteriora la importancia
científica aplicada a la producción. El es- estratégico-productiva del obrero profesional. El
pacio de trabajo se convertiría en objeto de significado político de los tiempos y movimien-
pugnas entre el trabajador asalariado y el tos como expresión acabada de la subsunción
capital, ya que éste buscaría a toda costa real del trabajo y ejercicio del poder por parte
la fijeza del obrero en el puesto de trabajo. del comando empresarial en la fábrica se refleja
Esta tendencia, se vería acrecentada a par- en que se reducen los tiempos muertos: como
tir de Henry Ford, continuador de Taylor e posibles tiempos de autovaloración proletaria,
introductor de la cadena de montaje en la utilizados para descansos breves en la jornada
industria automotriz. diaria de trabajo o para la viva plática organi-
g) Finalmente, el taylorismo desempeña un zativa por parte del trabajador. Con la fijación
doble papel en la descomposición del tra- al puesto de trabajo se limitó la movilidad que
bajo en la fábrica, por un lado, cierra los permitía la comunicación entre los trabajadores,
tiempos muertos de la producción al dismi- que igual podía servir para organizar sus luchas
nuir la cantidad de trabajo contenido en la o para tener un respiro momentáneo frente al tra-
mercancía y, por el otro, mediante el uso del bajo repetitivo.
cronómetro y la aplicación de las técnicas
de tiempos y movimientos, descompone y El taylorismo de Henry Ford
recompone las tareas y, con ellas, el saber-
hacer y el ejercicio obrero sobre los tiempos Henry Ford nace en 1863, se convierte en conti-
vivos para el trabajador, muertos para el ca- nuador de la obra de F. W. Taylor y en un puen-
pital. El proceso de reducción de los tiem- te generacional entre el empresario liberal y el
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pos y movimientos a su mínima expresión que surge de la crisis del librecambismo. En sus
alcanzó su nivel más alto con Frank Bunker discursos vislumbraba las preocupaciones del
Gilbreth, quien desarrolló experimentos so- Welfare State keynesiano, pero desde la óptica
bre los micromovimientos, a los que llamó del empresario privado.2 Ford aplicaría a su ma-
therbligs —palabra formada con las letras nera los principios tayloristas sobre el proceso
de su apellido al revés—. Contemporáneo laboral de la industria automotriz, sobre todo el
de Taylor, preocupado por los tiempos principio de cerrar los poros de la producción
muertos y el ahorro de tiempo de trabajo para eliminar trabajo innecesario y producir en
mediante la simplificación y reducción de serie al menor costo posible.3
movimientos a su mínima expresión, Gil- Junto a las necesidades estrictamente econó-
breth y su esposa utilizaron una cámara de micas, una parte de las propuestas de Carnegie,
cine, luces estroboscópicas y conectaron Taylor, Ford y un sinnúmero de empresarios y
focos a las manos y articulaciones de los profesionistas buscaba controlar y limitar la in-
dedos de los trabajadores para proyectar en subordinación de los trabajadores y su tendencia
una pantalla sus movimientos y tomar sus a mantener un saber técnico-productivo sobre el
tiempos y medir distancias, con la intención que sustentaban su rebeldía y su capacidad de
de eliminar los movimientos innecesarios. contratación. Con el uso de la cadena de monta-
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je, Henry Ford reestructuraría el proceso de tra- se le da hasta la última pulgada de espacio
bajo en una industria como la automotriz, donde necesaria, pero ni una, o en todo caso ni un
el límite técnico del ensamble representaba un pie cuadrado, de más: ‘nuestros talleres no
serio obstáculo para la continuidad en la pro- son jardines públicos’”, declaraba (Fried-
ducción. Ford desarrolló varias medidas técnico- mann, 1977:146-147).
económicas en torno al control de la producción d) Henry Ford lograría la desarticulación del
del auto; la aplicación de la cadena de montaje trabajo mediante la introducción de la ca-
fue sólo una de ellas y, tal vez, la más conocida. En dena de montaje en el ensamble del auto,
resumen, sus técnicas aplicadas a la producción, al crear con ello un ejército de trabajadores
y las formas como ejerció su ideología directoral descalificados o especialistas en una sola
en la fábrica y en la sociedad extrafabril, fueron tarea; un contingente de obreros destinados
las siguientes: a repetir la misma operación; obreros per-
tenecientes al “nuevo artesanado fordiano”
a) A diferencia de Taylor, Henry Ford fundó su (Friedmann, 1977:146-147).
sistema en el de pago de altos salarios y en la
producción masiva. Los altos salarios tenían La aplicación de la cadena de montaje4 a la
para él dos finalidades: la adecuación de industria del ensamble de vehículos automoto-
los trabajadores a la nueva organización del res fue resultado de un largo proceso; todas las
trabajo —menos calificado, monótono y transformaciones fordianas hechas a la organiza-
repetitivo—, y, al mismo tiempo, la amplia- ción de la producción fueron resultado de largos
ción del mercado del automóvil, incluyendo años de experimentación. La desarticulación del
a sus propios obreros como consumido- trabajo en las plantas Ford se desarrolló entre los
res potenciales, lo que significaba un uso años de 1903 a 1914. Ese periodo se convirtió
del salario como inversión. Ford decía: “la en un trazo temporal formado por una sucesión
demanda no crea; debe ser creada” (Fried- indefinida de medidas, que apuntaban hacia el
mann, 1977:131). control y una disciplina impuestos por la cadena
b) Henry Ford concebía la producción como de montaje que después extendería su dominio
un ciclo que unía todos los momentos que a la sociedad.
la integraban —producción, circulación, En 1903 las plantas Ford aún utilizaban el ser-
distribución y consumo—. Debido a ello, vicio de mecánicos versátiles, que se movían a
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aprendidas de Flanders y otros adelantos desa- car el principio de “llevar el trabajo al hombre”,
rrollados por Ford y Couzens. Sin embargo, el dándole movilidad a las líneas alimentadoras
problema de la desorganización de los depar- de ensamble de motores, ejes y magnetos. Los
tamentos conectados a la línea final todavía no resultados fueron magníficos, pero a pocas se-
estaba resuelto (Sward, 1975:32-33). manas del cambio, la descompensación entre la
El primer paso firme hacia la racionalización velocidad de los departamentos y la lentitud del
de la producción en la Ford consistió en la me- propio ensamble final se hizo manifiesta (Sward,
dida taylorista de dividir, hasta sus unidades más 1975:35). Todo el verano de 1913 se experimen-
pequeñas, cada operación mecánica requerida taron nuevos cambios, hasta que se utilizó una
para la producción de un automóvil. A conti- rudimentaria cadena de montaje que logró un
nuación fue necesario acomodar máquinas y ensamble final en movimiento. Simultáneamen-
hombres en líneas continuas y paralelas, de tal te los autos eran abordados por los obreros que
manera que el trabajo fluyera de máquina a má- se encargaban de “vestir” —colocar vestiduras y
quina con las menores interrupciones posibles partes externas del auto— y darle el toque final a
y en una sucesión lógica (Sward, 1975:34). El las unidades. Fue hasta el 14 de enero de 1914,
principio que guiaba las transformaciones en la cuando se utilizó una cadena de montaje auto-
planta de Highland Park era el de la búsqueda de mática, y poco más tarde se usó el transportador
mayor continuidad en el proceso de producción, aéreo para proveer de partes a los trabajadores
sin embargo, los trabajadores y las piezas por en- de línea final. El fordismo había completado su
samblar todavía tenían que transitar de banco en primera transformación importante al proceso de
banco. En 1910, para evitar estos movimientos trabajo del automóvil (Sward, 1975:37).
se colocaron planos inclinados entre cada puesto La respuesta obrera comenzó a aflorar desde
de trabajo para que la pieza, por sí sola, circulara 1910, después de las primeras transformaciones
hacia la siguiente operación, lo cual aumentó la importantes en la organización de la produc-
productividad en los departamentos productores ción. Los trabajadores estadunidenses, ante la
de partes que estaban conectados a la línea final modernización, habían mantenido su resistencia
(Sward, 1975:34). pese a la represión explícita al estilo de algu-
Los nuevos métodos fueron aplicados a to- nos empresarios, como Carnegie, o la implícita,
dos los departamentos alimentadores de la línea detonada a partir de Taylor. Sectores importan-
final. Había llegado la hora de reorganizar el tes de la clase obrera americana se negaban a
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ensamble, y fue en 1913 cuando el ensamble es- desempeñar el papel de conejillo de Indias ante
tacionario fue modificado. El rudimentario mé- aquel férreo bloque que formaban la ciencia y
todo consistía en colocar 60 chasises en fila y, al las máquinas de los empresarios y al servicio de
lado, en una línea paralela, se colocaban las ca- éstos. Las transformaciones que surgieron entre
rrocerías sobre burros de madera esperando a ser 1909 y 1913, produjeron formas de resistencia
montadas. Mientras tanto, los equipos de obreros y rechazo, veladas y silenciosas, pero numero-
realizaban sus tareas sobre los 60 chasises; había sas, como el ausentismo, que se acentuó a partir
equipos colocadores de ejes, de motores, de llan- de 1913. En ese año la deserción de la fuerza de
tas, etc. Cada equipo era seguido por un grupo trabajo de las plantas Ford llegó a 380% (Ford,
de ayudantes que los proveían de herramientas 1922:126-130). El notable crecimiento en la di-
y piezas. Como podemos observar, la novedo- visión del trabajo y la proliferación de los super-
sa técnica todavía resultaba bastante arcaica. En visores hicieron del trabajo en la Ford una tarea
ese año fueron contratados los servicios de C. W. vacía y repetitiva; era tan grande el disgusto ante
Avery y William Klann, técnicos que le darían al la nueva organización de la producción que, en
proceso de fabricación Ford sus toques definiti- 1913, cada vez que la compañía deseaba añadir
vos. El binomio Avery-Klann comenzó por apli- 100 trabajadores a su personal de fábrica, era ne-
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cesario contratar 963 —previendo la inminente tal y la edición de un periódico, cuyo redactor
deserción de 863— (Sward, 1975:49). Mientras tuvo grandes discusiones y dificultades con Ford,
tanto, gran parte de las ganancias fordistas eran debido a que no pudo cumplir con la exigencia
reinvertidas en compras de maquinaria, de tal fordista de aplicar la línea de ensamble a la pre-
manera que cada día era mayor la importancia paración de las noticias (Sward, 1975:141).
del capital constante en relación con el capital La intervención de Ford en la vida de los obre-
variable —los salarios pagados—: se incremen- ros dentro de la fábrica y el control sobre la pro-
taba la composición orgánica de capital. ducción llegó a sus límites durante la crisis, entre
En estas condiciones, en 1913 arribaron los 1929 y 1943. Harry Bennet, del Departamento
wobblies, sindicalistas revolucionarios y orga- de Servicios, hizo de las fábricas de Ford verda-
nizadores obreros miembros de la International deros espacios de autoritarismo empresarial y pe-
Workers of the World. Comenzaron a repartir sus netró en la vida privada del obrero a través de los
periódicos Solidarity y The emancipator, don- miembros de su extraño departamento, el cual
de llamaban a Henry Ford el Rey de la veloci- tuvo funciones de policía de fábrica. El Departa-
dad, y a sus empresas, las “fábricas de sudor”, e mento de Servicios estaba formado por ex juga-
invitaban a los trabajadores a organizarse en dores de futbol americano, corredores de pista y
“un gran sindicato” —one big union— (Sward, campo, boxeadores y ex marinos, como lo fue el
1975:51). Ante estas amenazas y los efectos eco- propio Bennett (Sward, 1975:291-293). Algunas
nómicos negativos que traían el ausentismo y el funciones de este grupo paramilitar enquistado
turn over para las plantas Ford, Couzens —el so- dentro de las plantas Ford, eran el espionaje, la
cio de Henry Ford— concibió la política de los propalación de la intriga, la represión directa de
cinco dólares al día, que fue anunciada el 5 de los trabajadores rebeldes dentro y fuera de la fá-
enero de 1914 como un “acto de desinteresado brica e, incluso, el asesinato. Carl Brooks, uno de
humanitarismo”. En realidad, este aumento por sus miembros, llegó a ser jefe de la policía de la
encima de lo que otras ensambladoras pagaban, ciudad de Dearborn en 1929 (Sward, 1975:156),
representaba un esfuerzo para adaptar a los tra- llevando así a la sociedad sus técnicas de control
bajadores a los nuevos métodos de organización y represión aprendidas dentro de la fábrica.
del trabajo (Sward, 1975:52). Esta política, ade- Henry Ford siempre había pensado la sociedad
más de retener a los trabajadores dentro de las como un todo subordinado a la producción. Para
empresas Ford, a la larga representó una medida este industrial los momentos de producción, cir-
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1930, en las fábricas de Ford se expidió un edic- como en el pasado. Las plantas del ciclo más
to que prohibía, bajo amenaza de despido, beber reciente llegaron con tecnologías y formas de
alcohol en público o en privado; por otro lado, organización del trabajo de punta, similares a las
se llegó al límite de investigar qué marca de au- que se instalaban en Estados Unidos y Canadá. A
tos compraban los obreros de las plantas Ford, y pesar de la diversidad de sus antigüedades, equi-
a “recomendarles” que, de usar marcas ajenas, pos y técnicas de administración del trabajo,
éstas fueran sustituidas por un auto Ford. Esta si- durante el periodo de 1970-1985, en las plantas
tuación generó una acusación del Wall Street Jo- del sector —que combinaban tecnologías de los
urnal sobre las llamadas “ventas forzadas” de la tres ciclos productivos mencionados—, con sus
Ford Motor Company (Sward, 1975:314). Henry respectivas adecuaciones a la realidad produc-
Ford partió de la racionalización y del incremen- tiva del país, predominaban el taylorismo y el
to de la productividad en el proceso de trabajo fordismo.
de inspiración y origen taylorista y, desde allí, Una encuesta realizada por la Facultad de
pretendió organizar la sociedad en concordan- Contaduría y Administración sobre el taylorismo
cia con las características de la organización de y el uso de las técnicas de tiempo y movimientos
la producción de sus plantas. en las empresas Chrysler de México; Ford Mo-
tor Company, S.A.; General Motors de México;
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